Mi corazón es tuyo, Selena…




Cada vez que te veo, Selena, cada vez que aprecio tus conciertos, cada día que me apresto a verte una y otra vez una sensación de vacío y de dolor se apodera de mi cuerpo y atormenta mi alma. Es que la sensación de alegría al verte en un video dura exactamente ese tiempo que duran esas imágenes. Sé que se puede vivir con esas imágenes, sé que puedo verlas una y otra vez … Sé que puedo vivir contento apreciándolas … ¿Pero sabes Selena? No alcanza. No. No alcanza. Es que faltas tú, Selena, faltas tú para darle vida, color y sentido a esas imágenes. Faltas tú para darnos esa alegría que nos falta. Falta tu Amor para sentirnos plenos y vitales. Ningún disco, ningún cd, ningún dvd podrá reproducir fielmente todo lo que has transmitido. Nada podrá reemplazarte. Es una quimera pensar que podamos buscar otra artista a la que podamos depositar el mismo cariño que podíamos expresártelo a ti. Porque nadie es como tú, Selena. Nadie puede interpretar ni transmitir los sentimientos como lo hacías tú. Y cuando uno queda subyugado por tu presencia nadie piensa en depositar la admiración en otro artista. Y cuando uno te ve en cualquier circunstancia nos falta el poder expresarte lo tanto que te queremos…

Por eso, mi querida Selena, me niego a pensar que te has ido para siempre. Te veo y no puedo creer que no estés. Siempre me levantaré con la esperanza de encontrarte y de decirte lo que eres para mí, lo que has generado en tantas personas. Sé que lo sabías. Sé que aun así te asombrabas ante semejante muestra de cariño. Sé que te emocionabas cuando masivamente tu público te expresaba todo su Amor. Basta con verte al final de aquel mítico concierto del Astrodome, en el epílogo del tema “Como la Flor”, y observar la expresión en tu rostro, el ver morderte los labios de emoción, el sentir tanto Amor. Sé que siempre lo buscaste. Sé que siempre lo quisiste. Sé que siempre lo necesitaste. Y el hecho de poder vivirlo y de sentirlo después de tanto esfuerzo, de tantos sinsabores, de tantas privaciones, de tantos padecimientos era la mejor recompensa. Tal vez no pudiste vivir plenamente tu niñez, gozar de tu adolescencia, tal vez no pudiste expresar todo lo que sentías en buena parte de tu vida. Tal vez hubieses preferido recibir Amor de otra manera. Pero ahora que veías lo que habías generado apreciabas que acaso no estuvo tan mal haber hecho ese recorrido. Que aquella decisión de mostrarle a tu padre cómo cantabas aquellas canciones fue una gran idea. Había cambiado tu vida, te la alteró. No hiciste la vida normal de tantos otros, pero supiste ganarte el Amor de mucha gente … Y ese Amor era lo que siempre habías querido recibir…

Y cuando recuerdo esa expresión, cuando retengo en mi mente esa imagen, ese rostro, esa emoción, yo no quiero que dejes de sentir eso. Yo quiero recrear todos los días aquellas manifestaciones de Amor y de cariño. Yo quiero que sigas recibiendo ese Amor. Yo quiero que lo sientas. Yo quiero que lo vivas. Yo quiero que sepas que no se te ha olvidado. Yo quiero que sepas que jamás se te olvidará. Yo quiero que sepas que eres la mejor. Yo quiero que sepas que no tienes reemplazante. Yo quiero que sepas que luego de tu partida más y más gente te ha descubierto y comenzó a admirarte aun en tu ausencia. Quiero que sepas que aún con el paso del tiempo sigues generando alegría, sigues provocando que la gente cante tus canciones, sigues generando admiración. Y tal vez por eso la gente te sigue llorando, te sigue buscando, te sigue extrañando … y sigue esperando que nada de lo que haya ocurrido aquel nefasto día sea cierto…

Y mientras tanto, ¿qué hacer por ti? ¿Se supone que ya nada podré hacer? ¿Se supone que sólo me queda escuchar tus canciones y dejar que el paso del tiempo haga lo suyo? ¿Dejaré que tu nombre sea uno más que ha pasado en este mundo y nada más? Si has dejado semejante huella en mi corazón, en mi vida, en mi Alma, ¿me quedaré sólo observándote y seguir mi vida como si nada? ¿Permitiré que esa realidad de un tango que dice “tus ojos se cerraron y el mundo sigue andando” me resigne a llorarte y a mirar con desesperanza este mundo? No, mi querida Selena. No se han cerrado tus ojos y el mundo jamás seguirá andando sin ti. Y si es necesario, ofreceré mi corazón para que eso sea posible. Porque mi corazón es tuyo. Y te lo ofrendaré todos los días para que estés aquí con nosotros. Para acompañarte y para que nos acompañes. Para que nos alegres y estés contenta. Para que sepas que nunca estarás sola. Para que sepas que tienes todo nuestro Amor…

Por eso, mi querida Selena: ten por seguro que jamás te abandonaré, jamás dejaré de quererte, de admirarte, de estar contigo siempre, para acompañarte siempre. No importa si no podré verte nunca. No importa si el fruto de mi esfuerzo y de mi dedicación no tenga su recompensa ni me de la posibilidad de verte, de decirte lo que yo siento por ti. Importa sí que todo lo que haga por ti sea una muestra de Amor y de agradecimiento a todo lo que nos has dejado para que estés siempre en nuestras vidas, para que tu ejemplo de Amor, de dedicación y de esfuerzo viva en cada uno de nosotros. Mi corazón es tuyo, Selena, sólo tuyo. Donde quiera que estés quiero que lo sepas, no por mí, que nada importa, sino por ti, para que sepas que siempre estaré contigo y para que nunca, nunca estés sola…

Mi corazón es tuyo, Selena. Te lo entregué el primer día en que te vi, en el que pude apreciarte como artista, como cantante, como mujer. No habrá nadie como tú, porque tú eras totalmente personal en el escenario. No te dejabas llevar por lo que ejecutivos o asesores de marketing pudieran decirte qué era lo que el público quería o le gustaba. Tú, Selena, sabías mejor que nadie lo que sentía tu gente, pues tú eras uno de ellos. Por suerte nunca necesitaste cambiar de imagen para ser más vendible para el gran público. Por suerte nunca tuviste que ser artificial, banal, dejar de ser auténtica para que el gran público te aceptara. Por suerte, Selena, tú te expresabas en el escenario tal cual eras en tu vida todos los días. Y el público te aceptó tal cual te mostrabas, y siempre te quiso y te creyó. Por suerte, Selena, siempre mantuviste ese espíritu, ese Amor, ese esfuerzo, ese profesionalismo que tuviste desde cuando tenías que ir de pueblo en pueblo a mostrar todo tu talento, todo tu potencial, todo tu canto. Nunca olvidaste tus raíces, nunca olvidaste de dónde venías, nunca olvidaste tus sueños y tus anhelos. Y la gente siempre te lo agradeció cada vez que se lo demostraste en cada concierto, en cada presentación, en cada muestra de tu Amor…

Mi corazón es tuyo, Selena. Y siempre estaré aquí para demostrártelo, para poder expresar lo que me has dejado, para agradecerte por tanto talento. Contigo no hay medias tintas. Cuando se te quiere, se te entrega todo, se te dedica todo, te expresa todo tu cariño. Es nuestra mejor forma de tributarte. Recordarte de la manera en la que tú les dedicabas a todos lo mejor de ti en el escenario. Es lo mínimo que podemos hacer por ti y siempre sabremos que podemos dar mucho más si tenemos el Amor, las ganas, la energía y la voluntad que tenías en cada acto de tu vida…

Por eso quiero ofrendarte mi corazón. Querría que a través de él pudieras vivir lo que te ha faltado. Quisiera sentir que algún día volverás, Selena … No sabes lo falta que nos haces!! A veces miro con desazón que cada vez se aprecia menos el talento y se aprecia más la imagen, la repetición de las mismas palabras, los mismos gestos. No hay emoción. Muchos artistas prefieren más contar sus cosas personales para adquirir notoriedad. Hoy se grita por cualquier cosa. La gente se acostumbró a pedir y a recibir lo mismo. Ya no se espera sorpresa. Tal vez no se quiere sorpresa. Y a veces la gran novedad pasa por cambiar de imagen o mostrarse de una manera distinta pero no de un modo muy diferente de lo que ofrecen otros artistas. Y allí me digo: “¿cómo no está Selena en este mundo? ¿Qué haría Selena si estuviera entre nosotros? ¿Sería una más? ¿Nos sorprendería con mostrarnos sólo una imagen artificial, no auténtica? ¿Podría dejar Selena de ser ella misma? ¿Podría olvidar sus raíces? ¿Se conformaría con dar lo mínimo indispensable para mantener la popularidad? ¿No nos sorprendería con algo personal? ¿No nos daría algo más de lo que nosotros mismos esperamos? ¿No seguiría siendo la misma tanto en el escenario como fuera de él?” Estoy seguro de que así sería como no dudo de que hoy sería por lejos la N° 1. Por eso cada vez que sale un cd o un dvd genera tanta expectativa. Por eso cada artista sólo tiene palabras de elogio y de agradecimiento. Por eso se la extraña tanto…
Alguna vez alguien cantó “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”. Y eso es lo que te ofrezco Selena. Yo no puedo dejar de exteriorizar mis sentimientos hacia ti. Yo no puedo dejar de evocarte. Yo no puedo dejar de recordarte. Yo no puedo dejar de expresarte mis palabras de admiración, de dolor, de alegría y de extrañeza. Podré evocarte recordando cada concierto, cada forma particular de interpretar cada canción como sólo tú podías hacerlo. Podré mostrar tu forma peculiar de moverte en el escenario. Podré resaltar tu voz, tu carisma, tu talento, tu personalidad, tu increíble presencia. Podré evocarte con sumo dolor, podré hasta ser muy crudo en mis manifestaciones ante el vacío de tu ausencia y en tu forma de decirnos adiós. Podré ser reiterativo, podré ser exagerado, podré ser pesimista, podré ser obsesivo, podré ser realista, podré ser un iluso. También podré saber recordarte con mis mejores palabras de afecto, de cariño, de Amor, de admiración. Pero lo que nunca dejaré de hacer es de decirte lo que me has generado, la marca que dejaste en nuestros corazones. Nunca dejaré de agradecerte. Cuando uno te ve cantar uno no puedo dejar de decir: “Qué lindo cantaba. Qué hermoso era verla cantar. Qué bella era!!”. Y si alguien generaba todo eso, nunca puede ser abandonado. Porque tú, Selena, eras una excelente artista y una mejor persona. Sólo una buena persona genera tanto Amor. Si lo tuyo, Selena, hubiese sido una voz, la emoción se circunscribiría a un disco, a un cd, a un concierto, y el Amor acabaría cuando todo ello concluyera. Pero contigo, Selena, no se acaba allí. La gente, antes, durante y después, siempre necesitó expresarte su cariño, siempre necesitó decirte que contaras con ellos, que siempre estarían dispuestos a cuidarte, a protegerte, a dar todo por ti. El que sabe lo que tú eras no piensa que sólo eras una linda voz que cantaba hermosas canciones. El que sabe todo lo que tú habías logrado no se planteará nunca ni pensará jamás que tu gran logro se produjo luego de aquel nefasto día. El que piensa eso, aun de buena fe, ignora tu pasado, ignora lo que habías logrado, ignora el sentimiento de tu gente, creen que el sensacionalismo genera Amor y popularidad. Nada tan errado. Lo que tú generaste sólo lo saben tú y los que te queremos, nadie más…

