31 de diciembre de 2015
El fin, Selena...
Hemos llegado al fin ... Al fin de una etapa ... Al fin
de un ciclo ... Entraremos al año 21 sin Selena y siento que todo empieza a ser
lejano, distante ... Miro hacia atrás y recuerdo las sensaciones que tenía
cuando descubrí a Selena. Cómo de un caso policial con enormes enigmas pasó a
ser para mí un hito que cambió absolutamente mi vida ... En aquellos tiempos
sentía enormes deseos de volver el tiempo atrás y reparar aquel daño hecho a
esa enorme mujer y a toda una comunidad ... Pasé noches enteras viendo videos
de Selena en concierto, de Selena en entrevistas, de Selena de entrecasa, de
Selena en su boutique, de Selena actuando en programas de televisión ... Recuerdo
comprar por Internet todos sus discos y sus videos. Recuerdo que una amiga me
envió desde Estados Unidos libros que en Argentina no conseguía ... Hasta
conseguí que me trajera una remera diseñada por Selena, y que llegó a usarla y
exhibirla ... Una remera que aún hoy uso ... Recuerdo haber llorado más de una
vez, recuerdo el estar en la ventana de mi departamento buscando a Selena en el
cielo aunque no sea creyente y no crea posible que ella esté en una estrella o
en otra dimensión ... Pero necesitaba creerlo, debía sentir la necesidad de que
era posible revertir esta situación ... Selena no se merecía semejante afrenta
del destino ... Lo fui descubriendo cada vez que sabía más de ella, cada vez
que me enteraba de lo que era y de lo que había hecho. Y eso fue reemplazando a
mi obsesión original que era saber por qué había pasado lo que sucedió, cuál
era el motivo de semejante acto macabro ... Confieso que durante un tiempo
sentía que cuando más sabía del caso, menos lo entendía ... Tal vez en aquel
momento el no poder aceptar que a una mujer con mayúsculas como Selena, a esa
artista increíble y un ser humano excepcional que había logrado todo con
trabajo, talento, dedicación, esfuerzo, honestidad, pudiera tener ese final me
hacía imposible comprender cómo se había llegado a ese final y entré en esa
etapa en la que bien se explica en la película “Selena”: pasé del desconcierto
al llanto y del llanto al enojo ... Y el enojo me llevó a buscar responsables.
Y en esa etapa me resultaba imposible comprender cómo la Familia Quintanilla no
había podido impedir esa tragedia, no podía entender cómo no se dieron cuenta,
cómo no advirtieron algo que les hiciera ver lo que iba a pasar ... Pero
después, el tiempo, ese bendito paso del tiempo al que siempre aludí en mis
escritos a Selena y que tanto temí, me hizo comprender que las cosas eran tan
simples como complejo lo que encerraba esa supuesta explicación ... Todos
fueron engañados por una psicópata ... Una mujer que como buena psicópata se
presentó como una mujer simple, como alguien que vemos a diario caminar por las
calles, viajando en un medio de transporte, trabajando normalmente en una
empresa como una más o como lo que era ella, una enfermera que se presentaba al
señor Quintanilla para proponer armar un club de fans de Selena ... Y como
buena psicópata fue con un argumento inteligente ... No fue con cualquier
excusa ... Fue como si fuera hoy un Máster en Marketing para decirle lo
extrañada que estaba que alguien de la importancia de Selena no vendiera en sus
conciertos fotos ... Un detalle que ni el mismo padre de Selena que estaba en
el negocio de la música lo había reparado ... Un buen argumento que le servía
para ingresar al mundo de Selena y hacer encantar a sus integrantes como lo
hace un buen psicópata ... Un psicópata de manual ... Su supuesta “vocación de
servicio”, su “intenso trabajo”, su “necesidad de servir y parecer fiel”, más “su
encanto” que le hiciera estar al tanto de todos y de todo, hizo que se ganara
la confianza de Selena, de su familia y de su círculo íntimo ... La psicópata
pasó a ser inmediatamente parte de la familia ... Al poco tiempo de ingresar
como presidenta del club de fans fue nombrada madrina de casamiento de Suzette,
la hermana de Selena, estando a la par de un familiar ... Todavía hoy me
retumban las palabras de Pete Astudillo que no hace tanto tiempo dijo que no
puede comprender aún que esa mujer haya logrado convencer tan pronto a una
persona desconfiada como lo era el Señor Quintanilla ... La psicópata fue
ganando terreno y autoridad a partir de su “trabajo y fiel servicio”, pero a
medida que avanzaba lograba incidir en decisiones y en generar discordia ... Y
nadie podía darse cuenta aunque viera cosas raras ... En su libro Chris
reconocía que ni siquiera se alarmó cuando la asesina exhibiera a Selena un
arma que luego la usaría contra ella dos semanas después ... Él veía cosas que
le llamaban la atención, pero no al punto de sospechar que podría cometer
semejante acto salvaje ... Esa “mujer tan simple y cordial”, tan “pendiente de
Selena” para que ella estuviera bien, y que había ocupado un lugar en la
Familia Quintanilla a la que muy pocos accedían, no podría hacer algo malo ...
Chris había reparado más en un detalle que explica cómo acciona el psicópata
... Poco a poco, y en cada paso, ganar el terreno para que todo se haga a su
voluntad ... En una fiesta que la asesina organizaba cada fin de año para
celebrar los éxitos de Selena, se acerca a ésta para hacerle un comentario ... Selena
se acerca de inmediato a su esposo para preguntarle si él o alguno de sus
amigos había provocado algún destrozo en los baños. Chris le contestó
enfáticamente que no y Selena se fue satisfecha con la explicación de su
esposo. Pero Chris vio algo allí que no le gustaba ... No le molestaba que
Selena le preguntara eso, pero le inquietaba que el solo hecho de que esa mujer
le hiciera una insinuación bastaba para movilizar a su esposa donde quisiera
... Había notado el típico accionar de un psicópata cuando ya siente el poder
que tiene sobre su víctima, pero sin darse cuenta del peligro que traía consigo
... Aun cuando Chris reconoció que si le insinuó el incidente de los baños es
porque la asesina había tomado la información de algo parecido que sucedió con
el esposo de Selena años atrás cuando ni siquiera eran novios ... Otro típico
accionar de un psicópata: generar la confianza para que todos le ofrezcan la
información, esa información que con el tiempo genera poder ... Tal vez todos hayan
notado ese accionar, pero sin pensar que eso representaba una amenaza ... ¿Qué
amenaza podía generar esa pequeña mujer “tan buena, encantadora y servicial”?,
deben haber pensado ... Y lo supieron
cuando ya era tarde, muy tarde, como le pasa a todo aquel que se topa con esa
clase de personas ... Al principio me costaba entenderlo ... No podía creer que
ellos no se pudieran dar cuenta ... Me había enojado mucho con ellos al
respecto ... Llegué a pensar que no les importaba ... Que la habían dejado sola
... Y me enojé más aun cuando hace unos años el padre de Selena decidió cerrar
“Selena Etc.”. Llegué a escribir cosas muy duras contra él y su familia, de las
que me arrepiento ... Porque lo entendí cuando, tan seguro que estaba en
detectar a estos psicópatas y de entender la piscología de las personas por mi
experiencia personal, tan seguro como lo estaba el padre de Selena cuando
decidió sacarse de encima a la asesina al ver lo que estaba generando, yo caí
en la trampa de una psicópata ... Y me hizo dar vueltas en círculo sin que yo
lo pudiera notar ... Sólo que yo pude despertar a tiempo, y supe decir no y
apartarme de esa persona ... Allí me di cuenta de lo que es capaz de hacer un
psicópata ... La furia que le generó que la “madrugara” y que me apartara de
sus garras hizo que viviera por muchos años un calvario ... De las que aún hoy
vivo sus consecuencias ... Pero en este caso ese calvario fue producto de que
me había dado cuenta, de que pude aprovechar un segundo de distracción que cada
tanto tiene un psicópata para salir a tiempo de un final tremendamente
bochornoso ... Pero eso no impidió su furia ... Al contrario, la incrementó ...
Y eso me hizo pensar en lo que debió haber despertado en la asesina la decisión
del padre de Selena de apartarla de sus negocios y de prohibirle la entrada a
sus instalaciones ... El padre de Selena había tomado una decisión lógica, pero
no acertó en su objetivo ... Él, como me había pasado a mí, pensó que se
trataba de un caso más de los tantos que había visto y padecido ... Y que el
remedio era tan simple como eficaz ... Pero este no era el mismo caso de
siempre ... Si se hubiese dado cuenta, hubiese hecho como yo: tomar la medida
pero también procurar estar lejos del alcance de esa mujer, lejos él, lejos
Selena, lejos su familia. El psicópata no tolera una derrota y más cuando
piensa que tiene todo monitoreado, cuando había empezado a mostrar su verdadera
cara al tener el control de Selena a través de su club de fans, de su vida
cotidiana, de su boutique ... No se lo perdonaría al Señor Quintanilla y sabía
que la mejor forma de hacerle pagar por su decisión era asesinar a su hija y lo
haría cuando notara que Selena tampoco la apoyaba ... Cuando eso sucedió sólo
había que buscar el momento y ponerlo en práctica ... Basta con ver los
movimientos de aquel nefasto 31 de marzo de 1995 para saber cómo la asesina lo
había planificado todo, hasta el último detalle, para hacer de su acto un
crimen perfecto ... La ironía de la vida hizo que Selena se lo terminara
abortando ... Al salir de la habitación luego de ser herida mortalmente, obligó
a la asesina a asegurarse del éxito de su macabro acto y si así no hubiese sido,
disparar de nuevo ... Eso hizo que alguien la viera y se convirtiera en el
principal testigo que llevó a que la asesina fuera condenada a cadena
perpetua... Sólo por eso la psicópata no logró que su plan fuera un completo
éxito...
Pero ha pasado el tiempo y todo llega a su fin ... Al fin
de un ciclo, al fin de una era ... Tal vez no me pase como antes que llore al
ver a Selena o me pregunte por qué ... Tal vez no vivo pensando en si es
posible alguna día volver el tiempo atrás ... Tal vez acepté la derrota ... Tal
vez ya la sienta lejana ... Tal vez la esté olvidando ... Pero no ... Tal vez
pasó algo más profundo y que lo fui vivenciando en esos años de calvario que me
hizo vivir esa psicópata ... Toda esa situación la pude superar actuando como
Selena, viviendo la vida como Selena, siendo como Selena en mi accionar de
todos los días ... Al principio el hecho de escribir cada semana a Selena me
hizo tener la mente ocupada, pero después vi que no me alcanzaba con aislarme
del mundo para poder soportar tantos embates, tanto odio, tanta furia de una
persona avalada y aceptada por gente guiada por ese “encanto de sirena” que hace
irresistible seguir sus pasos ... Vi que no me alcanzaba con quedarme con la
linda teoría de la vida de Selena ... Debía poner en práctica su modelo de vida
para contrarrestar tanta mentira, tanta falsedad, tanta hipocresía que va
rodeando a esta clase de gente a la que se le suman los aprovechadores de
siempre que ven en esa ocasión la oportunidad para destilar sus miserias
humanas ... Si no hubiese aparecido Selena en mi vida hubiese sido imposible
superar esa situación ... En otro momento otra hubiese sido mi reacción, casi
concordante con lo que recibía ... Pero no fue así ... Allí pude notar, pude
ver que Selena formaba parte de mi vida, y que me dejaba llevar por su ejemplo,
y por su modo de ver y entender la vida para encarar cada acto diario ... De
pronto me vi más contemplativo ... De pronto me vi menos rígido y más tolerante
con todos y con todo ... Empecé a mirarme en el espejo y a no mentirme ni en
mis dichos, ni en mis pensamientos, ni en mis sentimientos para poder mirar a
los ojos a los demás, poder entender las cosas y actuar ... Empecé a sonreír
más. Empecé a disfrutar cada momento de mi vida ... Empecé a ver la vida como
la veía Selena ... Y actuar como ella ... Sin mentir, con honestidad y entendiendo
lo que me rodea, lo bueno y lo malo ... Que no es cuestión de reírse por reír o
poner la mejor cara si uno se siente mal ... Se trata de actuar como se quiere,
vivir como se quiere, enfrentarse al mundo tal cual se es y no permitirse
dejarse llevar por las locuras de los demás. Alguna vez escuché a alguien decir
que nadie puede entristecerte sin su consentimiento ... Es una gran verdad ...
