15 años sin Selena en el Astrodome

28 de febrero de 2010









La única persona que puede hablar de ti eres tú, Selena…


En aquel triste juicio hecho a esa persona que le quitó los sueños a Selena, el defensor de la acusada buscó conmover al Jurado diciendo que seguramente si Selena apareciera tras la puerta de ingreso al lugar en el que se efectuaba el juicio, seguramente la abrazaría y la perdonaría. Y no sólo eso: demostraría que ella siempre estuvo de su lado tratando de protegerla y de defenderla, confirmando el accionar de Selena en aquel nefasto día, en el que ella hasta acompañó paradójicamente a la asesina al hospital … Cuando terminó su alocución, el Fiscal muy atinadamente le respondió que seguramente si Selena apareciera por la puerta indicada por el defensor, lo único que indicaría que tal juicio no existiría y nada de lo que estaba pasando en esos dolorosos días en Houston no tendrían razón de ser, pues Selena estaría entre nosotros…

A todo ello siempre se me ocurrió agregar que nadie sabría qué haría Selena si apareciera en algún lado, en alguna circunstancia, en cualquier momento. Se me ocurre que nadie está en condiciones sensatas de decir qué diría, qué pensaría, qué diría de la asesina, qué diría de lo que le sucedió. Tampoco me imaginaría si estaría alegre, triste o enojada, o muy seria, como me lo sugiere aquel rostro rígido que se nos presentó al final. Creo que nadie está en condiciones de ponerse en el lugar de Selena para interpretar qué diría, que nos querría decir, cómo reaccionaría, qué realmente pensaría. Y mucho menos imaginarse cuáles serían sus movimientos, sus actitudes…

Creo que todos cuando vivimos esta experiencia tan triste de Selena, quiere aferrarse a algo, imaginarse que nada ha sucedido, que Selena aparecerá de todos modos, o que está presente en nuestras vidas a través de todo lo que ha generado. Difícilmente podamos imaginarnos que uno o que cualquier persona puede dar seguridad de su pensamiento, de cómo se siente ahora, si es que está en algún lado. La realidad, la triste realidad, nos indica que Selena no está entre nosotros, que no hay manera de que ella nos pueda decir algo, que no hay manera de viajar en el tiempo para impedir toda la locura que se ha hecho con ella. Que cualquier interpretación que hagamos de su sentir y de su pensamiento, siempre estará distante de su razonamiento y de sus sentimientos. Si no hemos podido siquiera poder saber qué pasó aquel nefasto día, ¿cómo podríamos saber qué haría hoy, qué diría hoy, que pensaría, dónde estaría, qué mensaje nos querría dar? ¿Quién está en condiciones de representar su Legado de Amor si asistimos al paulatino abandono de él por parte de los que tienen el deber y la responsabilidad de hacerlo? ¿Quién ha tratado de preservar su imagen ante tantas mentiras e intromisiones de su vida privada han hecho? ¿Quién ha tratado de ser lo suficientemente sincero como para aclarar lo que sucedió aquel nefasto día?

Selena ha vivido una vida dura, ha padecido muchas cosas para hacerse un nombre y un lugar dentro de la música. Todo lo logró a base de voz, talento, carisma, pasión, personalidad y mucho sacrificio. Nadie le regaló nada. Todo se lo ganó ella. Siempre tuvo la mejor cara ante tanta adversidad. Siempre se ganó al público a través de lo que generaba en el escenario. Jamás trató de inventar cosas, de armar escándalos, de hablar de romances, de meterse en la vida de los demás, ni hablar de su vida privada para obtener notoriedad. Selena se ganó el Amor de su gente con su canto, con su don de gente, con su respeto al público, con su cariño. Y siempre apartó su vida personal de la pública. Siempre dijo que tenía tiempo para atender a los fans, que sólo pedía que esperaran un ratito cuando estaba con su familia o ante el deseo de estar en su intimidad. Selena supo respetar y ser respetada. Como nadie logró no sólo ser popular sino ser querida. Logró lo que muy pocos logran y obtienen, y fue de su exclusivo mérito. Algo que muchos desean pero no pueden alcanzar…

Muchas veces me pregunto sobre Dios, sobre la justicia, sobre nuestra misión en el mundo, por qué y para qué estamos aquí cuando veo el destino de Selena, cómo se nos fue de este mundo, cómo pudo ser privada de ser feliz, de vivir, de hacer lo que más deseaba, cómo no se le permitió ganar y perder, acertar y fallar. Me pregunto cómo a un ángel como Selena se le ha quitado de este mundo en manos de alguien tan frío, despiadado y calculador, una persona absolutamente psicópata, que aplicó por su propia condición neurótica la inteligencia para manipular, para llamar la atención desde el anonimato, para hacer sentir culpable a Selena y a todo los que estaban a su alrededor, para ganarse la confianza de toda una familia con el único objeto de saber lo suficientemente de cada uno de sus integrantes para conocer más de ellos para manipularlos, para poder saber cómo atacarlos, como defenderse de ellos, dónde golpearlos, cómo hacer que ellos actuaran de acuerdo a su propia necesidad. Cuando veo todo esto me pregunto por qué se aplica más la inteligencia para hacer el mal, para manipular, para ejercer la violencia, para quitar la vida al otro. Me preguntó por qué parece más fácil odiar, dominar, cobrar notoriedad desnudando miserias. Me preguntó por qué es más difícil lograr el éxito y el respeto con honestidad, con decencia, con trabajo, con ser un buen ejemplo para los demás. Me pregunto por qué toda una vida sacrificada y honesta se borra de un plumazo con una actitud malévola, miserable y despiadada. ¿Por qué Selena se tenía que ir y se tenía que ir así? ¿Por qué alguien como Selena no pudo llegar a ser la gran estrella reconocida en todo el mundo, por qué no pudo hacer todo lo que había soñado, por qué no pudo vivir? Y peor aún, ¿por qué Selena tenía que irse de este mundo y soportar que luego esté en boca de mucha gente a través del escándalo y de investigar impunemente su vida privada? ¿Por qué tanto Amor fue terminado a disparos que nunca cesan, con un odio que siempre parece más duradero que todo el cariño del mundo?

A veces cuando escucho y veo cómo mucha gente opina, cómo mucha gente supone, cómo cada uno se siente con autoridad para meterse en la vida privada de Selena, y para ponerse a analizar sobre lo hecho y lo no hecho, me pregunto si alguien se acuerda que en esta terrible historia hubo una víctima, sólo una víctima, y que esa persona a quien han lastimado tanto no nos puede decir nada, no nos puede dar su parecer, no nos puede decir qué pasó aquel nefasto día, no nos puede decir qué haría si tuviera oportunidad de ver a su asesina, qué le diría a su familia, qué le explicaría a su esposo, con qué calmaría y consolaría a sus fans. Pero por sobre todo, Selena no puede defenderse de las barbaridades que se dicen de ella, no puede decir cómo querría que la recordaran, que querría que hicieran para sentirse homenajeada, tributada y amada. Nunca lo sabremos porque insólitamente Selena nos dejó y nunca nos podrá transmitir sus pensamientos. Y aunque quisiéramos pensar que nada ha sucedido, una decisión insólita nos dio esa terrible posibilidad de ver una última imagen, una imagen que seguro Selena no quería que se viera. Una imagen que ella no pidió mostrar. Una imagen que demuestra que Selena nada puede hacer frente a aquellos que opinan, blasfeman, interpretan. Selena está allí sin poder hablar. Todos los partícipes de esta historia pueden dar su opinión, defenderse de lo que dicen los demás, demandar, enojarse, ponerse contentos, abrazar, amar, gritar, o simplemente hablar. Selena no. Y eso es lo más triste de todo. Lo que más querríamos que suceda no es posible que vaya a ocurrir. Y ésa es la tristeza que nunca podremos sacar de nuestras vidas, de nuestras almas, de nuestros corazones…

