Tú, sólo tú, lo explicas todo, Selena…



Cuando veo y reveo la película “Selena”, me pregunto si era necesario hacer un filme novelado con una actriz que haga las veces de Selena y otros actores haciendo de sus hermanos, de sus padres, de su esposo, del resto de la banda. Tal vez en aquella época, allá por 1997, sin estar generalizado Internet, no habiendo tal vez al alcance del público buena parte del material de Selena, y en la necesidad de dejar un mensaje en el que se glorificara la imagen de ella y de su familia en el medio de un contexto en el que se había pasado por un juicio y sentencia de culpabilidad a la asesina, de rumores, de conjeturas, de poner en duda muchos aspectos de la vida privada de Selena en base a trascendidos, de declaraciones interesadas, de afirmaciones de dudoso objetivo e intenciones, era razonable pensar en una película que dejara un claro mensaje al público que conoció a Selena y al que no conoció cómo habían sido las cosas, qué se quería decir y qué no. En aquel momento en el que todavía se lloraba a Selena y se tomaba cualquier cosa que pertenecía a ella como un tesoro incalculable, era necesario aunque sea dejar una película que reflejara un punto de vista que implicaba conocer a Selena, entender su éxito y explicarse aquel absurdo final, aunque en la película protagonizada por Jennifer López poco se puede deducir acerca de por qué sucedió aquel nefasto 31 de marzo. Es más, aun habiéndose conocido buena parte de lo sucedido aquel día, aun habiéndose declarado culpable a la asesina, aun habiendo salido publicaciones que intentaron aportar datos para esclarecer lo sucedido, nunca se terminó por entender concretamente qué pasó aquel día, qué lo llevó a que terminara de ese modo. Muchos trataron de explicarlo, incluso hasta se han hecho hasta buenos planteos para explicarlo, como partir de la base de que para entender aquel inconcebible 31 de marzo de 1995 había que entender la historia de aquellas dos protagonistas que estaban en el Motel Days Inn aquel triste día gris, pero al final algunos que se encaminaron por esta hipótesis se dejaron llevar por el exitismo, por la venta fácil, por el amarillismo y terminaron no sólo por no aclarar nada sino por embarrar la historia, insinuando cosas, dando a entender historias sórdidas, oscuras y truculentas en las que Selena tuvo supuestamente protagonismo. Difícil que una publicación sea creíble si el que la escribe se considera más importante que el personaje al que trata … Es curioso. Esas publicaciones, aunque sepamos que tienen poco de verdad y mucho de dudoso gusto e intenciones, gozan de mayor prestigio que otras publicaciones hechas por gente que por ahí no tienen tanto cartel como aquéllos y cuyos planteos provocan polémica, pues no coinciden con nuestra visión de las cosas y de la vida. Y a veces estas últimas publicaciones nos dan una idea más acabada de lo que sucedió aquel día, que termina siendo mucho más razonable que las otras historias. Y si es así es simplemente porque se lo aborda desde el sentido común y de una visión más lógica y llana de las cosas, en la que se busca la verdad y no vender más libros, en el que se busca saber por qué le sucedió esto a Selena y no sólo buscar escándalo como único fin. A veces la realidad es mucho más simple de lo que parece. La historia y sobre todo el final de nuestra Selena nos hacen pensar que debió haber habido detrás de ella una historia muy grande, con terribles escándalos y sinsabores implícitos para poder explicar tamaño asesinato. Y en un punto es entendible ese planteo y ese razonamiento inicial. Pero a poco de andar en el camino uno puede ver que en realidad las cosas fueron mucho más simples, mucho más terriblemente simples. Que tienen su complejidad, pero no la complejidad que uno supone. A veces con estas historias con semejante final no nos da para pensar que