Cómo quisiera

31 de agosto de 2009









Hoy sólo quiero...



Hoy estoy aquí. Aún no puedo creerlo. Me cuesta entender y aceptar tanto cariño y tanta aceptación. Me gusta. Me gusta mucho. Pero eso me da miedo. Miedo a que algún día me rechacen. Miedo a que me pase algo. Miedo a que se olviden. Miedo a que no sea cierto. Miedo a aceptarlo...


Hoy soy Selena. Todos saben lo que ello significa. Aún no sé si puedo expresar lo que me ha generado estar en el Astrodome esta noche. Aún no sé todo lo que hice. Se me nubló mi mente desde que entré. Semejante recibimiento me hizo temblar las piernas. Tuve suerte de que estuviera el carruaje para que me condujera al escenario. Eso me dio aire y seguridad. Pronto me adapté a la situación. Enseguida me sentí segura frente a lo que tenía alrededor. A ver mi nombre bien grande en el estadio. Al amor de la gente. A que mi banda me esperara una vez más para acompañarme. Luego fue a entregarme a mi pasión, a mi público, a dar todo de mí como hace 15 años. A dar todo de mí porque en mi más fuero íntimo quiero que mi nombre se grabe en el corazón de cada uno de los que me conoce y de los que me conocerá. Porque necesito ese Amor, necesito ese cariño. Ese amor me dará fuerzas, ese Amor me dará seguridad, ese Amor dará sentido a mi existencia, ese Amor me hará ser Selena para todo el mundo...


¡Y pensar que hace dos años estuve aquí con tanto miedo! Era mi primer gran rodeo, y a pesar de que tenía tantos seguidores ¡estaba tan nerviosa que temía salir, como tantas otras veces! En cada presentación volvía a ser esa niña de ocho años que tenía un gran micrófono con un público ávido y curioso por saber qué les iba a cantar, de qué se trataba Selena y Los Dinos. Siempre sentí en sus miradas que acaso no esperaban mucho de mí, que tal vez podía entonarles una buena canción que les arrancara una sonrisa de satisfacción, de aprobación, sin que por ello implicara que estaba haciendo gran cosa. ¡Pero yo no quería eso! ¡Quería sorprenderlos! ¡Quería que su aplauso fuese sincero! Quería ver caras de asombro. Quería agradarlos a tal punto de que se olvidaran de la comida, de las bebidas, de que estaban en un restaurante, ¡de todo! Quería que se fijaran en mí. Sólo así me sentiría satisfecha, me sentiría feliz, me sentiría plena, me sentiría querida. Sólo así me sentiría que cada día tenía un sentido, que cada día era un paso adelante para conquistar el corazón de cada uno de mis seguidores. Sólo así me sentiría con más fuerzas para lograr todo lo que tenía pensado para mí...

Miro atrás y aún no lo puedo creer. No puedo creer lo que estoy viviendo. ¡No puedo creer que hayan pasado 15 años! Aún hoy lo recuerdo y no lo puedo creer. Me cuesta aún comprender que un hecho, una situación puede cambiar la vida de cada uno. Nunca pensé que el cantarle unos viejos temas del gusto de mi padre harían cambiar mi vida, la vida de mis hermanos, la vida de toda mi familia. ¡Y pensar que todo fue por un ataque de celos! No podía aceptar que el centro de la atención de la casa fuera mi hermano y su odioso bajo. Por ese bajo que le habían comprado yo no era el centro de las miradas de mi familia. Todos se preocupaban por enseñarle a A.B. a tocar ese instrumento. Estaba frenética, Me sentía desplazada. Pensé que nadie me quería. Pensé que me quedaría sola. Pero ahí aprendí que nada era imposible. Que yo podía proponerme algo y lograrlo. Por eso tomé ese libro de canciones y me las aprendí. No importa si había algunos temas en español. Eso no me iba a frenar en lo que me proponía. Y en poco tiempo me las aprendí para sorprender a mi padre, para que él volviera a prestar atención en mí, que yo siguiera siendo para él su reina. Sé que fui tonta, que mi padre me quería con toda el alma y que era normal lo que estaba pasando. Pero todo esto no lo supe con el tiempo, no lo supe a medida que iba creciendo. Lo supe de golpe, cuando vi la cara de asombro, de satisfacción, de éxtasis y de admiración de mi padre. A partir de allí todo fue como ver una película con imágenes a toda velocidad. Delante de mí vi pasar toda clase de instrumentos musicales, vi a mi padre yendo de un lado para otro, a mi madre con cara de preocupación atrás tratando de detenerlo, a mis hermanos mirándome sin entender. Cuando quise reaccionar tenía un micrófono en la mano. Todo sería diferente para mí desde ese momento...


