¡¡Dios, devuélvenos a nuestra Selena!!


¡¡Devuélvenos, Dios, devuelve a nuestra Selena aunque sea por un ratito!! Dame, Dios, la posibilidad de verla, de saber que hay esperanza, de que hay una ilusión que no se circunscribe a esperar a que haya vida después de la muerte. La esperanza para mí radica en saber que veré algún día a Selena, que Selena estará allí en algún lugar esperando la felicidad suprema, la dicha eterna con todos los que la han sabido amar y apreciar. No hay nada más terrible, Dios mío, que sentir el silencio de Selena …No tener ninguna señal de ella, ni escucharla y verla sonreír … No sabes lo triste que es el mundo desde 1995, desde aquel fin de marzo, de ese día sin sol y con olor a lluvia en el que mi querida Selena se fue sin despedirse, en un acto que nunca lo hubiese efectuado si hubiese dependido exclusivamente de ella. No sabes lo que es estar sin vivir sin Selena, sin escucharla, sin verla, sin poder apreciar su talento, sin gozar de su música, sin ser felices viéndola contenta, riendo siempre, siendo optimista con todo lo que tú le ofrecías. No sabes el valor de tener a alguien que nos enseñe que todo se puede lograr, que allí está alguien para demostrarnos que un mundo es posible, que se puede ser feliz con poco pero siempre pudiendo lograr todo a base de sacrificio, de empuje, de ganas, de Amor, de talento, de esperanza. Tú no sabes lo que es no ver a Selena con su sonrisa. No sabes la tristeza que me da no verla a ella. Yo no soy envidioso ni mucho menos, pero no sabes lo que me provoca ver triunfar mundialmente a muchas artistas siguiendo el camino que supo trazar Selena, cuando nadie lo había hecho en aquellos tiempos, tiempos en los que ni siquiera se imaginaba que la música latina tendría la importancia que tiene ahora en el mundo, tiempos en los que la Revista People en Español cumplió 15 años gracias a Selena y ella nunca lo pudo apreciar... No sabes lo que me provoca no ver a Selena en ese lugar que tienen otras artistas, ese lugar que debería tener ella, ser de Selena…

Dios, tal vez tú lo sepas por la certeza que tienes de ti y de todo lo que tú has sabido crear, pero tal vez no sepas lo que sentimos algunas de tus creaciones. Nosotros los humanos tenemos terror a la muerte, terror a sentir lo que es la no existencia, qué será de nosotros cuando ya no estemos aquí. Aunque sepamos de tu existencia, aunque creamos en ti, aunque confiemos nuestro cuerpo y nuestra Alma a ti, tenemos un terror supremo al instante del pase entre nuestra estada aquí y el ir a tu encuentro. Ya el sólo pensar que hubo un mundo de millones de años sin saberlo, ni sentirlo ni imaginarlo, nos produce pavor. Pero creeme, Dios, que más temor me da no saber nada de Selena, no saber dónde está ni qué estará haciendo. Más me da miedo no tener la seguridad de si Selena está en tu Reino o en algún lugar del universo …Tú sabes que, más allá de dónde iremos cuando dejemos este mundo, dejamos nuestro cuerpo aquí, y sabes también que, lamentablemente, en estas tierras tuvimos que ver a Selena en esa situación. Tú sabes, Dios, que hace muy poco te llevaste a un ex presidente de mi país. Cuando vi que su familia decidió exhibir al público el cajón cerrado, recordé lo que pasó aquel horrible día del 3 de abril de 1995. Aquí también se pensó por qué estaba el cajón cerrado, aquí también se dudó de la veracidad de la información, más que nada tratándose de un tema tan delicado y sensible en mi país como lo es el político. Sin embargo, y por suerte, nadie pensó que había que abrirlo para certificar el triste dato para los incrédulos y los críticos, o para aquellos que lo iban a despedir con sentimiento. Todos por suerte creyeron que aquello era cierto y no pensaron que era necesario exhibir la triste realidad para que todos pudiéramos padecer aquella terrible e impactante muestra del destino. A veces pienso, Dios, cómo no te apiadaste aunque sea en ese tema con respecto a Selena. A veces pienso por qué al menos no le hiciste recapacitar a su padre para hacerle ver lo innecesario que era exhibir la triste realidad ante todos los que amaban a Selena. Nadie sensatamente iba a pensar que aquello podía ser falso. La gente no es ilusa frente al genuino dolor. Lo capta, lo siente, lo percibe. Bastaba con ver los rostros desencajados de una familia destruida con un padre tratando de recomponerse hablando y alentando a cada uno de sus parientes ... Bastaba ver el llanto de la madre, la mirada perdida del esposo, el dolor de la hermana, la incredulidad del hermano para saber que aquello nefasto era, lamentablemente, una realidad, una densa realidad. Que no había necesidad de demostrarle nada a nadie. Sólo eso sería necesario hacerlo con gente con malas intenciones, con dudosas motivaciones, y con poco para dar y ofrecer. Pero tratándose de Selena, a esa gente no había que decirles ni probarles nada. A esa gente es mejor no hablarle. A esa gente sólo se le responde con lo hecho en la vida. Ni ellos ni Selena tenían que demostrarles nada. Sus hechos hablaban por sí solos. Su obra y su honestidad hablaban por ellos, se estuviera de acuerdo o no con lo actuado, fueran admiradores o no de nuestra Selena…

