Me marcho hoy...

30 de septiembre de 2013


Mi último adiós...

Es mi último adiós ... Ya lo sé ... Me cuesta creerlo ... Aún no caí en ello ... Todavía me siento en el limbo ... Todavía siento y quiero creer que estoy sumida en un largo sueño ... Lo veo y no lo creo ... Me están llevando a mi última morada ... Lo veo desde un lugar que no sé cuál es ni tampoco quiero saber ... Veo gente llorando, veo gente que me arroja flores blancas, mis preferidas ... Es mi último adiós ... Nunca me lo había imaginado ... ¿Y quién podría imaginarlo a mi edad? Pero esto lo digo no sólo por mis años, sino por lo que era mi presente, por mi momento glorioso y por los prometedores planes para el futuro ... Nada, nada me hacía sentir mi último adiós, mi último concierto, el último acto de mi vida ... Nada ... Tal vez lo sentí en el momento de mi última partida de mi hogar, cuando saludé a Chris desde lejos, para no molestarlo, para que siguiera durmiendo, para que no me detuviera en mi camino ... hacia la fatalidad ... Pobre, Chris ... Él se había levantado sobresaltado por culpa mía ... Estaba su padre de visita en nuestro hogar y yo lo había olvidado por completo en esa mañana fatal ... Así estaba de perturbada ... Así estaba de distraída ... Por eso cuando lo vi salir de la habitación de huéspedes pegué un grito de terror ... Eso lo sobresaltó a Chris, quien despertó no entendiendo lo que estaba sucediendo ... Pero yo lo calmé enseguida con mis clásicas carcajadas, explicándole mi despiste y haciéndole un gesto de que estaba todo bien ... Yo en realidad me había asustado ante la posibilidad de que Chris se despertara del todo y de que se acordara del día anterior para no permitirme salir a verla nuevamente ... Pero zafé pues a Chris le costara horrores despertarse ... Pobre, Chris ... Él era muy comprensivo conmigo ... Aun siendo de carácter fuerte, siempre estaba calmo y silencioso ... Sabía escuchar y aconsejar ... Muchas veces me mofaba de él ... Solía decir haciendo un movimiento como abofeteando a alguien “¿pero éste está muerto o qué?”, cuando lo veía tan callado y tan calmo ... Era tan distinto de mí ... Yo me burlaba y ahora estoy en ese lugar en el que solía decir jocosamente que estaba él ... Debí haberlo escuchado más ... Mejor dicho: debí haber actuado como él me aconsejaba ... Él no estaba de acuerdo con que fuera el día anterior ... Como yo, él no se imaginaba lo que pasaría después, pero algo lo hacía sospechar, algo no le gustaba ... Por eso me acompañó a verla ... Y aun cuando en un principio se quedó en la camioneta esperando a que volviera del encuentro, al ratito apareció en la habitación y me instó a abandonar el lugar ... Después cuando ella me insistió para que volviera, él tomó las riendas del caso y me dijo que de ninguna manera permitiría que fuera tan tarde de nuevo a verla ... Yo sólo asentí porque tampoco quería salir a altas horas de la noche pero pensé en ir al otro día a la mañana ... Valoré que Chris me cuidara y que tomara esas decisiones que por ahí no solía hacer ... Pero ni él ni yo imaginábamos lo grave del problema con ella y sus planes ... Debí haber tomado nota de esa preocupación de Chris ... Él no sabía de lo que se trataba pero lo intuía ... No quería pensar en lo peor, como yo, pero sabía que algo podía pasar y que por ello algo debía hacer ... Yo debí reparar en ello ... Tal vez me estaba diciendo elípticamente que deseaba que no la viera más, que ella se estaba tornando en un elemento pesado, que ya era más un dolor de cabeza que otra cosa ... Debí haberlo pensado ... Ya me lo había dicho unas semanas atrás, cuando por el bendito asunto de los papeles que nos debía me dijo que si por él fuera dejaría todo en manos de un abogado ... Yo no quería dejar este asunto en manos de otro ... Yo era como mi padre ... “Selena Etc.” era mi creación y quería manejarlo a mi manera ... Mi padre me habló de los malos y sospechosos manejos de ella, y hasta la llamamos para que nos aclarara sobre el punto ... Pero en cuanto supimos que estábamos ante un problema serio, yo quise que mi padre no se inmiscuyera más. Podía aceptar que mi carrera como cantante lo manejara él, pero mi sueño de diseñadora quería convertirlo en realidad yo ... Por eso tomé cartas en el asunto y busqué arreglarlo personalmente con ella ... Además, quise seguir creyendo que todo se trataba simplemente de un error o de una impericia y no de una estafa que me provocaría una decepción mayúscula ... Pero al poco tiempo fui dándome cuenta de que teníamos a alguien que nos había engañado como tontos con su supuesta candidez y buena predisposición ... Tal vez por eso Chris me fue diciendo de buscar un abogado ... El contacto con ella se estaba tornando sumamente peligroso ... Pero nunca al extremo de imaginarnos en que estaba planeando un asesinato ... Ni yo lo pensé cuando dos semanas atrás ella me mostró el arma que portaba “por protección” luego de que la calmé diciéndole que se quedara tranquila, que ella seguía estando en nuestro equipo, ni lo intuyó Chris cuando se lo conté ... Y  hoy estoy aquí despidiéndome en la más absoluta tristeza e impotencia...
