31 de marzo de 2019
24 años sin ti, Selena…
Es cruel el tiempo, es cruel el paso del tiempo … Cruel
la vida, cruel el destino … Ya tenemos más años sin Selena que con ella … Tan
poco tiempo … Y tanto ha pasado … La mayor manifestación de la huella que deja
un artista se expresa en el recuerdo de la gente a medida que pasan los años …
Muchos acontecimientos fueron marcando que Selena no fue sólo la artista del
momento o de moda. Hoy día los innumerables recuerdos hacia ella certifican lo
que nos dejó y que pasa no sólo por el tipo de artista que era sino por lo
enorme persona que fue … Sabemos que nadie será como Selena y por eso la
extrañamos. Sabemos que aunque la buscáramos nadie podría reemplazarla. Podrá
haber artistas mejores que canten, bailen y actúen de manera maravillosa. Pero
nadie lo hará como Selena … Selena era ante todo una gran persona y lo hermoso
en ella estaba en que no era perfecta. Selena era como cualquiera de nosotros
que se ganaba la vida con trabajo, talento, esfuerzo y dedicación. De allí la
empatía con cualquiera de nosotros. No se colocó en un pedestal y nunca exigió
devoción … Sólo quería que la quisieran … No se obsesionaba por vivir en
grandes ciudades y con grandes lujos … Sólo quería gozar de la vida y ser
feliz. Y para eso la bastaba una buena casa en la ciudad que la vio crecer … Que
era su proyecto en concreto al 31 de marzo de 1995 que quedó trunco … ¿Cuántos
artistas consagrados hacen eso? Selena acaso quería vivir y hacer todo para
cumplir sus sueños … Como nadie padeció las privaciones y nadie le regaló nada
… Tuvo que empezar de menos uno y pensar en que debía dejar todo en el
escenario para vivir lo más dignamente posible … Dejar todo para que si algún
día se le daba el éxito poder cumplir sus sueños postergados … Tuvo que dejar
de lado su niñez, tuvo que postergar etapas tan difíciles como la pubertad y la
adolescencia … En todo ese tiempo trabajó duro pensando en que algún podría
vivir aquello que tuvo que dejar de lado … Por eso ante el éxito y con 23 años de
edad la persona que la conocía no podía sorprenderse que se desviviera por
jugar y por hacer esas pequeñas cosas que casi no pudo hacer. No es que Selena
se detuviera en el tiempo … Esos pasatiempos fueron sus permitidos … Sus
necesarios permitidos … Pero el resto del tiempo lo dedicó a echar a andar sus
sueños tan deseados … A los 22 años armó “Selena Etc.” para cumplir con su
verdadera vocación: ser diseñadora … ¿Quién antes, durante y después hizo
semejante emprendimiento a esa edad? Muchos en su lugar se hubiesen sentido
dioses, y se dedicarían a disfrutar de las mieles del éxito y sus excesos …
Otros tal vez esperarían al éxito mundial para echar a rodar su verdadera
vocación … Selena no … Porque Selena no era como las demás … Selena es única e
irrepetible … Nadie puede ser como ella … Porque nadie tiene las virtudes del
trabajo, talento, esfuerzo, carisma, dedicación, carácter, convencimiento,
superación y de ganas de lograr todo lo que se propone … Selena no llegó a
cumplir los 24 años. Pero hace ya 24 años que no está. Es poco tiempo de vida …
Es mucho tiempo sin ella … Hizo mucho en tan poco tiempo. Algunos están toda la
vida para hacer aunque sea una parte de lo que Selena hizo ... Otros ni lo
intentan. Otros logran el éxito, se embriagan en él y sucumben. Selena dejó un
camino y un ejemplo. Por eso se la extraña tanto. Pocos, casi nadie dejó tanto
en tan poco tiempo…
Me gustaría que en cada 31 de marzo no nos contentemos
con las evocaciones y recuerdos. Eso ya se hace día a día y cada vez más para
nuestro propio conforte. Me gustaría que en cada recuerdo no se recurra a gente
impresentable que además de hacernos recordar aquel nefasto día se empecinan en
dejar una imagen de Selena que ya a esta altura es un insulto a su persona y a
su recuerdo … Siempre diré que la mejor forma de recordar a Selena es ser como
ella en todos los aspectos de la vida. Tener una visión positiva de la vida,
sonreír hasta en los peores momentos, salir adelante a pesar de todas las
dificultades, pelear por los ideales, pelear por el Amor, pelear por sus
sueños, pelear por su vida. Ser constantes, ser enérgicos, ser sensibles … Ser
como Selena implica un gran esfuerzo, pero que no lo es tal si se la admira y
se la toma como ejemplo … El ser como Selena representa un cambio profundo en
la vida de cada uno, pues ello implica gozar de cada minuto de nuestras vidas,
ser atentos, buscar en el otro lo mejor, ser alegres, ser amables, ser comprensivos.
