No te quiero perder, nunca nunca...

 31 de diciembre de 2022



La quimera de la “elaboración del duelo”, Selena…


En psicología se habla de la "elaboración del duelo" a todo aquel proceso que necesita un ser humano para aceptar la partida de este mundo de un ser querido, de alguien que hemos querido en esta vida, de alguien que nos ha llegado en lo más profundo de nuestro corazón. Se supone que cuando salimos de ese proceso, aceptamos esa realidad, volvemos a sonreír, tendremos esperanza y veremos a nuestro ser querido de otra forma, admitiendo que ya no está entre nosotros y recordándolo tal vez con admiración, relatando anécdotas, riéndonos de aquello que nos dejó en vida, viendo lo positivo que ha transmitido, dejando las lágrimas a un lado ... Muchas veces he oído que acaso aquella persona estará alegrando en ese otro mundo del mismo modo que lo hacía aquí y nos consuela pensar que así debe ser, y una sonrisa de satisfacción saldrá de nuestros rostros y una mirada más positiva de la vida se nos presentará en el horizonte...

Pero, ¿qué pasa cuando uno vive en duelo y no puede salir de ello, cuando el dolor está instalado en nuestras almas, cuando nuestros corazones sienten que nos falta algo para sentir esa iluminosidad, ese áurea, esa brillantez, esa sensación de satisfacción cuando uno vive en plena felicidad, con una alegría plena que sólo la tenemos con la presencia de esa persona que se ha ido? Para mí, la partida de Selena significa eso, y nada ni nadie podrá quitármelo de la mente. Se me dirá que hay muchas alternativas para no entrar en la resignación. Se me dirá que la resignación es la manifestación de un nuevo signo, de una nueva vida. Se me dirá, acaso, que hay alternativas que me den el camino para que recupere la alegría perdida, la felicidad que sólo me la daba esa persona ... Sabemos que todo eso es una mentira. Son sólo engaños, un consuelo inútil, un remedio que dura eso, lo que dura un remedio. Pronto volveremos a sentir su ausencia, su alegría de vivir, su voz inconfundible, su sonrisa viva y fresca, y nada nos consolará. Sería inútil engañarme, salvo que viva en la irrealidad...

Cuando uno encuentra a alguien que ama y convive con esa persona, y es feliz con su presencia, a medida que pasa el tiempo aprende y sabe que su felicidad dependerá de que ella viva, esté, conviva, ame, sienta, respire, comprenda junto con uno. Cada día que pasa, cada momento, cada beso, cada mimo, hasta la simple respiración nos es tan esencial que cuando ello no está sabremos que parte de nosotros se ha ido irremediablemente y nada ni nadie podrá suplantarlo. El que ha experimentado aunque sea por un instante el peligro de perder algo que uno ama, quiere, necesita, forma parte de uno, sabe perfectamente lo que ello significa, y cuando se sale de eso no hay nada más que uno valore. Pero nunca es bueno llegar a ese extremo para darse cuenta del valor de una persona. Nunca es bueno experimentar lo poco que se hizo para evitar que aquello que más amamos se nos escurra como arena entre las manos, como agua en nuestros dedos. La impotencia es tremenda, el dolor inmenso y jamás seremos los mismos después de aquello ... Creo que en parte con Selena pasó eso, lamentablemente...

Selena está en mi corazón, en mi vida, en mi sonrisa, en mi llanto, en mis alegrías, en mis tristezas, en cada acto que hago, en cada cosa que realizo. Puedo estar gozando en un parque, puedo estar encerrado en mi trabajo, puedo evadirme con muchas cosas, puedo hablar de miles de temas, puedo sufrir y excitarme con muchas cosas. Pero serán cosas banales. Pronto volveré a pensar en Selena, pensaré en su vida, pensaré en su suerte. Pensaré en lo que fue y en lo que pudo haber sido. Me alegraré y lloraré al mismo tiempo. Pensaré en la alegría que generaría hoy. Pensaré en qué lados estaría y cómo sería reconocida en cada lugar del planeta. Pensaré hasta dónde podría haber llegado. Pensaré en cómo hubiese sido aquel 1995, ese año que Selena dijo que era tan importante para ella y para su grupo. Pensaría en cuál hubiese sido la repercusión de su disco en inglés y cuál sería el inicio de 1996. Pensaría en sus próximos pasos. Pensaría en sus actuaciones y duetos con otros artistas. Pensaría en si seguiría como artista solista o con Los Dinos, o con ambos a la vez. Pensaría en si se volcaría a la música anglosajona o la alternaría con la música latina. Pensaría en sus giras en Sudamérica, en estadios llenos en Estados Unidos y en todo el mundo. Pensaría en una Europa recibiéndola. Pensaría en miles de brazos extendidos ávidos por tocarla, por abrazarla, por decirle cosas. Pensaría en su sonrisa de satisfacción. Pensaría en su alegría. Pensaría en sus momentos de reflexión cuando estuviera sola. Pensaría en su vida, en su felicidad. Pensaría en todo lo que querría hacer. Pensaría en las nuevas ideas que se le ocurrirían. Pensaría en sus diseños nuevos. Pensaría en sus nuevos proyectos. Pensaría en sus nuevas canciones. Pensaría en si sería feliz. Pensaría en su sentir, en lo que pasaría por su mente. Pensaría en cuándo decidiría parar un tiempo para dedicárselo sólo para ella sin ninguna intervención de nadie. Pensaría en verla con aire de puro goce y en esa intimidad que no tuvo por tanto tiempo. Pensaría en verla feliz sentada en su casa mirando con satisfacción su campo, su casa, sus animales. Pensaría en verla feliz con su esposo y con su matrimonio. Pensaría en verla feliz con la satisfacción no sólo de su popularidad sino del deber cumplido, del sueño realizado. Pensaría en Selena viviendo e hiperactiva. Pensaría en Selena siendo un ejemplo de vida para todos. Pensaría en Selena entre nosotros. Pensaría en qué lindo sería tener a Selena ahora, en este momento, en este lugar. Pensaría y desearía saber que Selena está en algún lado. Pensaría en verla a Selena, en definitiva, plenamente feliz. Y eso, sólo eso me haría la persona más dichosa del mundo...

¿Cómo hacer entonces para elaborar el duelo? ¿Cómo hacer para aceptar esta densa realidad? ¿Cómo hacer para aceptar algo tan doloroso si Selena forma parte de mi vida, de mis sueños, de mi energía, de mis ganas de hacer, de proyectar? ¿Cómo hacer si Selena es parte de mi corazón, de mi alma, de mis lágrimas, de mi sonrisa? ¿Cómo hacer para arrancar algo de mí para que ya no me duela más? ¿Cómo hacer, como explicarle a alguien que no puedo hacerlo, que no quiero hacerlo? ¿Cómo hacer para explicarle a alguien que Selena forma parte de mí, que está en cada sentimiento, en cada cosa que realizo, en cada emprendimiento? ¿Cómo hacer para dejar de ser yo mismo? Selena ha tomado mi corazón o mi corazón la ha adoptado. Es lo mismo. Selena es parte de mí y cada cosa que ella haya vivido es parte de mi vida. Cada pensamiento, cada principio que ella ha sostenido es el mío también. Y si ella decía y sostenía que lo imposible siempre es posible, y yo lo pensé y sentí toda mi vida, ¿podré asimilar que ella no estará más, que no volverá? ¿Podré aceptar su final? ¿Podré aceptar un final? No. No puedo hacer el duelo por ella, porque para mí Selena no se ha ido ... Y porque Selena no se irá, ni aunque me vaya yo de este mundo ... Porque Selena está en cada uno de los que la amamos de verdad. Y siempre estará presente. Siempre estará en cada sonrisa nuestra ... y cada vez que cantemos sus canciones, cada vez que pase por nuestras mentes y en nuestros corazones, cada vez que la recordemos, cada vez que la tributemos, cada vez que hagamos algo por ella, cada vez que veamos un concierto suyo, cada vez que nos riamos con ella, cada vez que la lloremos...

Por eso no puedo ni quiero hacer un duelo. Hacerlo es resignarse, abandonarse, abandonarla, sonreír con el llanto en el Alma, consolarse con sentimientos lejanos, abandonarnos en sentimientos que no se condicen con un buen recuerdo de ella. Yo sólo quiero recordarla como si estuviera aquí, como si tuviera la oportunidad de verla y estrechar su mano en agradecimiento por lo que hizo por nosotros, por la huella que dejó en mi corazón. Querría poder ser parte de aquel concierto de Festival Acapulco para hacer algo impensado en mí, y que sólo haría por Selena, que es subirme al escenario, acercarme a ella con timidez y agradecerle, sólo agradecerle, y decirle que por su bien y por el nuestro que se cuide, que se cuide para que la felicidad de todos, y en especial la suya, sea para siempre. Alguien me contó una vez un sueño en el que veía a Selena pidiéndole que no la abandonemos, que la cuidemos, pero por sobre todo que cuidemos a aquellos que tanto la quieren, que tanto hacen por su recuerdo. Cuando pienso en ese sueño, sólo desearía que fuera cierto, que aquello fuera un mensaje de Selena. Que fuera un signo inequívoco de su existencia...

Siempre recuerdo aquella humorada que Selena hizo en aquel video casero que dirigió a sus compañeros de banda y que bien podría ser un mensaje para cualquier admirador de Selena. En aquella oportunidad decía que a ella no le gustaba que le dijeran que era la mejor, porque fundamentalmente no le gustaba que le dijeran la verdad ... "Era un chiste", decía Selena. Todos sabemos que lo decía en serio. También en psicología sabemos que el chiste es una de las manifestaciones de lo que realmente sentimos, de lo que realmente pensamos. Y yo me tomo muy en serio esas palabras de Selena. Todos los días estoy aquí para decirle: "Selena. Tú eres la mejor. Nadie, absolutamente nadie será como tú. Nadie tendrá tu estilo. Nadie podrá cantar tus canciones como tú lo podías hacer. Nadie tendrá tu encanto. Nadie tendrá tu dedicación. Nadie pondrá todo su ser, todo su sentimiento, toda su pasión en cada tema interpretado, en cada acto, en cada proyecto. Nadie, Selena, tendrá tu estilo. Nadie logrará el Amor de mujeres, varones, niños y mayores. Tú eres única e irrepetible, Tú eres inimitable. Nadie podrá reemplazarte. Y yo me encargaré todos los días de que te recuerden como se debe, como querrías: con Amor, con tanto Amor". Y con esas palabras y con ese espíritu yo recuerdo a Selena. Yo sólo quiero ser un medio, un instrumento, para que se la recuerde siempre, para que se la valore siempre, para que esté siempre en los corazones de cada uno de los que la amamos de verdad. Y yo sé que tengo una vida con muchas otras cosas que hacer, pero Selena es parte de mi vida, es parte esencial de mi existencia, es la que le da vida y sentido. Por eso me dedico a ella. Cuidar a Selena es también cuidarme a mí...