Es mi último adiós. Mi corazón está roto pues veo los corazones rotos de mi gente ... Quisiera pedirles perdón ... Quisiera decirles que sólo quería que fueran felices conmigo y no padecer esta tristeza ... No quisiera ver este espectáculo, pero lo estoy viendo ... Ya no importa saber qué será de mí ... Yo ya estoy fuera de este mundo ... Me preocupa y me entristece preguntarme qué será de ellos, cómo será vivir con esta tristeza que les he dejado ... Pienso en mis padres, en mis hermanos, en Chris ... Los estoy viendo ... Se me parte el Alma ... Los dejé huérfanos ... Me siento culpable ... Sé que no es mi entera culpa, pero recién ahora veo la magnitud del error ... Veo a mi hermano A.B. desconcertado, tal  vez preguntándose qué hará ahora ... Recuerdo que varias veces me emocionaba públicamente cuando decía que él se inspiraba en mí para hacer su música y que era un orgullo para él formar parte de la banda ... Buena parte de su vida la empeñó para hacer la música para mí ... Dejó todos sus planes para hacer algo que no pensaba hacer y a hacer música que no había escuchado antes ni aprendido ... Aceptó a regañadientes la imposición de nuestro padre de hacer una banda cantando en español siendo un adolescente y llevándome 8 años. Sé de lo difícil que fue para él tocar el bajo para una banda cuya cantante y artista principal era sólo una niña ... ¡¡y encima su hermana!! Pero allí estuvo y fue el pilar fundamental para las letras y melodías de nuestras canciones. Podría haberse contentado con cantar temas de otros y esforzarse lo mínimo posible esperando un milagro que nos salvara o que le realidad del fracaso nos liberara del yugo ... Pero A.B. no era de esa clase de gente ... Tomó como yo la responsabilidad de llevar adelante la empresa familiar y como no le gustaba lo que cantábamos empezó él mismo a crear las letras y la música de la banda. Y trabajó en equipo con la idea de buscar las personas indicadas para que lo ayudaran ... Se asesoró con Pete Astudillo para que él les pusiera las exactas palabras en español a sus escritos pensados en inglés y escuchó toda clase de música para poder aplicarlas a nuestra banda para que la hiciera más moderna y versátil. Cuando grabamos el disco “Amor prohibido” habíamos evolucionado lo suficiente como para tocar y cantar cualquier tipo de música. Como yo, A.B. estaba por abrirse a todo el mundo y lograr su consagración mundial como músico y como compositor ... Y ahora lo veo con los ojos mirando a uno y otro lado, como esperándome para que lo saque de esa pesadilla que padece ... Lo veo y tiene esa mezcla de tristeza y bronca ... Sé que se contiene para no destrozar todo e irse sin mirar atrás ... Sin mirar ni querer mirar la realidad que sé que lo atormentará de por vida ... Sé que se culpará por no haber estado más encima de este problema. Él siempre estaba en el estudio preparando la música para mis próximos discos y estaba en todo el preparativo para mi futuro disco en inglés ... Ese disco tan soñado y tan anunciado por la familia y por mí ... Y allí lo veo ... No puede ni con nadie ni con él mismo ... No puede consolar a nadie ni nadie lo podrá consolar ... Sé que cuando fue al hospital y se enteró de mi suerte, ni se quiso quedar ... Se fue para llorar solo, para maldecir y maldecirse ... Y para culparse por no intervenir en el asunto en vez de quedarse al margen ... Pero él no tenía forma de saberlo ... Él como todos nosotros nunca se imaginó que pasaría lo que pasó ...  Todavía veo su cara como esperando que lo saquen de esta pesadilla, como deseando que la realidad fuera como hace unos instantes atrás...
Es mi último adiós y no me pude despedir de nadie ... Lo último que recuerdo es estar sola en ese horrible y lluvioso día esperando que todo se terminara de una vez ... Estaba sola y no pensé en que tal vez no habría un mañana ... Tal vez si lo hubiese pensado ... Tal vez si hubiese sido más egoísta y hubiese pensado en mí antes que en los demás ... Pues ahora veo que la gente llora por mí y tal vez lo haga por mucho tiempo ... Pero el tiempo va a pasar y la gente volverá a sus cosas de todos los días ... Y sea en poco o en mucho tiempo la gente me dejará de tener en sus mentes y me tendrá sólo en fotos, en videos, en revistas ... en sus corazones tal vez ... ¡¡Dios mío!! ... ¿Pero qué hecho? ¿Cómo me pude olvidar de lo que era más importante para mí? ¡¡Yo era la forjadora de mi destino!! Eso lo supe siempre y mi vida se basó en esos principios, más por necesidad y desesperación que por otra cosa ... Entonces, ¿qué me pasó? ¿Acaso lo olvidé porque vinieron las buenas épocas y ya no nos corría tanto la necesidad? ¿Acaso nos dejamos llevar por la gloria que creímos conseguir? ... No ... No era eso ... Sé que no era eso ... Nadie en mi familia sentía que podía dormirse en los laureles ... Para mi padre todavía no habíamos logrado nada ... Para él lo que habíamos logrado hasta aquí era lo lógico ... Lo realmente desafiante estaba por venir y eso había que ver si lo podíamos lograr ... Yo tampoco me sentía en el cenit ... No sé si tampoco quería eso ... Yo ya era feliz con lo que tenía y me ponía contenta estar con mi esposo y seguir con mis proyectos de diseñadora ... Yo disfrutaba todo ... El despertar de cada día ... Jugar con mis perros ... Aprender cada día una cosa nueva ... Lograr las metas tan soñadas desde muy pequeña ... A mí no me habían regalado nada ... Todo me lo tuve que ganar con mucho sacrificio ... Tuve que poner todo a veces para lograr sólo un poquito y ese poquito celebrarlo como si fuera la mayor gloria de mi vida ... Yo sólo estaba aprovechando el éxito para poder hacer lo que nunca había podido hacer antes ... Tal vez Chris fue el que más entendió lo que yo vivía en los últimos tiempos desde que nos habíamos casado ... Yo jugaba, estaba ávida por aprender, por emprender cuanta aventura se me propusiera y ocurriera ... Todo lo disfrutaba y lo vivía con plenitud ... Lo bueno y lo malo ... Estuve años enteros teniendo en mente un montón de cosas que no había podido llevarlas a cabo ... Y en los dos últimos años estaba llevando a la práctica todo ello que había soñado sin saber si podría hacerlo alguna vez ... Tenía tantas cosas en la mente ... tantas ganas de hacer, tantas ganas de emprender ... tantas ganas de vivir ... ... No entiendo cómo lo olvidé ese día ... ... Cómo me olvidé de todos los que me querían, de Chris, de mi familia ... ... Me dejé llevar por la desesperación de esa mujer ... Hice mía su propia ansiedad de poseer, de dominar, de manipular ... Me llevó a un terreno que no me gustaba, pero que lo hice tal como si me manejara por medio de un control remoto ... como si fuera una mera marioneta ... Me olvidé de todo ... Hice todo lo contrario a lo que hubiese deseado ... Salí de casa sin avisarle a Chris a dónde iría, me fui a un motel en un