Tengo un recuerdo de ti...

31 de marzo de 2015


20 años sin Selena...



“Puedo escribir los versos más tristes esta noche”, decía Pablo Neruda. “20 años no es nada”, cantaba Carlos Gardel en el tango “Volver”. No sé si hoy querría escribir un texto triste sobre Selena ... Tampoco pienso que 20 años no es nada ... Siento hoy melancolía, nostalgia, pena ... Y es curioso ... Yo no conocí a Selena ... Yo no seguía su música ... Mi música siempre fue y es el rock ... Sólo la conocí 3 años después de su trágica ida de este mundo siguiendo otro episodio triste en mi país como fue la muerte de Gilda ... Y sin embargo, por querer saber más de lo que le había sucedido, terminé sabiendo más de la Selena artista y de la Selena persona ... Y aquí estoy ... Lamentándome porque no esté aquí, que no haya logrado todo lo que se propuso y notar algo que me temía cuando empecé a escribir sobre ella ... El paso del tiempo ... Ese paso del tiempo que de a poco va erosionando los recuerdos, las alegrías, las tristezas, la memoria ... Ese paso del tiempo que va convirtiendo a aquellas personas tan significativas en nuestras vidas en algo lejano, en algo inalcanzable, en algo inanimado ... Selena se fue convirtiendo, muy a nuestro pesar, en ese mito y en esa leyenda tan alejado de ese ser hermoso que iluminaba nuestras vidas con su canto, con su alegría, con sus ganas de vivir ... El paso del tiempo hizo que las nuevas generaciones no pudieran vivir ni sentir los que tuvieron la dicha de compartir directa o indirectamente la vida de Selena ... La sensación y la certeza de que un mundo es posible ... De que se puede vivir con alegría y con optimismo a pesar de tantos pesares ... De que con trabajo, constancia y esfuerzo se puede lograr todo ... Que ser veraz, sincero y auténtico son valores supremos de nuestras vidas ... Que se puede llegar a lo más alto con talento, con discreción, con elegancia, con estilo, con ganas de superarse ... Que las ganas de vivir superan cualquier escollo, cualquier dificultad ... Selena hizo posible que una comunidad fuera feliz con su presencia, con su vida y con sus metas ... Selena estaba presente en la vida cotidiana de todos, y su fama era el triunfo de todos y un mensaje de esperanza inescrutable: “Si Selena puede lograr todo con su trabajo, todos lo podemos lograr”.  Así Selena se hizo un familiar más en la vida de todos los latinos de Estados Unidos, en la vida de los mexicanos, centroamericanos, y de a poquito formaba parte de buena parte de los sudamericanos ... Por eso, y fundamentalmente por eso, Selena pasó a ser alguien tan querido y tan apreciado ... Selena no fue una artista más que sólo era conocida por sus hits ... Selena pasó a convertirse en un ser querido al que todos querían proteger, cuidar y mimar ... Pocas veces sucede esto con un artista ... Tal vez el gran secreto de Selena para lograr tan preciado galardón haya consistido en que se mostró como una más de su comunidad, que vivió sus mismas privaciones, que tuvo sus mismos sueños, que trabajó como cualquiera de ellos ... Selena para llegar a ser famosa y especial sólo tuvo que hacer en el escenario lo mismo que hacía en su vida cotidiana ... Y eso la gente lo supo captar y apreciar ... Lo demás vino solo ... de la mano del talento y de la capacidad de Selena para cantar y para tener un dominio en el escenario que sólo ella podía tener...