También implica no hablar mal de nadie, no meterse en asuntos que no nos
incumben, buscar lo mejor de uno y de los demás … Yo no tengo dudas de que este
sería un mundo mejor con Selena … Otra sería la humanidad … Otros serían
nuestros valores … Hoy parece todo muy lejano … Muy lejos estamos de aquel
mundo idílico que nos llegó a mostrar Selena en 23, casi 24 años. Depende de
nosotros hacerlo … Hacerlo por nosotros mismos … Hacerlo por Selena. Hoy
recordarla es poner en práctica el modelo de vida que nos dejó … Y de su modo
de entender por qué y para qué estamos aquí … Me reconforta ver que se la sigue
recordando, que hay proyectos de nuevas series en su homenaje, y que su familia
retome su tarea en el diseño y la moda … Son cosas que contribuyen a mantener
bien alto su recuerdo en el mundo … Pero ya pasaron 24 años … Muchos no la
vieron en persona … Y si bien todos podemos disfrutarla en videos que se
difunden en todo el mundo, sería bueno que todos nos parezcamos a ella, la
imitemos, busquemos parecernos a ella … Si lo logramos nos acercaremos a ella y
sentiremos la misma sensación de tenerla presente … El paso de Selena en esta
vida, tan breve pero tan fructífera, no debe ser un oasis en el desierto …
Depende de nosotros que esté presente siempre en nuestros corazones … No sólo
deben haber actos … Deben haber también hechos … Selena habló por sus actos,
por sus acciones, por su trabajo. También habló por sus sentimientos, por sus
sueños, por su lucha … Selena nos dejó un modelo, un modo de vida, un camino …
Si la queremos lo seguiremos y contribuiremos a su recuerdo … Selena no pasó en
vano por esta vida … Ella luchó por un mundo mejor y pensaba al tiempo poder
ver el fruto de su obra … No pudo ser … Pero tenemos nosotros la oportunidad de
ser sus ojos … Y si la amamos seguro que lo vamos a lograr…
Recordarla en este día es muy difícil, porque terminó
siendo el 31 de marzo de 1995 una fecha nefasta. Creo que Selena cometió ese
día un grave error, pero hasta en ese error se puede aprender una virtud.
Selena fue en busca de arreglar un problema, fue de frente a encarar las
dificultades, buscó lo mejor para los demás y para ella … No me quiero quedar
con la idea de que viendo lo que sucedió debemos ser más mezquinos, más
precavidos, más falsos, más mentirosos. Selena usó siempre otro camino y mal no
le fue: en su trabajo, en sus emprendimientos, en sus sentimientos, en su
casamiento, en cada acto de su vida … Tal vez ese día no debió dejarse llevar
por la ansiedad y debió tener presente el grado de manipulación de algunas
personas … Difícil para Selena hubiese sido decirle que estaba frente a una
psicópata porque en aquella época le hubiese sonado como si le hablaran de
gente extraña que generaría miedo de sólo verlos … Pero sí hubiese sido bueno preguntarle
a Selena ese día qué era lo más importante en su vida y qué era lo que
realmente quería hacer ese día, y qué o quién se lo estaba impidiendo. Es lo
único que se le podría reprochar a Selena … No haber actuado como hubiese
querido ese nefasto 31 de marzo … para que no fuera nefasto … Para que fuera un
día más … Sólo un día más … Pero eso no invalida lo que hizo con su vida y el
Legado que nos dejó … En su recuerdo debemos tener en cuenta todo ello … Pues
de todo se aprende en la vida: de lo bueno y de lo malo…
Tal vez sea extraño que uno tome como ejemplo a una mujer
que sólo tenía 23, casi 24 años … Es que la sabiduría no tiene edad … Y Selena
fue una artista y un ser excepcional. Que hizo mucho más de los que tienen toda
una vida para hacerlo y no la aprovechan…
Y sé que algún día vendrás, Selena … Yo no me resigno a
encontrarme contigo alguna vez para fundirme a ti en un abrazo. Mientras tanto,
te espero recordándote … Te espero evocándote … Te espero admirándote … Te
espero respetándote … Pues, ya sabes, yo sólo quiero ser como tú en cada acto
de mi vida, en cada recuerdo, en cada evocación…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
Es el destino, Selena…
Me levanté sobresaltado. Había tenido una pesadilla
enorme y eso me hizo vestirme rápidamente ... A buscarla … A salvarla ... A
evitar que sobreviniera la tragedia ... Era curioso ... Yo no conocía a Selena.
