Selena y el Amor de una comunidad que vive por ella…


Es cierto que muchas veces en nuestras vidas vivimos muchas frustraciones, muchos sinsabores, muchas rutinas que tal vez si el destino estuviera enteramente en nuestras manos no los viviríamos, o aunque el resultado fuera el mismo lo haríamos de un modo distinto. Todos en nuestras vidas vivimos cosas buenas y malas, bellas y frustrantes. Muchas veces depende de nuestra propia voluntad, de nuestras buena predisposición para darle sentido a nuestras vidas, darle color, alegrarlas poniéndole la mejor gana, la mejor predisposición, alegrándose con esas pequeñas cosas que nos arrancan una sonrisa, nos alegra el día, le pone sentido a aquello que no es tan lindo, ni tan agradable. A veces una buena sonrisa en medio de tanta mala onda, de egoísmo, de envidias, de peleas innecesarias, nos cambia nuestras vidas, las vidas de los otros, la vida de toda una comunidad…

Y a veces, nuestras expectativas, nuestros sueños, lo que siempre quisimos vivir, sentir, lo que siempre proyectamos para nuestras vidas, para nuestros hijos, para todos nuestros seres queridos se centran en determinadas cosas que nos alegran un poquito nuestras existencias. Y así un resultado deportivo, el triunfo de algún equipo o el éxito de determinado cantante o artista lo vivimos como propio y nos pone lo suficientemente felices como para exteriorizarlo a todos los que nos rodea, a todos nuestros familiares y amigos. Nos da ese sabor, ese color que muchas veces le falta a nuestras vidas llenas de ideales, de muchas realidades, y de muchos fracasos y frustraciones.

Pero todo aquello cambia cuando alguien viene a colmar nuestros sueños, nuestras expectativas, nuestros anhelos, todo aquello que deseamos en la vida. Muy pocas veces aparece algo tan hermoso que suplanta aquello que quisiéramos para nosotros, para nuestras existencias, para nuestro gozo. A veces hay alguien que lo sentimos propio, que lo sentimos nuestro, que es parte nuestra, que tiene nuestra misma sangre, que tiene nuestros mismos sacrificios, que vive y siente lo mismo que nosotros, que aspira a lo mismo, que tiene los mismos objetivos, pero con su actitud, con su don, con su figura engloba los sueños de todos y los hace propios, y su vez representa con su recorrido los anhelos, la proyección, las aspiraciones de toda una comunidad, y ésta ve en esa persona la realización de esas almas que viven solamente de sueños. Ve en esa persona el triunfo, la llegada a la meta, la culminación de tantas frustraciones, el fin de tanto sufrimiento, la alegría misma, la culminación del fracaso, la llegada al paraíso…

Selena era eso para todos. Selena era una comunidad y la comunidad era Selena. El triunfo de Selena era el triunfo de todos. La llegada a la meta de Selena era la llegada de todos. Pocas veces alguien representó los sueños y los anhelos de tanta gente que se levanta temprano, que no tiene tiempo más que ir a trabajar, mantener una familia, con la única y terrible preocupación que la de llevar un plato de comida a la mesa, que deja sus sueños de lado, que ve pasar el tiempo sin poder recibir recompensa alguna por tantos años de sacrificio, de luchar todos los días, de poner el hombro a tanta adversidad. Muy pocas veces tiene motivos para reírse, permitirse ver hecho realidad el sueño de un mundo mejor. Mira a su alrededor y ve que muchos de sus familiares y amigos corren esa misma suerte, ese mismo destino. Y a veces busca en cosas bellas como el Amor de su pareja, la llegada de un hijo, la sonrisa de un niño, el abrazo fraterno y sincero un paliativo a tantos sueños frustrados, a tanta tristeza, a tanto llanto contenido … si es que los llega a conseguir y vivir….

Pocas veces una comunidad vio colmar todas las expectativas en una persona que le dio todo, todo lo que necesitaba, todo lo que anhelaba, todo lo que proyectaba, toda la alegría que quería recibir en toda su vida. Pocas veces una artista logró alegrarles la vida, darles todo lo que necesitaban, hacerlos sentir importantes, plenos, dichosos. Pocas veces una comunidad encuentra a alguien como Selena que les dé todo aquello que tanto querían y que aquélla espera de ella que llegue a su consagración para hacerlos felices, para ver colmados sus sueños, para hacer de su triunfo el triunfo de todos, para sentirse victoriosos, para ver en Selena la mayor representación de sus sentimientos, de la sangre, de la raza, de la comunidad toda. Por eso Selena era tan querida, tan admirada, tan amada. Selena era ellos en el escenario. Era ellos cantando, bailando, triunfando, ver sus sueños hechos realidad. El destino de Selena era el de ellos. Selena era todos ellos. Selena era la alegría de sus corazones…