en realidad todo fue producto de una cosa doméstica, más llana, más del quehacer cotidiano de las personas. Hoy en un mundo en el que cada vez hay más manipuladores y psicópatas en el medio de nuestro quehacer cotidiano, y en el que nosotros tomamos esas personas y sus conductas como algo “normal”, nos es más explicable que un asesinato puede surgir simplemente por la maniobra de una mujer manipuladora, que al ver que perdía todo, en especial su influencia sobre su artista más admirada por sus peleas con el padre de Selena, decidió sin más planificar el crimen y sentenciar así a Selena y castigar a su padre de la manera más cruel. Tal vez eso explique que hoy salgan publicaciones que describan el crimen desde ese simple punto de vista, y que de alguna manera todos lo vean como algo más que lógico y razonable. Antes las cosas no se veían así, aunque se contemplara la posibilidad de que la asesina lo hiciera por celos o por rencor. Se veía así porque no se concebía que la asesina perpetrara tal hecho por un obrar planificado; se pensaba más de un ataque de ira o pasional producto de una pelea del momento. Además, se razonaba así porque no se tenía un real conocimiento de la asesina y durante años no se supo el gran vínculo que ésta tenía con todos los integrantes de la Familia Quintanila. Pero el dolor en aquel momento era grande, aún se estaba lejos de que se cicatrizaran las heridas por la partida de Selena, y aún se pensaba en la posibilidad de que lo sucedido fuera producto de algo más visiblemente grande, algo tan grande que diera la sensación de que era imposible evitarlo. Verlo así podía tener “más sentido”. Al menos eso daba la imagen de algo desconocido y lejano. Siempre las explicaciones más simples y más “terrenales” nos angustian más pues siempre instala la idea de que todo podía haberse evitado. Y nadie por aquel 1997 estaba siquiera en condiciones de pensarlo …. Ni querer imaginarlo … A tal punto era así que incluso el padre de Selena, en el programa de Cristina hecho en marzo de 1996, admitió que él, como productor ejecutivo de la película, no quería hablar del final de Selena. Ni siquiera quería mencionarlo. Lo tuvo que convencer el director y guionista de la película, Gregory Nava, con el argumento más que lógico y razonable de que él debía dejar un mensaje al público, tanto al que conoció a Selena como al que no. Hoy eso no tendría sentido. Hoy la mención y la explicación tendrían que estar indefectiblemente explicadas…

En la actualidad, ¿cómo sería hacer una película sobre Selena? ¿Sería necesario recurrir a actores para representarla? ¿Habría que recurrir a un guión que nos explique cómo se dio esa increíble historia o con sólo mostrar a Selena en conciertos, en entrevistas, en programas de radio y de televisión serían suficientes? Hoy en día se puede acceder con relativa facilidad a la historia real de Selena. Hoy es sencillo ver toda clase de cosas relativas a ella teniéndola a Selena como única protagonista. Para explicar todo el recorrido de Selena al éxito, ese camino increíble del que no se aseguraba para nada que eso podría llegar a buen puerto, ¿no es mejor verlo en pequeños pasajes que nos muestre a la mismísima Selena explicándolo? ¿No es mejor que la misma Selena nos cuente la realidad de su obra, cómo era realmente, qué era lo que quería, qué clase de artista y de persona era? Tal vez viéndolo desde esa perspectiva, nos daríamos cuenta de que para apreciar a Selena y valorarla en toda su dimensión hay que mostrarla, difundirla, explorarla. Nada mejor que verla para entender lo que ella significaba. Siempre diré que ninguna de las más espectaculares imágenes que nos muestre la película protagonizada por Jennifer López se asemejará a ver a la Selena real, a la Selena que nos cautivaba con su voz, con su presencia, con su carisma, con su talento. Siempre diré que ninguna