Me ha pasado muchas veces en todo este tiempo de
evocarte, Selena, que alguien que no te conoce me pide temas que hayas cantado
para saber qué interpretabas y cómo lo hacías, y para saber si aquello que tú
cantabas se parecía a lo que a ellos les gustaba. Hoy basta con verte en
cualquier sitio, pero no sé si la gente tiene mucha paciencia de buscar ante
tantos incentivos e imágenes para ver. También hay mucha gente que sí te conoce
y que muchas veces necesita tener nuevas versiones de tus canciones para
recrear o actualizar tus éxitos de toda la vida. También hay muchas opciones de
ver y escuchar para eso, pero la gente cada vez tiene más pereza de buscar, en
un mundo en el que “todo está tan a mano…” Hay otras personas que desde que tú
partiste buscan una sucesora, aquella que acaso pueda lograr el éxito que tú
tuviste... Todavía hay gente que debate si tú eras tan importante como lo
sostienen muchos. Algunos creen que la grandeza o la importancia de alguien
pasa por cuánta gente convoca, por cuánta gente te ve en los medios, o en los
últimos tiempos, cuántas veces te nombran a través de las infinitas variantes
que nos ofrecen los nuevos medios de comunicación… Ni hablar de las “vistas” o
“likes”… Algunos se olvidan lo que provocó tu absurda partida, por qué dolió
tanto, por qué la gente hizo interminables vigilias para dar su último adiós y
para expresar todo su dolor. Algunos se olvidan por qué comenzaron a aferrarse
a todo lo que te perteneciera. Algunos se olvidan que la gente nunca pudo
asimilar tu partida de este mundo. Reconocerlo es como la muerte misma. Nadie
lo pudo aceptar. Nadie lo puede aceptar. Algunos aún no pueden comprender lo
que es el Amor. Ese Amor que tú generaste y que la gente te lo retribuye con
todo lo que tiene, con todo lo que puede ... Con todo su Amor. Ese sentimiento
tan pocas veces visto hoy...En la actualidad, en la que parece que no tenemos
tiempo ni para mirarnos a nosotros mismos, en la que no tenemos tiempo de gozar
de la salida del sol, de sentir la brisa que nos pega en el cuerpo, de gozar de
alguna linda melodía, de que todo parece muy importante, de que no podemos
gozar de lo mismo más de un día, yo sólo quiero decirte que tú, Selena, me
satisfaces en todo. Selena, a mí me basta con lo que tú has hecho, me basta con
lo que nos ofreciste, me basta tu entrega, me basta tu dedicación. Nunca me
cansaré de tu voz, de tu carisma, de tu personalidad. Tu pasión para
interpretar cada tema me emociona hasta en lo más profundo de mi corazón. No
necesito de nuevas versiones. Me basta con que tú estés allí, en mi ser, en
cada instante de mi vida escuchándote, viéndote, admirándote. Me bastas tú. No
necesito otra cosa. No necesito adornar tu voz con otra cosa. Tú me diste lo
suficiente como para que colmes mi vida, para que te escuche día a día, para
que me vaya a dormir escuchando tu dulce voz, para que me des paz en los
momentos más duros, para que me despierte con tu espíritu, para que dedique mi
vida con la energía y vitalidad que tú, sólo tú, le dabas a cada actividad que
emprendías. Tú eres una fuente inagotable para el goce de cada uno de nosotros.