Por eso, yo no puedo elaborar un duelo. Es aceptar algo que no está en mí, que no está en mis planes, que no forma parte de mi vida. Puedo cantar "Fotos y recuerdos", pero no voy a vivir a Selena con fotos y recuerdos. Selena no es lo que me queda de un Amor. Selena es parte de mi Amor. Selena no es algo lejano a ser admirado, elogiado. Selena no es un monumento, no es un altar, no es una imagen a ser venerada, no es una remera, no es un disco, no es una canción. Selena es el Amor mismo representado en una persona, es algo tan vivo que estará siempre en mis sentimientos. Selena no sólo es recordada como una gran cantante. No sólo es recordada como una gran persona. No sólo es recordada como una gran artista. Selena es recordada porque nos representa. Selena es parte de nosotros y nosotros somos parte de ella. La recuerda gente tan disímiles y de gustos tan diferentes que eso nos da la dimensión de lo que es para cada uno de nosotros y de lo que ha sido para tanta gente. Es que con Selena todo queda reducido a un idioma, a un lenguaje, a una sensación, a un sentimiento que todos tenemos en nuestras vidas, a un sentimiento que permanece mientras vivamos, a un sentimiento que Selena expresaba como nadie, que vivía como nadie, que cantaba como nadie, que manifestaba como nadie. Y eso, eso es Amor, un idioma único que todos entendemos, que todos sabemos, que no necesitamos traducción y del que Selena era sin duda su mayor exponente...

Por eso, por todo esto que siento, por todo esto que sentimos tanto, es que yo no voy a elaborar ningún duelo, no voy aceptar algo que no siento ... Yo estaré aquí, Selena, para recordarte, que estoy aquí amándote, sonriéndote, extrañándote ... hasta que tú vuelvas aquí, hasta que nuestros corazones vuelvan a unirse físicamente con el tuyo...

Esa es la misión más importante de mi vida...

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

 

Tú eres la única estrella, Selena…


Muchas veces me he preguntado, Selena, qué es lo más importante, que querría que pasara contigo. Es muy tentador, porque por otra parte es cierto que me gustaría que estuvieras aquí para que cantes, para que nos alegres nuestras vidas, para que contigo seamos más felices, para que podamos ir a un concierto para expresar todo lo que te admiramos, lo que te queremos y lo que te apreciamos...

¿Pero no sería egoísta de mi parte desear eso solamente? ¿Acaso eso es lo más importante para ti? ¿Acaso es lo que más querrías que pasara? ¿Estaría pensando en ti o estaría pensando en mí? No, Selena. Ya has tenido bastante. Ya la vida te llevó por este camino sin preguntarte siquiera si era eso lo que querías, más allá de que te gustara cantar, como para que yo ahora te pida que atiendas mi pedido para complacerme...

No, Selena … Yo no quiero ser protagonista de tu historia. Yo no te quiero para mí. Yo sólo te quiero a ti. Yo sólo quiero verte feliz. Yo querría verte aquí cantando, triunfando, contenta con estar diseñando tu ropa y gozosa de que eres Selena por derecho propio, porque eras tú la diferente, la que sobresalía, la persona que generaba la admiración de tanta gente. Y este era el premio que justamente habías obtenido. Ese premio estabas obteniendo e ibas por más. Ibas por la conquista de todo el mundo, ese mundo que se arrodillaba a tus pies, que reverenciaba a la nueva estrella, a la única estrella, hasta que ocurrió lo que nadie imaginaba y estaba cerca, tan cerca. Hoy día uno entiende que en aquel tiempo no había manera de que imaginaran que esa mujer que te quitó los sueños era una psicópata. Solo así se explica que ante señales tan evidentes en ese terrible marzo de 1995 no imaginaran el peor escenario ni tomaran mayores medidas de prevención. Pero aun así debieron haberse alejado más de esa mujer. Pero si ni tú, Selena, lo habías hecho… Y eso … Eso es algo difícil de comprender. Por eso a tu familia le cuesta aun hoy poder contar tus últimas dos semanas en este mundo...

En la vida para llegar muchas veces hay que hacer concesiones. Y tú lo habías hecho, como todos nosotros, pero desde muy, muy chica. Te gustaba cantar, pero a los 8 años accediste a ese sueño un tanto extremo de tu padre porque en tu interior sabías que lo lograrías, que tu talento podía con todo, que tu carisma acaparaba la atención de todos, y que ese triunfo, ese nombre que te iba a dar ese reconocimiento te serviría de plataforma para llegar a tu gran sueño … ser diseñadora, ser alguien importante por propia presencia. En tu cabecita, en tu Alma, en el corazón de niña cuando se refugia en la soledad de un jardín a la noche bajo un árbol rondaba el mismo sueño: “Cuando sea grande todo el mundo hablará de mí y sabrá quién soy. Todos sabrán hasta dónde puedo llegar, todos cantarán mis canciones y todos lucirán mis diseños”.

Cuando uno te recuerda, cuando uno te escribe, cuando uno intenta en todas sus manifestaciones alabarte por todo lo que has significado como artista, uno no puede olvidar de lo que eras como persona y cuáles eran tus necesidades, tus alegrías, tus miedos, tus tristezas, tus anhelos, tus pesadillas, tus deseos. Muchas veces hubo gente que ha visto de ti la realización de sus sueños propios. Y si veían eso en ti era porque te veían como un igual. Veían en ti a una más de ellos que lo había logrado. No te veían como una artista que se la había creído, que pensaba que ella era la importante y que le daba la espalda al público ahora que era famosa. Veía en ti a la niña humilde que se paraba en el escenario para ser ... lo que hacía cualquier persona común y corriente en un escenario. Eso sí, con un talento que no lo tenían todos. Eso te hacía diferente. Tú eras una artista que expresaba naturalidad, no hacías culto ni de la grandilocuencia ni de la artificialidad. La imponencia de tu figura era lo que acaparaba la atención. Nada más y nada menos...

Por eso, cuando uno sabe todos los sacrificios que has tenido que hacer para llegar a lo más alto, uno no puede ser tan egoísta. Y por ello cada vez que te recuerdo, Selena, siempre tengo en cuenta a esa pequeña niña que muchas veces en su vida ha estado muy sola y que en la soledad construyó ese sueño llamado Selena ... Y que sola estabas cuando ese sueño se esfumó ... Eso tampoco me lo puedo olvidar...

Nunca me olvido y siempre recuerdo, Selena, que la única protagonista eres tú. Muchos han contribuido para que fueras la gran artista en la que te habías convertido. Pero fuiste tú la que puso el cuerpo y el Alma para que el sueño de todos se cumpliera. Nadie ha hecho lo que tú lograste en 23, casi 24 años. Nadie ha tenido tanto Amor para dar. Nadie dio todo a cambio de nada. Nadie expresaba las canciones como las interpretabas tú. Nadie tenía ese carisma, esa pasión, esa personalidad, ese talento que todos hemos visto y apreciado. Tú te has ganado la fama, tú y sólo tú has logrado generar ese sentimiento que pocos artistas logran. Por eso sigues generando en la gente la misma sensación que en tus comienzos … Y eso solo se logra con talento, pero también con mucha pasión...

Por ello, al evocarte Selena no quiero pedirte nada, no quiero ser yo el protagonista de tu historia, no quiero que se recuerde mi nombre al evocarte. Sólo mi nombre sirve para expresar mi orgullo de admirarte, de quererte, de apreciarte. Para que se sepa que soy uno de los que te quiere, uno de los que está dispuesto a recordarte con todo su corazón. Para que el mundo sepa lo que fuiste como artista y como persona. Y siempre me dio placer y un orgullo enorme cuando he visto a través del tiempo que a través de mí han logrado conocerte y admirarte. Siempre a todos ellos les digo lo mismo: "Todo lo que me dicen a mí es un regalo para Selena. Todo lo que me expresan a mí es un mimo, una caricia, un abrazo, un beso para ella". Porque todo lo lindo que recibo por evocarte sólo tiene una destinataria: Tú, Selena. Porque tú lo lograste, no yo. Tú lo has logrado todo y tú mereces ese reconocimiento...

Para recordarte Selena con Amor hay que saber desprenderse de todo. Porque nada material tendrá el valor de tu persona. Ni todo el oro del mundo podrá traerte aquí ni el recuerdo de tu persona tiene un precio. Todos al evocarte tendrían que hacer como tú: dar todo a cambio de nada, dar Amor, ser talentosa, transparente, trabajadora, responsable, pertinaz, superadora, auténtica, bondadosa. El día que todos hagamos eso, se te brindará el verdadero homenaje, con sólo contigo como protagonista y recibiendo el Amor de todos nosotros...

Por eso Selena, puedo estar aquí, puedo estar con mucha gente, puedo estar acompañado, puedo estar solo, puedo estar en uno u otro lado pero siempre estaré para recordarte, para quererte, para admirarte, para darte lo que te merecías que se te ofreciera siempre, para escribirte lo que deberías estar leyendo ahora mismo...

Y sabes, Selena, aunque estuviera sólo en el mundo, aunque no tuviera a nadie a mi alrededor, aunque no tuviera el consuelo de nadie, aunque nadie me acompañare, yo siempre estaré aquí para darte todo mi afecto, todo mi cariño, todo mi Amor, para gritar a viva voz por tu nombre, para que sepas que jamás olvidaré tu arte, para que sepas que jamás olvidaré lo que fuiste como persona, para que sepas que jamás estarás sola...

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

Es al que le hago cartas noche y día que no puedo entregar...

30 de noviembre de 2022


 

Siempre estaremos aquí para acompañarte, Selena, siendo como tú…

Si hay algo que un artista ambiciona en su vida es ser querido. Podrá ser famoso, podrá ganar millones, pero si no tiene el Amor de su gente, si el público no le retribuye lo que ofrece, si no lo saluda al cruzársele con él en la calle de nada servirá la fama o el dinero obtenido. Algo habrá fallado, pensará, y seguramente se encerrará en su cuarto a llorar su soledad, a llorar por el sentimiento no correspondido...

Selena tenía ese miedo, ese temor de no dar lo suficiente, de no generar el suficiente Amor que luego le fuera correspondido. Y ese temor, tal vez, la impulsó a dar todo de sí, para que su público se fuera satisfecho, para que la gente la quisiera y se lo expresara en cada presentación...