imagen, por más grandilocuente que sea, podrá ser mejor que ver a Selena cantando “Si una vez”, en el Houston Astrodome el 26 de febrero de 1995. Recuerdo haberla visto en la película y no generarme el sentimiento, la emoción y el deslumbramiento que sí me generó ver a Selena en vivo interpretando esa canción. Nadie podría ni aunque ensayara por horas interpretar como Selena lo hizo cuando cantó “Where did the feeling go?” en el concierto de San Antonio el 1 de abril de 1991, cuando ella tenía sólo 19 casi 20 años. El ver a Selena, el verla actuar, el escucharla, genera lo que no provoca nadie. Ver interpretar a Selena es decir que como ella no habrá nadie, que ella cantaba y emocionaba como nadie, que las canciones que supo cantar sólo las podía interpretar ella. Selena era distinta, inigualable, inimitable. Verla cantar y actuar provoca que uno se enamore de inmediato de ella para luego lamentarse por su suerte, por nuestra suerte…

Hay momentos que hablan por sí solos, hay instantes al pasar que nos grafican la magnitud de la artista como lo inconsolable de su final. Tal vez en aquel 1997 podía sonar hasta lógicamente gracioso ver el inicio de la película con una Selena hurgando entre cajas un vestido del cual vestirse aquella noche mágica del Houston Astrodome. Tal vez podamos ver hasta con gracia y ternura que todo haya sido producto de algo tal vez normal en Selena, que era llegar tarde. ¿Pero qué pensar de aquella imagen si en realidad de los hechos Selena había llegado temprano para ensayar, para atender a la prensa, a los fans, para elegir su vestido, para ponerse linda y en forma a la hora estipulada? Hoy uno puede ver una y otra vez esas imágenes en innumerables páginas de Internet. Incluso uno puede ver un reportaje que le hiciera Jesus Soltero al día siguiente del primer concierto de Selena en el Houston Astrodome el 28 de febrero de 1993, y justamente lo que más le había elogiado él a Selena era que aun con el desgaste y la emoción del primer gran rodeo, Selena se había no sólo levantado temprano sino que había hecho levantar al resto de la banda a la misma hora para seguir con sus actividades cotidianas y profesionales. Entonces, ¿con qué imágenes nos quedamos? ¿Con las de la película o con las reales? ¿Por qué se dio esa imagen entre 1996 y 1997 cuando se rodó la película? ¿Acaso por qué estaban muy frescas las revelaciones del juicio y había que dar una respuesta o explicación a ello? ¿Es que la película respondió a otras necesidades aparte de recordar a Selena con Amor, cariño y respeto? Porque es cierto que Selena a veces llegaba tarde. Uno lo puede certificar en Festival Acapulco 1994. Estaba Selena por interpretar “Amor prohibido” y por alguna extraña razón ella no salía. Su banda ya había empezado a tocar y tuvieron que alargar la introducción porque Selena no salía ... Simplemente no salía ... En un momento A.B. la ve tras bambalinas desde el escenario y le hace un gesto elocuente como diciéndole “¡¡Pero entra de una vez!!”. Y al instante Selena entra como si nada saludando al público y comenzando a cantar. Es que muchas veces Selena demoraba en entrar, pues como recordara la conductora de Padrísimo, Raquelín González, ella se quedaba hasta último momento arreglando un botón de un vestido o retocándose ella para estar más bella, como lo haría cualquier mujer. Pero nunca llegaba tarde. Era muy profesional, era un ejemplo de ello. Nada que ver con la representación de la película. Por algo un periodista mexicano alguna vez escribió que luego de ver la película había sentido que habían dejado atrás la imagen de grandeza de Selena para poner a una Selena más “terrenal”, como una artista más. Se había dejado atrás el mito y la leyenda, dijo, e intuía que ya nada sería lo mismo en el recuerdo de nuestra Selena. Yo nunca coincidí con esa visión, pero no puedo dejar de pensar que en un punto, luego de ver cómo se encarriló el recuerdo de Selena a partir de la película, tenía algo de razón… Como ocurre en la totalidad de los aspectos en la vida, de todo se aprende algo, todo ayuda a darnos un panorama real de las cosas, incluso de visiones de las cuales no coincidimos…