Por eso, no importaban las limitaciones del idioma, no importaba si Selena era mexicana o norteamericana, no importaba qué música le gustaba a cada uno. Todos se sentían identificados con Selena. Selena podía apaciguar al más violento, podía enamorar al más frío, podía llamar la atención al más distraído. Si uno le gustaba la cumbia, podía ver en Selena su máximo exponente. Uno podía ser tejano y veía en ella su máxima figura que mayor los representaba. Uno podía ser mexicano o de cualquier país de habla hispana y veía en Selena una artista que mejor interpretaba su sentir, la que mejor sabía expresar sus sentimientos, y lo hacía una cantante cuya limitación para hablar el español era evidente. Selena cantaba desde el Alma más profunda, con el corazón en la mano, expresando su propio sentir, su propia vivencia, su propia historia en cada canción, en cada tema, en cada estrofa. Selena era esa niña, esa hija, esa hermana, esa vecina que les hablaba con el lenguaje del Amor, con el sufrimiento de los suyos, con la esperanza de toda una comunidad que bregaba por siglos cinco minutos de felicidad, un pequeño tiempo de gloria, un momentito de sentirse protagonistas e importantes. Selena les dio a todos esa importancia, ese rol protagónico, esa alegría que pocos consiguen aunque lo intenten toda su vida…

Y cuando uno tiene una artista que tanto les da, que tanto los representa, que tanto los ilumina, sólo le desea lo mejor, sólo le desea que le vaya bien, sólo desea verla triunfar, sólo desea verla feliz con lo suyo, con los suyos, con la vida, con sus proyectos, con sus ambiciones. Por eso no se contentó con comprar sus discos, no se contentó con asistir a sus conciertos, no se contentó con bailar sus temas. No. También necesitó expresarle su cariño, acompañar su alegría, gritar por ella, contentarse con ella, desearle lo mejor, verla volar a lo más alto, verla querida en todo el mundo. A nadie en el mundo hispano le iba a molestar que Selena en 1994 pensara hacer un disco enteramente en inglés y lo anunciara a cuanto lugar la quisiera escuchar, en pleno éxito de su carrera musical, cuando la lógica, la conveniencia, la especulación les indicaba que lo más conveniente era sacar un disco similar a “Amor prohibido” o algún disco en vivo registrando la euforia que generaba Selena en México y Estados Unidos. No les molestaba porque veían la honestidad de Selena para plantearlo, porque Selena jamás ocultó que su gran sueño era ése y porque a ella se la veía como a esa mujer que se la quería con toda el Alma, y cuando uno tiene ese sentimiento sólo desea lo mejor para esa persona, sólo desea que sea libre, que sea como quiera ser, que deba ir a donde quiera estar. Porque en definitiva, haga lo que haga, emprenda el camino que quisiera emprender, Selena no los iba a defraudar. Volvería una y otra vez a visitarlos, a cantarles las canciones que más deseaban escuchar, esas canciones que habían escuchado durante toda la vida, desde muy chicos, a través de lo que habían aprendido de sus padres, a través de la música que habían escuchado durante toda su vida. Selena podía irse a cualquier lado, podía transitar el mundo, cantar diferentes canciones, hablar en otras lenguas, codearse con gente de otras culturas y vivencias, pero sabían que Selena iba a volver, seguro iba a volver, volver para saludarlos, volver para agradecerles, volver para sonreírles, volver como aquella vecina que se fue por un tiempo a recorrer el mundo para triunfar, para conocer otras cosas, para ofrecer su arte por todo el mundo, pero que vuelve a sus orígenes, vuelve al lugar en el que nació y salió. Todos los que la conocían sabían que ello iba a suceder. Nadie dudaba de Selena. Selena ocupaba sus sueños. La gente le dio la más preciado que puede recibir un artista, que es el Amor, el cariño, la confianza, el afecto. La gente confió en ella, le dio sus sueños para que Selena, sólo Selena, se los cumpliera, los hiciera posibles, les diera dimensión, les hiciera sentir importantes, tan importantes que salieran a las calles con el cuerpo erguido, el semblante en alto, el orgullo a flor de piel, invocando un solo nombre, el nombre de Selena … Selena era la alegría, el orgullo y la esperanza de tanta gente que no tiene más que eso, esperanza, pero muchas veces sin una persona que lo corporice…

Hasta que un día alguien impunemente nos quitó a Selena, nos quitó el bien más preciado, lo más hermoso que nos habían regalado, lo único divino que pudieron ver generaciones y generaciones. De pronto, nos quedamos vacíos. Nos quedamos sin esperanza, nos quedamos sin ilusión, nos quedamos sin nuestra hermanita, nos quedamos sin nuestra vecina que nos sonreía todos los días, nos quedamos sin alguien que nos represente, nos quedamos sin identidad, nos quedamos sin esa persona que nos unía a pesar de todas las diferencias posibles, nos quedamos sin ilusión, nos quitaron la alegría, nos quitaron el Amor, nos quitaron la posibilidad de expresar el cariño, nos impidieron amar, nos quitaron la voz, nos quitaron lo más valioso, eso que no se puede obtener con dinero, que no se puede recuperar, eso que no nos devuelven más, eso que no se reemplaza con nada ni con nadie. Bastó que el odio, el rencor, la desidia, el desamor de una persona ganaran la batalla y le quitaran a todos todo. De pronto, la gente se quedó sin aquello que les devolvía la alegría a tanta adversidad, quedó subsumida en el más profundo dolor sin saber por qué, sin saber por qué le quitaron lo más hermoso, lo más divino, lo más vital, lo único que les iba a cumplir lo que les habían prometido, la única persona a quien se les ofrecería todo el Amor sin ninguna condición. Esa gente recibió la peor cachetada de su vida, porque un mundo sin Selena significaba un mundo vacío, sin vida, sin esperanza, sin ninguna expectativa. Esa persona terminó asesinando a toda una comunidad, la sometió al mayor de los dolores, la puso en su terrible rutina, les quitó energía, ganas de encarar cada situación, cada avatar en la vida con el pecho inflado y lleno de orgullo. ¿Cómo iba a ser esa comunidad para recibir el sol de cada día con una sonrisa si no podía recibir a Selena? ¿Cómo iba a soportar las injusticias de la vida si al final del día no estaba Selena para calmar tanto dolor? ¿Cómo iba a tolerar tanta injusticia si asistía a la mayor de las injusticias que es ver el destino de Selena, el destino de sus vidas, el destino y la tragedia de sus propias existencias? ¿Cómo explicar a alguien, a sus hijos, a hombres de otras tierras, al mundo, al universo, a Dios mismo, que esa mujer con tanta vida, con tantas ganas de vivir, con tantas ganas de crecer, con tantas ganas de triunfar, con tanto Amor para generar tanto cariño en tanta gente iba a terminar así, le iban a quitar todo, todo, todo, todo, todo con tan sólo 23, casi 24 años? ¿Cómo explicarle a alguien eso sin ponerse a llorar? ¿Cómo hacer para reparar tanto dolor? ¿Cómo hacer para seguir? ¿Cómo hacer algo para seguir con nuestras vidas? ¿Cómo hacer algo por nuestra Selena? ¿Cómo hacer para devolverle la vida y recuperar la nuestra, que se fue con la de ella?

Tal vez esto explique lo que se vivió hace casi 15 años. Tal vez eso explique la gente movilizándose kilómetros y kilómetros para acompañar a Selena, para dejarle su último saludo, o para correr y gritar por ella esperando que no sea cierto, que no sea verdad aquella realidad, que le digan que fue un mal chiste, o una gran equivocación, que alguien los saque de esa pesadilla de una vez. Tal vez eso explique miles y miles de personas en el medio de la lluvia con velas encendidas, apenas mantenidas con el calor y el Amor de la gente, que llevaba fotos, fotos y recuerdos de su artista, de su hermana, de su vecina, de su amiga, de su hija, de su madre, de su novia. Tal vez este triste y sentido espectáculo es lo que tanto asombró a tantos periodistas, muchos de ellos conocedores de Selena, pero que jamás pensaron que al cubrir la noticia, la fría noticia policial, se iban a encontrar con semejante muestra de dolor y de afecto. Una vez más se sorprenderían de Selena, de lo que había generado, de la huella que generó en tanta gente. En la liviandad de los análisis pensaron que Selena comenzó a ser popular a partir del mito que nacía … ¡¡Qué error, mi Dios, qué error!! Jamás pensaron en que Selena había sembrado Amor hacía muchos, muchos años a pesar de su juventud, y que ahora lo estaba cosechando todo junto de golpe, de pronto, imprevistamente, tan imprevistamente como su partida, tan repentina como su insólita y absurda partida, que era la partida de nuestra ilusión, de nuestra vida, de nuestra esperanza…

