Has llenado de luto mi vida abriendo una herida en mi corazón...

31 de marzo de 2022 



Cada 31 de marzo me pregunto, Selena…


 Cada 31 de marzo que pasa me pregunto por qué…

Me pregunto por qué tanta Injusticia…

Me pregunto por qué el que hace las cosas bien pierde…

Me pregunto por qué el que hace sus labores con honestidad es tildado de ingenuo…

Me pregunto por qué la Humanidad es impiadosa…

Me pregunto si somos capaces de ser felices sin dañar a los demás…

Me pregunto si es una tarea ciclópea ser exitoso en la vida con talento, veracidad, tenacidad, esfuerzo, dignidad, superación, bondad, felicidad…

Me pregunto si alguna vez podemos ser como queremos ser y nos acepten…

Me pregunto si puedo volver el tiempo atrás y eliminar ese 31 de marzo de 1995…

Me pregunto por qué fuiste a buscarla, Selena, si ya sabías que no te daría lo que le pedías…

Me pregunto qué fuerza extraña te llevaba a ella, para qué la seguías escuchando, para que le seguías atendiendo sus llamadas, para que buscabas una respuesta que nunca te daría…

Me pregunto por qué nadie pensó seriamente que esa mujer era mucho más que una simple embustera y estafadora…

Me pregunto por qué no pensaron que podía hacer un daño enorme si sabía que iba a quedarse afuera de todo lo que estaba generando Selena…

Me pregunto por qué Selena pensaba ese 30 de marzo de 1995, luego de ver a la asesina y ante los insistentes llamados para que volviera a su encuentro, que era mejor volver para “desenmascararla de sus mentiras”…

Me pregunto por qué Selena no le hizo caso a Chris y dejó todo ese asunto de los documentos en manos de un abogado…

Me pregunto si acaso Chris empezó a sospechar que la cosa estaba pasando de castaño oscuro y por eso entró a la habitación 158 del Days Inn a rescatar a Selena de las garras de Saldívar…

Me pregunto entonces, si eso fuera así, por qué Chris la dejó ir a Selena el 31 de marzo a ver a la asesina…

Me pregunto por qué tanto Selena como Chris no dimensionaron el peligro cuando Saldívar le mostró el arma a Selena apenas dos semanas antes de que ocurriera todo…

Me pregunto, como alguna vez se preguntó Pete Astudillo, cómo es que el padre de Selena no advirtió las intenciones de la asesina, siendo lo desconfiado que era..

Me pregunto en función de esto último, y entendiendo que al principio le pudiera entusiasmar la labor de Saldívar, cómo el Señor Quitanilla no sospechó que podría hacer algo muy malo cuando descubrió sus mentiras y estafas…

Me pregunto cómo hizo Saldívar para ganarse la confianza de toda la Familia Quintanilla … Me sigo preguntando cómo es que no se han dado cuenta de nada… Hoy puedo decir que la respuesta a ello es que esa mujer era una psicópata, y que por esas épocas nadie suponía que un psicópata podía tener la imagen de alguien trabajador, laborioso y leal. Más bien la imagen de un psicópata era de alguien loco al que se le salían los ojos de la cara … Cambiaron mucho los tiempos y las percepciones…

Me pregunto igual cómo no se pudo evitar ese destino…

Me pregunto por qué Selena, sabiendo ese mismo 31 de marzo que la asesina le había mentido una vez más, necesitó llevarla de nuevo al motel para recién allí desatar su furia…

Me pregunto por qué no la dejó en ese hospital donde la hizo ir con argumentos insólitos y que se volviera como pudiera, y se fuera pronto, muy pronto de allí…

Me pregunto por qué Selena no la desenmascaró con las mentiras de la asesina, tal como se lo prometió a Chris el día anterior, y esperó a volver al Days Inn para hacerlo…

Me pregunto por qué no hizo todo lo posible para que en el hospital al que la hizo ir Saldívar la revisaran, la indagaran y vieran por qué la había traído allí si luego negaba todo…

Me preguntó qué vio Saldívar de Selena para saber que esa era la persona que buscaba … Ya lo había intentado con Shelly Lares y no lo logró…

Me pregunto entonces por qué sí lo logró con Selena…

Me pregunto si ese dolor por la partida de Selena podría algún día aliviarse…

Me pregunto también qué haría si tuviera la oportunidad de volver el tiempo atrás y tuviera solo una acción para hacer que ese 31 de marzo de 1995 fuera un día más y no el más triste de nuestras vidas…