Siempre recuerdo lo terriblemente feo que es cuando uno es noticia por una acontecimiento en un lugar, y al poco tiempo ser notorio por algo tan triste y lamentable. Por estas épocas hace 15 años Selena deslumbraba en el Houston Astrodome otra vez, y toda la ciudad hablaba de ella, quedaba subyugada por ella, quedaba sorprendida y extasiada por ella. Tan sólo unos meses después también se hablaba de Selena, pero ella no era la protagonista. Ya no brillaban su figura, su voz, su personalidad, su carisma, su estampa. Ya no primaba el Amor. Ya no había risas, ya no había cariño. Ya la gente no se abalanzaba sobre Selena para besarla, para agradecerle, para expresarle su cariño, para pedirle un autógrafo. Ahora la gente se abalanzaba para sacarle una declaración a la asesina, para encarar al Jurado, buscar una explicación en los abogados y en los periodistas. Se abalanzaba para expresar odio, lamento, consternación, llanto, impotencia. De golpe Houston vivió dos escenarios en pocos meses. En uno, la protagonista era Selena. En el otro, las figuras eran todas las personas que eran opacadas por la misma aparición de Selena. En este otro escenario, se veían jueces, analistas, una familia destruida tratando de recomponer algo imposible de lograr, y otra familia con una gran puesta en escena defendiendo hasta el paroxismo algo indefendible. En ese mismo otro escenario, los que firmaban autógrafos eran los periodistas…

Me pregunto hoy en día qué hizo Selena para merecer esto. Me pregunto si es posible que una persona sea sometida a una vida típica de cenicienta con la terrible diferencia de que le quitan de un disparo el zapato que se pudo calzar, o que en realidad llegó a poder calzar por tan sólo un segundo ... Y que no contentos con lo hecho, le quitan todas sus pertenencias que se supo ganar con Amor y sacrificio, y ni siquiera le devuelven a su familia todo lo que les pertenece por derecho propio. Y encima hablan mal de ella y mienten descaradamente con el pretexto de decir “la verdad”. Me pregunto si una vida armada con tantas privaciones, con tantos sacrificios, con vivir cada día ganándose el pan con el sudor de su frente tenga este final. Me pregunto si nos alcanza toda una vida nuestra entregada a Selena para devolverle todo lo que ella nos dio sin que se lo pidiéramos. Me pregunto si el paso del tiempo, la necesidad de parar de sufrir, el argumento de “hay que salir adelante”, justifica el ir abandonando todo lo que ella construyó, si acaso está bien encerrarse en el dolor, en el llanto, en el cariño, en el Amor propio para recordar a Selena, y no hacer algo para reparar tanta pérdida, tanto dolor, tanta locura, tantos errores. Me pregunto si no habría que hacer algo por el honor de Selena cuando la asesina, no contenta con lo que hizo, sigue destilando su odio hablando, disparando, blasfemando. Me pregunto si uno puede estar tranquilo sabiendo que esa mujer y su familia tienen cosas de Selena y las exhiben con aire desafiante a la Familia Quintanilla, a los fans, a todo el mundo … y a Selena. Me pregunto por un instante qué diría Selena si estuviera aquí. ¿Acaso no le molestaría? ¿Acaso no nos pediría que hiciéramos algo por ella? ¿Acaso no haría lo que suponemos que realizaría a juzgar por sus acciones reveladas en su corta vida?

Yo creo que deberíamos pensar más en Selena y no tanto en especular en lo que podría llegar a decir. No sé si tiene sentido tratar de buscar alguna señal de ella como si estuviera entre nosotros. Permitámonos, eso sí, soñar con los milagros, con que por ahí ella aparece y nos da la posibilidad de expresarle todo lo que quisiéramos decirle, y que nos guardamos por 15 años. Tratemos de imaginarnos esa posibilidad y brindémosle todo el cariño y el Amor que mereció recibir. Permitámonos soñar en imposibles, pero no busquemos soluciones “terrenales”. Selena no está entre nosotros y no tiene la posibilidad ni por sí sola ni a través de ningún medio de decirnos nada. Si así fuera, ya hubiese hecho algo para defenderse de tantas cosas que se dijeron de ella y que le hicieron. Por eso pienso y reitero, una y otra vez, ante aquello que dijo el Fiscal en aquel juicio en el que Selena estaba pero no era protagonista, que no sé que pasaría si Selena apareciera, no sé qué diría, no sé que haría, no sé cómo reaccionaría, no sé cómo nos miraría, no sé qué rostro tendría. No sé qué haría con los dichos de la asesina, no sé qué haría por lo hecho por su recuerdo a través de sus seres queridos, no sé qué les diría a aquellos que la admiraban y querían tanto … No sé. Puedo imaginármelo, pero no podría ponerme en su lugar, no podría erigirme en su intérprete. Sólo escucharía y dejaría actuar a Selena. No escucharía a nadie que la interprete. Ella es dueña de sus actos. Sólo diría algo en función de lo que ella haría o diría...

Así como yo no entiendo para qué le preguntan a la asesina por lo sucedido aquel nefasto día cuando la respuesta a ello está en lo que ella misma dijo ese nefasto día mientras estaba parapetada en su camioneta, tampoco entiendo por qué muchos no se fijan en lo que Selena misma decía y hacía para recordarla con Amor. Nunca debemos olvidar que Selena estaba sola en este mundo cuando se nos fue y lo peor que podemos hacer es abandonarla, dejarla a merced de todos los que hablan por ella, los que se creen sus intérpretes, los que se sienten con autoridad para hablar por ella. Selena dejó un Legado invalorable y ese Legado habla por ella, dice por ella. Lo peor que le podemos hacer es seguir exhibiéndola, exponiéndola a situaciones en las que no nos puede decir nada. Muchas veces los detractores de la familia, o los que critican determinados recuerdos de Selena, suelen decir, para censurarlos, “dejen a Selena en paz”. Paradójicamente, nunca lo dicen cuando habla la asesina, cuando involucran a Selena en situaciones insólitas y desagradables, o cuando algunos “interpretan” su pensamiento hoy, “donde quiera que esté” … No necesito escuchar a Selena hoy para saber que lo que menos quiere Selena es que la “dejen en paz”, pues ella no quiere que la dejen sola de nuevo, no quiere que la abandonen, no desea que la dejen de querer. Y además quiere que hagamos algo por aquellos que utilizan en vano su nombre. Selena también quiere justicia, pues ella nunca pidió que se metieran en su vida, nunca se metió en la de los demás. “Dejarla en paz” es dejarla sola y eso es lo que menos quiere Selena. No quiere vivir más aquel día nefasto…

Alguna vez alguien dijo que mejor que decir es hacer, y si queremos hacer algo por Selena, si queremos saber qué diría hoy, qué haría hoy, qué se supone que nos expresaría si estuviera aquí, entonces contribuyamos a su recuerdo, hagamos algo por ella todos los días, aprendamos a quererla, démosle el cariño que necesita y erijámonos en sus mayores cuidadores ante todos los que hablan de cosas de las cuales Selena nunca quiso hablar. Aprendámosla a cuidarla y a protegerla, a darle nuestro abrigo, nuestro cuerpo mismo cuando ella no pueda defenderse, cuando ella no pueda hablar … Y si realmente la queremos, no nos podemos permitir guardarnos en nuestro propio dolor, en nuestros propio llanto. Antes que nuestro dolor esté el dolor de Selena. Antes que nuestros sentimientos está Selena. Selena está por encima de todos y de todo. Selena nos necesita. Selena necesita que sea recordada, necesita que siga sintiendo que su Legado está vivo, necesita que no sea un nombre más que se olvida en el tiempo, que se confunde con otros, que se esfuma, que se pierde con el soplo del viento. Selena no se merece eso. Ya bastante sufrió, ya bastante padeció. Reparemos tanto dolor con el Amor que siempre necesitó y quiso recibir…

Aprendamos a dar todo el cariño y el Amor a Selena del mismo modo que lo hizo ella por nosotros…

Yo estoy aquí, Selena, para que recibas todo ese cariño que sólo tú generaste, esperando que algún día tú, solo tú, nos lo puedas agradecer…

Te extraña, te quiere, te regala el corazón todos los días…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)















