Pensando en ti, yo te quiero aquí... (28 años sin Selena)

 31 de marzo de 2023



Cómo me gustaría, Selena… (28 años sin ti, Selena)


Cómo me gustaría no tener que escribirte en este día, no tener que evocarte, no tener que recordarte, no tener que guardar como oro cada foto, cada disco, cada cd, cada dvd, cada pequeña cosa que me remita a ti y me aferre a ella del mismo modo que alguien, ante el peligro inminente de caer en el pico de una montaña, trate de tomar lo primero que tiene a mano para evitar caer en el abismo...

Cómo me gustaría no tener que ver que hay miles y miles de sitios hechos en tu nombre en los que están todas tus imágenes, todas tus fotos, todos tus conciertos, todos tus reportajes, desde muy niña hasta cuando comenzaste a ser una megaestrella internacional; sitios en los que te dedican todos sus recuerdos, todos sus tributos, todas sus más sentidas palabras ... en el llanto de cada medianoche...

Cómo me gustaría despertarme y no pensar en ti, no llorar por ti, no pensar en que no estás entre nosotros, no tener que dedicarte buena parte del día a subir una foto, a recordar alguna canción, a escribirte aquí religiosamente, a entrar en cada sitio para aportar mi granito de arena en tu recuerdo, a mirar una y otra vez algún video que alguien haya compartido, sea nuevo, viejo, inédito, hipervisto...

Cómo me gustaría no ver más "X años sin Selena" y que esa X se agrande cada vez más. Cómo me gustaría no tener que buscar más material inédito tuyo y contentarme con que haya logrado alguna presentación tuya en vaya a saber en qué lugar, en qué contexto y bajo qué circunstancias...

Cómo me gustaría no pensar en lo que sufriste aquel día. Cómo me gustaría no pensar en lo que tú pensaste. Cómo me gustaría poder haber estado yo allí para recibir el impacto de esa insensata que no tuvo ningún miramiento en lastimarte, en quitarte lo más preciado de ti: …tu vida. Cómo me gustaría haber podido estar allí aunque sea empujarte, hacer algo que impidiera esta locura, que impidiera que sufrieras y pensaras, en ese terrible trayecto al lobby del Days Inn, que se te acababan tus fuerzas, que no ibas a estar aquí en este mundo para poder decir lo tuyo y para que nadie, nadie cometa la osadía de alzar su voz y decir, en nombre de ti, la sarta de tonterías, de blasfemisas, de mentiras sin que tú pudieras hacer nada para defenderte. Cómo me gustaría no pensar más en ello...

Cómo me gustaría no pensar en ti en todo momento. Que para mí fuera natural verte viajar por todo el mundo brillando con tu canto, deslumbrando con tus diseños, ganando más y más premios, haciendo películas, siendo toda una estrella, mostrando que eres la número 1 y yo tomarlo como algo tan natural que hasta pueda estar días sin nombrarte...

Cómo me gustaría verte en cualquier lado y por momentos admirarte pero en otros instantes permitirme no pensar en ti, porque tienes tu vida, tu carrera, tu felicidad que no necesita de mi pensamiento, de mi recuerdo, de mi tributo...

Cómo me gustaría verte hoy riéndote de tus primeros pasos y que tus primeros éxitos fueran "Como la Flor" y "La carcacha". Cómo me gustaría verte gozar merecidamente de tu fortuna, no sólo la de dinero, sino la fortuna de tener semejante presente. Cómo me gustaría ver que tanto sacrificio desde que tenías ocho años, renunciando a una niñez, a una adolescencia, a una vida más acorde a la normalidad, tuviera sus frutos, que te hubiera abierto las puertas a todo, a todo lo que se te ofreciera a tus pies...

Cómo me gustaría que hoy todo el mundo coreara tu nombre, que tú sigas viendo, escuchando y sintiendo el amor de tu gente, esa que jamás te abandonó. Que jamás se olvidó de ti. Que nunca te hubiese dejado sola, que siempre te protegía, que siempre te respetó. Que siempre quiso verte bien. Cómo me gustaría que vieras esta realidad con cariño y que recordaras que esto mismo te lo dijeron en pleno ascenso de tu carrera en el programa "En vivo", de Ricardo Rocha, allá por noviembre de 1994. Cómo me gustaría que no hubiera ninguna película recordándote ni que tú nombre muchas veces se asocie a un caso policial, a una obsesión, a la impotencia de no poder torcer esa vida típica de una tragedia griega...

Cómo me gustaría saber que tú, Selena, estás allí en Corpus Christi, con tu esposo, con tus hijos, con tu enorme campo soñado en el que conviven todos los animales que se te antojó tener. Cómo me gustaría despertar y saber que tú estás viva, viviendo la vida que te quedó pendiente, gozando de la fama mundial y recibiendo todo el Amor de todo el mundo como retribución a todo lo que tú les diste durante toda, toda tu vida...

Cómo me gustaría que este mensaje no existiera, que este site no existiera, que ningún tributo ni ningún recuerdo existiera ... Eso significaría que tú, Selena, estás aquí para recocijo de todos nosotros, pero, fundamentalmente, para regocijo tuyo, que tanto lo merecías...

Que solo existieran sitios y sitios hablando de tu pasado, de tu presente y de tus planes futuros…

Cómo me gustaría que mañana, cuando me despierte, no me acuerde de nada de lo que acabo de escribir...

Ojalá Dios me escuche ... por el bien de ti, Selena, nada más...

 Te quiero mucho, Selena. ¡¡Quiero que lo sepas siempre!!

Te saluda extrañándote muchísimo... Y recordándote siempre…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

Sólo escúchame, Selena…


Antes decía qué tengo que hacer para pensar que lo que ha pasado contigo sólo fue una pesadilla y nada más…Sé que la realidad termina siendo impiadosa y no me da margen para elegir. Sé que no estás entre nosotros y, duro es admitirlo aún hoy, nunca volverás. Pero Selena, escúchame, mírame, leeme, observa a este mundo, a este mundo que tiene ya 28 años sin tu presencia. Sé que nada, absolutamente nada, es comparable a tu vida. Que nada para ti puede servirte de consuelo, de compensación. Sé que deberías estar aquí para vivir y disfrutar de la vida que tanto te costó ganarla, tantos sacrificios y concesiones te costaron para poder, una vez triunfante, despacharte con todo lo que te viniera en ganas hacer, para realizar todo lo que tenías en mente desde hacía tiempo. Para hacer tu sueño realidad. Y sé que una persona se encargó de quitarte ese sueño, ese simple sueño de vivir … Y que ni siquiera te ha dejado descansar en paz luego de cometer aquella atrocidad…Selena, sólo escúchame… Quiero que sepas que yo te quiero. Que yo te extraño, que yo siento lo que tú sientes, porque sé que es difícil cuando desde muy pequeña te exponen a semejante reto sin preguntarte si acaso eso era lo que querías hacer. Quiero que sepas que jamás te dejaré sola, que jamás permitiré que se olviden de ti, que haré lo que sea para, aunque sea desde algún lugar, sigas viviendo a través de nuestros corazones, de nuestros más profundos sentimientos…Selena, escúchame. Tenías razón cuando en tu intimidad decías que eras la mejor. Nadie fue, es, ni será como tú. Nadie tiene ese Amor por su gente, nadie tiene ese sentimiento por lo que canta, nadie tiene esa pasión para interpretar. Nadie, en definitiva, tiene ese ángel especial, un alma particular para interpretar esas canciones que tú cantabas. Nadie, ni aun el que supiera perfectamente el español, llegaba como tú a emocionar con tus canciones. Porque para emocionar hay que tener corazón, no sólo saber a la perfección el español. De nada sirve cantar perfecto, decir las palabras justas y bien dichas si no hay alma, si no hay sentimiento, si su voz, su interpretación, su baile, su forma de decir lo que expresa no llega hasta lo más profundo de los corazones de lo que escuchan. Todo eso lo tenías tú, Selena, nadie más. Tenías lo más preciado que podía tener un artista: tenías talento, tenías alma, expresabas todos tus sentimientos al cantar … Tenías el público a tus pies. Y créeme que tú, sólo tú, podías lograrlo…Selena, escúchame. En estos tiempos en los que se necesita de pirotecnia y de mucho recurso tecnológico para impactar a la gente, y siendo que tú hasta tenías la oportunidad de hacerlo, no lo necesitabas. Seguramente si lo hubieses hecho, se hubiese perdido buena parte de tu magia. Cualquiera que iba a tus conciertos sólo iba a verte a