30 de abril de 2021
Yo te sigo esperando, Selena...
Me levanté de pronto luego de
un sueño extraño pero bello. Selena me tomaba del brazo luego de una charla larga
que habíamos tenido y me decía: “¿Y ahora qué, Chris?” y se me quedaba mirando.
Yo no sabía qué hacer. Aún no éramos novios. Me debatía entre lo que quería
hacer y lo que debía hacer. Estaba en esa incertidumbre de siempre cuando algo
me sobresaltó y no pude continuar con el sueño...
Tardé en entender de qué
venía y hacia dónde iba. Es que el sueño tenía algo bello y hermoso. La
inocencia. Los comienzos de un Amor. Me hizo recordar el día en el que Selena,
luego de un viaje en avión de regreso de uno de sus conciertos, me tomó de la
mano luego de una extensa y hermosa tertulia. Bastó ese gesto, esa decisión
para saber lo que sentíamos en ese momento y en lo que vendría después. Pero si
Selena no hubiese tomado la iniciativa, nada habría sucedido. Yo era lo
suficientemente tímido como para animarme a declararle mi Amor. Y lo
suficientemente cobarde como para afrontar lo que vendría si iniciáramos el
camino de romance con Selena. SI no hubiese sido por ella, nada de lo que
construimos habría sucedido…
Pero esa realidad de los
sueños pronto cede ante la realidad de los hechos. Y ese estado de idilio en el
que me encontraba pronto cedió ante el recuerdo de lo inmediato. Recordé que
poco tiempo antes había sucedido algo que me hizo sobresaltar y despertar de
pronto. Era un grito de Selena. Desperté alarmado pero ella misma se encargó de
tranquilizarme. Es que se había olvidado de que mi padre estaba de visita en
nuestra casa y de pronto en el medio de que estaba buscando algo en el armario
se asustó sobremanera al ver a alguien “desconocido” en su propia casa. Cuando
cayó en la cuenta de que era mi padre, estalló en una de sus clásicas
carcajadas y luego me pidió que volviera a dormirme, que no había de qué
alarmarse. Que todo volvía a la “normalidad”…
Después entendí que el sueño
tal vez expresaba una premonición, un pensamiento, una advertencia. No era
casual que soñara eso. Había algo en mí que me estaba advirtiendo algo. Algo en
mi inconsciente que me estaba diciendo: “Ten cuidado. Selena está en peligro. Y
tú lo sabes. Piensa en cómo has actuado el día anterior cuando Selena se
demoraba una vez más charlando con esa mujer. Ya no es una cuestión de
desconfianza. Tú intuyes que hay algo más. No te gusta nada lo que está
pasando. Y te alarma la actitud de Selena. No sabes cómo decirle que no puede
estar tan pendiente de ella, que está moviéndose al compás de sus necesidades,
que se está descuidando y descuidando a los demás. Que todo puede desmoronarse
en un segundo sin que nadie lo advierta, sin que ya nada se pueda hacer cuando
uno intente pensar qué hay detrás de todo esto”…
Me levanté y vi que Selena
ya no estaba. Intuí que había ido a ver a esa mujer, tal como me lo había
adelantado. Hoy lo puedo ver claramente. Tenía dos opciones: o actuar de acuerdo
a la realidad que se me presentaba cada vez más claramente o seguía actuando
como si nada pasara. Opté por esto último. Ni yo, ni Selena ni nadie de los
Quintanilla está preparado para afrontar esa nueva realidad. ¿Cómo podríamos
actuar imaginando que esa mujer podría hacer lo que hizo? No, no había manera.
Hoy lo puedo ver claramente. Pero tuvo que pasar mucho tiempo para que
entendiera todo, para que las fichas cayeran una de tras de otra en el lugar
correcto. Hoy lo puedo ver y me genera tanta culpa no haber actuado con tanta
firmeza el día anterior, ese 30 de marzo. Estaba todo tan claro … ahora … Pero
en ese entonces … Era difícil pegar un volantazo y decidir con lo que uno ya
veía que pasaba. Uno quería creer que no era para tanto todo. Que las cosas
eran como siempre, sólo que se habían presentado algunos problemas. Pero no era
así. Yo sabía que no era así. Por eso la fui a buscar a la nefasta habitación
del Days Inn en la que Selena estaba con esa persona para sacarla de ese lugar.