día horrible a hacer algo que no deseaba ni creía con la esperanza de que todo cambiaría a la vuelta, con la esperanza de que saliera el sol y no lloviera como inexorablemente pasaría ... Salí con la esperanza de que pronto volvería para juntarme con mi familia, ir al estudio para seguir grabando el disco en inglés, ir a mi tienda de ropa, partir al otro día a Los Ángeles para dar otro concierto increíble como el del Houston Astrodome ... Ahora veo a mi gente y me siento una pobre tonta ... Los decepcioné ... Olvidé que les dije que tenían que cumplir sus sueños, que todo era posible ... Que sólo era cuestión de proponérselo ... Olvidé que yo era la figura de ese sueño ... Que para que ellos creyeran que no eran palabras vacías, mensajes sin sentido, palabras de circunstancia, yo tenía que demostrarles que con mi ejemplo eso era posible ... Aunque tal vez no me gustara, aunque yo no hubiese elegido ese destino, yo era la encarnación de ese sueño, yo era la esperanza para mi comunidad de que todo se podía lograr ... Mal que me pesara, yo era el cumplimiento del famoso “sueño americano” ... Si yo les demostraba que con trabajo, honestidad, sacrificio, talento, superación nadie podría impedir el cumplimiento de cualquier objetivo, ¿quién podría pensar que todo era imposible? Me olvidé de eso a la hora de tomar la fatal decisión. Y ahora todos padecemos las consecuencias ... Yo lo pagué caro, muy caro ... Pero peor aún, he dejado la enseñanza tan temida: mi camino puede ser muy lindo, ideal, soñado, pero inviable ... Si esto me pasó a mí, ¿qué esperanzas puede tener el resto? Muchos pensarán que al final personas como la que me hizo este daño pueden lograr todo y los que vamos en la vida siendo auténticos y transparentes tenemos todo para perder ... Sé que muchos me recordarán, que muchos invocarán mi nombre, pero pocos seguirán mi ejemplo ... Los artistas que triunfen en el futuro tal vez piensen que es mejor no ser tan dados con la gente, no decir todo lo que piensan, no demostrar tanto lo que son realmente ... Yo ni haciendo telenovelas quise dar una imagen que fuera diferente de la real ... ¿Habrá gente que querrá hacer lo mismo después de lo que me pasó? Los seres humanos tenemos el instinto de supervivencia ... Muchos artistas tal vez hasta actúen sus propias vidas para que nadie sepan lo que realmente son, hacen y piensan para que ningún loco o psicópata se tome la atribución de juzgarlos y castigarlos ... Nadie querrá mostrarse tal cual es ante la gente por miedo de que aparezca un “fan bueno, aplicado y obediente” que “haga lo que ellos quieran y sean depositarios de sus deseos”, para después hacerlos meros instrumentos de sus deseos de poseer, de dominar, de manipular ... Ya empiezo a darme cuenta de lo que me deparará en el futuro ... Sólo estaré presente en homenajes, seré para todos el mito, la leyenda, pero cuando empiecen a verme como tal ya no seré para nadie el camino a seguir ... Seré el recuerdo de un buen momento de sus vidas, un lindo y fugaz recuerdo ... Seré sólo fotos y recuerdos ... Sólo quedarán de mí “fotos y recuerdos” ... La misma letra que supe cantar muy poco tiempo atrás como un llamado y aviso fatal del destino ... Y ya no podré hacer nada para cambiar ese destino ... ¡¡Qué tonta fui!! ... Debí haber sido más egoísta ... Debí haber pensado más en mí ... Pero si lo hubiese hecho, entonces no hubiese sido realmente yo y otra imagen tendrían de mí ... Al menos por eso, y sólo por eso, puedo sentirme que me puedo ir tranquila en mi último, triste y sentido adiós...
Es mi último adiós ... Allí veo a mi padre ... Estoy segura de que es la persona que más sufre por mi suerte ... Sé que se siente culpable y responsable ... pero jamás lo dirá ... Pensará que admitirlo es sinónimo de debilidad ... Pensará que ahora más que nunca tendrá que sacar fuerzas de donde pueda para darle ánimo a la familia, dar su visión de lo hecho por nosotros al mundo, darle un sentido a su vida ... Seguramente pensará que vendrán caras extrañas a hablar de mí, de él y de toda la familia ... Habrá gente que nunca nos conoció que interpretará nuestra vida, nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro con total liviandad ... Que habrá gente que nos juzgará teniendo un motivo, un excelente motivo ... Sé que mi padre apurará las cosas para rápidamente explicar todo, ser el primero en dar la explicación de lo que sucedió ... Él sabe que el que primero pega, pega dos veces ... Si no lo hace, otros se adelantarán con quién sabe qué argumentos -o tal vez presumiendo cuáles son-, y él quedará en una débil posición teniendo que responder y justificar tantas mentiras y tantas calumnias que nos lloverán a todos ... Sigo sintiéndome culpable de todo ... Mi padre maldecirá tener que explicar qué hacía aquella mañana en un motel con la presidenta de mi club de fans haciéndome lo que me hizo ... Pero inflará el pecho, dirá que fui una guerrera, una valiente y que fui en busca de esa mujer para defender el honor de la familia ... Él sabe que tarde o temprano se sabrá todo, que yo no fui a pelearme, que fui con la intención de llevarla al hospital para acompañarla porque decía que la habían ”lastimado” en su viaje de Monterrey ... Todas mentiras, claro está, pero mi padre sabe que a mucha gente le gusta pensar en que hubo otra cosa, una historia oscura de deseos y de pasión, de intereses y de ocultamiento ... Muchos querrán saber qué hubo en realidad en todo esto y yo sé muy bien que ella alimentará esa versión ... ¡¡Qué tonta fui!!... Recién unos instantes antes de la fatalidad pude darme cuenta de lo que es en realidad esa persona ... Nunca pensé que la gente fuera tan mala y siniestra ... Menos la gente que yo he conocido y que le di mi confianza ... En mi corta vida tuve que lidiar con gente de todo tipo, sortear problemas difíciles de solucionar, tratar con gente un tanto peligrosa o complicada, pero siempre pude superar todos esos escollos con mi forma de ser, con mi buena predisposición, con mi sonrisa, siendo tal cual era ... Como lo hice desde muy pequeña, como lo tuve que enfrentar cuando tuve por primera vez un gran micrófono en la mano a los 8 años ... Pensé que con ella era lo mismo ... Nunca creí que fuera una persona tan malvada, tan posesiva, tan manipuladora ... Conquistó la confianza de todos con su supuesta buena onda y aplicación a nuestra causa, y una vez que lo logró nos llevó a su terreno y nosotros nos vimos envueltos en él sin darnos cuenta ... Debí haber reparado en lo que alguna vez me hizo ver Chris con su expresión de asombro cuando lo increpé movido por ella para decirle si tuvo algo que ver con unos destrozos que había en el baño de un salón de fiestas en el que ella nos había invitado para agasajarnos por los éxitos que habíamos logrado ... Debí haber reparado en que si algo él hubiese hecho