Yo creo en los milagros, Selena…


Cada vez que escucho música en la radio, cualquiera sea, pienso en ti, Selena. Pienso en lo feliz que serías si estuvieras aquí. Cómo nos alegrarías ahora, con qué nos sorprenderías, con qué nos deleitarías. En mi mente suceden miles de imágenes en las que tú eres la única protagonista, la única que alegra mi corazón y las almas de todos … Me contenta imaginarme cerca de ti disfrutando de un concierto tuyo, verte sonreír, siendo receptor de algún saludito tuyo, verte feliz recibiendo premios, verte en la actualidad paseando tu figura por todo el mundo, imaginando en el lugar en el que estarías ahora, qué diferente y hermoso sería si estuvieras aquí ... A veces me imagino estar en Corpus Christi y poder compartir contigo tu fama, tu áurea en la ciudad que te vio crecer y triunfar. Y lo haría mirándote de lejos, para no molestarte, para ser sólo feliz viéndote feliz ... Cuando escucho cualquier música que me pone bien, imagino que tú estás allí también disfrutando, riendo, participando, estando feliz con mi felicidad, estando feliz porque tú también estás contenta haciendo lo que a ti te gusta … Es que no me resigno a tu suerte, a nuestra suerte, a la suerte de la humanidad toda … Por eso, en cada tema que escucho me imagino verte, tu imagen siempre se presenta a mí y me alegra, me alegra saber de que algún día te encontraremos, de que en realidad no te has ido, de que estás allí contenta sabiendo que estamos recordándote con Amor, poniéndonos a prueba hasta dónde te queremos, cuánto daríamos por ti…

Yo creo en los milagros, dice un tema de Los Ramones, y yo me aferro a esa ilusión, a esas palabras, a eso tan humano que es creer en algo, en no sucumbir a la realidad, a la resignación, a la tristeza, al llanto. Yo sé que es más fácil aceptar tu partida, Selena, aceptarla sin más y dedicarme a otra cosa, a mirar a otras artistas, a ser feliz con lo que hay por ahí. En ser egoísta y pensar sólo en mi suerte y olvidarme de la tuya … Pero no, Selena, no!! Yo no puedo dejarte. Yo no quiero perderte. No quiero yo dejarte sola como aquel día. No quiero que hoy sientas lo que sentiste aquel día. Yo no puedo levantarme todos los días y vivir mi vida como si nada hubiese pasado, como si tu aparición en este mundo hubiese sido el paso fugaz de una artista que nos dio todo lo que nos pudo dar. No. No puedo ... No puedo porque conquistaste a tantos corazones que has dejado una huella imborrable en la gente que ha sabido apreciarte. Yo te he conocido después de todo lo sucedido y me lamento no haberte apreciado antes. Maldigo no haberme dado cuenta, no haber interpretado esa señal cuando involuntariamente vi la actuación tuya en el video “Bidi bidi bom bom”. No puedo entonces hacer como si nada hubiese pasado, porque desde que te vi para mí ya no existió nada más. Todo lo que escuchaba pasó a segundo plano. Todo lo que acaparaba mi atención dejó de tener importancia. Todo lo que era importante dejó de serlo. Porque desde que te vi todo el mundo se tiño de tu figura, de tu voz, de tu talento, de tu frescura, de tu risa, de tu personalidad. Desde que te vi entendí el valor de la vida, el valor de la gente que hace algo por el bien de todos los demás. Y tú sólo le diste Amor y alegría a esta humanidad que parece estar condenada. Una humanidad que no supo cuidarte y permitió que otros te lastimaran y te lastimen sin piedad…

Por eso no puedo dejarte Selena, porque nunca dejaste de llamar mi atención desde que oí por primera vez tu nombre. Si creyera en la reencarnación, pensaría que en otra vida te he conocido, que eras parte de mí, porque siempre me sentí tocado y dolido por lo que ha sucedido contigo. Nunca dejé de sentir congoja, perplejidad, dolor, una gran identificación con lo que te ha sucedido. Creeme, Selena, que eras sólo un nombre para mí en aquel momento, nada me emparentaba contigo y sin embargo me sentí muy mal por lo que te había sucedido, por lo que habías pasado. Así me acerqué a ti, al principio supuestamente por la curiosidad por no entender cómo a alguien de tan sólo 23 años en plena fama le pudiera pasar semejante cosa. Nada sabía de ti. Ni siquiera tenía imágenes tuyas ... No sabía nada de tu música, ni todo lo que representabas para tanta gente. Y sin embargo, esa ecuación, esa terrible ecuación que se simbolizaba en “muerte”, “mujer joven”, “mujer en plena fama”. “mujer muy querida”, “carrera meteórica”, “balazo en la espalda”, “presidenta del club de fans”, “Un motel”, me dejaba perplejo, no entendiendo jamás cómo todo eso se podía dar al mismo tiempo, cómo todo eso podía sucederle a una persona. Y aunque supiera que había otros males en el mundo, eso que te había sucedido era lo que más me había impactado, lo que más me hacía buscar una explicación, lo que hacía que quisiera buscarte sin saber supuestamente por qué, sin saber siquiera cuál había sido el gran secreto de tu éxito, el gran secreto del Amor que generaste en tanta gente…

No puedo dejarte, Selena, yo no me puedo quedar tranquilo dejándote sin dar parte de mi ser para evocarte, para rendirte todos los honores … Porque en un punto me siento identificado con tu vida, con tu sacrificio, con vivir toda una vida en pos de un sueño familiar, poniendo la mejor sonrisa desde tan pequeña, cuando tú tal vez no pediste esa representación, ese destino en la vida, ese lugar en el mundo. Pero tu Amor, tu generosidad, tu capacidad de dar sin esperar, tu cariño a tu familia hicieron que no dudaras en tomar ese micrófono a los 8 años y pusieras esa mejor sonrisa. En tu mente de niña soñadora jamás dejaste de pensar en tu gran sueño. Todas las noches soñaste en ser una gran diseñadora, una gran artista, esa mujer que quería ser querida tal cual era por todos y por todo. Tuviste que postergarlo, pero nunca dejaste de hacerlo del todo, pues cada vez que le cantabas a tu familia, cada vez que les brindabas tu dulce voz a la gente que te iba a ver en aquel viejo restaurante de tu padre, aprovechabas para sorprenderlos, para encantarlos, para dejar sorprendido a un público que tal vez no esperaba ver nada especial en tu representación, que sólo esperaba una voz de niña encantadora que generaba ternura con su aparición. Pero allí pensabas en todo lo que querías ofrecer y cómo querías que lo recibieran, y ese público se quedaba sorprendido y maravillado luego de escucharte …Sería una constante en tu vida esa sensación. Jamás dejaste de sentir eso con el tiempo, pues toda tu esencia estaba en cada canción que le cantabas a tu público, sea en una reunión familiar, sea en el Astrodome, sea en cualquier escenario en el que pudieras expresarte. Así aprendiste a ser una artista en serio, por el camino nada fácil y muy arriesgado. Pues nunca te contentaste con hacer una actuación aceptable, algo estándar, algo que fuera fácilmente aceptado por la gente sin más. No te limitaste a hacer tu función de cantar y nada más. Ni la dirección férrea de tu padre impidió que tú le dieras ese toque personal a tus interpretaciones, a tu manera de presentarte al público. La mejor expresión de aquella distinción es cómo impusiste la moda de los boustiers: era una movida muy arriesgada, pues implicaba la reacción de tu padre y la curiosidad de la gente ante esa forma de mostrarse. Y eso te daba temor. Y aun con mucho miedo en tu interior, jamás lo demostraste a tu gente ni a tu familia. Lo hiciste como algo natural, como algo lógico, como algo que debía aceptarse sin mayores preguntas … No hay peor cosa que hacer lo que uno quiere con temor y esperando ansiosamente la mirada de aprobación de los demás antes de realizarlo. Eso muchas veces lleva al fracaso y hasta a la desgracia a la gente que lo hace. Y tú lo sabías, Selena, lo sabías. Por eso primero hacías lo que tú deseabas y buscabas la aceptación por tu imposición y nada más. Una imposición que hiciera que todos se maravillaran y aceptaran. Que todos se quedaran aceptando lo que tú les ofrecías, que sólo se limitaran a fijar tu mirada en ti y nada más. Y que todos te quisieran por eso, por cómo eras, por cómo actuabas, por cómo dabas Amor. Querías que en cada concierto te amaran por lo que eras en cualquier lado, en cualquier circunstancia, ante cualquier escenario y ante tu gente. Tú buscaste aceptación con tus propias armas y vaya si lo lograste!!! Y esos boustiers fueron una de las cosas más aceptadas por la gente, la mejor expresión de tu arrolladora personalidad…