No necesito nada más. Me moriría si tú no estás entre nosotros de alguna forma,
si reemplazaran tu voz por otras, si reemplazaran tu música con otras versiones
o con otros ritmos. Porque ninguna de tus canciones puede ser interpretada
mejor que tú, nadie le ponía ese toque distintivo, nadie le daba esa
naturalidad, nadie ponía tanto énfasis a cada palabra, a cada frase, a cada
interpretación. Tú eres irreemplazable. Aunque todos nos conformáramos con otra
persona que ocupe tu lugar, nadie, absolutamente nadie, podría hacerlo por más
que fuera mucho mejor que tú para cantar, para bailar, para ser simpática ante
el público, para moverse mejor en el escenario. Podría la nueva tecnología
inventar alguien que tenga las mejores características de una gran artista y
cantante. Aun así nadie podría ser mejor que tú. Nadie puede generar tanta
emoción, tanta pasión, tanto amor como lo hacías tú... ¿Por qué crees acaso
Selena que te extrañamos tanto? Porque tú eras nuestra, tú eras nuestra sangre,
tú nos representabas en cuerpo y alma. Nadie podía hacerlo como tú. Es como si
tú hubieses unido todo lo que sentíamos, todos lo que soñábamos, todo lo que
anhelábamos y lo hubieses expresado tú misma. Es como que, más allá de lo que
quería tu padre, lo que quería la disquera, lo que quería el público en
general, lo que ambicionaban lo medios de comunicación y los empresarios, tú
subías al escenario a interpretar ese sentimiento, ese sentir que teníamos
todos y que, acaso, lo teníamos dormido, olvidado o simplemente no habíamos dado
cuenta de ello. Tú eras nosotros mismos. Tú nos hiciste ver a través de tu
figura, de tu música, de tu voz, de tu presencia. Y en cuanto te vimos y
conocimos, nos vimos representados en ti. Podríamos escuchar cualquier música,
podríamos tener tal o cual ídolo, pero contigo vimos y sentimos nuestra sangre
latina, nuestra pasión que tenemos en nuestros genes, nuestra música, nuestra
vida, todo aquellos que nos hermana y nos quita nuestras diferencias de países,
de razas, de credos, de fronteras, de todo...Selena. Tú nos uniste y todos
seguimos tu canto. Tú como nadie nos subyugaste. Tú como nadie nos dio alegría
y también nos dio todas nuestras lágrimas. ¿Por qué crees que te lloramos
tanto? ¿Por qué crees que no te podemos olvidar? ¿Por qué crees que nadie te va
a reemplazar? Porque tú eras nosotros mismos. Y tu partida es lo más parecido a
cuando a una persona le quitan el alma, lo más vital para vivir y gozar de la
vida. Tu partida de este mundo fue mucho, muchísimo más que una simple absurda,
insensata e inexplicable ... muerte. Tu partida fue quitarnos nuestros
corazones, esos corazones que estaban sólo para ti, para que gozaras de nuestra
ofrenda, para que supieras que eran tuyos, sólo para ti, para que gozaras de
ese amor incondicional y verdadero, para que supieras que era un amor eterno,
fiel y sincero. Para que supieras que cada triunfo tuyo era el goce nuestro.
Cada país conquistado por ti era la alegría de todos nosotros. Significaba para
todos el triunfo y la consagración de nuestra Selena, de nuestra niña Selena,
de la Selena de todos, de nuestro familiar más querido, de la única Selena, la
que nos representaba en música y en sentimientos, la que nos representaba como
nadie nuestro sentir… Selena. Siempre te diré que me gustaría que supieras lo que
has generado. Y que desearía que supieras que tú has triunfado. Has triunfado
pese a esa insensata que te quitó todo, menos el Amor de tu gente, pese a
aquellos que dicen quererte mucho pero que hacen muy poco hoy para ponerte en
el lugar que tu gente te puso, pese a los contratos de tal o cual compañía,
pese a toda la gente que te quiso reemplazar, pese a todos los que quisieron
relativizar tus logros. Hay muchos que han logrado éxito y fama gracias a ti.
Artistas, publicaciones, discográficas, familias, medios de comunicación,
periodistas, que han sido llegado a ser "alguien" gracias a ti. A mí
me gustaría que tú estuvieras aquí para gozar de tu triunfo pero al menos me da
alegría que aquellos que lograron algo en su vida fue gracias a ti y que
ninguno de ellos logrará lo que en poco tiempo lograste tú: popularidad y el
amor de tu gente ... ¿Cuántos pueden decir que lograron eso? Pocos, muy
pocos... Ojalá que cada uno de nosotros nos fuéramos de este mundo siendo tan
queridos como tú, Selena. Ojalá nos fuéramos de este mundo de la forma en la
que te fuiste tú. Porque tú te fuiste de este mundo y hay infinidad de gente
que clama por tu nombre, te promete amor eterno y que recuerda todo lo que
hiciste. Tú te fuiste y surgen generaciones y gente de otros países y culturas
que te recuerdan, te veneran y te adoptaron para siempre como la Reina, esa
Reina que no se discute, se ama. Esa Reina que se quiere, esa Reina a las que
todos nos ponemos a sus pies...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario