30 de noviembre de 2014
Baila de nuevo conmigo, Selena...
Cada día que pasa y recuerdo lo que ha pasado hace casi
20 años, no puedo evitar pensar en Selena ... Cada vez que recuerdo el momento
en el que surgió un artista, un disco, una banda, un solista, me retrotrae a
ese año 1995 y pienso que ese pudo ser el año de Selena ... Y no lo fue ...
Creo que por eso con el tiempo me decidí hacer un video con el tema que hicimos
juntos ... “God’s child (Baila conmigo)” ... Me lo debía ... Se lo debía ...
Cuando la conocí sentí que podríamos hacer algo bueno juntos. Recuerdo que yo
le dije: “¡¡Oye, Selena!! No hagamos un tema enteramente en inglés con algún
que otra palabra en español como los otros temas que estás preparando ... ¿Qué
te parece si hacemos un dueto en el que uno canta en inglés y el otro en
español? ¡¡Eso le dará más fuerza al tema!!”. Selena lo entendió perfectamente
... Es que por suerte, cuando me decidí a andar en bicicleta por todo el país y
decidí salir de mi cueva, vi que había un mundo diferente, totalmente distinto
de aquel que creía entender y habitar ... Supe de otras culturas, supe de otras
gentes, supe de otras costumbres, de hábitos, de lugares ... Y supe de otras
formas de vivir y entender la vida ... Recuerdo que cuando transité por el sur
de los Estados Unidos me hablaban constantemente de Selena. Al principio pensé
que se trataba de esos artistas que se hacen famosos por un disco o por un tema
y que los transforma en esos ídolos inalcanzables que los hace adorar y admirar
tanto, esperando ser como ellos, llegando a parecerse a uno de ellos. Pero
cuando empecé a indagar sobre lo que significaba Selena para ese comunidad
latina me llevé una gran sorpresa ... Ellos me hablaban de ella como si la
conocieran de toda la vida, como si fuera su hermana, su madre, su hija. La
consideraban como alguien de su familia. Decían que Selena era “uno de los
nuestros” ... Decían que Selena había puesto bien en alto las aspiraciones de
todos ellos. Decían que el éxito de ella era el éxito de todos ... No lo podía
creer en un principio hasta que me puse en sus mentes y en sus corazones, y lo
pude comprender ... Hasta allí para mí un artista cuando estaba en lo más alto
sólo podía tener un sinnúmero de personas que aullaba por ti y sólo endiosaba
aquella imagen que creían tener de ti o que querían tener de ti ... Cuando vi
aquello comprendí que las cosas eran diferentes, bien diferentes ... Selena era
admirada y querida por lo que ella era y representaba ... La imagen que daba
era su imagen real, no impostada ... En aquella época Selena estaba dando
conciertos por todo México, pero alguien tuvo el gesto de mostrarme en un
videocasete canciones interpretadas por Selena en vivo y allí pude entender
todo ... Podía no comprender bien lo que cantaba, podía no saber lo tanto que
gustaba su música o el por qué de su admiración, pero con sus gestos, por su
manera de interpretar y de poner énfasis en cada palabra, en cada estrofa,
podía saber acabadamente lo que me quería decir y transmitir ...
Definitivamente Selena era una artista diferente ... Tenía algo que la
distinguía, que la diferenciaba de los demás. Incluso pensaba que podía
interpretar cualquier estilo, incluso el rock, y hacerlo muy bien. Pensaba que
cualquier persona de mi estilo que la viera se rendiría a sus pies y le pediría
cantar algo con ella ... Por eso cuando se me presentó inesperadamente la
oportunidad, no dudé...
Recuerdo que mi agente me habló de la posibilidad de
hacer algo con Selena, siendo que éramos de la misma discográfica ... Me
estaban por explicar quién era ella, lo que estaban proyectando hacer, los
temas que harían, de dónde venía, hacia dónde querían ir y yo los interrumpí
rápidamente diciéndoles. “No, no me tienen que explicar nada. Ya sé quién es
Selena. Sólo díganles que cuenten conmigo y que cuando necesiten que les grabe,
lo haré”. Y así fue ... Como al momento de grabar no podía estar en el lugar en
el que estaría Selena haciendo su disco, se decidió que cada uno grabaría su
parte en el lugar en el que estuviera ... Pero aun así me las ingenié un día
para ir a Nashville para ultimar detalles de lo que haríamos ... Yo tenía que
dar un concierto no muy lejos de allí, y como sabía que Selena estaba en esa ciudad,
se me ocurrió tomar mi bicicleta para ir a charlar con Selena por un par de
horas y conocerla. Ya habíamos hablado por teléfono para ir definiendo el tema.