Pero después vino ese nefasto 31 de marzo de 1995 ... Y todo quedó trunco ... La vida de Selena, la fama mundial de Selena, los sueños de Selena, la maduración de Selena ... Y con ello quedaron paralizados los sueños, el camino y la alegría de una comunidad entera, que se vieron reflejados en esas manifestaciones de despedida a Selena en Corpus Christi y en los sucesivos homenajes que se le hicieron en su memoria ... Muchos, incluso la misma Familia Quintanilla y los cronistas que cubrieron el funeral y que conocían bien a Selena, se sorprendieron y se emocionaron cuando veían la cantidad de personas que venían de pueblos recónditos para ver por última vez a Selena y que no podían despedirse y volver a sus casas sin verla, aunque ya fuera sin vida ... Siempre me pareció extraño que muchos quisieran ver a Selena así, pero a poco de pensarlo y de revisar mis propias experiencias con la partida de ciertos seres queridos, entendí por qué lo hacían ... Ver a Selena así era verse a sí mismos ... Ver a Selena así era ver sus propios corazones que se iban con ella ... Ver a Selena así hasta desear tocarla era un acto de comunión, de sentimiento, de acercamiento y de vivencia muy personal que sólo podía entenderse con un ser que era algo más que una artista y una adorable persona ... Creo que en aquel acto muchos entendieron que ya Selena no estaría ni con ellos ni en sus vidas, y que con el tiempo Selena sería como aquello que ella misma cantaba en uno de sus grandes éxitos: “Es todo lo que me queda de tu Amor ... Sólo fotos y recuerdos”. Y que por más que todos la recordaran con Amor y la mantuvieran viva en sus corazones, aquellos valores que ella supo dejarles en vida se perderían con la realidad y con el mensaje del inconsciente colectivo que les diría cada día: “Selena fue un sueño, un utópico sueño que en la realidad de este mundo jamás podrá realizarse. Basta con ver lo que le sucedió ... Basta con ver que la asesina está viva y encima sigue hablando barbaridades de ella con total impunidad ... Basta con ver que la única protagonista del hermoso relato de la vida de Selena termina siendo la única víctima de la devenida triste historia...”. Y lo que fue pasando después hasta hoy es la triste confirmación de ese mensaje: el triunfo de artistas que basan su éxito sólo mostrando sus atributos físicos, protagonizando escándalos, hablando mal de los demás, y promoviendo el odio y el rencor, demostrando que no necesariamente hay que ser laborioso para llegar a la fama, que el trabajo no es una virtud, y que decir la verdad y ser sinceros son atributos peligrosos por un mundo gobernado por la mentira y la falsedad. Creo que eso es lo que sintieron aquellos que lloraron a Selena en Corpus Christi, en sus casas o en las ciudades en las que le rindieron su tributo. Todos cantaron: “No me queda más que aguantar bien mi derrota y brindarte felicidad” a la hora de expresar sus sentimientos ante la densa realidad que les tocaba protagonizar...

Yo también tengo esa misma sensación ... Cada día que pasa siento que en todos los ámbitos de mi vida se premian las cosas más deplorables de la conducta humana: el engaño, la viveza, la estafa, la prepotencia, la mentira, la falsedad, el triunfo a cualquier precio y de cualquier manera ... Sin embargo ... Desde que conocí a Selena cambié mi precepción de todo lo que me rodeaba, cambió mi vida, empecé a valorar las pequeñas cosas de cada día ... Pude empezar a sonreír ante la adversidad, pude mantener mis convicciones sin peleas, sin odios, sin frustración ... Pude superar situaciones que en otros momentos me hubiera sido imposible sortear ... Pude comprender que se puede vivir feliz aunque no se pueda lograr ni la media parte de lo que uno ha soñado ... Que se puede estar contento con lo que se tiene ... Que se puede seguir adelante a pesar de todo lo que nos genera bronca, decepción, tristeza ... Y no se trata de poner una sonrisa cuando uno está triste, no se trata de mostrarse feliz si uno se siente desdichado, no se trata de esconder la ira para seguir con optimismo la vida ... No ... No se trata de eso ... Entendí que a pesar de todo se puede seguir el camino y las convicciones de Selena, y ser feliz y sentirse dichoso ... Se puede ... ¡¡Claro que se puede!! ... Yo lo puedo certificar ... Yo conocí después a Selena ... No la pude apreciar en vida, pero ella definitivamente cambió mi vida ... Su talento, su forma de mostrarse, su manera de vivir las cosas, su empuje y sus ganas me llevaron a entender que nada está perdido ... Que se puede ser como se es y llegar al fin del día a la cama, y dormir con alegría y la conciencia tranquila ... Y a no engañarse ... Todos tenemos nuestras furias, nuestras broncas y nuestros enojos ... Selena más de una vez lo reconoció ... Lo importante es superarse con nuestros propios valores, seguir nuestro camino, dejarle al mundo un mensaje de que se puede todo si uno lo quiere lograr más allá de lo que podamos conseguir, más allá de lo que nos pueda pasar ... Eso es lo que nos transmitió Selena, y todo aquel que la ha sabido querer y apreciar sabe, entiende y siente ese mensaje de Amor que nos dejó Selena ... “Sólo quiero que me recuerden con Amor”, llegó a decir Selena y todo aquel que la ha sabido apreciar en su momento, después, o ahora mismo, no hace más que cumplir con aquel deseo Selena ... Ella sólo dio Amor ... Y ella sólo puede recibir Amor de aquellos que la han querido bien...

