30 de abril de 2022
En cada acto de mi vida estás tú, Selena…
No hay momento, Selena, en que no piense en ti. Siempre
hay una señal, una palabra, una sonrisa, una ocurrencia que me lleve a ti.
Estás en mi corazón desde que te conocí. Ya eres parte de mi vida. Me siento
identificado contigo en todos los aspectos … Me gustaría sentir que estás entre
nosotros, que estás feliz, que estás cantando, que estás riendo, que nos estás
subyugando con tu increíble figura, que tu Obra está reflejada en cada uno de
nuestros actos...
Cada día espero una señal, algo que me indique estás
allí, que no te has ido, que nos sigues acompañando, que nos transmites desde
algún lugar la energía que tenemos todos los días para encarar todas las
dificultades y también todos los desafíos que tendremos que vivir. Los enormes
edificios me ponen en esa densa realidad, en esa cachetada de insensatez que me
dice que te has ido, que no volverás. Y sin embargo, fiel a tu espíritu, te
sigo buscando, sabiendo que tú no querrías que yo me rindiera ante nada en la
vida, sabiendo que nada es imposible y que todo puede ocurrir, todo puede
pasar, todo sueño es posible... Esa obstinación saludable, esa tozudez
constructiva, esa energía puesta para ser feliz y hacer feliz a los demás…
Muchas veces me pregunto si acaso sabes que estamos aquí
recordándote, que todos los días te homenajeamos, que nunca te olvidamos y que
siempre en nuestra evocación está implícita la idea de que tú volverás. Tal vez
sigas pensando que te has quedado sola y que ya nadie se acuerde de ti porque
el tiempo pasa, el mundo cambia (¿cambia?) y mucha agua pasa bajo el puente ...
Tal vez nunca hayas podido soñar que todo el mundo te podría amar, y tal vez
cuando nos dijiste por un tiempo adiós acaso pensaste que pronto todos te
daríamos la espalda y te rechazaríamos, como si ese hecho pusiera en duda el
Amor de tanta gente hacia ti...
Me pregunto, Selena, si acaso has pensado que alguien
como yo podría evocarte. Me pregunto si alguna vez pensaste en toda la gente
que te quiere y en toda la gente que te extraña. Me pregunto si acaso sabrías
que tanta gente te ama en este mundo, que tu música es tan universal que a todo
el mundo se queda encantado con ella, y que se potencia con tu voz y con tu
interpretación. Me pregunto si te permitías pensar que tu propio encanto
bastaba para que todo el mundo suspirara y se quedara impresionado con tu
figura y con tu talento. Me pregunto si acaso pensaste en que toda esa gente te
iba a dar todo ese Amor que tanto buscabas, que tanto esperabas, que tanto
necesitabas. Que esa gente te iba devolver con Amor y con creces tantos años de
soledad, de postergaciones, de sueños a cumplir, de alegrías y sinsabores, de
amores deseados, de noches de trabajo duro, de una niñez y adolescencia con una
banda y con una familia a cuestas en un autobús, de tanta lucha para lograr los
objetivos ante tanta adversidad. Me pregunto si acaso pudiste darte cuenta de
lo que representabas para tanta gente, de lo enorme que eras, de lo que te
querían, de lo que esperaban de ti. Que darían todo por ti sólo por verte
feliz, sólo por verte triunfar ... Todo a cambio de nada. Todo por ti, Selena, sólo
por ti...