Por todo ello, no puedo olvidarte, Selena, no puedo dejar de pensar en ti. Yo sé lo que has sufrido, lo que has vivido. Sí, lo sé. Yo no pude verte en tus épocas de gloria, ni siquiera cuando eras una cantante tejana en ascenso. Pero no hace falta haberte visto, haber estado presente en tus actuaciones en concierto, en televisión, en festivales, haber estado allí en los reportajes que ofrecías, estar en cada colegio en el que le dabas esperanza y alegría a tantos niños, para saber lo que has tenido que pasar para llegar a ser simplemente Selena. Yo sé todo lo que tuviste que sufrir. Yo sé lo que es vivir de niño y actuar como un adulto responsable. Yo sé que lo que es vivir una adolescencia postergando tanto Amor para dar y recibir en pos de un objetivo familiar. Yo sé lo que es vivir casi sin tener privacidad, callando los sueños, los miedos, las alegrías, las tristezas, callando cualquier sentimiento para mantener la armonía a tu alrededor, para que todo esté bien, para que todos sean felices. Creeme, Selena, que sé lo que es ser la figura excluyente dentro y fuera del escenario, ser la alegría para tanta gente y para toda tu familia. Creeme, Selena, que sé qué se siente estar en una situación en la que el equilibrio es uno y sólo uno. Creeme, Selena, que sé lo que es saber que uno tiene que hacer un gran esfuerzo para hacer valer su personalidad. Creeme, Selena, que sé de lo difícil que es apartarse de un lugar cuando uno está en el medio de todo. Creeme, Selena, que sé de lo difícil que es cuando a veces uno quiere decir no, cuando uno quiere hacerse de un tiempo para uno, cuando uno no quiere dejarse llevar por la desesperación general. Y tú lo hiciste, con mucho esfuerzo, no sin tener que dejar muchas cosas en el camino, exponiéndote a muchos peligros que muchas veces querías y creías controlar. Creeme, Selena, que te entiendo, porque siempre manifestaste y dejaste en claro que en la vida no hay tiempo que perder, que todo tiempo libre debía ser aprovechado hasta lo máximo para cumplir con lo que se ha soñado toda la vida, con todo lo que uno ha anhelado ser, con todo lo que uno quiso ser. Y que todo aquello no tenía ni un fin ni un límite. Y que siempre había más, que siempre había más objetivos y sueños que cumplir. Que la vida, vaya ironía, es corta, y que no hay que darse lujos para desaprovecharla. Todo te costó mucho, Selena, y cuando la suerte comenzó a acompañarte, no dudaste en aprovechar todo hasta lo máximo, de poner toda tu energía para llevarte el mundo por delante… Todo eso se lo expresaste alguna vez a Verónica Castro en Furia Musical en un reportaje en el que tal vez ella nunca llegó a entender el alcance de tamañas palabras, de tan nobles objetivos, de tan genuinas ambiciones…

Por eso no puedo olvidarte, Selena, no lo quiero hacer. Porque tú diste demasiado y recibiste poco a cambio, porque estuviste poquito tiempo en este mundo y no tuviste tiempo de cosechar lo que sembraste. Tú no merecías este final. El mundo te vio partir sin siquiera reaccionar, cuando las lágrimas comenzaron a ser tardías, cuando ya no se podía hacer nada. A veces pienso que a 15 años de tu partida mucho proponen esa resignación, nos explican que todo lo que tú les diste está en los discos, en la música, en los conciertos, en algún mensaje expresado en vida. Y que sólo nos queda agradecerte cada tanto en algún aniversario, en algún hecho que nos lleve a tu recuerdo. Nada más errado!! Tú eres mucho más que un Mirador, un Gravesite, un Museo, un par de temas bonitos ... Tú eras un ejemplo en vida, un camino a seguir!! Por eso no puedo dejarte, no puedo contentarme, no puedo conformarme. Para mí no te has ido (diría otra palabra, la podría decir, pero no lo quiero hacer), para mí estás presente, para mí hay que devolverte aquello que tú nos has impregnado en el Alma. Yo no puedo olvidarte, Selena, pues estás en mi corazón, vives en él, estás en él. ¿Cómo entonces olvidarme de algo que está dentro de mí? ¿Cómo desprenderme de algo que me pertenece? ¿Cómo desprenderme de algo de mí que es tuyo enteramente? ¿Cómo olvidarme de tu Amor, Selena? No, no puedo. Por eso, no puedo abandonarte, no quiero abandonarte. No puedo olvidarme de lo que hiciste, de las huellas que dejaste en este mundo. Por eso, quiero resaltar aquello que dejaste, no dejar que lo que has hecho se lo lleve el viento, se olvide, se reemplace. Me sería fácil sustituirte y dejarme llevar por otros cantos, por otros artistas, por otras voces … ¿Pero cómo hacer si cada vez que escucho alguien de otro artista yo pienso en ti? ¿Cómo hacer cuando escucho cualquier música, cualquier artista, veo actuar a tantos y sólo pienso en ti, Selena? ¿Cómo hacer cuando sigo buscándote y sigo deseando que seas feliz? ¿Cómo hacer cuando recuerdo de tu emoción cuando recibiste el premio a la mejor cantante regional méxico-americana en Premios Lo Nuestro en 1993, y vivo y siento esa emoción? ¿Cómo hacer cuando recuerdo de tu Grammy cuando veo los actuales Premios Grammy y, más que nada, cuando veo con tristeza los Latin Grammy? ¿Cómo hacer cuando no puedo entender ni explicar por qué no estás aquí? ¿Cómo hacer cuando siento que si tú estuvieras aquí todos deberían apartarse y observar, observarte actuando, observándote en un evento, observándote en un Festival, observándote en un reportaje? ¿Cómo hacer cuando sigo deseando que todos aquellos ojos sólo se dirijan a ti asombrados y subyugados? ¿Cómo hacer cuando lo único que deseo que lo más amado esté aquí? ¿Cómo hacer cuando lo único que quiero en el mundo es que estés aquí, Selena? ¿Qué debo hacer para que eso sea posible? ¿Cómo hacer para que aquello que deseo se haga realidad? ¿Cómo hacer para que ese milagro se cumpla? ¿Cómo hacer para que sonría y piense en ti, Selena, cuando escucho “I believe in miracles” de Los Ramones?

Por eso, Selena, yo no puedo olvidarme, yo no quiero olvidarme. Yo quiero hacer algo por ti todos los días. Yo quiero ofrendarte mi vida todos los días. Yo sólo quiero darte aunque sea parte de mi vida para darte vida. Yo sólo quiero volver a verte sonreír. Yo sólo quiero ser como aquella persona que ve un pájaro herido, lo toma, lo lleva a su casa, lo cura, lo rehabilita, lo reanima, le da fuerzas, le da energía y cuando lo ve bien, lo lleva al campo y lo suelta para que viva, para que haga su vida, para que realice aquello que desea hacer. Y aunque se nos escape una lágrima, no hay nada más bello que ver aquello que tanto queremos feliz y libre, contento de poder hacer aquello que tanto quiere, sentir ese cosquilleo en el cuerpo que le indica que siente la vida, la disfruta, la vive, la contagia a los demás. Así eras tú, Selena. Así eras en la vida, en los conciertos, con tu gente, con tu familia. Yo sólo quiero darte parte de mi vida para que vuelvas a volar, para que vuelvas a ser libre, para que vuelvas a sonreír, para que puedas hacer todo lo que querías realizar. Para que tu cabeza inquieta nunca tuviera descanso y eso te hiciera feliz, feliz de poder volcar todas tus ganas y toda tu energía para tu gozo y para el bienestar de los demás…