Hay instantes, hay momentos que hablan por sí solos y que Selena nos lo muestra mejor que nadie. El 8 de marzo de 1995 Selena hacía su presentación en el programa “Padrísimo”. Como la conductora, Raquelín González, había partido para Los Ángeles, se le propuso a Selena no sólo cantar sino de hacer de presentadora del programa. Ella presentaba los temas, ella daba el pie a los chistes, ella manejaba “Padrísimo” de acuerdo con un guión y con su naturalidad de siempre para darle frescura al programa. Luego de interpretar “Amor prohibido”, Selena salió corriendo en busca de un monitor y le dijo a toda la banda que la acompañe. Cuando llegó al lugar, en el monitor estaba Raquelín González, transmitiendo desde Los Ángeles. Ella le dio las gracias por la presencia en el programa y por el hecho de que lo haya conducido. Selena a su vez le agradeció que le haya dado la posibilidad, dijoe que para ser la primera vez que lo había hecho no estaba para nada mal, le preguntó a los muchachos si no estaban de acuerdo con ello, ellos asientieron y Raquelín no sólo se lo reafirmó sino que le dijo que sólo esperaba que no fuera la última vez que lo haciera … Fue la última vez… Un mes antes, el 12 de febrero de 1995, le dijo a la conductora de “Padrísimo” que ella era muy consciente de que ese año sería fundamental para la banda y para ella, dada la repercusión de sus discos, de sus conciertos y de sus premios, y de la inminente salida de su disco en inglés. El sólo hecho de ver la situación de Selena en ese momento sumado a que, según el padre de Selena, tan sólo un día después de aquella presentación de Selena como presentadora en “Padrísimo”, tuvieron esa reunión con esa mujer para aclarar ciertos faltantes de dinero, nos sume en la más absoluta angustia y dolor. Tal vez por ello notemos algunos cambios en la conducta y en las expresiones de Selena algunos días después de ese triste cónclave. Tal vez no la veamos con la misma sonrisa en el concierto de Chicago, tal vez la veamos tan dispersa en San Antonio, cuando iba a dar su concierto para la escuela de Los Spurs, que cuando el conductor Rock And Roll James le preguntó por su línea de ropa, alagándole lo que llevaba puesto, para que ella pudiera explayarse sobre Selena Etc. y de todos sus planes al respecto, ella no dio cuenta de ello, dijo “Gracias”, pero siguió hablando de otra cosa. Nada más claro que ver a Selena para entender el momento, para explicar lo que pasaba por su cuerpo y por su mente. Es como ver cuando se le hiciera un reportaje en Corpus Christi en un hotel en el que luciera una de sus famosas remeras a rayas. No se la veía con la sonrisa de siempre. Se podía ver que algo la perturbaba, algo le molestaba. Tanto se había equivocado producto de su dispersión que hasta hicieron un bloque televisivo con sus fallidos. Una imagen vale más que mil palabras. Una imagen de Selena valía más que todo lo que uno podía suponer que le estaba pasando, tanto lo bueno como lo malo…

Muchas veces con los hechos consumados uno ve cosas y se convence de ellas justamente sabiendo lo que pasará poco después. Tal vez al ver esas últimas imágenes de Selena nosotros veamos lo que no hubiésemos visto si las cosas hubiesen sido diferentes. Ante lo absurdo de lo sucedido queremos ver algo, una señal, algo que nos indique lo que estaba pasando y que a muchos se les escapó en ese momento. Porque si encima nada se aclara poco después, nos aferramos a la única persona que podría aclararnos todo lo que sucedió, todo lo que precipitaron las cosas, qué se dijo aquel día, qué pasaba con Selena y