Ahora tenía la oportunidad de redondear el asunto con ella. Finalmente, fui al
estudio de grabación y los sorprendí terminando de grabar lo que sería el
primer single del disco en inglés, “I could fall in love”. Cuando Selena me vio,
corrió a mi encuentro y me abrazó no sin antes agradecerme que la hubiese
venido a visitar. Pero cuando le dije que había venido en bicicleta no pudo
evitar echar una carcajada enorme. “No puedo creer lo que has hecho. ¡¡Muéstrame
tu bicicleta!! ¡¡Quiero verla ya mismo!!”. Yo fui gustoso a mostrársela. Me
enterneció ver una mujer tan sencilla, tan graciosa, tan respetuosa a la hora
de presentarse. Era como me la había pintado la gente de Texas. No se la daba
de gran artista, ni de diva, ni de figura principal. Estaba allí ... porque era
su trabajo, era su responsabilidad, era lo que le gustaba y lo que tenía que
hacer ... Los importantes, las figuras, los que se merecían la aprobación y el
abrazo eran ... los demás ... los ingenieros, los productores, los artistas que
colaboraban en su disco ... Yo ... No ella ... Creo que no quería creerse
importante y tal vez no lo deseaba, al menos en ese sentido ... Tal vez nunca
lo sepa en real dimensión ... O tal vez ni siquiera lo tenga que saber ... Era
demasiado evidente la respuesta con sólo verla ... Cuando le mostré la
bicicleta, Selena me pidió si podía dar una vuelta con ella. Yo se la ofrecí
con una sonrisa y Selena corrió hacia ella cual si fuera una niña con su primer
juguete, la tomó y salió disparando dando varias vueltas a puro grito. Recuerdo
que su padre se excusó con la conducta de Selena, por lo que yo le contesté que
perdiera cuidado, que me encantaba verla tan feliz. Luego de un largo rato,
Chris, su esposo, se me acercó y me dijo: “Es que Selena canta desde muy
pequeña ... Casi no tuvo infancia. En casa es así todos los días...”. Yo me
sonreí y le pregunté: “¿Y es feliz?”. Él asintió. “¿Y tú eres feliz con ella
así?”. Él asintió aun con más firmeza. “Entonces no tienes que explicarme nada.
Más vale que Selena lo tome con tanta alegría luego de tanto tiempo de tanta
carencia...”, le terminé de decir mientras saludaba a una Selena que no paraba
de reír y de ser feliz...
El resto del tiempo que estuve en el estudio de grabación
en Nashville hablé con el productor del disco, Keith Thomas, para explicarle
cómo haríamos el tema y para preguntarle cómo iba el disco. Él estuvo de
acuerdo con la idea que pergeñamos con Selena y me agregó: “Recién empezamos
con el trabajo fuerte. Es que Selena está en su mejor momento artístico y de
popularidad. Vive en gira, por lo que tratamos de compatibilizar los tiempos de
todos para poder avanzar lo más rápido que podamos. Recién ahora en Emi están
dispuestos a hacer el disco con su respaldo. No estaban muy convencidos porque
Selena está arrasando en el mercado hispano y les parecía que lanzarla al
mercado anglosajón no tenía mucho sentido ... una pérdida de tiempo. Hace como
tres años que están dilatando la posibilidad de hacerlo. Pero desde que Selena
ganó el Grammy el año pasado más de uno se fijó en ella y le empezaron a llover
ofertas. Creo que ellos temen que se las lleve otra compañía y terminaron
cediendo. Igual, no quieren que postergue cualquier proyecto en español ...
Hasta ahora terminamos un tema, tenemos cuatro demos más muy avanzados y otros
que los tenemos en boceto. Lo bueno es que les estamos poniendo lo mejor para que
salga un gran disco que la catapulte a Selena. Yo creo que vamos muy bien...”.