Pasaron 20 años ... Pasarán muchos más ... Me gustaría que Selena pudiera saber, donde quiera que esté, que hubo alguien en la vida que aún hoy se pregunta cómo es que llegó a estar escribiendo sobre ella, que jamás lo hubiese imaginado y que si eso fue posible es gracias a ella, es mérito enteramente suyo, que siempre le escribe para agradecerle, para decirle que es mejor persona gracias a ella y que su obra no ha sido en vano ... que en 23, casi 24 años, nos dio una lección de vida que si alguna vez la humanidad la aprende y lo pone en práctica este mundo será indefectiblemente otro, mucho mejor y lleno de su Amor, de su talento y de su ejemplo ... Me gustaría saber que Selena está en algún lado sonriendo, y dando más alegría y Amor a toda la gente ... Y me gustaría saber que cuando tenga que dejar este mundo pueda volver a verla y darle un gran abrazo ... Para decirle que ella, sólo ella, es mi emblema, mi estandarte, mi alegría ... Que en este último tramo de mi vida sólo quiero ser como ella ... Que el resto de mi vida será para demostrarle al mundo que su existencia es la mejor prueba de que Dios existe ... Y que a Él le agradezco que haya puesto a Selena en mi camino ... Sólo espero que ella lo sepa y pueda seguir sonriendo ... Porque mientras Selena siga sonriendo, habrá siempre esperanza ... Porque mientras Selena esté en nuestros corazones tendremos la posibilidad de cambiar este mundo ... Y sé que ese ideal triunfará a pesar de todo ... Selena ya lo demostró ... Sólo nos falta a nosotros certificarlo siguiendo su camino, ese hermoso camino que nos ha dejado ... hace 20 años...

Y mientras tanto yo estaré a tu lado, Selena, siempre a tu lado para que ninguno se sienta tan solo...

Te quiere mucho...

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

Han pasado 20 años de aquel día que no quisiera recordar...


Han pasado 20 años ... Lo recuerdo muy bien ... ¡¡Vaya si me acuerdo!! Es increíble que me lo haya guardado para mí y para mi familia lo que me ocurrió aquel 31 de marzo de 1995 ... Es que fue duro y pudo haber sido mucho peor ... Y el hecho de que no muriera aquel día no iba a quitar las secuelas de aquel trauma ... Esa mirada ... Esa mirada de esa mujer cuando íbamos del hospital al Days Inn no la olvidaré jamás ... Nunca ... Como tampoco olvidaré lo que ocurrió en las siguientes horas del día ... Desde ese mismo momento supe que, para seguir adelante como si nada hubiera pasado, debía no pensar en ello, pensar en mí, en mi bienestar, en mi esposo, en mi carrera, en mi familia, en mi futuro que casi, por muy poquito, me lo arrebatan ... Sabía que para llegar a lo más alto en la música, triunfar en mi vocación en el diseño, ser feliz con mi esposo, tener hijos y sentir la alegría de vivir que tuve siempre no debía ni detenerme a pensar en lo que me pasó, no tener piedad por esa mujer, no atender a su familia y apoyarme en mi familia para lograr que aquel incidente pasara casi como un mal trago sin consecuencias, y sin atención en los medios y en la gente más que en lo que sucedió con esa mujer que ya nadie quiere recordar ... Tenía sí que pensar en lo que pudo haber pasado para saber no sólo lo que es el valor de cada minuto en la vida, algo que aprendí desde muy chica cuando me dediqué a cantar, sino el valor de una decisión, de un gesto, de una actitud, de ser precavida, de lo importante que es tomar una decisión a tiempo ... Y eso fue lo que hice y eso me permitió llegar a donde llegué y a disfrutar la vida como siempre, con la misma alegría y con la misma dedicación ... Pero ahora que llegaron los 20 años de aquel suceso, me permito a mí misma abrirme y poder recapitular aquel hecho que lo sepulté en mi conciencia, pero que me persiguió por siempre y que estará conmigo hasta el día en el que deje este mundo ... Ese hecho que puedo permitirme recordar, porque sé que ahora puedo volver el tiempo atrás, y pensar en lo que pasó y en lo que pudo haber ocurrido ... Saber que estuve tan cerca de no poder contar la historia de aquel día tan triste para mí que pudo haber terminado en tragedia, que pudo haber terminado conmigo para siempre...