Hoy leía un cuento en el que una persona iba a visitar
todos los días a su esposa que estaba internada con Alzheimer. Ante la pregunta
del médico a esa persona acerca de si tenía sentido ir puntualmente a visitarla
cuando ella ya no lo reconocía, él con sabiduría y amor le contestó que lo
importante era de que él sí sabía quién era ella, lo que significaba para él,
el Amor que le tiene, todo el recuerdo de lo que han vivido juntos, y que ese
era un motivo más que suficiente como para ir a verla todos los días. Tal vez
para aquel hombre era durísimo saber que nada podrá ser como antes, que es
terrible que la persona a quien amó toda su vida ya no lo viera como tal, que
sea un ser inanimado, que no pueda devolverle la sonrisa que alguna vez supo
darle, pero ¿quién le quita lo vivido con ella, quién le quita todo lo que le
dio, que es el fundamento de su existencia? Y al decir esto recuerdo que
cuántas veces se nos pregunta qué sentido tiene que todos los días te
evoquemos, Selena, qué sentido tiene que sigamos recordándote, que sigamos
escribiéndote, que sigamos cantándote, que sigamos homenajeándote si acaso ya
no podrás devolvernos la sonrisa, ya no podrás agradecernos, ya no podrás
saludarnos. Cuántas veces en forma impiadosa nos dicen que aceptemos la
realidad, que ella no volverá, que ella está como esa mujer internada, sin
poder siquiera dar cuenta de quiénes somos y de qué hacemos. Hay gente que
piensa que uno tiene otras intenciones, que le pasan “otras cosas”, que no es
racional actuar así, que tal vez ese sentimiento responde a carencias personales…
Creen que porque la dura realidad nos indique que nada podamos hacer no demos
cuenta de que sí nosotros estamos aquí, de que nosotros sí somos conscientes de
lo que tú eres para nosotros y de que tenemos el corazón ardiente para expresar
todo nuestro sentimiento, todo nuestro Amor, toda nuestra alegría, todo nuestro
dolor. Es allí entonces que nosotros contestamos a esos incrédulos, a esos
refutadores de leyendas, a esos que solo ven lo que les indica la realidad, que
nosotros sí tenemos a ti en nuestros corazones, sí sabemos quién eres y que por
todo lo que nos diste te visitamos todos los días con la esperanza de que tú
vuelvas a estar con nosotros. Como ese hombre que espera que algún día su esposa
lo reconozca...
Me pregunto Selena si eres consciente de que estamos aquí
por ti. De que tanta gente está aquí por ti, sólo por ti. Me pregunto si sabes
que yo estoy aquí, que cuando tú estabas entre nosotros yo no te conocía, y que
ahora soy de los tantos que te evoca, de los que tanto te quiere y extraña. Me
gustaría saber que me ves, que nos ves y que acaso eso te genere una sonrisa,
una sonrisa luego de tanto dolor, de tanto sufrimiento. Me gustaría que
pudieras vernos, mirarnos a los ojos, sabes el Amor que te tenemos y que jamás
nos resignaremos a tu suerte, a nuestra suerte. Que cuando uno quiere da todo,
y que por tu recuerdo y por tu vida daríamos hasta lo que no tenemos,
lucharíamos contra viento y marea para verte feliz, para darte la vida que
tanto necesitabas, que tanto querías, que tanto deseabas. Muchas veces me decía
qué sería de mí si a ti no te hubiese pasado lo que te pasó ese nefasto día. Siempre imaginaba estar en mi casa de Buenos Aires, Argentina, viendo tus anuncios de tu llegada aquí, mirar incrédulo tus reportajes, observar sin comprender tus conciertos, y tal vez preguntarme quién eras, de dónde venías, cómo llegaste aquí. Ojalá Selena esto estuviera sucediendo ahora, ojalá esta
fuera la realidad. Porque eso significaría que tú estás entre nosotros, que tú
estarías irradiando tu figura por doquier en todo el mundo, que tú estarías
mostrando tu talento, tu voz, tu carisma. Estarías transmitiendo la energía que
sólo tú irradiabas, la espontaneidad que sólo tú tenías, las ganas que sólo tú
poseías. Preferiría mi ignorancia pero tú aquí con nosotros. Pues eso es lo más
importante, lo único importante...
