31 de julio de 2018
Una mirada, sólo una mirada, Selena…
Todavía hoy recuerdo esa mirada … Esa mirada seria …
Nunca había visto a Selena con esa expresión antes de un concierto … Y yo, como
técnico de sonido de varias de sus presentaciones, podía certificarlo en aquel
11 de marzo de 1995 en Chicago … Por supuesto que no le di o no le quise dar
mucha importancia a ese momento, a ese instante … En ese momento me llamó la atención,
porque siempre Selena entraba con una sonrisa. Podía estar nerviosa, tensa,
hiperquinética, podía entrar tarde porque se quedaba obsesivamente arreglando
con una asistente el botón de alguno de sus vestidos … Pero con esa expresión
adusta, con esa mirada perdida, como si su mente estuviera en otro planeta …
Nunca … Pero así fue … Fue ese momento, ese instante … Un momento fugaz que uno
olvida cuando todo sigue su curso y todo vuelve a la “normalidad” … Y esa “normalidad”
se expresó rápidamente cuando Selena entró al escenario y brindó su show …Hubo
un momento, eso sí, que me hizo recordar y relacionarlo con esa expresión antes
de ingresar al escenario … En un momento Selena les dice a los espectadores: “¿Pero
qué les pasa que están calladitos? ¿Están dormidos o qué?”. Pero rápidamente
dejé de preocuparme porque muchas veces Selena decía esas cosas cuando veía que
la gente estaba silenciosa o poco animada … Además, no era un concierto en el
que sólo participaba ella … Era un recital en el que estaban presentes muchas
figuras texanas … Pero por un instante reparé en ello y pensé o quise pensar
que todo era como siempre …Que no había nada anormal, que era un concierto más,
que era un día más en nuestras vidas…
Hasta que me enteré de lo sucedido el 31 de marzo … No
puedo hoy describir la sensación que tuve en ese momento … Asombro …
Incredulidad … Enojo … Impotencia … Llanto … Desolación … Las mismas
sensaciones que podría tener ahora 23 años después … Los 23 años que vivió
Selena … Cuando pude recomponerme para tratar de entender semejante afrenta de
la vida, recordé aquella mirada y pensé que entonces sí pasaba algo … Que esa
mirada no era producto de la casualidad … Que Selena efectivamente estaba
preocupada y ya no lo podía disimular … Que tal vez ella podía estar bien o
manifestarse como tal, pero en un momento, en un instante, eso iba a salir a la
luz … Y ese instante yo lo alcancé a percibir, alcancé a verlo … Yo sé que en
estos casos uno siempre busca una explicación, mira hacia atrás y quiere ver si
acaso hubo una señal, un atisbo de mensaje que acaso nos dijera que esa
desgracia podría suceder … A medida que iban llegando las noticias y nos íbamos
enterando de lo sucedido, yo me iba convenciendo de que lo que vi era una
certificación del destino … Y allí comencé a pensar que Selena nos estaba
queriendo decir algo, pero no se atrevía o no podía expresarlo … Tal vez Selena
estaba muy angustiada, pero no quería preocupar a nadie … Pero por más que
reprimiera toda su preocupación, en algún momento, en algún instante, eso iba a
salir a la luz … Y yo lo vi … ¡¡Claro que lo vi!! … Y no hice nada … No intenté
preguntarle, no investigué, no indagué … Nada … Quise creer que estaba todo
bien y no me comprometí … Y tuve dos señales … Esa mirada, esa expresión, y esa
pregunta a sus fans … ¿Les estaba preguntando a ellos por qué estaban tan
calladitos o se preguntaba ella por qué no decía nada? ¿Era su público el que
estaba dormido o lo estaba ella? ¿O lo estábamos nosotros que no veíamos o no
queríamos ver lo que percibíamos? Y hubo una tercera señal … Ese peinado … Ese
pelo atado con rodete … A mí no me gustaba mucho que lo luciera así … Pero
cuando Selena se le pasaba por la cabeza algo lo hacía más allá de las
opiniones de los demás … De alguna manera respondía a la moda o la iba creando
ella … Pero ese peinado … Lo tuvo en todas sus presentaciones ese mes … No lo
usó sólo ese día en Chicago … Lo había hecho en Noches de Carnaval en Miami …
Lo hizo después allí mismo en Calle 8 y en la Escuelita de los Spurs en San
Antonio … Parecía empecinada en lucirse atada, comprimida, seria, inhibida …
Eso fui pensando desde aquel 31 de marzo … Que todo aquello que era llamativo
dentro de la “normalidad” no era obra de la casualidad … Todo estaba
relacionado … Todo tenía un motivo … Selena nos estaba diciendo algo con
gestos, con miradas, con su forma de presentarse … No podía hacerlo de otro
modo … Ella era una artista … Tenía que entretener al público … No estaba para
transmitir su preocupación … Selena era una trabajadora y una profesional …
Sabía que muchos trabajábamos en sus presentaciones y vivíamos de lo mismo que
vivía ella, y Selena desde muy chica aprendió que no debía transmitirles sus
miedos, sus inseguridades, sus sentimientos negativos … Selena tuvo que dejar
de lado todo eso desde muy pequeña … Yo lo sabía bien … Desde niña no sólo fue
el sostén económico de su familia y del entorno que trabajaba con ella …
También Selena fue el sostén emocional … Ella debía estar bien, transmitir
seguridad, generar alegría … No podía permitirse fallar … Si lo hacía, no sólo
perdía ella … Perdíamos todos … Selena desde que enfrentó a su público desde
que tenía 8 años supo que debía dejar sus sentimientos reales a un lado y
entretener a su gente … Además de generar tranquilidad a su entorno … Por eso
era un torbellino en sus presentaciones y en su vida … Por eso fue lo que fue
en el escenario … Por eso fue la mejor … Por eso se ganó la admiración y el
afecto de su gente … Selena dio todo para que la gente fuera feliz, para que su
familia se sintiera orgullosa y para que ella al final del camino dijera: “Ahora
que llegué a la cima voy a hacer lo que no pude hacer en mi infancia ni en mi
adolescencia … Ahora seré diseñadora y cumpliré mi sueño para yo también ser enteramente
feliz” … Creo que con el tiempo empecé a entender por qué Selena jamás diría lo
que realmente sentía o pensaba … Selena primero era una artista … Y eso
esperaban de ella … Que no los defraudara … Y si llegaba a fallar, Selena jamás
se lo perdonaría … Jamás…
Pero quizá en aquellos días Selena esperaba que alguien
se diera cuenta, que alguien decodificara sus gestos, sus expresiones, su forma
de presentarse … Sé que lo más fácil hubiese sido que lo dijera, pero eso nunca
lo haría … No se expondría al escándalo, al morbo, a la pelea, a los dichos a
sus espaldas, al conflicto … Selena tenía que ser positiva … De Selena se
esperaban risas y no enojos … Selena era una referente …Se había convertido en
la figura emblemática de la campaña de vuelta de los niños texanos al colegio …
Selena era un modelo … No podía mostrar inseguridad … Era un momento clave de
su carrera artística … No podía fallar … No podía demostrar debilidad … No la
podían parar ahora … Sólo esperaba que los demás se dieran cuenta y la pudieran
ayudar…
Y yo no me di cuenta y la dejé pasar … Por eso no puedo
olvidar esa mirada … Por eso no me puedo perdonar no haber hecho nada para
salvar a Selena … Viviré atormentado el resto de mi vida aunque digan que, como
todos, no puedo sentirme responsable de su triste destino…
(Decir las cosas, expresarlas, manifestarlas … Pedir
auxilio, demostrar afecto, decir lo que uno siente … Lo que nos cuesta …
Creemos que los demás van a entender nuestras señales … Creemos que a veces es
suficiente con dar a entender las cosas … Creemos que es mejor no decir lo que
uno siente …Creemos que es mejor no incomodar o no preocupar a los demás … Pero
a veces para todo ello que creemos mejor es recomendable decir, expresar,
plantear, gritar, pedir ayuda, ofrecerla … Seríamos mejores si pudiéramos
mostrarnos tal cual somos aun con el riesgo que ello implica … Pero ya sabemos
lo que genera no decir lo que uno siente … Es mejor entonces tal vez trazar un
camino distinto … Y ese camino es simplemente el nuestro…)
