31 de mayo de 2022
Transitando el camino sin ti, Selena...
Esta vez te quiero hablar a ti, Selena... Quiero hablarte
porque es a ti a quien recuerdo todos los días y a quien agradezco porque tú
has cambiado mi vida. Porque al conocerte, me he conocido. Porque al
descubrirte pude abrir mi corazón y redescubrirme. Porque al indagar sobre tu
vida he empezado a entender cuáles son mis verdaderos sentimientos, esos sentimientos
ocultos que apenas los pude manifestar recordándote…
Selena: tú has cambiado mi vida. Yo sólo quiero decirte
que te quiero mucho y que te extraño. Que jamás me resignaré a no verte, que
jamás dejaré de acordarme de ti, que siempre recordaré lo que nos dejaste, lo
que hiciste por tu gente, por tu familia y por las personas a las que has amado
... Que diste muchas veces todo a cambio de nada, a cambio de la felicidad de
los que te rodeaban. Pero también jamás me olvidaré de tu infancia, de tus
privaciones, de estar a las 8 años con un micrófono bien grandote que apenas
podías agarrar, de que tal vez no era ésta tu elección, de que tal vez otros
eran tus sueños y que tal vez esperabas llegar bien lejos en tu fama para ahí
sí grabar con fuego tu nombre estampado en cada prenda diseñada por ti...
Muchas veces pienso qué pasaría si mañana tuviera la
oportunidad de encontrarme contigo. Muchas veces lo pensé, muchas veces lo
desee. Pero siempre caigo en el mismo lugar. Si alguna vez me encontrara
contigo sólo te abrazaría bien, bien fuerte. Querría sentir que estás aquí.
Querría que supieras lo tanto que te quiero, lo tanto que te quiere tanta gente
... Sólo querría que sintieras eso, que la soledad de ese nefasto 31 de marzo
de 1995 no fuera tu sentir final, que no pensaras que todo el mundo te dejó
sola y se olvidó de ti. Quisiera que supieras que con mi abrazo bien, bien
fuerte sintieras eso. Y recién, recién allí, con la certeza de que tú sabes de
lo tanto que te queremos, de la cantidad de gente que aún te ama y que te
extraña, recién allí rompería a llorar y te diría, sin poder mirarte a los ojos
por el dolor, por qué, por qué te fuiste, por qué nos dejaste, por qué nos
dejaste solos y vacíos, por qué no te diste cuenta, por qué estabas sola, por
qué estabas tan lejos de la gente que te quería tanto...
Hoy te hablo a ti, Selena, para decirte que tú te has ido
y que muchas cosas no pudiste cumplir, que muchos de tus sueños no se pudieron
realizar. Que te fuiste en el momento justo. Y no sólo es que te fuiste en el
momento justo de tu carrera artística. Te fuiste en el momento justo en el que
te preparabas a vivir, a gozar de la vida, a cumplir tu sueño de ser Selena en
todos los aspectos de tu vida ... Muchas veces recordamos que estabas grabando
tu disco en inglés, que tus conciertos eran cada vez más numerosos, de aquel
concierto inolvidable el 26 de febrero de 1995, de que al otro día te ibas a
presentar en Los Ángeles ... Sí, al otro día ... Pero pocos nos acordamos de
que estabas planificando vivir en una enorme casa, con un enorme campo lleno de
animales de todo tipo, con un lago interior. Estabas buscando vivir una vida
tranquila, lejos de aquellos años tan vertiginosos, de incertidumbre, de vivir
toda tu vida arriba de un ómnibus, sin privacidad en lo íntimo y con todas
privaciones en lo económico. Estabas buscando vivir ... Vivir y dejar vivir. Sólo
querías eso...