Esa mirada ... ¿Cómo explicarlo? Veníamos del hospital aquel 31 de marzo ... Yo estaba muy molesta con ella ... No comprendía por qué me hizo ir al motel en el que se alojaba para acompañarla al hospital, porque, según ella, la habían querido violar, para después no querer hacerse revisar ... Salimos de allí y yo no paraba de hacerle preguntas de por qué había hecho eso, qué pretendía lograr con esa actitud ... Ella no paraba de llorar, de lamentarse y de pedirme disculpas ... Yo no entendía ... Yo no la entendía ... Pensé que la situación no daba para más y que debía terminarse en ese mismo momento ... Las cosas estaban claras ... Ella nos había estado engañando y sólo buscaba mi apoyo para evitar que mi padre la sancionara y con ello no poder verme más ... ni manipularme más ... Estaba más que claro ... Cuando subimos al auto dejé de hablarle y sólo esperaba dejarla en el motel para decirle que no la quería ver más ... Y el mejor símbolo de mi decisión era la devolución del anillo que me había regalado ... Durante unos buenos minutos yo permanecí callada al volante decidida en mi cometido ... Pero una vez más fui víctima de su manipulación, y empecé a sentirme incómoda y culpable al notar que ella tampoco me decía nada ... Al pasar un rato empecé a dudar en lo que haría ... Pensé que tal vez sería peor llevar las cosas al extremo y decidí darle una nueva oportunidad ... Aproveché el momento en el que tuve que detenerme por un semáforo que estaba en rojo para decirle lo que sentía, que me había extralimitado, que tal vez estaba un poco nerviosa, que en realidad ... Y ... allí me detuve ... Fue un segundo ... Sólo un segundo ... Noté que ella sonreía ... En realidad no era una sonrisa ... Era una mueca ... Una mueca que denotaba una mirada sórdida y siniestra ... Y esos ojos ... que pasaron de la inocencia a la brutalidad contenida ... Me sentía siendo partícipe de una película de terror, en la que el protagonista se daba cuenta ... tarde ... de que aquella persona en la que confío durante toda su vida resultaba ser ... el diablo mismo ... Fue un segundo, lo juro ... Fue sólo un segundo en el que decidí callarme ... En ese segundo pasaron miles de imágenes ... Desde la más cercana, hacía apenas dos semanas, en la que ella me mostraba un arma, que según ella la había comprado para protección, en una situación parecida a la que estaba viviendo, en la que yo le ratificaba toda mi confianza ante las acusaciones de mi padre, hasta la más lejana, el día en el que apenas un tiempo después de ingresar a nuestro círculo íntimo como presidenta de mi club de fans, había logrado ser declarada Dama de Honor del casamiento de mi hermana Suzette, misma distinción que había tenido yo ... En ese instante vi todo lo que había logrado en tan poco tiempo y cómo logró apartar a gente que le hacía sombra y que podía convertirse en mis personas de extrema confianza ... El último había sido el diseñador Martín Gómez, que dos meses atrás dejó de trabajar en los diseños de Selena Etc., harto de las presiones de esta mujer que no paraba de tener más poder y más cargos por decisión de todos nosotros ... En un segundo me di cuenta de todo y supe que lo peor que podía hacer era demostrarle todo lo que pensaba en ese momento y en decirle todo lo que había decidido ... No ... En ese segundo supe que esa mujer pensaba matarme y que de nada serviría darle otra oportunidad ... Que lo que estaba ocurriendo ese día era obra de su engaño y lo de su violación era todo una mentira ... Una burda mentira ... Me estaba usando ... Me estaba utilizando ... Me hizo ir al Days Inn asegurándose de que iría sola, y me hizo ir al hospital para que hubiera testigos que pudieran testificar que nos vieron juntas y yo con el noble gesto de acompañarla al hospital por sus “dolencias” ... Ahora que sabía que no habría marcha atrás de mi parte y que ya no formaría parte de mi vida, lo único que le quedaba era matarme ... Supongo que debe haber pensado: “Si no gano yo, no ganará nadie. ¡¡No permitiré que ella triunfe sin mí!!”. Y debe haber pensado que si mi padre había osado acusarla, qué mejor que castigarlo matándome a mí, en el que aparte de ser su hija era la apuesta para su triunfo en el negocio de la música ... qué mejor que matarme a mí buscando una coartada perfecta que hiciera pensar que su acto fue un error, un arrebato, un accidente ... Y supongo que debe haber imaginado riéndose de todos nosotros una vez que ella supiera que había logrado matarme y salir libre convenciendo al Jurado que todo fue un accidente, un terrible y desgraciado accidente ... Supongo que en eso debía estar pensando cuando me fulminó con esa mirada y con esa mueca ... En ese segundo en el que me di cuenta de todo y supe que debía hacer algo y pronto para salir de esa situación ... de ese laberinto de muerte que esa mujer tenía preparado para mí...

