Hay algo que no me gusta de todo esto…


Hay algo que no me gusta de todo esto … Hay algo que no me gusta de ella. Creo que ella es capaz de hacer cualquier cosa. Creo que no deberíamos avanzar más con este asunto y deshacernos de ella cuanto antes. Creo que mi padre piensa que no es capaz de hacer lo que sea para estar cerca de nosotros y, fundamentalmente, de intentar que seamos una suerte de marionetas que se mueven al compás de sus deseos. Al final parecemos la protagonista del tema “La llamada”, sólo que, a diferencia de aquella mujer, nosotros actuamos sin saberlo o sin quererlo saber. Estuve por hacer una locura esta noche. Busqué por todas las maneras posibles de convencer a mi esposo Chris para que me deje volver, para cumplir con sus más sórdidos deseos: vernos a solas, sin ninguna persona como intermediario, vernos a solas como ella quería, vernos a solas para que no armara más escándalo, para que dejara ya de gritar, de quejarse, de acusar. Recién, recién ahora y después de tantas cosas que pasaron empecé a tomar verdadera conciencia de lo que está sucediendo y de la verdadera dimensión del problema. Estamos en un gran inconveniente, ¡¡en un verdadero problema!! Mi padre no lo piensa así … Si lo pensara, actuaría de otro modo … Pero él cree que lo tiene todo controlado … Yo no pienso que la esté subestimando, pues si mi padre estuviera actuando de ese modo con ella, sabría que es un peligro, pero pensaría que aun así ella no intentarí herirnos de ningún modo, pues no se atrevería a tanto, no tendría tantas agallas como para afrontarlo… Creo que mi padre está equivocado, muy equivocado. Lo pude comprobar hoy. Había algo en su mirada, en su forma de hablar, en su modo de comportarse que me indicaba que algo trae en manos, que está dispuesta a vender cara su derrota, que nos está mintiendo y, paradógicamente, con esta actitud nos está mostrando su verdadera cara, lo que realmente piensa, siente y espera. Esa mujer no nos quiere, no nos quiere en realidad. Sólo desea poseernos, sólo desea controlarnos. Siente que la estamos abandonando y eso la aterra. Hubo algo que me estremeció y me fue muy revelador. Apenas entré al motel, estaba tan nerviosa por su llamado desesperado que la saludé rápidamente y le pedí por favor que me dijera qué estaba pasando. Ella abrió bien los ojos y con total preocupación me dijo: “¿Pero qué pasa? ¿Es que estás enojada conmigo? ¿Qué te han dicho malo de mí?”. Me miraba con cara extraviada, como tratando de adivinar en mis actitudes si yo sabía algo, si me habían contado algo, si yo había descubierto algo … Yo no sabía cómo reaccionar ni qué decirle … ¿Cómo una mujer que me jura y me perjura que ha sido víctima de un intento de abuso sexual está pendiente de lo que yo pienso, de lo que me han dicho o de lo que se piensa de ella? ¿Por qué no fue por su cuenta al hospital si fue atacada? Y si no lo hizo por vergüenza o por temor, ¿por qué no me pidió ir cuanto antes al hospital para ser revisada en vez de implorarme de vernos a solas para aclarar algunos temas de sus problemas con mi padre o del asunto del dinero faltante de mi club de fans? Además, no entiendo por qué no me llamó desde Monterrey en cuanto sucedió el hecho para que se atendiera allí y yo fuera en todo caso a acompañarla. No sé por qué si no quería quedarse en Monterrey no fue a San Antonio en el que está toda su familia. Allí se sentiría más cómoda y con más confianza para encarar su problema. Ella y su familia son muy unidos. No le hubiesen presentado problemas si ella les decía lo que había ocurrido … No entiendo. Realmente no entiendo. No comprendo para qué vino a Corpus Christi. Además, por esas cosas del destino me enteré de ciertas cosas que me inquietan más. Como ahora hago avisos en el que insto a que las mujeres abusadas denuncien los hechos y no se queden calladas, allí me enteré de los procedimientos que tienen que tener en cuenta para hacer sus denuncias y permitir que la policía pueda investigar los hechos. Yo sé que si una mujer es atacada en una ciudad, aunque ella no se anime a denunciar el hecho, la policía puede actuar. También lo puede hacer la policía de su ciudad natal si se traslada allí. Ya si se va a otras ciudades que no sean las del lugar del hecho o de nacimiento, entonces debe obligatoriamente hacer la denuncia correspondiente para que la policía y la Justicia puedan intervenir. Entonces, ¿por qué ella vino a Corpus Christi en vez de quedarse en Monterrey o en el mejor de los casos trasladarse a San Antonio? Además, ella es enfermera. ¿Acaso no lo sabe? Sería raro que no lo supiera. Esto me huele raro, muy raro ... Ella nos está mintiendo de un modo que no es el habitual, del modo en el que mi familia espera de ella. Esto es otra cosa. Es más grave y me involucra a mí. No sé qué pretende ni que quiere hacer. Sólo sé que me quiere ver a solas, pero por el tema de ella con mi padre y no por el supuesto ataque que recibió … Esto no me gusta. Esta mujer ya no me inspira ninguna confianza. Creo que hay que tomarse más recaudos con ella de lo que uno se imagina, de lo que uno piensa y ha pensado hasta ahora…