Acaso Selena nunca sepa cuánto Amor había generado. No porque no la haya visto o sentido, sino que tal vez no haya sabido hasta dónde llegó su Amor. Ojalá pudiera advertirlo. Ojalá viera donde quiera que esté todas las muestras de Amor que mucha gente le da en todo el mundo. Ojalá Selena supiera que mucha gente se ha quedado vacía desde su partida. Que mucha gente le dedica toda su vida a su recuerdo...

Aún hoy sorprende cómo se recuerda a Selena. La aparición de su serie en Netflix o el disco nuevo de remixes que se ha editado hace poco, y que ha generado récords de venta y de vistas, demuestra su vigencia y los sentimientos que genera. Es increíble ver cómo artistas famosos la siguen recordando y tributando. Y más aún cómo su obra, su figura y su estilo se siguen imitando y siguiendo. Lo cierto es que la emoción que generaba Selena no lo ha brindado nadie, pues simplemente nadie puede ser como Selena. Viendo cada tributo y cada homenaje me doy cuenta de cómo se extraña a Selena, que vacío hay en la música, qué distinto es el mundo sin ella, que cuando alguien brinda tanto Amor, cuando ese Amor hace emocionar al público, cuando ese público se siente tan importante con una artista que es capaz de saludarlos personalmente, de hacerlos sentir partícipes del espectáculo, su ausencia se hace triste, intolerable, inadmisible, inaceptable. Sólo buscamos reparar algo de lo enormemente perdido. El mundo de la música se perdió una gran artista. La gente perdió una hermana que les daba lo que necesitaba: Amor.

Siento que las vidas de todos los que amamos a Selena tienen dos etapas: antes y después de conocerla. Cuando conocemos a Selena, cuando sabemos de su vida artística y personal, cuando nos consustanciamos con semejante artista, todas nuestras vidas se dedican para recordarla ... una y otra vez. No importa lo que estábamos haciendo hasta ese momento. No importa qué artistas nos gustaban. Todo pasa a ser secundario. Es que entramos al Mundo de Selena y nadie nos quitará de allí. Y sin que ella nos lo pida, sin que su familia lo pida, sin que nadie nos obligue, sentiremos la necesidad no sólo de escucharla, de admirarla, de quererla. También sentiremos la necesidad de difundir su obra, de que todo el mundo sepa quién era Selena, quién era esa persona que nos robó el corazón y que nunca le reclamaríamos que nos lo devolviera. Más bien le pediríamos que se quede con él para siempre...

El solo saber cuánto tenía para dar Selena nos hace sentir que debemos hacer algo por aquello. Que no nos podemos quedar con los brazos cruzados. Que aunque nos duela, tenemos que saber y admitir que hubo un 31 de marzo, y que desde ese nefasto y lluvioso día algo se perdió. Quedó un vacío imposible de llenar, pero que de ninguna manera eso nos va a provocar resignación. No podríamos abandonar a Selena. No podríamos quedarnos en nuestras casas tranquilos sin hacer algo por ella. No podríamos no devolverle algo del Amor que ella nos ha brindado. No podríamos ver que el paso del tiempo nos va distanciando a Selena de nosotros. No podríamos dejarla sola una vez más. No podríamos no hacer algo para ver su sueño cumplido. No podríamos vivir serenos si acaso sentimos que Selena se nos ha ido tan triste, tan sola y con toda la ingratitud como respuesta a tanto cariño ofrecido...

Selena dejó un vacío imposible de llenar, pero dejó tanto Amor en la gente que ésta no puede enterrar ese Amor, no puede olvidarlo, no puede ignorarlo, no puede cambiarlo. Tantos sueños, tantos anhelos, tanto esfuerzo, tanto Amor, tanta dedicación no fueron en vano. Tuvieron un propósito. Y ese propósito se ve expresado en la gente que desde cualquier lugar en el mundo le expresa toda clase de cariño, que atesora cualquier objeto relacionado con Selena como si fuera oro. Es la misma gente que sueña con ir a visitarla en su gravesite, que desea ir al Mirador, a su antigua casa, al museo, a cuanto lugar haya pasado ella y haya dejado su impronta, su huella, esa huella que está en el corazón de cada uno de los que la amamos...

Si hay algo que desearía en mi vida es que cada habitante del planeta tuviera la oportunidad de ver todas las presentaciones de Selena en vivo y de escuchar todas sus canciones sólo para que se pueda difundir su obra en todo el mundo. Me hubiese gustado que el sueño de Selena cristalizado en “Selena Etc.” continuara de alguna manera para que el nombre Selena estuviera presente en cada creación, pues sería un modo de cumplir con su gran sueño personal. Todo supervisado por su familia pero todo en acción y en estado presente. Me resultan muy gratificantes los últimos recuerdos que se han hecho de Selena. Porque se han renovado y porque se buscó resaltar no sólo a la artista sino a la persona. Pero creo que se puede lograr esto que pregono, y por lo que tanto sueño y tanto lucho… Es un fin noble y todo lo referente a Selena se puede alcanzar, más si está hecho con Amor. Nada es imposible. Todos podemos cumplir con nuestros más anhelados sueños ... Y más si se trata de Selena...

La tristeza que tenemos por la ausencia de Selena no tiene palabras, no tiene dimensión, pues todos nos sentimos identificados con aquella joven y talentosa artista, que no es sólo eso: es nuestra hermana a quien tanto queremos, a quien tanto extrañamos. Por eso la seguimos esperando, la seguimos queriendo, la seguimos evocando. No podemos ser indiferentes ante una persona por quien seguimos llorándola como si se nos hubiese ido nuestro ser más querido, nuestra persona más amada. Selena fue nosotros en el escenario y nosotros somos ella en el recuerdo. Y en ese recuerdo no basta con que digamos que era la mejor. Debemos demostrarle que es la mejor. Que sienta, donde quiera que esté, que será siempre querida, que nunca será olvidada pues está en los corazones de cada uno de los que la aman de verdad ... Que no podemos sentir resignación ni bajar los brazos. Que todo esfuerzo es por y para Selena, para que le podamos sacar una sonrisa, para que sepa que siempre estará acompañada...

Por eso también me es inevitable evocar nuevamente dos momentos de aquel memorable concierto de Selena el 26 de febrero de 1995: uno de ellos fue el de su entrada al Houston Astrodome ... Luego de una pequeña entrevista, Selena supo que ese era el momento. Ella se incorporó y lentamente se dirigió al carruaje que la llevaría al escenario. Podía escucharse el griterío, el amor, la devoción, la actitud incondicional de la gente. Podía oírlos, podía percibir lo grande que empezaba a ser. Atrás quedaría la niña que cantaba en restaurantes, la adolescente que empezaba a despuntar en el Show de Johnny Canales, la muchacha que a los 16 años ganaba su primer Tejano Award a la mejor cantante, la joven de 18 años que era contratada por la EMI Latin. Ahora era Selena, la misma que había ganado un Grammy a los 22 años, la figura de diferentes marcas comerciales, la misma que encabezaba fundaciones para que los chicos se integraran en los colegios, la artista que en plena Texas en los años 90 encabezaba las campañas contra la violencia contra las mujeres. Selena era ahora una megaestrella, la misma que había logrado llegar a tener, en un recorrido difícil de explicar y de imitar, un éxito increíble. Y todo gracias a ella, a su voz, a su personalidad, a su imagen impresionante, a su talento, a su lucha, a su tenacidad. En un punto sabía que era popular desde hacía tiempo, pero ese día se daría cuenta de que las cosas no iban a ser lo mismo. Que más allá del camino que ella quisiera hacer, ya nada volvería a ser lo que era. Que ella no podía retrotraer o desandar el camino. Ya estaba en el corazón de la gente. Esas 65.000 personas la venían a ver a ella y estaban dispuestas a seguirla a todas partes. 2 años atrás en el mismo estadio y ante 57.000 personas Selena se dirigía a su público de Houston. Ahora con 10.000 personas más saludaba a Houston y "a nuestros hermanos de México". Selena sabía de dónde venía su público, cuántos eran y qué esperaban de ella. Selena no los iba a defraudar. Selena sabía que ese concierto era el resultado de muchos años. Era el pasado, el presente y el futuro. Se venía un disco en inglés en breve. Se venían muchos conciertos que abarcaban desde Estados Unidos hasta la Argentina. Lo cierto es que estaba allí en el Astrodome. Y Selena estaba dispuesta a enfrentar ese show con el mismo profesionalismo de siempre. Con la misma dedicación. Con el mismo respeto. Pero en cuanto las puertas del estadio se abrieron en su cara, sabía que no había vuelta atrás. Se abrían las puertas a la consagración. Y hacía allí iba a afrontar las consecuencias, pero sabiendo que nacía una estrella y lo estaba viviendo como nunca en esa noche del Astrodome...

El otro momento fue cuando al final de dicho concierto cantó "Como la Flor"... Selena diría que cantaría una canción que fuera el primer éxito para la banda, tanto en Estados Unidos como en México. Y comenzaría con una introducción que comenzó a hacerlo allá en Monterrey en 1992 y que lo haría por siempre. En el medio de ella, cuando canta "Yo sé perder...", retuvo su voz esperando la reacción y el cántico de la gente. Éste comenzó a gritar vitoriándola. Ella contemplaba a la gente en el estadio conmoviéndose por el público hasta que encuentra en su mirada a una de las cámaras de televisión que la enfocaba en primer plano. Entonces ella se ríe y alza su mano en señal de saludo. La imagen es vista por el público asistente y renueva su júbilo. Será una imagen que les quedará por siempre en sus retinas. Selena retiene el canto, mira previamente a uno y otro lado de las tribunas, a uno y otro lado del escenario, canta "pero...", vuelve a mirar, sonríe y canta "Ay, cómo me duele". La gente delira y ella prosigue con la canción. Selena se movía para uno y otro lado, bailará, cantará, arengará a la gente nombrando a Houston, Texas, y a "todos nuestros hermanos de México". Agradecerá a todos por "haber hecho esta noche posible", anunciará que han quebrado un nuevo récord de asistencia de público y dirá aquellas palabras tan recordadas: "Mil abrazos y mil besotes a cada uno de ustedes. Cuídense muchísimo y nos veremos muy pronto. Hasta luego. Chau. ¡¡Buenas noches. Gracias!!". Ella volverá a agradecer a Houston, a su público, y se retirará del escenario. Luego, se subirá al auto que la hará recorrer todo el estadio para saludar a cada tribuna. Otra vez un grupo de tejanos la retirarán cuidadosamente del escenario, la ayudarán a sentarse, le darán una toalla para secarse y echarán a andar el auto. Selena agradecerá y comenzará a saludar a su público. Selena pasó acaso por todas las emociones: el júbilo, el saludo afectuoso, la arenga como diciendo "¿Qué quieren, eh? ¿Qué más quieren?", el agite de manos rápido para enfatizar su saludo, la mirada alegre y melancólica, la emoción por semejante despedida que le hace tirar la toalla al público para que alguien la tenga como recuerdo, el saludo interminable, el griterío incesante. Todo llega a un punto en el que la gente no desea que eso termine. Son esos momentos en los que la comunión entre el público y el artista es grande y fuerte. La emoción que genera Selena al público y éste a ella se representa en gran medida en ese instante. Selena llega a la entrada. Procede a despedirse definitivamente. La ayudan a bajar al campo del Astrodome y a retirarse, pero la emoción hace que hasta último momento ella salude, y aun cuando está retirándose, asoma su cabeza para seguir saludando hasta el último espectador. Era un momento increíble generado por un espectáculo impresionante, potenciado por ese Amor declarado entre Selena y su público. Con el tiempo esta sensación obviamente se potenciará más y más, más allá de que Selena hiciera otras presentaciones...