Luego de ese segundo revelador volví mi mirada hacia el volante y arranqué en cuanto el semáforo se puso en verde ... Ella se me quedó mirando mientras permanecía en silencio ... Las cartas estaban echadas ... Yo tenía que mantenerme firme y no darle ninguna señal, ningún movimiento o actitud sospechosa que le hiciera pensar que iba a hacer algo fuera de lo común, algo que le hiciera pensar que estaba planeando algo, que estaba buscando huir antes de que quisiera eliminarme ... Mi cabeza era una coctelera, pasaban miles de estrategias que desechaba al instante ... Todas me llevaban a tener que hacer algo que llamaría su atención ... Y yo sabía que, ante la “amenaza, ella no dudaría en sacar su arma ... Este era el día que había elegido ella y si el “Plan A” no podía llevarlo a cabo, echaría a rodar el “Plan B” aunque eso la llevara a la cárcel. Ya pensaría en su estrategia para salir en ese caso ... Con lamentos, con llantos, con acusaciones a mi padre, con difamaciones a mí y a toda mi familia ... Ya buscaría la manera ... como en ese mismo instante ... Llegué a la conclusión de que nada podría hacer hasta llegar al Days Inn ... Que lo que fuera a hacer tenía que ser de una manera sorpresiva y sin que ella pudiera reaccionar a tiempo ... Pero también sabía que aquello que decidiera iba a hacer un paliativo ... Que detrás vendría el contraataque y por ello debería asumir las consecuencias ... Que ella estaría enfurecida, y que ya sin necesidad de disimular nada tiraría todo su arsenal contra mí sin pudor y sin piedad ... Jugada por jugada ya nada le importaría, y sabiendo que yo ya daba cuenta de lo que pensaba, me eliminaría sin ahorrarse ninguna munición contra mí ... A medida que iba llegando al Days Inn rogaba con que apareciera un fan, alguien conocido, alguien de mi familia, alguien del cual yo pudiera echarme y salir de allí a las corridas ... Sería la única forma en la que ella se detendría en su impotencia ... al menos en ese momento ... Pero nada de eso ocurrió ... Nadie a la vista ... Y un cielo cada vez más gris que anunciaba una lluvia torrencial en horas ... Llegamos al motel, fui subiendo lentamente por la explanada esperando que pasando por el lobby alguien me detuviera para decirme aunque más no sea que tenía que hacer algo o que estaba en infracción ... Buscaba a alguien del personal que me reconociera y pretendiera algo de mí ... Pero, ¡¡maldita sea, nada de eso ocurrió!! ... No quería mirarla, pero sentía como si estuviera andando bajo las órdenes de ella apuntándome con un arma ... Hasta podía sentir que mantenía su mirada y su mueca diabólica ... Llegamos a la habitación 158 y lentamente estacioné el auto ... Al bajar me limité a caminar a su lado luego de ir un tramo detrás de ella ... Noté que, al mirar constantemente para atrás, ella tenía sospechas de que estuviera tramando mi huida del motel ... Cuando llegamos a la puerta ella tomó las llaves para abrir y supe que ese era el momento ... Le arrebaté las llaves, le pegué un fuerte empujón hacia atrás, entré a la habitación y me encerré ... Y antes de que ella se incorporara y fuera hacia la puerta con el arma en su mano tranqué la puerta con una silla y puse cuanto cosa encontré para reforzar la puerta. Cuando decidí llevar la cama hacía allí lo hice con mi cuerpo en un costado, por temor a que ella disparara hacia la puerta en cuanto quisiera entrar ... En ese segundo de decisión ni pensé en empujarla para salir al lobby o a algún lugar del motel ... Sabría que me perseguiría hasta matarme y en su intento matar a otros ... No podía arriesgarme a ello. Además, pensé que si podía zafar de eso debía ser lo menos escandaloso posible ... Es curioso ... Aun en esa situación límite pensaba en que si me salvaba de ello y de ella, tenía que pensar cómo debían saber de esto los demás, sobre todo mis fans ... En cuanto oí sus gritos y sus pasos hacia la puerta me alejé lo más que pude de ella y levanté el teléfono interno del motel ... Cuando logré que me atendieran, sólo les dije: “¡¡Socorro!! ¡¡Habitación 158!! ¡¡Ella me quiere matar!!” y colgué. Ella había empezado a empujar la puerta y a amenazarme. Yo le dije que no lo hiciera. Que sólo buscaba unos papeles, esos papeles que nunca me