Una mirada, sólo una mirada, Selena…



Todavía hoy recuerdo esa mirada … Esa mirada seria … Nunca había visto a Selena con esa expresión antes de un concierto … Y yo, como técnico de sonido de varias de sus presentaciones, podía certificarlo en aquel 11 de marzo de 1995 en Chicago … Por supuesto que no le di o no le quise dar mucha importancia a ese momento, a ese instante … En ese momento me llamó la atención, porque siempre Selena entraba con una sonrisa. Podía estar nerviosa, tensa, hiperquinética, podía entrar tarde porque se quedaba obsesivamente arreglando con una asistente el botón de alguno de sus vestidos … Pero con esa expresión adusta, con esa mirada perdida, como si su mente estuviera en otro planeta … Nunca … Pero así fue … Fue ese momento, ese instante … Un momento fugaz que uno olvida cuando todo sigue su curso y todo vuelve a la “normalidad” … Y esa “normalidad” se expresó rápidamente cuando Selena entró al escenario y brindó su show …Hubo un momento, eso sí, que me hizo recordar y relacionarlo con esa expresión antes de ingresar al escenario … En un momento Selena les dice a los espectadores: “¿Pero qué les pasa que están calladitos? ¿Están dormidos o qué?”. Pero rápidamente dejé de preocuparme porque muchas veces Selena decía esas cosas cuando veía que la gente estaba silenciosa o poco animada … Además, no era un concierto en el que sólo participaba ella … Era un recital en el que estaban presentes muchas figuras texanas … Pero por un instante reparé en ello y pensé o quise pensar que todo era como siempre …Que no había nada anormal, que era un concierto más, que era un día más en nuestras vidas…

Hasta que me enteré de lo sucedido el 31 de marzo … No puedo hoy describir la sensación que tuve en ese momento … Asombro … Incredulidad … Enojo … Impotencia … Llanto … Desolación … Las mismas sensaciones que podría tener ahora 23 años después … Los 23 años que vivió Selena … Cuando pude recomponerme para tratar de entender semejante afrenta de la vida, recordé aquella mirada y pensé que entonces sí pasaba algo … Que esa mirada no era producto de la casualidad … Que Selena efectivamente estaba preocupada y ya no lo podía disimular … Que tal vez ella podía estar bien o manifestarse como tal, pero en un momento, en un instante, eso iba a salir a la luz … Y ese instante yo lo alcancé a percibir, alcancé a verlo … Yo sé que en estos casos uno siempre busca una explicación, mira hacia atrás y quiere ver si acaso hubo una señal, un atisbo de mensaje que acaso nos dijera que esa desgracia podría suceder … A medida que iban llegando las noticias y nos íbamos enterando de lo sucedido, yo me iba convenciendo de que lo que vi era una certificación del destino … Y allí comencé a pensar que Selena nos estaba queriendo decir algo, pero no se atrevía o no podía expresarlo … Tal vez Selena estaba muy angustiada, pero no quería preocupar a nadie … Pero por más que reprimiera toda su preocupación, en algún momento, en algún instante, eso iba a salir a la luz … Y yo lo vi … ¡¡Claro que lo vi!! … Y no hice nada … No intenté preguntarle, no investigué, no indagué … Nada … Quise creer que estaba todo bien y no me comprometí … Y tuve dos señales … Esa mirada, esa expresión, y esa pregunta a sus fans … ¿Les estaba preguntando a ellos por qué estaban tan calladitos o se preguntaba ella por qué no decía nada? ¿Era su público el que estaba dormido o lo estaba ella? ¿O lo estábamos nosotros que no veíamos o no queríamos ver lo que percibíamos? Y hubo una tercera señal … Ese peinado … Ese pelo atado con rodete … A mí no me gustaba mucho que lo luciera así … Pero cuando Selena se le pasaba por la cabeza algo lo hacía más allá de las opiniones de los demás … De alguna manera respondía a la moda o la iba creando ella … Pero ese peinado … Lo tuvo en todas sus presentaciones ese mes … No lo usó sólo ese día en Chicago … Lo había hecho en Noches de Carnaval en Miami … Lo hizo después allí mismo en Calle 8 y en la Escuelita de los Spurs en San Antonio … Parecía empecinada en lucirse atada, comprimida, seria, inhibida … Eso fui pensando desde aquel 31 de marzo … Que todo aquello que era llamativo dentro de la “normalidad” no era obra de la casualidad … Todo estaba relacionado … Todo tenía un motivo … Selena nos estaba diciendo algo con gestos, con miradas, con su forma de presentarse … No podía hacerlo de otro modo … Ella era una artista … Tenía que entretener al público … No estaba para transmitir su preocupación … Selena era una trabajadora y una profesional … Sabía que muchos trabajábamos en sus presentaciones y vivíamos de lo mismo que vivía ella, y Selena desde muy chica aprendió que no debía transmitirles sus miedos, sus inseguridades, sus sentimientos negativos … Selena tuvo que dejar de lado todo eso desde muy pequeña … Yo lo sabía bien … Desde niña no sólo fue el sostén económico de su familia y del entorno que trabajaba con ella … También Selena fue el sostén emocional … Ella debía estar bien, transmitir seguridad, generar alegría … No podía permitirse fallar … Si lo hacía, no sólo perdía ella … Perdíamos todos … Selena desde que enfrentó a su público desde que tenía 8 años supo que debía dejar sus sentimientos reales a un lado y entretener a su gente … Además de generar tranquilidad a su entorno … Por eso era un torbellino en sus presentaciones y en su vida … Por eso fue lo que fue en el escenario … Por eso fue la mejor … Por eso se ganó la admiración y el afecto de su gente … Selena dio todo para que la gente fuera feliz, para que su familia se sintiera orgullosa y para que ella al final del camino dijera: “Ahora que llegué a la cima voy a hacer lo que no pude hacer en mi infancia ni en mi adolescencia … Ahora seré diseñadora y cumpliré mi sueño para yo también ser enteramente feliz” … Creo que con el tiempo empecé a entender por qué Selena jamás diría lo que realmente sentía o pensaba … Selena primero era una artista … Y eso esperaban de ella … Que no los defraudara … Y si llegaba a fallar, Selena jamás se lo perdonaría … Jamás…

Pero quizá en aquellos días Selena esperaba que alguien se diera cuenta, que alguien decodificara sus gestos, sus expresiones, su forma de presentarse … Sé que lo más fácil hubiese sido que lo dijera, pero eso nunca lo haría … No se expondría al escándalo, al morbo, a la pelea, a los dichos a sus espaldas, al conflicto … Selena tenía que ser positiva … De Selena se esperaban risas y no enojos … Selena era una referente …Se había convertido en la figura emblemática de la campaña de vuelta de los niños texanos al colegio … Selena era un modelo … No podía mostrar inseguridad … Era un momento clave de su carrera artística … No podía fallar … No podía demostrar debilidad … No la podían parar ahora … Sólo esperaba que los demás se dieran cuenta y la pudieran ayudar…
Y yo no me di cuenta y la dejé pasar … Por eso no puedo olvidar esa mirada … Por eso no me puedo perdonar no haber hecho nada para salvar a Selena … Viviré atormentado el resto de mi vida aunque digan que, como todos, no puedo sentirme responsable de su triste destino…

(Decir las cosas, expresarlas, manifestarlas … Pedir auxilio, demostrar afecto, decir lo que uno siente … Lo que nos cuesta … Creemos que los demás van a entender nuestras señales … Creemos que a veces es suficiente con dar a entender las cosas … Creemos que es mejor no decir lo que uno siente …Creemos que es mejor no incomodar o no preocupar a los demás … Pero a veces para todo ello que creemos mejor es recomendable decir, expresar, plantear, gritar, pedir ayuda, ofrecerla … Seríamos mejores si pudiéramos mostrarnos tal cual somos aun con el riesgo que ello implica … Pero ya sabemos lo que genera no decir lo que uno siente … Es mejor entonces tal vez trazar un camino distinto … Y ese camino es simplemente el nuestro…)