Siempre recuerdo en el concierto de San Antonio en 1991 la imagen de un padre alzando a su hija, y señalándote a ti como la expresión de la alegría, de la voz, de la felicidad. Siempre recuerdo la alegría de aquel hombre que recibió la toalla que tú arrojaste al público a tu salida del Houston Astrodome en 1995. Y pienso qué sería de ellos en la actualidad. E inmediatamente pienso en ti, en qué sería si ellos te volvieran a ver ahora. Yo quisiera que ellos vuelvan a sentirse felices. Yo quisiera que tú estuvieras aquí…

Yo sólo estoy aquí por ti, Selena. Yo sólo estoy aquí para que veas el fruto de tu Amor…

Simplemente te quiere, te extraña y te espera deseando que se cumpla el anhelado milagro…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
















El Amor de un padre por Selena…


El otro día me quedé reflexionando a propósito de unos comentarios que se hicieron por la interpretación de Selena Gómez en San Antonio, Texas, de uno de los temas emblemáticos de Selena, “Bibi bidi bom bom”. En realidad, fijé mi atención en un comentario de una amiga, que invitaba a reflexionar que, en definitiva, dicha cantante tenía ese nombre gracias a su padre, un gran admirador de nuestra Selena, a tal punto que le puso ese nombre a su hija cuando Selena brillaba en Texas y era una estrella en ascenso que comenzaba a hacerse conocer en México con “Baila esta cumbia”, y que luego llegara a su furor con “Como la Flor” y “La carcacha”. En la actualidad, ante la controversia de escuchar o no a la actual artista de la Disney un tema de la inigualable Selena, yo reparé en el homenaje que le hacía aquel padre que pensó en ella a la hora de poner el nombre a su hija…

Creo que cuando reaccionamos con reticencia a aceptar escuchar a otras artistas jóvenes, máxime si se llaman Selena, es porque nos genera mucha tristeza no ver a Selena en ese lugar, en ese maravilloso mundo del éxito y del reconocimiento. Nos es imposible no reparar en su imagen y en pensar recurrentemente en lo que ha pasado y en que se ha ido una artista insuperable que no sólo triunfaba, no sólo era popular, no sólo era querida, sino que, por sobre todo, Selena era joven y tenía todo para dar, para ofrecer. Tenía talento, planes, objetivos, un mundo que la esperaba, un terreno fértil por conocer. Y ese sentimiento, esa ausencia, esa impotencia por no poder hacer nada, por querer y no poder, por admitir algo inadmisible incluso en el vocabulario de Selena, que es la palabra “imposible”, nos lleva a dos sentimientos: el de enojo y el de llanto. Tal vez nos enojamos con la interpretación de una artista y la censuramos o criticamos, pero en realidad nos enojamos porque Selena no está aquí, porque nos da bronca y mucho enojo saber que existió ese nefasto día, y el dolor lo encaramos con tristeza, indignación y negación. Tal vez la mayor expresión de ello es cuando buscamos “Selena” en youtube. Una vez más la realidad nos parte con la fuerza de una daga. Pero ese enojo, esa coraza que ponemos para enfrentar aquello que nos genera tanto dolor, cae cuando vemos algo hermoso de Selena, cuando vemos algo que nos conmueve en sus interpretaciones. En lo personal, todos los sentimientos salen a flor de piel cuando Selena me emociona con sus hermosas interpretaciones … ¿Cuántas veces me levanté para correr y encerrarme en la cocina de mi casa por varios minutos para que nadie me viera llorar desconsoladamente luego de ver a Selena interpretar “Where did the feeling go?” en San Antonio, Texas, en 1991? ¿Cuántas veces me emocioné con las muestras de Amor, admiración y cariño de los fans y del público en general en Festival Acapulco cuando Selena cantaba maravillosamente “Como la Flor”? ¿Cuántas veces me paré para aplaudirla llorando emocionado cuando Selena interpretaba “Si una vez” en el Houston Astrodome el 26 de febrero de 1995? No es inevitable asociar dicha con dolor, felicidad con llanto, admiración con desconsuelo. Cualquiera que ama a Selena sabe que siempre convivirá con esa sensación, con ese sentimiento, con esa emoción, con esa densa realidad…

Yo no dudaría en la actualidad de poner el nombre de Selena a una hija mía. Hubiese querido saber de ella cuando tuve a la mía. Porque poner el nombre de Selena a alguien tan soñado y tan esperado por uno tiene una connotación especial. No es que uno espera que nuestra hija sea como Selena, actúe como ella, se exprese como ella. Uno le pone Selena pensando en homenajearla todos los días nombrando a alguien que forma parte de su ser con su nombre. Es poner a su cuerpo, a su sangre, a su alma el espíritu de Selena. Es poder tener la posibilidad de hacer algo que no podemos hacer con ella en la actualidad: nombrarla, quererla, admirarla, cuidarla, acompañarla. Tal vez con nombrar a alguien a quien tanto queremos con ese nombre nos da la posibilidad de expresarle nuestro Amor y nuestro cariño a Selena, Cuando a ese ser querido le damos un beso, una caricia, un abrazo, parte de ese sentimiento se lo expresamos y dedicamos a Selena. Un hijo, un ser querido, es único e irrepetible. Como Selena. Pero esa situación no quita que no podamos expresar a través de ellos todo lo que hoy quisiéramos expresarle a Selena. Cuando elegimos ese nombre, inmortalizamos y tributamos a Selena. Luego la mantenemos viva a través de nuestro cariño, de nuestros sentimientos, de nuestro Amor, de nuestro tributo. A ellos les inculcamos todo lo que Selena nos dijo, predicó y enseñó. Les decimos una y otra vez que en la vida todo es posible, que nada es imposible, que no hay límite a la hora de soñar y de efectivizar nuestros sueños, que todo se puede lograr. Les explicamos que lo más importante son nuestros sueños, nuestras anhelos, que lo más importante es ser feliz con lo que se ha obtenido, que nunca hay que resignarse, que hay que volcar todas nuestras energías en cosas que nos enaltece el Alma, que nos enriquece el espíritu, que nos hace más felices. Les enseñamos el Amor por los animales, por el prójimo. Les pedimos que jamás renieguen de sus orígenes, que sepan que no siempre la vida nos ofrece alegrías, pero que uno lo puede lograr si se lo propone. Que cada pequeña cosa que se obtiene hay que agradecerla como si hubiese logrado todo. Que muchas veces las cosas son difíciles, que no todo es color de rosa en el camino del éxito. Les transmitimos a nuestros hijos lo que Selena nos inculcó con sus palabras y con sus actitudes. Les brindamos a nuestros hijos todo el Amor, todo el agradecimiento, todo el cariño que le querríamos expresar a Selena, y que la vida, a veces tan injusta y dolorosa, nos impide hacerlo posible…

Creo que quien quiere a Selena tiene ese dolor que no cierra, esa congoja que no termina nunca, esa consternación sin explicación, muchas preguntas sin respuesta. Creo que por eso no se acepta su partida y se quiere negar lo que se nos presenta a nuestra vista en forma implacable. En lo personal, el no poder nombrar determinadas palabras, el no querer ver determinadas fotos, el no querer escuchar a determinadas personas, es un indicativo de que nunca podré entender ni aceptar lo que le ha sucedido a Selena. Lo sentí apenas supe de su suerte y no la conocía. Lo padecí cuando conocí a la gran artista que era. Y sé que moriré sin saber por qué Selena tuvo que sufrir esto, por qué a alguien con tanto Amor, que ofreció tanto cariño, recibió tanta violencia como respuesta …Todos los días me asalta la angustia, la desazón y la impotencia de una realidad que me indica que Selena no está ni volverá ... Pero pienso en ella, la veo, me estremezco por lo que me transmite con sus interpretaciones y es entonces cuando no me resigno, no me dejo estar, no permito que nadie ocupe ese lugar que se ganó Selena por derecho propio, ese lugar que se ganó desde muy chica dando lo mejor de sí, ese lugar que logró yendo en un bus de pueblo en pueblo ... A veces busco en el cielo, en las estrellas, en la calle, en el camino alguna señal de Selena que me indique que está, que no se fue nunca, que todo fue producto de una pesadilla. Porque todos sentimos que lo que se le hizo a Selena nos lo hicieron a nosotros. A nosotros nos quitaron el corazón, el Alma, la alegría. Nosotros sentimos el dolor de Selena aquel día. Así como Selena se ganó a su público con su voz, con su talento, con su carisma, con su figura, con su personalidad, ese mismo público recibió el Amor y el dolor, la alegría y la tristeza, la felicidad y la ausencia. Para muchos es la pérdida de un ser querido, de un amigo, de alguien que nos dejó una marca en el corazón y que no olvidaremos jamás ... Nos quitaron para siempre la alegría, nos quitaron las ganas de ser felices con Selena. Nada reparará tanto dolor. Nadie podrá sustituir aquello. Pero ese sentimiento se compensa con esa pequeña esperanza de que ella no nos ha dejado solos, con la expresión de cariño de todos los que la amamos de verdad a Selena y de que daríamos todo por su felicidad…