Quisiera abrazarte sin decirte nada, quisiera reírme
contigo. Quisiera que nos inundaras con tus carcajadas. Sé que no siempre te
reías de alegría. Habías aprendido que al mal tiempo buena cara. Y siempre
cuando tú decías algo que no era conveniente o cuando se producía un silencio a
tu alrededor, tú soltabas una carcajada porque no tolerabas rostros serios,
situaciones tensas, mala predisposición. Bastantes responsabilidades tenías,
bastante tenías con tu vida para generarte más problemas ... Y todo lo
solucionabas con una carcajada, con una risa, con un saludo. Siempre supiste
que debías agradar a la gente y que no había que defraudarla. Y que siempre
todos debían estar contentos, que no se notara si muchas veces quisieras hacer
otra cosa o que tenías ganas de llorar, de gritar, de expresar tu verdadero
sentir ... Como cuando recibiste aquel premio en los TMA 1987 y dijiste que
agradecías a Los Dinos porque sin ellos no serías nada ... Y completaste
diciendo: "Cuando Los Dinos ganan, yo gano. Cuando ellos pierden, ¡¡yo no
los conozco!!". Y luego largaste tu risa cómplice ... Tu risa solucionaba
todo...
Quisiera abrazarte para expresarte cuán lejos has
llegado, cuánto Amor has generado, cuánta gente en el mundo te ha querido,
cuánta gente se ha emocionado con tu historia ... Me gustaría que recordaras
que, más allá de que no pudieras saber hasta dónde llegaba a corearse tu
nombre, cuánto la gente que tú conocías te quería, te esperaba, te escuchaba…
Que todo lo que lograste fue producto de muchos años de brindarle cariño a
todos los que esperaban que llegaras para cantarles. Que tú diste en cada
pueblo de México y de Estados Unidos lo que ellos necesitaban: Amor, cariño,
comprensión ... Eso que se los dan pocos. Que en muchos casos no se los da
nadie… Que tú llegaste al corazón de la gente y lo que tú expresabas en el
escenario era lo mismo que les manifestabas fuera de él. Porque eras genuina,
auténtica, generosa, simpática, carismática, talentosa, trabajadora. Que ese
saludito personal típico de tus conciertos no era una imposición, no lo hacías
por obligación. Lo hacías por necesidad. Por necesidad de dar y ser amada. ¡¡Lo
hacías por Amor!! Y eso la gente lo sintió, lo sintió en su corazón y te guardó
en él para siempre...
...Y pensar que desde siempre tú dudabas de si te iban a
querer, de si te iban a aceptar… Quisiera recordarte lo que tú confesabas en
ese video dedicado a tu banda y que varios años después lo vería todo el mundo,
cuando les decías que odiabas que dijeran que tú eras la mejor porque también
odiabas que tuvieran razón... Y hoy querría decirte, Selena, que todos te
queremos, que todos te consideramos la mejor, que todos te extrañamos, que
todos daríamos lo que no tenemos por volver a verte ... Querría decirte que no
tengas más miedo. Que no tengas más dolor... Que no sufras más ... Que el Amor
que te depositamos todos los días es una ratificación de todo lo que sentimos
por ti, de todo el cariño que se le tiene a una persona, a una artista
inigualable que jamás podrá ser ni igualada ni imitada. Quisiera poder decirte,
Selena, que sé perfectamente que siempre tendrás ese miedo, porque ese siempre
fue tu temor desde muy chica, del miedo al rechazo, del miedo al silencio, del
miedo a la desaprobación, de ese mismo miedo que tuviste la primera vez que
pisaste el Astrodome el 28 de febrero de 1993. De ese miedo que vio un
periodista que te entrevistó poco antes de tu primer Gran Rodeo. Y de ese miedo
que se iba inmediatamente con tu primera canción, tu primera arenga, con tu voz
y con la primera manifestación de tu gente, esa gente que te hizo grande, esa
gente que te dio el Amor que tú necesitabas ... Esa misma sensación que luego
recordaría ese periodista que te entrevistó...