Yo no me resigno. Jamás lo haré. En cada noche, en cada
silencio, en cada melodía te busco y te espero. Porque busco cambiar la realidad,
busco que tus ideales triunfen, busco que la vida sea algo distinto, busco que
no sea todo más de lo mismo, busco que seamos diferentes del status quo en cada
acto de nuestras vidas … Sé que estás allí. Sé que volverás. Sé que todos los
que te queremos tendremos la oportunidad de verte, de abrazarte, de
agradecerte, de devolverte todo el cariño que nos diste, que nos transmitiste.
Que siempre estás presente, que siempre estás viva en cada sonrisa de un niño,
en cada melodía cantada por una mujer, en cada sentimiento expresado por un
varón. Estás presente cuando alguien le declara su Amor a otro, cuando alguien
expresa sus sentimientos a corazón abierto, en cada cantante que interpreta con
pasión, en cada sueño de una persona por lograr lo que más quiere, lo que más
desea. Estás presente en el pensamiento de todos, en el cariño de todos, en el
que pelea todos los días por lograr algo en la vida, por mínimo que sea, en el
que lucha por ser alguien en la vida, y en el que se desvive todos los días por
transmitirle a sus hijos, a las personas más queridas, nuestras mejores
intenciones, nuestros mayores anhelos, nuestra sabiduría, nuestros consejos,
aquellos sueños que nunca morirán. En todo eso estás presente Selena. Y aun así
yo no me contento y no me consuelo con que esa sea la única forma de verte, de
encontrarte. Que esta sea la única forma de apreciarte. Porque tú has dejado un
huella imborrable en nuestras vidas y que se manifiesta en cada uno de nosotros
en nuestro estado más puro, cuando nosotros nos manifestamos como realmente
somos ... Y eso es la manifestación de que tienes que estar en algún lugar que
pronto vamos a encontrar...
Me pregunto, Selena, si sabes que soñamos con verte, con
encontrarte. Que nada nos haría más feliz. Que para nosotros eso no es
imposible. Que puede ocurrir porque está la fuerza de nuestra voluntad, de
nuestro deseo, de nuestra necesidad. Que siempre soñaremos de por vida contigo
y que jamás nada ni nadie nos quitará eso porque está en lo más profundo de
nuestro corazón. Porque estoy seguro, bien seguro, de que estás allí cerca,
mucho más cerca, a la vuelta de la esquina, en un rincón, con tu sonrisa
pícara, como si estuvieras jugando con nosotros, como si esperaras que
descubriéramos tu travesura, y cuando al fin te viéramos largaras una carcajada
de las que tanto nos tenías acostumbrados y nos regalaras un abrazo enorme como
compensación. Porque en ti siempre estuvo presente ese espíritu, esa alegría,
esa esperanza. Eso nos transmitiste y eso está incorporado en nuestras almas. Y
que para que eso siga siendo posible, para que nunca desaparezcas de esa
esquina, para que esa estrella esté iluminada siempre, absolutamente siempre,
necesitarás de nuestro Amor, de que siempre te busquemos, de que siempre te
nombremos, de que siempre te valoremos. Mientras eso ocurra, tu juego, tu
alegría, tu Amor, tu presencia siempre estará. No sólo depende de ti. Depende
de nosotros. Depende de que te demos el Amor que siempre necesitaste, de que te
reconozcamos todo lo que hiciste, de que te aplaudamos con cada una de tus
interpretaciones. De que te manifestemos todo nuestro Amor y nuestros
sentimientos. De que sigamos mostrándote que nos sigues emocionando como la
primera vez...
Y ese Amor y ese sentimiento, si realmente existe, hay
que alimentarlo todos los días. Yo no puedo evitar llorar al final del tema
"Ya no". No sé por qué, Selena. Tal vez porque tu ida "en
fade" cantando "Ya te me puedes ir. No hay más que discutir. Ya no.