La vida es dura ... La humanidad suele ser muy cruel y despiadada ... Pero nada
de eso nos puede impedir que uno haga de su vida algo placentero y que ello
contrarreste tanto mal en este mundo ... Y eso lo descubrí y lo puse en
práctica con Selena ... Me di cuenta de muchas cosas muy tarde ... Tarde pero
las descubrí ... Y también descubrí que tenía muchos motivos para sonreír ...
Que ya no tenía tanta necesidad de llorar para sentirme mejor ... Creo que
ahora entendí lo que yo mismo escribí hace poquito ... Un escrito en el que una
tal Victoria podía permitirse sonreír y hacer lo que más le hacía feliz sin
sentirse culpable porque no estaba Selena para disfrutarlo también ... Cuando
pudo ver las cosas como las hubiese visto Selena, todo aquello que la bloqueaba
desapareció ... A veces la felicidad la tenemos en nuestras narices y no la
vemos o no la queremos ver ... por miedo a enfrentarla, por miedo a
descubrirnos tal cual somos ... Es simplemente comenzar, como hizo Selena ...
Cuando damos cuenta de ello, nada nos puede detener...
Se viene un nuevo ciclo ... No sé qué me deparará el
destino ... No sé lo que voy a hacer ... Los seres humanos tenemos la tendencia
a que cuando caemos en números terminados en cero, debemos hacer un balance,
recordar lo que se hizo y lo que no, y decidir un nuevo camino o confirmar el
que se hizo ... Han pasado 20 años, 20 largos años sin Selena ... He vivido
unos años muy intensos con ella ... Descubriéndola y descubriéndome ... Nunca
hubiese imaginado que ella llegaría a mi
vida y la cambiaría ... El otro día una compañera de trabajo me comentó que
había visto la película “Selena” ... Por supuesto que se me iluminaron los ojos
y volví a sentir todo lo que he sentido en estos años, y cuando ella me dijo
“¡¡Cantá el tema ‘Como la Flor’!!”, lo hice de inmediato y estallé de risa ...
Nunca lo hubiese hecho en otro momento de mi vida ... Pero ahora lo estaba
haciendo ... No sé qué será de mi vida a partir del año entrante ... No sé qué
haré ... Pero me quedo con la imagen de mí mismo cantando “Como la Flor” a viva
voz en el trabajo y reírme de felicidad ... Como lo hubiese hecho Selena ...
Tal vez he descubierto que no necesito recordarla, que no necesito llorarla,
que no tengo que lamentar su destino ... Tal vez nada de eso sea necesario ...
Simplemente porque todos los días llevo a Selena en mi corazón ... Un hermoso
sentimiento que perdurará en mi cuando me encuentre con ella ... en ese lugar
que pronto vamos a encontrar...
(A veces no es bueno quedarse con la frustración de lo
que no se hizo ... Es mejor estar feliz con lo que se hace y tener ilusión con
lo que se piensa hacer ... A veces no hacen falta tantas palabras ... Palabras
que se las lleva el viento ... Palabras que muchas veces pueden interpretarse
de otra manera o de un modo muy tendencioso ... Una buena mirada puede ser
suficiente ... Siempre estaré aquí para recordar a Selena, sólo a Selena ...
Hay muchas maneras ... Y en cada manera siempre teniendo a Selena como
principal protagonista, sin que nadie ocupe su lugar ... La mejor manera para
mí es siguiendo su ejemplo y ser como ella ... Sé que eso te alegrará Selena
... Porque con ello nunca te sentirás sola ... Hasta el día en el que nos
encontremos y nos demos un enorme abrazo...)
Selena: ya estás en mi corazón. No necesito más...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
Hoy no voy a hacer nada ... Hoy no quiero hacer nada...
Hoy no voy a hacer nada ... No me voy a levantar temprano
... No me voy a preocupar por nada ... No voy a ir a ver a esa mujer ... Ni
siquiera voy ir a grabar, ni a jugar con mis perros ... Tampoco iré a ver a mi
familia ... Me quedaré en la cama todo el tiempo que quiera ... Tal vez llame a
Chris para que me mime un poco ... Tal vez ... Quiero acurrucarme en la cama, taparme
con las sábanas y frazadas, y sentir el calor de la protección ... De esa protección
que muchas veces necesité y que pocas veces tuve, dadas las circunstancias de
mi vida ... No quiero pensar en lo que se viene, no quiero pensar en mis
obligaciones, no quiero pensar en este día ... Se viene una lluvia muy fuerte y
quiero sentirla escuchar ... Quiero sentir mi vida sin tener que hacer algo
para sentirla ... Es eso lo que necesito hoy ... Sé que no será así en los días
venideros ... Posiblemente, nunca más pase por esta sensación ... Para mí estar
quieta sin hacer nada es sinónimo de enfermedad, de invalidez, de muerte ...
Pero hoy necesito que sea así ... Siento que si hoy me muevo, nada bueno saldrá
... Y no sé por qué presiento que algo va a pasar ... que algo que me puede
pasar ... ¿Tal vez haya soñado algo ayer? Yo no lo recuerdo ... ¿O sí? No ... Mejor no pensarlo ... No es que tenga
pereza ... Nunca tengo pereza ... Detesto quedarme quieta mirando cómo pasa la
vida ... Pero hoy ... Me da miedo de dar el más mínimo paso ... Ayer ...
¡¡Claro, fue eso!! Ayer ... Cuando volvíamos a casa del Days Inn con Chris,
estuve a punto de volver al motel porque sentía que algo me faltaba, que esa
mujer no me había dado esos papeles que le pedí ... Chris me había convencido de
que lo dejara para hoy, de que ya era tarde, de que tal vez me había equivocado,
de que era mejor volverla a ver de día, de que era más seguro ... Yo sólo le di
la razón para no discutir ... Quería volver ese mismo día ... Pero preferí
calmar mi ansiedad y no insistir ... Pensé en ir hoy bien temprano ... Sabía
que esa mujer me estaba engañando y quería arreglar las cosas de una vez por
todas ... Le seguiría la corriente, iría con ella al hospital, escucharía sus excusas
de siempre pero al final le pediría los benditos papeles, y si volvía con sus
dilaciones, la despediría para no verla nunca más ... Lo iba a hacer ...
Finalmente, le tenía que dar la razón a mi padre ... Quería pensar que no tenía
razón ... Pero una vez más la tenía ... A veces me molesta que haya que pensar
mal de las personas o desconfiar eternamente para poder sobrevivir en este
mundo ... Yo tuve que formarme con ese pensamiento un poco por el modelo de mi
familia, pero otro poco por la realidad de enfrentarme a la gente cantando
desde los 8 años ... Pero siempre pensé que las cosas no eran tal cual las
pintaba mi padre ... Siempre quise creer en la gente y que a la larga podría
demostrarle a él que con Amor siempre se saca lo mejor de cada persona ... Mi
misma carrera musical y mis éxitos daban fe de lo que pensaba y anhelaba ...
Pero ahora me daba cuenta de que terminaba siendo una ingenua más, una soñadora
más ... Que a la gente le sale mejor sacar lo peor de sí que lo mejor, que le
han enseñado a mentir, a engañar, a aparentar, a aprovecharse de los demás, a
aceptar que no hay alternativas a este modelo de mundo que perversamente nos
han implantado ... ¿Le han enseñado o el ser humano es así por naturaleza?
¿Pero por qué estoy pensando en estas cosas? ¡¡Sólo tengo 23 años!! Recién voy
a cumplir 24 y parezco una vieja resentida de la vida ... ¿Por qué será? ¿Por
qué estoy pensando en esto? ¿Por qué no me quiero mover si anoche ya pensaba
saltar como un resorte de la cama bien temprano para enmendar los errores de
ayer, y emprender el día con todo solucionado y planificado? No sé por qué lo
estoy haciendo, pero de aquí no me muevo ... Siento un nudo en el estómago y
... siento miedo ... ¡¡Sí, tengo miedo!! ... No sé a qué, pero tengo miedo ...
El miedo inmoviliza ... Muchas veces se dice que es mejor vencer al miedo, y actuar
y seguir adelante como si no existiera ... Muchas veces salí al escenario con
esa convicción y cada paso en mi vida desde muy pequeña lo hice con ese
pensamiento ... Pero hoy ... También se dice que el miedo no en sonso ... Temo
que algo me va a pasar ... No sé qué ... Pero nada bueno pasará hoy si salgo de
aquí ... Recuerdo alguna vez en la costa de Corpus Christi siendo pequeña estar
tapada con una toalla para protegerme del viento y del frío ... Nada me sentía
más protegida que estar toda acurrucada hecha una bolita adentro de mi
caparazón ... Hoy estoy igual ... No quiero sentir más ese frío ... No quiero
enfrentarme a algo que venga detrás de aquello que conozco, de ese viento que
hoy me desplaza pero quién sabe a dónde me llevaría si lo enfrento ... Y esa
lluvia que se viene ... Sí, mejor me quedo aquí hasta que se me vaya esa
horrible sensación ... hasta que el viento se vaya y yo pueda salir de mi
caparazón a enfrentarme de nuevo a la vida ... sin más miedo, sin más
presentimiento, sin más temor al frío...
Hoy debe ser la primera vez que siento que no estoy
haciendo nada, pero a la vez que estoy haciendo lo que quiero ... Muchas veces
hacemos las cosas por presiones, por demandas, por culpa, por obligación ... Sé
que hay cosas que debemos hacer obligatoriamente, pero no siempre es así ...
Creo que no nos damos cuenta de que lo más importante somos nosotros y no los
demás ... No siempre hacemos lo que queremos ... Creemos que hay una barrera
que nos lo impide ... Pero no es así en realidad ... Las barreras a veces las
ponemos nosotros ... A veces decimos que sí con mucha facilidad ... Y hay que
aprender a decir que no ... Y si uno tiene temor a la reacción del otro, pues
habrá que buscar la manera de expresarlo ... Huir es una buena opción ... ¿Por
qué no? Huir no es sinónimo de cobardía ... Huir, no enfrentarse a ciertas
cosas es sinónimo de sabiduría ... Muchas veces la gente nos invita a
enfrentamientos inútiles, a situaciones que detestamos y que hacemos todo lo
posible por evitar ... Si yo tengo la mejor predisposición y una persona me
ignora o me maltrata sólo para que yo me enoje y reaccione, ¿tiene sentido
seguirle la corriente entrando en ese juego que yo no quiero encarar? Si una
persona dice de mí cosas que nunca he hecho, ¿tiene sentido contestarle,
hacerle un escándalo y meterme en una situación que nunca quise tener? Si una
persona hace todo lo posible para que me enoje, ¿le voy a dar el gusto de hacer
lo que espera que haga? Todo tendría sentido si yo lo quisiera ... ¿Y si no
quiero? ¿Y si no quiero y me sigue buscando? ... Sé que es difícil ... Muchas
veces me he visto enojadísima por la actitud de tal o cual persona, pero el
tiempo me hizo ver que lo mejor que podía hacer es mirarme al espejo y decir
todo lo que sentía de esa persona o de esa situación ... Porque no hay que
guardarse nada ... Todo hay que sacarlo afuera ... Para que de vuelta al ruedo
haya que actuar como si nada pasara, y estando más relajada y despojada de todo
lo malo que hay en mí ... Porque hay veces que no conviene enfrentarse a
ciertas cosas y a ciertas personas ... Cuando se entra en el juego del otro,
difícil es salir y quién sabe con que uno se va a encontrar ... Es ahí donde
hay que huir o al menos no tener que lidiar con situaciones tan molestas ... O
no prestarse al juego del otro ... Esos problemas no son los míos y hay que
saber decir “¡¡No, gracias!!” a esas invitaciones ... Ahora que lo pienso ...
Hace dos semanas, sí, hace dos semanas, había ido al encuentro de esa mujer ...
Me había insistido en verla en un lugar de comidas con sus consabidas súplicas
y llantos ... Cuando logré convencerla de que con ella estaba todo bien y de
que yo seguía confiando en ella, cambió su cara de dramatismo a otra de alegría
y de euforia ... Y de allí pasó a una risa casi histérica ... diría hasta
diabólica ... No comprendía lo que estaba haciendo ... En ese momento sólo
pensaba que se trataba de una exteriorización de su alegría un tanto alocada ...
Pero tras cartón sacó un arma ... Yo me asusté, no tanto porque pensara que iba
a hacer algo malo, sino porque nunca hubiese imaginado que tendría una ...
Cuando intenté preguntarle por qué tenía semejante cosa consigo, sólo atinó a
decirme que había adquirido una para protección ... Yo sólo atiné a asentir en
silencio y a partir rápidamente de allí ... Nunca se me ocurrió preguntarme de
qué se trataba todo ello y de por qué me mostraba el arma ... Tampoco pude
procesar lo que me generaba esa escena ... No quise pensarlo ... Tal vez si lo
pensaba, advertiría algo horroroso que no estaba dispuesta a ver ... Sólo atiné
a huir ... Pero a huir de la escena, no de la situación ... Atiné a huir del
momento, no de la persona ... No quise pensarlo del todo ... No quise huir del
todo ... Y creo que eso es un gran error ... No se trata de entrar en la
paranoia ... Pero sí se trata de pensar qué se quiere decir con lo que se
expresa, con lo que se muestra, con lo que se gesticula ... Y sacar
conclusiones y barajar posibilidades ... Eso nos alertaría de muchas
situaciones ... Y siempre hay que ser precavido ... Como alguna vez escuché de
una canción en una radio camino a uno de mis tantos conciertos: “Con los
sentidos alerta, la pesadilla se aleja. Con los sentidos ... la pesadilla”...
Tal vez por eso no me quiero levantar hoy ... Sé que si
lo hiciera tendría que ir de nuevo a ese motel y volverían las discusiones, las
excusas, las explicaciones sin sentido ... Tiene razón Chris ... Es hora de
poner este conflicto en manos de un abogado de confianza y que se encargue él
de encarar este problema que yo ya no quiero enfrentar ... Yo sólo quiero pensar
en mí ... En mi futuro, en lo quiero hacer con mi vida personal y familiar
...Ya no quiero que me digan lo que tengo que hacer ... Saben los que me
quieren que no haré nada alocado, que seguiré dando todo de mí para los demás y
que lo que haga los hará felices a todos ... Pero yo también quiero mi espacio,
yo quiero defender mi lugar, mis opiniones y mis decisiones ... Tengo que saber
decir aunque sea desde el silencio lo que quiero y lo que no, lo que busco y lo
que no, lo que pretendo y lo que no ... Tengo que saber decir que quiero tener
ya mi casa propia con Chris y que quiero tener hijos ... Tengo que saber decir
que quiero hacer mi disco en inglés, pero que nunca aceptaría seguir mi carrera
musical sin mi banda ... No podría tolerar no tener a mi lado a mis hermanos ni
a mi esposo ... Eso me hace sentir sola y ... ¡¡yo no quiero estar sola!!
Quiero triunfar, pero quiero hacerlo sin sentirme una estrella que vive su vida
en palacios, hoteles y en grandes fiestas ... ¡¡Ni siquiera quiero mudarme de
Corpus Christi!! Quiero viajar por todo el mundo ... Quiero triunfar en toda
América latina, en Europa, en Oriente, en todos lados ... Quiero sentirme feliz
haciendo feliz a toda la gente de este planeta ... Pero también quiero estar
sola haciendo mi vida tranquila ... Y quiero que mi vida pública no sea
diferente de la privada ... Yo no quiero que la gente tenga una idea equivocada
de mí ... Quiero que todo el mundo sepa que esa mujer que está arriba del
escenario es la misma que la que ven en la calle ... Quiero que sepan que soy
honesta, trabajadora y auténtica ... Que no me gusta hablar mal de nadie ni
meterme en la vida de los demás ... También pretendo que eso mismo hagan
conmigo ... Sé que a veces eso es muy difícil ... Con la excusa de que hay que
adaptarse al sistema, que hay que adaptarse a los parámetros de la sociedad, a
las reglas del mercado, a los postulados del negocio de la música y de lo
“quiere el resto”, hay que tolerar ciertas cosas ... Y no creo que las cosas
deban ser así ... Sé que te presionan, te generan culpas, te confunden, buscan
atemorizarte, buscan que entres en su juego ... Pero no hay que permitirlo ...
Sé que hay gente que no tolera que uno sea diferente ... No sé si mejor, pero
diferente ... Diferente en tus convicciones, diferente en tu manera de actuar,
de ver y de ser en la vida ... Y muchos te lo hacen sentir ... Pero creo que se
puede hacer lo que uno desea de todos modos ... Mi propia carrera certifica lo
que sostengo ... Se suponía que en Texas una mujer no podía triunfar salvo que
fuera “la segundona” de un varón ... Se suponía que una niña tendría que
esperar a la adultez para triunfar ... Se suponía que alguien que no tenía una
preparación previa salvo la voz y un carisma innatos, no podría llegar lejos ...
Se suponía que alguien sin mucha promoción y sin entrar en grandes escándalos
provocados e inventados, no tendría mucho futuro ... Y yo lo pude superar con
trabajo, dedicación, esfuerzo, tolerancia y mucho, mucho Amor ... ¿Por qué
entonces no podría lograr convencer que nuestro camino es posible, que siendo
honestos pero no tontos podemos superar todos los obstáculos y triunfar igual?
¿Por qué no podemos demostrar que también se puede triunfar sin traicionarse ni
traicionar, sabiendo lo que es el juego, pero sin caer en bajezas ni en cosas
que uno no desea para llegar a la meta? Sí, yo creo que se puede ... Pero
también sé que hay batallas que uno no tiene que dar ... Por eso estoy
acurrucada en la cama ... Tengo que dejar pasar este día ... Sé que si lo paso
sin consecuencias podré lograr todo y nada me detendrá, pero tengo que dejar
pasar este día ... Y sé que lo lograré ... Y sé que triunfaré...
(Me hubiese gustado que en aquel nefasto 31 de marzo de
1995 hubiese pasado esto por la cabeza de Selena ... El mundo puede ser
maravilloso, pero también puede ser muy cruel ... En la infancia se ve que lo
que nos deparará en la vida ... Pues cuando somos niños podemos ser muy amorosos,
pero también ser muy despiadados ... En la vida no terminamos siendo muy
distintos de lo que somos desde muy temprana edad ... Sólo empieza a
condicionarnos el entorno familiar y, sobre todo, el entorno social ... Y
cuando ello ocurre dejamos de mostrarnos tal cual somos para visualizarnos como
quieren dichos entornos. Y eso nos aleja de nosotros, y los demás nos ven por
lo que aparentamos y por lo que queremos mostrar a esa sociedad que nos demanda.
Pero siempre aflora nuestra esencia, aunque sea con cuentagotas ... Eso es
inevitable ... La humanidad nos enseñó a vivir de apariencias y no a vivir como
queremos ser. Por eso no se tolera a aquel que quiere mostrarse como quiere y
no como lo “aceptan” los estándares familiares y sociales. Y el diferente pasa
a ser visto como “raro”, como “utópico”, como “iluso”, como “soñador” ... hasta
como “peligroso” ... Deberíamos mirarnos más seguido a los ojos ... a nuestros
ojos ... y ser lo que queramos ser ... hacer lo que queramos hacer ... Y seguro
que no sólo uno sino todos seríamos más felices en este mundo con esta idea,
con esta forma de ver y de entender las cosas ... Y seríamos más auténticos ...
Y seríamos felices con lo que somos y no con la aspiración inventada de los
demás ... Y dejaríamos de ser diferentes para ser iguales ... Selena era
diferente, además de ser una extraordinaria artista y persona ... Y fue víctima
de este mundo que no tolera a los diferentes ... Es hora de ser diferentes para
ser iguales ... Es hora de hacer de éste un mundo mejor ... Es hora de una vez
por todas de seguir el camino de Selena ... Para no olvidarnos de que un mundo
es posible, de que una humanidad es posible ... Para no olvidarnos de Selena a
20 años de su ausencia, a 20 años de su partida inexplicable, a 20 años de un
mundo sin su Amor.)
Siempre estaré contigo, Selena ... Siempre estaré con tu
sonrisa y con tu espíritu ... Siempre estaré aquí para recordarte ... Siempre
estaré aquí para evocarte ... Siempre estaré aquí para seguir tu ejemplo ...
Siempre estaré aquí para intentar ser como tú...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
El día que descubrí que vivía en la mentira, Selena...
“¡¡Te felicito, Victoria, qué lindo libro has escrito!!”.
“¡¡Cuánta emoción, cuánto sentimiento!!” “¡¡Es como si estuviera allí mismo!!”,
me dijeron unos cuantos amigos después de haber escrito mi libro sobre Selena.
Yo me sentí orgullosa en un principio. Pero luego sentí un gran vacío, una gran
decepción ... Decepción conmigo misma ... Decepción en lo que me había
convertido ... Estaba tan lejos de aquella niña que se había vestido como
Selena para presentarse al casting para la película que se estaba haciendo
sobre su vida ... Tenía tanta ilusión, estaba tan contenta ... Todavía no era
consciente de que se nos había ido ... Todavía la seguía teniendo presente ...
Todavía me hacía sentir alegre, me daba mucha ilusión ... Pero al verme 20 años
después sentía que no había aprendido nada de ella, que no seguí su camino ... Ni siquiera haciendo un libro
sobre ella hizo que me acercara a Selena ... Me pregunté si acaso hice ese
libro por culpa, por sacar de mí lo que realmente sentía, lo que realmente
anhelaba, lo que realmente pensaba ... Era curioso ... Yo hice un libro sobre
mi visita al museo de Selena ... No había ido nunca allí en estos largos años
... 19 para ser más precisos, pues en realidad un año atrás había ido, y todo
lo que me generó estar allí hizo que con la velocidad de un rayo escribiera mis
sensaciones, lo plasmara en un libro y generara tan buena aceptación en tanta
gente ... Sí ... Fue una exteriorización ... Una gran exteriorización ... Pues
ni pensé en lo que iba escribir ... Sentí la sensación y lo hice ... Fui
describiendo todo lo que había en el museo ... Todo ... Y con cada cosa que
describía, los vestidos, su auto, sus premios, sus discos, casi mágicamente fui
describiendo su vida, sus sueños, sus logros, sus pensamientos ... Me di cuenta
de lo que había generado con los comentarios de todos aquellos que habían leído
mi libro ... Todos hablaban de mi habilidad para poder hablar de Selena
describiendo el museo, de cómo con la excusa de mi visita pude describir
acabadamente la vida y obra de Selena ... Fue curioso ... Fue raro estar en un
lugar en el que otros interpretan lo que has escrito, tus intensiones, tus
finalidades ... Eso que se llama la “intelectualización”, lo que los demás
piensan de lo que has escrito, de tus sentimientos, de tus pensamientos, de tus
vivencias ... Puede que a veces exageren ... Puede que a veces no acierten con
tus intenciones ... Pero es interesante ... Y aportan ... Porque a partir de
esos comentarios elogiosos, de aquellas interpretaciones, de aquellas
explicaciones, me di cuenta de que si fui al museo, si necesité escribir sobre
aquella visita, si terminé escribiéndolo y tuvo esa aceptación es porque algo
pasaba conmigo, algo no estaba funcionando ... Tal vez necesitaba ir a
encontrarme con Selena para encontrarme conmigo misma ... Con aquella Victoria
que tenía tantas ilusiones de ser como Selena ... Tal vez sabía que en estos
últimos 20 años me convertí en una mentira, creí ser feliz con el disfraz que
me fui armando con el paso del tiempo, quise creer que en lo que me había
convertido era real y me hacía feliz, y nada más distante de la realidad que
eso ... Al ver mi vida sabía que no era así ... Y tal vez por eso hice lo que
hice ... Para sacarme ese burdo disfraz ... Para no vivir más de la mentira ...
¿En qué me había convertido? Veía mi libro y veía mi vida,
y eran como dos mundos diferentes ... Como si se tratara de dos personas
diferentes ... Tal vez mi vida era la metáfora de lo que nos había pasado en
estos 20 años sin Selena ... Muchas veces he criticado a las artistas de los
últimos tiempos, que para llegar a ser famosas recurren a la bajeza, a la
falsedad, a la mentira, a la calumnia, al escándalo, a la exhibición de sus
cuerpos como si fueran maniquíes de vidriera, algo digno de un mundo machista y
degradador de las mujeres ... Tantas veces lo dije, tantas veces lo critiqué,
tantas veces lo señalé ... ¿Y yo qué había hecho con mi vida? ¿En qué había quedado
mi sueño de ser como Selena? Todos los días iba a un empleo corriente,
rutinario, vulgar, monótono, nada creativo, nada feliz, en el que lo único que
hacía era contentarme mirando lo que hacían los demás, viviendo de habladurías,
haciendo internas con o contra mis compañeros de trabajo para pasarla mejor o
para tener mayor ascendencia en mis supuestos juegos de poder ... Y cada tanto,
muy cada tanto sacaba a relucir mi talento, mi felicidad, mis ilusiones, mi
verdadera personalidad haciendo algún chiste, haciendo alguna monería,
bailando, cantando ... o como en este último tiempo, escribiendo ... ¿No es
acaso esto último lo que hacía Selena? ¿No es acaso esto último lo que me
acercaba a Selena? ¿Por qué la dejé de lado? ¿Por qué no quise en estos últimos
20 años sacar a relucir este lado de mi personalidad, mi verdadera
personalidad, si es lo que me generaba tanta felicidad? ¿Por qué quise
engañarme y engañar a los demás mostrándome de una forma que me hacía sentir
tan lejos de mí? ¿Tuve que escribir un libro para darme cuenta de ello? Tal vez
... Después de 20 años me di cuenta de que tapé mi dolor por la partida de
Selena haciendo todo lo contrario a ella ... ¿Y por qué me pasó eso? ¿Cuándo
comenzó? ¿Si yo estaba tan feliz en aquellos días de casting? ... Después lo pensé
bien ... Me di cuenta de que me mentí cuando creí sentir tanta tristeza al no
ser seleccionada como Selena para protagonizarla en aquella película ... ¡¡Sentía
tristeza, claro!! ... Quería hacer de Selena ... Quería trascender ... Pero tal
vez el gran dolor que sentía no fue sólo al no ser seleccionada ... Tal vez
había algo más ... Debió pasarme otra cosa ... Sí ... Había algo más ... Al no
ser seleccionada di cuenta de que ya no tenía a Selena ... Ya no tendría
consuelo ... Ya no tendría ilusión ... Ya no la tendría presente ... Sí ...
Parecía que mi dolor y mis llantos sólo se debían a ello ... Pero no ...
También se debía a otra cosa ... a algo más importante, mucho más importante
... Supe lo que significaba la palabra “muerte” ... y supe mi finitud ... Y di
cuenta de que Selena no era inmortal ... Esa fue la causa de mi dolor ... Ese
fue el origen de mi mentira ... Supe allí que mi vida jamás sería la misma ...
Y comencé a entender que la única manera de salir de tanto dolor era negándolo
... Y era vivir de la mentira ... Y casi sin proponérmelo construí mi vida con
los valores contrarios a Selena ... Aprendí a ser mentirosa, corrosiva, hiriente,
falsa, destructiva ... Y cuando alguien quería marcar en mí alguna virtud
cercana a Selena reaccionaba con rechazo ... Recuerdo que alguien destacó
cuando tenía 15 años mis dotes artísticas ... Sólo lo miré y le dije con
seriedad que no me venga con sandeces ... ¡¡Pobre chico!! ... Lo traté como si
sus intenciones fueran de cortejo y en realidad sólo quiso destacar algo que
era inevitable que lo expresara y que yo me empeñaba en negar ... Me iba
convirtiendo en una sombra de mi misma ... Pero aquella actitud era la única
manera que había encontrado para sobrevivir a este mundo insensato y cruel ...
Después de la partida de Selena me sentí vulnerable, sola, triste ... Y pensé
que la mejor forma de superarlo era mimetizarme con todo lo que quedó de ese
mundo sin Selena, de esa humanidad que decidió dejarla sola y sacársela de
encima ... Se suele decir que los niños perciben mejor que nadie las cosas ...
Digamos que yo me di cuenta mejor que nadie lo que significaba para muchos de
nosotros la partida de Selena ... Y de
las consecuencias, de nuestro futuro, de en qué manos nos quedábamos ... Y en
vez de querer cambiar el mundo como lo había hecho Selena, busqué mimetizarme
con él, tomando de la humanidad lo peor y convertirme en más de lo mismo por
despecho, por dolor, por bronca, por enojo ... Fui sacando lo peor de mí sin
darme cuenta de que me alejaba de mí y me alejaba de Selena ... Sin darme
cuenta de que con ello le daba la razón a esa nefasta que le hizo tanto daño, y
le sacó y nos sacó todos nuestros sueños y nuestros anhelos ... Terminé siendo
una más que terminó contribuyendo y convalidando a aquellos que nos decían día
a día que no valía la pena hacer nada con Amor, dedicación, trabajo y
honestidad ... Que todo esfuerzo en ese sentido era en vano ... Que siempre ese
camino elegido nos llevaría a la derrota, como a Selena ... Que había que dejar
“descansar en paz” a Selena ... Viví de la mentira por 20 años ... Pero no se
puede vivir eternamente de la mentira ... Y menos aún mentirse a sí mismo ... A
la larga la verdad sale a la luz ... Y en mi caso salió cuando escribí ese
libro ... O más bien cuando decidí reencontrarme con Selena ... Cuando decidí
volver a ser aquella niña que vivía feliz ... con la vida de Selena...
Un día llegué a mi casa y busqué en el sótano aquel viejo
arcón en el que había dejado mis cosas más preciadas. Entre ellas el vestido de
Selena. Cuando lo encontré me emocioné al verlo intacto, inmaculado ... Reviví
en un instante lo que sentí al vérmelo puesto, mi alegría, mi sonrisa, mi voz
cantando una y otra vez las canciones de Selena ... Era una niña inocente ...
Era una niña feliz ... El futuro estaba en mis manos y todo era para mí suma
felicidad ... Recordé esa larga tarde de sol con tantas niñas luciéndose bellas
como Selena y sentía que todas estábamos identificadas con la misma persona,
con la misma artista, con los mismos sueños, con el mismo ideal ... El futuro
estaba en nuestras manos ... ¿Quién lo habría de quitar? ... De pronto, hubo
algo que me hizo bajar de mi nube de ensueños ... Noté un pequeño bulto en el
vestido y al tratar de saber de qué se trataba, para mi gran asombro noté que
había una hoja escrita en uno de los bolsillos ... Al tomar la nota y abrirla,
llevé rápidamente mi mano a la boca tratando de evitar estallar en llanto ...
Rápidamente supe que era una pequeña carta que le había escrito a Selena con la
promesa de llevársela a su morada cuando el casting hubiera terminado ... Nunca
se la llevé ... La había olvidado por completo ... Pero ahora la recordaba bien
... Cuando me di cuenta de que ya nunca tendría a Selena decidí no decirle a
mis padres de llevarme al gravesite de Selena ... Ya había decidido consciente
o inconscientemente ir por otro camino ... Había decidido no encontrarme con
Selena ... Había decidido no despedirme de ella ... Tomé la nota y decidí
leerla: “Querida Selena. ¡¡No sabes lo contenta que estoy tratando de ser como
tú!! No veo la hora de que se termine todo para encontrarme contigo. ¡¡Tengo
tantas cosas para decirte!! Te extraño pero sé que pronto nos vamos a encontrar
... Muy pronto ... Ahora sólo quiero ser seleccionada para interpretarte y
luego querré ser como tú en todo sentido ... Sé que estás en algún lugar ...
Pronto te encontraré ... ¿Sabes? Yo creo que todo es una mentira ... Yo sé que
estás en algún lugar que pronto encontraré ... Mientras tanto, haré de ti y
seré como ti en todos los sentidos ... ¡¡En todos!! ... Trabajaré mucho, me
esmeraré, seré paciente, seré testaruda, diré siempre la verdad, nunca engañaré
ni hablaré mal de nadie ... Es mi forma de estar cerca de ti ... Es como yo soy
y seré ... Es como eres tú ... ¡¡No te dejaré sola, Selena, nunca!! ... Y si
algún día ves que hago algo que no estoy haciendo bien, no tienes más que
decírmelo ... ¡¡Te quiero mucho!! Mil abrazos y mil besotes ... Nos vemos
pronto ... Con todo mi Amor ... Victoria”. Terminé de leerlo y sólo atiné en
silencio a sentarme en el piso sin pronunciar palabra ... Sólo mirar la pared
... Y a través de ella mirar mi vida pasar en estos últimos 20 años ... Y en lo que me había convertido ...
Cuando la “película” terminó, cuando las imágenes dejaron de proyectarse
delante de mi vista, puse mis manos sobre mi cara y empecé a llorar con fuerza,
con furia y con suma tristeza durante un buen tiempo ... Estaba expresando todo
aquello que no quise exteriorizar por tanto tiempo ... Me sentía una miserable
... Sentí que al fin y al cabo Selena vio esa nota y me hizo notar su enojo
llevándome a escribir ese libro y con ello darme cuenta de lo que había hecho
por ella y conmigo misma en estos últimos 20 años ... Nada tan evidente como
ese contraste de aquella niña con la mujer que trataba de volver a recuperar su
alegría e ilusión perdidas ... Cuando pude recobrar mis fuerzas, tomé mi
vestido, volví a guardar la nota en el bolsillo y partí para hacer lo que no
había hecho en estos últimos años ... Había dado un primer paso: ir al museo y escribir
sobre Selena ... Ahora debía dar el otro paso, el paso más importante:
encontrarme con Selena ... Encontrarme con mi espíritu ... Encontrarme con mi
ilusión perdida...
Cuando llegué al gravesite, sentí dolor, vergüenza,
soledad, tristeza ... Pero me mostraba impertérrita, dura, casi insensible ...
Me sentía como dos personas habitando en el mismo cuerpo ... Esa coexistencia
que estuvo en mí por 20 años ... Me arrodillé frente a Selena y estuve por un
buen tiempo en silencio ... El día estaba gris y ventoso ... Cada tanto veía
que algún gorrión se apoyaba en la morada para pronto partir a su destino ... Casi
sin proponérmelo comencé a hablar: “Al fin vine, Selena ... ¿Qué puedo decirte?
Me da pena estar frente a ti en este momento ... Te mentí y me mentí ... Te
traje mi nota postergada por 20 años ... Era una cartita de una niña feliz ...
La que tienes frente a ti es la misma niña, 20 años más tarde, que no supo
superar tu partida ... Que sólo vivió engañándose y engañándote ... ¿Sabes,
Selena? No he formado una familia ... Hace tiempo que tengo un novio al que
quiero mucho pero tengo miedo de casarme y de tener hijos ... ¿Sabes, Selena?
Hace tiempo que me recibí en Licenciada en Ciencias de la Educación pero salvo
algún que otro proyecto no he hecho nada para avanzar con lo que estudiado ...
Sólo hacer tesis ... Sólo hacer cursos de posgrado ... Llego a un objetivo pero
no puedo avanzar ... O mejor dicho, no quiero avanzar ... ¿Sabes, Selena? Le
tengo miedo al futuro ... Y creo que por eso vivo boicoteando cualquier
posibilidad de que me lleve a la felicidad plena ... ¿Y sabes, Selena, cuándo
me di cuenta de todo ello? Cuando descubrí hace poco esta cartita que te traje
y que había escrito hace 20 años y que nunca quise traértela ... Porque
descubrí por qué no fui seleccionada, o al menos descubrí lo que pasaba por mí
en ese momento ... Yo no quería ganar, Selena ... Inconscientemente no quería
ganar ... Porque sabía que ya no estabas y que jamás estarías conmigo ...
Aunque lo disimulara tenía una profundísima tristeza ... Y ganar ese casting me
traería una alegría que no quería tener ... ¿Cómo estar contenta si tú no
estabas? ¿Cómo contentarme con hacer de ti si tú no estabas para felicitarme
con tus abrazos, tus ánimos y tu sonrisa? ¿Cómo aspirar hacer una carrera
artística aprovechándome de tu desgraciado destino? No ... No lo podía hacer
... Recién ahora lo veo todo claro ... Cuando volví a ver esas palabras que te
dediqué ... Y allí no sólo recordé lo que vi ... sino también lo que realmente
sentí ... Yo estaba triste pero lo disimulé ... Hice todo lo posible por perder
y recién allí pude manifestar lo que realmente sentía, con la excusa de que
había perdido el casting ... Por eso no me fue tan difícil convencer a mis
padres de no verte, por eso nadie se sorprendió de mis silencios, de mis
actitudes, de todo lo que fui construyendo en los últimos años ... Fui una gran
simuladora ... Simular estar alegre cuando estoy triste, mostrarme dicharachera
cuando por dentro vivo con furia y amargura, mostrarme entusiasta cuando desde
que te fuiste siento que no hay futuro ... ¿Entiendes ahora Selena lo que
siento? ¿Entiendes Selena lo que me pasa con mi vida? Que empiezo las cosas
pero no las termino ... Comienzo un camino pero no completo su trayecto ...
Temo que me pase como a ti, Selena ... Desde que te fuiste quise creer que nada
que se haga con buenas intenciones llega a buen puerto ... Porque si lo
quisiera creer, ¿por qué tuviste ese macabro final? Tú no te merecías eso ... Y
si a ti eso te pasaba, yo no podía tener un mejor final ... Por eso no quise
ganar en el casting. Por eso terminé mis estudios pero no me perfeccioné ... Por
eso encontré a mi Amor pero no armé con él una familia ... Por eso me contenté
con un trabajo sin perspectiva y con una mentalidad en la que prospera la
desidia, la mentira, la crueldad, el estatismo, la injusticia ... No puedo
construir un futuro sin tenerte a mi lado, Selena ... No puedo creer que
vivamos felices sin ti ... Sé que es tonto, sé que es absurdo, sé que es
fantasioso ... Me dirás que la vida continúa y que no hay que detenerse ni aun
con lo más doloroso que nos pueda pasar ... ¿Pero sabes, Selena? ... Somos de
una generación, somos de una comunidad, somos de una raza que creció, vivió y
soñó con tus valores ... Somos personas que pensamos en un futuro feliz contigo
... Nos imaginábamos cumpliendo nuestros sueños contigo, fuimos con la idea de que
en la vida nada es imposible, de que todo se puede lograr ... Pero contigo como
estandarte ... No podíamos concebir un futuro sin verte primero a ti
conquistando el mundo, siendo feliz con todo lo que habías anhelado, y por lo
que tanto luchaste y te esforzaste ... Cuando me enteré de lo que te pasó, caí
en la mayor de las tristezas y sólo la fui superando o creyendo superar
mintiendo y mintiéndome ... Y aquí me ves ... Triste, avergonzada, sin nada que
pueda ofrecerte que me haga sentir orgullosa y feliz ... ¡¡Te extraño, Selena!!
... Pero sé que jamás te voy a poder encontrar, porque nunca supe cómo buscarte
... Perdóname, Selena ... No supe estar a tu altura ... No supe superar tu
muerte ... No supe encarar mi vida con tu ejemplo ... Perdóname, Selena ... Ya
no me queda más que decirte” ... Cuando terminé de contarle mi pena, miré al
piso y me sentí devastada ... Apenas corrían unas lágrimas por mis mejillas,
pero todo el dolor que sentía lo había exteriorizado ... No tenía más para
decir ... No tenía nada que esperar ... Sólo esperaba tener el valor de
incorporarme, despedirme de Selena y encarar mi futuro que sería el mismo que
había construido hacía 20 años sólo que sin maquillaje ni nada que disimular...
Cuando estaba ya por cumplir mi cometido, una pequeña
ráfaga de viento soltó mi notita a Selena de mis manos haciendo que dé unas
volteretas en el aire hasta caer a unos pocos metros de mí ... Alcé mi mano
para tomarla y algo hizo que me detuviera en el final de aquella carta: “Yo sé
que estás en algún lugar que pronto encontraré ... Mientras tanto, haré de ti y
seré como ti en todos los sentidos ... ¡¡En todos!! ... Trabajaré mucho, me
esmeraré, seré paciente, seré testaruda, diré siempre la verdad, nunca engañaré
ni hablaré mal de nadie ... Es mi forma de estar cerca de ti ... Es como yo soy
y seré ... Es como eres tú ... ¡¡No te dejaré sola, Selena, nunca!! ... Y si
algún día ves que hago algo que no estoy haciendo bien, no tienes más que
decírmelo ... ¡¡Te quiero mucho!!” ... Cuando volví a leer aquello, pensé que
tal vez estaba a tiempo ... Pensé que tal vez Selena me había escuchado y me
estaba dando una señal ... Tal vez Selena me estaba dando una nueva oportunidad
... No dudé un instante ... Me incorporé rápidamente con una sonrisa y le dije
a Selena: “Volveré pronto, Selena ... Muy pronto ... Para no dejarte sola ...
Volveré para cumplir con tu sueño, mi sueño ... Volveré para darte buenas
nuevas ... Volveré para que juntas volvamos a reír”. Me fui alejando dando
varios besos y saludos al aire a Selena. Cuando crucé la puerta de entrada a la
morada de Selena, me esperaba un nuevo camino ... Y ese camino iba a tener un
buen final. Me lo había prometido ... Se lo había prometido a Selena ... Y esta
vez, esta vez, no le iba a fallar...
Al poco tiempo terminé mi última tesis y me dediqué de
lleno a trabajar en lo que había estudiado ... Trabajé duro y por suerte hubo
gente que confió en mí para cambiar la educación en todos los niveles de
estudio ... Mientras ello ocurría, renuncié a mi trabajo ... Ya no podía seguir
conviviendo en la mediocridad y en un ambiente en el que da lo mismo trabajar
que no y en el que lo más importante es saber quién es más hábil para sacar
ventaja en provecho de los demás, y que encima te feliciten y te “respeten” por
eso. Por suerte mi novio me apoyó en mis decisiones y yo sé lo agradecí con
aquello que más anhelaba, y que por respeto y por temor no se atrevía a decirme
por no saber cómo reaccionaría ... Acepté casarme con él y al poco tiempo
tuvimos una niña a la que obviamente le puse Selena ... Selena Victoria fue su
nombre completo ... Pensé que en ese contexto era la mejor combinación de
nombres que podía tener ... Después de tanto tiempo me sentí plena y feliz ...
Estaba haciendo lo que quería y creía en que podía lograr lo que me propusiera
... Era la primera vez que sentía que había un futuro ... De pronto me encontré
con que era feliz ... Y que con mi felicidad alegraba a los demás ... Volví a
sonreír , a reír de verdad ... Descubrí que podía tener la sonrisa, la alegría,
los sueños, la tenacidad y la visión de Selena ... Había encontrado a Selena
... Me había encontrado a mí misma ... Nada podría detenerme ... Sólo debía
transitar el camino ... Sólo debía seguir el camino de Selena ... Y más allá de
que pudiera verla o no, sabía que la tendría siempre a mi lado con una sonrisa
y dándome ánimo para que siguiera adelante, para que no me detenga, para que
cumpla con todo lo que me había propuesto en la cabeza...
Cuando volví al gravesite, no fui sola ... Fui con mi
esposo y con mis dos hijas ... Iba a empezar a contarle lo que había pasado en
ese último tiempo, pero empecé a reír ... Sólo pude reírme con ganas ... Como
lo hacía Selena ... Sabía que ella estaba del otro lado riéndose del mismo modo
... No había más para decir ... Se había cerrado un capítulo en mi vida ...
Había empezado otro, en el que Selena estaba al lado mío en todo momento y en
el que al final, al final del camino, la tendría presente para decirle
“gracias” y para abrazarla fuerte, bien fuerte ... Un capítulo en el que sólo
vivía para que llegara ese momento, ese momento en el que por siempre y para
siempre viviríamos felices con el fruto de lo que habíamos sembrado...
(No hay nada más hermoso que poder ser como uno quiere
ser ... No hay nada más lindo que sentirse bien con lo que uno es ... El camino
no es fácil ... Hay muchos escollos y muchos que nos ponen innumerables trampas
para que uno no se sienta bien con lo que se tiene sin necesidad de mimetizarse
con los demás, sin necesidad de aceptar una realidad en la que uno no es feliz y
necesitando de la ayuda de aquellos mismos que no quieren que uno no los
necesite para sentirse bien ... Pero lo más importante es no mentirse, es no
postergarse, es no mimetizarse con lo mediocre ... Y lo más importante es
seguir con los valores en los que uno cree aunque durante toda la vida nos
hagan creer que somos unos perdedores ... El día en el que nos convenzamos de
ello, habremos triunfado y nada nos detendrá ... Por eso sigo el camino que me
dejó Selena ... Porque ella jamás me defraudará y con ella seré siempre feliz,
simplemente porque seré aquello que quise ser, o al menos seré aquello que
intenté ser...)
Gracias, Selena, por todo lo que me diste en estos
poquitos años...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
Recordándote para volverte a encontrar, Selena ... Nuevamente
“¡¡Sí, sí!! ¡¡Estoy furiosa!! ¡¡Estoy muy mal!! ¿Y cómo
no me voy a sentir así? Me engañaron ... Quitaron mi ilusión, mis sueños, mi
felicidad, mi futuro ... ¿Cómo quieren que me sienta? ¿Acaso no me han visto?
¿Acaso no me vieron cuando se despidieron de mí? Me engañaron, me estafaron, me
mintieron, me dejaron sola ... Sé que muchos comparten mi dolor y eso ha hecho que
al menos pueda sobrellevar mejor mi dolor ... ¡¡Estoy furiosa por tantos años
de esfuerzo, de trabajo y de dedicación tirados por la borda!! Estoy triste
porque muchos pensarán que no sirve ser como he sido ... ¡¡Detesto a las personas
que critican a los que aún piensan en mí diciendo que me dejen descansar en paz!!
... ¡¡Nunca podré descansar en paz después de lo que me hicieron y nunca podré
vivir en paz si siguen tratando de justificar a la persona que me dio semejante
afrenta por la espalda!! Yo fui genuina, yo fui auténtica, yo me esforcé para
llegar a lo que fui ... Trabajé, luché, siempre di lo mejor de mí ... No le
robé nada a nadie ... No estafé, no calumnié, no hablé nunca mal de ninguna
persona ... Y recibí de alguien en quien confié semejante respuesta ... ¿Cómo
quieren que me sienta entonces? Sólo me queda aguantar bien mi derrota ... Sólo
me queda pagar por ser tan, tan ingenua...” ... Desperté a los gritos ... No
podía soportar ver a Selena llorando y diciendo semejantes cosas ... Cuando
entendí que sólo se trataba de una pesadilla, de una burda y tan real pesadilla,
caí en una profunda depresión ... Me aliviaba que aquello no fuera cierto, pero
eso no significaba que en realidad no fuera así y que por ser sólo una
pesadilla las cosas fueran muy distintas del día en el que Selena se nos fue
... hace 20 años ... Cuando pude entender y recordar lo padecido en ese mal
sueño, pensé en que tal vez todo eso vino a mi mente por lo que había escrito
al recordar lo que viví aquel día en el que sentenciaron a la asesina y ese
encuentro con aquella niña en el que viví tan linda experiencia ... Me
angustiaba pensar que Selena estuviera tal cual como lo viví en aquella
pesadilla, donde quiera que estuviese ... No lo dudé un instante ... Salí en
cuanto pude y tomé el primer micro que me llevaba a Corpus Christi ...
Necesitaba ver a Selena ... Necesitaba encontrar ... algo ... algo que me
tranquilizara ... algo que no me hiciera certificar que Selena podría estar
como lo que sentí y viví en aquel mal sueño ...
Mientras iba en el micro no podía dejar de sentir la
desolación de ese mundo sin Selena, de ese mundo lleno de odio, de rencor, de
artificialidad, de la fama y victoria a base de calumnias, mentiras, de valores
tan distintos a los que nos enseñó Selena ... de valores tan indignos ... Me
reía pero también me ofuscaba cuando recordaba a aquellos tontos que nos dicen
desde hace 20 años: “¡¡Dejen a Selena descansar en paz!!” ... Ya lo decía
Selena en esa pesadilla ... Ya lo expresaba Selena en esa imagen de despedida
que nunca quisimos ver pero que este mundo cruel nos mostró sin que nosotros se
lo pidiéramos ... ¿Con qué insensatez nos pedían cosas que nunca podríamos
hacer? ... ¿Con qué insensatez nos
pedían algo que después de ver a Selena con esa expresión nunca podríamos
cumplir?... ¿Es que esos insensatos no vieron que Selena se nos fue triste,
enojada, molesta, perturbada? ¿Se lo tenemos que explicar todavía? Estas eran
las consecuencias de vivir un mundo sin Selena, un mundo que se había apartado
tanto de ella, una humanidad que no podía dejar de pensar que lo que había
recibido Selena era por seguir el camino de la honestidad, del trabajo, de la
verdad ... Miraba por la ventana y el día era gris, tan gris como aquel 31 de
marzo, tan amenazante de lluvia como aquel nefasto día ... Cuando llegué a
Corpus Christi me ganó la sensación de vacío ... Me sentía triste, desganado,
con esa sensación devastadora después de escuchar y de ver a Selena en aquel
triste sueño ... Sólo me movilizaba esperar algo, algo de Selena, algo que me
dijera que su camino no fue en vano, algo que me certificara que mi labor en
estos años no fue en vano...
Ya cerca del gravesite en el que moraba Selena vi que
alguien estaba arrodillada frente a ella ... Parecía hablarle o algo así ...
Estaba vestida toda de negro y llevaba un amplio sombrero del mismo color ...
Me detuve ... No quería perturbarla ni apartarla de sus sentimientos ... Al
tiempo vi que se persignó y le dejó una nota a un costadito ... Estuvo un
tiempo más casi inmóvil, luego del cual se incorporó, se dio vuelta y caminó
para la salida ... Recién allí comencé a moverme en forma despaciosa para no
tener que cruzarme con ella ni darle a entender a la dama de negro que estaba
allí esperándola ... Pero fue inevitable que me enfrentara a ella en el camino
y que hubiera un largo trecho en el que nos íbamos a tener que mirar ... En ese
lapso de tiempo vi que se trataba de una mujer joven a la que casi no podía
distinguir porque tenía un velo en la cara ... Cuando llegó el momento en el
que nos encontramos yo sólo bajé la cabeza y seguí, pero el sorprendente “Que
tengas un buen día” que me dijo aquella mujer hizo que llegara a responderle
muy bajito con las mismas palabras en el mismo momento en el que nuestros
cuerpos pasaban uno al lado del otro ... Cuando quise girar para saber de quién
podría tratarse, si acaso esa mujer era alguien a quien yo conocía, vi que la dama
de negro seguía con su marcha lenta sin mirar atrás y sin dejar señal alguna
... Yo retomé mi camino en busca de Selena y de mi destino, de Selena y de
alguna respuesta ... Sólo esperaba algo para que pudiera seguir, sólo esperaba
algo para no tener que vivir esa pesadilla, sólo esperaba una respuesta que me
certificara que ese mal sueño no fuera una cruel realidad...
Cuando llegué al gravesite de Selena, me arrodillé y
estuve un largo tiempo en silencio ... Ni siquiera podía llorar ... La tenue
llovizna y la soledad hablaban por mí ... Sentí ese maldito paso del tiempo ...
Sentí el destino cruel de Selena frente a mis ojos sin que yo pudiera hacer
nada ... absolutamente nada ... “¿Te sientes bien, Selena? ¿Es cierto lo que
dicen mis sueños? ¿Eres tú la que me dice esas terribles palabras? ¿Acaso
quieres que te dejemos descansar en paz? Dime Selena algo, dímelo de algún modo
que yo lo entenderé ... o al menos lo intentaré ... Sé que tú, sólo tú, sabes
lo que te ha pasado, y lo que has vivido y padecido ... Sólo dime...”. De
pronto vi que había una notita frente a mí, y que el tenue viento la había
puesto a mi vista haciendo que se abriera y se cerrara casi sin parar ... Iba a
dejarla así ... Supuse que lo habría dejado aquella mujer y que no había notado
que no lo dejó bien sujeto al gravesite ... Pero la llovizna que fue haciéndose
cada vez más intensa hizo que pensara que lo mejor era tomarla para que quedara
bien sujeta y a resguardo ... Tomé la nota y el viento súbito hizo que se
abriera ante mis ojos por lo que me fue inevitable tomarla y verla, sobre todo
porque me resultaba algo familiar, algo que ya había leído antes ... “Querida
Selena. Hace 20 años, siendo yo muy pequeña, te escribí y te afirmaba en mi
cartita que seguro debías estar contenta a pesar de todo lo que había sucedido.
Y también te escribí que sabía que en el fondo de tu corazón debía haber algo
de tristeza y que hasta debías estar algo enfadada ... Como todos nosotros ...
Y que esperarías que siguiéramos tu camino aunque no estés aquí entre nosotros
... Y que sólo así sonreirías y te sentirías orgullosa de nuestros actos en
modo mayor al que si solamente te lloráramos o te homenajeáramos ... Te lo
prometí y cumplí ... ¿Pero sabes, Selena? Hoy vine aquí porque anoche tuve un
sueño ... Y en ese sueño estabas con una amplia sonrisa en la boca ... Sé que
también corrían algunas lágrimas por tus ojos ... Y decías allí que aun cuando
algunas veces te sientes triste, te sientes feliz porque muchos te recuerdan y
muchos te siguen queriendo, no sólo como artista, sino también como persona ...
Sobre todo como persona ... Y también me decías en ese sueño que te sentías
bien en el lugar en el que estás y que pronto nos íbamos a encontrar ....
Cuando me desperté me sentí feliz y decidí venir para contártelo ....Y para decirte que debes sentirte más
feliz porque no me he quedado sola en el recuerdo hacia ti ... que hay muchas
personas que hacen todo lo posible para que el mundo te recuerde y sepa quién
eras y que significabas para todos nosotros ... Como aquel buen hombre que me
trajo hacia ti ... Como ese hombre a quien rescaté de su tristeza y lo traje hacia
ti ... Sabes que mi corazón está donde estás tú ahora ... Y pronto nos
encontraremos ... y ese será el momento más hermoso de mi vida ... Mil abrazos
y mil besotes ... Te quiere mucho ... Ya lo sabes ... S.”. Recién allí pude
llorar pero esta vez de suma felicidad ... Me di vuelta por si aquella mujer
aún estaba allí ... Pero no lo estaba, como suponía ... Aunque sabía que estaba
muy cerca, más cerca de lo que yo me imaginaba, más cerca de lo que mi vista
podría apreciar ... “Ya encontré lo que vine a buscar, Selena ... Ahora me
quedo más tranquilo ... Sé que estás feliz a pesar de que tengas tus malos momentos,
como todos nosotros ... Y también sé que algún día nos vamos a encontrar ... Tu
camino es mi camino ... Mis valores son tus valores ... Mis sentimientos son
tus sentimientos ... Mis verdades son tus verdades ... Y mi corazón es tuyo ...