Definitivamente, creo que no hemos tomado verdadera dimensión de la situación. Creo que nos estamos alejando de nuestro objetivo no siendo conscientes de dónde estamos parados. Yo sé perfectamente que hay que manejarse humildemente por la vida y que no hay que sentirse más que nadie por lograr los éxitos que hemos obtenido, pero eso no implica que no nos manejemos como lo que somos, una gran banda que tiene un éxito tremendo, no sólo en Estados Unidos sino en México. ¡¡Y que el disco en inglés nos abrirá nuevos mercados y nuevas posibilidades!! Sé que la Emi Central no está muy convencida de este paso. De hecho, ellos sólo firmaron el contrato para hacer un disco en inglés hace dos años porque se lo pidió casi suplicando mi querido José Behar desde la Emi Latin. Si no fuera porque él confía tanto en nosotros, porque apostó por mí y que por ello nos permite no sólo cumplir con nuestros sueños sino de facilitárnoslo, sería casi imposible hacer ese disco. Aún al día de hoy, 30 de marzo de 1995, bien tarde, casi 31 de marzo, no sé si por fin el disco saldrá en julio o lo postergarán, una vez más, a fin de año. Yo vengo anunciando la salida del disco desde hace ya bastante tiempo y estoy haciendo mis conciertos cantando de entrada temas en inglés como lo hice en el Houston Astrodome, el 26 de febrero de 1995, como para que la gente comience a acostumbrarse a que en el futuro mis conciertos se harán de distinto modo, con nuevos temas y con otro idioma. Ya en breve, el 1 de abril, daré un nuevo concierto en Los Ángeles, y seguramente lo haré con un repertorio en el que tal vez me anime a cantar algún tema en inglés de los que ya grabé para mi próximo disco a modo de primicia. Entonces, ¿por qué no estamos avocados a este tema en vez de estar pendientes de los caprichos de esta mujer que supo ser de nuestra confianza y ahora ya no la tiene? ¿Por qué esta mujer tiene directo acceso a mí si nadie le tiene confianza? ¿Cómo puede ser que yo esté moviéndome al compás de sus locuras y nadie la esté deteniendo? Llegamos a hablar con ella. Le planteamos algunos inconvenientes de falta de dinero y de quejas de algunos fans de que no recibían los souvenirs que les corresponden por estar suscriptos al club de fans. También sé que hay otros problemas personales entre mi padre y ella. Supongo que esta mujer tiene temor de que mi padre me diga “la verdad”, de que la desenmascare y de que yo la desprecie para siempre. Seguramente ella pensará que no la querré ver más y eso para ella será duro, muy duro de asimilar. Intuyo que debe haber pensado que está la posibilidad de que la despidamos y querrá tomarse todos los recaudos. Supongo que mi padre esperará a que ella acepte la realidad y se termine de alejar de nosotros. Creo que mi padre se siente muy seguro de que con las medidas que tomó serán suficientes. También sospecho que él no quiere ir más lejos con ella pues teme que por allí por despecho ella dirá cualquier cosa de nosotros, provocará un escándalo y nuestra imagen se vea dañada … Tal vez por eso hace unas semanas amagó seriamente con despedirla, luego se detuvo y optó por mandarla a Monterrey para que se dedique a hacer las gestiones pertinentes para abrir las sucursales de “Selena Etc.” en Monterrey y en México DF. … Puedo llegar a entender eso, pero ¿dejando las cosas como están estamos seguros de que algo peor no va a suceder? ¿Quién lo garantiza? Lo vengo sintiendo desde hace unas semanas, lo podía captar en esas llamadas desesperadas y lo corroboré al percibir sus miedos, su inquietud, su desesperación, su necesidad de seguir controlando todo, de seguir controlándonos en todo. Entiendo lo que puede significar un enfrentamiento directo con ella, pero actuando así no tenemos garantía de nada. Cuando hace un rato me fui del motel