Son estos los momentos que tenemos nosotros en nuestros recuerdos y en nuestros corazones. Esta comunión de Amor entre Selena y su público jamás se borrará, nadie lo podrá impedir. Por eso estamos aquí, seamos de Estados Unidos, de México o de cualquier país. Hablemos español o inglés. Nos guste un estilo de música u otro... Estamos por el Amor de Selena y porque para nosotros nunca se ha ido. Y sabemos con total certeza de que algún día nos encontraremos con Selena para decirle todo lo que sentimos por ella con el corazón abierto, con el mismo corazón con el que le expresamos todo nuestro Amor... Y para demostrarle a Selena que se puede ir a dormir tranquila porque su gente la ama y tiene lo que muy pocos artistas pueden lograr: el cariño de su público, ese que la mantiene viva... en sus corazones...

Mientras ese sentimiento este presente, Selena no se irá jamás. Y nunca se irá porque nació de ella misma y prosigue en el corazón de cada uno que la quiere de verdad. Es muy difícil de entender para algunos, seguramente… Sólo se trata de Amor. Amor de verdad. Amor que se siente, que se vive, que perdura. “Siempre seré tu primer Amor”, cantaba Selena con los Barrio Boyzz en el tema “Donde quieras que estés”... Así lo es. Selena es nuestro primer Amor y nuestro único Amor…

Por eso, Selena, donde quieras que estés, sabes que siempre habrá alguien que te recuerde con Amor. Te recuerde con respeto. Te recuerde de la mejor manera: siendo como tú…

Siempre será la mejor manera de tributarte…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

 

¡¡No vayas allí, Selena!!


¡¡Hey, Selena!! ¡¡No vayas!! ¡¡Te lo pido por favor!! ¡¡No vayas!! ¡¡Te lo ruego!! Ya sé. Te preguntarás quién soy. Te preguntarás quién es esa persona que intenta, con mezcla de un mal inglés y un español con acento extraño, detenerte en tu casa y presta a marcharte en tu auto. Te preguntarás si soy un asaltante o un loco. ¡¡Pero eso no importa, Selena!! Mira, Selena. ¡¡No tengo nada!! ¡¡Sólo mi desesperación!! No quiero molestarte. No quiero perjudicarte. Sólo quiero que no vayas a donde piensas ir. No lo intentes. No me hagas hablar, porque no puedo. Sólo vengo a advertirte. Sólo vengo a que reflexiones. Sólo vengo a que no hagas algo del cual te arrepentirás. Algo del cual nos lamentaremos todos…

Selena. Sólo quiero que medites. Sólo quiero que pienses en lo que más deseas. Sólo quiero que pienses en todo lo que te costó llegar hasta aquí. Sólo quiero que reflexiones en todo lo que has luchado para ser la gran artista que eres. Piensa en toda la gente que te quiere, que te adora, que es capaz de manifestarte toda clase de cariño, que es capaz de dar todo por ti. Piensa en cómo te recibieron hace un mes en el Astrodome. Piensa en cómo te sentiste aquel día. Piensa en todas las imágenes que se te cruzaron por tu mente al ver semejante recibimiento. Piensa en lo que tú representas para esa gente. Piensa en lo grande que eres, en la megaestrella en la que te has convertido. En el ejemplo que eres para toda una generación, para toda una raza, para todo un género. Reflexiona en lo que te quieren niños, varones y mujeres. Piensa en que tu figura es lo suficientemente grande como para no ocuparse de pequeñas cosas, de pedidos histéricos de gente que no te quiere, que sólo necesita de ti para sentirse alguien. No le hagas caso. ¡¡Hazte valer!! Tú eres Selena, a ti te quieren, la gente sólo piensa en ti. La gente tiene puestas sus esperanzas en ti. La gente se ve reflejada en ti...

¡¡No vayas, Selena!! ¿Acaso no recuerdas que estás preparando un disco en inglés? ¿Acaso no era el sueño de tu vida? ¿Acaso no hacía años que estabas esperando este momento? ¿Recuerdas lo que tú dijiste cuando terminaste de interpretar "Where did the feeling go?" en el concierto de San Antonio cuatro años atrás? ¿Recuerdas que dijiste que esa interpretación era para el futuro disco en inglés? ¿Recuerdas los demos que le dejaste a José Behar, presidente de la Emi Latin, para que los guardara para ese soñado disco? ¿Recuerdas todas las veces que dijiste en tantos programas de televisión que estabas preparando ese disco? Entonces, ¿qué haces que no estás grabándolo? ¡¡Tiene que salir en cuatro meses!! ¿Y cómo es que sólo has grabado un par de canciones hasta aquí? ¿Que cómo lo sé? Digamos que alguien me lo dijo. Pasé hace un rato por q-productions pensando en que estabas allí, y como no vi a nadie, la recepcionista, al ver mi cara de desesperación, me contó en qué andaban las cosas... Tal vez me digas que estás dudando ahora de ese disco. Que terminar de hacerlo implicará una gira y con ella el alejamiento de tu familia. Tal vez no te convenza no tener a tus hermanos y a tu esposo a tu lado. Tal vez tengas miedo de tocar con otros músicos. Tal vez piensas que te estás traicionando pues a Chris le habías pedido no alejarse para hacer su propia banda de rock; que si lo hiciera deberían separarse pues no compartirían los mismos objetivos, los mismos sueños. Dedicarte a este disco sería lo mismo que le impediste a Chris, piensas ahora. Entonces, ¿no deberías quedarte en casa y hablarlo con él? Y si alguna vez lo hiciste fue porque él te pregunto. ¿Y qué le contestaste? Sí, ya lo sé. No puedes volver el tiempo atrás. Bueno … Uno nunca sabe… ¿Por qué no lo meditas y lo hablas ya? ¿No crees que debes resolver cosas más importantes que dedicarte a los caprichos de los demás? ¡¡Por favor, no vayas allí!! Y no me vulevas a preguntar cómo sé todo esto…

Piensa Selena, piensa en lo grande que serás. Piensa en que te harás conocer en el mercado anglosajón, un mercado cuya gente ya te conoce... ¿Recuerdas que hace unos meses en el programa "En vivo", de Ricardo Rocha, te dijeron que de las 200 personas más populares de los Estados Unidos, sólo dos eran latinos, y tú eras uno de ellos junto con Luis Miguel? Piensa Selena, eres una realidad. Sólo falta que el mundo te conozca. Te falta que vayas al resto de América latina. ¡¡Te falta que países como el mío te conozca, Selena ... ¡¡Que aprecien tu talento!! Sí, Selena, soy de Argentina. ¿Te acuerdas que prometiste ir allí? Me dirás qué hago yo aquí. Sólo puedo decirte que no quiero ser uno de los pocos que te conozca de mi país. ¡¡Vine a decirte que te admiro y que quiero que toda Sudamérica aprecie tu increíble talento y no que te recuerden por otras cosas…

Sé que me estás preguntando qué es todo lo que sé, por qué se supone que yo sé a dónde vas y qué harás. Créeme que jamás me metería en tu vida. Tu vida te pertenece y yo no soy quién para meterme en ella. Yo sólo quiero hablar de tu vida artística. Yo no quiero hablar de tu vida privada. Yo no quiero que se metan en ella, ni que nadie se inmiscuya. Ni que hablen impunemente de lo más preciado y privado de cada persona. Y justamente por ello estoy aquí ... ¡¡Porque esto es una emergencia, Selena!! Pero no puedo decirte nada. Sólo puedo hacerte reflexionar, pensar. Tú eres la dueña de tus actos. Yo sólo quiero que sepas quién eres para tanta gente. Y sólo quiero que sigan evocando tu nombre por lo que representas como artista y como persona para tanta gente, esa misma gente que te espera mañana en Los Ángeles. ¿Recuerdas, Selena? ¡¡Es mañana!! ¿Has pensado en ello? ¿Sabes la gente que hace tiempo que compró su ticket sólo para verte y apreciarte? ¿Sabes la expectativa que hay ante tu presencia mañana? ¿Lo has pensado? ¿Lo has meditado? ¿Te has olvidado? Sé que no. Sé que estás ocupada. Sé que has tenido muchos compromisos. Sé que tu actividad no se ha quedado en tu extraordinario concierto en el Astrodome. Sé que has dado conciertos en Miami y en Chicago. Sé que hace poquito has estado en el colegio de los Spurs dando un concierto por esa campaña que tú encabezas en la que se pide la vuelta de los niños al colegio. ¿Que cómo lo sé? Selena: tú estás en boca de todos. Todos hablan de ti. Todos te quieren a ti. Todos te consideran una hermana, esa hermana tan querida que llegó al éxito, esa hermana que le va bien, esa hermana que estará mañana en Los Ángeles para deslumbrarlos una vez más. Recuerda que en el Astrodome vino a verte alguien de esa ciudad. Esa persona ganó un concurso en el programa "Onda Max", ¡¡y la persona que había enviado la carta para el concurso era su esposa!! Ella sabía que su marido te amaba y quería verlo feliz yendo a verte. Piensa en él, que seguramente te estará esperando allí, como tantos como él, y de tantas mujeres que son como su esposa... Piensa en toda la gente que realmente te ama, que da todo por ti a cambio de nada. ¡¡Por eso no vayas, por favor!! Nada bueno obtendrás de allí...

No, Selena, no puedo decirte todo… ¡¡Lo echaría a perder en su totalidad!! Vine hasta aquí, porque fue mi último, mi único recurso. No creas que es fácil para mí. Pues yo no quiero ser desagradable contigo. No quiero hacer el papel de malo. No importa si empiezo a ser un estorbo para ti. No importa si este ser extraño insólitamente te detiene sin motivo y sin razón. No importa si tengo que exponerme ante ti de esta manera. Pero aquí tú eres la única importante. Y por ti daría lo que sea para verte bien, feliz, dichosa de la vida, esa vida que comienzas a vivir con plenitud ahora, esa vida que empiezas a gozar después de tantos sacrificios. Y no permitiré que alguien te lo quite, que alguien te lo impida. Sí, Selena, yo sé que piensas que nadie desearía algo así. ¿Pero sabes Selena? Ustedes los Quintanilla son ir muy de frente ante las cosas. Ustedes no tienen problemas de decir lo que sienten, de expresar abiertamente lo que les pasa, lo que desean, lo que piensan. Sé que la vida con tantas complicaciones, con tantos problemas, con tantas privaciones los hizo fuertes, y los hizo enfrentarse y poner la cara ante todas las dificultades que se les presentaron. ¿Pero sabes qué, Selena? No todos los grandes problemas, los grandes peligros tienen una sola cara, una sola imagen. Aunque nosotros veamos una sola cara de la luna, no quiere decir que no haya otra cara que nosotros no vemos, que no haya otra cara que existe y que se representa ante nosotros de otra forma ... Pero, ¿por qué te digo esto, Selena? Porque hay gente muy peligrosa, que no se manifiesta como tal, que no dice las cosas que piensa como tú y tu familia suelen hacer. Es más. Mucha gente de este tipo hasta suele ofrecer su hombro con el fin de que uno apoye su cabeza para que con lágrimas y con el Alma abierta manifieste todo lo que le preocupa, todos sus sentimientos, las alegrías y las tristezas. ¡¡Todo!! ¿Y sabes qué, Selena? Mientras tú dices todo, ellos no dicen nada. Ellos conocen todo de ti y tú nada de ellos. Por eso, ¡¡ten cuidado de esa gente, Selena!! Esa gente es capaz de cualquier cosa. ¡¡Son más peligrosos de lo que tú crees!! ... ¿Qué si me estoy refiriendo a alguien en particular? ¿Que si tú has tenido esa experiencia? Sólo tú lo sabes, Selena. Yo sólo puedo advertírtelo...

¿Acaso Selena has olvidado tu gran sueño? ¿Acaso no has inaugurado aquí en Corpus Christi Selena Etc.? ¿Acaso no has inaugurado otra tienda en San Antonio? ¿Acaso no piensas inaugurar otras sucursales en Monterrey y en México DF? ¿Acaso no es el sueño de tantos años? ¿Acaso no quisiste esperar a ser muy famosa para dedicarte a este negocio, como lo hacen tantos otros artistas? ¿Acaso no es tu gran pasión personal? ¿Acaso no quisiste llegar a lo más alto en tu vida artística para consumar este sueño personal? ¿Qué haces que no estás allí para que ese sueño tuyo, Selena, se haga realidad? ¿Por qué no lo supervisas personalmente? Si quieres grabar con fuego tu nombre a través de tus creaciones, ¿por qué no te veo en cabeza de ese proyecto? Que tu padre dirija tu carrera musical, que tu hermano A.B. dirija tu música. Y tú dirige tu propio proyecto. Es tu vida, es tu sueño, es tu anhelo, es tu pasión. ¡¡Eres tú, Selena. ¡¡No permitas que nadie interfiera. No permitas que coarten tu sueño. No permitas que se peleen en tu nombre. Tú eres a la que la gente quiere aquí!! Piensa en ellos y piensa en ti a la hora de seguir tu camino. No estés con esa cara. ¡¡No estés con esa angustia!! No vayas detrás de problemas de otros. No los escuches. Sigue tu camino. Sigue a tu corazón. Piensa en tus próximas giras por Latinoamérica, piensa en tu boutique, piensa en esa gente que te quiere de verdad que te espera mañana en Los Ángeles...

¿Pero dónde vas Selena? ¡¡En tu casa está Chris!! ¿Es que te vas a despedir de él sin saludarlo, sin advertirle que te vas? Piensa Selena en todos tus proyectos para con él. Piensa en todo lo que luchaste por su Amor. Piensa en tus planes de mudarte con él a una amplia casa en un enorme campo en el que convivirás con toda clase de animales. Recuerda, Selena. Lo dijiste hace pocas semanas. Lo tenías todo pensado. Era tu nido de Amor alejado de tanto alboroto, de tanto trajín. Era tu refugio de paz, esa paz que tanto te costó conseguir. Tendrás una privacidad que no habías tenido en toda tu niñez, en toda tu adolescencia, que recién en tu juventud estabas lográndolo, ¡¡por fin!! Y era al lado de un hombre por el que no dudaste en enfrentarte con tu padre para pelear por su Amor, por quien te casaste en secreto para estar al lado de alguien a quien tanto querías, a quien no dudaste en ofrecerle todo su Amor, y defenderlo contra viento y marea. ¿Por qué entonces no te despides de él, le das un beso enorme, le dices a dónde vas y le prometes que pronto volverás? ¿Acaso temes que él te vuelva a advertir lo que te dijo anoche? ¿Que como yo sé eso? No preguntes, Selena. Más no puedo decir. Sólo quisiera que le avises, que esté al tanto. Tal vez sería bueno que recuerdes lo que te dijo. Tal vez sea bueno que él sepa que te vas, pero que tienes en cuenta lo que te ha dicho ... Piensa que es el hombre a quien has elegido, el Amor por quien apostaste tanto. Piensa que ante cualquier problema, él estará a tu lado siempre, como ayer. Espero que todos estén prevenidos, por el bien de los dos, por el bien tuyo, Selena. ¡¡Vamos, Selena, avísale!! Él te entenderá, con su clásico silencio y timidez...

Y, por último, Selena, piensa en tu familia. Alguna vez dijiste, refiriéndote a los problemas que tenía la familia de Michael Jackson, que tú no concebías que los padres no quisieran a sus hijos, que por más malos que fueran, siempre debían ser queridos y respetados. Piensa en tus propias palabras, Selena, y si así las sientes, apóyalos, defiéndelos de aquellos que los atacan, defiéndelos de aquellos que hablan mal de ellos, que alientan un enfrentamiento tuyo con los tuyos. Si tienes que encontrarte con tu padre o con tu hermano, avísales. Si tienes que llegar más tarde, comunícaselos. Mientras estés con ellos, siempre serán tu mejor guía, aun cuando disientas en muchos temas. Y el día que tengas ganas de hacer tu propio camino, hazlo, aunque ello implique alejarte de ellos. Siempre estará primero lo que tú quieres hacer con tu vida. Sé que ellos lo entenderán, como lo tuvieron que entender cuando decidiste casarte con Chris. Si tienes que volver a luchar para ganarte un lugar en el mundo, hazlo. Pero antes de tomar una decisión para con tu familia, siempre, absolutamente siempre, piensa en tu madre. Ella alguna vez dijo que no concebía la vida sin ti. Sabes que eso no implica hacer lo que ella o alguien de tu familia desea para contigo. Sólo significa que te quiere y que no podría ser feliz sin ti, sin ti gozando de tu triunfo como cantante, cumpliendo tu sueño personal de diseñadora y viviendo feliz tu vida. ¡¡Piensa en estas palabras, Selena. Piénsalas bien. Piénsalas a la hora de tomar cualquier decisión!! Hagas lo que ellos quieran o no, estando cerca de ellos o no, piensa siempre en esas palabras de una madre a la que lo peor que le puede pasar es que le suceda algo malo a alguno de sus hijos...

Y para que veas, Selena, que no quiero estorbarte, que sólo vine a ayudarte y a prevenirte, me despido. Sé que estas palabras que te dije no han caído en oídos sordos. Que vayas donde fueres, estas palabras resonarán una y otra vez en tus oídos. Y ante cada decisión que tomes, aparecerán y allí sabrás lo que tienes que hacer. Tú eres la dueña de tu destino y nadie como tú sabe lo que tienes que hacer. A partir de hoy, lo que suceda contigo va a depender de ti y confío en que todo lo que estaba destinado para ti no se cumplirá. Que nadie hablará de ti como leyenda o mito. Que sólo serás una realidad, una realidad feliz para cada uno de nosotros que te amamos con todo el corazón. Me marcho hoy con la absoluta seguridad de lo que tienes que hacer... Sólo te pido una cosa, Selena. Déjame abrazarte. Déjame abrazarte bien, bien fuerte. No repares en mi llanto. No te preocupes. No te diré más nada. No haré más nada. Te dejaré ir con la absoluta seguridad de que tú sabrás cambiar tu destino. Y no, no me digas qué destino. No hagas que mis lágrimas hablen. Sólo haz lo que debas hacer por tu bien, por tu entero bien...

Y recuerda, Selena, que alguna vez dijiste que no te gustaba que dijeran que eras la mejor, fundamentalmente porque no te gustaba que dijeran la verdad... Sí, ya sé, Selena. Otra vez me dirás que cómo sé eso. Digamos que fue alguien quien me lo contó, alguien que te quiere mucho, alguien que quiere lo mejor para ti. Alguien que espera que recuerdes estas palabras tan ciertas... Sé que no las olvidarás cuando veas cómo has triunfado en todo el mundo... Adiós, Selena, te dejo mil abrazos y mil besotes. Cuídate muchísimo y sé que nos veremos muy, muy pronto...

Y sólo espero verte en poco tiempo en mi país. Sé que allí entenderás a qué me refería aquel 31 de marzo cuando te dije todas estas palabras...

Sólo ruego que mis deseos se hagan realidad...

(A veces no es cuestión de saberlo todo, conocer todo, informarse de todo. A veces es cuestión de estar alertas, de dejarnos llevar por la intuición, saber observar bien, dejar que la razón y el corazón de cada uno decidan. Uno podría una y otra vez ir a aquel 31 de marzo de 1995 para impedir la tragedia diciéndole a Selena todo, haciendo todo lo posible para que lo peor no suceda, estar allí todo el tiempo para asegurarse de que todo salga bien. Pero no. No es así como debe funcionar. Uno debe saber dónde está el peligro, cómo evitarlo y enderezar aquello que no funciona. Y si no lo sabe, aquel que pueda ayudar debe hacerlo reflexionar. Porque esa persona tiene que darse cuenta, tiene que saberlo y tiene que actuar en consecuencia. Sólo así puede cambiarse el destino, lograr lo que uno quiere y, sobre todo, asegurarse de que nadie, absolutamente nadie, nos impida ser felices siendo nosotros mismos…)

Y el día que pueda volver el tiempo atrás sólo te diré, Selena, que te dejes llevar por lo que dicta tu corazón y que pienses solo en ti… Eso te llevará por el buen camino…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

Quieres decirle que la quieres más que a nadie...