Cuando siento la realidad y la crudeza de la vida me pregunto para qué estamos, para qué vivimos, por qué estamos aquí, si realmente tiene sentido todo esto. Se supone que estamos aquí para vivir y sentir la vida hasta lo máximo. Se supone que estamos aquí por un deber supremo que tú, Dios, nos dictaste y debemos cumplir si queremos estar en el preciado paraíso. Se supone que todos los días debemos encarar la vida con Amor, con alegría, con optimismo. ¿Pero cómo se puede encarar así la vida si aquello tan lindo que tú creaste, Dios, no está? Todos los días, Dios, espero a Selena, espero que me certifique que no está todo perdido, que el mal no triunfa siempre, que no siempre tú te llevas a los buenos y nos castigas dejándonos a los malos, a los perversos, a la gente de pobres corazones. ¿Cómo quieres que me sienta sabiendo que esa mujer que le quitó los sueños sigue compartiendo nuestro mundo y Selena no? ¿Cómo quieres que me sienta viendo que esa mujer puede al menos vivir un tiempo que Selena ya no puede sentir, nunca se haya arrepentido de lo hecho y hasta se permita decir cosas que manchan el buen nombre y honor de Selena? ¿Acaso, Dios, no te apiadas ante tanta maldad, ante tanta locura, ante tanta sinrazón? ¿Acaso no te da pena que todos los que amamos a Selena tengamos que soportar tamaña burla del destino que tú supiste forjar? ¿Acaso no quisieras darle la posibilidad a Selena que pueda contestarle o al menos decirle unas palabras, palabras que nunca pudo pronunciar cuando recibió tu llamado del modo más doloroso y cruel? ¿Acaso no sientes culpa de haber permitido que Selena se haya ido tan joven de este mundo? ¿Acaso no hubieses querido ver hasta dónde hubiese llegado Selena con su voz, con su talento, con su esfuerzo, con sus sueños, con sus enormes ganas de vivir? ¿Acaso no te ha conmovido el saber que has permitido que se vaya de este mundo a alguien tan especial, cuyas cualidades son imposibles de hallar en otras personas? ¿O acaso crees que un ser tan particular como Selena es fácil de reemplazar? ¿Acaso crees que el que quiere a Selena puede amar fácilmente a otra artista del mismo modo que lo hizo con ella entregándole su corazón y su Alma? ¿Acaso crees que es cuestión de hacerles creer a algunas artistas y a sus familiares con que pueden ser las “nuevas Selenas” y con ello hacer posible semejante hecho? No, Dios. Tal vez ni tú sepas lo que significa para todos nosotros Selena. Para nosotros ella es única e irrepetible. Sólo querríamos verla a ella aunque sea imposible. Preferimos eso antes que ver a alguien que nunca podría darnos lo que Selena nos ofreció con tanto Amor…