Estoy aquí sola. Aún no me saqué mi vestido morado. Es un vestido bonito. Me gustó mucho desde el momento en el que me lo vi puesto. Tardé un buen tiempo en diseñarlo para la ocasión y hasta que no me vi lo suficientemente linda con él no me sentí satisfecha. Espero que les haya agradado. Me gustaría que me recordaran con este vestido. No importa que pase el tiempo. No importa que haya muchos conciertos más. No importa si después cuando me conozca todo el mundo se acuerden de otros conciertos y para muchos este concierto del Astrodome quede lejano, como algo borroso, bonito pero extraño. Tal vez lo recuerden como cuando cantaba Como la Flor, cuando cantaba en español exclusivamente, cuando empecé a sorprenderlos en inglés con ese Disco Medley ... ¡Qué lindo momento viví al cantarlo! Tenía temor de empezar el concierto con esos temas, pero tenía que hacerlo. Falta poquito para mi disco en inglés. Y tengo que demostrarles a todos que también puedo con los gringos. Está destinado que mi vida siempre será un desafío, que no puedo estar tranquila con lo que tengo, que no puedo dormirme en los laureles. Que siempre tendré que dar más, que siempre tendré que demostrar que no tengo límites. Que si quiero ser la mejor tengo que estar preparada para todo. Todo es un desafío para mí y yo puedo superarlo. Sé que no está bien que lo diga. Ni siquiera que lo piense. Pero después de este concierto sé que soy la mejor. Sé que puedo cantar cualquier tema en vivo, sé que la gente me ama, sé que muchos me consideran la Reina. A veces pienso qué pensarán de mí en otras tierras que esperan que yo vaya a visitarlos. He llegado a Honduras, El Salvador, Puerto Rico. ¿Pero qué pensarán de mí en Sudamérica? ¿Me aceptarán como aquí? ¿Me querrán como aquí? ¡Ay, Selena! ¡No pienses tanto! ¡Sólo actúa y ya! Debería pensar menos y actuar. Como lo hice desde niña. Como lo hice desde siempre...


Todavía estoy aquí en mi camarín. Sigo estando sola. No quiero que aún me vea nadie. Quiero disfrutar de este momento íntimo. Quiero sentir la satisfacción a solas de ser Selena. Quiero sentirme satisfecha conmigo misma. Quiero sentir lo que es estar en mi lugar. Quiero mirarme a la cara y decirme: "Todo es por tu mérito, Selena. Tú lo has logrado. Toma lo que te mereces". Por un instante no quiero saber de obligaciones, de actuar de acuerdo con las necesidades de los demás. Sólo quiero recordar, sólo quiero que jamás se me vaya la hermosa sensación de mi despedida de recién. Son sensaciones que no tienen palabras. Sólo se sienten. Y no quiero dejarlas de sentir. Porque pocas veces se siente tanto amor, tanta satisfacción, tanto cariño. Quisiera retener por siempre ese último adiós que le dirigí a aquel fan que me saludaba efusivamente. Y aunque la gente de seguridad del estadio quería que me retirara rápido, yo no quería irme sin saludarlo. Sé que habrá muchos más conciertos aquí, pero quién sabe si ellos me podrán volver a ver. Por un momento pensé, no sé por qué, que quizá esa persona me vería por última vez. Por eso lo hice. Uno nunca sabe lo que pasará mañana ... Es curioso. Debe ser la primera vez en mi vida que pienso así. Esto de estar sola y de verme a mí misma sin nadie como intermediario me hace pensar en cosas que nunca había meditado pero que siento haberla sentido toda mi vida...


Empiezo a notar inquietud afuera. Aún mi padre no se anima a decirme que me apure. Aún contiene a todos afuera allí. Sabe que necesito de mis tiempos para todo, pero también sabe, obviamente, que ellos tienen sus tiempos y sus necesidades, y me lo hará saber. Pero presiente que no es momento de molestarme. Presiente que hay que dejarme un tiempo sola. Y hace bien. Hoy es un día de certezas y de presentimientos. No sé por qué, pero ahora se me dio por pensar qué será de mí. Se me dio por pensar cómo me recordarán, qué esperarán de mí en el futuro. Este va a ser un año muy importante y muy duro en mi vida. No sé que esperan de mí los gringos. No sé cómo tomarán los mexicanos cuando saque mi disco en inglés. Otra vez pienso que no sé qué esperan de mí en Sudamérica. ¿Qué esperarán de mí en lugares tan lejanos y tan distintos del mío como Argentina, Bolivia y Paraguay? Apenas sé que en Colombia y Venezuela me quieren, pero no sé por qué. Sólo sé que aquí me aman y que nada me detendrá. Es cuestión de proponérselo ... Espero que en aquellas tierras lejanas me quieran como aquí. Espero que la gente tenga los mismos bonitos recuerdos que aquí...