ti, sólo a ver qué les ofrecías, con qué los ibas a alegrar, con qué los ibas emocionar, con qué los ibas a sorprender. Tú eras el centro de la atención de todos. Pues ninguna pantalla gigante, ningún juego de luces, ningún estruendo iba a hacer más impactante que tu presencia. Así eras tú, Selena, mágica, insuperable, inigualable … Y en estos tiempos en los que parece que nada impacta, nada sorprende, todo parece estar dicho y hecho, eso que tú poseías es invalorable, y se extraña horrores… Selena, escúchame. Tú lograste lo que nadie. Podías ser el modelo para las chicas de tu generación, ser querida por las mujeres de toda edad, un ídolo para los niños y hasta enamorar a todos los varones. ¿Quién puede lograr eso hoy en día? ¿Recuerdas aún cuando un fan ganó un concurso para verte antes de tu concierto del Astrodome gracias a la esposa de esa persona que, sabiendo lo tanto que te quería, prefería regalarle la posibilidad de verte? Tanto lo quería que deseaba darle lo mejor, que era poder darle la posibilidad de que te expresara a ti su máxima admiración como artista y persona. ¿Cuántos logran esto Selena? Tú, sólo tú, Selena, podías lograr que todos te quisiesen, que todos creyeran en ti. Que todos vieran en ti la persona en quien se podía confiar y a la que deseaban que siempre le fuera bien… Selena, escúchame, por favor. Sólo quiero que me escuches, porque quiero que sepas lo tanto que te queremos. Que no te quedes con esa horrible sensación del final. Quiero que sepas que ese Amor, ese Amor que sólo tú podías dar dio sus frutos y los sigue generando. Que más importante es este Amor que lograste con tu público. Que no eres sólo Fotos y Recuerdos. Que no eres una imagen en un dvd o en cualquier video en la web, una voz en un cd, Selena, tú eras el amor mismo. Y eso es lo que tanto extrañamos y eso es lo que todos los días queremos expresar... Selena, escúchame. Yo recuerdo lo que dijiste una vez. Tú dijiste que ya vendrían los tiempos de tener niños, de agrandar la familia. Pero antes que eso, dijiste, tenías muchas cosas en mente y que querías poder realizarlas cuanto antes. Era parte de tu sueño, parte de lo que soñaste desde hacía mucho tiempo, de esos tiempos de niña, de adolescente, en el que uno sueña con que cuando uno llegue a la cima hará lo que tanto anhela, lo que tiene bien guardadito en su corazón. Y tú querías, entre otras cosas, ser diseñadora. Habías empezado a hacerlo, lo mismo que comenzaste a elaborar tu disco en inglés, ese disco que prometiste hacer luego de cantar “Where did the feeling go?” en aquel concierto de San Antonio en 1991. Tenías entonces 19 años. Tan sólo 4 años después todo se te estaba cumpliendo. Todo estaba preparado para que el sueño de Cenicienta se hiciera realidad … Dios sabe qué sucedió aquel día para que aquello que tanto soñabas no se pudiera realizar…Por eso, escúchame Selena. Escúchame, por favor. Porque aquello que tenías en mente se cumplirá. Se cumplirá con el Amor de toda tu gente, esa inmensa cantidad de gente que no se olvidó jamás de ti, la gente que te conoció después y se deslumbró por lo que eras. Entre todos nosotros Selena, con nuestros corazones, con nuestros sentimientos, con todo aquello que nos transmitiste a nosotros te cumpliremos tu sueño, tu verdadero sueño, el sueño de ser amada, de ser querida como la mejor. De ser recordada con Amor, con ese Amor que sólo tú podías dar…Selena, escúchame. Yo tendré en cuenta siempre lo que tanto anhelabas. Siempre tendré en cuenta tu profunda emoción cuando lograste el premio a la mejor cantante femenina del año en Premios Lo Nuestro 1993. Siempre tendré en cuenta tus sueños. Porque haré de tus sueños los míos y haré lo posible para que así sea … Y espero que me hayas podido escuchar y haberte sacado una sonrisa. Si lo logré, no podría estar más contento. Mientras tanto, lucharé y lucharé hasta que tu sueño se haga realidad. Para que tú seas feliz para siempre…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)