Para mí era sólo un nombre. Alguien a quien no podía permitir que nos la
quitaran de nuestras manos. No la conocía … Pero era como si la conociera de
toda la vida. No me plantee nada. No me cuestioné nada. No tenía dudas. Fui a su
encuentro como si fuera un autómata, como si me llevara las fuerzas de alguien.
Pero no era ni alguien poseído ni alguien que no sabía lo que hacía … Tenía que
hacerlo … Y hacerlo rápido. Después vendrían los convencimientos, las preguntas
y las respuestas … Saber quién era Selena y por qué debía salvarla … Y por qué
sabía que algo malo le iba a pasar … Tomé el autobús e hice el cálculo …
Llegaría para interceptarla en su casa, pensé … No me planteaba qué le iba a
decir o cómo iba a actuar … Sólo debía ir a su encuentro … Era la primera vez
que no dudaba en mi vida … La duda me había llevado a la inacción … Y por ese
entonces sentí que toda mi vida había sido un lamento … Lamento por no haber
actuado … Lamento por no haber hecho lo que realmente sentía … Lamento por no
dejarme llevar por mis sentimientos … Dejarme atrapar por el miedo a perder,
por el temor al fracaso, por el pánico ante el ridículo … Y en ese camino al
encuentro de Selena sentí que perdí todo por no haberlo intentado … Mi vida fue
como si un equipo de fútbol tuviera que ganar para lograr un objetivo pero al
no arriesgar se contentara con no perder y conformarse con eso … Conformarse y
no ser feliz por lograrlo o al menos haberlo intentado … Estaba en esos
pensamientos cuando empecé a recordar cómo había llegado a ese momento …
Pasaban ante mí imágenes de una mujer que a los 23, casi 24 años, en el mejor
momento de su carrera y de su vida, cae sucumbida ante alguien que la traiciona
con su confianza … Y recordaba que gritaba al ver que Selena iba contenta en la
autopista del éxito en su convertible rojo y que por esas cosas del destino …
¿Del destino? … se dejaba llevar por los gritos de esa sirena … que lejos de
serlo era un lobo que la atraía al peor de los finales … Y que Selena se
desviaba por un atajo de tierra pensando acaso que debía atender los reclamos
de esa mujer antes que pensar en su propia vida, gozar de su presente y pensar
en su futuro … Curioso … Esa imagen se asemejaba a lo que yo mismo estaba
haciendo en ese momento … Yo también iba al encuentro de Selena … Sólo que ella
no me reclamaba que dejara mi vida para atender la suya … No me gritaba …
Tampoco buscaba que fuera hacía ella … ¿No me buscaba? No, creo que no … ¿No me
gritaba? Tal vez no a mí … Tal vez lo hacía a quien que quisiera escucharla … A
quien pudiera escucharla … Miraba por la ventana y veía a tanta gente como yo … Yendo de un lugar a
otro … A trabajar, a estudiar … a hacer algo … Algo que a veces ni hacemos pero
que nunca nos planteamos para qué … Hacer algo para tener un poquito de
felicidad en algún momento … ¿Ese será nuestro “destino”? ¿Para eso estamos en
este mundo? Me planteaba eso mientras volvía a pensar en mi vida y en lo que
hice con ella … Nada … ¿Selena pensaba lo mismo? No creo … ¿Y por qué no lo creo?