con aquella mujer. Y siempre sentiremos desazón, sensación de incredulidad, sensación de desconcierto frente a la situación previa al nefasto 31 de marzo de 1995. Es el mismo desconcierto que sucede cuando el periodista que entrevistara a Selena en Los Ángeles en enero de 1995, cuando Selena se despide dando un beso a la cámara, revelara asombrado que en todo momento la asesina estaba detrás de las cámaras mientras se desarrollaba la entrevista y cada tanto le acercaba un pañuelo o cualquier cosa que necesitaba Selena en aquella ocasión. Es el mismo desconcierto que nos provoca el saber que esa mujer y su familia aún conservan cosas de Selena y las exhiben como trofeos y con aire de desafío, sin que nadie entienda cómo no se pueden recuperar. Es el mismo desconcierto cuando uno ve y escucha cada tanto a esa mujer diciendo esas barbaridades contra Selena y contra su familia. Es increíble lo malo que puede llegar a ser el ser humano, lo perverso y sádico que puede resultar, y que aquel que lo protagoniza puede ser cualquiera, cualquiera cuyo aspecto no llame la atención ni que genere aire de miedo frente al peligro. Cualquier ser humano que esté al lado nuestro, incluso uno mismo, puede ser esa persona, esa mala persona que puede pergeñar semejante acto. Las personas muchas veces no son lo que muestran, sino todo lo contrario, y muchas veces cuando se comportan tal cual son ya es tarde para poder hacer algo que evite lo que han pergeñado. Tal vez nunca nos expliquemos por qué esto le sucedió a Selena, y si ella por allí ya se había enterado de todo esto. Nunca lo sabremos en su dimensión. La única persona que podría aclarar todo esto sería Selena. La única protagonista y la única víctima en esta historia es paradójica e increíblemente Selena…

¿Qué mejor que ver a Selena para entender sus objetivos, sus sueños, sus planes? Aún recuerdo un reportaje a Selena en el comienzo de su furor en Monterrey. Selena apenas hablaba el español. Muchas veces pedía que la entrevistaran en inglés, así entendía más y se podía explayar mejor en sus respuestas. Pero en esta ocasión debía hablar el español para darse a conocer en toda la República Mexicana. Uno podía apreciar a una Selena jovencísima, muy tímida y con muchos nervios por sus limitaciones en el habla en español. Aún así, Selena no sólo contestó todo sino que dejó algo bien en claro, aun siendo 1992. Selena dijo que lo que más quería era “dedicarse al comercio”, diseñar ropa, ponerse un negocio de modas. Ni siquiera en ese momento se privó de dejar en claro cuál era su sueño, qué era lo que quería para sí. Con el tiempo, y aun cuando el éxito de Selena se hacía imparable, Selena no dejaba de imaginarse hasta dónde podía llegar con su canto, qué era lo que quería lograr. En un reportaje que se le hiciera en Guadalajara en 1994 Selena decía que quería conquistar Europa y llegar hasta la China. Por aquella misma época en un reportaje que se le hiciera a ella junto a los Barrio Boyzz decía que soñaba con hacer un dueto con Joe Secada, que esperaba mucho del inminente disco en inglés y allí dejó cantado un pedacito de uno de los temas que incluiría en ese album: “Oh, no (I'll never fall in love again)” ... Ese tema jamás lo llegó a cantar ... En ese mismo reportaje decía que ella quería ser en el futuro actriz, pero que era consciente de que debía perfeccionarse y estudiar mucho luego de grabar algunos capítulos para la telenovela “Dos mujeres, un camino”. En el dvd “A night to remember”, al final, cuando ella termina de cantar se omite algo que dice Selena que hubiese conmovido mucho más que cerrar ese dvd poniendo “Selena: 1971-1995”. Lo que dice Selena cuando termina de cantar “Where did the feeling go?” es, luego de agradecer al público, que ese tema era para el futuro disco en inglés, un disco que por esas época ni siquiera estaba en proyecto ya que no se