Yo lo escuché atentamente y le pregunté cómo la veía. El abrió sus ojos llenos
de admiración y me dijo: “Selena es algo francamente incréible ... ¡¡En todo
sentido!! Canta excelentemente, es increíblemente versátil, tiene un encanto
muy particular, es tremendamente profesional, y es muy atenta y humilde en
extremo. El otro día vino una artista muy conocida aquí y creyendo que era
alguien del personal le pidió si le podía hacer la comida para su banda. ¿Y qué
crees? ¡¡Selena empezó a cocinar para todos!! Lo hizo con total naturalidad, no
se la dio de artista aun cuando se dio cuenta de que la habían confundido, y lo
hizo con ganas simplemente porque le encantaba hacerlo y agradar a los
demás...”. Yo me sonreí y le dije: “Mira ... Yo no tengo dudas de que Selena
llegará lejos, muy lejos, más de lo que suponen todos ... Y dile a tus
superiores que ellos no tienen idea de la popularidad de Selena. Yo estuve
entre su gente, de esa gente de la que nadie da cuenta y es mucha, y te puedo
asegurar que la admiran, pero por sobre todo la quieren mucho. Cuando salga ese
disco, no sólo se venderá por millones, sino que todos nos daremos cuenta de lo
que nos estamos perdiendo por mirarnos el ombligo por tanto tiempo, por vivir
en nuestro mundo sin saber ni querer saber de que hay tantos otros talentos por
allí ... Ya verás, amigo, ya verás ... Yo estuve viendo todo esto con sólo
andar en bicicleta. Ya verás que las cosas van a cambiar mucho en poco tiempo.
Y cambiarán para mejor ... con el talento, la alegría y el Amor que genera esta
mujer ... Ya verás...”.
Cuando vi la hora que era supe que era el tiempo de
despedirme de todos. Selena corrió hacia mí sólo para verme partir en mi
bicicleta y para que le prometiera que la próxima vez que nos viéramos fuera del
mismo modo que ese día: en un encuentro con dicho vehículo. Yo se lo prometí
como también le prometí que grabaría mi parte de nuestro tema. Ella me pidió
sólo cinco minutos más para improvisar en vivo el tema para tener la certeza de
cómo quería yo que ella lo interpretase. Yo le dije que no era necesario ello,
que yo confiaba en lo que podía hacer con lo que habíamos arreglado. Pero
Selena insistió y lo hizo de un modo tan particular que no pude decirle que no.
Lo improvisamos allí mismo, en la calle. Yo le iba cantando mi letra y ella con
una sonrisa me daba la suya, con todo su profesionalismo a la espera de mi
aprobación. Fuimos cantando estrofa por estrofa hasta el final y yo quedé más
que sorprendido que lo tuviera tan aprendido, que lo interpretara de maravillas
y que no cometiéramos ningún error ni en la letra ni en la sincronización. Yo
quedé tan encantado que sólo le dije: “Sólo espero que algún día podamos cantar
en vivo esta canción”, a lo que Selena me contestó: “Será el primer tema que
cantaré en vivo cuando salga este disco y tú estarás allí para compartirlo”. Me
abracé un largo tiempo con ella y partí ... Mientras volvía en mi bicicleta
sólo pensaba en Selena y en su futuro ... Pensaba: “Esta mujer cambiará la
historia ... Lo sé ... Lo puedo ver ... Hay un mundo que está pidiendo pista y
ella está por despegar. Nadie la podrá detener ... Nadie ... Y yo estaré allí
para comprobarlo y compartirlo” ... Al volver, y luego del concierto, me
encerré en mi estudio de grabación y procedí a grabar mi parte para que
estuviera lo antes posible con el fin de que Selena grabara la suya y
contribuir así a la salida de ese disco en inglés, de ese disco que haría
historia, de ese disco que haría a Selena la Reina indiscutible ... La Reina
... Simplemente la Reina ... Y todos seríamos sus más felices súbditos a los
que ella nos levantaría para cantar y compartir su felicidad...
Aquel nefasto día lo recuerdo perfectamente. Y lo
recuerdo más aún porque estaba en San Francisco y ya sabía por los numerosos
latinos que estaban por allí que al otro día se presentaría Selena a darles un
nuevo concierto ... Pensaba en darle una sorpresa yendo a verla y, quién sabe,
darle una sorpresa al público cantándoles nuestro tema, aquel tema que llegamos
a ensayar juntos en las calles de Nashville, que grabamos por separado y que
prometimos cantarlo una vez que aquel disco que aún no tenía nombre saliera a
la luz ... De pronto todo aquel sueño se transformó en una pesadilla cuando vi
que Carlos, uno de nuestros ayudantes en la banda, en pleno ensayo comenzó a
gritar que algo terrible había pasado, que algo terrible le había pasado a
Selena, marchándose inmediatamente del lugar. Muchos de los presentes no
entendían lo que estaba pasando ... Yo sí, lamentablemente ... Me excusé de
todos, y les dije que me iba y que no volvería, al menos por ese día. Me fui al
departamento en el que estaba alojado y sólo se me ocurrió llamar al estudio de
Nashville con la esperanza de que Selena estuviera allí y de que aquella
tragedia era sólo una tontería inventada por alguien, o de que eso “trágico”
sólo le había pasado a otra persona, a otra Selena, a otra persona con nombre
parecido. Era un pensamiento egoísta, era un deseo en vano, pero era lo único
que deseaba ... Me tomé un tiempo, entré a una habitación sin encender la luz,
tomé el teléfono y disqué despaciosamente. Deseaba que no se escuchara el tono,
después desee que no atendiera nadie, luego desee no tener que escuchar lo que irremediablemente
debía y tenía que escuchar ... Pedí por Keith Thomas e inmediatamente me lo
pasaron. En cuanto pude comunicarme con él, sólo podía escuchar su llanto y su
lamento ... “Hace dos semanas me dijo con una sonrisa que volvería pronto ...