Podría decir que la saqué de allí harto de ver que girábamos en círculo y
sabiendo que nada obtendríamos de ella … En realidad la saqué porque pensé que
tal vez podría suceder lo que finalmente sucedió al otro día … Pero no … No
estaba preparado. Selena no estaba preparada. Nadie estaba en condiciones de
aceptar semejante realidad. Era muy difícil cambiar de actitud de pronto. Sé
que muchos nos criticaron por nuestra impericia. Entiendo esas críticas, pero
también quiero que nos entiendan a nosotros. Muchos en nuestro lugar hubiesen
hecho lo mismo. Ahora sabemos que era una psicópata. Antes no sólo no lo
sabíamos, sino que no hubiésemos podido definir lo que es ser un psicópata. La
realidad se nos vino de golpe y estrellamos contra la pared. Y la víctima fue
Selena…
Ese 31 de marzo lo empecé
tratando de imaginarme que sería un día más. Un día de esa otra realidad que ya
no existía. Borré de mi imagen el sueño, ese hermoso sueño que era un mensaje,
una alarma, un pedido de ayuda. Con el tiempo pensé si Selena desde algún lado
me estaba diciendo: “¡¡Vamos!! ¡¡Juégate por mí!! No esperes que haga todo. ¡¡Tú
toma la iniciativa!! Si estoy equivocada, no esperes que me dé cuenta. ¡¡Actúa
por mí!!”. Fui con mi padre a comprar pescado. Pensaba volver al mediodía para cocinarlo.
Olvidé que a la noche Selena y yo nos fuimos a dormir tomados de la mano, pero
en mí había una gran preocupación. Estaba en ese estado porque sentía que si no
fuera por mí Selena hubiese ido a verla de nuevo. Que el poder que ya tenía esa
mujer sobre ella era enorme … enorme … Jugaba con sus ansiedades, sus
preocupaciones, sus desvelos. Después de que la saqué del Days Inn, Selena
hacía todo lo posible para volver ... Todo ... En cada ocasión tenía que darle
una razón valedera para que no volviera. Cuando me dijo que esa mujer no le había
dado todos los papeles recurrí a la excusa de que se fijara bien en casa y de
que era ya tarde para volver. Cuando logré calmarla con su ansiedad, esa mujer
la llamó. Apareció un nuevo motivo. Ahora decía que la habían ultrajado en
Monterrey y que quería que Selena la llevara al hospital. Cuando me lo dijo, no
pude ocultar mi pensamiento … Estaba loca de remate … Me quedaba corto … Selena
asintió … Pero al rato me dijo que tal vez debía volver para ponerla en
evidencia con su mentira. Cada vez que recuerdo ese instante, me da escalofríos
… Este hecho hablaba por sí solo de lo que estaba sucediendo … con Selena … Tal
vez por eso en ese momento yo le hice un gesto que fue elocuente. No volvió a
insistir. Sabía que tenía razón. Pero ya tramaba para volver al otro día. Yo lo
sabía. Y no hice nada por impedirlo … Porque para impedirlo debía decirle mi
temor real. Y yo eso no lo podía explicar. Aún no podía verbalizarlo. Estaba en
mi inconsciente. No se podía cambiar la realidad en un minuto. Teníamos que
estar preparados. Y nadie lo estaba…
Cuando volví de las compras
con mi padre, vi que había mensajes en el contestador. No dejaban de ser
imágenes de otro día normal. Hasta que escuché uno de la tía de Selena. Y se me
vinieron encima el sueño, la realidad y esa imagen de Selena diciéndome: “Y
ahora qué, Chris?”.
Desde ese momento hasta hoy
me lo sigo preguntando … ¿Y ahora qué? Hace 26 años que me lo pregunto … Y yo
sólo espero que Selena venga para que pueda contestarlo por mí…
(Uno no siempre está
preparado para los desafíos. Muchas veces nos entregamos a la comodidad y a
esperar que todo siga con la “normalidad” de todos los días. Sin grandes sobresaltos.