Y mi camino tiene sólo un destino … El tuyo, Selena … El tuyo…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
Un momento, sólo un momento, Selena…
Son momentos. Son instantes … Creo que si viviéramos
pensando que el minuto que vivimos puede ser el último, pues siempre algo
imponderable puede pasar, nos volveríamos locos … Por algo dispersamos nuestra
mente toda la vida pensando en otra cosa … Sea divirtiéndonos, sea
entristeciéndonos, sea pensando en grandes cosas o hablando de lugares comunes,
procuramos evitar pensar en nuestro destino, en nuestro fugaz paso por este
mundo … Pero recuerdo ese instante, ese momento en el que entrevistando a
Selena en el Aladome, en el que ella dio un concierto para la escuelita de los
Spurs en San Antonio, me dijo que estaba muy cansada … Y me lo dijo seria
mirándome a los ojos … Yo no le di mucha importancia en ese momento. Estaba
metido en la entrevista y sólo quería que me hablara de la experiencia de ser
una de los referentes para la campaña de la vuelta de los niños al colegio,
quería que me hablara de su presente, quería que me hablara de sus proyectos,
quería verla feliz contándome su vida dichosa … No reparé en ese instante ni le
di relevancia … Ya estaba acostumbrado a entrevistar a Selena, la conocía de
hacía muchos años y nada malo podía sucederle … Si estaba allí conmigo no había
nada de qué preocuparse … Si Selena no quería hablar, te lo hacía saber y te
pedía que tuvieras un poco de paciencia, que ya te iba a dar la entrevista …
Pero allí estaba y Selena estuvo como siempre … Simpática, agradable, hermosa,
de buen humor … Pero ese instante … Era 18 de marzo de 1995 … Esa fecha la
terminé recordando como ese nefasto y próximo 31 de marzo … Cuando sucedió lo
que todos sabemos allí pensé y reparé en ese instante, y conforme pasó el
tiempo y fui enterándome de lo que venía pasando, pensé que ese “estoy muy
cansada” no era producto de un sentimiento pasajero ni de algo físico … Yo la
veía así, pero ni se me pasó por la cabeza que podía haber algo más … Que debía
haber algo más … Se me pasaron tantas cosas por la cabeza … Tal vez Selena
estaba preocupada … Tal vez me quería decir que no estaba bien para poder yo
preguntarle por qué y ella atreverse a decírmelo … Tal vez Selena no estaba
cansada … Tal vez estaba agobiada … Tal vez Selena quería estar lejos de allí,
pero no podía …Sus compromisos, sus conciertos, su familia, su propia historia …
Reparé en que apenas un mes y medio atrás las cosas eran diferentes ... Cuando
fui a cubrir su concierto en el Villa Real Convention Center en McAllen en
febrero Selena estaba feliz y hasta me hizo entrar al escenario mientras
cantaba. Me sentí halagado por ese gesto y recuerdo que la abracé mientras
saludaba al público que me vivaba, y al camarógrafo que me acompañaba y
registraba el momento … Allí sentí en una mínima expresión lo que vivía Selena
desde que era muy pequeña y entendí la presión que vivió durante su vida … su
corta vida … Pero allí Selena estaba feliz … Era una mujer vivaz y alegre … Se
la veía jovial, lozana, distendida … Reparé que allí tenía el pelo suelto … Y
lo reparé en el recuerdo porque en todas sus presentaciones de marzo tuvo el
pelo llamativamente recogido … ¿Era una señal? ¿Algo nos estaba queriendo decir
Selena pero no se atrevía o no quería o no podía? Nunca lo sabré … Porque no se
lo pregunté … No reparé en ese detalle, en ese instante … En ese momento en el
que me dijo seriamente que estaba muy cansada…
Ha pasado el tiempo … El mismo tiempo que Selena estuvo
entre nosotros … Uno va curándose de sus heridas … Y vuelve a los pasatiempos,
a la vida corriente, a las “ocupaciones” y “preocupaciones” de siempre … Para
no pensar en lo importante … Para no pensar en el sentido de nuestras vidas, en
la finitud de nuestra existencia, en que así como el mundo estuvo millones de
años sin nuestra existencia permanecerá otros millones más cuando nosotros