Ya no", me da la sensación de despedida, de una partida inexorable, de que
te vas para no volver. Y mis lágrimas me pueden, me ganan, me angustian. Me
generan ganas de retroceder ese tema, de que no llegue al final, de que no
suceda lo que viene después. Y sólo me queda sacar fuerzas para que tú no te
vayas acaso escribiendo eso mismo. Para que tú te des cuenta de que sigues
generando los mismos sentimientos como siempre, de que sigues llegando al
corazón como tantas otras veces. Y es allí donde me doy cuenta de que una
persona sigue estando presente si sigue generando los mismos sentimientos, la
misma pasión, la misma alegría, la misma emoción, la misma tristeza. Allí me
doy cuenta de que estás presente, presente en mi corazón, presente en mis
sentimientos. Allí me doy cuenta de que estás bien viva, más viva que nunca y
que nosotros te damos esa vida, ese sentimiento. Que cada lágrima que
derramemos, que cada manifestación de Amor que sale de nuestra Alma será la
indudable prueba de que tú estás, de que no nos tiene que avergonzar manifestar
lo que somos, de tener que llorar horas si es necesario, de que cantemos a viva
voz tus canciones. Eso, sólo eso, te mantendrá presente y alimentará nuestra
esperanza...
Selena, tú nos dejaste todos estos sentimientos en
nuestros corazones. Y yo no los voy a olvidar. Yo estaré aquí siempre. Te
escribiré siempre. No importa si a veces no me salen las palabras. No importa
si no tengo inspiración. No importa lo que me pasa cotidianamente. Porque sé,
Selena, que tú nos necesitas, que nosotros te necesitamos. Que no hay nada más
hermoso que soñar con que en el momento menos esperado tú nos ilumines con tu
presencia y nos devuelvas la sonrisa, tu sonrisa, nuestra sonrisa. Que nada más
hermoso que esperarte toda una vida, toda una eternidad sólo para vivir, para
sentir ese segundo, ese sentimiento, esa alegría indescriptible de verte, de
ese momento en el que tu corazón se una con el nuestro...
Siempre estaré aquí esperándote, Selena, con una sonrisa,
con mis lágrimas... pero siempre esperándote en la seguridad de que llegará ese
momento, ese hermoso momento...
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
El tiempo no cura las heridas, Selena…
No siempre el tiempo cura las heridas ... No siempre el
paso del tiempo nos devuelve la sonrisa ... No siempre el impiadoso paso del
tiempo nos devuelve nuestro Amor ... No siempre el tiempo cura nuestro dolor
... No es cierto que el tiempo nos haga olvidar aquello que más amamos, aquello
que marcó nuestro corazón, aquello que no tiene sustituto ni reemplazo, aquello
que es parte de nuestra misma esencia, de nuestra misma Alma...
Todos los días me despierto y me pregunto qué sería de
nuestras vidas si estuviera Selena, qué sería Selena hoy, qué nos ofrecería, si
sería una artista mundialmente consagrada, si estaría cantando en inglés o en
español, si estaría en su Corpus Christi natal o si se hubiese mudado a otro
lugar de los Estados Unidos. Y el caer en la realidad de que no está entre
nosotros me genera un desconcierto, una desazón, una angustia, una
consternación de la cual es difícil podernos recuperar, superar, aceptar. Y ese
bendito paso del tiempo nunca podrá borrar, erosionar, olvidar, borrar las marcas
que Selena nos ha dejado, el sentimiento que nos ha deparado, el Amor que nos
ha ofrecido. Porque uno no puede dejar de pensar todo lo que Selena nos tenía
para ofrendar, todo lo que tenía para dar, todo lo que nos dejó en tan poco
tiempo ... Es muy difícil aceptar un mundo sin Selena...
Aceptar un mundo sin Selena es aceptar un mundo sin Amor,
sin esperanza, sin vida, sin proyectos, sin pasión, sin sueños. Un mundo sin
Selena es un mundo frío, calculado, mecánico, con sonrisas estudiadas, con la felicidad
planificada. Es que eso se extraña de Selena. Su sonrisa, su alegría, su
espontaneidad, su sorpresa. Si hay algo más hermoso que tenía Selena era su
sorpresa, que siempre te daba más de lo que esperabas, más de lo que te
imaginabas, más de lo que soñabas. No es que uno se acercaba a Selena. Era
Selena quien se acercaba a uno para dar todo de sí, para hacerse conocer, para
hacerse amar. Selena era voz, canción, Amor, sentimiento, la pasión hecha
canto. Selena nos identificaba con su voz y su personalidad. Selena hacía que
todos los amantes de cualquier música la quisiera, la admirara, la disfrutara.
Selena hacía que las barreras que dividían a cada género musical
desaparecieran. Selena hacía que cualquier barrera que dividía a ella de
cualquier cosa se abriera a su paso. Selena hacía lo imposible posible...
Desde que entré al mundo de Selena he leído y escuchado
que lo mejor que se puede hacer por Selena es recordarla con alegría, de
olvidarnos de lo que pasó con ella. Que tal vez ella no quisiera que lloráramos
por su suerte. Que nos querría ver bailar con su música, cantar sus canciones,
reírnos con sus ocurrencias ... Pero si fuera así, ¿cómo le explico a Selena
que cuando veo o escucho una brillante interpretación suya me acuerde de su
destino, se me haga un nudo en la garganta y tenga ganas de llorar? ¿Cómo le
explico que no puedo entender su ausencia? ¿Cómo le explico que quisiera poder
decirle que la extraño, que no tuve la dicha de conocerla cuando estaba con
nosotros pero que ahora sí y soy de los tantos que quedó subyugado por su
talento? ¿Cómo le explico que todos los días quiero creer que todo fue una
pesadilla? ¿Cómo le explico que sólo querría verla feliz hoy con su vida?
Por eso siempre me pregunté si realmente Selena quiere
que la recordemos con alegría. Cada vez que recuerdo aquello tan nefasto, tan
triste, tan insólito, tan horroroso, tan impropio de la vida y del Amor de
Selena, me pregunto si acaso Selena no pensó y haya temido por cómo la
recordarían en el futuro. Y ese pensamiento me atormenta porque una mujer tan
necesitada de Amor como Selena, una mujer que tanto daba y recibía de su
público, que tanto dependía de ese cariño, debe haber temido y mucho porque su público
se olvidara, se decepcionara o renegara de ella. Selena debe haber temido
porque se acallaran los aplausos, invadiera el silencio, se acabara aquel Amor.
Y eso es lo peor que lo podía pasar a Selena. Y es allí donde me pregunto si
realmente a Selena no le gustaría más que la recordaran siempre, que la
quisieran siempre, que la acompañen siempre y que jamás la dejaran sola. ¿Acaso
eso no sería lo que más querría si no le quedara más remedio que dejar este
mundo? ¿Acaso ese anillo apretado hasta el último instante en su mano no es la
mejor muestra de lo aferrada que estaba a la vida, a sus sueños, a sus ganas de
hacer, a sus ganas de dar, a sus ganas de ofrecer todo para sí y para los
demás?
Miro a Selena y me es inevitable pensar en todo esto.
Ella fue un ejemplo de vida, como artista y como persona. Y sé que todo el
mundo que la quiere de verdad no puede evitar que se le escape una lágrima cada
vez que la recuerda, cada vez que la ve actuar, cada vez que la escucha. Porque
esa mujer tan sólo tenía 23, casi 24 años. Esa mujer tenía destino de grandeza.
Esa mujer era una artista de verdad, con todas las letras. Esa mujer estaba por
celebrar otro de sus grandes conciertos en Los Ángeles luego de encandilar
poquito tiempo atrás en el mítico Houston Astrodome. Esa mujer representaba
como nadie a una comunidad, a tanta gente que tenía tanto para dar y no tenía
oportunidad de expresarlo. Esa mujer era todo para muchos. Esa mujer
representaba el Amor mismo con su canto, con su carisma, con su personalidad,
con su pasión. Esa mujer existía de verdad. Era una mujer que vivía, que
sentía, que anhelaba como cualquiera de nosotros. Era una mujer que estaba allí
para ofrecernos todo. Era una mujer que no tenía límites, que se proponía hacer
todo lo que se le pasaba por su mente. Era una mujer con una personalidad
increíble. Y esa mujer tenía un nombre: Selena. Un nombre que nunca
olvidaremos, un nombre que nunca lo confundiremos con otro, que nunca
reemplazaremos...
Creo que eso es precisamente lo que más nos angustia de
Selena. Ella efectivamente había logrado muchas cosas, pero fundamentalmente lo
que más nos atormenta es saber que estuvo a un pasito, sí, a un pasito de que
lograra el mayor sueño, el llegar a ser la artista a quienes todos los ojos del
mundo se fijaran en ella. Que estaba a punto de convertirse en la artista más
importante del mundo hispano. Que estaba a punto de conquistar el mercado
anglosajón en Estados Unidos. Que América latina la esperaba, que el mundo la
esperaba. Que luego de la obtención del Grammy productores, ejecutivos,
artistas de todo el mundo ya veían algo especial en ella y ya le ofrecían nuevos
conciertos, actuaciones en la televisión y en el cine. Ya artistas en todo el
mundo se fijaban en ella para nuevas producciones artísticas. Veían que se
estaba convirtiendo en una artista internacional sin más límite que ella misma.
Y que toda esa realidad en un minuto se hiciera trizas, y que todo quedara
reducido en lo que fue y en lo que no pudo ser es lo más triste y angustiante
para todo el que quiere a Selena. Porque el que tiene a Selena en su corazón no
olvida ello y se identifica con ella. Por eso siente su angustia, siente su
dolor, siente su misma suerte, siente que sus sueños han terminado con su
partida de este mundo...
Por eso, tal vez no es cuestión de imaginarse cómo
querría Selena que la recordásemos. Tal vez sería mejor ver qué era lo que
Selena quería, qué era lo que ya pretendía de su vida, qué era lo que había
hecho hasta allí, y cómo y qué anhelaba hacer con su futuro. Tal vez si lo
viésemos de ese modo no veríamos tan mal que nos angustiásemos por su suerte.
Porque en definitiva lo que más nos apena de Selena es precisamente que no haya
podido vivir, simplemente eso. ¿Qué no daríamos hoy por verla feliz y plena?
¿Qué no daríamos por verla transmitir tanta energía, tantas ganas de vivir,
tantos proyectos? Porque ante todo Selena era un ser humano. Y ella siempre se
encargó de transmitirnos eso tan elemental, tan elemental que a muchos se les
pierde, se les olvida. Tal vez esta densa realidad sea un ejemplo más acabado
de lo que significa un mundo sin Selena. Un mundo sin su figura, un mundo que
se ha permitido perderla, y perderla de esa manera. Un mundo que se ha
permitido darnos como mensaje que los sueños, sueños son, pero que los puede
borrar una realidad con tanta maldad, es un mundo que define más que nadie lo
que significa que no tenga a Selena en su regazo, bajo su cuidado. Un mundo sin
Selena es un mundo vacío, sin futuro, sin alguien que nos haga sentir que la
vida se puede vivir con esperanza, con alegría, con devoción, con nuestro ejemplo
de vida de todos los días...
Un mundo sin Selena es lo que vemos y vivimos cada día…
Es allí entonces en que vuelvo a pensar en Selena y me
pregunto si tiene sentido ver el paso del tiempo para ver si alguna vez se
cierran mis heridas. Y allí me doy cuenta de que no, de que jamás podré borrar
mis heridas de mi Alma y de mi corazón. La ausencia de Selena es imposible de
olvidar y nada ni nadie la podrá reemplazar. Sé que Selena se fue de este mundo
con ese mismo dolor, con esa misma angustia. Y en su dolor Selena nos debe
haber intentado decir, gritar, implorar: "No se olviden de mí, no me dejen
de querer, nunca me abandonen. Saben que los necesito. No me dejen sola como en
este día". Y esas palabras me hacen pensar en que cada día los que la
queremos a Selena de verdad tenemos ese pequeño desafío de Amor. Y ese desafío
es hacer todo lo posible para que su sueño se cumpla, para que su nombre
siempre sea recordado con Amor, para que su figura siempre esté en lo más alto.
Ningún esfuerzo es tanto, ningún impedimento nos hará claudicar en continuar su
Legado de Amor. Sé que si Selena estuviera viéndonos nada le generaría más
alegría que vernos recordándola con Amor, que la acompañemos con nuestro tributo,
que nos alegremos y emocionemos con sus actuaciones, que nos riamos con sus
ocurrencias, pero que también lloremos por su ausencia. Porque toda
manifestación de nuestros sentimientos será un desafío al tiempo, un desafío a
ese tiempo que nos invita al olvido, una realidad vertiginosa que nos pide
olvidar lo que más queremos y lo reemplacemos por otra cosa, como si lo que nos
ha llegado a nuestra Alma sea un objeto que es fácilmente canjeable por otro
... Como si el más puro sentimiento tuviera un precio, un valor que se puede
comprar, que se puede vender ... Como si aquello que queremos tanto se puede
olvidar tan fácilmente...
El sólo hecho de pensar en lo que podría sentir Selena
hoy nos da fuerza de la que no tenemos para evocarla, para escribirle, para
imitarla, para recordarla, para homenajearla. Para cuidar a Selena como si
estuviera entre nosotros, y estuviera en nuestras manos la misión de que se
cumplan sus sueños. Ser como ella en cada acto de nuestras vidas es cumplir con
sus sueños. Porque el sentimiento de Selena es nuestro sentimiento. Y el
cuidarla a ella es cuidarnos a nosotros. El cuidarla a ella es querernos a
nosotros también... El ser como ella es la mejor forma de recordarla. El ser
como ella es continuar con su Legado. Sólo así podremos al menos sentir un
paliativo a tanto dolor...
Sólo así podremos sobrellevar el impiadoso paso del
tiempo. Sólo así podremos arrancarle una sonrisa a nuestra Selena. Sólo así
podremos retribuirle y expresarle todo nuestro cariño, todo nuestro Amor.
Porque el verdadero sentimiento no sólo se expresa con alegría. También se
expresa con llanto. Y todo el que ama a Selena convive con ambos sentimientos.
Sé que todos los que la amamos daríamos parte de nuestras vidas para que ella
pueda vivir la suya. Y hasta tanto esto no sea posible al menos podemos
dedicarle todos los días parte de nuestras vidas para expresarle todos nuestros
sentimientos a ella, para ofrecérselos sólo a ella. Para devolverle todo su
Amor a su gente, para darle aquello que no pudo vivir en su niñez, en su
adolescencia, en su juventud. Para darle todo lo que no pudo vivir para
completar todos sus sueños, para continuar sus proyectos que se empezaban a ver
apenas pudo comenzar a hacer realidad lo que tanto había soñado, para lograr su
éxito mundial con nuestros recuerdos, con nuestras vidas, con nuestros
corazones... Para continuar con su ejemplo. Para que Selena siga viva concretando
su Obra con cada acto de nuestras vidas…
Y para que alguna vez esas heridas que jamás se cerrarán
con el paso del tiempo, y con la alegría escondiendo el dolor, desaparezcan
cuando alguna vez, alguna bendita vez, Selena se aparezca ante nosotros para
sorprendernos una vez más con su amplia sonrisa y con todo su Amor...
Selena, donde quieras que estés, sabes que te estamos
esperando…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)