Y no sólo hay que esperar que algo malo y evidente suceda para actuar. A veces
no alcanza con curar. Hay que saber prevenir. Y cuando surge algo que nos
moviliza a actuar, hay que hacerlo. El ser humano tiende a no pensar lo peor
con pequeñas muestras … Espera que ellas se manifiesten a pleno … A veces
cuando todo nos lleva al peor escenario hay que actuar, aun cuando no se
expresen a plenitud esas evidencias. Si nos moviéramos en la vida con esa
predisposición, tal vez Selena hoy estaría entre nosotros…)
Porque en el recuerdo sobre
ti, Selena, hay que recordar lo bueno y lo malo. Es la mejor forma de aprender sobre
lo que nos has dejado…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
El valor de no ser como todo el mundo, Selena...
No enseñaron a ser más de lo mismo … A ser como todo el
mundo…
No te lo tengo que decir a ti, Selena … Tú lo sabes mejor
que nadie…
¿Te imaginas cómo habrías sido, Selena, si hubieses sido
como todo el mundo?
Sí, ya sé. Me dirías que eras como todo el mundo. Que
eras una más de la gente que te rodeaba. Que lo tuyo era un trabajo. Que tú
tenías el mismo sueño que los demás…
Pero sabes que no es así…
Tu vida no fue la misma que todo el mundo…
Y siempre que surge alguien diferente, se lo mira con
desconfianza… No siempre a alguien que se destaca se lo mira con admiración…
Es un mundo en el que todos debemos estar uniformados y
mientras más inadvertidos pasemos, mejor … ¿Mejor? ¿Quién nos enseñó eso?
No se trata de pensar que uno u otro camino es el
correcto y el otro equivocado…
Cada uno construye su camino y su destino … Y habrá que
hacerse cargo…
¿Estamos preparados en la vida para mostrarnos como somos
y destacarnos? ¿Estamos preparados para enfrentarnos con nuestra identidad y
nuestros sueños? ¿Estamos preparados para aceptar las reglas de juego e imponer
nuestras condiciones?
No en vano, ya siendo famosa, decías Selena que siempre
hay que ir por nuestros sueños y cumplirlos…
La gente suele aceptar resignadamente la realidad que se
le presenta y no busca cambiarla…
No es fácil moverse en el mundo cuando uno no es más de
lo mismo…
Podemos pasar por la vida escondidos para no ser
advertidos…
Podemos pasar por la vida desperdiciándola teniendo un
potencial enorme para al menos intentar hacer algo bueno para uno mismo…
No es fácil, Selena, no es fácil. Y tú lo sabes más que
nadie…
Se ha criticado mucho a tu familia por cómo tuviste que
enfrentar tu niñez, tu pubertad, tu adolescencia, tu juventud…
¿Cuántos podrían con autoridad señalarte a ti y a tu
familia con el dedo?
Siempre me quedo con esa imagen tuya, que tal vez se
conozca ahora por la serie y desde años con el libro de Chris, en la que te
angustias con la posibilidad de afrontar tu nueva carrera cantando en inglés…
Una imagen en la que se te ve desencajada … Porque no
podías imaginarte en un escenario sin tus hermanos y esposo acompañándote…
No concebías esa imagen sin ellos … Te construiste con
ellos, te criaste con ellos, creciste con ellos, te formaste con ellos…
Eso explica lo que Chris decía en su libro … De la
perplejidad que le provocaba que tú, Selena, le dijeras que no podía dedicarse
a una carrera solista con su banda de rock porque eso implicaba que cada uno
seguiría por distinto camino … Y tú, Selena, pretendías que todos siguieran por
el mismo camino…
Por eso estabas angustiada, Selena … Si eso le habías
pedido a Chris, ¿cómo harías tú para hacer una vida artística aparte de ellos?
Siempre fuiste coherente con tus ideas, pensamiento y
acciones, Selena…
En esa permanente historia contrafáctica que se da
contigo, Selena, me quedará para siempre la duda de qué terminarías decidiendo
con tu disco en inglés, con tu carrera en inglés … ¿Se hubiese dado? ¿Cómo se
hubiese dado? ¿Lo terminarías aceptando? ¿Cómo sería todo?
No sé … Juro que no sé la respuesta…
Sé que todos te convencerían de seguir adelante … Y si lo
terminabas aceptando es porque igual potenciarías tu explosiva carrera en
español que te permitiría seguir con tus hermanos y Chris … Y porque todo el
éxito te llevaría a cumplir con tu sueño de ser una gran diseñadora … Por eso
harías lo indecible … Ya lo demostraste porque sólo a los 22 años corporizaste “Selena
Etc.” y no pararías para que te reconocieran ese otro talento como sí lo
hicieron como artista y cantante…
Y creo que si tu familia hubiese entendido la importancia
que tenía para ti ser diseñadora habría hecho algo más para mantener “Selena
Etc.” con la ayuda de grandes diseñadores … Hubiese sido una gran oportunidad
para que en la actualidad tu nombre estuviera en todo el mundo, y fuera el
presente y no sólo un hermoso recuerdo … Una pena…
Pero el gran Legado que has dejado es más que la de los
discos, de los conciertos, de los diseños…
El Gran Legado que has dejado, Selena, es no ser alguien
más en la vida…
En todo caso, has demostrado que en la vida siempre hay
que ir por más, por superarse, por tratar de ser feliz y hacer feliz…
No te contentaste con ser un gran cantante … Procuraste
ser una gran artista y persona…
No te contentaste con saber moverte en el escenario … Te
lucías con tus propios diseños y forjaste tu propia personalidad, bien
distintiva…
No era sólo cumplir con lo que pedía tu padre … Había que
marcar la diferencia con tus propias virtudes, incluso las que no eran
reconocidas de antemano…
No esperaste la aprobación de los demás con tus
decisiones … Si estabas convencida de ello, ibas para adelante y los demás
debían aceptarlo…
Si tú aceptabas las condiciones de tu padre, tu padre
debía aceptar las tuyas … Así te casaste en secreto … Muchas en tu lugar ni lo
hubieran intentado … Hubiesen dejado todo “para más adelante”…
Pero tú no ibas a esperar, no querías esperar, no debías
esperar … Lo mismo hiciste con “Selena Etc.”.
Ya se lo dijiste una vez a Verónica Castro en “Furia
Musical”: “Cuando algo se me cruza por la cabeza no paro hasta lograrlo”…
Así eras, Selena … Y eso marcó la diferencia … ¿Te
imaginas cómo hubiese sido todo si sólo hubieses hecho lo normal, lo
convencional, lo que esperaban de ti?
Tal vez no te hubieses destacado tanto … Tal vez hubieses
sido una buena cantante, de las tantas que hay por ahí, pero sin gran vuelo…
No hubieses sido Selena…
En la vida no sólo hay que saber obedecer y aceptar las
reglas … También hay que saber rebelarse…
Se puede pasar por la vida sin dejar una gran huella ni
intentar hacer grandes cosas … Siempre que sea producto de una legítima
elección…
Pero si uno quiere ir por otro camino, actuar de otra
manera, elegir un modo de vida que tal vez no sea el convencional, no hay que
quedarse con las ganas … Lo peor no es no lograr lo deseado … Lo peor es no
intentarlo … Y muchos pasan por la vida soñando mas no concretando lo que
realmente desean…
Y en vez 23, casi 24 años, tú Selena intentaste y
concretarse lo que muchos les lleva 2 vidas … Te esforzaste, te perfeccionaste,
fuiste auténtica, talentosa, gran cantante, con una personalidad arrolladora y
no esperaste que vinieras tus deseos a ti … Tú fuiste a buscarlos…
Tu vida, Selena, aunque breve, demostró que todo se
podía. Que bastaba con intentarlo siendo tú misma para llegar con todos tus
sueños…
Eso te llevó no sólo te llevó a ser una gran artista … Te
llevó a ser Selena…
Ojalá hubiese hecho aunque sea un poquito de todo lo que
hiciste, Selena…
Ojalá hubiese sido como tú…
Al menos algo hice en mi vida … Recordarte…
Hasta eso has logrado … Que hiciera algo en mi vida … Por
eso y por tantas cosas te estoy eternamente agradecido…
Por eso te recuerdo, Selena…
Por eso te quiero mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
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