entregaría. Y no sé cómo en el medio de los griteríos y de las amenazas llamé al 911. Sabía que no alcanzaría con mis llamados al lobby del motel. Y más cuando empecé a escuchar el primer disparo. Ella estaba tratando de entrar por la fuerza en la habitación mientras que por sus gritos daba cuenta de que tenía paralizados a todos afuera amenazando con que se mataría si intentaban acercarse. Yo sólo me escondí en un rincón y dejé que los del 911 escucharan los ruidos y los gritos ... Apenas les dije lo mismo que a los del lobby ... Sólo que con un susurro desesperado ... “Habitación 158 ... Days Inn ... ¡¡Ella me quiere matar!!” y dejé el teléfono descolgado. Ella ya había perforado la cerradura de la puerta y empezó a empujar para ingresar. Yo atiné a moverme sigilosamente a un costado de la puerta y esperé silenciosamente a que entrara ... No podía esperar a que me ayudaran ... Tal vez nada podrían hacer ... al menos hasta cuando ingresara ... Y ella ya estaba decidida ... “¡¡Ya veras cuando entre, perra!! ¡¡Te voy a matar!!! ¡¡Ya no te darán más ganas de escapar de mí!!”, llegó a gritar mientras hacía el último esfuerzo para derribar la puerta ... En mi desesperación estaba sorprendida de la inusitada fuerza que tenía ... También estaba sorprendida de mi propia concentración ... Sabía que no podía fallar ... Si fallaba, moriría ... Intuí que ella pensaría que estaba escondida en algún lugar lejano de la puerta ... Por eso hice algo temerario pero efectivo para que ella se convenciera de ello ... Como sabía que le faltaba unos minutos más para poder ingresar y ver dónde estaba, corrí rápido hacia la cocina y grité: “¡¡Aquí estoy esperándote!! ¡¡Atrévete si puedes!!”. Y me volví rápido y silenciosamente al costado de la puerta. El escuchar mi voz, se enfureció. Golpeó varias veces la puerta con sus manos y con sus pies, y al ver que poco le faltaba asestó su último golpe con un nuevo disparo ... Si hubiese tenido una carga ilimitada hubiese gastado todo su arsenal en derribar la puerta dejando las últimas 2 o 3 balas reservadas para mí ... Pero no era este el caso ... Ya había usado 3 balas ... Le quedaban otras tres ... Con la tercera bala provocó la caída de la puerta y un griterío afuera que me estremeció aun más ... Cuando ella ingresó, le puse mi pie en su camino provocando que ella cayera con violencia al piso. No opté por salir de allí. Ella me perseguiría, y provocaría mi muerte y otras desgracias ... Opté por ir hacia ella con el objeto de patear su arma y dejarla sin ninguna chance hasta que alguien pudiera socorrerme ... Pero para mi gran sorpresa noté que ella aun con su estrepitosa caída no había soltado el arma, por lo que cuando me acerqué a ella, vi cómo se incorporaba con el arma en su mano con su mueca y sonrisa intactas. Sentí que estaba perdida, pero vi que detrás de ella apareció un policía que me pidió silencio llevándose el índice de su dedo derecho a la boca. Fue otro segundo, esta vez más dramático y decisivo, en el que me quedé tiesa mirándola para que ella no diera cuenta de él. Llegó a decirme: “Llegó tu hora, Selena ... Lo siento”. Y cuando estaba por dispararme mientras yo cerraba los ojos, escuché: “Creo que a usted le llegó la hora, señorita”. Al abrir los ojos vi cómo el policía le había puesto su arma en la cien mientras con la otra mano le quitaba secamente su arma ... Atrás vinieron más policías a arrestarla y llevársela de inmediato ... Yo corrí hacia George, el policía que me había salvado la vida y lo abracé. En el medio de mi sollozo histérico le pedí encarecidamente que no dijera que yo estaba allí, que tratara de evitar el escándalo, que yo testificaría lo que correspondía ... Él lo entendió y me pidió que esperara allí mismo. Fueron 5 minutos de interminable espera en la que no paraba de llorar ... Ahora que había pasado todo había caído definitivamente en la cuenta de lo cerca que estuve de la muerte, de lo miserable que era esa mujer que era más fuerte de lo que yo me imaginaba, pero que esa fuerza era poca al lado de la que debía tener para afrontar el futuro ... George se acercó y me dijo que su jefe le expresó que no había problema, que se encargaría personalmente de la situación, que por lo pronto él y unos policías me