31 de octubre de 2022


 

Esas palabras que por suerte pudiste escuchar, Selena…

El otro día cuando recordaba la aparición de Selena en el programa "En vivo", de Ricardo Rocha, y rememoraba, una vez más, aquella pequeña entrevista que se le hiciera a Selena en el medio de su show en vivo, podía recordar, con aire de nostalgia y suma tristeza, todos los proyectos que Selena tenía, que no se circunscribían solamente a ir a un concierto a Atlanta al otro día. En sus objetivos estaban el ir a la Argentina, a Paraguay y a Bolivia, entre otros países. Recuerdo aún la cara de sorpresa y admiración de Ricardo Rocha ante tamaña noticia y cómo le pedía a Selena que saludara a la gente de tan lejanos lugares, entendiendo que Selena se estaba convirtiendo en una estrella internacional sin límite alguno, con todo para dar, con la fama ya ganada en su tierra y con todo un continente para conquistar...

También recuerdo en ese programa cómo Selena contaba que su mayor anhelo en lo profesional se estaba por cumplir. Su sueño de cantar en inglés era un hecho y Selena manifestaba con suma alegría que su próximo disco sería cantado enteramente en dicho idioma y con estilos musicales mucho más abarcativos de los conocidos hasta entonces. Recuerdo haber visto y oído aquello, y temí que semejante noticia podía no ser bien recibida por el mundo hispano. Tal vez esa noticia podía significar que Selena los abandonaría, o que tal vez semejante emprendimiento le consumiría tanto tiempo que sería inevitable no poder seguir con lo que estaba haciendo. Que Selena se iría por otros rumbos y quién sabe qué pasaría con ella... No sólo en lo artístico sino también en el personal. Selena ya había hecho nacer “Selena Etc.” y con ello se cumplía su sueño de ser diseñadora. Había muchos caminos por transitar, y había que ver cómo se seguiría y qué se priorizaría. Una incógnita para 1995 que lamentablemente nunca se pudo despejar…

Pero la respuesta a aquello que se planteaba en el programa “En vivo” la hallé enseguida. Allí mismo Selena escuchó algo que siempre agradeceré a Dios que lo haya oído en vida. Porque en esa entrevista se le señaló a Selena que ella era muy querida por la gente. Para ellos Selena no era sólo una artista. Para ellos Selena era alguien del cual todos se sentían identificados. Su suerte era la suerte de ellos. El apego y la relación entre ellos y Selena eran mucho más estrechos que los de una simple artista con su público. Para la gente, para todos aquellos que día a día se levantan, salen a trabajar, tienen múltiples ocupaciones, padecen tantos problemas, tienen tantos sinsabores, hacen tantos esfuerzos para poner un plato de comida en las mesas de sus casas, Selena era un bálsamo, una alegría, una sonrisa, un oasis en el desierto, ese sentimiento vivo que le era esquivo durante buena parte de sus vidas. Difícilmente Selena podía ser tratada como una artista más, porque Selena para ellos bien podía ser una hermana, una madre, una hija, una vecina, una novia ... Selena era de esas personas que con su alegría y sus ganas de vivir les daba a todos la energía suficiente como para que cada día tuvieran ganas de hacer cualquier cosa. Con ella entendían el sentido de sus vidas. Que en vez de ver todo lo negativo, todo lo que les hacía mal, con Selena aprendieron y empezaron a entender lo bueno que les daba la vida, lo lindo que es vivir, lo bueno que es que con esfuerzo, con trabajo, con dedicación, con mucha paciencia también se puede lograr todo. Acaso vieron con Selena que no estaba mal soñar. Que en nuestras manos está la llave que nos abrirá la puerta al futuro. Que la palabra imposible no existe. Que en nosotros está que nuestros sueños se hagan realidad. Que nosotros podemos y que todos nos tenemos que encargar de no ser un obstáculo con nuestro pesimismo, con nuestra visión de las cosas y con nuestra creencia de que nada se puede hacer, o que para llegar a ser alguien en la vida hay que destacarse por el escándalo, por la fama fugaz, por la artificialidad, por la mentira, por la falsedad, por hacerle un mal al otro ... Por eso no me sorprendió que en dicho programa celebraran el siguiente emprendimiento de Selena. Se trataba del próximo trabajo de Selena, del cumplimiento del sueño de alguien a quien se ama sin condición...

Tal vez por todo eso Selena era tan querida. Y por eso fue tan lindo que en el programa "En vivo" se le señalara que la gente tenía un sentimiento tan particular para con ella. Que la gente tenía tan nobles sensaciones que se expresaban en que todos tenían la necesidad de cuidarla, de manifestarle su cariño, su afecto, sus más puros sentimientos. Siempre que recuerdo ese momento celebro que alguien se lo haya dicho públicamente a Selena. Siempre he agradecido que alguien le señalara eso, pues mi mayor miedo es que, dados los nefastos acontecimientos posteriores, me quedara con la duda de si Selena acaso no supiera o tuviera dudas acerca de por qué la gente la quiso en cuanto la conoció, en cuanto pudo apreciar el tipo de artista que era, en cuanto pudo ver el tipo de persona que era. La gente es sabia: sabe cuándo una artista es genuina, es auténtica, cuando demuestra no sólo Amor por lo que hace sino manifiesta lo agradecida que está con la expresión de su gente. Pero por sobre todo se da cuenta cuando la artista manifiesta su cariño a las personas que la admiran. ¿Y cómo no se iban a dar cuenta si era la artista la que se acercaba a ellos, la que se preocupaba por preguntarle a ellos cómo les iba en sus vidas, la que los elogiaba sus vestimentas, sus progresos en los estudios, sus logros en sus trabajos, sus quehaceres en las vidas? ¿Cuántos artistas siendo estrellas se encargan de convertir en estrellas a sus admiradores? ¿Cuántos artistas atienden a sus fans como personas con sus vidas y no como un número más de sus listas de admiradores? ... La gente es sabia...

Siempre recuerdo ese momento del programa y siempre me alegro de que aquello haya sucedido ... Acaso porque hoy sería un martirio para mí no ver si Selena se fue de nuestras vidas sin oír de alguien, de un espectador que ve el desarrollo de una historia, que le señala cuál era el verdadero éxito de Selena, el verdadero logro de Selena. Acaso me alegra que Selena pudiera escuchar públicamente cuál era la respuesta de la gente al miedo de Selena de no ser querida, de quedar sola, de ser olvidada, de que se hiciera realidad aquel miedo que tanto tenía, que esa pesadilla que cada tanto rondaba en su cabeza en algunas noches se hiciera realidad, esa pesadilla que tal vez era un aviso, un presagio, una premonición, una alarma, algo que si tal vez Selena lo hubiese podido expresar, otra sería la historia...

Pero esta fue la historia y esto es lo que nos ha quedado por vivir ... Un mundo vacío. Un mundo sin Selena. Y siempre cuando recuerdo aquel lindo momento encuentro una rápida explicación a todo lo que sucedió inmediatamente después de aquel nefasto día, después de que la gente perdiera a esa hermana, a esa madre, a esa hija, a ese ángel que vino enviada por Dios para entretenernos por un tiempito, para demostrarnos que hay un mundo posible, distinto, hecho con tanto Amor ... Recuerdo que muchos cronistas fueron a Corpus Christi a cubrir aquella triste noticia y cuando creyeron que sólo iban a ver un frío caso policial cuya víctima era una joven y prometedora cantante tejana que ya era famosa en México hasta Sudamérica, se encontraron con una movilización increíble de gente que iban en procesión a gritar su dolor, a expresar su desconcierto, a manifestar el duelo que les provocaba esa ausencia irreparable, ese dolor incontenible. Aquellos cronistas que acaso pensaban que Selena era sólo una cantante con cierta notoriedad, se encontraron con manifestaciones de dolor que salían de las mismas almas que le habían expresado a Selena su Amor en cada concierto, en cada encuentro, en cada aparición. Esos cronistas pudieron ver que Selena no fue querida desde que apareció en los medios de comunicación grandes como la TV y la radio en aquel entonces. Para la mayoría Selena seguía siendo la misma chica, la misma cantante, la misma artista que iba de pueblo en pueblo en un bus a cantarles, a divertirlos, a alegrar sus vidas, a invitarlos a bailar. Selena seguía siendo la misma que a los 8 años cantaba en un restaurante en Lake Jackson, la misma adolescente que cantaba en cumpleaños y fiestas, la mujer que comenzaba a ser una gran artista en San Antonio, la joven cantante que comenzaba a deslumbrar en Monterrey, la hermana que era profeta en su tierra en Corpus Christi, la cantante famosa obteniendo el Grammy cuando ese premio era muy difícil de conseguir, esa increíble mujer que nos enamoraba definitivamente en el Astrodome, esa artista cuya partida nos dejó sin consuelo, sin Alma, sin esperanza, con una sensación imposible de ocupar, imposible de llenar, con un mundo sin Selena, con todo lo que ello implica...

Esas palabras que le prodigaron en el programa "En vivo" explican muy bien el fenómeno de Selena, un fenómeno difícil de explicar, porque es un fenómeno que nace desde el sentimiento, del sentir de la gente, de una cantante que salió desde las mismas entrañas del pueblo y que expresaba como nadie el sentir de toda una comunidad, de lo que significa lograr tanto cariño con sólo mostrar lo que es y no sólo lo que conviene manifestar. Selena no sólo era una gran cantante y artista. Selena era la misma en el escenario como fuera de él. Selena era la misma en familia, con su público, con su esposo, con sus amistades, en la vida. Y así fue querida, y esos fueron los sentimientos que generó y que se pudieron manifestar en toda su expresión, lamentablemente, luego del nefasto día. Por eso el valor de aquellas palabras. Porque esas palabras explican muchas cosas: son la respuesta a tantas preguntas, a tantas inquietudes que se generaron incluso en la gente más cercana a Selena y que más la quiso. Siempre recordaré esas palabras de José Behar, presidente de Emi Latin, gran descubridor de Selena y que fuera fundamental en su salto a la fama. José Behar siempre dijo que estaba muy convencido, cuando promovió a Selena, de que tendría su número 1, que sabía que iba a triunfar. Y lo decía como buen admirador de Selena que era. Y aun así se dijo que no se imaginaba que iba a ser tan pronto ese número 1, ese éxito espectacular. Otros, al no entender cómo luego del nefasto día se vendía todo lo que tuviera que ver con Selena, atribuían ese fenómeno a su triste final. Y no es que sólo lo pensaban los escépticos. También lo pensaban muchos de los que la admiraban. Nadie entendía el origen de semejante fenómeno ... A nadie se le ocurrió pensar que Selena estaba en los corazones de mucha gente, de tanta gente que la conocía mucho antes de que se la viera por la televisión o se la escuchara por la radio ... De mucha gente que ni siquiera tenía radio o TV por esos tiempos, o que trabajaba duro cuando ella aparecía en esos medios...