trataba de minimizar el hecho y hasta me permití reírme del hecho con Chris cuando me subí a la camioneta y nos fuimos desde el Days Inn de inmediato para nuestra casa. Estaba preocupada pero pensaba que al volver sola para hablar más seria y tranquilamente con ella yo la convencería, le hablaría racionalmente, la calmaría de sus miedos y le prometería que todo se solucionaría de inmediato. Apelaba a que aún me escucharía a pesar de todo … ¿Pero por qué habría de hacerlo ahora si durante semanas y hasta meses yo le he hablado, apelé a sus sentimientos, le hablé a su corazón, apelé a su raciocinio, platiqué con ella durante horas y horas, y nada he logrado, sino todo lo contrario? Me ha pasado muchas veces de hablarle, de explicarle, de hacerle ver las cosas y ella mirarme callada como si lo hubiese entendido todo, y al rato, tan sólo 5 minutos después de hablarle durante 1 hora, hacerme planteos como si nunca le hubiese hablado, como si nunca me hubiese escuchado. De hecho, en esta misma noche, cuando le hablé de unos papeles que necesitamos presentar ante el Fisco de “Selena Etc.” ella tomó su cartera y me la arrojó casi en la cara sin decirme nada, como dándome a entender con total violencia y sinrazón que allí estaba lo que yo estaba buscando, que me fuera de una vez. Pero cuando estaba por irme de allí casi me imploró para que no lo hiciera, de que al menos le diera la oportunidad de explicarme todo a solas, de insistirme por el sistema “beeper” de que volviera, de que le diera una nueva oportunidad, de que no la dejara sola con esa “dolencia” que sufrió en Monterrey y de la cual aún no se había hecho ver … ¿Por qué el “incidente” de la ciudad que me dio todo su cariño siempre aparecía en el último lugar de sus prioridades? ¿Por qué me sonaba que apelaba a él cuando sentía que ya nada servía para convencerme? ¿Qué podría pasar si yo le demuestro en el hospital mismo que ya no le creo? Pues me imaginé que si hasta ahora no quiso ir a un hospital sola, nada me garantizará de que lo haga y de que diga lo que le pasó si yo la llevo. Además, aquí nadie la puede obligar. Paradógicamente, ella no fue muy precisa acerca de lo que le sucedió, pero sí lo fue con el lugar. ¿Esto no aumenta más mis dudas acerca de por qué hoy no está en un hospital en Monterrey o por qué no se fue a San Antonio? ... Estoy segura, estoy determinada a hacerlo. Es hora de actuar. Debemos sacárnosla de encima. Se ha convertido en algo peligroso y no sabemos qué hará, cómo y por qué. Pero no hay que esperar para ver qué hace para recién actuar luego. Hay que ser precavidos. Debemos tomar distancia. Yo sé que tendremos que pagar un precio, y tal vez el precio pueda ser alto, pero hay que asumir los riesgos. Es mejor pagar lo que haya que pagar mientras esté a nuestro alcance y esté bajo nuestro control. Si dejamos pasar el tren tal vez tengamos que lamentar algo más que eso, algo del cual no tenga precio y por cuya pérdida nos tendremos que lamentar por el resto de nuestros días…

Nunca he vivido y sentido tanto el éxito como el año pasado. Pero creo que todos seguimos actuando como si las cosas fueran como hace dos años. Nos seguimos manejando en el bus, seguimos actuando como si tuviéramos que demostrarle al mundo que somos buenos del mismo modo que cuando empezamos … Yo entiendo y suscribo a la idea de que debemos mantener la humildad, la sencillez y la necesidad de superarse cada día como si lo logrado es nada comparado con lo que se puede lograr … Eso lo comprendo y lo comparto … ¿Pero no es hora de actuar por lo que ya somos y representamos para tanta gente, para tantos medios, para tantos músicos, para tantos productores? Yo ya no soy una cantante más, yo no soy una artista desconocida, yo no una principiante. ¡¡Yo soy Selena!! Para muchos yo soy no sólo su artista preferida, la que canta “Como la Flor”, la que la pegó con un hit. ¡¡Soy mucho, muchísimo más que eso!! Para muchos soy un familiar más, soy no sólo su cantante predilecta sino una persona a quien quieren mucho. Y yo eso lo siento desde hace mucho tiempo. Creo que hemos pecado en eso de creer que, como no hemos logrado aún el mayor objetivo, entonces no hemos obtenido gran cosa. ¡¡Error!! ¡¡Eso es un grave error!! Tomé plena conciencia de ello cuando estuve en el programa “En vivo”, de Ricardo Rocha. Apenas unos minutos de una minientrevista bastaron para que me diera cuenta de que lo que había obtenido sólo el año pasado era lo suficiente como para saber que estaba … ¡¡entre los 200 más famosos de los Estados Unidos!! Y no sólo tomando en cuenta los artistas latinos, ¡¡sino los de todas las nacionalidades y lenguas!! Y no sólo en eso: si se contaban sólo los latinos, habían sólo dos: Luis Miguel y yo. Es decir que … ¡¡yo soy la artista latina más popular de todo Estados Unidos!! Y si así me va en mi país, ¿cómo me podría ir en México o en América Central? ¿Y cómo me iría en Sudamérica cuando los fuera a visitar en breve? Cuando tomé conciencia de lo que se me habían dicho en el programa “En vivo”, di cuenta de que el año pasado viví lo que pocos artistas experimentan en sus vidas. Yo gané el Grammy, con todo lo difícil que es para un artista latino lograrlo, tuve mi mayor éxito con un disco como lo fue con “Amor prohibido”, logré arrasar por séptima vez consecutiva con los Tejano Music Awards, volví a ganar en “Premios Lo Nuestro”, tuve el mayor de los éxitos en Monterrey a través de los innumerables conciertos “sold out” que brindé. Y ya en tan sólo tres meses volví a ganar, esta vez por octava vez, los Premios Tejanos y sigo con mis conciertos multitudinarios y cada vez más exitosos en los Estados Unidos. En el que brindé en el Houston Astrodome rompí por tercera vez consecutiva el récord de asistencia de público, y yo me presenté este año … por tercera vez. Está bien: no logré ganar de nuevo este año el Grammy, pero estuve nominada, lo cual ya es un honor y todo un mérito, y espero mi revancha el mes entrante con la nueva edición de “Premios Lo Nuestro” .... Yo sé que se puede lograr más, pero no hay que despreciar lo que se ha logrado sólo porque nos falta para llegar a lo más alto. Pero tenemos tiempo y ¡¡vamos por el buen camino!! En eso estoy en desacuerdo con mi padre. Comparto con él los objetivos y la disciplina para lograrlos, pero él es muy autoexigente y no se permite disfrutar tanto lo que hemos obtenido. Si no empezamos a disfrutar y a hacer valer lo logrado, siempre nos sentiremos menos … Y eso no tiene sentido. ¡¡Eso es inaceptable!! Creo que por eso pasa lo que nos pasa. Entonces, en vez de ocuparnos en mostrarnos por lo que logramos y por trazar nuestros planes para este año clave para todos nosotros, estamos como atrapados por un problema que aunque sea serio no debería provocarnos más problemas que lo que son: problemas que controlados preventivamente y tomados en su dimensión no deberían generarnos muchos inconvenientes ni mucho tiempo. Entonces, ¿por qué no es así? ¿Por qué hace semanas que estoy angustiada por lo que nos hace sólo una persona a toda nuestra familia siendo que ella no forma parte de nosotros? Aquí hay algo que no funciona. No todo es tan bueno ni perfecto, como parece…

Veo que ya Chris se ha dormido. ¡¡Ya es tardísimo!! De hecho, ya es viernes 31 de marzo … ¡¡Son las 2 de la mañana!! ¡¡Pobre Chris!! Él no la pasó bien ayer … Creo que a él todo esto lo perturbó mucho … Él es muy callado, al revés de mí, pero increíblemente con la única persona con quien en el ámbito social se abrió mucho y le habló de cosas de las que él no suele hablar públicamente es con ella. Debo confesar que esta mujer ha sido muy hábil. No es tan ilusa como parece o da a entender. ¡¡Nada de eso!! Es hábil … ¡¡Vaya si lo es!! No sólo lo hizo con él. Lo hizo con todos. Se mostró siempre servicial. Siempre se mostró con buena predisposición. Siempre cuidó su imagen y su muy bajo perfil. Siempre cuidó de que nadie advirtiera su verdadera cara, su verdadera dimensión, ni siquiera en su importante función de presidenta de mi club de fans y gerenta de mis negocios de ropa ... En el mejor de los casos ella planteaba cualquier divergencia como que todo quedara como la palabra suya contra la palabra del otro, esperando de que todos le creyeran a ella, que su palabra no fuera nunca puesta en duda. Por eso está desesperada ahora … Porque sabe que ahora somos muchos los que ponemos en duda su palabra, sobre todo yo … ¡¡Pero pobre Cris!! … Yo recuerdo aquel día en el que filmamos nuestro proceso de grabación del tema “Ya no” … Lo recuerdo bien. Él estaba muy entusiasmado, pues aunque no era el autor del tema, él tuvo mucha participación en la elaboración de la canción, que era más bien pop rock, toda una novedad para el grupo y para nuestros fans, pero no para él. ¡¡Pobre, Chris!! Reconozco que él no podía desplegar todo su potencial como guitarrista por el tipo de música que hacíamos. Incluso había partes en vivo que no tenía mucho por hacer, pues buena parte de la música venía de los teclados de Ricky y de Joe, por lo que él sólo hacía unos punteos de guitarra al aire esperando su parte. De hecho, muchas veces teníamos que armar partes especiales para que él pudiera tener sus solos de guitarra para demostrar lo gran guitarrista que es. ¡¡Pobre, Chris!! Aquel día estaba tan entusiasmado y tan excitado que estuvo un largo tiempo hablando con ella sobre lo que tuvo que hacer y todo lo que les llevó grabar el tema. Y ella estaba allí, como con todos nosotros, siempre dispuesta y hasta incentivando a que le contáramos todo mientras ella decía poco y nada de su vida, de sus sueños, de lo que quería para con su vida. Ella fue muy inteligente con nosotros. Se las ingenió para mostrarse lo suficientemente confiable como para que nosotros le confesáramos todo y le contáramos cosas que usualmente no se la decíamos a los demás. En aquella oportunidad, Chris le decía algo que no me podía decir ni a mí ni a los demás, pues estábamos ocupados grabando. Muchas veces yo le he contado cosas que sentía, alegrías y lamentos que yo no le podía decir a mi familia …Con el tiempo uno empezó a advertir que mientras ella sabía todo de nosotros, nosotros no sabíamos casi nada de ella. Eso es lo que empecé a sentir desde hace unas semanas, que ella tiene un conocimiento y, por ende, un poder del que habría que preocuparse. Yo supongo que mi padre lo sabe pero siempre quiso minimizarlo. Debe haber pensado: “Si nosotros pudimos contra tantas cosas, si pudimos sortear tantos obstáculos, ¿acaso ella será un real impedimento para nuestros grandes objetivos? ¡¡No, seguro que no!! Bastará un grito mío y ella se callará para siempre, por miedo a perder su empleo” ... Yo ya no creo en eso. Quise creerlo, pero ya no. Esto es más serio de lo que parece. De hecho lo está presentando ante los demás como si fuera un problema entre los dos. Y no es así. Si no me aparto, ella se pondrá como víctima, como víctima del accionar de mi padre, como víctima de mi familia, ¡¡como víctima de mí misma!! Algo habrá que hacer … ¡¡Pobre Chris!! Él duerme, pero está preocupado. Lo noto en su rostro ahora …Sabe que estamos en un problema y la cosa es más pesada de lo que parece. Le debe parecer increíble lo que está haciendo ella, pero le cuesta admitir lo que es y lo que hay que hacer al respecto. Anoche dio cuenta de la situación al impedirme volver al Days Inn. Creo que allí empezó a advertir que algo malo trae esa mujer. Pero no se atreve a decirme lo que tengo que hacer pues teme aparecer como un autoritario o que me quiere imponer su pensamiento … Creo que por eso amo a Chris. Él no es machista, como la mayoría de los varones. Si lo fuera, no me hubiese casado con él. Pero aun así las mujeres necesitamos que nos protejan, que nos guíen, que nos demuestren que les importamos. Y anoche Chris hizo eso, y no sólo eso. Me ayudó a bajar los decibeles y a pensar un poco más, a pensar que así no debemos seguir ... Te amo, Chris, pues aun preocupado te dormiste confiando en que no me dejaría llevar por el arrebato y me iría sola mañana a encontrarme con ella. Te amo Chris, pues haces lo que toda mujer necesita: que se confíe en ella…

¡¡Las cosas tienen que cambiar ya mismo!! ¡¡Yo no puedo perder de vista algo que es fundamental y que me llevó muchos años lograrlo!! Yo tengo el cariño de la gente, de esa gente que me quiere, de esa gente que me trata como su hermana, como su madre, como su hija, como su novia. Yo siempre les dije que sin ellos yo no soy nada. Entonces, ¿cómo no pensar en ellos a la hora de decidir mi futuro? ¿Acaso ellos querrían verme enojada, peleándome con alguien que quiere que sólo esté a su lado haciendo lo que ella quiera en vez de lo que yo quiero? Yo que siempre cuidé mi imagen y hasta rechacé ofertas de telenovelas si los personajes que me ofrecían no tenían nada que ver conmigo, ¿permitiré que me vean en una actitud enojosa con alguien, dedicando el tiempo en cosas inútiles y defraudándolos haciendo lo que no quiero y postergando lo que yo más deseo, que es, además, lo que ellos más esperan de mí? Por todos estos problemas estuve dispersa en algunos reportajes y en algunos conciertos. He descuidado mi boutique para no tener más problemas con ella. ¿Tiene sentido esto? ¿Acaso eso es lo que se espera de mí? ¿Esto lo que quiero para mí? ¿Éste es mi futuro? ¿A qué le temo? ¿A que si tomo distancia de sus ambiciones y posesiones, ella va a hablar? Y si habla, ¿qué va a decir? Y si dice algo que yo desmiento categóricamente pues detesto las mentiras, ¿a quién le va a creer la gente? A mí no se me respeta no sólo como artista sino como persona. Mucha gente me conoce desde niña, desde que empecé a recorrer las rutas en bus y a dar conciertos en pueblos en los que nadie iba a ofrecerles nada. Yo me he ganado mi reputación. Nadie me regaló nada. Y cada día salgo a revalidar todo lo que he logrado. ¿Qué podemos temer? ¿Que nos meta en un escándalo? ¿Qué diga cosas ciertas que sólo le habíamos confiado a ella? ¿Y qué pasa si admitimos lo cierto, si desmentimos lo falso o si preferimos callar lo que no queremos aclarar? ¿Acaso nos dejarán de querer por eso? Si eso ocurre es porque entonces no nos querían tanto. Yo estoy convencida de que el que nos quiere nos cree. Cuando realmente te quieren, tienes que equivocarte mucho, hasta groseramente, para que los defraudes y te dejen de querer. Y yo sé que conmigo eso no sucederá. Puede que suceda con algunos pero con la mayoría no ocurrirá. Además, hay que madurar y prepararse para lo que se viene. Hasta ahora tanto el público como los grandes medios en su mayoría han sido muy benévolos conmigo. Pero sé que conforme se agigante mi fama por todo el mundo tendré que lidiar con la envidia, con la mala onda, con la prensa amarilla, con la gente que no me querrá para nada. Nosotros no estamos acostumbrados a ello. Pero tenemos que empezar a adaptarnos a esta nueva situación. Eso es también parte del “negocio de la música”. Si no lo entendemos así estaremos en serios problemas. Es hora de empezar a enfrentar estas cosas. Tarde o temprano estos problemas llegarán. Ya me pasó el año pasado cuando parte de la prensa comenzó a especular con que me había hecho cirugías, que me había separado de la banda, que tenía amoríos aquí y allá … Yo lo tomé con gracia y di las explicaciones pertinentes. Todos lo entendieron pero no siempre va a ser así y menos a medida que me haga famosa en todo el mundo. Tendré que enfrentarme con nuevos problemas del mismo modo que recibiré muchas satisfacciones. Hay que acostumbrarse y saber que no todos piensan como uno. Que habrá muchas veces que deberemos actuar no del modo ideal en el que quisiéramos sino del que podamos. Que habrá momentos en los que más que hacer lo que se quiere habrá qua hacer lo que se puede para preservarse, para preservar a los que uno realmente quiere … Y éste es el momento que vivo ahora. Yo querría que las cosas estuvieran bien con ella como era antes, quisiera no tener que alejarme sin siquiera despedirme, quisiera poder darle una nueva oportunidad, quisiera poder volver a confiar en ella. Pero no será así, por lo menos por un buen tiempo ... Presiento que si no damos el cambio de rumbo a tiempo alguien saldrá muy lastimado, y yo no voy a esperar sentada sin hacer nada rogando que nada suceda y lamentando lo doloroso que todo será cuando ya no se pueda hacer nada. Nada mejor que actuar ahora antes de que sea demasiado tarde. Nada mejor que prevenir en vez de curar … de curar una enfermedad terminal…

Ya es muy tarde. He advertido que ella insiste en verme cuanto antes y me llama por el bipper. Yo no he atendido. Tampoco leí sus mensajes. Todo está claro, muy claro. Pero hay que ser inteligentes. No hay que no contestar nada y darle una clara idea de que con ella todo se acabó. Si hacemos eso, entonces será ella quien vendrá a por nosotros vaya a saber con qué intenciones, con qué intereses, con qué excusas, con qué armas … Ya me imagino llamando desesperada al doctor Martínez o a su ayudante. Le dirá lo mismo que a mí. Pero no surtirá efecto, pues ya no creo en ninguna de esas personas. Cada vez me convenzo de más de que todos ellos son el producto de mi fama y que como ellos habrá muchas personas que buscarán aprovecharse de mí. Si queremos sobrevivir en este negocio tenemos que convivir con ello pero separando bien la paja del trigo, defendiendo lo nuestro y no perdiendo nunca de vista quién realmente nos quiere y que son los que nos han puesto en el lugar más alto. Muchas veces lo hemos pregonado pero no siempre puesto en práctica. Éste es un buen momento para demostrárselo a la gente y a los demás. A ellos no hay que defraudarlos. A ellos hay que darles nuestro mejor ejemplo. Tal vez tengamos que pasar por este trago amargo para saber cómo encarar nuestro futuro. Sé que es duro tomar determinadas