realmente me lo hubiese dicho sin más y que yo no me movía por mi desconfianza sino por lo que me decía ella ... Ella buscaba enfrentarme con los demás ... Era su mejor demostración de que podía moverme de acuerdo con sus deseos ... Y empezó a notarlo y a darse cuenta de que lo estaba logrando ... Si hubiese sabido de ello ... aquel día fatal nunca hubiese existido ... Pero ya es tarde para lamentarlo ... Mi padre debe estar pensando lo mismo ... Él fue primero en dejarse llevar por elu supuesto estilo tan servicial y desinteresado de ella ... Es que nosotros no estábamos acostumbrados a este tipo de gente ... Podíamos tratar con gente complicada pero directa como nosotros ... Pero gente como esta mujer, no ... Me gustaría poder decirles a todos que se cuiden de este tipo de personas, que parecen tan buenas, tan carismáticas, tan serviciales, tan amigas ... Pero en realidad sólo quieren manipular, dominar, que todos sigan sus deseos sin chistar ... Con la excusa de “yo estoy aquí para darte lo mejor, para cuidarte, para ayudarte”, “yo sé lo que tú quieres: sígueme y te lo facilitaré”, harán de ti un osito de peluche que usan y desusan a su antojo, unos monigotes sin personalidad ni capacidad de decisión ... A eso te quieren reducir y si te resistes, más bien aléjate, pues te buscarán y te tratarán de convencer por las buenas o por las malas ... Y si es por las malas, te harán la vida imposible ... De personas encantadoras se convertirán en seres demoníacos que buscarán destruirte si no logran de ti lo que quieren ... Yo fui ese día como siempre, a cara lavada y siendo la mujer  de siempre, la misma del escenario como en la vida cotidiana ... Pero ella me esperaba con su plan premeditado y dispuesta a ejecutarlo si yo le aseguraba de que no haría lo que ella deseaba ... Y en cuanto se lo hice ver aquella mañana, ella no dudó ... Si tenía que perder, que perdiéramos todos ... Si mi padre la puso en evidencia, que pague quitándole lo más preciado ...  Y lo hizo ... Y me sacó de este mundo ... No dudo de que no parará hasta que la declaren inocente para burlarse de todos, y para manchar mi buen nombre y honor y el de mi familia ... Apelará a cualquier cosa ... A la mentira, a la falsedad, a la calumnia … Recién ahora doy cuenta de esto ... Recién ahora ... Seguramente a mi padre le debe estar pasando lo mismo ... Ahora lo veo tratando de levantarle el ánimo a mi madre ... Veo que le toma la cara y le habla con dulzura ... Pero también veo cómo se le escapan sus lágrimas por debajo de sus infaltables anteojos negros ... Él está destrozado, pero sabe que tiene que ser fuerte, más fuerte que nunca, para que no se caigan los demás, para que no se caiga él mismo ... Y se aferrará a hacer todo lo posible por difundir mi obra, dar su versión de lo que hemos hecho y de lo que nos pasó ... de lo que me pasó ... “El que pega primero, pega dos veces”. Ésa es su premisa y su fuerza para seguir viviendo ... Sabe que tiene mucha tarea y que no tiene tiempo para perder ... Cuando vea que ha logrado su objetivo, seguramente podrá irse a un lugar solitario y llorar largamente en paz ... Pero ahora sólo le queda actuar como si nada hubiese pasado, como si algún día voy a regresar y toda volverá a ser como antes...
Es mi último adiós ... Veo a mi madre y a mi hermana llorando, y sólo desearía poder abrazarme con ellas ... Mi madre se debe acordar de aquellas palabras que profiriera en una entrevista unos meses atrás: “Yo no podría vivir sin mi hija”. ¿Y ahora qué hará que ya no me tiene? Siempre me pregunté por qué me hacían preguntas como si ya fuera una persona mayor, o como si ya supieran o supusieran mi destino. Recuerdo cuando alguna vez me preguntaron cómo quería que me recordaran y que yo le contesté: “con Amor”. También recuerdo haber confesado que desde muy pequeña solía tener una pesadilla recurrente de la cual quisiera no recordar ... Y ahora la tengo presente porque aquello que no quise ver lo viví aquel nefasto día ... Si hubiese querido ver lo que no quise ver ... Quisiera darle fuerzas a mi madre, decirle que a pesar de todo estoy tan agradecida por ella por su Amor, por su protección, por su comprensión, por interceder siempre en mi favor cuando mi padre se encolerizaba por mis bustiers, por mi Amor por Chris, por mis deseos de ser una mujer independiente, y con ideas y motivaciones propias sin dejar de ayudar al mandato familiar ... Ella lo supo siempre cuando me veía de pequeña siendo tan inquieta y haciendo esos diseños que los pude hacer realidad recién cuando vinieron los éxitos ... Fue ella quien siempre estuvo a mi lado en el bus cuando en silencio lloraba, o sentía temor a poder fallar con algo o con alguien ... Mi madre siempre estuvo allí para tranquilizarme y para apoyarme en todo lo que quería hacer ... Trataba de darle racionalidad a mi vorágine por hacer todo y ya ... Así también fue Chris cuando empezamos a convivir ... Él sabía por lo que había vivido y por todo lo que no pude hacer por mi carrera de cantante ... Por eso no se oponía a mis pedidos, por más alocados que fueran ... A pesar de ser grande, no dejaba de ser aquella niña que deseaba ese juguete que nunca tuvo, jugar a aquello que nunca tuvo oportunidad, vivir esos tiempos normales que todos tienen en la niñez, en la adolescencia o en cualquier etapa de sus vidas ... Ellos supieron comprenderme y quererme por lo que fui ... Y ahora los veo tan destrozados ... Ver a Chris con la mirada al piso con una flor en la mano es la imagen más triste que puedo tener de él ... Chris se debe sentir tan culpable como yo ... No nos despedimos como siempre aquel día y nos despedimos de nuestra convivencia sin saberlo ... Olvidamos fatalmente aquel día lo importante de vivir la vida hasta lo máximo y pensando en que puede ser siempre el último ... Y si lo olvidamos fue por el “encanto” de esa mujer, de ese cántico de sirenas que nos hizo perecer chocando contra las costas sin saberlo ni intuirlo ... Veo a mi madre no pudiendo con su Alma ... Veo a Chris deseando que se lo trague la tierra y que se lo lleven conmigo a mi morada ... Veo a mi hermana lamentándose de no haber compartido mis últimas presentaciones y de no haber estado conmigo como en tantas noches confesando nuestros más profundos y puros sentimientos ... Tal vez nos faltó eso ... Poder adaptarnos a nuestra nueva vida ... Saber que las cosas no eran las mismas que cuando empezamos ... Que para llegar nos faltaba sortear algunas vallas, algunos obstáculos que nosotros no conocíamos y que no sabían que existían ... Nos llevó el canto de esas sirenas que no conocíamos y que, peor aún, no sabíamos que existían ... Y ahora lo estamos pagando tan caro ... Lo estoy lamentando tanto ... Ahora ya es tarde ... Llegó el momento de entrar a mi morada, la que me acompañará para siempre hasta que el Señor disponga de mí...