Quiero decirte, Selena, que tú solo tú podía hacer callar
a todos con tu presencia, obnubilarla, dejarla atónita. Tu presencia era más
importante que cualquier otra cosa. Tú eras el centro de la atención. Todos
iban a verte sólo a ti. Tu presencia tenía luz propia, inundaba con
incandescencia todo el lugar. Las miradas sólo seguían tus movimientos. La
gente cantaba cuando lo quería y tú lo pedías, bailaba contigo si lo deseaba y
tú querías, pero sabían callar cuando se lo pedías, sabían bajarse del
escenario cuando se lo suplicabas amablemente. Tú podías pedirle a un
camarógrafo que se corriera si su paso interrumpía tus movimientos y él lo
haría sin dudar. Muchos varones no tenían ningún problema en dejar que tú los
zamarrearas cuando le cantabas "Qué creías?". Nadie se oponía. Todos
aceptaban tus condiciones. Todos quedaban subyugados ante tu presencia. Se
arrodillaban a tus pies. Para todos ellos, tú eres la Reina. Una sola Reina.
Una Reina sin sucesión ... Una Reina sin discusión...
Tú, sólo tú, Selena eras capaz de expresar con tanto
sentimiento tus canciones. Tú, sólo tú, podías cantar tus canciones como nadie.
Pues sólo tú le ponía tanta pasión, tanta garra, tanta energía a esas letras...
Tú ponías todo de ti cuando las interpretabas... Tu personalidad arrolladora
hacía que uno sintiera todas y cada una de las palabras que transmitías en el
escenario. En él expresabas todos tus sueños, tus anhelos, tu felicidad, tu
tristeza, tus expectativas, tus decepciones... Expresabas lo que sentíamos
nosotros todos los días. Nos decías a nosotros lo que vivíamos todos los días
en nuestro idioma. Y eso que tenías tus limitaciones con el español... Nos
representabas con tu canto. Y por eso te adoptamos, te aceptamos y te queremos
con toda el Alma. No importa de qué música venimos, no importa que hacíamos
hasta que te conocimos. Lo importante es que llegaste tú y todos nos quedamos
escuchándote, viéndote, admirándote. Viendo el mundo a través de ti, sintiendo
la vida a través de ti...
Y ahora que tú no estás... Y ahora que nos dejaste sin
voz, sin tu presencia, sin tu alegría de vivir, sin esperanzas de ver un mundo
mejor, que dejaste un mundo sin Selena, yo sólo quiero abrazarte, yo sólo
quiero sentirte, yo sólo quiero que sepas que no estás sola. Yo sólo quiero que
sepas que aquí está nuestro Amor para siempre intacto, como todos los días,
como en todo concierto, porque el verdadero Amor no se va nunca, se resiste al
paso del tiempo, se resiste a la realidad, es más fuerte que la muerte, es más
fuerte que el Universo mismo ... Ese Amor se resiste a verte partir
definitivamente. Por eso quiero abrazarte bien fuerte, Selena. Para que no te
vayas nunca, para que te quedes aquí, no para mí, no para tu gente, no para tu
familia. Quiero abrazarte para saber que estás aquí viviendo, viviendo tu vida.
Esa vida que mereciste vivir, esa vida que quiero que tengas, esa vida que me
niego a aceptar que fue arrebatada...
Quiero abrazarte para sentir que hay un mundo con
Selena...
Te añora, te extraña, te quiere, por siempre y para
siempre...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
Una búsqueda incansable, Selena...
Muchas veces me he preguntado, Selena, cómo te gustaría
que te recordaran, qué palabra serían las más adecuadas para evocarte, para
recordarte, para seguir queriéndote, para que tu nombre no se pierda como uno
más, para que tu figura no sea algo efímero que se lleva el viento. Si hay algo
que he aprendido en esta vida que peor que la muerte es el paso del tiempo, que
peor que la muerte es cuando te quedas solo, que peor que la muerte es cuando
ya nadie se acuerda de ti...
Muchas veces en la vida de los artistas que tienen tu
suerte, Selena, los admiradores buscan alguna señal, un motivo que les indique
que hay algo en la letra de una canción, algo en una frase de alguna
declaración, algo en el análisis de un dicho hecho al pasar que indique que el
destino estaba marcado y que el artista en un punto ya lo sabía, ya lo intuía,
pero que no lo podía develar abiertamente ante su gente. Sólo debía aceptar el
destino impuesto divinamente y esperar pacientemente que su hora llegara.
Mientras tanto, podía dejar señales a sus fans, señales que indicaban que ya lo
sabía todo, pero que recién se develaría luego de su partida...
En tu caso, Selena, no hay tal señal, tal aviso, tal
mensaje. Tal vez lo podamos ver en algún gesto tuyo en tus últimas apariciones
públicas. Tal vez lo podamos ver en algún gesto contrariado o en alguna mueca
hecha sonrisa en tu concierto en Chicago. Tal vez lo podamos intuir en tus
declaraciones dispersas cuando fuiste a visitar al colegio de los Spurs en San Antonio.
Pero nunca sabremos si eras tú dándonos una señal o nosotros buscando algo de
ti a sabiendas de lo que sobrevendría sobre tu indefensa vida ... En todo caso,
lo que está claro es que tus canciones fueron el fiel reflejo de tu vida y una
clara vivencia de tu destino. No es que nos dejaste pistas, no es que nos diste
un guiño de ojos indicándonos de que no nos preocupáramos, porque ya sabías
todo. Tú nos has cantado tu vida, tú nos has susurrando en nuestros oídos lo
que vendría sobre ti. Y tal vez uno de tus grandes éxitos haya sido el fiel
reflejo de lo que pasaría y el temor eterno de que ello vaya a terminar
sucediendo contigo. En "Fotos y recuerdos" diste acaso la mejor
síntesis al respecto cuando cantabas: "Tengo una foto de ti, que beso cada
noche antes de dormir. Ya está media rota, ya se está borrando, por tantas
lágrimas que estoy derramando. Todo lo que me queda de tu Amor son fotos y
recuerdos". Y lo más irónico de todo es que la letra de dicha canción no
te pertenece ni a ti ni a nadie de tu banda...
Como tú sabrás, Selena, todas las noches me voy a dormir
no sin antes despedirme de ti saludando a tu foto que tengo como fondo de
pantalla en mi computadora. A esa foto que más me gusta de ti, la que más me
llega al corazón, en la que tienes tu mano en el pecho, la que me remite a
"Dreaming of you", la que me remite a tu ausencia, a tu terrible
ausencia, a tu inaceptable ausencia. Luego de ello me acuesto a dormir con tu
música pues sólo tu voz me tranquiliza, me hace más placentera la noche, la hace
más dulce con tu cálida voz, me hace soñar pensando en que aún estás aquí y que
cuando despierto me encontraré con que hablan de ti, con que estás aquí, con
que estás triunfando, con que eres la reina indiscutible y vigente, con que
estás viviendo tu vida con tu familia, con tu soñado hogar, con tus animales de
toda clase que has cobijado con todo tu Amor ... Cuando me despierto, no me voy
a trabajar no sin antes dejarte algo, un escrito, algo que corrobore mi cariño
por ti, y me voy camino al trabajo llevando tus fotos en mi mochila, tus fotos
en mi billetera. Te llevo a todos lados como queriendo cuidarte de tantas
cosas, como si tu destino dependiera de mí, como si deseara que tu destino
dependiera de mí, o al menos que tu destino dependiera exclusivamente de ti. Por
eso será que siempre que fantaseo con la posibilidad de volver el tiempo atrás,
se me ocurre pensar que no alcanza con salvarte, no alcanza con evitar ese
terrible destino. Sólo me quedaría tranquilo si acaso pudiera contribuir a que
te des cuenta tú misma de lo que realmente está pasando y actuar en
consecuencia. Porque si eso no ocurriera, por más que te pudiera salvar, la
historia volvería a repetirse … Un destino circular…
Tus fotos las cuido como oro. Tus producciones las cuido
como tesoro. No quiero que nada se deteriore ni que se borre. No quiero que tu
nombre se vaya desdibujando como el tema "Fotos y recuerdos". Tampoco
quiero que todo el Amor, todo el cariño, todo el sentimiento de tanta gente se
vaya perdiendo. No quiero que tus fotos se conviertan en burbujas que se
pierden en el aire. No quiero que nuestras lágrimas borroneen tu figura,
marchiten tu voz, olviden tu nombre, hagan invisible tu Amor, dejen vacía tu
Alma, te deje tu figura sin voz, sin pasión, sin sueños, sin futuros, sin
proyectos...
