Dios mío, te lo pido por Selena!!!


Dios mío, ¿es que no escuchas mis lamentos, es que no me oyes llorar por las noches, es que no escuchas mis ruegos? ¿Me vas a dejar sufriendo de por vida? ¿Es que no me vas a dejar un mensaje de esperanza, un mensaje de vida, un mensaje de justicia? Si quieres, Dios, no me escuches a mí, no me atiendas ni repares en mis pedidos. Yo no soy lo importante aquí. Mi vida ya no importa. Mal que mal a mí me diste la oportunidad de vivir, me diste la posibilidad de hacer algo, de hacer o de deshacer, incluso de no hacer nada … Pero, ¿que hay de Selena? ¿Por qué no le has dado esa oportunidad? ¿Por qué te la llevaste contigo? ¿Por qué la dejaste ir de esa manera? ¿Por qué no la escuchaste a ella? ¿Por qué hiciste oídos sordos a sus lamentos, a sus planes, a sus ganas de vivir? ¿Por qué no premiaste hasta su último esfuerzo por aferrarse a la vida, a sus sueños, a dar y a recibir Amor? ¿Por qué no la devuelves aquí, por qué no la dejas que tenga esa oportunidad que hemos tenido todos y que pocos aprovechamos? ¿Es que efectivamente tú le das pan al que no tiene dientes? ¿Por qué te la tuviste que llevar si esa decisión dejó en lamento para siempre a tanta gente, dejó sin esperanza a otra y le quitaste lo más preciado a Selena que era su energía para dar siempre, para dar sin esperar, para dar y dejar su sello en este mundo, para dar y recibir todo el Amor del mundo, que era lo más preciado para ella?

¿No ves, Dios mío, mis lágrimas? ¿Es que no me ves yendo de un lado para otro reclamándote una explicación, el por qué de mi llanto, el pedido de piedad? ¿No me ves acaso hablando solo diciéndome y explicándome por qué Selena me genera tanto Amor que no se lo puedo transmitir, que no se lo puedo expresar, y que me dejan vacíos el Alma y mi corazón? ¿Es que no ves que todo eso lo puede provocar una persona con tanto Amor para dar, una persona tan querible, tan amada, tan extrañada? Nunca me va a alcanzar recordarla con su música, pues Selena no era sólo la interpretación de los temas. Selena siempre será recordada por ser una artista sin igual, única e irrepetible, distinta, entrañable, ampliamente querida. Pero también será recordada como persona, como alguien que dio todo y más, que lucho por sus sueños como nadie. Que siempre le quiso dar a la gente más de lo que se esperaba de ella. Selena no vino a este mundo para pasar inadvertida. Vino para poner su sello marcado a fuego, y que nadie lo borre y lo olvide jamás. Pero Selena no quería ser recordada por un hecho desgraciado, no pidió estar en las secciones policiales, no quiso que se usara su nombre en vano, no pidió ser recordada como la artista que pudo haber sido, pero que una pérfida se encargó de arrebatarle sus sueños, sus aspiraciones, sus ansias de conquistar el mundo con Amor. ¿Es que no ves Dios que también lloramos por eso? ¿No ves que no nos lleva a llorarla sólo por un sentimiento de egoísmo? ¿No ves que no es que lamentemos solamente que no podamos disfrutar de sus conciertos, sino que sufrimos porque no pudo ella disfrutar de su vida, disfrutar de sus proyectos, de sus diseños, de su voz, de su talento, de su familia que hacía poco había comenzado a forjar? ¿Es que no ves que su ida nos duele, que ese disparo fue también para nosotros, que no podemos aceptar una vida sin Selena, una historia de ella con este final tan impropio a su Amor y a su hermosa y rica historia? ¿Qué mensaje nos quisiste dejar, que le explicaste a Selena cuando la tuviste frente a ti y le tuviste que dar más de una razón para que te acompañara? ¿Es que no has visto su rostro? ¿Acaso no viste su cara mezcla de dolor, impotencia, seriedad, lamento e incredulidad? ¿Acaso no te apiadaste de alguien que tenía tan sólo 23 años, había dado tanto en tan poco tiempo y pensaba dar mucho más? ¿Acaso no dudaste en tomar la decisión cuando estaba grabando su disco en inglés y se estaba preparando para dar el gran salto, el salto al estrellato, el salto a la fama, el salto a la consagración, el salto a la felicidad? ¿No sabías que 1995 era el año más importante de su vida, definitivo para saber hasta dónde podía llegar, e inicial para una carrera sin límite alguno? ¿Qué poderosas razones te hicieron tomar tal decisión? Habiendo tanta gente, incluso yo mismo, ¿por qué te la llevaste a Selena? ¿Acaso no hay otros artistas y tanta gente buena que te pueda llenar de felicidad todos los días? ¿Era necesario quitarle a la gente la razón de su felicidad, el motivo para seguir adelante a pesar de todo, a pesar del sacrificio sin sentido, a pesar de tanta injusticia? ¿Por qué le quitaste su motivo de orgullo y dicha para subsumirlo en el dolor y en la impotencia de lo injusto, de lo inexplicable, de lo doloroso? ¿Para qué dejaste en este mundo a esa asesina que hasta pronunciar su nombre duele? ¿Por qué no reconsideras todo? ¿Por qué Dios no haces de este mundo una antesala del Paraíso? ¿Por qué no haces posible ese Paraíso dejando a Selena con nosotros inundándonos con su Amor, con su vida, con su canto?