había firmado el contrato, que recién se haría en 1993. Estaba tan en mente ese objetivo en toda la Familia Quintanilla que en ese mismo concierto A.B. anuncia cómo Selena llegaría a todos los Estados Unidos una vez que llegara a grabar ese soñado disco en inglés. Es que Selena estaba decidida y destinada a lograr lo que tanto trabajo costó y lo que estaban decididos todos los integrantes de la Familia Quintanilla a obtener desde que se inició el proyecto “Selena y Los Dinos”. Es como se lo dice Selena a Verónica Castro en el reportaje que se le hiciera en el programa “Furia Musical”: que ella todos los días estaba pensando en cómo lograr cada cosa que se le pasaba por su cabeza, que cada momento que tenía libre de su profesión y de su vida familiar estaba dedicado para lograr todos los sueños que tenía y rodaba por su mente. En Selena había algo que pocos tienen y que todos deberían tomar como ejemplo: valor y ganas de ir siempre por más. Cuando en el programa “En vivo”, de Ricardo Rocha, los conductores se muestran sorprendidos al anunciarles Selena que iba a hacer un disco enteramente en inglés, con ritmos totalmente distintos de lo conocido, le preguntan si eso no le daba miedo, miedo por lo desconocido, miedo por lo que podría llegar a pasar, miedo al cambio, al fracaso, a que no la amaran como antes. Selena dijo que sin duda tenía miedo, pero que para saber qué pasaría tenía que verlo, tenía que arriesgar, dar el gran salto. Recordar estas cosas me da mucho orgullo, pero a la vez mucha tristeza, porque pocas artistas hacen esta apuesta sabiendo que por un lado tienen el éxito asegurado y la lógica les indica que es mejor no ir por más ni arriesgar nada. Selena nos marcó un camino que todos deberíamos seguir en la vida … Lástima que ella no haya podido ver el resultado de semejante filosofía de vida. Pero lo bueno es que uno pueda apreciar esas imágenes con esas enseñanzas protagonizadas por la mismísima Selena…

Aún puedo ver a Selena en el programa “Un nuevo día”. Además de lucir simplemente bellísima, lo más rescatable de aquel momento es ver a Selena en su real dimensión, como artista, como una mujer que se desenvolvía con soltura tanto para cantar como para contestar a las preguntas. Ver a Selena actuando con su eterna y hermosa sonrisa, moviéndose al paso de la música, sacando su mejor voz, siempre estando predispuesta para dar lo mejor, sea en un estudio de televisión, sea en un concierto multitudinario, sea en un programa de radio, era ya un deleite para cualquiera. Y si menciono todos los posibles movimientos de Selena es porque ésas eran las actividades que casi todos los días hacía ella allá por noviembre de 1994. En el reportaje Selena demostró cuán importante era para ella atender a la gente, estar siempre dispuesta a escuchar sus pedidos, estar en definitiva al servicio de ellos. En un momento determinado los conductores del programa le empezaron a leer los mensajes de los televidentes, en el que se repartían saludos, pedidos de temas y hasta invitaciones a pasar un día en la casa de alguna familia en Monterrey. Al pasar por los mensajes alguien le había pedido “Amor prohibido”. Cuando terminaron los mensajes y ella preguntó con qué tema seguiría y resultó ser “Amor prohibido”, ella pidió que le recordara a esa persona que pidió ese tema, que resultó tener el mismo nombre de su padre, Abraham. Cuando se lo dijeron, ella se lo dedicó exclusivamente a él. Ésos son lo gestos de Selena que la enaltecían y distinguían, ésos que la diferenciaba de otros artistas. Sus admiradores no tenían que correr para acercarse a ella. Selena misma se encargaba de acercarse a ellos para darles lo que pedían. En esa misma entrevista puede verse dos caras de la misma moneda: una, muy querible y graciosa, que es cuando Selena pasa a dar a conocer a los integrantes del grupo. A medida que los iba nombrando, cuando habló de su hermano, A.B., dijo que era corista del grupo señalando a Don Shelton en vez de a él, lo que provocó la perplejidad del conductor y las carcajadas de Selena. En otro momento, cuando se refirió a Chris, habló de él denominándolo como que era el guitarrista del grupo, además de su esposo... Ante el silencio que se produjo al referirse a la actividad de Chris y a su condición con respecto a Selena, Selena se rió y dijo: “Sí, mi esposo. Qué trabajo, ¿no?”