Hace dos semanas ... Quisiera creer que va a volver ... Quisiera creer que todo
esto es una pesadilla ... Pero el sueño se terminó, amigo ... Nos perdimos una
gran artista ... Nos perdimos una gran persona ... Va a ser difícil trabajar
con otros artistas por más buenos que fueren luego de conocer a Selena, luego
de saber que ella iba a llegar lejos, muy lejos ... Es una lástima ... Una
verdadera lástima ... Espero que Dios exista y que Él le dé el lugar que no le
pudimos dar aquí...” ... Yo le escuché en silencio ... Lo escuchaba y lo
entendía perfectamente ... En otro momento me hubiese parecido que sus dichos eran
pomposos, dichos típicos “para el bronce”, para un discurso clásico de
despedida pública, pero en ese momento, en esas circunstancias, era tan real,
tan lógico, tan triste, tan increíble y penosamente cierto lo que decía que
sólo me limité con tristeza a escucharlo ... Sólo esperé que dijera sus últimas
palabras y colgué ... Era tarde, muy tarde ... Intenté dormir, pero me fue
imposible hacerlo ... No sabía qué hacer ... No sabía a dónde ir ... Sólo
quería estar al lado de Selena en ese mismo momento ... Sólo quería compartir
el dolor ... Iba a volar para Corpus Christi, pero no lo podía hacer ... De
pronto sonó el teléfono ... Era Carlos ... Sólo me dijo: “El concierto de
mañana en Los Ángeles se ha transformado en una misa en su honor ... Si
quieres, puedes ir...”. Él no lo iba a hacer ... Estaba muy dolido y podía
aceptar su partida ... Le agradecí que me avisara y que intuyera que yo sí
querría estar allí para despedirme de Selena y compartir el dolor de aquellos
que no podían entender que la alegría de un concierto con Selena se transformara
en una suerte de funeral sin ella ... Tomé mi bicicleta y fui al encuentro ...
del dolor, del desconcierto, de las lágrimas, del enojo, de la ausencia ... Era
muy difícil describir aquello por la magnitud, mas no por el sentido ... Allí
pude darme cuenta de que no se nos iba sólo una artista del momento, una
artista adorada y admirada por un hit ... Allí me di cuenta de que todos
lamentaban la partida inconcebible de un familiar, de un familiar muy conocido,
de un familiar amado y respetado por todos. Se les había ido “uno de los
nuestros”. Se les había ido su ejemplo, su guía, el camino a seguir, la que lo
había logrado, la hermana que pudo hacerlo con trabajo, con honestidad, con
verdad, con talento, con sacrificio, con ganas y, sobre todo, con Amor y con
alegría ... Allí comprendí que se había ido algo más que una artista, que una
hermana ... Ya no sería posible ese mundo ... Ya no sería posible ese mundo
transformado con el Amor de Selena ... Me pregunté qué sería de ellos ahora que
no estaba Selena ... Me pregunté qué sería de nosotros ahora que Selena no
podría sorprendernos ... Me pregunté qué vendría ahora ... Me pregunté si sería
posible el Mundo de Selena sin Selena...
Y el tiempo me fue diciendo que no, que eso nunca podría
ser posible. Fui viendo cómo ese “poder latino” que estaba por emerger
explosivamente, y con Selena como su abanderada más representativa, terminó
explotando, pero de un modo diferente, muy diferente. Explotó el poder latino
porque ya nada podría detenerlo, pero las figuras que fueron surgiendo nunca fueron
representativas de lo que Selena supo transmitir con tanta fidelidad y con
tanta autenticidad ... Selena era uno de ellos y nadie tenía que decirle lo que
debía hacer tanto dentro como fuera del escenario ... Selena era esa fiel
síntesis de voz, sensualidad, carisma, talento, ternura, personalidad y estilo
... Estilo, estilo propio, personal, natural, sin imposiciones, sin
artificialidad ... Si Selena sólo hubiese sido representada por sus bustiers, o
si sólo hubiese sido cantar “Como la Flor”, o si sólo hubiese sido hacer
declaraciones rimbombantes, no hubiese sido Selena. Porque Selena era todo eso
y algo más ... Porque Selena era la que te impactaba en el escenario con su
presencia o te hacía reír andando en bicicleta por la calle ... Era la misma en
todas esas circunstancias ... Luego ... Luego se pensó que el poder latino era
sólo menear la cadera al son de un ritmo caribeño cantado en inglés ... Luego
se pensó que el poder latino era sólo mostrar los atributos del cuerpo al son
de hacer revelaciones de sus vidas personales y la de otros ... Luego se pensó
que el poder latino era mostrar el envase sin su contenido ... Tal vez por eso
me dio tristeza y no me gustó el video que se hiciera de “Techno cumbia” ...
