Todas las noches, una noche contigo, Selena…


¡¡Hey, estoy aquí, mi querida Selena!! ¡¡Sí, aquí!! ¿Me escuchas? Espero que sea así ... No te sorprendas ni te rías de mí si me ves invocando tu nombre mirando a cualquier lado como un loco que habla solo a alguien producto de su imaginación. Es que no sé bien dónde estás. Mi vista está fijada en una estrella, en una estrella enorme que brilla enormemente mi cara. Estoy aquí solo en el medio de la nada, con la oscuridad, las estrellas y el sonido de los grillos como única compañía. Pero te siento cerca, Selena, percibo tu cercanía, siento tu presencia. Donde quiera que esté te siento allí con tu Amor desparramado por todo el mundo, en cada imagen, en cada objeto, en cada ser vivo que está en este planeta solitario que te extraña, que te espera, que te invoca. Yo no te veo, es cierto, pero sé que te estás allí. Yo sé que un día tú volverás para darnos tu cariño, para recibir el Amor de tu gente ... ¿Me escuchas, Selena? ¿Acaso no puedes oírme? Puedo percibir que en ese pestañear de aquella estrella que me acompaña tú asientes … No, no te preocupes, Selena, estoy bien .... No, no me va a pasar nada. Estoy seguro. No porque esté físicamente solo quiere decir que corra peligro ni tenga miedo ... Además, no estoy solo. Estoy bien acompañado. Me acompaña tu presencia, tu Amor, tu cariño, por esa ternura que quedó grabada en cada uno de los corazones que te quiere, que te quiere para siempre, que te quiere para toda la vida, que te quiere sólo a ti, que sólo te espera a ti, que sólo quiere tu presencia para volver a ser feliz…

¡¡Hey, Selena!! ¿Estás allí, no? ¡¡Ah, bueno!! ¡¡Qué bien!! … No … No … No estoy llorando … Sabes que siempre estar al aire libre en las noches provoca resfriados … pero es momentáneo … Ya se me va a pasar … Yo estoy bien. En realidad, no estoy totalmente bien, porque te extraño, quiero verte, quiero decirte muchas, muchas cosas, muchas palabras que pude escribirte pero no pude decirte, muchas emociones que no pude expresarte, muchos sentimientos que no alcancé a manifestarte ... Es que siento que llegué tarde, llegué tarde a la fiesta, a los buenos tiempos, al momento en el que todos bailaban, en el que todos eran felices. Llegué tarde a una fiesta en el que todos querían compartir tu alegría, en la que todos se sentían identificados por tu presencia, por la música, por el baile, por la raza, por toda una comunidad que por ahí está mucho tiempo separada por diferentes motivos pero que los une una sola cosa, una cosa que los identifica, y los hace ser y sentir uno solo, una familia con los mismos valores, los mismos ideales, las mismas banderas, los mismos objetivos, los mismos ancestros, la misma sangre. Una comunidad, una familia que festejaba, gritaba y cantaba al ritmo de tu voz, de tu baile, de tu carisma, de tu personalidad arrolladora, de tu áurea que hacía que todos fijaran la vista en ti y no la despegaran en todo el tiempo en el que tú estuvieras presente. Esos ojos que podían ser de jovencitas, de varones, de mujeres, de gente mayor, de niños …. No importa … Contigo, Selena, no había diferencias, no había rencor, no había violencia, no había división. Sólo había Amor, cariño, confraternidad, algarabía y felicidad, esa felicidad que por ahí para muchos se presentaba sólo cuando estabas tú, una felicidad que sólo tú les podías ofrecer. Una fiesta hermosa, única, irrepetible a la que yo asistí tarde, muy tarde. Una fiesta que ya no era fiesta. Una fiesta que se transforma en el silencio, con las luces prendidas, con el salón semivacío, las serpentinas desperdigadas, la gente afuera y la nostalgia de aquellos que vivieron eso que tal vez nunca volverán a ver y que sin embargo esperan, esperan que se les vuelva a presentar. Una fiesta que todos quieren volver a vivir … con tu presencia, Selena … Una fiesta a la que yo también quiero participar, en la que yo quiero sentir, en la que yo quiero vivir, para sentir esa inmensa emoción que significa verte, vivirte, sentirte, emocionarse, deslumbrarse. Una fiesta en la que yo pueda declararte mi admiración absoluta, manifestarte mi Amor eterno, una fiesta en la que yo pueda hacerte una reverencia, arrodillarme a tus pies y declararte de mi parte que eres la Reina, mi única Reina, nuestra Reina…