sacarían por la puerta de atrás mientras otros mantendrían distraída a la gente esperando que salga la persona a la que esa mujer quiso matar y que para muchos podría ser yo ... La idea en un principio era salir de eso para ver qué se diría después ... Pero tenía que esperar ... Cuando salí de allí a escondidas pude sentir el descontrol de la gente, aterrorizada por lo que había pasado, y no sabiendo cuál era el estado de la persona atacada y si esa persona era yo ... Me llevaron al Departamento de Policía y allí pude encontrarme con toda mi familia ... Ellos habían sido convocados allí una vez que se había resuelto todo ... Después de estar un largo rato a los abrazos con ellos y una vez más agradecer al Señor, a mi valentía y al notar el significado de esa mirada, quedé a disposición del Jefe de Policía, que me dijo con crudeza: “Buscamos ayudarte en lo que sea, Selena. Pero no sé hasta dónde lo podremos hacer. Para que esa mujer esté presa tendrás que declarar, y al hacerlo tendrás que enfrentarte a los medios, a la gente, a los Tribunales. Por ahora ella no sabe de esta situación. Sabe que está perdida. Ahora que todos vimos lo que hizo y que tú lo sabes, ya nada puede hacer. Del mismo modo que será inevitable que tú te tengas que exponer...”. Yo asentí con la mirada. Mi familia así lo entendió también. “De todos modos esperaremos hasta mañana para hacer una declaración oficial. Después de ello estudiaremos los pasos a seguir...”. Estaba por irme con mi familia, pero de pronto alguien alertó al Jefe de Policía de que tenía una importantísima llamada que atender. Al ponerse éste al teléfono nos hizo una seña desesperada de que nos quedemos. Al rato nos dijo: “Sucedió algo terrible. Ella se suicidó ... Cuando estaba por ser encerrada provisoriamente en un calabozo, tomó el arma de una agente, y en un abrir y cerrar de ojos se mató...”. Todos nos quedamos perplejos. Yo no aguante más. Pronto desmayé. Cuando recobré el conocimiento vi que estaba en el hospital. La presión me bajó tanto que me internaron por precaución. Al rato vino mi padre y me explicó lo que estaba pasando: “Hablé con el Jefe de Policía. Dadas las circunstancias, tal vez lo mejor sea que todos crean que esa mujer tuvo un altercado con una ex amiga suya, que por ello la quiso matar y al ser atrapada, sabiendo del escándalo y del perjuicio que te traería, optó por suicidarse. La gente todavía está conmocionada por lo que pasó pero no sabe nada. Siempre temió que tú fueses la víctima. Pero nunca llegaron a verla. Lo que sí saben es que tú estás aquí. Si quieres, podemos decir que eso fue lo que pasó y estás aquí al enterarte de lo sucedido. Creo que es lo mejor para todos, sabiendo lo que realmente sucedió. Pero no quiero hacer nada sin tu aprobación...”. Yo asentí en silencio y mi padre corrió a avisar al Jefe de Policía. Al rato todos sabían “lo que había sucedido” y pronto clamaron por mí en la puerta del hospital. Luego de un día de recuperación saludé por la ventana de la habitación y la gente enloqueció de felicidad. Tal vez no era el final que hubiese deseado, ya que había algo que no era cierto en esa historia. Y había muchas cosas que no se sabían ... Pero era mejor así, era mejor así para todos. Nada de lo que ocurrió aquel 31 de marzo fue bueno. Pero desde el mismo momento en el que entendí que moriría si no hacía algo para evitarlo, supe que las cosas tomarían un rumbo impredecible. Este era el mejor final para que el futuro fuera tal cual lo planeado, para que fuéramos felices todos, para que ese día se conociera como algo que nos paralizó pero que tuvo un final feliz para mí, para la historia de mi gente, para el futuro de todos. No era lo ideal, pero era lo mejor, sobre todo cuando vi a través de la mirada de esa mujer cómo sería aquel 31 de marzo de 1995. Algo terrible y triste para todos, y yo fuera de este mundo ... Era mejor así ... El Señor debe haber querido que pasara por esta prueba para ver si estaba para enfrentar a este mundo que muchas veces dista de nuestros valores, de nuestras visiones, de nuestros ideales. El Señor debe estar contento de que pude demostrar que soy capaz de triunfar y de sobrevivir a un mundo que muchas veces es muy cruel y lleno de traiciones...

Lo que vino después lo saben todos. Luego de triunfar con mi disco en inglés pronto entré al mercado internacional, y sumado a mis giras en Latinoamérica, en pocos años me convertí en un suceso en el mundo y logré que mi raza lograra hacerse conocer como nunca lo había hecho ... Fui aclamada como artista y como diseñadora, y más importante aún, fui para todos un ejemplo a seguir ... Por suerte, pocos me preguntaron por lo sucedido aquel 31 de marzo. Como todo había sucedido antes de mi despegue internacional, esas preguntas quedaron circunscriptas a la comunidad hispana de Estados Unidos, México y en algunos países de América Central. Y como todos sabían de mis ruegos en privado, y por lo tanto que me querían y respetaban, los medios trataron de preguntarme lo básico sin ahondar en detalles ... Y al quedar eso así, los demás casi ni me lo preguntaban. Y ese éxito y ese Amor que me dio la gente con el correr de los años me hizo más fuerte para enfrentar el trauma de aquel día. Y lo fui superando casi sin pensar en ello aunque siempre estuviera presente. Ahora lo puedo contar, porque sé que ya lo pude superar. Mejor que haya sido así y no pensar que a 20 años de aquello todos estuvieran lamentándose de mi suerte y de lo que pude haber sido si no me hubiese sucedido tamaña tragedia. Mejor poder decirle al mundo que todo se puede lograr con Amor, aun con todas las dificultades que se nos presenten, que quedar como el mito y la leyenda de una mujer que pudo haber sido pero que no fue, y que al no ser, ese camino y ese ejemplo jamás se seguirían por más que se respeten. Mejor poder decirle al mundo: “Soy Selena, y aquí estoy viva y presente en el Alma y en el corazón de cada uno para la alegría de una comunidad que sabe que con trabajo, con dedicación, con sacrificio, con talento y con esfuerzo todo se puede”. Con esta declamación podré decirle a la humanidad que valió la pena todo: lo que se hizo, lo que no, lo que hubo que hacer, lo que hubo que decir. Valió la pena. Valió la pena lo que tuve que hacer aquel nefasto pero ya olvidado 31 de marzo de 1995...

(Como siempre digo en estos casos, ojalá las cosas hubiesen sido así en vez de lo que fueron ... Que hoy pudiéramos disfrutar de una Selena feliz y de nosotros ser felices con Selena ... Muchas veces me pregunto si Selena no fue víctima de este mundo cruel que no acepta a la gente tal como es y con valores tan altos que nos permiten afirmar que no hay excusas para hacer de éste un mundo mejor ... Es una pena que este mundo no le haya dado una oportunidad a gente tan extraordinaria como Selena y se la dé a tantos otros, como por ejemplo a esa mujer que le quitó todos sus sueños, sus proyectos, su vida ... Van a ser 20 años, 20 años sin Selena ... 20 años sin su Amor, sin su alegría, sin su energía, sin sus ganas de vivir, sin su talento ... 20 años en la vida de una humanidad que desperdició la oportunidad de vivir feliz para siempre ... Espero que Selena, donde quiera que esté, algún día entienda esta decisión que hizo que nos la quitaran y no le permitieran seguir siendo esa mujer tan encantadora que demostró ser en 23, casi 24 años...)

20 años sin ti, Selena ... Espero que algún día nos sepas entender y perdonar como humanidad...

Te recuerda siempre...


Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)