Siempre te dije, Selena, que nunca lloré tanto en mi vida
como he llorado por ti. No faltará un distraído que acote que entonces no he
sufrido tanto, que he vivido en una burbuja, que no he tenido vida, que no he
tenido amores, que no he amado, que no he reído, que no he sentido. Pero es al
revés, Selena, como he vivido, he disfrutado y he padecido, por eso remarco
este sentimiento. Tu destino no tiene consuelo, nos sumerge en un eterno dolor,
nos provoca un eterno vacío del cual viviremos para siempre. Tu destino nos
provoca que ante cada emoción por algún recital, algún video, algún reportaje,
alguna aparición tuya que nos dé una gran dicha, una gran alegría, nos sumerja
en una gran tristeza. Es que te has ido en el momento justo, Selena, en ese
momento en el que tú ya era dueña de los corazones de los lugares en los que ya
te conocían, en el momento en el que los grandes medios de comunicación
comenzaban a fijarse en ti cada vez más seriamente a sabiendas de lo que veían
que significabas para tu gente, en un momento en el que todo estaba servido en
bandeja para ti, Selena, en el que no había ni lugar ni tiempo para la
polémica, en un momento en el que nadie se sentía molesto contigo, en un
momento en el que ni el más pesimista y loco podía imaginarse un final tan
abrupto, tan violento, tan doloroso...
Y después de aquello, mucha gente se encargó de hablar de
ti. Y muchos de ellos no fueron para nada justos contigo. Y todo lo que se
construyó con tanto Amor, con tanto esfuerzo, con tanto cariño, con tantos
sacrificios, terminaba supuestamente derrumbado en poco tiempo. Y entonces la
polémica, las discusiones, las dudas cayeron sobre ti. Mucha gente que ni te
llegaban a los talones se permitió ocupar un lugar que nunca tendría con tu
presencia. De pronto, tú, que eras la víctima, la única víctima, de esta linda,
increíble, pero trágica historia, estabas en boca de gente que se metían en tu
vida, se permitían hablar de ti como si te conocieran, te disparaban una vez
más. Esa misma gente que si te vieran hoy ni se atreverían a decirte nada y, en
el mejor de los casos, hablarían maravillas de ti, como lo hacían antes de
aquel nefasto día...
Yo siempre recuerdo el relato de muchos periodistas y
cronistas que viajaron a Corpus Christi para cubrir algo que nadie hubiese
imaginado, algo que nadie, salvo una persona, deseaba que ocurriese. A todos
les pasó lo mismo. Primero, en la incredulidad, cuando se enteraron de la mala
nueva, creían que hablaban de otra persona. Luego, cuando fueron a Corpus Christi,
se sorprendieron de lo enorme que era tu figura allí. Nunca se imaginaron que
había tanta gente con tanto dolor, tanta gente movilizada espontáneamente para
darte el último adiós, tanta gente a los llantos queriendo no creer lo que
habían escuchado y estaban viendo. No podían creer que fueras tan querida,
Selena. Estaban acostumbrados a que para llegar a semejante popularidad tenían
que hacer el lógico "camino hacia el estrellato". No sabían que tú no
eras una artista más que había llegado a la cima con un par de hits y una buena
promoción. No. Tú habías construido tu popularidad hacía mucho tiempo y de una
manera poco convencional: cantando en cada pueblo, desparramando Amor en cada
concierto, hablándole a tu gente, haciéndolos tan protagonistas de tus
conciertos como lo eras tú, Selena. Llegaste a lo más alto, construyendo el
mito en vida que quedaría resumido en aquella famosa frase expresada en la
película hecha en tu memoria: "Todo por Salinas". Y sí: para los
grandes medios y para mucha gente siempre fuiste un fenómeno incomprensible,
inexplicable. Por eso erróneamente pensaron que sólo tu partida podía generar
tanta venta de discos, tanta popularidad, tanta necesidad de tu gente de tener
algo tuyo, algo que te perteneciera, algo que te ligara a ti. Igual historia
que como esa imagen de "Fotos y recuerdos", esa canción que casi
proféticamente cantaste poco antes de partir...