Es mi último adiós ... Ya no tengo más nada que decir. Mi corazón está destrozado. Mi Alma está triste ... Tengo miedo de lo que vendrá ... Pero si alguien, aunque sea alguien me escucha, sólo deseo que me recuerden con Amor, con ese Amor que siempre desee, ese Amor que supe dar en cada momento de mi vida...
(Si hay algo que deseo en mi vida es que nunca haya un último adiós, tratándose de Selena ... Me gustaría ver a Selena, disfrutar a Selena, ver a Selena feliz, sin finales, sin despedidas, sin que exista la palabra “último” en su vocabulario ... Tal vez recordándola siempre con Amor, no sólo como artista sino como persona, lograremos que su vida, su trayectoria y su Amor sean un ejemplo para una humanidad que perdió su camino desde que Selena dejó de estar entre nosotros...)
Selena: nunca habrá una última invocación de mi parte ... Si eso ocurre alguna vez, es porque estaré junto contigo ... feliz de volver a verte...
Te quiere mucho...

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

Mi último adiós ... nuevamente

Hoy me levanté y me sentí vacío ... Quise sonreír como todos los días, pero no lo podía hacer ... Quise pensar que mi vida era otra, que nada había pasado ... que Selena estaba allí con su eterna sonrisa iluminándome el Alma ... Pero no era así ... Sabía que ya nunca iba a poder ser así ... Mi corazón está destrozado ... Soy un cuerpo sin vida ... Me siento un zombie ... Ojalá lo fuera ... Me levanto como puedo ... Hoy es el día en el que se la llevarán ... Tomo mi rosa blanca ... La compré ayer para la ocasión y allí está intacta ... como si Selena misma la hubiese estado cuidando para asegurarse de que la acompañaré en este triste e inaudito día ... Apenas me preparo un café ... Me quedo fijo mirando hervir el agua mientras escucho los sonidos del dolor de tanta gente que va a despedirse ... No puedo llorar ... No quiero llorar ... No puedo reaccionar ... No quiero pensar que hay un día sin Selena, que tendré que seguir mi vida sin su vida, sin sus canciones, sin sus triunfos, sin su Amor infinito ... No puedo seguir ... No quiero sonreír si no está ella ... No quiero pensar que puedo seguir mi vida sabiendo que ella no está recorriendo la suya ... Pero me tengo que despedir ... No lo haría con nadie ... No me gusta ver gente sin vida, menos si es gente a la que yo supe querer ... Pero es Selena ... No me lo perdonaría ... Es como si me hubiesen sacado una pierna, mi corazón ... Me han mutilado ... Me quitaron el Alma, mis sentidos ... Selena me había dado una esperanza ... Selena era yo mismo ... Y la mataron ... Esa insensata ... ¡¡Cuántos traidores tenemos al lado todos los días y no nos damos cuenta!! ... O no queremos darnos cuenta ... Esa insensata me mató a mí y a tantos otros ... Al menos lo hubiese hecho conmigo pero no con Selena ... Ella se merecía todo ... Selena era Amor, vida, trabajo, autenticidad, sacrificio, carisma, belleza, humildad ... Era una buena persona, no sólo una buena artista ... No ... Ella no tenía que tener este destino ... este final ... Pero este mundo es así ... Ni me dan ganas de enojarme con Dios ... No tengo ganas de nada ... Pero Selena me espera ... Yo no puedo faltar a esa cita por más triste que sea ... Yo también estoy muerto ... Y no debo estar ausente en mi propio funeral...
Salgo a la calle ... Puedo sentir el sol en mi cara que pretende iluminarme ... Pero no es el mismo sol ... Ningún día podrá ser el mismo ... Hubiera sido mejor que el sol hubiese salido aquel nefasto 31 de marzo en vez de ocultarse tras una lluvia torrencial ... Tal vez hubiera iluminado a Selena y le hubiese cambiado su perturbadora decisión ... Y la hubiese desviado de su camino al abismo ... Nunca lo sabré ... Ya de nada servirán las suposiciones, los lamentos ... Viviremos pensando en “qué hubiese sido si...” y nada de eso nos devolverá a Selena ... Voy por la calle mirando fijo la flor blanca y el piso ... Ni me fijo si pasan autos o gente ... No me importa ... Preferiría estar en el medio de la autopista, y que un automovilista me atropelle y me lleve de este mundo para siempre ... Pero no ... No lo haré ... Antes que eso tengo que ver a Selena ... Tengo que ver si es cierto ... Escucho a la gente lamentarse ... También están los otros, los curiosos, los chusmas, los que llenan sus vidas gozando del escándalo y del morbo ... A ésos tengo ganas de decirles: “¿Qué miran? ¿Qué esperan? Si se hubiesen ocupado de lo que importa hoy Selena estaría entre nosotros ... ¿No se dan cuenta de que no supimos apartarla de esa mujer y de este mundo malvado? ¿Acaso les importa eso o irán corriendo a ver la televisión para ver si esa malvada dice por qué hizo esa atrocidad? ¿Les dará lo mismo ver a Selena que a su asesina? ¡¡Contesten!! ¡¡Demuestren que les importa que ya Selena no está entre nosotros!!”. Pero no vale la pena decirles nada ... Son pobres personas y son los menos. La mayoría está como yo ... A los gritos, llorando o en silencio ... Recién allí noto que estamos en procesión yendo al lugar en el que nos vamos a despedir de ella ... Miro a una muchacha que también me mira y ambos nos hacemos la misma mueca de desconcierto, de dolor, de desesperanza ... Llegamos al lugar ... Hay una enorme fila de gente que espera su momento para despedirse ... Me quedo un largo rato avanzando a paso de tortuga mirando el piso y esperando que todo sea un sueño, una larga y enorme pesadilla de la que pronto despertaré ...