¡¡Dios mío, aunque sea danos la posibilidad de verla, de poder expresarle a Selena todo lo que sentimos por ella, todo el Amor que le profesamos, todas las marcas que dejó en nuestros corazones!! Lo nuestro con Selena es Amor verdadero, es sentimiento genuino, es una comunión de afecto que nació y se alimentó con todo los sentimientos que Selena supo prodigar en la vida a través de sus conciertos, de sus temas, de sus palabras, de cada acto de su vida, de cada expresión de Amor que tuvo para con todos sus admiradores, para con la gente en general, para con su familia. Lo que sentimos por Selena no es adoración o adulación ... No es obsesión, no es un sentimiento enfermizo que nos hace creer que Amor es posesión, territorio, objeto, egoísmo. Eso es lo que sentía aquella mujer de pobre corazón, que a su vez tenía mucho odio y rencor. A los que amamos a esa artista sin igual no nos alcanza con poder expresar nuestros sentimientos a nuestra Selena en una estatua, en una foto o en una imagen, teniendo todas sus cosas, comprando todos sus discos, teniendo todos sus objetos más preciados. Acaso tener todo eso sea un paliativo, sea un oasis en el medio del desierto, una manera de expresar nuestros sentimientos más nobles en el medio de la soledad, del llanto, de la incredulidad y de no poder nunca aceptar este destino que tú, Dios, le has reservado a nuestra Selena. Pero ninguno de nosotros espera que esto sea lo único o lo máximo a lo que nosotros podamos aspirar. Nunca podremos ser enteramente felices si no tenemos la posibilidad de ver a Selena en este o en otro mundo, pues nunca podremos aceptar que en toda nuestra existencia no podramos estar con Selena, ni que ella no pueda seguir ofreciendo todo lo que supo dar en algún lugar del universo. Tal vez, Dios, no te hayas dado cuenta de las consecuencias de haber permitido que se le hiciera eso a nuestra Selena … ¿Acaso a ti también te sorprendió que hubiera tanta gente que la llorara? ¿Acaso a ti también te sorprendió que ella era mucho más querida y apreciada de lo que tú podías imaginar? ¿Acaso tú pensabas también que ella sólo era una artista del momento del que pronto se olvidarían como tantos otros, como tantas otras cosas? ¿Acaso creíste que el bendito paso del tiempo se encargaría de borrarla de la faz de la tierra, de quitarla de los corazones que la aman de verdad? ¿Acaso Selena era tan talentosa que hasta a ti te sorprendió dando mucho más de lo que tú, que la creaste, pensabas que podía dar? ¡¡Entonces, Dios, mírala, mírala bien!! Observa a esa mujer que hace 15 años dejó este mundo, piensa en cómo se fue de aquí, medita lo que le dejó a esta gente y sólo trata de ser justo con ella, con su vida, con su Amor y con su historia. Tal vez eso te haga apiadarte de ella, tal vez seas tú el que debas pedirle disculpas, mostrar que hasta tú también te puedes equivocar, que tal vez seas tú el que le tengas que decirle a Selena que ella es un ser tan divino que hasta te llenó de gracia a ti y que le darás aunque sea una oportunidad, una oportunidad de que se vuelva a encontrar con su gente, una oportunidad de que viva aquello que tanto soñó y que no pudo vivir…

¡¡Mira, Dios, míranos a nosotros!! Piensa en lo huérfanos que nos hemos quedado, en lo tristes que nos sentimos sin estar con nuestra Selena. Piensa que no tenemos de ella todo lo que querríamos tener. No tenemos la oportunidad ni aún hoy de ver y de apreciar todo el hermoso Legado que ella nos dejó con tanto Amor, con tanto sentimiento, con toda el Alma que dejaba en cada actuación. Al menos haz que Selena no sepa que hay mucha gente mezquina que no permite que se vean todas las muestras de sus antológicas actuaciones, que hay gente que antepone sus intereses económicos, grupales y familiares a la hora de pensar en su recuerdo y en todo lo que ella ha dado por su gente ofreciendo todo a cambio de nada. Estoy seguro de que Selena estará bien triste de saber que buena parte de su obra, la más valiosa, la que ha sabido ofrecer en conciertos memorables, no está disponible en ninguna parte, que no se puede ver en ningún lado conciertos de los que ella se sintió plenamente orgullosa de haberlos ofrecido. Sé que Selena se sentiría bien triste de ver que la gente que la sabe amar bien no pude ver muchas cosas de ella, y que no se la recuerde de la mejor manera al no poderse apreciar qué es lo que ella difundió públicamente a todo el mundo. Se sentiría bien triste de ver que al no estar ella para poder ofrecerlo con su Amor, que todo el mundo que la ama de verdad no tenga la posibilidad de disfrutarla con todo lo que Selena brindó, que en las escuelas de los Estados Unidos y de México no se enseñe su obra y no se la tome como ejemplo; que así como ella difundía la música tejana y ofrecía en videos la posibilidad de aprender la historia de su música, que ahora no se haga lo mismo con ella, y que todo el mundo no se encargue de difundirla, y con ello expresar y transmitir ese Amor que tuvo más de una generación por Selena y de ella para con ellos. Ojalá Selena pueda ver y espiar lo que sucede hoy en el mundo y que vea que todos se acuerdan de ella y que la recuerdan con Amor. Ojalá Selena pueda ver que su Legado no está sólo limitado al esfuerzo que hace la gente por recordarla y difundir su obra, sino por todos aquellos que tienen todos los medios a su alcance para ponerlos al servicio de lo que quiere y ama la gente. Ojalá que algún día Selena pueda ver que ella unió a todo el mundo para que se la recuerde con justicia, para que se la recuerde con Amor…