Y mi camino tiene sólo un destino  … El tuyo, Selena … El tuyo…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

Un momento, sólo un momento, Selena…



Son momentos. Son instantes … Creo que si viviéramos pensando que el minuto que vivimos puede ser el último, pues siempre algo imponderable puede pasar, nos volveríamos locos … Por algo dispersamos nuestra mente toda la vida pensando en otra cosa … Sea divirtiéndonos, sea entristeciéndonos, sea pensando en grandes cosas o hablando de lugares comunes, procuramos evitar pensar en nuestro destino, en nuestro fugaz paso por este mundo … Pero recuerdo ese instante, ese momento en el que entrevistando a Selena en el Aladome, en el que ella dio un concierto para la escuelita de los Spurs en San Antonio, me dijo que estaba muy cansada … Y me lo dijo seria mirándome a los ojos … Yo no le di mucha importancia en ese momento. Estaba metido en la entrevista y sólo quería que me hablara de la experiencia de ser una de los referentes para la campaña de la vuelta de los niños al colegio, quería que me hablara de su presente, quería que me hablara de sus proyectos, quería verla feliz contándome su vida dichosa … No reparé en ese instante ni le di relevancia … Ya estaba acostumbrado a entrevistar a Selena, la conocía de hacía muchos años y nada malo podía sucederle … Si estaba allí conmigo no había nada de qué preocuparse … Si Selena no quería hablar, te lo hacía saber y te pedía que tuvieras un poco de paciencia, que ya te iba a dar la entrevista … Pero allí estaba y Selena estuvo como siempre … Simpática, agradable, hermosa, de buen humor … Pero ese instante … Era 18 de marzo de 1995 … Esa fecha la terminé recordando como ese nefasto y próximo 31 de marzo … Cuando sucedió lo que todos sabemos allí pensé y reparé en ese instante, y conforme pasó el tiempo y fui enterándome de lo que venía pasando, pensé que ese “estoy muy cansada” no era producto de un sentimiento pasajero ni de algo físico … Yo la veía así, pero ni se me pasó por la cabeza que podía haber algo más … Que debía haber algo más … Se me pasaron tantas cosas por la cabeza … Tal vez Selena estaba preocupada … Tal vez me quería decir que no estaba bien para poder yo preguntarle por qué y ella atreverse a decírmelo … Tal vez Selena no estaba cansada … Tal vez estaba agobiada … Tal vez Selena quería estar lejos de allí, pero no podía …Sus compromisos, sus conciertos, su familia, su propia historia … Reparé en que apenas un mes y medio atrás las cosas eran diferentes ... Cuando fui a cubrir su concierto en el Villa Real Convention Center en McAllen en febrero Selena estaba feliz y hasta me hizo entrar al escenario mientras cantaba. Me sentí halagado por ese gesto y recuerdo que la abracé mientras saludaba al público que me vivaba, y al camarógrafo que me acompañaba y registraba el momento … Allí sentí en una mínima expresión lo que vivía Selena desde que era muy pequeña y entendí la presión que vivió durante su vida … su corta vida … Pero allí Selena estaba feliz … Era una mujer vivaz y alegre … Se la veía jovial, lozana, distendida … Reparé que allí tenía el pelo suelto … Y lo reparé en el recuerdo porque en todas sus presentaciones de marzo tuvo el pelo llamativamente recogido … ¿Era una señal? ¿Algo nos estaba queriendo decir Selena pero no se atrevía o no quería o no podía? Nunca lo sabré … Porque no se lo pregunté … No reparé en ese detalle, en ese instante … En ese momento en el que me dijo seriamente que estaba muy cansada…