Es por eso que cuando hoy veo una foto tuya, cuando veo
tu nombre, cuando veo que el paso del tiempo erosiona implacablemente todo, me
pregunto cómo quiero recordarte. ¿Quiero recordarte escribiendo una fría
biografía de tu vida? ¿Quiero hablar del día en el que inexplicablemente nos
dijiste adiós? ¿Quiero hablar de todos tus discos? ¿Quiero hablar de tus
conciertos? ¿Quiero hablar de tu familia? ¿Quiero hablar de tu banda? ¿O quiero
hablar de ti? Sí, yo quiero hablar de ti. Yo quiero hablar de lo que dejaste.
Yo quiero hablar de cómo dejaste una marca imborrable en cada uno de nuestros
corazones. Yo quiero que sepas, Selena, que tu Amor no quedó circunscripto a la
gente que vivió tu vida, que compartió tus alegrías, tus tristezas, tus sueños,
tus anhelos, tu energía, tus ganas tremendas de vivir, que te acompañó en cada
concierto tuyo en Estados Unidos, en México, en Puerto Rico, en El Salvador. Tu
Amor se desparramó por doquier en todo el mundo sin distinción de lenguas,
credos o culturas. Se desplegó por el mundo sin importar los tiempos. Todo el
mundo captó lo que transmitiste. A todos les llegaste con tu voz, con tu
corazón, con tu Amor, con tu infinito talento...
Siempre me digo si este mundo de hoy podría cobijarte
como antes, si este mundo te apreciaría como aquél. Y siempre me digo que este
mundo te precisa más que nunca. Este mundo contigo no hubiese sido escenario de
tantas desgracias, de violencia o de rencor. No habría dolor. No habría odios.
No habría ni pestes. No se hablaría de epidemias, de pandemias ni de
enfermedades. No habría discriminación. No habría miedo. Si tú estuvieras aquí,
Selena, eso no podría existir. Y si existiera, tu sola presencia lo cambiaría.
Esa presencia que obnubilaba a tanta gente en cada concierto, en cada
presentación, en cada aparición tuya. Por eso te extrañamos, Selena, porque
contigo todo sería diferente. Todo sería distinto. Un mundo que tendría un
presente y un futuro distintos si otro hubiese sido el destino de aquel
fatídico día en el que nos dejaste tan solos, Selena...
Por eso, Selena, a la hora de recordarte, a la hora de
evocarte, a la hora de hablarte, a la hora de escribirte, sólo me sale así, a
corazón abierto, con la alegría de poder expresarte lo que has generado en mí,
pero con la tristeza de no tenerte conmigo, de no estar con nosotros, con esas
lágrimas que sigo y seguiré derramando. Pero con la ilusión de que nunca se me
borre tu imagen, se me deterioren tus fotos, ni se olvide tu nombre. Que sólo
el Amor que tú brindaste y supiste generar permita que no nos queden de ti sólo
Fotos y Recuerdos. Que nos quede tu Amor, tu vida, tu energía, tu alegría de
vivir, tus sueños, tu corazón, tu esencia de vivir cada día pensando en que
nada es imposible a la hora de cumplir tus sueños...
Que siempre valdrá la pena luchar por tu vida, para que
por siempre y para siempre sepamos de quién se trata cuando hablamos de ti, de
qué significa cuando pronunciamos el nombre Selena, para que sepamos de qué se
trata cuando vemos una foto de ti...Te quiere, te extraña y que hará lo que sea
por tu buen nombre y honor, y por todo el Amor que nos diste...
Es por todo esto que siempre diré que la mejor forma de
recordarte es ser como tú, actuar como tú, seguir tu camino, seguir tu ejemplo.
Porque no eres sólo Fotos y Recuerdos. Eres nuestro corazón y nuestra Alma.
Eres la Energía para seguir en esta vida desperdigando tu Amor…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)