Piensa, Dios, que siempre habrá gente que podrá vivir y hasta morir feliz si ve que todo tuvo un sentido, que todo tuvo un propósito. Dame la seguridad y la esperanza de que Selena está allí contigo, que me darás la oportunidad de que la pueda ver, de que está feliz y con la sonrisa de siempre, contagiando con su optimismo y con sus ganas a todos, hasta a ti mismo. Dime que algún día la veré y la podré abrazar. Dime que algún día le podré decir todo lo que siento por ella. Dime Dios que ella está contigo, y que sabe que la gente la ama y que la extraña. Dime que aunque sea sabe eso para su felicidad y para que sepa que no ha sido todo en vano. Dime que todo eso es posible, porque si es así no tendré más miedo a la muerte, no tendré más miedo al destino, pues sabré que al final del camino estará Selena, y nada me haría más feliz que al final de mi vida, en el fin de mi existencia, podré encontrarme con ella, que Selena será la cara visible del paraíso. Nada me haría más feliz que eso sea así, pues entonces no sólo me daré cuenta del sentido de la vida. También sabré para qué creaste todo esto, Dios. Lo entenderé perfectamente. Y cuando abrace a Selena sabré que nada estuvo perdido, habré recuperado la fe y la esperanza. Sólo, Dios, si me dices que Selena es la última estación de mi ser podré dormir, despertar, vivir y morir tranquilo, y en paz…

Sabes, Dios, que en cada noche, cuando recuerdo a Selena y le escribo unas palabras, siempre imagino que ella está en un lugar observándonos. Esa imagen, que está siempre en mi Alma, en mi corazón y en mi mente, es el motor que me da fuerzas, que hace que haga todo por el recuerdo de nuestra Selena. No podría recordarla sin tener la secreta esperanza de que la podré volver a ver. No podría escribirle si no pienso que algunas de mis palabras le llegan a su corazón. Y cuando escribo, cuando la recuerdo, siempre imagino que ella está allí esperando que hagamos todo lo posible para ser recordada con Amor. Esa es mi forma de recordar a Selena, imaginando que no podría seguir estando con nosotros al ver que la tenemos olvidada. Recuerdo a Selena y trato de que el mundo repare en ella, la quiera como la quieren sus admiradores y le den el mismo cariño que le doy yo, no dejándola sola y esperando que sólo esté acompañada con su gente que la sabe querer y que le está eternamente agradecida. Y siempre me imagino a ti, Dios, cuidando a Selena y esperando el momento preciso en el que la devolverás a nosotros para que pueda volver a gozar de todo aquello que supo sentir en todos los pueblos, en todas las ciudades, en todos los países … Hace muy poquito tuvimos todos la dicha de ver un video casi inédito de la representación de Selena en el concierto de McAllen, Texas. Se la veía tan feliz ante tanta gente ... Se la veía tan bien al ser tan querida por sus admiradores … Se la veía tan feliz cantando … Hoy Selena está en algún lugar esperando volver pronto por el Amor de su gente. Hoy nosotros, mientras miramos fotos y recuerdos, esperamos cantar de nuevo y ser felices con Selena aquí. Todos esperamos la dicha del reencuentro, la felicidad de vernos las caras y de ser nuevamente dichosos. Pues todos nosotros tuvimos solamente una posibilidad de ser realmente felices y fue con Selena aquí. Es que todos nosotros esperamos volver a tener esa comunión de Amor con ella, ese cariño inquebrantable, esa dicha permanente y feliz. Quiero que sepas, Dios, que lo único que deseamos es volver a sonreír con ganas, volver a estar contentos, volver a ser dichosos. Por eso te pido que nos veas a todos y no pongas ningún reparo por encima del cariño, por encima del Amor incondicional. Sólo espero, Dios, que escuches nuestros ruegos y mires los ojos de tristeza de nuestra Selena. Sólo haz eso. Y si lo haces, sabrás que habrás llenado de felicidad a mucha gente, lograrás que Selena vuelva a reír y harás de éste un mundo feliz...

Por eso, Dios, te lo ruego, te lo ruego por Selena. Si quieres prescinde de nosotros, no hagas nada para hacernos más felices. Reserva todo ello para nuestra Selena. Es ella la que se merece todo, es ella la que merece volver a ser feliz con el Amor de su gente…

Todos los días ruego por nuestra Selena … Todos los días espero ver un mundo mejor por obra, gracia y, sobre todo, por el Amor que sólo ella puede dar…

Simplemente te quiere, Selena, con todo mi Amor…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)





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