Ha pasado el tiempo … El mismo tiempo que Selena estuvo entre nosotros … Uno va curándose de sus heridas … Y vuelve a los pasatiempos, a la vida corriente, a las “ocupaciones” y “preocupaciones” de siempre … Para no pensar en lo importante … Para no pensar en el sentido de nuestras vidas, en la finitud de nuestra existencia, en que así como el mundo estuvo millones de años sin nuestra existencia permanecerá otros millones más cuando nosotros volvamos a esa inconciencia, para que el mundo también acabe y tal vez todo deje de tener sentido … Creo que por estas cosas no reparamos en esos instantes … La vida tiene esos misterios que nos resultan absolutamente perturbadores … Cuando Selena se nos fue y se nos fue de ese modo viví apesadumbrado … Y dejé de creer … De creer en algo o en alguien … Nada bueno nos puede pasar si el destino de Selena fue el que le tocó … Ningún fin superior, supremo o divino justifica que le haya pasado eso … Selena era antes que nada una buena mujer … Una excelente persona … Una artista excepcional … Hizo todo lo que correspondía a un buen ser humano … Ganarse el pan con trabajo, honestidad, esfuerzo, tesón, constancia … Selena no se metía en la vida de otros, no hablaba mal de nadie, era auténtica, nunca mentía, era franca, era sincera … Hizo todo lo que debía hacer una persona decente … Hizo todo lo que Dios pide a sus fieles … Y tuvo el destino que tuvo … Tal vez nuestra llegada al mundo, nuestra vida y nuestra muerte no dependan de ningún factor externo ni de nada superior … Tal vez dependan de nosotros mismos … Y de reparar en esos instantes, en esos mensajes, en esas señales que nos deja la vida, y que nosotros tenemos que estar atentos y actuar en consecuencia … La vida es efímera y llena de misterios que nosotros debemos descubrir … Y eso lo supe cuando vi ese rostro de Selena, escuché esas palabras y no hice nada, absolutamente nada … Quise creer que no había de qué alarmarse, pero mi Alma no coincidía con ese pensamiento … No quise ver qué había detrás de ese rostro y de esas palabras … Tuve miedo y no lo quise enfrentar … Muchas veces creemos que no enfrentándonos a los grandes problemas, no atender las señales que nos están diciendo algo, es evitarlos … Pero no es así … Todo vuelve … Y nos marca el error … El error fatal … Con el tiempo muchos cercanos a Selena vieron esos gestos, esas señales, esas palabras, esas caras … Chris hasta escuchó cómo Selena le dijo que esa mujer le mostró el arma apenas dos semanas atrás … Para la época en la que yo la entrevisté esa vez en la escuelita de los Spurs … Esa última vez …Todos vimos y escuchamos esos mensajes … Todos la vimos caer … sin poder llorar … en ese momento … para sucumbir en el mayor de los dolores después … Nada volvió a ser lo mismo … Tuvimos que seguir viviendo … Tuvimos que seguir padeciendo … Yo volví a mi vida … Yo volví a reír …Yo volví a sentir … Yo volví a “la normalidad” …Pero desde hace 23 años, los mismos años que tenía Selena cuando partió, me persigue esa cara agobiada, esos ojos tristes, esa mirada perdida y esa voz en ese instante, en ese pequeño instante que me decía: “Estoy muy cansada”…

(Siempre que pensé en la posibilidad de volver el tiempo atrás para evitar el trágico destino de Selena, nunca lo imaginé tratando de hacer un acto heroico para evitar lo sucedido ese triste y lluvioso 31 de marzo de 1995 … Siempre lo imaginé acercándome a Selena para advertirle de esos mensajes, de esas pequeñas cosas, de esos instantes, de esas señales que pasan por nuestras narices y que no la queremos ver por miedo a enfrentarlas … Y con esa advertencia lograr que Selena actúe y evite su trágico final … No alcanzaría el acto heroico … En el mejor de los casos postergaría el desenlace, pues si Selena siguiera sin tomar conciencia de esas señales, la historia se repetiría … Tenemos que estar atentos, tenemos que ser conscientes, tenemos que entender que el destino depende de nosotros mismos, y de nuestra percepción y acción en esos instantes, en esos instantes que determinan y marcan a fuego nuestro destino…)

Y mientras tanto, cada instante de mi vida está dedicado a tu recuerdo, Selena … Y cada instante es ser como tú, Selena, sólo como tú…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)