No la conozco … Pero por algo voy en busca de ella … Selena es especial … Sé
que lo es … ¿Y por qué lo es? Es que … sí … Recuerdo que se me vinieron esas
imágenes … Llegué a ver lo que fue después de lo que estaba por suceder … Gente
llorando … Gente desconsolada … Selena no parecía ser una artista más para el
común de la gente … No parecía ser sólo la “artista” del momento … Sí, ahora lo
recordaba bien … Yo me había enterado del crimen … Y sorprendido me puse a
investigar quién era Selena … No podía saber en ese momento de qué se trataba
todo … Sólo podía recordar que la gente la quería como un familiar más, que era
un ser encantador, que había luchado desde muy chica para ser una artista
exitosa y que todo lo hizo con mucho esfuerzo … Nadie lo había regalado nada …
Todo lo tuvo que construir con trabajo, talento, dedicación, ganas,
atrevimiento, honestidad, carisma … Me puse a llorar en ese momento … Por ella
y también por mí … Selena, en 23, casi 24 años, había hecho tanto … Y yo no
había hecho nada … Se me dirá que yo no tuve las privaciones que ella tuvo …
Pero tampoco tuve su carácter, sus ganas de superarse, su enorme de deseo de
cumplir sus sueños, de lograr todo aquello que se le pasaba por su mente … Sólo
me quedaba relacionarme con ella por su honestidad, decir siempre la verdad,
ser trabajar, ser honesto … Tenía muchas similitudes en realidad, pero no había
hecho nada … Pero aún estaba a tiempo … De hacer algo por mí … De hacer algo
por ella, que era mucho más importante … Ahora entendía por qué la gente la
quería tanto … Sí, ahora lo recuerdo bien … Se me vinieron las imágenes de una
multitud yendo a despedirse de Selena … Pero lo más impactante era que ver gente
trasladándose de diferentes lugares de Estados Unidos y México sólo para verla
… Verla por última vez … Y verla era en el sentido literal del término … Supuse
que para la gente ver a Selena y verla en ese estado era ver también su propio
destino … Una vez más, ¿destino? … Un final previsible e inexorable para todos
… para toda la gente común y trabajadora … Para toda la gente como Selena …
Sólo que ella se había convertido en alguien especial porque había llegado …
Había triunfado … Y el éxito de Selena era el éxito de todos … Y este final …
¿Este final? … era la certificación de ese destino inexorable … No necesito ya
aclarar sobre el destino … No … Algo debía hacer … Para torcer ese destino …
Hacer algo por Selena … Hacer algo por mí … Miré de nuevo la hora … Y me alarmé
… Creí que no llegaría a tiempo … De pronto se me vino a la mente dos
posibilidades … Ir al Days Inn o al hospital … No sé cómo se me vino a la mente
eso … Pero sabía que podía optar por ello … Pero era peligroso … Lo sabía, no
sé por qué pero lo sabía … Claro … Era esa persona … La asesina … En los otros
escenarios estaría ella y sería difícil actuar, interceptar a Selena, hacerle
ver algo que no estaba viendo teniendo encima a esa psicópata … No … Debía
apurarme … Una vez que llegara el autobús a Corpus Christi debía correr …
Correr a la casa de Selena … Correr y no pensar … Correr y pensar en Selena …
Vi algo por la ventana y sabía por alguna razón que debía bajar allí mismo …
Así lo hice … Y en cuanto puse los pies en las calles de Corpus Christi empecé
a correr, a correr y a correr…
No sabía para dónde iba, pero estaba convencido … Algo me
movía a no detenerme por nada … Que cada segundo valía oro … Que si no lo
lograba sería el fin … El fin de una ilusión … El fin de un sueño … El fin de
todo … El fin de la vida de Selena … Y el fin de mi vida… Corrí
desesperadamente … Miraba la hora y supe que no tenía tiempo … Rogaba con que
Selena se hubiese retrasado y aún no hubiese salido de su casa … Si no, todo
sería cuesta arriba … En mi carrera contra el tiempo llegué a dudar … Pensé en
que tal vez debía parar y cambiar el rumbo para el Days Inn o al hospital, pero
tampoco tenía garantía de nada, más estando esa mujer en el medio … Y yo debía