Por todo ello es que me emociona ver que aquel padre le pusiera el nombre de nuestra Selena cuando ella sólo tenía 19 años. Por la triste historia que todos sabemos, ese nombre se haría popular después. Pero él se lo puso en ese momento cuando no era lo usual ni popular elegir ese nombre. Como buen hombre de Texas amaba a Selena. Ya por ese entonces Selena era una artista consagrada en la región. Venía obteniendo desde los 16 años premios en los Tejano Music Awards, y era una artista tejana muy popular y querida, pero aún le faltaba la proyección internacional que pronto tendría. Pero aquel padre no esperó el gran éxito o la gran desgracia para brindar su cariño a nuestra Selena. Se lo quiso brindar en ese momento, en esa circunstancia. Tal vez en esa actitud del padre veamos la expresión de Amor de toda la gente hacia Selena. Él decidió homenajearla en vida sin tener la posibilidad siquiera de poder imaginar lo que luego sucedería. Tuvo la sabiduría pero también el enorme sentimiento para poder agradecerle a Selena ofrendando a su hija con su nombre. Expresó con su actitud el enorme Amor que todos le tenían a Selena, ese agradecimiento hacia una artista que iba de pueblo en pueblo a ofrecerles un concierto, a saludarlos, a alegrarlos, a ofrecerles acaso su propia vida. El público lo entendió así, por lo que no sólo compró sus discos, sino que le expresó todos sus sentimientos, su agradecimiento, su corazón...

Los que queremos a Selena no podemos mirarla sin esperar una señal de ella, porque aún nos emocionan sus interpretaciones, aún extrañamos su voz, aún nos hace vibrar cada canción, cada sentimiento expresados con su voz. Seguimos esperando algo más, seguimos esperando después de su despedida del Houston Astrodome que aparezca otra vez, no queremos imaginarnos que aquella sonrisa se va a transformar en tristeza, que su aire de estrella se apague por un problema que debió haberse solucionado mucho antes, queremos sentir que efectivamente nos cuidaremos muchísimo y que nos veremos muy pronto, queremos imaginarnos que nos dará otros mil abrazos y mil besotes, queremos verla triunfar, queremos verla feliz, queremos verla en cada festival con su enorme sonrisa, queremos verla nuevamente brillar en un estadio con 65.000 personas viéndola, queremos verla cantando duetos con famosos artistas internacionales, queremos verla en cada concierto benéfico, queremos verla dando un abrazo y una caricia a cada niño, a cada persona necesitada de Amor, queremos ver la música enriquecida con su voz y con su talento, queremos verla recibir miles de Grammys, queremos verla en todos los festivales, queremos verla feliz con su vida, con su esposo, con sus hijos, con su familia, queremos verla vivir, y que en definitiva su carrera tuviera un fin acorde con su figura y con su trayectoria. No queremos ese final tan abrupto, tan inverosímil, tan impropio de Selena. No queremos que se hable de ella como algo que pasó, ni que se hable de cosas que Selena nunca quiso hablar. Sólo queremos verla a Selena feliz con todo lo que ella le quiso mostrar a su gente. Queremos ver a Selena pudiendo demostrar al mundo todo lo que ha logrado con ideas, ganas, amor y pasión. Queremos ver a Selena siendo un ejemplo para todos. Queremos ver cómo todo el mundo compra no sólo los discos de Selena sino todas sus creaciones. Queremos ver a Selena como marca registrada por ella misma, por su presencia, por sus proyectos, por su vida, por su sonrisa, por su personalidad. No queremos que todo ello se reduzca a la nada, no queremos ver a Selena como algo fugaz que fue lindo mientras duró…

A veces cuando nos imaginamos qué le diríamos a Selena si tuviéramos la oportunidad de verla, creo que no hay palabras para semejante emoción. Selena nos ha inundado con tanto Amor, pero a la vez lo que le han hecho a ella nos ha dejado con tanto dolor, que creo que nos sabríamos qué decir, por dónde empezar, qué hacer primero, porque todas las emociones que hemos acumulado en todo este tiempo nos inundaría en un solo instante. Quince años de silencio, de Amor y de dolor nos irrumpiría de golpe, y no podríamos con tanto sentimiento … Pero esa presencia de Selena, tan deseada, tan anhelada y tan pedida, podría con todo ... ¿Qué más querríamos hacer que ver a nuestra Selena? ¿Qué más querríamos ver a Selena entre nosotros feliz, y dando toda su energía, Amor y alegría? … Por eso yo sólo correría para abrazarla, para llorar mucho, mucho, para sentirla, para sentir que está, para sujetarla y que no se me escape, que no se nos escape, y que no sea una ilusión, otra burla del destino que nos quitó cruelmente a Selena. Sólo le diría que por qué nos dejó, sólo le diría que no nos deje nunca, nunca, pero que antes que nada sea feliz, feliz con su vida, feliz con lo que hace. Que más que pedirle que haga algo por nosotros, le pediría que haga algo por ella, que se cuide mucho, que piense en su felicidad. Que si nos debe algo, que si nos tiene que ofrecer algo, que sea algo que tenga que ver con su carrera artística, porque que su vida personal es de ella, sólo de ella, y lo que le haga feliz me hará feliz a mí. Le pediría que no se ate a los deseos de los demás, que prescinda hasta de mí para hacer cualquier cosa. Le pediría que se cuide muchísimo, que la quiero volver pronto como sea, como ella desea, que sólo esté allí para demostrarme que todo se puede, que personas preciosas como ella triunfan en el mundo. Le pediría que quiero seguir creyendo y para eso la quiero ver aquí. Y me costaría soltarla, no porque querría tenerla para mí, para que haga lo que yo quiera. No la soltaría por miedo a perderla otra vez. Recién lo haría si me promete que no nos va a abandonar más, que nos alegrará con lo único que yo deseo, que es que esté con nosotros. Todo lo demás … será un regalo, una bendición para mí…

Por eso, ese sentimiento de aquel padre que le puso aquel nombre cuando nadie imaginaba lo que iba a suceder con nuestra Selena se mantiene inalterable. Ese Amor no sólo perdura: se mantiene vivo en cada corazón que ama a Selena … Esos corazones que jamás la abandonarán, que jamás permitirían que lo suyo se abandone, que todo lo hecho por ella en tan sólo 23 años se lo lleve el tiempo y la vida. Que con o sin dinero, con o sin tiempo, con más o menos ocupaciones, cerca o lejos, haremos lo indecible para que todo lo que construyó Selena no desaparezca, no sea abandonado. No sólo para que nosotros podamos apreciarlo, para que lo podamos disfrutar, para que depositemos el Amor en un lugar que construyó o que se hizo en su honor. También lo haremos por si algún día Selena vuelve, aparece y se encuentra con la emoción de que nadie se olvidó de ella, de que todo lo suyo está cuidado, de que todo su Legado está vivo y difundido, y de que todo el mundo la espera tributándola y amándola. Y que vea cómo un montón de señoritas llevan su nombre en su honor, como devolución a tanto Amor que ella desplegó por doquier. Como aquel padre que decidió ponerle Selena a una artista que hoy comienza a dar sus pasos y que no duda en cantar sus canciones por admiración a ella y por Amor a su padre…

Yo sólo estoy aquí por ti, Selena, esperando verte alguna vez, y poder abrazarte y decirte lo que siento por ti. Y aunque tuviera la certeza de que ello jamás sucederá, no importa, aquí estaré, por tu Amor, para admirarte, para quererte y para no dejarte nunca sola!!!