A veces me pregunto por qué pienso en estas cosas, por qué pienso en mi futuro tanto. Tal vez siento que después de este día ya nada será lo mismo. No será lo mismo para mí, no será lo mismo para la banda, no será lo mismo para la gente. Siento que he crecido. Que hoy se terminó una etapa en mi vida y habrá que estar preparados, muy preparados para lo que se viene. En lo musical yo no tengo dudas. Estamos muy bien. Todos nos conocemos. Todos nos llevamos de maravillas. Sólo ruego que estemos preparados para los cambios que todo esto nos traerá a nuestras vidas. Aún yo tengo dudas. No sé por qué pienso en esto. Sé supone que todo lo tenemos controlado, pero por algo le dije a mi público al despedirme "Cuídense muchísimo y nos veremos muy pronto". Ahora me pregunto si se los dije a ellos o me lo dije a mí. O quizá se lo dije a mi banda ... Bueno, me parece que llegó la hora de cambiarme y de verlos a todos allá afuera. No quiero pensar más...


¡¡Pero no!! ¡Aún no! No quiero verlos todavía. ¡No! Quiero seguir así, sola. No quiero aún los abrazos de mi familia, las adulaciones exageradas de mi amiga, las preguntas de los periodistas. Hay tiempo para eso. No. Quiero seguir sintiéndome bien conmigo misma. Quiero sentir esto que vivo como si fuera la última vez. Como si éste fuera mi último concierto. Quiero seguir sintiendo lo que sentí en este concierto. Quiero llevarme todas y cada una de las sensaciones del Astrodome. Porque nadie, absolutamente nadie, sabe como yo lo que me ha costado llegar, todos los sacrificios que tuve que hacer, todo lo que tuve que luchar para que el público me ame, para que mi familia me acepte como soy, para tener mi lugar para ser diseñadora, para poder estar al lado de la persona a quien amo. Porque no es fácil ser Selena. A mí todo me costó mucho. Tuve que dejar muchas cosas en el camino. Tuve que renunciar a la felicidad del que no es conocido, del que no es observado, del que no tiene el peso de la responsabilidad de ser el sostén de toda una familia, sostén en lo económico, sostén en lo emocional. ¡¡Hay que estar en mi cuerpo!! ¡No es fácil! Varias veces quise irme. Varias veces lloré en soledad. Varias veces contuve mis propios sentimientos en el bus camino a otra ciudad, a otro pueblo, a otro concierto. Y aunque muchos tal vez no lo sepan, hay que tener mucho amor propio para superarlo, hay que saber muy bien lo que uno quiere en la vida. Y a pesar de estar cumpliendo el sueño de mi padre, yo siempre supe llevar las cosas para que mi propio sueño se pueda cumplir, para que el éxito de mi padre, de mi familia, también sea el éxito mío. Para que yo me sienta orgullosa de sentirme Selena y para que todo el mundo me quiera por lo que soy. Por eso, no quiero salir aún, quiero seguir sintiéndome plena, quiero seguir sintiéndome orgullosa, quiero seguir mirándome, acariciar mi piel, verme con mi vestido, y sentirme totalmente satisfecha y feliz de ser Selena...


Pero antes de verlos, antes de que abra esa puerta, antes de que mi padre me diga si me encuentro bien y de si ya estoy lista para ver a tanta gente importante, antes de que me abrace con mi familia, antes de que firme todos los autógrafos y salude uno por uno a periodistas, amigos y fans, me haré un juramento. Me trazaré un objetivo, declararé mis propios principios. Cuando salga de aquí me propondré ser la mejor, haré historia. Todo el mundo me recordará, todo el mundo me querrá, todo el mundo sabrá quién soy. Y no ahorraré esfuerzos para lograrlo. Quiero que me recuerden no sólo como cantante sino como diseñadora. Quiero que todo el mundo cante mis canciones. Quiero que todo el mundo compre mi ropa. Me propondré superar todos los desafíos. Sé que para ello tendré que postergar muchas cosas. Sé que tendré que esperar para agrandar la familia, para tener hijos, para tener una vida más convencional. Pero sé que la vida es una sola, es corta y uno no sabe lo que pasará mañana. No sólo en las canciones las digo. Siempre viví la vida hasta lo máximo. No sé por qué vivo la vida con urgencias. Tal vez sea porque siempre viví la vida así, será por mi temperamento, será por puro presentimiento. Pero no quiero perder tiempo. No debo perder tiempo. No quiero estar dormida cuando el mundo espera por mí. No quiero mirar cómo se pierden las oportunidades. No quiero dejar pasar el tren. Quero estar en el corazón de cada uno de los que me quiere. Quiero que mi nombre esté grabado a fuego en el alma de cada uno de ellos. No quiero ser un mito, no quiero ser una leyenda. Yo sólo quiero ser Selena. Yo sólo quiero que me quieran...


Sólo le pido a Dios estar a la altura de las circunstancias y que me ayude ahora. Que no me abandone ahora, ahora que siento que toco el cielo con las manos...


¡¡Daddy!! Ya puedes abrir. ¡Estoy lista! Lista como siempre. ¡¡Como lo he estado toda mi vida!!!


(...Espero que haya interpretado tu sentir, Selena. Sólo lo hice por Amor, por tu Amor, y para que sepas que aún estando lejos y de no haberte podido ver, tú llegaste a mi corazón ... Te quiere por siempre...)