¡¡Vamos, Dios, por favor!! Te lo pido que lo reconsideres, te lo pido no por mí. No pienses en mí, ni en nadie de los mortales. Piensa en Selena. Sólo piensa en ella y mira lo que has hecho de ella y dime si era necesario todo esto. Si me dijeras que sí, te rogaría que revieras todo. Yo te ayudo. Mis lágrimas te tienen que ayudar. ¡¡Mírame, Dios!! Mira, Dios, a todos aquellos que aún lloran a Selena y pregúntanos si no estamos dispuestos a hacer lo imposible para que ella esté aquí disfrutando de su vida y dando todo de sí. ¡¡Vamos, Dios, por favor!! Selena es lo más importante de mi vida, la razón de mi existencia. Ella cambió mi vida aun en su ausencia. Fue ella la que me dio alegría, esperanza, fe en los demás. Selena me dio la paz, la tranquilidad y la fe que no había tenido nunca. Selena le dio sentido a una vida que no tenía sentido ni felicidad para mí. Y no es que ella tuviera la fórmula, no es que Selena fuera un objeto de veneración. Bastó escuchar su voz, verla actuar, sentir su carisma, ver sus emprendimientos, ver sus ganas de dar más de lo que le pedían siempre, dar lo máximo de sí y más para cumplir sus sueños e impactar a los demás. Bastó ver en Selena que un mundo es posible, pero para que eso suceda Selena tiene que ser parte de él. Ella inundó de cariño este mundo, lo encendió con su energía inagotable, le dio todo a cambio de que le permitieran ser feliz y ser querida. Sólo pidió eso. ¿Por qué Dios entonces no se lo permitiste disfrutar? ¿Qué tan necesitado está el Paraíso para llevar a Selena tan rápido? ¿Es que tú tampoco puedes estar sin su presencia? ¿Es que pensaste que Selena era demasiado para este mundo, demasiado para nosotros? ¿Es que creíste que era mejor que Selena cumpliera sus sueños en tu Reino y no en estas tierras? Si es así, dime qué te ha dicho Selena, dime si al menos está bien, dime si al menos se ríe como siempre, dime si algún día podemos volverla a ver, dime si al menos Selena podrá pasar por aquí para retomar la senda perdida…

¡¡Vamos, Dios!! ¡¡Dale otra oportunidad!! Dale esa posibilidad ... Dinos en qué podemos ayudar. ¡¡Escúchala!! ¡¡Escúchanos!! Entiende nuestro dolor. Entiende que nuestro eterno lamento es no poder ver a Selena consumando todos sus planes, ideas y objetivos. Déjala crecer. Déjala que pueda intentar. Déjala ganar y déjala perder. Que consiga premios, pero también permítele fallar. ¡¡Déjala vivir, Dios!! Déjala que llegue a lo más alto con su canto, déjala que experimente lo que es conquistar su gran sueño, que es ser la principal artista de Estados Unidos, de México y de todo el mundo. Déjala que vea cómo artistas de todo el mundo van corriendo en su búsqueda para hacer duetos, para ofrecerle temas, para experimentar con ella todas las canciones, todas las melodías, toda la música. Déjala que vea lo que le ofrece el mundo y que Selena experimente esa hermosa sensación de libertad. ¡¡Déjala gozar, Dios, déjala vivir en la Tierra la sensación del Paraíso!! No la conviertas en una estatua fría y distante, no conviertas en algo tan joven, hermoso y vital en un mito, en una leyenda. Eso déjalo para después, que lo sienta cuando ella haya dado todo, haya hecho todo lo que quería hacer. Dios: ¡¡no te lleves para siempre a alguien que tenía tantas ganas de hacer tantas cosas para sí y para los demás!! No detengas su marcha imparable. Déjala actuar, déjala que protagonice películas, déjala que vaya a Europa, a China y a cuanto lugar extraño se le haya ocurrido ir y que seguramente se le rendirían a sus pies en cuanto la vieran. Déjala que luego de tantos sacrificios, de años enteros durmiendo o viajando en un bus tenga la posibilidad de poder hacer a su antojo lo que había soñado en esas noches largas de insomnio, en las que todo era incertidumbre y había tanto temor. Déjala que eche rienda a suelta con sus diseños y que el nombre Selena sea marca registrada por lo que ella ha hecho y ha mostrado a todo el mundo. Déjala que Selena haga lo que a muchos les lleva años y ayuda para al menos imaginarlo. Déjala también ver que en el mundo no es todo color de rosa y que tendrá que enfrentarse a cosas no tan agradables, pero que lamentablemente tendrá que encarar si quiere llegar lejos. Que vea eso antes de que sea demasiado tarde, cuando el mal se le presente con un arma en la mano dispuesta a que el otro no pueda disfrutar de algo que esa persona sin alma nunca lo lograría por sus propios medios. Déjala que pueda disfrutar de un mundo al que ella sólo vio viajando o en conciertos. Déjala que pueda decir abiertamente a todo el mundo lo que Selena sólo lo decía para sí: que ella era la mejor…

¡¡Dios mío, mírame, míralos, míranos!! ¿Es que es justo que veamos a Selena, y la tristeza y el absurdo formen parte del recuerdo? ¿Es justo participar de la incredulidad, del llanto, de la impotencia, del dolor? Te pido que reveas lo actuado. Te pido que lo reconsideres. Te pido que hagas lo que tengas que hacer para que haya un mundo feliz con Selena. Yo me ofrezco. Sí, ¡¡yo me ofrezco!! Me ofrezco para lo que necesites. Me ofrezco a lo que sea para ver a Selena feliz. Permíteme ofrecer parte de mi vida o toda para que Selena pueda vivir felizmente la suya. ¿Qué quieres? ¿Quieres que me ponga en el medio de esa bala dirigida a ella? ¿Quieres que aparezca en su mundo haciendo hasta papeles erróneos o desagradables, pero que le permitan devolverla a este mundo? ¿Quieres que me exponga a cualquier experiencia para que ella tenga su oportunidad? ¡¡Sólo dilo, Dios, manifiéstalo!! Dinos, Dios, qué quieres a cambio. Yo te lo pido, ¡¡yo te lo ruego!! Te lo pide alguien que no puede soportar más el dolor, pero que jamás lo calmará olvidándose de ella, renunciando a volverla a ver, no esperándola más. Dios, a muchos nos duele su ausencia, todavía nos inunda el desconcierto, no soporta el paso del tiempo, no tolera que se propicie el olvido o que el recuerdo sólo se circunscriba a aniversarios. A muchos de nosotros el sólo recordarla, escucharla, verla, añorarla nos provoca risa, llanto, algarabía, dolor. ¡¡Selena nos sigue generando vida, Dios mío!! Por eso tráela, tráela, dile que lo has reconsiderado y que le das una nueva oportunidad, una continuación a su obra, que le das el tiempo suficiente como para que ella sea la forjadora de su destino, de su canto, de su arte, de su diseño, de su vida. Dile que en realidad te has dado cuenta de lo huérfano que nos has dejado sin ella. Dile que tú te bastas solo, que es muy egoísta de tu parte tenerla sólo para ti. Que también tienes que estar con aquellos que la hicieron grande, que la fueron a ver en esos pueblos que Selena visitaba en su bus, que aún la lloran, que aún la extrañan, que aún la añoran, que aún la esperan. Dile que hay un mundo ávido por dar y recibir Amor, y que para eso necesitan de Selena … Dile que aún siendo Dios tú también te puedes equivocar y que el llanto de Amor de la gente te hizo pensar lo inútil de las decisiones “convenientes”…

Si aún dudas, si aún piensas que es mejor así, que lo hecho, hecho está, y que es mejor esto que has decidido, pues quién sabe qué cosas peores le podrían haber sucedido a Selena si le hubieses permitido continuar, te digo que peor que esto no va a poder ser. Piensa en Selena, piensa en todo su camino, en todo lo que tuvo que hacer para levantar a una familia, lo que significa ser el sostén económico y emocional de tanta gente. Piensa en la grandeza de los humildes, de aquellos que sostienen que todo se puede lograr con honestidad y mucho trabajo. Piensa en el mensaje que ha quedado para todos nosotros una linda vida hecha añicos, el triunfo de la falsedad, de la mentira, del engaño, de la traición, y de la inutilidad de la verdad, de la honestidad, de la transparencia. ¿Qué mensaje le dejaremos a todos si le decimos que éste es el destino de Selena, el final increíblemente triste, solitario y sinsentido de una historia digna de Cenicienta? ¿Es esto mejor para evitar un mal peor? ¿Qué puede haber peor que esto, Dios? ¿Qué peor puede ser que a alguien le hagan hacer todo el trabajo, todo el sacrificio, le permitan soñar y vivir un instante de la consagración para después sacarle todo? ¿Es esto el “mal menor”? ¿Es esto lo mejor para Selena? ¿Es esto lo que le podemos ofrecer como premio a tanto Amor, sacrificio, bondad, optimismo, alegría de vivir? ¿No es mejor darle la vida para que haga y disponga de ella, y sea Selena misma quien diseñe su destino? ¿Puede esa pérfida ser lo mejor para Selena? ¡¡Por favor, Dios!! Piénsalo, medítalo y concéntrate en Selena y en su dolor final, y piensa en aquellos que la recuerdan todos los días, que contribuyen todos los días a su recuerdo a cambio de ninguna compensación y con la única finalidad de sacarle una sonrisa a Selena, donde quiera que esté ... Piénsalo, y piensa que siempre habrá gente que estará dispuesta a un sacrificio de su propia vida para que Selena tenga la suya. Que considera que Selena es lo más importante para ser más tolerable un mundo tan difícil…

¡¡Vamos, Dios!! Tú lo puedes!! Yo sé que puedes hacer un chasquido con los dedos y hacer que todos nos olvidemos de lo que pasó desde el 31 de marzo de 1995 para acá. Yo sé que puedes hacernos vivir estos últimos 15 años de nuevo sin que nos demos cuenta. Yo sé que puedes devolver a Selena a este mundo sin que recuerde nada de lo que le pasó. Y sé que hasta puedes dejar grabado en su cabecita que bajo ningún punto de vista cometa ese error, que vea a esa mujer, que desvíe su camino. Sé que lo puedes hacer. Sé también que dependo de tu voluntad. Yo sólo quiero que me veas llorar cada noche cuando la veo, yo sólo quiero que veas lo que hago por ella con mucho Amor pero con mucho dolor. Yo sólo quiero que repares en mí cuando hago algo por Selena. Quiero que adviertas mi sentimiento por ella, quiero que sientas el dolor de tanta gente. Quiero que veas que esa mujer es todo para nosotros, y cuando puedas convencerte de nuestro verdadero dolor, quiero que la veas a Selena, quiero que veas su rostro, quiero que veas su expresión, quiero que veas si su sonrisa es de alegría, o de simple complacencia y de un dolor inocultable, quiero que veas si esa risa es de felicidad como cuando estaba cantando en la Feria de Monterrey en 1994, o es de simulación ante tanta desilusión como lo manifestaba en aquellos reportajes de San Antonio o Corpus Christi en marzo de 1995. Y cuando te convenzas de que ella sigue sufriendo por todo lo que ofreció por los demás, pero que poco pudo hacer por sus sueños y su felicidad, tócale la frente, tómala de las manos y sólo dile: “Puedes volver a tu mundo”. Ya verás cómo cambiará su rostro, ya verás cómo te dirá “¿De veras me puedo ir?” y ya verás que con tu asentimiento ella correrá a buscar sus cosas para no perder más tiempo y cumplir con todo lo que había soñado por años. Ya verás cómo te lo agradecerá de por vida y ya verás cuánta gente te agradecerá que los hayas escuchado. Ya verás cómo el mundo será tal como tú lo quisiste con sólo corregir una decisión que sólo ha traído desconsuelo a toda la humanidad…

Sólo eso te pido, Dios … Sé que no es poca cosa, pero sólo te pido eso. Te lo pido todos los días, te lo ruego con lágrimas todos los días. Sólo hazlo por Selena, hazlo por su vida, por su felicidad. Y ya sabes: si alguien tiene que reemplazarla si ella viene para aquí, no lo dudes. Estoy yo aquí, listo para que Selena sea feliz con todo lo que ella quiso y no pudo hacer, para que ella sepa aprovechar el tiempo que yo sólo supe dilapidar…

Eso te pido, Dios. Sólo espero que algún día lo consideres…

Pues yo amo a Selena y sólo quiero para ella lo mejor…

Porque yo sólo estoy aquí por Selena … Yo sólo estoy para que ella pueda cumplir con todos sus sueños…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)















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