Y esas palabras que le prodigaron en ese programa explican por qué Selena sigue siendo recordada, o incluso sigue siendo admirada desde lugares en los que Selena ni siquiera se hubiese imaginado que iba a llegar a ser tan querida y venerada. Hoy los que la seguimos recordando lo hacemos con el mismo espíritu, con el mismo Amor, con el mismo dolor, con la necesidad de expresarle a Selena y al mundo lo tanto que la queremos, la marca que nos ha dejado en nuestros corazones. Acaso hay muchos que nos miran con extrañeza que sigamos expresando tamaños sentimientos hacia alguien que se nos fue hace 27 años. Es la misma extrañeza que tenían esos mismos cronistas cuando fueron a cubrir la triste noticia, y que luego no pudieron contener la emoción viendo y sintiendo la dimensión de lo ocurrido, de lo que significó la partida de Selena. La misma extrañeza de tantos otros que no podían entender ese fenómeno, acaso porque nunca habían visto que una sola persona generara tanto Amor, tantos sentimientos, tanto cariño incondicional, tantas expresiones que no tienen palabras, pero que conviviremos con ellas hasta que a nosotros nos toque partir de este mundo... Esa extrañeza de la que muchos sólo lo podían explicar por la curiosidad hacia un fenómeno triste y lamentable. Esa extrañeza que tal vez impedía ver que Selena venía a certificar que es posible que haya Amor en este mundo... Y que ese Amor sea para siempre...

Por suerte esas palabras las escuchó Selena. Tal vez las haya escuchado más de una vez, aunque no sé si con esa contundencia. De todos modos, todos lo que la recordamos ahora, todos los que le dedicamos aunque sea un ratito cada día de nuestras vidas para escribirle unas palabras, rememorarla escuchando sus canciones, admirándola viendo alguno de sus videos, mirar al cielo para expresarle que la llevamos por siempre en nuestros corazones, certificamos esas sabias palabras dichas a Selena. Hoy los que la recordamos esperamos sólo devolverle tanto Amor, agradecerle tanto, lamentarnos si le devolvemos tan poco, que siempre estaremos aquí para esperarla, para certificar que un mundo mejor es posible, que un mundo con Selena es posible si demostramos con nuestros actos que su Legado sigue vivo, que Selena sigue viva en nuestros corazones, que jamás admitiremos que partió, simplemente porque está en nuestras Almas, en nuestras vidas, en cada acto que emprendamos, en cada gesto de amor, en cada sonrisa de un niño, en cada saludo a un vecino, en cada gesto de dar sin esperar, en cada emprendimiento hecho con pasión sin pensar en imposibles, en cada sueño, en casa anhelo, en todas las expresiones de cariño. En toda expresión que nos identifica con Selena. En cada sentimiento que nos liga a ella...

Es que siempre estaremos aquí para cuidar a Selena, para recordarla, para acompañarla, para no dejarla nunca sola y para decirle que la mejor forma de recordarla es seguir su camino, ser como ella, vivir como ella... El tiempo pasa y quedan nuestros actos. Y esos actos tienen que ser coherentes con lo que sentimos y expresamos…

Eso es lo que procuro todos los días, Selena…

Te quiere mucho...

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

 

Por eso estamos aquí, Selena…

 


Las grandes personas, los grandes artistas, aquellas personas distintas que no pasan por este mundo inadvertidamente, nos cambian la visión de las cosas, nuestra visión de la vida, nuestra visión del mundo ... nos cambian a nosotros mismos...

Selena era de esas personas y por eso estoy aquí ... nosotros estamos aquí. Por eso nos encanta con su canto, con su carisma, con su pasión. Acaso nos hace ver que nosotros estamos vivos y tenemos un propósito en nuestras vidas. Que todos tenemos un sueño que cumplir, y que basta con nuestras ganas de hacerlo y pensar que nada nos puede detener para lograrlo.

Siempre veo cuando se nos plantea si Selena era un mito, si era una leyenda, o si es una leyenda viviente ... Podrá ser eso, pero Selena fue mucho más. Selena era Amor, Amor por su canto, Amor por la vida, Amor por su familia, Amor por su gente, Amor por sus orígenes, Amor por lo que hacía, Amor por sus emprendimientos. Selena era vitalidad, eso tan necesario en cada uno de nosotros. Selena estaba en su mejor momento y no se quedaba con la gloria de los aplausos, del reconocimiento de su gente. Selena ya estaba en camino de cumplir su gran sueño de abrir su cadena de botiques, su gran sueño de ser diseñadora. ¡¡Y tenía 23 años!! Selena vivía cada día como si fuera el último. Y eso hace a Selena viva, porque aquellos sentimientos están en nosotros. Sólo que muchos en nuestras vidas lo mantenemos dormido, lo postergamos, lo negamos ... o terminamos aceptándolo y hacemos algo por eso...

Selena es un ejemplo de vida. Era emprendedora, era pasional, era nervio puro pero en positivo. Tenía miles de cosas en su cabeza y las ponía en marcha. Era una muchacha que había sido elegida para agradar a la gente a los 8 años. Ella tomó ese desafío que tal vez ni en sueños se le ocurrió en ese momento. Pero cierto es que iba en busca de ese destino porque, previo a eso, se las había ingeniado para agradar a su padre cantándole sus canciones preferidas... Se las había ingeniado para buscar un libro que contenía aquellas canciones y se las había ingeniado para aprenderlas .... Se las había ingeniado para sorprenderlo... ¡¡Y vaya si lo logró: hoy todos hablamos de ella!! Selena estaba destinada a ser un artista que estaba dispuesta a dar todo, a expresar todo, a no quedarse con nada guardado para sí. Estaba dispuesta a dar todo en el escenario. A expresar todos sus sentimientos, todas sus virtudes, todas sus debilidades. Estaba dispuesta a dejar toda su vida allí, en ese lugar en el que se sentía libre, en ese lugar en el que era la Reina indiscutible. Y estaba dispuesta a que todo el mundo la aplaudiera por eso, le diera ese Amor que tanto necesitaba, ese reconocimiento que tanto anhelaba...

Por ello me resisto a ver a Selena como alguien distante a quien sólo nos debemos contentar con ver algunas imágenes, adorarla con sólo escuchar sus canciones. Selena me llegó al corazón con sus interpretaciones. Si una persona puede conmover aún no estando entre nosotros y a gente que jamás la vio en vida, entonces es porque esa persona tenía algo especial. Y Selena era algo especial, único, magnífico, increíble, irrepetible. Por eso se extraño, por eso siento esa mezcla de pena y enojo que haya pasado lo que pasó. Porque esa mujer tendría que estar aquí no sólo para agradarnos sino para que nos siga transmitiendo esas ganas, esa energía, ese Amor por la vida que tienen pocos, que tienen los elegidos, que tienen los grandes. Es como al final de un capítulo de Columbo ("El canto del cisne") cuando el asesino, protagonizado por Johnny Cash, que obviamente interpreta a un cantante, es atrapado. Al final, Columbo pone uno de sus temas en un casete, señala el pasacasete y le dice al personaje lo siguiente: "Una persona que canta así no puede ser una mala persona". Ese es mi sentimiento por Selena. Al verla cantar digo que Selena era el Amor mismo, la pasión para cantar para vivir, para soñar. Esa pasión que tenemos todos pero que muchos no la expresamos por temor a vernos a nosotros mismos...

Selena era todo en el escenario. Tenía todo lo que una artista tenía que tener. Podremos encontrar mejores cantantes, artistas acaso más carismáticas, gente que baile mejor que como lo hacía Selena, pero Selena tenía todo eso junto pero con algo que pocos tienen: sentimientos. Ese sentimiento expresado en cada palabra, en cada entonación, en cada palabra dicha de una manera que te llegaba ahí mismo al corazón ... Y Selena llegó a mi corazón. Y hoy siento que le pertenece enteramente... Sólo Selena podía cantar como nadie aquellas canciones. Sólo Selena podía llegar a emocionar con sus propios temas... Selena, sólo Selena...

Yo vengo del mundo del rock, como Chris, el esposo de Selena. Es una música que escuché toda mi vida y sigo escuchando. He visto varias bandas, me he estremecido con muchas, las he admirado por un atributo u otro. Hoy soy capaz de dejar todo ello por sólo ver a Selena cantar, sólo por ver a Selena interpretar, sólo por ver que Selena me diga lo que yo también siento... lo que muchos sienten. Nunca alguien me llegó al corazón como ella. Sólo Selena puede generar tantos sentimientos y poner a sus pies a cualquier persona con su increíble y hermosa voz...

Cuando veo a Selena en esos megaconciertos de 1994 siempre me pregunto qué hacía yo en esos momentos. Recuerdo que por aquella época había venido Aerosmith a la Argentina y fui a verlo. Tengo un buen recuerdo de aquel concierto. Pero me hubiese gustado saber de Selena en esa época, poder disfrutarla en ese momento, poder haber reparado más en el video "Bibi bibi bom bom" que vi en MTV en ese mismo año pero que lo observé sin audio porque estaba esperando otro programa. Y aun así y por muchos años no se me habían borrado las imágenes de aquel video... Cosas del destino...