Miro el cielo mientras presencio y escucho el espectáculo bizarro que me rodea. La gente está triste, desconcertada, incrédula. No lo pueden creer, como yo. Están allí como si estuvieran a la espera de una nueva presentación de Selena. Algunos cantan sus canciones, algunos lloran, algunos gritan en forma desgarradora. Otros tratan de darse ánimo, tratan de ponerse alegres a pesar de todo. Algunos dicen: “Selena querría que estemos contentos. ¡¡Recordémosla con alegría!! ¡¡Cantemos entonces!!”. Algunos lo hacen. Pasan de cantan “Como la Flor” a “Amor prohibido”, de “Bidi bibi bom bom” a “No me queda más”. Lo hacen con mezcla de alegría y de dolor. Sus llantos atoran sus gargantas. Con el último tema entran en la realidad y se llaman uno a uno a silencio ... La espera se hace densa. La gente quiere verla ... Yo también ... En el medio de la espera el encargado de cuidar el lugar dice que le podemos dar el último adiós, pero que el féretro estará cerrado. Yo me quedo contrariado ... Por un lado, pienso que es lo mejor. No quiero verla así ... Pero por otro siento una gran angustia, porque necesito verla a pesar de todo ... Hay algo que me lleva a hacerlo: mi propio dolor, mi propio desconcierto ... Me siento derrotado. Y quiero, al verla, certificar el fin de mi ilusión, lo lindo que fue aquello, lo poco que duró y el tremendo final. Parece que los humildes, trabajadores y honestos no tenemos un lugar en este mundo, al menos no tenemos un lugar de preferencia. Sólo tendremos un lugar para hacer “lo que nos corresponde”, y que las ganancias y la felicidad se las lleven los otros, los egoístas, los mentirosos, los estafadores, los que engañan ... y los psicópatas, como la asesina ... Me imagino que aun presa ese mamarracho debe estar feliz de haber logrado su objetivo, sentirse dueña de su destino y del destino de los demás ... Lo pienso y me dan ganas de ir a buscarla para hacer justicia con mis propias manos ... Pero no puedo ... No tengo fuerzas ... Hoy no es el día ... Hoy es un día triste y doloroso ... Ya habrá tiempo para expresar el odio y el rencor ... Ganó la asesina ... ¡¡Vaya si ganó!! A la corta o a la larga entraremos en su juego, haremos lo que ella misma sabe hacer bien ... Su manipulación ha llegado a nosotros mismos y ya me imagino que estará bien contenta cuando le expresemos nuestro repudio el día en el que la juzguen ... De pronto otro tipo de gritos me vuelve a mi lugar ... La gente se resiste a ver el féretro cerrado ... Dicen que la quieren ver, que no se irán a sus casas hasta que la puedan ver y despedirse para siempre ... Son gente de pueblos ignotos del Estado de Texas que sólo vinieron para verla por última vez ... Son personas de pueblos en los que sólo fueron visitados por una artista y esa artista fue Selena ... Se lo vienen a agradecer ... También veo que hay gente de otros Estados ... Para todos ellos Selena era su igual, era una de ellos, era su hermana, era la niña que logró concretar el sueño de toda la comunidad ... Selena para ellos era la encarnación de la esperanza y de que todo se podría llegar a lograr siguiendo su camino y su ejemplo ... Salgo del limbo y del desconcierto ... Yo también empiezo a gritar ... Pido que la Familia Quintanilla reconsidere su posición. Grito que la quiero ver, que no podría irme sin saber que efectivamente está allí ... El encargado del lugar nos pide que esperemos, que va a ir a preguntar adentro ... Hasta que volvió sólo escuchaba gritos, discusiones, exigencia, cánticos hostiles ... Yo volví a mi silencio ... Apenas si el anuncio de no ver a Selena me dio algo de ganas de hacer algo, pero no más que ello ... No dejaba de pensar en ella ... No era más importante mi dolor que su realidad. Por eso no discutía, por eso no cantaba, por eso no me alegraba ni lloraba. Selena era más importante que todo ... Pensaba en lo que le habían quitado, en que ya no tenía lo que nosotros tenemos ... Sí ... A veces se me daba por pensar que algunos hacían prevalecer su angustia, sus deseos y sus inquietudes por sobre lo que estaba sucediendo ... Y yo sólo pensaba en Selena ... No podía ni reír ni llorar ... No podía sentir ... Volví a mirar el piso ... Esperé la decisión con resignación ... Sólo una negativa podría hacerme reaccionar ... Mientras tanto pensaba en Selena, sólo en Selena, y ni quería pensar en qué sería de mí cuando todo hubiera terminado y el mundo siguiera andando como si nada hubiese pasado...
Veo que aparece el mismo hombre del anuncio para decirnos que en breve el féretro se abriría y que la podremos ver ... Yo sólo respiré aliviado ... Volví a sentir el espectáculo bizarro de cánticos, gritos, algarabía ... Pero yo lo entendía ... Nadie, ni yo mismo, había caído en lo que estaba pasando ... Era seguir prolongando la agonía ... Era seguir sintiendo que aún teníamos un tramo de camino por recorrer en este mundo “con Selena”. Selena aún estaba. Podíamos permitirnos ilusionarnos de que nada había cambiado, de que Selena estaría ausente por un tiempo, sólo por un tiempo ... Empezamos a marchar camino a verla ... Pasaban por mente muchas imágenes ... No podía dejar de pensar en ese inicio del concierto de dos atrás en esta misma ciudad en el Memorial Coliseum cuando cantó “Como la Flor” y “La carcacha”. Selena estaba tan linda ... Ya se veía triunfadora, adulta, con personalidad, estilo, frescura ... Le ponía tanta pasión a lo que hacía, tanta alegría, tanto Amor, tanta autenticidad ... La gente estaba feliz ... Mujeres, varones, niños, gente mayor ... Todos comulgábamos con ella algo difícil de explicar ... Nos sentíamos identificados con ella ... Selena era nuestro ejemplo, nuestro estandarte, la mujer que surgió de nuestra vecindad y que iba a conquistar el mundo, y nosotros iríamos tras ella ... Era un sueño, una vida de ensueño ... Nunca me sentí tan feliz viéndola a Selena feliz ... Lo que yo sentía por ella no era ni fanatismo ni devoción ... Siempre consideré ellos como sentimientos exagerados, que mal llevados podrían ser enfermizos ... Supongo que esos “sentimientos” eran los que tenía esa insensata ... Yo no sentía ello ... Yo