Te quiere con toda el Alma…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
















Yo te sigo queriendo y esperando, Selena…




A medida que nos acercamos a los 15 años sin Selena nuevamente sentimos ese dolor que hiere el Alma cada vez más. Muchas veces creemos que el tiempo nos adormece la tristeza, nos acostumbra, nos hace añorar a Selena desde un lado en el que ya sabemos que no volverá, desde un lugar en el que sólo nos quedan sus fotos, sus recuerdos, sus discos, sus imágenes, y todo aquello que nos acerca a ella y nos hace sentir al lado suyo. Así, nos aferramos al Museo, al Mirador, al gravesite, a todo lugar que nos remite a Selena. La distancia en el espacio y en el tiempo nos invita a que la celebremos en los aniversarios y en las fechas significativas. Esa densa realidad nos hace sentir distantes, que sólo nos podemos acercar a ella por aquello que nos hace recordar y añorar … Pero no es así. De ningún modo. Cualquiera que ama a Selena no se resigna a su partida, la recuerda todos los días, la espera todos los días. No concibe la idea del adiós, no puede siquiera pensar en palabras y en imágenes que nos certifiquen aquello. Retenemos en nuestras retinas, en nuestras mentes, en nuestros corazones aquella sonrisa, aquel baile, aquel saludo, aquella voz, aquella presencia, aquella figura. Y nos aferramos a ella esperando que todo aquello vuelva a ser realidad, vuelva a ser posible, vuelva a tener vida. Como dijo una amiga mía, uno puede ver indefinidamente su estatua en el Mirador … Lo único que uno quiere es que salga de ese lugar inmóvil y nos llene de alegría con sus risotadas estruendosas…

Todos los días esperamos oír su voz. Todos los días esperamos una señal suya que nos afirme que Selena allí está, como siempre, que nos afirme que no se fue para siempre, que todo es transitorio, que alguna vez nos encontraremos con ella para volver a alegrarnos, y gozar de su voz y de su talento. Porque el dolor es muy grande … Todos los días lloramos, porque nos es inadmisible su final, tan temprano, tan absurdo, tan irreal, tan distinto de su imagen y de lo que ella ha irradiado. Nos es imposible el sólo pensar que no esté entre nosotros. Sé que hay muchas cosas injustas en nuestras vidas, pero eso no invalida nuestro llanto, nuestra tristeza, nuestra sensación de impotencia frente a la densa realidad de su partida ... Porque Selena era muy joven, porque tenía todo el talento, tenía el público y los medios a sus pies, tenía un futuro brillante, y porque había padecido muchas cosas hasta lograr ser querida por la gente y ser un nombre propio en los medios. Pero lo más importante era que Selena se había ganado con Amor a su gente, aquella que la quería y la llevaba en su corazón. Me gustaría saber que Selena está en algún lado sabiendo que no sólo no se han olvidado de ella sino que la siguen queriendo y que cada es más la gente en todo el mundo que la ha descubierto y ha quedado impresionada por lo que ha sido como artista y como persona ... Por eso, me gustaría que Selena supiera que nadie podrá oscurecer lo que ha sido y que la gente sólo piensa en ella, la gente sólo quiere verla, la gente la extraña muchísimo, la gente sigue alegrándose con sus canciones, riéndose de sus ocurrencias y llorando por su ausencia, una absurda ausencia que nadie, increíblemente nadie pudo evitar ... La gente se sigue preguntando por qué no está Selena. Y por suerte está esa gente. Esa gente que la hizo popular cuando iba de pueblo en pueblo sin siquiera tener un disco que presentar. Esa gente que la iba a ver sólo a ella. Esa gente que quedaba subyugada por su figura. Esa gente que hizo a Selena N° 1 cuando nadie esperaba que lo lograra tan pronto. Esa gente que expresaba todo su cariño y que quería cuidarla, verla crecer, verla triunfar… Es la misma gente que le daba todo a cambio de nada. Si Selena sigue siendo recordada es por el amor de su gente. Esa gente que canta sus temas, que la extraña y que aún la llora ... Selena tenía el amor de su gente. Y ese amor, ese cariño, pocas veces se consigue. Sólo las artistas genuinas y que se muestran tal como son, tanto dentro como fuera del escenario, lo logran…Y tal vez Selena quería tener ese amor por encima de todo ... La gente quiere volver a oír su voz ... Si no es así, nunca habrá consuelo en sus corazones. Nadie más que Selena merecía gozar del éxito que había logrado. Nadie más que Selena merecía vivir...

Hay algo que siempre me llamó la atención en todos los que han opinado al ver a Selena por primera vez. Y generalmente todos coinciden en quedarse sorprendidos con el despliegue que tenía, su voz y su carisma. En general, todos al verla sin conocerla tenían una expectativa menor, esperando que, en el mejor de los casos, tuviera una aceptable actuación. Y siempre quedaban impactados pues veían que Selena tenía algo más que la distinguía del resto de los artistas. Selena tenía algo especial que hacía que todas las miradas se posaran en ella para ver ese despliegue en el escenario, esa energía, esa entrega, ese sentimiento puro, ese carisma que la hacían diferente, única. Era una artista innata con un gran sentido de lo que era un espectáculo y, por ende, cómo entretener al público. Selena era de esas cantantes que pasan sólo una vez y que se logran disfrutar poco pues se van rápido ... A veces me da una pena enorme que Selena se haya quedado en el camino con su potente voz, su talento inimitable, su carisma increíble y una energía digna de admiración. Pero a los que amamos a Selena nos queda ese hermoso pasado y nuestro amor, el mismo amor que ella nos transmitió para seguir homenajeándola.

Por eso, Selena siempre ha sorprendido con sus actuaciones. Muchos, fuesen presentadores de programas de TV que la recibían como estrella nueva, o gente que la veía por primera vez, se hacían una idea de cómo era ella y Selena sorprendía porque daba mucho más de lo que se esperaba. Sus actuaciones siempre fueron particulares y nadie interpretaba como lo hacía ella. Selena era diferente, lo que les hacía pensar a todos "yo no vi a nadie igual" y no podía dejar de sorprenderse. Estoy seguro de que a todos nos ha pasado lo mismo. Por eso, Selena sigue teniendo más seguidores en todo el mundo y la quieren como artista y como persona … Aunque pase el tiempo, aunque pasen los artistas, aunque las fotos se pongan amarillentas, aunque se nos rayen los CDS, aunque las figuras se transformen en imágenes retocadas con una supuesta perfección que las hacen frías y distantes, Selena estará allí, querida por su gente, por lo que fue y representó para todos, y por lo que significa hoy. Selena se hizo grande y querida por mérito propio y por su gente que la adoraba. Selena no necesitaba de un plus para hacerse notar. Ella era un plus que provocaba el asombro hasta de su padre o de José Behar, entonces presidente de Emi Latin, pues mientras ellos pensaban que Selena podía llegar a un punto determinado de su carrera, ella iba más lejos en su objetivo. La mejor definición la ha dado el mismo Behar al explicar el primer N° 1 de Selena que fue "Como la Flor: "Nosotros estábamos convencidos de que Selena llegaría al N° 1. Lo que no imaginábamos era que fuera tan pronto". Porque Selena fue un fenómeno que nació desde y para la gente. Y su figura y su recuerdo perdurarán, y la hará más grande aún porque su gente no quería a una figura, quería a esa persona excepcional que fue Selena con todo el corazón…

Selena era una cantante brillante, que llegó a tener la popularidad que tuvo gracias a su voz, a su carisma, a su talento, a su personalidad, a su respeto y a su amor por su gente. A casi 24 años de edad era toda una cantante profesional, porque se tomaba muy en serio lo que hacía, y a la vez, era auténtica, genuina ... Como era en el escenario era en la vida: chistosa, risueña, pasional. Y así lo captó la gente y ésa fue, simplemente, la razón de su éxito. Selena no sólo era una gran cantante. Era una excelente artista ... A veces para entender un fenómeno sólo hay que verlo y contemplarlo. La gente amaba y ama a Selena. Basta ver sus recitales para ver cómo la gente la quería, la respetaba, la cuidaba. No era sólo un éxito comercial. La gente la veía como una hermana, o como una pariente o amiga a quien quiere mucho y desea que le vaya bien. Su sola presencia generaba un áurea especial que sólo ella lograba. Selena transmitía alegría y era tan auténtica que la gente quedaba subyugada ante ella...