Era tan distinta la imagen de Selena respecto de esos bailarines que mostraban
algo tan diferente de lo que solía mostrar ella ... Tal vez por eso me dio
tristeza el éxito de otros artistas que capitalizaron el camino que trazó
Selena pero que estaban lejísimo de su talento y de su Legado ... Muy lejos y
nunca a la altura ... Por eso me dio mucho dolor, ante cada éxito desde 1995 de
cualquier artista o banda, que Selena no estuviera allí para cosechar todo lo
que ella había sembrado por años y años de sacrificio y tesón. Puede sonar
egoísta. Puede sonar envidioso. Puede sonar lo que quieran ... Yo también tuve
éxito. Pero nadie tuvo el Amor que recibió Selena. A nadie se la quiso como se
la quiso a Selena. Yo hubiese resignado todo el éxito de mi vida para recibir
el Amor que tuvo ella. Yo hubiese resignado todo lo que he conseguido en todo
este tiempo para que Selena lo hubiese recibido en mi lugar ... Simplemente
porque Selena merecía más que nadie llegar a esa meta de éxito, a esa meta de
ser amada por todo el mundo, a esa meta de ser feliz, a ese meta de simplemente
vivir. Si por mí dependiera, revertiría el destino para que tenga otro final,
un final con Selena en este mundo, un final con nosotros felices de ver a
Selena una artista consagrada y feliz con su vida, un final con un mundo que
tuviera los valores de Selena y seguidos en la seguridad de que son los únicos
que nos llevan a la meta del triunfo y de la felicidad ... Aún hoy sigo
esperando tener ese poder para llegar a ver a Selena de nuevo aquí...
Tal vez por eso hice ese video, ese video que hubiese
querido hacer con Selena. Tal vez para poder mostrarles al mundo que algún día
estuve con alguien maravilloso, con una artista increíble y mejor persona. Que
algún día conocí a una mujer sin igual y que me gustaría que la pudieran
conocer desde mi humilde prédica con el fin de que nunca se olviden de ella,
para que sepan que como Selena no habrá ninguna y para que algún día todos
podamos hacerla volver a este mundo siendo todos simplemente como ella era ...
Una mujer como cualquiera de nosotros que sólo quería ser feliz y hacer feliz a
los demás ... Espero, sólo espero que algún día ese momento llegue ... Sólo
espero que este mundo le vuelva a dar la oportunidad que Dios con todo Amor y
sabiduría supo darle ... Que así sea...
(Se van a cumplir 20 años ... 20 largos años sin Selena
... Puede que nos acaben las fuerzas, puede que ya nos resignemos a su
ausencia, puede que ya no la recordemos como antes, puede que su imagen sea
cada vez más borrosa, pero cuando cada día veo más violencia, cuando cada día
veo a la gente con más ganas de pelear que de sonreír, cuando veo a personas
con más ganas de manipular que de amar, cuando veo a multitudes cada vez más
tristes y resignadas a su suerte, allí vuelvo a pensar en Selena y en su
ausencia, y me digo: “Estas cosas, estas cosas horribles, nunca hubiesen
sucedido con Selena presente ... Con ella nadie hubiese levantado un arma, con
Selena nadie hubiese hecho algo malo ... Con ella sólo sonreirían y serían
felices” ... Allí me doy cuenta de lo que ha pasado en estos casi 20 años sin
Selena y veo sus consecuencias ... Allí me doy cuenta de que hay que seguir
recordándola para que el mundo vuelva a tener felicidad, para que la gente
vuelva a recuperar la sonrisa, para que la gente vuelva a transitar el camino
de Amor que Selena les dejó con su Alma y con su cuerpo ... Sé que el mundo
será otro cuando vuelva a tener en sus mentes a esa mujer tan maravillosa que
fue y es Selena ... Simplemente Selena...)
Como siempre, Selena, recordándote con Amor, con tanto
Amor, como lo quisiste siempre...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
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