decisiones, pero tengo que ser coherente con lo que digo, con lo que pienso y con lo que siento. No hace mucho, en el programa “Un nuevo día”, dije que el negocio lo manejábamos en familia pues sabíamos que siempre había afuera gente que se podía aprovechar de nosotros. Si mañana tenemos que admitir que nos equivocamos con alguien, lo diremos. Es mejor tener que admitir un error o una decisión desagradable antes de tener que públicamente lamentarnos de algo irreparable. Es hora de madurar. Es hora de demostrarles a todos que estamos a la altura de las circunstancias … Muchas veces hemos creído que nos bastaba con la verdad y con la honestidad. Y no es que no sirva ahora eso. Sirve y mucho. De hecho así llegamos a estar en lo más alto. Pero también hay de esas personas, de esas personas que si nos manejamos del mismo modo que con la gente buena y honrada estaremos en problemas más que serios. Hay gente que no tiene códigos, que es falsa, mentirosa, que tiene doble discurso, que es capaz de cualquier cosa con tal de llegar a lograr sus objetivos. Con esa gente no hay que tener el mismo trato que con los demás, no se puede ir con ellos con la verdad, con sinceridad y con honestidad del mismo modo en el que iríamos con nuestra gente, aquella que nos quiere tanto y ha posibilitado nuestra fama. Si vamos del mismo modo con ellos nos comerán vivos. Con esa gente hay que manejarse de otro modo. No es que dejaremos de ser nosotros mismos para poder sobrevivir de esas personas. ¡¡Para nada!! Si hay algo que debe quedar en claro es que siempre hay que dejar sentado lo que se piensa, lo que se siente, lo que se anhela, lo que uno haría ante cada caso, la postura de uno ante los demás. Pero mientras que con la gente que uno quiere de verdad no se tienen problemas de decir y de expresar lo que uno siente y quiere, con los otros uno debe dejarlo bien guardado todo ello en lo posible. Esta última gente confunde bondad con tontería. Y con ese preconcepto pretenden sobrepasarse con nosotros en el total convencimiento de que lo lograrán. Y yo aprendí con el tiempo de que uno se debe permitir con cada una de esas personas hacer un pequeño gesto, tener una pequeña actitud que le demuestre al otro que uno no es tan tonto como ellos lo creen o lo quieren creer. Es como andar en la vida manejándose con honestidad, respetando las leyes del juego, pero en un instante “salirse del libreto” y hacer algo fuera de las reglas que le demuestren al otro que uno es tonto, que no va a dejarse pasar por cualquier cosa que se presente…

¡¡No me voy a dormir!! ¡¡No!! ¡¡No lo voy a hacer!! Prefiero estar despierta, bien despierta. No quiero dormirme y despertar con vaya a saber qué situación … Tengo miedo. ¡¡Claro que tengo miedo!! Por eso estoy aquí pensando y hablando sola. Pero no quiero quedarme sola. Es lo peor que me puede pasar. No quiero enfrentar la situación en ese estado. Por eso esperaré al amanecer y me iré … a buscar a mi padre y hablar del tema. Necesito ayuda. Necesitamos ayuda. A veces cuando uno está así no está mal decir lo que se siente y alzar sus brazos en señal de auxilio. Quiero abrazar a mi padre. Necesito decirle que temo por él, que temo por mí, que temo por todos. No aceptaré que me diga que me despreocupe, que está todo controlado, porque no lo está. Le pediré que me diga que hará algo para que esto no nos dañe más, le pediré que si ella hizo algo malo, que si robó, que si nos estafó, o lo que sea, la denunciemos, que si tenemos que despedirla que lo hagamos, que si tenemos que poner seguridad para que no se acerque lo realicemos, que si tenemos que salir a.los medios a plantear nuestro problema lo hagamos. Prefiero exponer la situación y que se dude de nosotros antes de que se nos arruine el futuro. Lo primero es reparable. Lo segundo, no. Sé que hemos hecho gala de nuestra conducta y de nuestra bonomía, pero justamente por eso debemos hacer esto. Puedo aceptar sugerencias, por eso quiero hablar con mi padre. Lo que no voy a aceptar es que nos quedemos callados e inmóviles. Es lo peor que podemos hacer. Y peor aún es que si nos movemos lo hagamos al compás de esa mujer. Tengo miedo. ¡¡Tengo mucho miedo!! Pienso realmente que nos quiere hacer daño. ¿Qué busca con que vaya sola a su encuentro? ¿Qué me quiere hacer? Sé que mi padre dirá que estoy paranoica y puede que lo esté, pero aprendí en la vida a que a veces hay que dejarse llevar por esos pensamientos, pues nos conduce a posibles