No sé lo que haría concretamente … Lo que sí haría es algo en el que Selena se diera cuenta por sí misma del peligro que corría y que debía hacer al respecto… Y que debía huir y alejarse para siempre de esa mujer … Ya quedó claro que no alcanzaba ni con decirle las cosas que estaban pasando, ni con darle consejos. Tampoco irrumpir en esa habitación ese día y hacer lo que sea para evitarlo…

No hubiese alcanzado … Porque si Selena no se daba cuenta dónde estaba el problema, se podía evitar que fuera el 31 de marzo, pero podría pasar unos días después … De hecho podría haber pasado dos semanas antes, cuando Saldívar le mostró el arma a Selena “que había adquirido por cuestiones de seguridad”…

Y lo hizo un día en el que Selena le había ratificado su cargo y su confianza … Toda una connotación…

Me pregunto por qué estoy aquí escribiendo a pesar de todo…

Tal vez porque a pesar de todo Selena cambió mi vida para siempre y para mejor…

Porque a pesar del triste final Selena dejó un camino maravilloso por recorrer…

A pesar de todas las preguntas que uno se hace…

Selena no pudo seguir su camino…

Lo desvió cuando fue ese 31 de marzo de 1995 a la habitación 158 del Days Inn…

Pero Selena dejó un Legado, una modelo de vida, un modo de entender la realidad y el mundo…

Honestidad, talento, esfuerzo, dedicación, tenacidad, voluntad, dignidad, autenticidad, bondad…

Todo eso Selena nos dejó tanto en el escenario como fuera de él…

Nos enseñó que un mundo era posible … Distinto al que no ha enseñado la Humanidad…

Y estaba en nosotros lograrlo…

Selena no pudo completar su obra…

La reflexión obvia es si Selena tuvo ese destino, qué sentido tiene seguir su camino, si seguro terminaremos igual…

Me pregunto si Selena finalmente terminó tan mal…

Pasó tanto tiempo y sigue generando tantas cosas…

Yo al menos imagino que si Selena supiera que alguien de tan lejos de su lugar y de su música la sigue tributando y le agradece que le haya hecho cambiar su vida y la haya hecho mejor persona, estaría muy contenta…

Tal vez se le escaparía alguna lágrima pero sabría que valió la pena haberlo hecho…

Y está en nosotros completar su obra y seguir su camino…

Para no preguntarnos más nada … Y esperar el momento de encontrarnos con Selena para siempre…

Eso es lo único que quiero, Selena … Abrazarte y agradecerte…

Te quiere mucho….

Sergio Ernesto Rodríguez

(Buenos Aires, Argentina)

Te siento tan cerca, Selena...


 Ha pasado un largo tiempo desde que partió Selena y uno supone que a esta altura de las circunstancias ya todos han superado aquel mal momento. Todo parece tan lejano que poco nos queda por decir, poco nos queda por explicar. Nuevas generaciones surgen sin haber siquiera visto la magnitud de su figura. Si lo saben es por lo que le han contado sus padres, sus tíos, sus hermanos mayores, mientras que ahora les muestran por diferentes medios otras figuras como modelos a seguir que acceden tan rápido a la fama como salen de ella. Así cambian los tiempos. Así van pasando las cosas. Otra vez vuelven a mis oídos la canción "Fotos y recuerdos"...

Es que no es fácil olvidar a Selena ... No es fácil asimilar su partida ... Tal vez muchos nos identificamos con su suerte. Nos identificamos con su destino ... Ella fue una mujer que había hecho muchos sacrificios para llegar. Sacrificios artísticos y personales. Tal vez ella no eligió ser lo que terminó siendo, pero todo lo que hizo, lo hizo por Amor. Todo lo realizó con cariño, con el más profundo de sus sentimientos. Lo hizo por Amor a su padre. Lo hizo por Amor a su familia. Lo hizo por Amor a su gente. Ella supo desde los 8 años que tenía que agradar. Pero podría haberse contentado con hacerlo mostrando sus virtudes como cantante y nada más. Pero el propio Amor de Selena, sus propios sueños, sus propias ganas de vivir, de sentir cada segundo de su vida, le dio ese valor agregado, eso que se salía de lo común, eso que la hacía diferente de todos, eso que la hizo una artista única e irrepetible...

Tal vez nos identifiquemos con esa niña que poco tuvo en su vida y que tuvo que pelear muy duro para tener algo, para ser alguien en este mundo. Que los avatares de su familia, que tuvieron que ver con la apuesta fuerte que hizo su padre por ella, la hicieron tener muchísimas privaciones. Todos nos identificamos con esa niña que un día, en el medio de ser la pequeña mimada no sólo de su familia sino de todos los asistentes del restaurante de su padre, de golpe se quedó sin casa, sin colegio, sin amigos, con un futuro incierto, con no tener lugar propio, viviendo en una casa llena de primos y de tíos, sin privacidad, sin lugar ni tiempo para soñar ni gozar de los juegos más inocentes...

Seguramente nos identificamos con aquella adolescente que tenía todo para dar y que iba de un pueblo a otro siendo a ella a quien esperaban verla cantar. Era a Selena a quien confiaba la familia su éxito, que significaba el éxito de todos. Era Selena quien sacrificaba buena parte de sus sueños, de su vida en pos de alcanzar esas metas. Era Selena quien llevaba la carga y la responsabilidad de lograr los objetivos propuestos. Para Selena no había margen de error. No podía concebir una derrota, un traspié. Ella misma tomó como lema que lo imposible era posible. Y que era cuestión de proponérselo y los sueños se lograrían sin duda. La fuerza de la juventud de Selena hacían que no sólo se propusiera cumplir con el sueño de su padre, no defraudar a su familia, alegrar a su público, sino también pensar que ese éxito, ese objetivo cumplido, le permitiría llegar a su sueño propio, personal, íntimo. Ese sueño que tenemos todos...

Por eso, ¿cómo no identificarnos con Selena? ¿Cómo no ver en ella nuestras vidas, nuestros sueños, nuestros pesares, todo eso que constituye nuestras vidas de todos los días? Esos días que muchas veces no son agradables, muchas veces son pesados, a veces son tristes, pero que aun así ponemos nuestra mejor predisposición para que el futuro tan soñado se concrete de una vez, y no por el azar, no por los malos hábitos, no por medios poco claros, sino por el trabajo, el esfuerzo, la capacitación, el profesionalismo, la dignidad, la autenticidad, el talento, la tenacidad, por dar todo para que las cosas sean mejores, para que la vida nuestra sea mejor. Pero para que también la vida de los demás, la de nuestra familia, la de nuestros padres, la de nuestros hijos sea mejor. Y que sea por un camino recto, que sea un ejemplo para todos...

Selena encarnaba todo eso y por eso nos identificamos con ella. Y por eso no queremos admitir mansamente el paso del tiempo o que nunca más la volvamos a ver. El Amor que aún le damos es el mismo que hace tantos años. Es el mismo Amor de dos enamorados, es el Amor de un padre a un hijo, o de un hijo a su padre. Es el Amor propiamente dicho, que se traduce en todo lo que Selena dejó y con todo lo que Selena recibió de su gente. Para suerte de muchos, Selena no fue sólo una linda voz que cantaba buenas canciones. Selena era una artista increíble que generaba toda clase de sentimientos. Gustaba, emocionaba, enamoraba, exaltaba. Todos esos sentimientos no quedaban sólo en el escenario. Seguían afuera y se expresaban en el cariño de su gente. Que se potenciaba porque Selena les regalaba su sonrisa, su saludo, su autógrafo. Selena no le negaba nada a su público. Y el público tampoco se guardaba nada con Selena.

¿Cómo no alegrarse y seguir su carisma y su don de canto al verla en el concierto de San Antonio en 1991? ¿Cómo no quedarse asombrado y recibirla con todos los honores como fue en Monterrey en 1992? ¿Cómo no emocionarse como ella se emocionó cuando recibió el premio a la mejor cantante femenina en Premios Lo Nuestro en 1993? ¿Cómo no quedar subyugado viendo su concierto en Corpus Christi en 1993? ¿Cómo no sentir su emoción y su íntimo sentimiento de tocar el cielo con sus manos cuando ganó el Grammy en 1994? ¿Cómo no tener ganas de subirse al escenario para manifestarle todo nuestro Amor como en Festival Acapulco 1994 mientras Selena interpretaba Como la Flor? ¿Cómo no tener ganas de cantar junto con ella No Debes Jugar en el Far West Rodeo 1994? ¿Cómo no ser su novio mientras interpretaba “¿Qué creías?” en Odessa en 1994? ¿Cómo no querer abrazarse con ella cuando se despedía del Astrodome 1995? Porque Selena generaba un sentimiento de cariño, de alegría y de Amor que superaba con creces al de una artista que cantaba muy bien y era muy talentosa. Selena expresaba mucho más que eso. Significaba mucho, mucho más...