¡¡No!! ¡¡No me digas nada, Selena!! No me digas cuándo vas a volver. No digas lo que no puedes decirme. Yo te voy a esperar siempre. Yo sé que vendrás algún día. Todos los que te amamos sabemos que tú vas a volver. Estamos convencidos de que no te has ido. Un ángel como tú no se va sin despedirse, no se va abandonando a su gente, no se va sin decir palabra a todos aquellos que te quieren con toda el Alma. Yo sé que no te fuiste, Selena, simplemente porque no nos dijiste adiós … Sólo te fuiste por un tiempito tal vez para cantar una nueva canción, tal vez para buscarla. Te fuiste Selena sola y eso me convence de que no te has marchado. Tú nunca estabas sola. Los que te amamos de verdad no te lo hubiésemos permitido. Si te has ido así es porque pensaste que era lo mejor para todos, pero nos hiciste un guiño de que volverías pronto, de que volverías para recibir el cariño de toda tu gente. Sé que te fuiste para corroborar cuánto y cómo te amaban. Sé que tu miedo y tu inseguridad pudieron más y te quisiste convencer ... Pero mira, Selena … ¿No crees que es hora de volver? ¿Cómo estás allí en el cielo? ¿Eres feliz sola? ¿No quieres volver aún? ¿No extrañas cantar por aquí? ¿No extrañas a tu familia? ¿No extrañas a tu gente? ¿No quieres sentir aquel Amor, ese cariño incondicional de tu gente? ¿No quieres retomar el camino? ¿No quieres demostrar que eres la mejor? ¿No quieres deslumbrar a todo el mundo? ¿No quieres mostrarte y que todos volvamos a sentir esa comunión de Amor contigo? ¿No quieres demostrarnos que otro mundo es posible con tu voz, con tu presencia, con tu estirpe, con tu Amor? ¿No quieres sentir ese Amor que tanto querías, que tanto necesitabas? ¿No quieres volver a sentir ese miedo, esa sensación rara en el cuerpo antes de entrar al escenario? ¿Prefieres estar sola allí? ¿Quieres más tiempo? … Está bien, Selena, no te preocupes, no me digas nada. Entiendo ese silencio, entiendo y respeto tu decisión. Yo te sigo esperando, esperando que algún día estés aquí en este mundo tan maravilloso como cruel, tan mágico como devastador, tan hermoso como injusto…

¡¡Ay, Selena, las vueltas de la vida!! ¿Quién iba a decir que yo iba a estar aquí? … Sí, oíste bien … Soy de aquella tierra, de aquel país tan lejano de ti, de gente que en su mayoría supo de tu existencia cuando decidiste retirarte por un tiempito, para hacerte desear ante el público, como cuando uno se arregla, se viste, se pone bien a último momento para aparecer lindo, presentable, admirado, respetado. Soy de aquel país que tú nombraste varias veces para ir a visitarlo con el objetivo de presentarte en concierto, para deslumbrarlo, para dejar a su gente boquiabierta. Soy de aquel país que te asemeja con la legendaria Gilda y de que no pudo verte, admirarte, adorarte. Soy de aquel país tan lejano y que por años se preguntó por qué te fuiste, por qué nos dejaste, cuál fue el motivo de semejante partida tan abrupta, tan repentina, tan silenciosa. Una partida que provocó que poco tiempo después buscara una explicación, una respuesta lógica y razonable que me hiciera no pensar más en esa inquietud. Y que esa fallida búsqueda me hiciera acercar a ti, a tu voz, a tu magia, a tus condiciones de artista única e irrepetible que hiciera que me quedara subyugado, fascinado, encantado, anonadado. Y que ese descubrimiento producto de la sorpresa, ese efecto que sólo tú podías lograr, me hicieran abandonar todo lo que hacía hasta allí invocando tu nombre, que dejara música, gustos, costumbres, juegos, rutinas, sólo para verte, para escribirte, para admirarte, para tributarte, para homenajearte. Tal vez hoy siga sin saber qué pasó contigo, por qué estabas sola, qué fuiste a buscar, por qué te retiraste en silencio. Pero ese intento fallido me hizo descubrirte, fascinarme, admirarte, quererte, ofrecerte mi corazón. Pasé por lo que pasaron muchos: de no esperar nada a recibir todo, de subestimarte a amarte, de ser indiferente a ofrecerte mi vida. Hoy soy de los que te descubrieron después y que te aman como los que te supieron ver y apreciar. Soy de los que llegó tarde a la fiesta y quiere que haya una más. Soy de los que piensa en Corpus Christi, de los que ha descubierto la música tejana contigo y que ha sentido la sangre latina a través de tu inmenso talento…

¡¡Sí, Selena!! ¡¡Tienes razón!! Tal vez me veas un poco cansado. Tal vez a veces duerma poco por querer verte, por hacer algo por ti, por invocarte, por buscarte denodadamente y sin descanso. No me retes. Te juro que por ti me portaré bien. De hecho estoy descansando más, estoy regularizando mi vida, estoy tratando de “ser razonable”. Pero tienes que comprenderme, tienes que entendernos. Yo no te pido que me digas nada. ¡¡Sólo escúchame, Selena!! Yo sólo quiero que estés aquí. Yo sólo quiero que vuelvas a nosotros. ¡¡Mira, Selena, y creeme!! Todas las noches te busco, todos los días me levanto pensando que todo fue una pesadilla, un mal chiste, un sinsentido. Todos los días me imagino que te descubro en algún lado, que vas a aparecer sin decir nada, que sólo me sonreirás y me alzarás tu mano para hacer tu saludo de siempre. Y que esperarás que yo corra con cara de incrédulo, con una mezcla de emoción, alegría, tristeza, risa, llanto, algarabía, nostalgia, para abrazarte fuerte, muy fuerte, y decirte que lo que tú generaste en mí no lo hizo nadie. Que sólo tú llenó de alegría mi corazón, que llenó de emoción mi Alma, que dio vida a mi existencia errática por este mundo. Te diría que por qué tanto tiempo, que por qué te fuiste sin decirnos adiós, sin verte crecer, triunfar, tener hijos, verte feliz, verte admirada, verte como ejemplo, ver un mundo mejor contigo. Te abrazaría fuerte para convencerte de que te quedes, de que te des una oportunidad, de que nos des una oportunidad. Te rogaría de que nos devuelvas la felicidad con tu alegría, de que nos vuelvas a cantar, de permitirme exteriorizar mi afecto por ti, de darme la oportunidad de decirte en un escenario que te amamos y que sólo te quiero a ti. Te pediría que me dieras la oportunidad de vivir un espectáculo tuyo, de que me acercaras tu micrófono para permitirme cantar “No debes jugar” como lo hiciste en el Far West Rodeo, de ser tu partenaire mientras cantas “¿Qué creías?” y que me zamarrees como al “ex novio” del concierto de Odessa. Te rogaría que recuerdes tus palabras de que nada es imposible, y que nunca, nunca abandones tus sueños, todo lo que tenías planificado en tu vida, y que para cumplirlos tengas que quedarte un siglo sin descansar nunca. Te pediría verte crecer, madurar y hasta retirarte con honores por el deber de haber cumplido con todo. Yo querría ver tu obra completa para que te sientas feliz, plena, querida, admirada, siempre amada y con tu idea de ir siempre por más…

¿Qué me dices, Selena? ¿Que tienes temor? ¿Qué piensas que la gente se olvidó, que ya no te quiere como antes? ¿Que las cosas no son como aquel entonces? … ¿De dónde has sacado eso, Selena? ¿Crees que lo que tú has generado es poco? ¿Acaso no te has dado cuenta de que el público te adora? ¿Acaso no sentiste el Amor de todos los que te han amado y querido? ¿Acaso crees que los que te amamos de verdad dejaríamos que se olviden de ti, de que abandonen tu Legado, de que no te devuelva aunque sea un poquito de todo el Amor que nos dejaste? ¿Acaso crees que alguien tendrá tu voz? ¿Acaso crees que alguien puede tener tu risa? ¿Acaso crees que no se extrañan tu sencillez, tu prestancia, tu figura, tu carisma, tu don de gente, tu infinito talento? ¿Acaso crees que fuimos a buscar a otra como tú? Y si fuera así, ¿crees que conseguiríamos a alguien tan fácilmente que tenga todo lo que tú tenías? ¡¡No, Selena!! … ¡¡No hay manera!! … Yo sólo estoy aquí para decirte y afirmarte que tú has generado mucho más de lo que te imaginas, y que al adoptarte sólo admitimos la posibilidad de que tú vuelvas. Por eso, Selena, vuelve, no te cohibas, ten confianza. Te doy mi palabra de que tú nombre y tu figura están bien cuidados, de que la gente, tu gente, guarda tus cosas como tesoro. Que se aferra a ellas porque es lo único que les quedó de ti. Soportan la angustia y lo inexplicable de tu ausencia teniendo algo de ti, aferrándote a esos discos, a esas fotos, a esos autógrafos, a esas remeras, a esos perfumes, a esas muñecas, a esos aretes, a esos anillos. Todos sabemos que esas cosas se opacarían con tu presencia, pero se aferran a ellas mientras te esperan, mientras encuentran una explicación a lo inexplicable, mientras lloran, mientras esperan una señal tuya, mientras sueñan, mientras piensan en imposibles…