Por eso, cuando se hacen tantos análisis, se hacen tantas conjeturas, se indagan en cosas de Selena que poco importa saber, porque nada de lo que se busque por ese camino no explicará nada, no repará nada, no remediará nada, se olvidan que lo más importante que nos ha dejado Selena está allí, en la huella que dejó en su gente, en el Amor que representó y desparramó en todo el mundo, en todo lo que que Selena hizo por una comunidad, por el camino que dejó para que lo transitaran otros, por la expresión de cariño que quedó manifestada en todas las muestras de Amor que aún hoy la gente le prodigan a Selena. La más absoluta representación de lo que Selena había logrado es la famosa escena de los muchachos que hacen “todo por Salinas”, representada en la película “Selena”. Porque allí se ve cómo Selena, a espaldas de las grandes metrópolis, en lugares en los que no llegan las disqueras, no están los grandes productores, no indagan los “investigadores” de la vida y del destino de Selena, en los lugares en los que están todos aquellos que viven con sacrificio cada día, que no ve a nadie de los suyos que triunfa pasar a visitarlos alguna vez, allí estaba Selena para ofrecerles un concierto, ofrecerles su cariño, darles su caricia de Amor, darles su saludo a todos sin distinción. Y la gente, agradecida, se lo devuelve con gestos como lo de aquellos muchachos que le ofrecen toda clase de ayuda a Selena y que serían capaces de hacer todo por “su Salinas”. Ésas son las manifestaciones que pocos han visto, que pocos han sabido apreciar y que luego se sorprenderían por la magnitud del éxito de Selena, de la gente que se movilizaba por ello, de las manifestaciones de Amor incondicional que recibía … Pero para el que sabe lo que significa Selena, para la gente y, fundamentalmente, para la gente que la ama a Selena aún hoy, nada es sorpresivo. Para estos últimos, ¿quiénes no se sentían identificados con aquellos muchachos? ¿Quiénes no darían todo por Selena? ¿Quiénes no le ofrecerían a Selena toda clase de ayuda, no le prodigaría toda clase de cariño, quién no se ofrecerían a ayudarla, a cuidarla y acompañarla si aun haciendo todo ello no emparentarían ni en la mitad de todo lo que Selena les dio en tan poco tiempo? Selena había logrado el cariño de su gente que se sentía plenamente identificada con ella. Selena los había conquistado hacía ya tiempo, y ese cariño sería expresado para siempre. Esa gente se sentía escuchada, comprendida, querida, entendida. Esa gente sólo recibía una visita, un besito, una caricia. Y era sólo de Selena … Y ese gesto sería retribuido una y otra vez, con el paso del tiempo, a través de los años. Esa gente sólo vio a Selena pasar por allí, y ese gesto sería agradecido por siempre…

Selena significó todo eso para toda una comunidad. Nada más y nada menos. Una comunidad que vio en Selena su Alma, su vida, su destino. Una comunidad que recibió Amor, alegría, dolor, llanto. Una comunidad que no puede entender tanto dolor, tanta derrota, tanta frustración, esa sensación de vacío. Una comunidad a quien le quitaron impunemente a su Selena … físicamente, pero que se resistió a verla partir protegiéndola en lo más vital, donde afloran los sentimientos, donde se expresa todo el Amor por alguien … en los corazones, en esos corazones que viven por y para Selena, esos corazones cuyos latidos pertenecen a Selena y le dan vida, color, inmortalidad. Ese Amor que nadie en el mundo podrá quitar, que ninguna pérfida podrá arrebatar, que ninguna fuerza del mundo podrá doblegar, que ni todo el oro del mundo podrá comprar…

Por eso estamos aquí … para que Selena nunca se sienta sola, para que sea feliz, para que sonría cada día, para que se sienta orgullosa y satisfecha, satisfecha de haber alegrado a toda una comunidad, de haberle dado todo su Amor, de hacerla sentir orgullosa de su condición, de su existencia, y para que vea que lo suyo no fue en vano, que dio sus frutos, que cosechó cariño y recuerdo, recuerdo surgido de su infinito Amor, ese Amor que no se olvida, ese Amor más preciado, el más divino, ese Amor que es capaz de generar y sacar lo mejor de nosotros, un Amor que si todos lo ponemos en práctica cambiará el mundo, hará de lo imposible posible, nos hará felices, terminará con la frustración y la tristeza. Si somos capaces de ser un poquito como Selena haremos de este mundo algo hermoso y posible, y a una Selena feliz riéndose dichosa y orgullosa, de todos nosotros, de ella misma…

Siempre estaré aquí, Selena, para que saques tu mejor sonrisa, para que te sientas feliz, querida, amada, acompañada, para que sepas que vives por siempre en el corazón de una comunidad que sólo ha sido feliz contigo…

Simplemente te da mi corazón todos los días…


Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)















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