Por eso ninguno de nosotros puede admitir mansamente su partida. Selena no era una artista cualquiera. Por eso no habrá nunca otra Selena, ni nadie será como Selena. El pensar en que ella no esté es como imaginar que tampoco nosotros no estemos aquí. El certificar que ella jamás volverá es como renunciar a nuestros propios sueños, a nuestros propios anhelos, a nuestros sentimientos, al Amor, a nuestras propias vidas ... Selena nos representa a tal punto que pensar en olvidarse de ella es como olvidarnos de nuestra historia, de nuestros orígenes, de nuestros amores, de todo lo que ha sido nuestra vida, de su propio significado...

Hace 27 años todo el mundo estaba muy contento y muy feliz de ver a Selena en el lugar en el que estaba. Le manifestaba todo su Amor aquella noche mítica del Astrodome el 26 de febrero de 1995. Todos veían en ella su triunfo, todos se sentían identificados con el éxito tan anhelado y tan merecido de Selena. ¿Quién podía sentirse mal por su fama? ¿Quién podía desearle algo malo? ¿Quién podría quebrarle su camino al éxito mundial? Uno podía mirar a su alrededor, mirarse los unos a los otros y no había nada malo. No había odio en sus rostros. No había resentimiento. Al contrario: todo era alegría. Todo era ilusión. Había felicidad en sus caras. Máxime si aparecía Selena ... La escuela de los Spurs en San Antonio acaso haya sido uno de los últimos testigos de la manifestación pública de ese Amor eterno entre Selena y su público, en aquel día lleno de niños. Selena les brindaría su Amor como siempre, como sólo ella podía hacer. Y su público feliz de verla a ella triunfante, con todo el futuro por delante, con tanto más para dar, con tanto más para recibir...

Admitir que Selena no esté es como admitir la muerte, como andar muerto en vida. Como renunciar a nuestros propios sueños. Como si tuviéramos que admitir que, en verdad, el mal ha ganado al final su partida. Que finalmente hay cosas imposibles de lograr. Como pensar que no se puede lograr el éxito decentemente, que dar todo con Amor puede ser peligroso, que está mal dar todo con el sentimiento en su estado más puro, que no es bueno expresar lo que uno siente y quiere. Que el éxito implica otra cosa y con otra gente. Que los buenos mueren. Y que los finales lindos son sólo para las películas. Que la realidad es otra cosa. Que los sueños, sueños son. Y que la maldad, el egoísmo y la mezquindad triunfan siempre a la larga...

Los que amamos a Selena no podemos admitir eso. Porque Selena está presente en nuestras vidas, en nuestros actos, en nuestros sentimientos. Jamás admitiremos que se fue porque está en nuestros corazones. Y esos corazones laten por ella, viven por ella, pertenecen a ella. Todos los días le demostraremos que su sueño es el sueño nuestro, su sentimiento es el sentimiento nuestro, su Amor es nuestro Amor. Y a eso jamás vamos a renunciar. Haremos posible sus sueños, haremos de esta vida un final feliz, un final que se merece Selena. Una Selena que jamás se fue porque Selena es el canto a la vida que se expresa con cada uno de los que la amamos. Y eso es algo que pocos pueden tener, algo que pocos se podrían llevar de este mundo...

Muchas veces nos imaginamos a Selena entre nosotros observándonos, manifestándose hacia nosotros de alguna manera. Es que en realidad Selena no se ha ido. Por eso estamos aquí, para demostrarle que todo esto lo hacemos por ella. Que su esfuerzo no fue en vano. Que aquí están sus frutos. Que en todo el mundo hay gente que la ama. Que finalmente, a fuerza de tanto talento, tanto Amor, tanta voz, tanto profesionalismo, ha llegado a todo el mundo. Que finalmente ha girado por el planeta Tierra. Que fue posible que su nombre esté escrito con fuego en los corazones de tanta gente. De tanta gente que es capaz de dar hasta lo que no tiene por ella. Y eso, simplemente eso, prueba que Selena sigue estando presente. Que el Amor, su Amor, lo hace posible, que por su sueño hace imposible la resignación, que su partida no fue para siempre, que está presente en nuestras vidas, que sigue viva ... en nuestros corazones...

Selena: sonríe, porque estamos aquí esperándote, desafiando la resignación, desafiando la realidad, sólo por Amor, sólo por Amor a ti. Donde quieras que estés, sabes que tu imagen vive en todos los lugares que frecuentamos y recuerda que siempre estaremos a tu lado, que jamás, jamás, te dejaremos sola...

Te quiere mucho….

Sergio Ernesto Rodríguez

(Buenos Aires, Argentina)