¡¡Oh, mira, Selena!! La luna se asoma gigante en el horizonte … Pronto iluminará aun más esta noche en la que me siento tan sólo, tan triste, pero con esperanza. Porque en la inmensidad de la oscuridad, en la letanía de la noche, en la soledad de mi ser, en el vacío que me genera tu ausencia, yo estoy aquí contigo, Selena, acompañándote y acompañándome. Sintiéndome apesadumbrado por no verte pero sintiéndote tan cerca. Sé que estás, Selena … Te siento y me siento. Alguien como tú tiene que estar en algún lugar. Alguien como tú siempre está, como lo estás en todos los corazones de los que te quieren de verdad. Tú, Selena, hiciste posible el Amor, afirmaste con tus actos que es posible dar sin esperar, y que dar de esa manera genera gratitud y afecto. Por eso todos te esperamos. Porque nadie se olvida del primer Amor, como nadie se olvida cuándo descubre el verdadero Amor, del mismo modo que nadie se olvida de quién marcó para siempre nuestras almas. A veces para bien. A veces para mal. En tu caso, Selena, tú ganaste nuestros corazones con tu enorme talento y tu bondad infinita. Hiciste de tu Amor nuestro Amor, nuestro único Amor, nuestro Amor para siempre, ese Amor que nunca se olvida, ese Amor que siempre se busca…

Ese alejamiento de la estrella, tu estrella, me indica que te tienes que ir … ¿No te puedes quedar un poquito más, Selena? ¿No puedes seguir acompañándome? ¿No puedes escucharme cinco minutos más? … No, está bien … No llores … ¡¡No llores, Selena, por favor!! … Si hay algo que no quiero es verte triste. Yo sólo quiero arrancarte una sonrisa, hacerte compañía, tenerte siempre presente, hablarte para que sepas que hay alguien aquí que te invoca, escribirte para hacerte mi homenaje siempre … Yo sólo quiero, Selena, que sepas que te quiero, que te extraño horrores, que no me contento con cantar tus canciones y recordarte con cariño. Yo quiero que no te sientas sola, que lo que tú has hecho ha dejado huella en todos nosotros, que tu ejemplo es practicado por todo el mundo, que tu Legado de Amor permanece intacto a resguardo de tanta gente que te quiere. Yo sólo quiero que estés contenta, que lances una de tus tantas carcajadas que sabías prodigar, y verte satisfecha de sentirte recordada y de que no estás sola. Yo sólo quiero que esa felicidad te haga volver, que quieras regresar sólo para que completes tu obra, para que cumplas con todos tus anhelos. No quiero verte llorar, no quiero verte triste, no quiero verte sola, no quiero verte abandonada, no quiero ver tu energía apagada sin poder ser expresada. Yo quiero verte como siempre Selena, donde quieras que estés. Y que todo lo que hagamos por ti te dé las ganas de regresar, de que estés con tu gente, en el hábitat en el que siempre estabas cómoda, contenta, feliz. Yo sólo quiero ver tu rostro con tu enorme sonrisa. Yo sólo quiero que puedas darnos mil abrazos y mil besotes más…

Bueno, Selena … Sé que te tienes que ir. Sé que no quieres que esa estrella se aleje, pero no te preocupes … pues esa estrella volverá y con ella tú, y yo estaré aquí, esperándote con una sonrisa, con mi corazón y mi alma, y para ofrecerte mi vida para que tú siempre, siempre, estés acompañada, siempre seas feliz, siempre recibas el Amor de tu gente, y decidas regresar, regresar para recibir y dar Amor, para cantar, para diseñar, para ofrecer toda tu energía, para seguir siendo Selena, esa Selena que no se olvida, esa Selena que siempre se recuerda, esa Selena que sólo desparrama Amor y cariño a todo el mundo, estando presente o ausente, estando cerca o lejos, pase el tiempo o no. Porque el Amor es uno, y ese Amor tiene un solo nombre: el tuyo!!

Nunca me olvidaré de lo que hiciste en tan sólo 23, casi 24 años. Yo no me olvido de tus privaciones, yo no me olvido de todo lo que tuviste que sacrificar para llegar a ser Selena. Yo no me olvido de ese camino tan difícil que tuviste que recorrer desde muy pequeña. Yo no me olvido de tus sentimientos, de tu Amor de mujer, de tu vida sin igual, de tu pasión, de tu energía, de tu talento, de tu personalidad. Porque por sobre todas las cosas, por sobre tu carrera musical, por sobre tus logros, por sobre tus canciones, por sobre el cariño de tu gente, por sobre el mérito de todos los que contribuyeron a tu éxito, yo jamás me olvidaré de tu vida, jamás me olvidaré de que antes que nada eras una excelente persona, una ser humano divino y un ejemplo de mujer…

Simplemente te quiere y no se resignará nunca a verte, Selena, aunque sea una vez…


Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)















No hay comentarios: