Esta vez te quiero hablar a ti, Selena... Quiero hablarte
porque es a ti a quien recuerdo todos los días y a quien agradezco porque tú
has cambiado mi vida. Porque al conocerte, me he conocido. Porque al
descubrirte pude abrir mi corazón y redescubrirme. Porque al indagar sobre tu
vida he empezado a entender cuáles son mis verdaderos sentimientos, esos sentimientos
ocultos que apenas los pude manifestar recordándote…
Selena: tú has cambiado mi vida. Yo sólo quiero decirte
que te quiero mucho y que te extraño. Que jamás me resignaré a no verte, que
jamás dejaré de acordarme de ti, que siempre recordaré lo que nos dejaste, lo
que hiciste por tu gente, por tu familia y por las personas a las que has amado
... Que diste muchas veces todo a cambio de nada, a cambio de la felicidad de
los que te rodeaban. Pero también jamás me olvidaré de tu infancia, de tus
privaciones, de estar a las 8 años con un micrófono bien grandote que apenas
podías agarrar, de que tal vez no era ésta tu elección, de que tal vez otros
eran tus sueños y que tal vez esperabas llegar bien lejos en tu fama para ahí
sí grabar con fuego tu nombre estampado en cada prenda diseñada por ti...
Muchas veces pienso qué pasaría si mañana tuviera la
oportunidad de encontrarme contigo. Muchas veces lo pensé, muchas veces lo
desee. Pero siempre caigo en el mismo lugar. Si alguna vez me encontrara
contigo sólo te abrazaría bien, bien fuerte. Querría sentir que estás aquí.
Querría que supieras lo tanto que te quiero, lo tanto que te quiere tanta gente
... Sólo querría que sintieras eso, que la soledad de ese nefasto 31 de marzo
de 1995 no fuera tu sentir final, que no pensaras que todo el mundo te dejó
sola y se olvidó de ti. Quisiera que supieras que con mi abrazo bien, bien
fuerte sintieras eso. Y recién, recién allí, con la certeza de que tú sabes de
lo tanto que te queremos, de la cantidad de gente que aún te ama y que te
extraña, recién allí rompería a llorar y te diría, sin poder mirarte a los ojos
por el dolor, por qué, por qué te fuiste, por qué nos dejaste, por qué nos
dejaste solos y vacíos, por qué no te diste cuenta, por qué estabas sola, por
qué estabas tan lejos de la gente que te quería tanto...
Hoy te hablo a ti, Selena, para decirte que tú te has ido
y que muchas cosas no pudiste cumplir, que muchos de tus sueños no se pudieron
realizar. Que te fuiste en el momento justo. Y no sólo es que te fuiste en el
momento justo de tu carrera artística. Te fuiste en el momento justo en el que
te preparabas a vivir, a gozar de la vida, a cumplir tu sueño de ser Selena en
todos los aspectos de tu vida ... Muchas veces recordamos que estabas grabando
tu disco en inglés, que tus conciertos eran cada vez más numerosos, de aquel
concierto inolvidable el 26 de febrero de 1995, de que al otro día te ibas a
presentar en Los Ángeles ... Sí, al otro día ... Pero pocos nos acordamos de
que estabas planificando vivir en una enorme casa, con un enorme campo lleno de
animales de todo tipo, con un lago interior. Estabas buscando vivir una vida
tranquila, lejos de aquellos años tan vertiginosos, de incertidumbre, de vivir
toda tu vida arriba de un ómnibus, sin privacidad en lo íntimo y con todas
privaciones en lo económico. Estabas buscando vivir ... Vivir y dejar vivir. Sólo
querías eso...
Quisiera abrazarte sin decirte nada, quisiera reírme
contigo. Quisiera que nos inundaras con tus carcajadas. Sé que no siempre te
reías de alegría. Habías aprendido que al mal tiempo buena cara. Y siempre
cuando tú decías algo que no era conveniente o cuando se producía un silencio a
tu alrededor, tú soltabas una carcajada porque no tolerabas rostros serios,
situaciones tensas, mala predisposición. Bastantes responsabilidades tenías,
bastante tenías con tu vida para generarte más problemas ... Y todo lo
solucionabas con una carcajada, con una risa, con un saludo. Siempre supiste
que debías agradar a la gente y que no había que defraudarla. Y que siempre
todos debían estar contentos, que no se notara si muchas veces quisieras hacer
otra cosa o que tenías ganas de llorar, de gritar, de expresar tu verdadero
sentir ... Como cuando recibiste aquel premio en los TMA 1987 y dijiste que
agradecías a Los Dinos porque sin ellos no serías nada ... Y completaste
diciendo: "Cuando Los Dinos ganan, yo gano. Cuando ellos pierden, ¡¡yo no
los conozco!!". Y luego largaste tu risa cómplice ... Tu risa solucionaba
todo...
Quisiera abrazarte para expresarte cuán lejos has
llegado, cuánto Amor has generado, cuánta gente en el mundo te ha querido,
cuánta gente se ha emocionado con tu historia ... Me gustaría que recordaras
que, más allá de que no pudieras saber hasta dónde llegaba a corearse tu
nombre, cuánto la gente que tú conocías te quería, te esperaba, te escuchaba…
Que todo lo que lograste fue producto de muchos años de brindarle cariño a
todos los que esperaban que llegaras para cantarles. Que tú diste en cada
pueblo de México y de Estados Unidos lo que ellos necesitaban: Amor, cariño,
comprensión ... Eso que se los dan pocos. Que en muchos casos no se los da
nadie… Que tú llegaste al corazón de la gente y lo que tú expresabas en el
escenario era lo mismo que les manifestabas fuera de él. Porque eras genuina,
auténtica, generosa, simpática, carismática, talentosa, trabajadora. Que ese
saludito personal típico de tus conciertos no era una imposición, no lo hacías
por obligación. Lo hacías por necesidad. Por necesidad de dar y ser amada. ¡¡Lo
hacías por Amor!! Y eso la gente lo sintió, lo sintió en su corazón y te guardó
en él para siempre...
...Y pensar que desde siempre tú dudabas de si te iban a
querer, de si te iban a aceptar… Quisiera recordarte lo que tú confesabas en
ese video dedicado a tu banda y que varios años después lo vería todo el mundo,
cuando les decías que odiabas que dijeran que tú eras la mejor porque también
odiabas que tuvieran razón... Y hoy querría decirte, Selena, que todos te
queremos, que todos te consideramos la mejor, que todos te extrañamos, que
todos daríamos lo que no tenemos por volver a verte ... Querría decirte que no
tengas más miedo. Que no tengas más dolor... Que no sufras más ... Que el Amor
que te depositamos todos los días es una ratificación de todo lo que sentimos
por ti, de todo el cariño que se le tiene a una persona, a una artista
inigualable que jamás podrá ser ni igualada ni imitada. Quisiera poder decirte,
Selena, que sé perfectamente que siempre tendrás ese miedo, porque ese siempre
fue tu temor desde muy chica, del miedo al rechazo, del miedo al silencio, del
miedo a la desaprobación, de ese mismo miedo que tuviste la primera vez que
pisaste el Astrodome el 28 de febrero de 1993. De ese miedo que vio un
periodista que te entrevistó poco antes de tu primer Gran Rodeo. Y de ese miedo
que se iba inmediatamente con tu primera canción, tu primera arenga, con tu voz
y con la primera manifestación de tu gente, esa gente que te hizo grande, esa
gente que te dio el Amor que tú necesitabas ... Esa misma sensación que luego
recordaría ese periodista que te entrevistó...
Quiero decirte, Selena, que tú solo tú podía hacer callar
a todos con tu presencia, obnubilarla, dejarla atónita. Tu presencia era más
importante que cualquier otra cosa. Tú eras el centro de la atención. Todos
iban a verte sólo a ti. Tu presencia tenía luz propia, inundaba con
incandescencia todo el lugar. Las miradas sólo seguían tus movimientos. La
gente cantaba cuando lo quería y tú lo pedías, bailaba contigo si lo deseaba y
tú querías, pero sabían callar cuando se lo pedías, sabían bajarse del
escenario cuando se lo suplicabas amablemente. Tú podías pedirle a un
camarógrafo que se corriera si su paso interrumpía tus movimientos y él lo
haría sin dudar. Muchos varones no tenían ningún problema en dejar que tú los
zamarrearas cuando le cantabas "Qué creías?". Nadie se oponía. Todos
aceptaban tus condiciones. Todos quedaban subyugados ante tu presencia. Se
arrodillaban a tus pies. Para todos ellos, tú eres la Reina. Una sola Reina.
Una Reina sin sucesión ... Una Reina sin discusión...
Tú, sólo tú, Selena eras capaz de expresar con tanto
sentimiento tus canciones. Tú, sólo tú, podías cantar tus canciones como nadie.
Pues sólo tú le ponía tanta pasión, tanta garra, tanta energía a esas letras...
Tú ponías todo de ti cuando las interpretabas... Tu personalidad arrolladora
hacía que uno sintiera todas y cada una de las palabras que transmitías en el
escenario. En él expresabas todos tus sueños, tus anhelos, tu felicidad, tu
tristeza, tus expectativas, tus decepciones... Expresabas lo que sentíamos
nosotros todos los días. Nos decías a nosotros lo que vivíamos todos los días
en nuestro idioma. Y eso que tenías tus limitaciones con el español... Nos
representabas con tu canto. Y por eso te adoptamos, te aceptamos y te queremos
con toda el Alma. No importa de qué música venimos, no importa que hacíamos
hasta que te conocimos. Lo importante es que llegaste tú y todos nos quedamos
escuchándote, viéndote, admirándote. Viendo el mundo a través de ti, sintiendo
la vida a través de ti...
Y ahora que tú no estás... Y ahora que nos dejaste sin
voz, sin tu presencia, sin tu alegría de vivir, sin esperanzas de ver un mundo
mejor, que dejaste un mundo sin Selena, yo sólo quiero abrazarte, yo sólo
quiero sentirte, yo sólo quiero que sepas que no estás sola. Yo sólo quiero que
sepas que aquí está nuestro Amor para siempre intacto, como todos los días,
como en todo concierto, porque el verdadero Amor no se va nunca, se resiste al
paso del tiempo, se resiste a la realidad, es más fuerte que la muerte, es más
fuerte que el Universo mismo ... Ese Amor se resiste a verte partir
definitivamente. Por eso quiero abrazarte bien fuerte, Selena. Para que no te
vayas nunca, para que te quedes aquí, no para mí, no para tu gente, no para tu
familia. Quiero abrazarte para saber que estás aquí viviendo, viviendo tu vida.
Esa vida que mereciste vivir, esa vida que quiero que tengas, esa vida que me
niego a aceptar que fue arrebatada...
Quiero abrazarte para sentir que hay un mundo con
Selena...
Te añora, te extraña, te quiere, por siempre y para
siempre...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario