Tu imagen vive en mi habitación... Amándome, sonriéndome, extrañándote...

30 de setiembre de 2023 



En un mundo en el que nada parece suficiente, Selena…


A veces la vida nos dice que ya es suficiente, Selena. A veces las personas, la gente que no sabe lo que nos une contigo nos mira asombrada y nos dice: “¿Qué más pueden decir de ella? ¿Por qué no la dejan en paz? ¿No está todo dicho? ¿No ven que ya no los puede escuchar? ¿Por qué no se fijan en … (pon el nombre que quieras) que parece ser tan buena como Selena?”. Selena: Perdónalos. No saben lo que dicen. Ignoran que la mejor forma de que descanses en paz, de que vivas en paz, es precisamente que se acuerden de ti, que recuerden lo que hiciste por tu público, por tu gente, que sepan de tu sacrificio, que se sepan de tu dolor, que sepan de tus alegrías, de tus sueños, de tus anhelos, de tu vida quitada con total impunidad por una desquiciada. Lo peor que podríamos hacer es dejarte sola, ¿Vamos acaso a dejarte sola como el 31 de marzo de 1995? No. Dos veces sería una insensatez. El solo saber lo que sufriste ese día me hace escribirte para que sepas que yo jamás, jamás, te dejaré sola… Nos dicen que ya es suficiente. ¿Qué es lo suficiente? Acaso el amor tiene un límite? La manifestación de Amor, ¿tiene un límite? Mi amor, ¿tiene una cantidad limitada de caracteres? ¿Tengo que escribirte y expresar lo que siento mirando el conteo de caracteres de lo que falta para terminar? … No. Mi amor no tiene límite. Lo que tú generaste tampoco… Dicen que ya es suficiente. Que ya está todo dicho. Que seamos más breves. Que dejemos nuestros mensajitos rápido para que pasen otros y digan algo más o menos igual pero con otro nombre. ¡¡Ay, Selena!! Vivimos tiempos difíciles para expresar lo que realmente sentimos. Tiempos difíciles para amar. Tiempos difíciles para ti… Dicen que ya es suficiente. Que nos atengamos a las reglas. ¿Qué reglas? Si hay algo que he aprendido de ti es que tú rompiste toda regla, toda lógica, todas las barreras, todo límite. Todo lo hiciste con Amor, con dedicación, con pasión. No había imposibles para ti. No había nada ni nadie que impidiera lograr lo que te proponías … ¿Qué hubiese sido de ti si te hubieses dejado llevar por los consejos de los demás, por el límite de los demás? ¿Hubieses llegado hasta donde llegaste? No. Tú eras diferente. Desafiaste toda regla y por ello te ganaste a todo el mundo, a propios y a extraños. No sabes, Selena, la gente que te adora, la gente que aún hoy se asombra por lo que eras, por lo generabas… Dicen que ya es suficiente. Vivimos tiempos en los que todo está impuesto. Tiempos en los que nos dicen qué es lo bueno, qué es lo malo, qué debes hacer, qué no. Tiempos en los que hay recetas para todo, tanto para tu físico como para tu felicidad … Todo está dicho. Nuestras vidas parecen ya un camino hecho que sólo tenemos que recorrer. ¿Podrías vivir en un mundo así, Selena? Estoy seguro de que no. En un mundo en el que se nos dice hasta a quién debemos querer en tu reemplazo, yo estoy seguro de que tú ya estarías cambiando el destino