30 de noviembre de 2019
Sólo esperaba tu caricia, Selena...
Siempre recordé aquel día en el que esperé a Selena al
término del concierto del Houston Astrodome … Quería saludarla, darle un beso y
que ella me diera una caricia … Pero cuando le dije a mis padres que quería ir
a su camerino para ese fin, se negaron … Me dijeron que era tarde, que había
mucha gente y que seguramente tendría que esperar horas hasta lograr ver a
Selena … Yo tenía 6 años … Lloré, patalee y me enojé mucho … Mi madre insistió en
que ya se me iba a pasar … Que ya le vería a Selena … Mi padre no me dijo nada …
Sólo se estacionó en una esquina para al cabo de unos minutos regalarme un
enorme helado de chocolate y dulce de leche … No dije nada y al cabo de unos
minutos había recuperado la sonrisa … Me quedé con aquellas imágenes de Selena
y con la promesa de que alguna vez la podría ver, darle un beso y que ella me
acariciara el pelo…
Cuando escuché la noticia, me quedé muda … Durante un
largo rato me abracé a un portarretrato de Selena en mi cama sin decir nada …
Luego vino mi madre para consolarme, pero ni la miré ni le dije nada … Mi padre
ni siquiera vino … Durante el resto del día me dejaron allí, sola … Era la
mejor … Lo mejor para todos … Al otro día mi madre entró a mi cuarto, acaso
para rogarme que fuera a desayunar y que dejara de estar llorando y sin comer …
Para su sorpresa me encontró vestida y lista para lo que se me pedía … Seguí
sin hablar … Mi madre sólo me dio un beso y me acompañó … Cuando mi padre me
vio, atinó a decirme “sé que es muy triste, pero ya se te va a pasar. Así es la
vida” … Fue como un puñal para mí, pero no dije nada … Sólo desayuné en
silencio … Mis padres me lo respetaron, acaso porque sentían culpa … Bueno, mi
madre seguro … Mi padre … No tenía que explicarme nada … Así es la vida…
Proseguí mi vida desde entonces haciendo lo que esperaban
de mí … Estudié duro y tuve las mejores notas en el colegio y luego en la
universidad … Las cosas de Selena … Las guardé en un gran cofre … para no
abrirlas nunca más … Desde aquel nefasto 31 de marzo de 1995 no quise saber más
nada sobre ella … No escuché más su música, ni lo que había pasado en el juicio
con esa pérfida … Cada vez que en la televisión había una noticia sobre el “Caso
Selena”, yo cambiaba de canal o me iba a mi habitación … Si estaba mi madre,
ella se encargaba de cambiar el canal … Si estaban mis padres o solo mi padre,
tenía que irme … “Ya se me iba a pasar”, seguía retumbándome en mis oídos … “Ya
la vería a Selena”, golpeaba en mi corazón … Pero yo … Yo ya no sentía … Ya no
quería ver … Jamás me encontraría con Selena…
No sé cómo ni por qué … Pero decidí ser abogada en lo
penal y me fue muy bien. Tuve una carrera exitosa … En la universidad me
destaqué por mi dedicación, mis notas y mi habilidad para manejarme en los
exámenes … Ya recibida … a los 23, casi 24 años … tuve una carrera meteórica.