Y por todo ello y porque yo te quiero, Selena, sé que los homenajes cuando hay este sentimiento, no se hacen sólo en fechas determinadas. No sólo se te quiere en determinadas momentos. No nos acordamos de ti sólo en aquellos días inolvidables. El que realmente te quiere nunca abandonaría aquello que tú construiste con tanto Amor. Los que te queremos de verdad jamás abandonaríamos tus sueños, haríamos lo indecible por tributarte. Porque el que verdaderamente te quiere piensa y siente que estás aquí con nosotros esperando sin necesidad de decirlo que nosotros demos por ti del mismo modo que tú diste por nosotros. No basta con recordarte cada tanto. No alcanza con desempolvar cada tanto tus imágenes, fotos y canciones. Alcanza si todos los días te homenajeamos, si todos los días damos vida a tu obra, si todos los días hacemos que sea un día más de tu vida, si todos los días mantenemos la ilusión de verte, si todos los días somos capaces de darte nuestro Amor para tributarte con cariño y admiración. Si realmente te queremos, Selena, haríamos eso y mucho más sin pensar que es algo que se lleva el viento. Es como ofrecer el Amor a alguien que tal vez nunca nos corresponda. Cuando uno quiere no piensa en eso, no piensa en devoluciones. Da sin esperar por Amor. No piensa en esfuerzos, no piensa en costos ni en beneficios. Cuando uno te quiere, Selena, sólo piensa en ponerte en el lugar que te mereces, en el lugar en el que siempre estuviste, en el lugar que nunca debes abandonar, en el lugar en el que te tiene la gente, en el lugar que ningún ranking de popularidad podrá registrar…
Cuando te veo, Selena, me pregunto por qué no estás aquí y vivo preguntándome, como desde la primera vez que escuché tu nombre, si todo esto es cierto, si todo esto es verdad. Pero no me quedo con los brazos cruzados esperando una respuesta. Tal vez al principio haya creído que con encontrar esa respuesta podía respirar tranquilo e irme a mi casa con todas mis preguntas respondidas. Nunca logré tener todas las respuestas a mis inquietudes. Sé que nunca las hallaré. Pero tampoco hoy me desvive ello. Desde que te conocí, Selena, desde que entré a tu mundo, desde que pude ver tu áurea, tu ángel, tu Amor, tu propia vida, tus sentimientos, tu pasión en el escenario, nada fue lo mismo para mí. Me conquistaste aun en tu ausencia y yo te entregué mi corazón. Sabes bien que puedes hacer de él lo que quieras. Sabes bien que siempre te esperaré. Y aunque no aparezcas nunca, no dejaré de expresarte mis sentimientos, de entregarte mi vida, de entregar mi Alma por tu recuerdo. Y no importa si yo no vea los frutos de mi esfuerzo. No importa si no pueda verte jamás. Me alegraría que mi esfuerzo sirva para que nunca nadie se olvide de ti, para que todo el mundo te tribute y te extrañe, y para que algún día te decidas y vuelvas, aunque yo ya no esté para verlo, aunque ya no esté para apreciarlo … Nada me haría más feliz de saber que eso algún día ocurrirá. Nada me haría más feliz de verte que estás aquí para sorprendernos una vez más…

Mi corazón es tuyo, Selena. No lo dudes, No temas. Tómalo. Vive a través de él. Úsalo para alegría de todos nosotros, utilízalo para un mundo que tanto te necesita…

Te quiere mucho, te extraña horrores, te necesita tanto…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)













No hay comentarios: