Siempre recordé aquel día en el que esperé a Selena al
término del concierto del Houston Astrodome … Quería saludarla, darle un beso y
que ella me diera una caricia … Pero cuando le dije a mis padres que quería ir
a su camerino para ese fin, se negaron … Me dijeron que era tarde, que había
mucha gente y que seguramente tendría que esperar horas hasta lograr ver a
Selena … Yo tenía 6 años … Lloré, patalee y me enojé mucho … Mi madre insistió en
que ya se me iba a pasar … Que ya le vería a Selena … Mi padre no me dijo nada …
Sólo se estacionó en una esquina para al cabo de unos minutos regalarme un
enorme helado de chocolate y dulce de leche … No dije nada y al cabo de unos
minutos había recuperado la sonrisa … Me quedé con aquellas imágenes de Selena
y con la promesa de que alguna vez la podría ver, darle un beso y que ella me
acariciara el pelo…
Cuando escuché la noticia, me quedé muda … Durante un
largo rato me abracé a un portarretrato de Selena en mi cama sin decir nada …
Luego vino mi madre para consolarme, pero ni la miré ni le dije nada … Mi padre
ni siquiera vino … Durante el resto del día me dejaron allí, sola … Era la
mejor … Lo mejor para todos … Al otro día mi madre entró a mi cuarto, acaso
para rogarme que fuera a desayunar y que dejara de estar llorando y sin comer …
Para su sorpresa me encontró vestida y lista para lo que se me pedía … Seguí
sin hablar … Mi madre sólo me dio un beso y me acompañó … Cuando mi padre me
vio, atinó a decirme “sé que es muy triste, pero ya se te va a pasar. Así es la
vida” … Fue como un puñal para mí, pero no dije nada … Sólo desayuné en
silencio … Mis padres me lo respetaron, acaso porque sentían culpa … Bueno, mi
madre seguro … Mi padre … No tenía que explicarme nada … Así es la vida…
Proseguí mi vida desde entonces haciendo lo que esperaban
de mí … Estudié duro y tuve las mejores notas en el colegio y luego en la
universidad … Las cosas de Selena … Las guardé en un gran cofre … para no
abrirlas nunca más … Desde aquel nefasto 31 de marzo de 1995 no quise saber más
nada sobre ella … No escuché más su música, ni lo que había pasado en el juicio
con esa pérfida … Cada vez que en la televisión había una noticia sobre el “Caso
Selena”, yo cambiaba de canal o me iba a mi habitación … Si estaba mi madre,
ella se encargaba de cambiar el canal … Si estaban mis padres o solo mi padre,
tenía que irme … “Ya se me iba a pasar”, seguía retumbándome en mis oídos … “Ya
la vería a Selena”, golpeaba en mi corazón … Pero yo … Yo ya no sentía … Ya no
quería ver … Jamás me encontraría con Selena…
No sé cómo ni por qué … Pero decidí ser abogada en lo
penal y me fue muy bien. Tuve una carrera exitosa … En la universidad me
destaqué por mi dedicación, mis notas y mi habilidad para manejarme en los
exámenes … Ya recibida … a los 23, casi 24 años … tuve una carrera meteórica.
Resolví muchos casos penales con tanto éxito que este año, a la edad de 30, me
nombraron jueza … No sé por qué … Pero cuando mis padres me fueron a felicitar,
luego de un gran abrazo, les dije: “¿Vieron que se me iba a pasar?” y me fui
rápidamente para abrazarme con otros familiares y colegas…
Pero todo vuelve en la vida … Por esas cosas de estos
tiempos se me apareció el adelanto de Netflix sobre la serie que se hará sobre
Selena el año que viene … Si no fuera porque vivo viendo películas y series
allí, tal vez no lo hubiese notado … En otros tiempos me las ingeniaba para no
enterarme o no querer enterarme de la película y por supuesto no verla … Lo
mismo que los homenajes, los conciertos, los especiales … Vivía huyendo, porque
tenía un objetivo y nadie me iba a apartar del camino … Pero ahora … Son otros
tiempos, es otra la vida y no es fácil huir de ciertas cosas … Por un impulso
que no puedo explicar decidí ver ese avance que sabía que sería de un minuto …
Sólo un minuto … No me podría hacer daño … Tenemos más años sin Selena que con
Selena, pensé … Y puse “Play” …
Se me vino mi infancia, mis sentimientos, todo lo que
postergué y no quise expresar en estos años … De ese minuto sólo un instante,
un momento … Ese instante en el que Selena acaricia a esa niña que la estaba
esperando con su madre … Eso era lo único que esperaba … Eso era lo único que
me hubiese hecho tan feliz … Me puse a llorar desconsoladamente … Lloré lo que
no pude hacer en todos estos años … Pensé en lo feliz que era hasta que estuvo
Selena conmigo … Y pensé en lo infeliz que fui en todos estos años haciendo lo
que sea para olvidarme de ella … Me encerré en mi habitación y me quedé
llorando toda la noche hasta quedarme dormida … Recuerdo que soñé que Selena se
despedía del Houston Astrodome y cuando ya iba camino a su camerino se volvió
hacia el escenario ante mis gritos sólo para brindarme su saludo, su último
saludo … Al rato me desperté … Vi que tenía desparramadas en la habitación
revistas, discos y posters de Selena … Los que tenía guardados en aquel gran
cofre, y que guardé y los llevé conmigo a mi nuevo hogar sin abrirlos nunca …
Hasta aquella noche…
Pacientemente junté las cosas y las guardé en el cofre …
Ya no lloraba … Pensé en mi destino y en el camino que había elegido … Me
repetí una y otra vez … “Ya se te va a pasar, Clarisa … Ahora eres una mujer
exitosa … ¡¡El mundo te espera!!” … Bajé a desayunar en silencio … Al rato tomé
mis cosas … mis otras cosas … y decidí seguir mi camino … Ya no había vuelta
atrás … Allá quedaron mis recuerdos, mi infancia y el momento en el que fui
feliz de verdad … Pero sé que abrí una puerta … Es probable que vea la serie
sobre Selena y tal vez vea otras cosas más … Pero ya nada me apartará de mi
camino … “Ya se me va a pasar” … Y mientras tanto a vivir la vida … lo mejor
que se pueda…
(Nos enseñaron tantas veces que no hay que mostrar los
sentimientos más genuinos que nos terminamos de convencer que lo mejor para nosotros
es no ser lo que realmente queremos y conformar a los demás … “Ya se nos va a
pasar”, pero eso que más nos identifica vuelve y nos avisa que eso es lo que realmente
queremos, y que nunca seremos felices hasta encontrarnos con nuestros
verdaderos sentimientos … Sólo así se “nos va a pasar” … Mientras tanto
huiremos o nos encerraremos, pero seguiremos muy lejos de nosotros mismos, muy
lejos de nuestros sentimientos, muy lejos de nuestros pensamientos, muy lejos
de nuestra felicidad…)
Y cuanto más cerca de ti, más feliz estoy, Selena…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
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