Resolví muchos casos penales con tanto éxito que este año, a la edad de 30, me
nombraron jueza … No sé por qué … Pero cuando mis padres me fueron a felicitar,
luego de un gran abrazo, les dije: “¿Vieron que se me iba a pasar?” y me fui
rápidamente para abrazarme con otros familiares y colegas…
Pero todo vuelve en la vida … Por esas cosas de estos
tiempos se me apareció el adelanto de Netflix sobre la serie que se hará sobre
Selena el año que viene … Si no fuera porque vivo viendo películas y series
allí, tal vez no lo hubiese notado … En otros tiempos me las ingeniaba para no
enterarme o no querer enterarme de la película y por supuesto no verla … Lo
mismo que los homenajes, los conciertos, los especiales … Vivía huyendo, porque
tenía un objetivo y nadie me iba a apartar del camino … Pero ahora … Son otros
tiempos, es otra la vida y no es fácil huir de ciertas cosas … Por un impulso
que no puedo explicar decidí ver ese avance que sabía que sería de un minuto …
Sólo un minuto … No me podría hacer daño … Tenemos más años sin Selena que con
Selena, pensé … Y puse “Play” …
Se me vino mi infancia, mis sentimientos, todo lo que
postergué y no quise expresar en estos años … De ese minuto sólo un instante,
un momento … Ese instante en el que Selena acaricia a esa niña que la estaba
esperando con su madre … Eso era lo único que esperaba … Eso era lo único que
me hubiese hecho tan feliz … Me puse a llorar desconsoladamente … Lloré lo que
no pude hacer en todos estos años … Pensé en lo feliz que era hasta que estuvo
Selena conmigo … Y pensé en lo infeliz que fui en todos estos años haciendo lo
que sea para olvidarme de ella … Me encerré en mi habitación y me quedé
llorando toda la noche hasta quedarme dormida … Recuerdo que soñé que Selena se
despedía del Houston Astrodome y cuando ya iba camino a su camerino se volvió
hacia el escenario ante mis gritos sólo para brindarme su saludo, su último
saludo … Al rato me desperté … Vi que tenía desparramadas en la habitación
revistas, discos y posters de Selena … Los que tenía guardados en aquel gran
cofre, y que guardé y los llevé conmigo a mi nuevo hogar sin abrirlos nunca …
Hasta aquella noche…
Pacientemente junté las cosas y las guardé en el cofre …
Ya no lloraba … Pensé en mi destino y en el camino que había elegido … Me
repetí una y otra vez … “Ya se te va a pasar, Clarisa … Ahora eres una mujer
exitosa … ¡¡El mundo te espera!!” … Bajé a desayunar en silencio … Al rato tomé
mis cosas … mis otras cosas … y decidí seguir mi camino … Ya no había vuelta
atrás … Allá quedaron mis recuerdos, mi infancia y el momento en el que fui
feliz de verdad … Pero sé que abrí una puerta … Es probable que vea la serie
sobre Selena y tal vez vea otras cosas más … Pero ya nada me apartará de mi
camino … “Ya se me va a pasar” … Y mientras tanto a vivir la vida … lo mejor
que se pueda…
(Nos enseñaron tantas veces que no hay que mostrar los
sentimientos más genuinos que nos terminamos de convencer que lo mejor para nosotros
es no ser lo que realmente queremos y conformar a los demás … “Ya se nos va a
pasar”, pero eso que más nos identifica vuelve y nos avisa que eso es lo que realmente
queremos, y que nunca seremos felices hasta encontrarnos con nuestros
verdaderos sentimientos … Sólo así se “nos va a pasar” … Mientras tanto
huiremos o nos encerraremos, pero seguiremos muy lejos de nosotros mismos, muy
lejos de nuestros sentimientos, muy lejos de nuestros pensamientos, muy lejos
de nuestra felicidad…)
Y cuanto más cerca de ti, más feliz estoy, Selena…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
Un minuto de felicidad, Selena...
Bastó ver un minuto del adelanto de la serie que
estrenará Netflix sobre Selena el año que viene para que se generen en mí todas
las sensaciones…
Sensaciones de volver a ver a Selena, sentirla, tenerla
tan cerca…
Sensaciones de tenerla como protagonista, como presente,
como alguien que nos viene a ofrecer un concierto más…
Sensaciones de que lo que está en lo más profundo de
nuestras vidas, en nuestras Almas y en nuestros corazones vuelva a resurgir…
No hay nada más hermoso que volver a ver a Selena, aunque
sea en ficción, aunque la que veamos no sea la verdadera Selena, aunque todo
sea una recreación de su vida, que por ahí no es la que más nos identifica ni
refleja nuestros pensamientos y sentimientos … Ver a Selena nos genera ese
sentimiento de Amor más puro que hayamos sentido jamás … Y si lo sentimos es
porque ella lo ha generado…
Cuando veo en ese adelanto de Netflix a Selena
aprendiendo a cantar “Como la Flor”, ir vestida con su famoso atuendo del
concierto del Houston Astrodome el 26 de febrero de 1995 desde su casa al
estudio, saludando a sus padres, a una niña que la está esperando, grabando y
viviendo su vida cada día, uno no puede evitar emocionarse y sentir que le
movilizan muchas cosas…
Selena no fue una artista más…
Selena fue única e irrepetible…
Selena fue cada uno de nosotros. Selena fue sentimiento,
trabajo, pasión, talento, tenacidad, ternura, verdad, puro nervio, exigente,
rebelde. Nos identifica y nos representa. Hizo lo que debía hacer, pero también
impuso su criterio. No se conformó con lo logrado, siempre buscó ante todo la
felicidad y que los demás fueran felices con ella…
Selena quería que la quisieran por lo que era realmente …
No quiso dar una imagen falsa de su vida … No quería que la malinterpretaran …
Quiso imponerse mostrándose tal cual era tanto en su apariencia, como en sus
interpretaciones y declaraciones … Antes que recibir dio Amor y fue
correspondida. No quiso nunca mostrarse como una artista glamorosa … Insólitamente
para su época y más en estos tiempos siempre explicó que lo que hacía era
simplemente “su trabajo” … Y que debía hacerlo de la mejor manera … Hasta
genera sorpresa que ella explique que si tiene que interpretar un tema triste
su postura tiene que ser coherente con ese momento … Lo mismo si se trataba de
una canción alegre … Para Selena era natural decir que su carrera artística
surgió por necesidad y que lo que aprendió fue por saber que debía hacerlo así,
siendo que tenía que interpretar temas en español sin saberlo … No fue falsa,
no quiso reinventar su pasado para que la quisieran más … Bastaba con mostrarse
tal cual era … para que la quisieran … Y lo logró … ¡¡Vaya si lo logró!! No
había necesidad de asesores de marketing ni gente que lo que dijera, en el
nombre de la “imagen”, lo que debía hacer y decir … Y cómo debía mostrarse …
Las cosas son más simples de lo que parece … Y Selena lo demostró con su
ejemplo … Queremos amar y ser amados … No es mucho pedir … Para gente como ella…
Lo más lindo de Selena es que nos da un camino a seguir,
que no es fácil pero que nos representa … No es fácil porque tal vez lo más
complicado sea mostrarle a todos lo que uno es y lo que quiere ser … Si Selena se hubiese contentado con ser la
simple cantante que quería su padre, si se hubiese contentado con la opinión de
la discográfica, de los dueños de medios, de los comentarios de periodistas y
de la gente que no la conocía, seguramente no hubiese llegado a ser lo que fue …
Selena ante todo quiso ser ella en todos los aspectos … Parece sencillo pero no
lo es … Porque más allá de las declamaciones muchos no hacen lo que quieren,
muchos no son felices con lo que tienen y muchos no se muestran tal cual son …
La mayoría opta por hacer las cosas que se le imponen y cumplirlas … No es que
eso esté mal … Pero acaso deberíamos permitirnos un espacio para nosotros
mismos y seguir lo que sentimos … Estoy seguro de que todos seríamos más
felices si lo hiciéramos … Y si alguno no sabe cómo hacerlo, basta con ver a
Selena para saber lo que hay que hacer para ser … un poquito más felices...
Selena aceptó la imposición de su padre para cantar desde
niña y contribuir al sostén de su familia. Se sacrificó y puso todo para
convertirse en la mejor artista latina del mundo. Pero no aceptó que le
impusieran el estilo. Ella decidió cuándo casarse y con quién. Selena decidió
el momento de poner a rodar su gran sueño de convertirse en diseñadora. Selena
impuso sus famosos bustiers. Y lo hizo contra viento y marea, y contra la
opinión de todos. Una cosa es hacer por el bien común. Otra es lo que uno debe
hacer por su propia felicidad. No hay nada más sagrado que la persona de cada
uno … Sus pensamientos, sus sentimientos, su forma de mostrarse y de expresarse
… Nadie es quién para decir lo que uno debe hacer con su vida … Ni siquiera
debería haber comentarios despectivos para no condicionar el camino de cada
persona … Pero uno debe convivir con ello … Y sabe que debe pelear en la vida
para lograr su lugar … Ser obediente con las reglas de juego familiar y social …
y rebelde con su persona … Eso fue Selena … Y por ello la queremos, admiramos y
respetamos…
Hay una anécdota que la pinta muy bien a Selena … Y tiene
que ver con su famoso “último concierto”, que no fue el último, por cierto …
Selena la muestra a A.B. el vestido que iba a usar en el Houston Astrodome y le
pregunta qué le parece … Su hermano hace una mueca de desaprobación y le dice
que es horrible … Selena se ríe y le dice que aun así lo usará igual… Las
consecuencias están a la vista … Todos hablaron de su vestido … Y lo vemos en
ese minuto de adelanto que nos dio Netflix…
Así era Selena y por eso fue lo que fue para cada uno de
nosotros … A mí me cambió la vida … Me siento absolutamente identificado con
ella, y es mi guía, mi bandera y mi ejemplo … Lamento no haberla conocido para
decirle lo tanto que la quiero … Pero se lo demuestro cada día tratando de ser
un poco como ella…
Y cada día le escribo para que sepa que nunca, nunca,
estará sola…
Selena es parte de mí … Yo soy Selena también…
La extraño y la quiere con toda el Alma…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
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