Seguiré recordándote como siempre, no sólo con mis palabras, no sólo con mis
homenajes ... Te seguiré recordando siendo como tú ... Y nada más hermoso que
pueda lograr en la vida que llegar a ser como tú en todos los aspectos de mi
vida ... Y a eso aspiraré hasta que me encuentre contigo ... Debes estar en
algún lugar que pronto vamos a encontrar...”, le llegué a decir ... Puse la
mano en mi boca, le di un beso y luego apoyé la palma de mi mano en su imagen
... Estuve un largo rato en silencio ... Al rato me incorporé, me puse frente a
Selena, y le di mil besitos y mil saluditos con mi mano ... Me di vuelta y
empecé a salir del lugar ... Cada tanto me daba vuelta y le daba un nuevo
saludo y un nuevo beso ... Cuando ya llegue a la salida, le volví a decir: “Nos
veremos pronto Selena y allí seremos uno, sin más pena ni olvido” ... Ya camino
al autobús vi que alguien se alejaba en otro ... Apenas pude ver que en él se
iba la dama de negro ... Me sonreí y le di un saludito con mi mano ... Ella me
devolvió el saludo con una gran sonrisa ... Y cada uno siguió su camino ... Así
debía ser y así iba a ser ... Faltaba mucho por hacer ... Pero me sentía
dichoso ... Sabía que en algún momento todos volveríamos a ser felices, todos
volveríamos a estar juntos, todos volveríamos a vivir ese nuevo mundo con
Selena...
(La vida nos pone a duras pruebas, a desafíos difíciles
de concretar ... A veces se logra, a veces no ... Lo importante es intentarlo y
nunca bajar los brazos hasta conseguirlo ... Nunca ... Como nunca hay que dejar
de ser uno y hacer lo posible para cumplir con lo que siempre se ha soñado ...
Ser felices siendo lo que uno quiere ... Ser felices de la manera en la
queremos mostrarnos y ser ... Ser como fue Selena ... Tan simple como eso ...
Tan difícil como eso ... “Lo imposible siempre es posible”, decía Selena ...
Intentarlo es el mejor homenaje que le podemos hacer ... Intentarlo es ser como
ella ... Y no hay nada más hermoso que ser como Selena ... Ser Selena ... Algún
día todos seremos como ella y este mundo será feliz ... Este mundo será como
Selena ... Lo imposible será alguna vez sólo posible...)
Siempre serás parte de mi vida, Selena ... Y algún día
serás sólo mi vida...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
Recordándote para volverte a encontrar, Selena...
Recuerdo muy bien el momento en el que al fin condenaban
a esa asesina ... hace ya 20 años ... Estaba como tantos otros, ansioso por
escuchar el veredicto en el medio de un gentío en las puertas de los Tribunales
de Houston, Texas, que sólo esperaba oír una palabra: “Culpable”, con una
aclaración: “Prisión perpetua” ... Recuerdo muy bien todo aquello ... Cuando
escuché por los altoparlantes la noticia, cerré los puños de mis manos y mis
ojos, levemente me senté en el cordón de la vereda, llevé mis manos ahora
abiertas a mi cara y lloré durante un largo tiempo ... Había acabado todo ...
Era muy difícil explicar mis sensaciones ... Llorando en el medio de tanta
gente celebrando algo que era muy difícil de explicar ... por lo menos para mí
... Todo fue tan rápido, tan fugaz y tan incomprensible ... Hasta aquel nefasto
31 de marzo de 1995 Selena era ajena a mi vida ... Yo estaba en otra cosa, se
suponía que iba por caminos bien diferentes a los de ella, en lo musical y en
la vida ... Selena era para mí una cantante de moda que sonaba a toda hora por
las radios y nada más ... Hasta ese día ... De pronto todo cambió ... Y desde
ese instante hasta el momento en el que estaba allí llorando desconsolado viví
con Selena lo que no había vivido en años ... De pronto comencé a comprar sus
discos, de pronto comencé a escuchar una y otra vez sus canciones en mi casa,
de pronto me encontré escuchando la radio o viendo la televisión sólo para ver
qué había pasado con Selena, quién era realmente Selena, qué hubiese sido de
Selena si no hubiese surgido tamaña desgracia ... Me pasó lo que le pasó a
varios ... Entendí que Selena era más importante en nuestras vidas de lo que me
imaginaba, que era alguien central en nuestros quehaceres cotidianos sin
saberlo conscientemente ... Tal vez desde ese día en el que se nos fue tomé
conciencia de lo que era para todos nosotros y lo que representaba ... Y tal vez
sentí culpa, mucha culpa ... Culpa de no haberme dado cuenta antes, culpa de no
haberla apreciado más, culpa porque tal vez si lo hubiese sabido antes lo
habría podido evitar ... a mi manera ... Supe desde aquel nefasto día que
Selena era alguien de los nuestros, alguien que nos había dado identidad e
integridad ... Selena cantaba nuestra música, nos hizo sentir orgullosos de
nuestra raza y les hizo ver a los Estados Unidos lo que éramos y
representábamos los latinos ... Selena era esa hermanita que había llegado y
que desde la meta tan soñada nos gritaba, nos arengaba, nos alentaba para que
nos animáramos, para que siguiéramos el camino trazado por ella y para que lográramos
concretar nuestros sueños tal como lo había logrado ella ... Que era simple,
muy simple ... Sólo había que seguir haciendo lo que estábamos realizando ... Hacer
todo con entusiasmo, con alegría, con ganas ... Ser honestos, auténticos,
trabajadores, humildes ... Ser ambiciosos pero no estafadores ... Ser
auténticos pero no tontos ... Ser conscientes de nuestra situación y que sólo
luchando se podía obtener todo ... Lograr el viejo sueño americano ... Selena
lo había logrado sola con su trabajo, sin dejar de ser ella, sin dejar de
trabajar, sin caer en bajezas para lograr su objetivo ... Era tan sencillo ...
Era tan hermoso ... Era un sueño ... Era un sueño tan idílico que alguien se
encargó de transformarlo en pesadilla ... de hacernos ver que las cosas no eran
ni tan simples, ni tan soñadas ni tan lineales ... Alguien nos hizo ver que el
mundo era demasiado chico para Selena ... Y ya se sabe ... Los mediocres, los
mentirosos, los hipócritas, los estafadores y los psicópatas no quieren que se
los ponga en evidencia ... Tampoco que se les demuestre que hay otros caminos
para el triunfo y que se prescinda de ellos ... En el país de los ciegos el
tuerto es rey ... Y en ese mundo nadie quiere que se les enseñe a ver...
Seguía allí sentado en la acera mirando el piso y
llorando ... Tenía ganas de decirles a todos que se callaran, que se callaran
de una buena vez ... No entendía la alegría, no entendía el júbilo, no entendía
los cánticos ... O tal vez lo entendía pero no quería dar cuenta de ello ... Yo
sólo sentía dolor ... El dolor de la pérdida ... El dolor del ya no poder
volver las cosas atrás ... El dolor de la certeza de que Selena nunca volvería
a estar con nosotros ... Nunca ... En esa palabra, “culpable”, lo pude
comprobar, lo pude sentir. Sólo quería escuchar esa palabra para quedarme tranquilo,
para no seguir con mi furia contenida, con el odio, con el rencor, con el
resentimiento ... Para yo descansar tranquilo ... Para que Selena, ahora sí,
pudiera descansar en paz ... Aunque dudara también de eso, sabiendo lo que
fueron esos últimos instantes de Selena, esos últimos momentos de dolor y de
horror ... No ... No lo podía entender ... Sólo quería escuchar esa palabra,
estar en silencio como en todos esos meses y llorar, llorar lo que no pude
hacer en todo ese tiempo en el que sólo permanecía en silencio tratando de ver,
de escuchar el relato de lo que había pasado, el relato de lo incomprensible,
el relato del dolor extremo ... Fueron meses en los que trataba de entender por
qué Selena fue asesinada, por qué Selena fue a ver a esa psicópata, por qué
Selena fue disparada por alguien que era presidenta de su club de fans y
gerenta de sus boutiques, por qué Selena recibía un tiro en la espalda en un
motel, por qué Selena antes de todo ese absurdo fue a acompañar a su verdugo al
hospital engañada por esa misma mujer porque, según ésta, había sido atacada
... Por qué ... Por qué ... Por qué ... Durante meses permanecí inmóvil
tratando de saber por qué, sin dar cuenta de que nunca tendría una explicación
satisfactoria y aunque la tuviera nunca podría entender lo sucedido ... Y de
nuevo sentía la maldita culpa ... Sí, lo sabía ... Yo no podía hacer nada ... Y
tal vez sólo pude tomar conciencia a partir del hecho desgraciado ... Pero así
se dieron las cosas ... Y así pude tomar conciencia de todo ... De lo que
perdimos, de lo irremediable, de un futuro que no sería ni idílico ni el soñado
... Darnos cuenta de un destino cruel ... Darnos cuenta de que ya nada sería lo
mismo ... Darnos cuenta de que todo sería más de lo mismo ... Darnos cuenta de
que viviríamos por siempre en el país de los ciegos...
Recuerdo que en el medio del dolor de saber que ya nunca
Selena volvería a estar entre nosotros, sentí unos golpecitos a la altura de
mis tobillos ... Al principio eran suaves y espaciados ... Luego más constantes
e intensos ... Alcé mi cabeza y vi que una niña me estaba mirando fijamente ...
Cuando traté de preguntarle qué es lo que deseaba, sólo me dijo: “Ya no llores
más ... Selena seguro que hoy está feliz y lo seguirá estando” ... Y alzó sus
brazos. Yo casi arrastrándome sin poder siquiera despegar mi cuerpo de la acera
llegué a sus manitos y dejé que me abrazara ... No pude evitar volver a llorar
... La niña no me retó por ello ... Por un instante sentí que me estaba
abrazado Selena, que me estaba consolando, que me estaba perdonando ... En
todos esos meses lo único que había deseado era poder volver el tiempo atrás para
evitar el absurdo, en todo ese tiempo despertaba cada día con el deseo de que
todo había sido una pesadilla, una absurda y cruel pesadilla ... En ese tiempo
dejé de creer en Dios, en la humanidad, en el futuro posible con trabajo,
verdad, justicia, dignidad ... Dejé de creer en todo ... Sólo iba cada tanto a
Corpus Christi al gravesite de Selena para dejarle una cartita con un mensaje,
para hablarle, para que no se sintiera sola, para que yo no me sintiera tan solo
... Sólo creía en ella ... Sentía que mi corazón estaba junto con el de ella
... Y sólo vivía por y para ella ... Podía entenderse en ese momento como ahora
que lo mío era una obsesión, una locura, un sentimiento absurdo ... Tanto en
ese como en este tiempo muchos tontos por expresar este genuino sentimiento habían
manifestado que no teníamos vida y que lo mejor que podíamos hacer por Selena era
dejarla descansar en paz ... Esos tontos de ayer como los de ahora no entendían
... No entendían nada de nada ... Selena se nos había ido y una parte de
nosotros se nos había ido junto a ella ... Ya no seríamos los mismos desde ese
mismo momento ... Y lo puedo certificar ahora sabiendo que pude seguir con mi
vida “normalmente” ... Como también pude certificar que el mundo en estos
últimos 20 años fue distinto, tan distinto a ella ... Sabía lo que habíamos
perdido en ese momento y por ello lloraba tanto ... Sabía que había llegado el
futuro ... Una parte de nosotros murió ... Lo supe cuando escuché la palabra
“culpable” ... Selena jamás volvería ... Y yo no creería más en nadie ... Sólo
podía hablarle y creerle a Selena ... Sólo podía quedar en manos de esa niña
que ofrecía mis brazos para que al fin de unos cuantos meses pudiera descansar
en paz ... pudiera llorar en paz...
Cuando sentí que ya había podido descargar todo mi dolor,
alcé mi vista a la niña y le sonreí, mientras me reincorporaba para retirarme a
mi casa ... La gente no paraba de gritar, de festejar el veredicto del Jurado,
de cantar canciones de Selena y de insultar a la asesina ... Ya no me sentía
molesto por ello ... Sólo permanecía indiferente ... Ese era un lugar y un
escenario ajeno a mí ... La gente tenía derecho a expresar su dolor, su sed de
justicia, su enojo, su alegría del momento ... Yo sentía que mi presencia ya no
tenía sentido allí ... Tenía un significado mientras necesitaba que aquello que
todos anhelábamos se cumpliera ... Que la asesina se quedaba en la cárcel para
siempre ... Ser vigías, ser garantes de que se hiciera justicia con la asesina
... Que se hiciera justicia con Selena ... Ahora que todo había terminado y que
diera cuenta de que Selena estaba ausente, yo no quería ser protagonista de su
historia ... Selena es la única protagonista de su historia ... Selena hizo
historia y está presente en los corazones de aquellos de los que supimos
quererla bien ... De los que supimos entender los que nos había dejado en tan
sólo 23, casi 24 años de existencia ... Yo no podía seguir estando allí ... Yo
no podía suplantar su protagonismo ... Ni siquiera podía representarla ...
Cuando me estaba por ir, la niña me dijo si yo había ido alguna vez a ver a Selena
a su gravesite ... Al contestarle afirmativamente, la niña me dijo: “Tengo una
cartita para dejarle ... Pero yo no puedo ir con mis padres ... ¿Me acompañas a
llevársela?”. Cuando intenté decirle que no podría llevarla sin su
consentimiento, sólo me dijo: “Llévame cuando puedas. Aquí tienes mi dirección.
Ellos lo aprobarán... ¿Me prometes que me llevarás en unos días?”. Yo me
acerqué a la niña y la abracé fuertemente ... Pude percibir en ella un dolor
contenido, una entereza incomprensible para mí en una niña de 7 años ... “Te lo
prometo ... En una semana me encontrarás allí para ver a Selena y darle su
mensaje”. La niña me miró y dio unos pasos atrás bajando sus ojos ... Cuando me
fui alejando y volví mi vista hacia ella, la niña alzó sus manos y las movía a
un lado y otro ... De pronto se me vino aquella despedida de Selena en el
Houston Astrodome apenas unos meses atrás ... En los buenos tiempos, en una
ciudad que vivía con felicidad bajo el Amor de Selena ... Yo me sonreí, le
grité “¡¡hasta pronto!!” y volví sobre mis pasos ... Todo había terminado ...
Ahora había que vivir ese mundo desolado ... Ese mundo sin Selena...
A la semana fui a la casa de la niña ... Dudé en hacerlo
... Pensé que aquellos sentimientos compartidos aquel día del veredicto se
habrían esfumado y que con todo dolor debíamos asumir esta nueva vida sin tener
a Selena a nuestro lado ... Eran momentos de elaborar el duelo ... Eran
momentos de asumir ese vacío y de saber que muchos, en el afán de querer saber
por qué había sucedido el absurdo, terminarían en la trampa de empezar a
escuchar lo que diría la asesina, lo que dirían los aprovechadores de
circunstancias que ya habían visto el negocio de seguir “el caso Selena” y que
tratarían de seguir lucrando con nuestro dolor hablando de la vida privada de
Selena y de difundir cualquier difamación con el fin de explicar el por qué,
ese bendito por qué del destino de Selena ... Y yo ya no quería escuchar ni ver
más ... Ya tenía bastante con lo que había vivido ... Revolver mis heridas con
más “noticias” no tenía ningún sentido ... Nada había cambiado para mí ... Nada
me haría creer en algo ... Pensé que lo mejor no era ir a la casa de la niña
... No quería ver más ... No quería sentir más ... Quería avanzar en otra
dirección ... No quería más dolor ni más enojo ... No iba a ir ... Pero pensé
que aún creía en alguien ... En Selena ... Y podía seguir viéndola sin
intermediarios, sin sus supuestos intérpretes ... La seguía necesitando ...
Para hablarle, para desahogarme, para no sentirme solo ... Para no dejarla sola
... Además, estaba esa promesa ... Y recordé los ojos de la niña ... Eso me
hizo ir hacia ella ... Ir hacia Selena ... Cuando llegué a su casa, ella me
estaba esperando en la puerta con una amplia sonrisa en su rostro ... “Sabía
que vendrías”, me dijo, a lo que agregó: “No te preocupes por mis padres. Ellos
no están, pero me dejaron ir contigo. Aquí te dejaron su permiso” ... Yo no
sabía si creerle, pero algo me dijo que lo que me pedía debía hacerlo ... Así
me lo decían su mirada, su sonrisa, su tranquilidad, su ruego ... Fuimos en
micro casi en silencio ... Cuando estábamos por llegar, me preguntó: “¿Quieres
leer la carta que le he escrito a Selena? ... No es muy larga ... Léela en voz
alta para saber si la he escrito bien ...”. Al mismo tiempo que me lo decía me
extendía su carta ... Yo la tomé mientras miraba su rostro lleno de ansiedad y
de emoción ... Casi sin dejar de mirarla tomé su carta, fijé mis ojos en ella y
comencé a leer: “Querida Selena. Sé que estás contenta a pesar de todo lo que
ha sucedido. Porque siempre luchaste para que lo imposible fuera posible.
Porque siempre trabajaste duro por cumplir tus sueños y para vernos felices. Sé
que en el fondo de tu corazón debe haber algo de tristeza. Incluso debes estar
cada tanto enfadada ... Como todos nosotros ... Pero sé que confías en nosotros
como siempre confiamos en ti ... No es que estás contenta sólo porque esa mala
mujer está donde debe estar ... Estás contenta por ver que salimos a la calle
por ti para que haya justicia pero también para recordarte, para seguir tu
camino y no dejarte nunca sola ... Y sé que esperarás que sigamos tu camino
aunque no estés allí con nosotros ... Que entenderás que lloremos por ti, que
cantemos tus canciones y que hagamos homenajes a tu Legado ... Pero siempre
esperarás que cosechemos lo que has sembrado y a su vez que sigamos sembrando
las semillas que nos has dejado ... Sé que sonreirás donde quieras que estés y
que te sentirás orgullosa mucho más por nosotros si hacemos esto que si sólo
lloramos o te homenajeamos ... Te prometo que seguiré tu camino y haré que
todos lo sigan ... Y aunque me quede sola en ese intento, yo nunca te
abandonaré ... Nunca ... Porque aunque sea una sola persona la que siga tu
ejemplo, eso te hará enteramente feliz ... Mil abrazos y mil besotes ... Te
quiere mucho ... Ya lo sabes ... S.”. Terminé de leer la carta con lágrimas en
los ojos. Sólo le dije: “Es muy bello lo que has escrito”. La niña asintió en
silencio sin pronunciar palabra y así seguimos hasta llegar al gravesite para
ver a Selena...
Cuando llegamos al lugar en el que estaba Selena sentí un
gran dolor. Corría un viento despiadado que nos impedía mantener el paso firme,
como si él mismo tratara de evitarnos tanto dolor y sentir tanta desolación. No
sabía qué le iba a decir a Selena ... Creí haberle dicho todo ... Pensaba
decirle que estaría siempre a su lado porque sólo en ella creía y era la única
persona en la que podría confiar desde ese momento y en el futuro ... Que no la
iba a dejar sola y no quería sentirme tan solo ... El viento evitaba que
pudiera pensar con claridad, y la cercanía a Selena después de lo vivido me
impedía tener los pensamientos y los sentimientos claros ... De pronto la niña
me tomó fuertemente de la mano y allí entendí que estaba frente a Selena ... No
podía describir en ese momento tanta tristeza y tanta desolación en el medio de
un sol que me golpeaba con fiereza y un viento que me partía el Alma ... Creí
que iba estallar de nuevo en llanto y caer en el mayor de los escepticismos
hasta que la niña dijo dirigiéndose a Selena y sin despegar su mano de la mía:
“Hola, Selena. Vinimos a visitarte pero también venimos por un compromiso. Aquí
te dejo una cartita. Sé que la leerás. Y nosotros dos te prometemos que de aquí
hasta el día en el que nos encontremos de nuevo contigo cumpliremos lo allí
escrito. Que te recordaremos con alegría y que seremos como tú en todos los
aspectos. Sé que esa es la mejor forma de recordarte y que por ello nos
esperarás con una sonrisa. Te prometo que así será Selena...”. La niña se
detuvo mirándome fijo y esperando mi compromiso. Apreté con fuerza sus manitos,
sentí al hacerlo que Selena estaba allí conmigo y le dije: “Yo también te lo
prometo, Selena. Hasta ahora sólo he llorado por ti. Pero tú me has cambiado la
vida y te lo agradeceré siempre recordándote como tú lo querías, con Amor, y
dando lo mejor de mí en cada acto de mi vida. Te lo prometo, Selena. Y también
se lo prometo a la niña que me trajo a ti...”. Al terminar con mi promesa, me
abracé con ella e intercambiamos risas y llantos por un largo tiempo. “Gracias
por haberme dado estas fuerzas que ya no tenía ... Gracias por...”, alcancé a
decirle a la niña ... Pero ella me detuvo poniendo su dedo índice sobre mi boca
... “Ya lo sabes ... Tienes un compromiso ... Y la mejor forma de agradecerlo
es haciendo lo que me prometiste...”. Yo asentí sin decir palabra ... Estuvimos
un largo rato cada uno a solas con Selena y al tiempo, cuando ya atardecía, nos
volvimos en silencio pero contentos por la tarea que teníamos por delante, por
todo lo que teníamos que hacer ... Por todo el Amor que teníamos que dar a este
mundo ... para recordar a Selena...
Nunca más volví a ver a esa niña ... Pero es como si hubiese
estado todos los días a mi lado ... No hizo falta vernos más ... Entendí de qué
se trataba todo ... Incluso de quién se trataba ella ... Nada es casualidad en
la vida ... Y por eso estoy aquí a 20 años de que Selena se nos fuera sin que
pudiéramos comprender ... Recordando a Selena siendo como era ella, siendo como
esa niña, siendo como lo que me había comprometido a hacer...
(A veces las cosas se nos presentan de un modo inesperado,
pero siempre suceden por un motivo ... A veces por un motivo noble ... Un día
Selena apareció en mi vida ... Nunca imaginé que ella sería la persona que me
marcaría para siempre ... Y allí mismo supe que tenía una misión en la vida ...
Recordar a Selena para agradecerle que haya hecho de mí una mejor persona ...
Recordarla para que se sigan sus valores, su camino y sus sueños ... Recordarla
para que nunca esté sola y para que nosotros no estemos tan solos en este mundo
abandonado)
Mi corazón, Selena, siempre estará donde tú estás
ahora...
Te quiere mucho...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
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