de la música, de la gente y hasta cambiarías el humor del mundo sólo con tu presencia. Tú solo tú podrías dejar a la gente enmudecida, extasiada y subyugada…La gente pensaría en ti y los valores serían otros, no los actuales… Habría más Amor en los demás y menos, mucho menos egoísmo… Dicen que ya es suficiente. ¿Cómo explicar, cómo poner en pocas palabras lo que tú has hecho? ¿Cómo abarcar todo lo que pasa en mi corazón cuando te ve? ¿Cómo explicar mis lágrimas? ¿Cómo explicar la sensación de vacío que genera tu ausencia? ¿Cómo explicar que tú sólo tú podrás borrar con tu presencia todas mis palabras y las de los demás? ¿Cómo explicar lo inexplicable? Por eso, te evocaré con lo que pueda y con lo tenga. Como lo hacías tú. Que ponías todo de ti para tu público. Así haré yo para evocarte, para recordarte, para que nadie se olvide de ti y para que nadie te compare con nada. Porque nadie será como tú. Dicen que ya es suficiente. ¿Cómo explicar todo lo que sentías por tu cuerpo en el Astrodome en febrero de 1995? ¿Cómo explicar esa mezcla de asombro, ternura, alegría y de amor expresados en tu rostro ante cada manifestación de Amor de tu gente? ¿Cómo explicar que nadie quería irse de allí? Y sé que tú, si hubieses podido, te hubieses quedado abrazando, besando y saludando hasta el último asistente de las 65.000 personas que te fueron a ver y a manifestar su amor ese día … ¿Cómo expresar en tan pocas palabras semejante sentimiento? ¿Cómo sintetizarlo si encima tú no estás para hacerlo, para explicarlo por ti misma sin necesidad de que yo lo haga... Dicen que ya es suficiente. ¿Cómo explicar que aún hoy serías joven y que aún tenías tanto para dar? ¿Cómo explicar que tenías una hermosa vida para vivir? ¿Cómo explicar que eras muy joven y talentosa y que el mundo se arrodillaba a tus pies? ¿Cómo explicar tu corrida hacia el lobby del Days Inn? ¿Cómo explicar qué cosas pasaron por tu cabeza en ese momento? ¿Qué cosas sabías que se perdían? ¿Cómo explicar tu mano aferrada a ese anillo? El sólo pensar de que te debe haber perturbado el sólo imaginarte cómo iba a recordarte tu gente, de que te preocupara qué iban a pensar de ti por ese nefasto hecho me hace escribirte cada día, cada noche, todos los días, para que sepan que yo me acuerdo bien de ti. Recuerdo tu canción “Acuérdate de mí” y cada palabra mía va dedicada en tu buen nombre y honor… Dicen que ya es suficiente. No. No es suficiente. Nunca lo será. Sólo lo sería si tú volvieras ... Si tú volvieras para decirnos que todo ya pasó, que sólo fue una pesadilla, nada más. Si eso sucediera -¡¡ojalá que sí, por Dios!!-, no me quedaría nada más para decir. Tu sola presencia dejaría todo dicho. Sólo me quedaría alegre de verte de nuevo cantando y encantándonos. Pero sobre todo, me alegraría de que vivieras… No, nada será suficiente. Mientras tanto, seguiré evocándote, recordándote y dándote toda clase de manifestaciones de Amor. Todo lo que necesitas. Que te devuelvan lo que tú brindaste a cambio de nada. Todo lo que tú necesitas, Selena. Todo para que sigas viva … en nuestros corazones...

En un mundo en el que todo se explica en imágenes en pantalla, en expresiones lejanas, en simples planillitas en el que supuestamente está todo lo que necesitamos, en el que se perdió el valor del contacto, del vernos las caras, de sonreírnos, de comprendernos, yo te rescato a ti, Selena, para que volvamos a ser lo que éramos, personas que sólo queríamos ser felices con las pequeñas cosas de la vida, esas que nos representan, esas que nos hacen vivir tal cual queremos ser…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

Un sentimiento imborrable, Selena…


Me ha pasado muchas veces en todo este tiempo de evocarte, Selena, que alguien que no te conoce me pide temas que hayas cantado para saber qué interpretabas y cómo lo hacías, y para saber si aquello que tú cantabas se parecía a lo que a ellos les gustaba. Hoy basta con verte en cualquier sitio, pero no sé si la gente tiene mucha paciencia de buscar ante tantos incentivos e imágenes para ver. También hay mucha gente que sí te conoce y que muchas veces necesita tener nuevas versiones de tus canciones para recrear o actualizar tus éxitos de toda la vida. También hay muchas opciones de ver y escuchar para eso, pero la gente cada vez tiene más pereza de buscar, en un mundo en el que “todo está tan a mano…” Hay otras personas que desde que tú partiste buscan una sucesora, aquella que acaso pueda lograr el éxito que tú tuviste... Todavía hay gente que debate si tú eras tan importante como lo sostienen muchos. Algunos creen que la grandeza o la importancia de alguien pasa por cuánta gente convoca, por cuánta gente te ve en los medios, o en los últimos tiempos, cuántas veces te nombran a través de las infinitas variantes que nos ofrecen los nuevos medios de comunicación… Ni hablar de las “vistas” o “likes”… Algunos se olvidan lo que provocó tu absurda partida, por qué dolió tanto, por qué la gente hizo interminables vigilias para dar su último adiós y para expresar todo su dolor. Algunos se olvidan por qué comenzaron a aferrarse a todo lo que te perteneciera. Algunos se olvidan que la gente nunca pudo asimilar tu partida de este mundo. Reconocerlo es como la muerte misma. Nadie lo pudo aceptar. Nadie lo puede aceptar. Algunos aún no pueden comprender lo que es el Amor. Ese Amor que tú generaste y que la gente te lo retribuye con todo lo que tiene, con todo lo que puede ... Con todo su Amor. Ese sentimiento tan pocas veces visto hoy...En la actualidad, en la que parece que no tenemos tiempo ni para mirarnos a nosotros mismos, en la que no tenemos tiempo de gozar de la salida del sol, de sentir la brisa que nos pega en el cuerpo, de gozar de alguna linda melodía, de que todo parece muy importante, de que no podemos gozar de lo mismo más de un día, yo sólo quiero decirte que tú, Selena, me satisfaces en todo. Selena, a mí me basta con lo que tú has hecho, me basta con lo que nos ofreciste, me basta tu entrega, me basta tu dedicación. Nunca me cansaré de tu voz, de tu carisma, de tu personalidad. Tu pasión para interpretar cada tema me emociona hasta en lo más profundo de mi corazón. No necesito de nuevas versiones. Me basta con que tú estés allí, en mi ser, en cada instante de mi vida escuchándote, viéndote, admirándote. Me bastas tú. No necesito otra cosa. No necesito adornar tu voz con otra cosa. Tú me diste lo suficiente como para que colmes mi vida, para que te escuche día a día, para que me vaya a dormir escuchando tu dulce voz, para que me des paz en los momentos más duros, para que me despierte con tu espíritu, para que dedique mi vida con la energía y vitalidad que tú, sólo tú, le dabas a cada actividad que emprendías. Tú eres una fuente inagotable para el goce de cada uno de nosotros. No necesito nada más. Me moriría si tú no estás entre nosotros de alguna forma, si reemplazaran tu voz por otras, si reemplazaran tu música con otras versiones o con otros ritmos. Porque ninguna de tus canciones puede ser interpretada mejor que tú, nadie le ponía ese toque distintivo, nadie le daba esa naturalidad, nadie ponía tanto énfasis a cada palabra, a cada frase, a cada interpretación. Tú eres irreemplazable. Aunque todos nos conformáramos con otra persona que ocupe tu lugar, nadie, absolutamente nadie, podría hacerlo por más que fuera mucho mejor que tú para cantar, para