volvamos a esa inconciencia, para que el mundo también acabe y tal vez todo
deje de tener sentido … Creo que por estas cosas no reparamos en esos instantes
… La vida tiene esos misterios que nos resultan absolutamente perturbadores …
Cuando Selena se nos fue y se nos fue de ese modo viví apesadumbrado … Y dejé
de creer … De creer en algo o en alguien … Nada bueno nos puede pasar si el
destino de Selena fue el que le tocó … Ningún fin superior, supremo o divino
justifica que le haya pasado eso … Selena era antes que nada una buena mujer …
Una excelente persona … Una artista excepcional … Hizo todo lo que correspondía
a un buen ser humano … Ganarse el pan con trabajo, honestidad, esfuerzo, tesón,
constancia … Selena no se metía en la vida de otros, no hablaba mal de nadie,
era auténtica, nunca mentía, era franca, era sincera … Hizo todo lo que debía
hacer una persona decente … Hizo todo lo que Dios pide a sus fieles … Y tuvo el
destino que tuvo … Tal vez nuestra llegada al mundo, nuestra vida y nuestra
muerte no dependan de ningún factor externo ni de nada superior … Tal vez
dependan de nosotros mismos … Y de reparar en esos instantes, en esos mensajes,
en esas señales que nos deja la vida, y que nosotros tenemos que estar atentos
y actuar en consecuencia … La vida es efímera y llena de misterios que nosotros
debemos descubrir … Y eso lo supe cuando vi ese rostro de Selena, escuché esas
palabras y no hice nada, absolutamente nada … Quise creer que no había de qué
alarmarse, pero mi Alma no coincidía con ese pensamiento … No quise ver qué
había detrás de ese rostro y de esas palabras … Tuve miedo y no lo quise
enfrentar … Muchas veces creemos que no enfrentándonos a los grandes problemas,
no atender las señales que nos están diciendo algo, es evitarlos … Pero no es
así … Todo vuelve … Y nos marca el error … El error fatal … Con el tiempo
muchos cercanos a Selena vieron esos gestos, esas señales, esas palabras, esas
caras … Chris hasta escuchó cómo Selena le dijo que esa mujer le mostró el arma
apenas dos semanas atrás … Para la época en la que yo la entrevisté esa vez en
la escuelita de los Spurs … Esa última vez …Todos vimos y escuchamos esos
mensajes … Todos la vimos caer … sin poder llorar … en ese momento … para
sucumbir en el mayor de los dolores después … Nada volvió a ser lo mismo …
Tuvimos que seguir viviendo … Tuvimos que seguir padeciendo … Yo volví a mi
vida … Yo volví a reír …Yo volví a sentir … Yo volví a “la normalidad” …Pero
desde hace 23 años, los mismos años que tenía Selena cuando partió, me persigue
esa cara agobiada, esos ojos tristes, esa mirada perdida y esa voz en ese
instante, en ese pequeño instante que me decía: “Estoy muy cansada”…
(Siempre que pensé en la posibilidad de volver el tiempo
atrás para evitar el trágico destino de Selena, nunca lo imaginé tratando de
hacer un acto heroico para evitar lo sucedido ese triste y lluvioso 31 de marzo
de 1995 … Siempre lo imaginé acercándome a Selena para advertirle de esos
mensajes, de esas pequeñas cosas, de esos instantes, de esas señales que pasan
por nuestras narices y que no la queremos ver por miedo a enfrentarlas … Y con
esa advertencia lograr que Selena actúe y evite su trágico final … No
alcanzaría el acto heroico … En el mejor de los casos postergaría el desenlace,
pues si Selena siguiera sin tomar conciencia de esas señales, la historia se
repetiría … Tenemos que estar atentos, tenemos que ser conscientes, tenemos que
entender que el destino depende de nosotros mismos, y de nuestra percepción y
acción en esos instantes, en esos instantes que determinan y marcan a fuego
nuestro destino…)
Y mientras tanto, cada instante de mi vida está dedicado
a tu recuerdo, Selena … Y cada instante es ser como tú, Selena, sólo como tú…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
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