Pocas artistas cantaban tan bien en vivo como Selena. Era una artista innata: tenía voz, carisma, personalidad, talento e interpretaba las canciones como pocas veces uno ha visto. Podía cantar en vivo sin parar y hacerlo como si estuviera en el estudio. Y a la vez bailaba, marcaba el ritmo y saludaba a su público sin excepción. Podría haberse contentado, como cualquier artista que llega al estrellato, con ganarse al público con su presencia y cantar olvidándose las letras o desafinando a sabiendas de que el público la iba a perdonar. Pero Selena jamás hizo eso. Selena siempre respetó a su público. Era una artista y una profesional con todas las letras. Y por eso la gente la amaba, porque Selena los respetaba y le devolvía su amor dando todo de sí. Como decía Selena: "Sin ustedes allí nosotros no somos nada". Igualmente, todos sabemos que Selena era la mejor y que no habrá jamás alguien como ella. Selena estará siempre en nuestros corazones porque ella era amor puro, de esos que no se encuentran todos los días, de esos que jamás se olvidan y así nos iremos de este mundo recordándola como ahora, como siempre…

Uno puede preguntarse: ¿por qué Selena generó tanto amor?; ¿por qué habiendo tantas cantantes de su género, no hubo nadie igual a ella?; ¿por qué Selena era diferente, única e irrepetible? Porque Selena reunía todas las características de una gran cantante y, sobre todo, inigualable artista: carisma, encanto, sencillez, gracia, personalidad, entrega, pasión, deseos, sueños, anhelos, y sobre todo, mucho talento … Pocas artistas como ella podía incursionar indistintamente con éxito la música texana, la cumbia, la grupera, la norteña, la ranchera, el pop en inglés y el rock. Selena era una artista innata, que pasó por todas las privaciones, que salió cantando a los 8 años en un restaurante para convertirse en la mejor cantante latina cuyo estilo no podrá imitarse jamás … Por eso, se la extraña, se la llora, se la canta, se la ama, se la tributa, se la respeta. Y se lamenta porque no haya podido ver la consumación de su éxito, pero por sobre todo, lo que más se lamenta es que no haya podido vivir. Y que su voz, lo más preciado, ya no esté entre nosotros...

Muchas veces han tratado de minimizar a Selena. Muchos atribuyeron su gran fama a su pronta desaparición y a todo lo que ello había generado. Aunque sea producto de un análisis hecho de buena fe, llegar a esa conclusión es ignorar lo que era Selena: que Selena ganaba premios desde 1987, es decir desde los 16 años, que desde esa época y aun antes ya era la gran figura texana para ser la mayor artista de la región; que Selena logró lo que nadie había logrado: cruzar el Río Grande y triunfar en México casi sin hablar el español, logrando un furor inusitado en Monterrey; que Selena había logrado un Grammy en 1994 por su albun "Live" de 1993; que Selena en su último Gran Concierto en el Astrodome de Houston, Texas, reunió 65.000 personas, rompiendo sus propios records logrados allí mismo en 1993 y 1994, y es ignorar que durante muchísimos años dicho récord no se pudo superar. La popularidad y el Amor que obtuvo Selena fueron logrados mientras ella estuvo con vida, no por lo que se dijo de ella después...

Creo que por sobre todas las cosas, por sobre todo el dolor, por lo inverosímil del final, es bueno rescatar que hallamos a una artista sin igual, que tenía una voz increíble, que la potencia de su voz la hacía distintiva en sus shows en vivo. Que era carismática, que su figura era imponente, que no pasaba inadvertida para nadie, y que mostraba una simpleza y una humildad muy particular para una artista consagrada como ella. Selena tenía mucho talento, una pasión para interpretar único, una facilidad para cantar increíble, una energía llamativa que hacía que pudiera cantar una hora seguida mientras bailaba, se desplazaba de uno a otro lado del escenario y aun así llegar a mantener su voz de principio al final. Selena era elegante, distintiva, a tal punto que uno podía llegar a distinguir cuál era el concierto en el que estaba con sólo verla cómo estaba vestida. Selena tenía todo, todo lo que una buena artista tiene que tener. Tenía un poder para comunicarse con el público que hacía que su relación con él fuera personal, de amor, de cariño, fraterno. Pocas artistas lograron eso y por eso Selena será única e irrepetible. Selena merece el aporte de cada uno de los que la amamos para que sigamos su legado, reconozcamos su talento, su obra, para implorarle y gritarle que lo suyo no fue en vano, que valió la pena y que estará siempre en el corazón de todos … Porque pocas artistas como Selena logran semejante muestras de afecto, semejantes nuestras de Amor que se mantienen y extienden con el paso del tiempo … A pesar de su absurdo final y de todo lo desagradable que surgió tras su partida en un momento en el que todo era color de rosa para Selena, la gente mantiene su cariño, su afecto, su recuerdo, su admiración, su respeto. La mejor síntesis de ello es la escena de la película en la que muestra a un par de muchachos que intenta ayudar al bus "Big Bertha" que se había quedado atorado en la ruta. Los muchachos hacían toda clase de esfuerzos para ayudar a la banda. "Deja que cuando se lo cuente a mi hermanita", le decía uno a otro. Llegan hasta romper su auto, pero a ellos no les importa. "Todo sea por Salinas", decían, como explicando que por Selena daban todo a cambio de nada. Es lo que hacemos también nosotros por ella. Por su recuerdo…

Su propia historia, su propia vida hacen que sea Inevitable recordar a Selena encontrándose cantando ante el público a los 8 años. Inevitable pensar cuán difícil fue para ella ser la cara visible de una banda, de mostrarse siempre alegre y dispuesta a agradar siendo tan niña. Inevitable pensar que su vida no fue precisamente color de rosa. Que tuvo muchos padecimientos. Que no pudo vivir una vida normal y aun así sacó todas sus fuerzas para superarse y ganarse el amor de tanta gente. Inevitable pensar en lo corta de su vida … Inevitable no enternecerse con su vida que tendría un destino marcado trágicamente. Inevitable no pensar en lo grande que fue por mérito propio. Inevitable llorar. Inevitable querer volver el tiempo atrás. Inevitable no quererla, recordarla, tributarla, venerarla. Selena terminó ganándose el corazón de todos, pero no tuvo muchas oportunidades de ver la dimensión de su figura. Y es a Selena a quien debemos recordar siempre. Porque antes que nada, Selena fue eso: una mujer, una vida, un sueño, un ser humano con un enorme talento, un carisma increíble, una voz potente y una artista única e irrepetible … Por eso, los que la amamos de verdad la tendremos siempre en nuestros corazones y la recordaremos siempre en cada expresión de afecto, en cada actitud, en cada pensamiento, en cada sentimiento, en cada acto de nuestras vidas...

Selena: En un mundo en el que todo se vende, todo es fugaz, todo es inmediato, en el que uno puede ser famoso sin tener ninguna virtud, yo me detengo un instante para recordarte a ti, para verte a ti, para escucharte a ti y pensar qué distinto hubiese sido todo si tú estuvieras aquí. En un mundo en el que se cree que un talento es medible, yo me acuerdo de todo lo que nos dejaste como legado y qué rápidamente te has partido. Por todo esto, yo sólo quiero que se acuerden de quién eras, de lo que transmitiste en vida. Jamás permitiré que se olviden de ti. Jamás permitiré que tu voz no esté presente. Y siendo que han pasado casi 15 años de tu partida, y de que hoy sólo tendrías casi 39 años, yo quiero que tu legado perdure, porque sé que jamás habrá alguien como tú … Aunque me quede solo en este mundo, yo seguiré gritando por ti, hasta el último aliento … Hasta que mi corazón se una con el tuyo…

Te quiere, te extraña, te añora, te espera, te recuerda, te acompaña…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)