bailar, para ser simpática ante el público, para moverse mejor en el escenario. Podría la nueva tecnología inventar alguien que tenga las mejores características de una gran artista y cantante. Aun así nadie podría ser mejor que tú. Nadie puede generar tanta emoción, tanta pasión, tanto amor como lo hacías tú... ¿Por qué crees acaso Selena que te extrañamos tanto? Porque tú eras nuestra, tú eras nuestra sangre, tú nos representabas en cuerpo y alma. Nadie podía hacerlo como tú. Es como si tú hubieses unido todo lo que sentíamos, todos lo que soñábamos, todo lo que anhelábamos y lo hubieses expresado tú misma. Es como que, más allá de lo que quería tu padre, lo que quería la disquera, lo que quería el público en general, lo que ambicionaban lo medios de comunicación y los empresarios, tú subías al escenario a interpretar ese sentimiento, ese sentir que teníamos todos y que, acaso, lo teníamos dormido, olvidado o simplemente no habíamos dado cuenta de ello. Tú eras nosotros mismos. Tú nos hiciste ver a través de tu figura, de tu música, de tu voz, de tu presencia. Y en cuanto te vimos y conocimos, nos vimos representados en ti. Podríamos escuchar cualquier música, podríamos tener tal o cual ídolo, pero contigo vimos y sentimos nuestra sangre latina, nuestra pasión que tenemos en nuestros genes, nuestra música, nuestra vida, todo aquellos que nos hermana y nos quita nuestras diferencias de países, de razas, de credos, de fronteras, de todo...Selena. Tú nos uniste y todos seguimos tu canto. Tú como nadie nos subyugaste. Tú como nadie nos dio alegría y también nos dio todas nuestras lágrimas. ¿Por qué crees que te lloramos tanto? ¿Por qué crees que no te podemos olvidar? ¿Por qué crees que nadie te va a reemplazar? Porque tú eras nosotros mismos. Y tu partida es lo más parecido a cuando a una persona le quitan el alma, lo más vital para vivir y gozar de la vida. Tu partida de este mundo fue mucho, muchísimo más que una simple absurda, insensata e inexplicable ... muerte. Tu partida fue quitarnos nuestros corazones, esos corazones que estaban sólo para ti, para que gozaras de nuestra ofrenda, para que supieras que eran tuyos, sólo para ti, para que gozaras de ese amor incondicional y verdadero, para que supieras que era un amor eterno, fiel y sincero. Para que supieras que cada triunfo tuyo era el goce nuestro. Cada país conquistado por ti era la alegría de todos nosotros. Significaba para todos el triunfo y la consagración de nuestra Selena, de nuestra niña Selena, de la Selena de todos, de nuestro familiar más querido, de la única Selena, la que nos representaba en música y en sentimientos, la que nos representaba como nadie nuestro sentir… Selena. Siempre te diré que me gustaría que supieras lo que has generado. Y que desearía que supieras que tú has triunfado. Has triunfado pese a esa insensata que te quitó todo, menos el Amor de tu gente, pese a aquellos que dicen quererte mucho pero que hacen muy poco hoy para ponerte en el lugar que tu gente te puso, pese a los contratos de tal o cual compañía, pese a toda la gente que te quiso reemplazar, pese a todos los que quisieron relativizar tus logros. Hay muchos que han logrado éxito y fama gracias a ti. Artistas, publicaciones, discográficas, familias, medios de comunicación, periodistas, que han sido llegado a ser "alguien" gracias a ti. A mí me gustaría que tú estuvieras aquí para gozar de tu triunfo pero al menos me da alegría que aquellos que lograron algo en su vida fue gracias a ti y que ninguno de ellos logrará lo que en poco tiempo lograste tú: popularidad y el amor de tu gente ... ¿Cuántos pueden decir que lograron eso? Pocos, muy pocos... Ojalá que cada uno de nosotros nos fuéramos de este mundo siendo tan queridos como tú, Selena. Ojalá nos fuéramos de este mundo de la forma en la que te fuiste tú. Porque tú te fuiste de este mundo y hay infinidad de gente que clama por tu nombre, te promete amor eterno y que recuerda todo lo que hiciste. Tú te fuiste y surgen generaciones y gente de otros países y culturas que te recuerdan, te veneran y te adoptaron para siempre como la Reina, esa Reina que no se discute, se ama. Esa Reina que se quiere, esa Reina a las que todos nos ponemos a sus pies...

Te quiere mucho...

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)