. Pero siempre aparece el aspecto triste de esa aparición de Selena. En un momento, cuando el conductor le señaló que en su banda trabajaba toda la familia, y ella le mandó la humorada de decirle que “lo que sucede es que nosotros queremos quedarnos con toda la lana”, Selena le dijo que ellos preferían trabajar de ese modo para evitar que cualquiera se infiltre y se aproveche de ellos. Faltaban sólo 4 meses, sólo 4 meses para que se diera cuenta de que la infiltrada ya estaba allí desde hacía bastante tiempo con sus maquiavélicos planes sin que ellos lo advirtieran, tal vez sólo pensando que ese mujer era parte de su familia. Selena estaba en su mejor momento. El sólo verla da a las claras de esa realidad. El sólo verla a ella sin ninguna actriz que la represente muestra con contundencia ese camino increíble, fascinante y verdaderamente triste que recorrería en tan poco tiempo Selena, un camino que fue transitado muy, muy poco tiempo, y dejó una gran huella…

Para Selena todo era tan natural que es probable que le haya parecido un poco increíble tener que explicar ciertas cosas de su vida y de su actuación. En la famosa entrevista que le hiciera Cristina Saralegui a mediados de 1994, Selena tuvo que explicar la manera “osada” que tenía de vestirse y de mostrarse en el escenario, no sin antes decirle Cristina que para la ocasión se había vestido en forma “modosita”, pero que no era así en el escenario. Selena le pidió un tiempito para explicarlo. Selena en realidad estaba muy nerviosa. Durante buena parte del reportaje estuvo contenida, bien expectante de no cometer ningún error, de no hacer nada que significara un papelón ante millones de televidentes. Era de una de las grandes oportunidades que Selena tenía para mostrarse ante el mundo. Era un año en el que a Selena se le abrían todas las puertas, tanto por lo que ella generaba en la gente como por los reconocimientos que la crítica le hacía a través de los innumerables e importantes premios que le brindaban. Aun así, Selena, cuando fue a explicar sobre su vestuario, volcó un vaso de agua que había sobre la mesa. Entre ella y Cristina, que se notaba que ya que le tenía aprecio, lo disimilaron bien. Como es de costumbre en esas ocasiones en las que se ponía nerviosa, Selena se sacó los aros para hablar más cómodamente. Allí dijo que el hecho de vestirse en el escenario con los bustiers y con ropas más audaces no significaba nada alocado de su parte. Sólo significaba que era una actuación, una manera de expresarse que no se condecía con ella misma, ya que en su casa como en cualquier otro lugar Selena se vestía como cualquier persona, sin estridencias. Selena hablaba que había dos personas allí, bien distintas: una en el escenario, otra en la vida. Selena decía que en el escenario ella sólo estaba actuando. En realidad, Selena con esta declaración hacía una concesión, tal vez recomendada por su padre, para ser aceptada por las mujeres mayores que no veían con buenos ojos a una muchacha vestida de la manera que lo hacía Selena, que en realidad era hermosa y de buen gusto. Pero Selena entendió que así debía hacerlo para no tener a nadie en contra, algo muy raro que sucediera, ya que todos la querían. Selena sabía que esa que estaba en el escenario era la misma que estaba en su casa, en ese mismo reportaje, en la calle, en la vida. Pero no importaba decirlo a todos, ya que todo el mundo