Ese destino que hizo que tal vez por ese nefasto día del que todos sabemos yo esté aquí expresando lo que siento por Selena. Y aprovecho ese llamado del destino para expresar todos mis sentimientos a Selena, a ser una voz más que no la va a olvidar jamás, a ser una voz más que le diga lo suyo fue valioso, lo suyo no fue en vano, lo suyo valió la pena. ¡¡Vaya que valió la pena!! Y aquí estoy yo para recordarlo una y otra vez, todos los días, para que Selena pueda seguir sonriendo, para que siga viva en nuestros corazones…

Cuando hay alguien como Selena que se muestra con todo su sentimiento y nos llega hasta lo más profundo de nuestras Almas, seguramente en nuestra devolución nos descubriremos a nosotros mismos y ya nada será lo mismo… Al menos para cada uno de los que queremos tanto a Selena… No nos podremos mentir más… Tarde o temprano aflorará lo que somos, lo que fuimos, lo que queremos ser. Si nos llega alguien como Selena nos cambiará para siempre nuestras vidas. O en realidad, no nos cambie nada… Simplemente nos haga aflorar lo que realmente somos y queremos ser. No nos podremos mentir más, y al menos en el más recóndito lugarcito de nuestras Almas podremos sentir y expresar todo lo que nos genera Selena, todo lo que nos moviliza Selena, todo lo que nos sincera Selena. Y desde ese entonces ya nada será lo mismo. Todo será para mejor. Todo será para ser mejores personas y más sinceras… Más sinceros con nosotros mismos…

Por eso sólo tengo palabras de admiración y de agradecimiento para ti, Selena… Me convertiste en mejor persona y descubriste al menos para mí lo que quiero ser…

Te quiere mucho...

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)


Abrázame, como nunca me has abrazado...

30 de setiembre de 2022





Como la Flor, con tanto Amor, Selena…


Siempre reparé, Selena, en tu estupenda, tal vez la mejor interpretación de Como la Flor que hayas ofrecido. Fue en esa hermosa y calurosa noche en Festival Acapulco en 1994. Ya sabemos que ni las condiciones del tiempo ni ninguna circunstancia cambiarían tu forma de brindar tus conciertos, de brindarte ante el público, de expresar tu Amor y recibir del mismo modo el cariño de tu gente...

Esa interpretación de Como la Flor acaso sintetice perfectamente cómo eras tú en el escenario, Selena, cómo eras tú ante tu gente y cómo eran ellos ante ti. Tú le brindabas todo y el público se maravillaba, te escuchaba y, sobre todo, te respetaba. Nunca se vio tan claro en ese concierto, en la interpretación de un tema tan emblemático para ti, Selena, el Amor de tu gente, cómo ellos interpretaban como nadie lo que tú les transmitías y tú se los devolvías con creces...

Difícilmente alguien no se haya quedado boquiabierto y emocionado con tu inicio del tema. ¿Cómo no encantarse con ese momento en el que empezaste a entonar "Como la Flor ... Con tanto Amor" sosteniendo tu micrófono con tu mano derecha y tus ojos cerrados mirando hacia arriba? ... Con tu voz que te salía de tu propia Alma, con el sentimiento a flor de piel, con la pasión siempre encendida ... ¿Cómo no quedarse con la respiración contenida, con la mirada incrédula y emocionada de una mujer que transmitía tanto, tanto Amor? ... Y tu gente no salía de su asombro que tú bajaste tu mirada, tomaste el micrófono con tus dos manos y les cantaste "Me diste tú, se marchitó" ... Seguramente esa mirada tan tierna, que acaso te remitías a cuando eras una niña de 8 años, y comenzabas a emocionar y a sorprender a tanta gente, debe haber despertado todo clase de emociones al público presente .... ¿Cómo no quedarse callado, cómo no sentir tanto cariño ante una persona que les cantaba así, que les transmitía así, que expresaba como nadie esas letras, esas canciones? Pero tú no te detenías allí, Selena. Cuando todos, absolutamente todos, creían que ya habías llegado a tu punto límite, cuando creían que habías llegado a lo más alto, tú les tenías guardada una sorpresa. Cantaste "Me marcho hoy. Yo sé perder", alargaste la frase y diste un pequeño grito de emoción, un pequeño jadeo que despertó el júbilo de la gente al tiempo que tú les dabas tu clásica mirada cómplice. Pero tú les tenías preparada una sorpresa más. Bajaste tu micrófono, te adelantaste en el escenario y casi susurrando les dijiste "Pero...". Y te quedaste esperando sonriendo, sin mirarlos, con tu mirada hacia el suelo. Hasta que el público rápidamente te respondió "Ay, Ay, Ay...". Y tú te echaste a reír, y con tu micrófono en tu mano derecha lo acompañaste con un leve movimiento de tu mano izquierda y les completaste la frase con un "Ay, Ay, Ay. ¡¡Cómo me duele!!", mientras te llevabas tu mano izquierda para golpeártelas varias veces a tu pecho, como era tu característica, para realzar más lo que estabas cantando, para expresar con la pasión que sólo tú podías transmitir en semejante canción...

Siempre diré que luego de semejante introducción, ya nada más teníamos que escuchar, que ya estaba todo dicho, que desde allí sólo se te podía dar muestras de Amor, de cariño, de afecto. Siempre diré que una persona como tú, que apenas sabías hablar el español, tiene que tener mucho Amor, mucho talento, mucha actitud, mucha personalidad para cantar así, pare expresar así, para encantar así. Siempre diré que tú rompiste el molde. Que como tú nadie habrá. Porque no importa qué música nos gusta. No importa qué artista admiramos. No importa a quién íbamos a ver esa noche. Era verte a ti y las palabras sobraban, los análisis de los críticos quedaban en segundo plano, los demás estaban demás. Era verte a ti y sólo nos quedaba estar en silencio escuchándote. Era escucharte a ti y olvidamos de todo. Era escucharte a ti y olvidarnos de que Festival Acapulco no era un concierto tuyo. Festival Acapulco era un concierto en el que participaban muchos artistas consagrados. Tú eras una artista más ... Supuestamente eras una artista más ... Pero tú te encargabas con tu actuación de que no fuera actuación más de una artista más. Tú te encargabas de que esa fuera la única actuación de Festival Acapulco...

Y sí no, ¿cómo entender lo que pasó después de aquella inolvidable introducción? ¿Cómo explicar que subieran aquellos muchachos para bailar contigo? ¿Cómo explicar que subieran tantos niños a darte un beso? ¿Cómo explicar que subiera al escenario tanta gente para dejarte un mensaje de cariño, para felicitarte, para abrazarte, para dejarte toda clase de afecto? ¿Cómo explicar tanto respeto y tanta admiración para un artista? En todo momento nunca tuviste que alzar tu voz más de una vez para decirle a aquel que quería bailar contigo, aquel que quería decirte algo, a aquellos que te dejaban marcado tu rostro con tantas muestras de afecto, con tantos besos, que debían bajar del escenario por respeto al público, a aquel que, según nos decías tú, Selena, sin ellos "nosotros no seríamos nada". Tu presencia generaba un respeto que nacía del cariño, un respeto que nacía de la admiración, un respeto que nacía del Amor. Nunca esas manifestaciones de cariño surgieron por exceso de confianza de tu parte. Tu público, aquel que te quería tanto, te conocía bien. Tú también los conocías. Sólo había afecto entre ambos. No había necesidad ni de confiar ni de desconfiar. Sólo había Amor. Tan simple como eso, Amor...

Siempre que te veo allí, Selena, tan linda, tan impecablemente vestida, dando siempre mucho más de lo esperado, mucho más de lo que te pedían, marcando tú a la banda cómo empezar, cómo seguir y cuándo terminar, diciéndole al público "Ayúdame" y pidiéndole que te acompañen con tu canto, que se integren, que no te dejen sola, que te quieran, que expresen ese sentimiento que todos tenemos y lo guardamos por pudor, por vergüenza, por no animarnos, me digo cuánto en ti hay en nosotros. Y que bastaba que viniera alguien como tú para expresar lo que nosotros sentimos todos los días, lo que vivimos todos los días, lo que padecemos todos los días, lo que nos alegra todos los días, lo que sufrimos todos los días, lo que nos da esperanza todos los días, para que te adoptáramos sin más, para que te quisiéramos sin más, para que sintiéramos por ti como no hemos sentido por nadie. Porque tú, Selena, tú eras de los nuestros. Tú nos representabas como nadie. Tú decías como nadie lo que nosotros sentíamos. Tú eras nosotros y nosotros tú. Por eso te queremos tanto, por eso nos duele tu ausencia. Porque tú demostraste que el Amor no tiene idioma. Tú, que hablabas tan precariamente el español, nos tocaste una y otra vez nuestros corazones y nuestras Almas, tú transmitiste como nadie nuestros sentimientos, tú eras una artista de verdad, que nació con las mismas necesidades económicas y afectivas que todos, que tuvo que trabajar para vivir como todos, pero tú, Selena, tuviste que hacerlo desde muy pequeña y desde muy abajo. En definitiva, para nosotros, tú, Selena, eras esa vecina del barrio, a la que veíamos cotidianamente, a la que saludábamos todos los días, con quien compartíamos las mismas cosas, que había llegado. Había llegado para triunfar. Había llegado para conquistar al mundo. Y lo había hecho con nobles armas. Con las armas que las da el Amor, el sentimiento más puro, ese que sólo tú podías dar...

Por eso Selena, tú nunca necesitaste ir a buscar a un niño, a un necesitado, a alguien desprotegido para abrazarlos y demostrarle al mundo que eras una mujer sensible que se preocupaba por ellos. No lo necesitabas porque ellos venían a ti a saludarte. Porque ellos ya te conocían. Ya sabían quién eras. No necesitaban verte en la televisión para conocerte. Para cuando instabas a que los niños vuelvan al colegio y en tantos otros programas en los que te invitaban pues ya eras una figura reconocida, ellos ya te habían visto hacía mucho, mucho tiempo. Hombres, mujeres y niños ya te habían visto de pequeña, ya te habían visto en un pueblo, habían bailado contigo en un festival, se habían quedado maravillados con tu increíble presencia en un concierto. Ya te conocían, Selena. Eran los mismos que en ese momento de Festival Acapulco se alegraban de que te fuera tan bien, de que triunfaras, de que por fin uno de ellos llegaba después de tanto esfuerzo, de trabajar duro, de tantos sacrificios, de tantas privaciones, de tanta angustia contenida, de tanto dolor...

Y por ello, Selena, por todo lo que nos diste, yo también me subo al escenario de Festival Acapulco para darte un pequeño beso en tu mejilla izquierda y para decirte gracias, muchas gracias, y para que te quedes tranquila, que yo te quiero y que hasta el día que me tenga que ir de este mundo yo me encargaré de decirle al mundo lo que eras, lo que representabas y representas para nosotros, para mostrar nuestro corazón herido y marcado con tu Amor, para decirles que eres única e irrepetible...

Y para decirles con orgullo que tú no robaste mi corazón ... Yo te lo ofrecí con Amor…

Te quiere mucho...

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)