sentía admiración por Selena, me sentía identificado con ella ... Era mi espejo, mi camino a seguir ... Y ahora vivo esto ... ¿Qué voy a hacer? ¿Qué podré hacer? ... No ... No puedo pensar en ello ... Me hubiese gustado decirle cuánto la he querido, qué lindo fue compartir su vida y su felicidad ... Me hubiese gustado decirle que hubiese querido tener su templanza, su constancia, sus ganas, su vocación para desafiar todos los contratiempos ... Yo sabía que el hecho de que le fuera tan bien en los últimos años no quitaba lo que había vivido en su niñez y en su adolescencia ... Para Selena nada fue fácil y todo lo superó no sólo con trabajo sino teniendo la mejor predisposición, mostrando una sonrisa para todos, aun cuando por dentro primara la incertidumbre y cuando muchas veces tuviera muchas ganas de llorar ... Sigo caminando y me voy acercando a ella ... Miro mi flor banca, la arreglo un poco, la acaricio ... Es lo que me queda de ella sabiendo que a la larga la flor se marchitará, como ella misma, como el tema “Como la flor” ... Trato de no ver hacia adelante, pero no puedo evitar escuchar el dolor de la gente, los gritos, la gente que se quiere acercar a ella pero se lo impiden ... También escucho el silencio de los otros ... Hasta escucho mi propia respiración alterada y mi corazón que se acelera ... Escucho que la mujer de adelante exclama “Oh, my God!!” e irrumpe en un llanto que me lastima ... Sé que llegó mi momento ... Levanto la vista y la empiezo a mirar. Se me hace un nudo en la garganta. Siento que el corazón se me parte ... Es Selena pero no lo es ... Lo que le hizo la asesina no admite calificativos. Selena parece estar serena ... Cualquiera podría decir, si se quiere engañar un poco, que está en paz, que en ella no hay expresión de dolor o de angustia ... Los que piensan así se equivocan o no quieren ver la realidad ... Selena tiene un rostro serio, adusto, impenetrable ... Yo la noto enojada ... Me es inevitable pensar que en aquel día nefasto debe haberse sentido traicionada y que recién en ese último instante lo debe haber vivenciado ... ¡¡Quién sabe qué debe haber pasado!! Pero sin duda Selena estaba ofuscada y así en ese estado recibió lo que menos esperaba ... La veo a ella y me veo allí mismo también ... Trato de acercarme y me agarran unos terribles deseos de acariciarla, de hacerle sentir que estoy allí con ella, que está acompañada, que no está sola ... Nunca sentí algo así en esta situación ... Nunca viví una sensación de profundo Amor, dolor y conmiseración ... No hubo necesidad de que alguien interviniera ... Sigo mi camino sin dejar de verla ... En el medio del dolor y de mi silencio sólo murmuro “Mil abrazos y mil besotes, Selena ... Cuídate muchísimo y nos veremos muy pronto ... Hasta luego, Chau...”, mientras le doy saluditos con mi mano hasta ya no verla más ... Sigo mi camino en silencio hasta llegar a las afueras del lugar. Allí me siento esperando que en breve se la lleven a su última morada, a ese lugar en el que tal vez la podremos visitar muchas veces pero que nunca, nunca podrá ser lo mismo ... Ya será un mundo sin Selena ... Todavía en este momento me falta saludarla por última vez ... Verla partir para no verla nunca más ... Y para saber que deberé seguir con mi vida miserable sin rumbo, sin destino, sin esperanza ... sin Selena...
Pierdo la cuenta del tiempo que ha pasado ... Me pongo a hacer unos dibujitos con un palito en la tierra ... Dibujo el nombre de Selena y unos corazoncitos a cada lado. Pongo mi flor blanca por encima y cuido celosamente de que nada ni nadie desdibuje esa imagen que miro fijamente. Sé que pronto cuando tome la flor blanca para arrojársela a Selena en mi última despedida nada quedará de aquello, como nada de Selena ... Sí, ya sé ... Quedarán sus discos, quedará su obra, quedarán sus conciertos, pero Selena no estará ... Y eso no podrá sustituirse ni consolarse con nada ni con nadie ... Quiero llorar y no puedo ... Hasta hago una mueca de sonrisa mirando fijo el nombre de Selena ... Le digo: “Yo te cuidaré, Selena. Yo no te dejaré sola. ¡¡Nunca!! ¡¡Jamás!!” ... Pienso que pasará el tiempo y Selena se convertirá en mito, en leyenda ... Yo no quiero eso ... Yo no quiero que pase el tiempo. Me aferro a este día como el último abrigo que tengo en un día que devino helado ... Pero sé que este día pasará como tantos otros ... Y aunque me aferre al pasamanos Selena se me irá igual, como yo mismo, como todos ... Si ya me tengo que resignar a su partida, me gustaría que a Selena la recuerden por lo bonita persona que era, por su risa, por sus sentimientos, por todas las pruebas que tuvo que superar muy a su pesar ... Me gustaría que la recuerden como una niña común que un día tuvo que ponerse la capa de heroína y salvó a todos con su Amor, y nos enseñó a ser libres cumpliendo nuestros sueños y a luchar contra los imposibles siendo uno mismo, no resignarse nunca, soñar y cumplir nuestras metas, ser como ella misma fue durante toda su vida ... su corta vida ... Escucho de nuevo los gritos, las corridas, la histeria. “Ya se llevan a Selena. ¡¡Está por aparecer en cualquier momento!!”. Tomo mi rosa blanca y me incorporo como un rayo, pero antes de salir al encuentro de Selena tomo unas hojitas caídas de un árbol y tapo cuidadosamente el nombre de Selena en la tierra, no sin antes darle un besito de despedida. Desee con locura que esas hojitas mantuvieran por largo tiempo su nombre aunque supiera que poco duraría ... Mis deseos de que mi ilusión se cumpliera hace que pueda salir de allí y esperar con ansias pero con dolor el coche que se lleva a Selena ... Allí lo veo venir ... No es que vea el auto ... Sólo me doy cuenta de su venida por la enorme cantidad de flores que caen sobre el auto proveniente de ambos lados de la calle, arrojada por la gente que no puede dejar de llorar y de gritar ... Veo a niños corriendo por delante y por detrás del auto que vuelven a arrojar las flores al auto que habían quedado perdidas en el piso ... El auto se acerca y me quedo inmóvil ... Siento un fuerte dolor en el estómago ... Siento una angustia que me impide mover ... Miro la flor y no me quiero desprender de ella ... Es lo último que me queda de Selena ... Si la arrojo sé que no habrá vuelta atrás ... Y vendrá la odiosa y repugnante resignación, y el paso del tiempo y el olvido ... No puedo moverme ... No quiero moverme ... No ... No lo voy a hacer ... Veo que el auto se me acerca ... Me queda poco tiempo ... Siento un dolor enorme ... No puedo no despedirme de Selena ... Pero no quiero darle mi flor ... Pero ella me dio todo ... No puedo ser tan egoísta ... Pero no puedo darle mi flor ... Sé que Selena me entenderá ... Pasa el coche en mi cara ... Veo el nombre de Selena en el féretro ... Veo la cara de Selena que me dice: “Ya lo sabes ... Yo sólo quiero que me recuerden con Amor ... ¿Lo sabes, no? ¿Lo harás tú por mí? ¿O me olvidarás y me dejarás aquí sola?”. Veo mi rosa. Veo el auto que se va... Y sin mirar la arrojo al auto ... Veo que queda pegada justo en el vidrio en el que se veía su nombre ... No quiero ver más ... Empiezo a correr en sentido contrario por la calle. Choco con miles de personas. Caigo y vuelvo a levantarme ... Grito para mí: “¡¡Selena no murió!! ¡¡Selena no se fue!! ¡¡Selena vive!! ¡¡Tengo que encontrarla!! ¡¡Selena no murió!!”. Voy corriendo sin rumbo. No sé qué hacer.  Siento que no puedo vivir el mañana. Siento que no estoy preparado para vivir este mundo sin Selena ... Este mundo sin su Amor ... Corro y corro sin sentido. Quiero encontrar a Selena sabiendo que es en vano ... Quiero desmayarme o que me pise un tren ... Quiero levantarme de esta pesadilla ... Quiero huir de esta densa realidad ... ¡¡No quiero morir!! ... ¡¡Quiero huir!! ¡¡Quiero huir de este mundo bastardo!! Quiero correr, correr y correr, y no ver más nada hasta que Dios me dé una explicación por su decisión, la cambie y me traiga de nuevo a Selena ... Sigo corriendo ... Allá a lo lejos creo ver a Selena, y voy para abrazarla y decirle lo tanto que le quiero ... Corro y corro ... Veo a Selena que me saluda y me pide que me acerque pero yo cada vez la veo más lejos ... No quiero llorar ... No quiero resignarme ... No quiero aceptar esta vida, este mundo, este destino ... Caigo de rodillas y me pongo a llorar. Tapo mi cara con mis manos llena de tierra y lloro sin parar ... Ya no doy más ... Empieza a oscurecer  ... Empiezo a actuar sabiendo que indefectiblemente habrá un mañana, un mañana triste, un mañana sin sentido, un mañana sin Selena ... Camino un largo rato camino a mi ciudad ... Voy a mi pequeña morada que hice un rato atrás y apoyo mi cuerpo sobre ella. Veo que aún el nombre de Selena se mantiene intacto. También sus corazoncitos ... Con lágrimas en los ojos armo un pequeño santuario alrededor de mi obra ... Pongo unas pequeñas maderitas a un costado y arriba para protegerla del frío, de la lluvia, del sol, de todo ... Lo hago cuidadosa y espaciosamente ... Selena se merece eso ... Ya es de noche ... La luna me ilumina ... Escucho los grillos, y el dolor y el silencio de la gente ... Me incorporo ... Miro una y otra vez mi pequeño santuario ... Noto que me falta algo ... Tomo una piedrita y escribo en las maderitas con mucha paciencia “Selena vive ... en nuestros corazones”. Me incorporo, me juramento venir todos los días a visitar a Selena allí ... Sé que está el Gravesite ... Pero para eso hay tiempo ... No estoy preparado aún para ello ... Por lo pronto iré a la morada que le construí, y le daré mil abrazos y mil besotes todos los días ... Me doy vuelta y me encamino para mi casa ... Cada tanto vuelvo sobre mis pasos y le doy un nuevo saludo, nunca el último, un nuevo saludo ... Cuando vuelvo hacia mi camino veo una silueta a lo lejos que me sonríe ... Me dice algo ... No sé bien qué ... Creo que me dice “Gracias” ... Yo trato de acercarme ... Pero la silueta se me aleja ... Empiezo a caminar ... Pero no la alcanzo ... Comienzo a correr ... La silueta va hacia mi casa ... “Selena ... ¿Eres tú? ¡¡Dime que eres tú, por el Amor de Dios!!”. La silueta no me responde. Llego a mi casa corriendo. No prendo las luces ... No quiero molestar a Selena ... Me tiro a mi cama exhausto ... Vuelvo a llorar ... Miro la luna por la ventana y quiero que aparezca Selena o que jamás vuelva a haber un mañana ... De pronto siento que alguien me acaricia y yo me siento en paz. No procuro saber quién es ... Sólo quiero dormir ... Y volver a ver a Selena en mi morada ... Creo escuchar que alguien me dice: “No lo olvides. Recuérdame con Amor. Por lo demás, no te preocupes. Yo te cuidaré. Siempre estaré presente. Yo siempre estaré en tu corazón ... Ahora duerme ... Si me quieres, lo harás ... Y tú eres un buen chico ... Sé que lo harás”. Yo asiento con una sonrisa y me dejo llevar por esas caricias. Mañana será otro día. Hay algo bueno que tengo que hacer ... Tengo que ir a visitar a Selena y decirle que la quiero mucho. Por lo demás, no sé qué será de mi vida ni qué haré ... Pero al menos podré dormir tranquilo ... Sé que podré descansar en paz ... al menos esta noche...
(Lo que realmente nos duele nunca se ausenta de nuestras vidas, de nuestros sentimientos ... Siempre se añoran los tiempos felices y se busca que algún día vuelvan ... Mientras tanto, se busca un consuelo, algo que nos permita vivir con una sonrisa ... Pero aquello que nos marcó con fuego nuestras Almas y nuestros corazones no se olvida jamás ... Ni se quiere borrar ni sustituir ... La pérdida de Selena es una herida que jamás se cicatrizará ... Apenas si la podremos aliviar para que no nos duela tanto, pero no lo suficiente para que no la veamos más ... Tal vez si algún día veamos a Selena procuraremos curarla ... Y recién allí, sólo allí, tendremos un mañana con sol, con ese sol que brillaba hasta el 31 de marzo de 1995 ... Y seremos nuevamente felices, felices con Selena ... Y el mundo estará lleno de vida y de esperanza ... Ese día algún día llegará ... Dios nos concederá ese deseo como demostración acabada de su existencia)
Selena: siempre guardo tu nombre en mi corazón, mi santuario en el que vives, el lugar en el que nunca se te olvidará...
Te quiere mucho...

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)