en verdad lo sabía. Pero cualquier tema venía bien para tener a Selena allí. Y es muy tierno ver a Selena explicando tal vez lo más hermoso de sus interpretaciones. Ella decía con total naturalidad que su misión era entretener al público y dejarlo satisfecho, ya que ellos sostenían a ella y a su grupo. Por ello, cuando tenía que cantar una canción divertida, ella le ponía toda la alegría y la onda necesarias. Y cuando la canción era triste ella ponía todos sus sentimientos para expresar esa emoción. Selena lo explicaba como si tal vez todos pudiéramos hacerlo con tener en claro todos esos parámetros ... Y no todos lo podían hacer. Las canciones de Selena sólo las podía interpretar ella. Da emoción cuando Cristina hizo intervenir al padre y éste le dijo que él esperaba que Selena fuera una gran cantante a nivel internacional. Da emoción cómo Selena tenía contados sus días de novios y de casados con Chris. Y da mucha risa ver el gesto de Selena cuando dijo “diecicuatro” en vez de “catorce”. Más da risa cuando puso el gesto de “¡¡Uy!! ¡¡Me equivoqué!!”, porque tanto Selena se había contenido, tanto se había cuidado para no cometer ningún error, para que justo lo cometiera en el momento menos esperado. Y ese no poder volver las cosas atrás hizo que Selena se lamentara apoyando su cabeza en el hombro de Cristina mientras ésta le decía: “Eso es tex-mex. Eso es tex-mex…”. Y da más emoción ver a Selena cómo quería mostrar a todo el mundo su verdadera pasión: el diseño…

Nada mejor que recorrer la historia de Selena viendo a Selena misma. Nada mejor que ella para que nos explique su historia, su obra, sus sueños. Ella mejor que nadie nos dirá lo que pasaba por su mente y por su Alma. Y tal vez lo mejor que podamos hacer nosotros es intentar meternos en su mente y en su corazón acaso para sentir como ella, para vivir como ella, para intentar seguir su vida como un modelo a seguir, como para hacer posible un mundo con ella. Cuando uno ve a Selena siente la verdadera emoción, todo lo que ella era capaz de generar en cualquier aspecto de la vida. Nada mejor que ver a Selena en vivo cantando en el concierto del Far West Rodeo. Nada mejor que ver a Selena sonriendo en una entrevista. Nada mejor que Selena explicándonos su proyecto de vida. Ojalá que en lo sucesivo si se piensa en hacer otra película de Selena se lo haga con todo el material rico que nos dejó. Ojalá que se tome conciencia de que si se quiere preservar el Legado de Nuestra Selena nada mejor que difundir toda su obra, publicar todos sus conciertos y asegurarse de que todo lo que hay de Selena se muestre para el goce de toda nuestra gente y para preservar su memoria. Sólo viendo a Selena en toda su dimensión podremos descubrir lo gran artista y persona que era, y sólo podremos explicar toda su historia desde sus comienzos si se conviene en dejar ver todo su material sin ninguna restricción. El mismo carácter de Selena hubiese hecho lo imposible para lograr tener todo y difundirlo … Sería bueno que sigamos su ejemplo para declarar que todos los sueños son posibles de realizar, tal como ella misma lo decía…

Y mientras tanto yo haré lo indecible para que se te recuerde cada día como si fuera el primero, Selena. Yo haré siempre algo todos los días para que se te quiera, para que se te reconozca y para que no se te olvide nunca. Tú querías que se te recordara con Amor, tú deseabas que no te dejaran nunca sola, tú deseabas que no se olvidaran nunca de ti. Eso es lo que hago todos los días, eso es lo que hacemos diariamente los que realmente te amamos para que siempre tengas una sonrisa en la boca donde quiera que estés…

Te agradece por siempre y para siempre, recordándote cada instante de tu vida ofreciéndote mi corazón que sólo a ti pertenece…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)



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