alcanzar a Selena sola … Sola … La duda siempre fue la peor sensación que he
tenido … Me inmoviliza … Me quita fuerzas … Me saca del objetivo … Y fue lo que
me pasó … otra vez … Me detuve jadeante un instante … Sólo un instante … Estaba
por cambiar mi decisión cuando escuché un chillido y sentí un topetazo … No
reparé que estaba casi en el medio de la calle cuando en ese instante me detuve
dispuesto a cambiar … de destino … Caí hacia un costado sin entender … Me quise
incorporar rápidamente tratando de que ello no me detuviera, no me hiciera
perder tiempo, no me hiciera pensar en el error … Pero no pude … Sentí un dolor
tremendo que me dejo tieso en el lugar … Vi que alguien se acercaba a mí para
socorrerme … Supuse que era la persona que me había atropellado … Cuando llegó
hacía mi desesperada tratando de saber cómo estaba se me iluminaron los ojos …
Era Selena … Traté de decir algo pero no pude … No es que no pudiera hablar …
Pero sentí que no hacía falta … Me quedé mirándola … Y ella hizo lo mismo … Fue
un cruce de miradas que pareció eterno pero que sólo duró unos segundos … Al
cabo de ellos, Selena me dijo: “No te preocupes. Llamaré una ambulancia para
que te atiendan cuanto antes…”. Fue allí cuando la tomé del brazo con fuerza y
le dije: “No vayas … No me dejes. Acompáñame … te lo pido por favor … No me
dejes solo”. Selena me miró con ternura, pasó la mano por mi cabeza y me dijo:
“El destino nos puso aquí. No te dejaré solo … Sé que viniste por mí…”. Al
escuchar sus palabras sólo me reí y cerré los ojos … Ahora podía dormir tranquilo
… Ahora podía vivir con la satisfacción del deber cumplido … Con la
satisfacción de haber hecho algo en mi vida…
Abrí los ojos y estaba en el hospital … Cuando comenzaba
a desesperarme y a gritar por Selena alguien apareció para decirme que allí estaba
conmigo … Era Selena … “Yo también tuve un sueño anoche … Pero fue extraño …
Fue de esas tantas pesadillas que tuve toda mi vida … Pero algo distinto pasaba
… Y ya no terminaba todo con un grito mío en el medio de la noche … Gracias …
Te debo mi vida … No sé qué hacer para compensarte y reparar lo que no pude
evitar esta mañana … Me siento en deuda contigo… Me siento …”. Tape su boca con
la palma de mi mano y le dije: “Yo te debo a ti … Todo … Lamento no haberte
conocido antes, pero sé que tengo un largo tiempo para hacerlo … Pero prométeme
una cosa … Sólo una cosa … Haz lo que debas hacer y jamás desvíes tu camino por
cumplir con algo que tú no deseas hacer … Ya eres Selena con todas las letras …
Sé feliz con tu vida y con tu trabajo … Si haces eso te lo agradeceré toda la
vida y podré disfrutarte siempre…”. Selena me abrazó y en el medio de las
lágrimas me dijo: “Te lo prometo. Por mi vida que te lo prometo” … “Sé que lo
harás, Selena … Ahora sólo disfrutemos de este momento único e irrepetible para
que sea lo que nos guíe nuestras vidas de aquí en más … Ya nada nos va a
detener…”, le dije y nos sonreímos. “Así será”, me dijo Selena y nos quedamos
así un buen tiempo más. Cuando vi salir el sol por la ventana sabía que el
destino había cambiado y que había que disfrutarlo … Ya vendrían tiempos
mejores … Tiempos con Selena … Y un destino … Sí, un destino … Lleno de
felicidad…
(Somos artífices de nuestro destino. De lo que hagamos y
de lo que no dependerá nuestro futuro y nuestro destino. No sé si se está a
tiempo para todo. Más bien diría que no … Que lo que no se hizo en su momento
ya no se podrá hacer después por más que haya tiempo y un poquito de vida para
hacerlo … Pero siempre se está a tiempo para sincerarse y hacer las cosas que
nos acerquen a nuestro ser … A hacer lo que deseamos y nos hace tan felices …
Nos cuesta tanto ser felices … Nos genera tanta culpa … Nos hace sentir tan
culpables … Para ello siempre hay tiempo. Depende de nosotros … De nosotros
depende cambiar o confirmar nuestro destino.)
Y mi destino es ser feliz contigo, Selena…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
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