visiones de las cosas, sobre todo con esta gente. Si ella está trastornada, ¿por qué no pensar en sus actitudes en términos paranoicos? Y si mi padre me dice que exagero, le diré que cuando hace unas semanas estaba él por despedirla y así se lo hizo saber, y mientras hoy en día trata de evitar que entre a la productora o a cuanto lugar ocupemos para grabar el disco en inglés, que piense qué estuvo haciendo ella, que piense si está seguro de que no hizo nada, de que no intentó nada y de que desistió de lo decidido sólo porque le aseguramos que seguiría con nosotros. Y si se preocupa, mejor, pues quiero que me ayude a tomar medidas. Ahora volvimos a plantearle los problemas de hace dos semanas. ¿Y si ese algo que intentó hace unas semanas lo hace ahora? Yo no sé lo que quiere hacer. Tengo miedo de que vaya y me amenace, que me extorsione o vaya a saber qué cosa. No voy a arriesgarme a saberlo en ese motel. Le diré a mi padre que llame a seguridad o a la policía misma para pedirle esos papeles que necesitamos, que le mandemos un telegrama para intimarla o para despedirla. Le diré que haga lo que sea, ¡¡pero que lo haga ya!! Esta vez no escucharé lo que hay que hacer y yo hacer algunas sugerencias. Esta vez seré yo quien exija cosas y esperaré escuchar consejos. Tengo miedo … miedo a … Veo que el cielo está plomizo. Hay mucha humedad. Seguramente lloverá pronto y mucho … Recuerdo el miedo que tenía cuando era muy niña y escuchaba los relámpagos a la madrugada. Me abrazaba a un osito de peluche y le prometía a Dios que haría lo que sea para que se fueran la lluvia y mis miedos. Prometía que haría todo lo que me pidieran mis padres, que haría lo que sea para que fueran felices por lo mí realizado. Ahora recuerdo esa pesadilla, ese horrible sueño del cual no quiero recordar nada, ¡¡nada!! Pero no puedo evitar pensar en una imagen mía corriendo, yendo en un auto rojo y que alguien me espera con una sonrisa diabólica … ¡¡No!! ¡¡No quiero pensar más en ello!! Tengo miedo, mucho miedo. Mejor esperaré acurrucada en la cama tapada por las sábanas y abrazada a Chris. Algo tengo que hacer. Algo debo hacer para que este terror que siento desaparezca para siempre…

Suena el teléfono de mi casa. Me levanto abruptamente. Noto que finalmente me he quedado dormida. Son las 8 de la mañana. Estoy segura de que es ella. Veo que Chris se levanta y amaga con ir a atender. Yo lo detengo con una mano y le hago señas de que me deje a mí. Voy hacia el teléfono con total seguridad. Tomo el tubo y escucho unos chillidos desesperados que me aturden los tímpanos. Aparto el auricular mientras cierro los ojos en señal de fastidio. Dejo el auricular aparte sin escuchar, esperando que se calle de una vez. En cuanto hace un espacio en el que me dice que venga cuanto antes porque si no se va a matar, le digo: “¡¡Por favor, por favor!! ¡¡No lo hagas!! Voy para allá!!”. Y cuelgo mirando el teléfono con una frialdad y un desprecio que nunca había sentido … Luego voy por un abrigo. Enseguida viene hacia mí Chris con desesperación: “¿A dónde vas, Selena? ¿No pensarás de nuevo ir al Days Inn?”. Lo mire con tranquilidad y con ternura, le acaricié la frente, le di un beso en la mejilla y le dije: “En absoluto. Voy a ver a mi padre. Es muy urgente. Lo puedes comprobar por la ventana que voy para allá. ¿Confías en mí, no?”. Y ante la respuesta afirmativa con un gesto mirando hacia debajo de Chris, le volví a acariciar la cabeza y le dije: “Sólo te pido un favor. Espera a que llame de nuevo y dile que ya fui para allá. En cuanto lo hagas, ve inmediatamente a q-productions y únete a mi hermano A.B. Mi padre y yo iremos luego… Si no llega a llamar en media hora ven a avisarme urgentemente a casa de mis padres. ¡¡Por nada del mundo te quedes aquí!!”. Chris me miró azorado y me preguntó: “¿Pero qué sucede? ¿Acaso estamos en peligro? ¿Acaso piensa hacer algo contra nosotros?”, me preguntó asustado. Yo le tapé la boca con el dedo índice de mi mano derecha y dándole un beso a modo de despedida le contesté: “Procuraremos que no lo haga. Por eso te pido este favor…”.

Salí en busca de mi padre y en el camino me encuentro con un A.B. desesperado que corre hacia mí y me abraza muy fuerte. “¿Pero qué pasa A.B.? ¿Qué es lo que…”.”Te quiero mucho, quiero que lo sepas … No lo olvides nunca cada vez que vayas a hacer algo arriesgado. Sabes que siempre estaré de tu lado ¡¡y que nunca, nunca te dejaré sola!!”, me interrumpió A.B., me abrazó y se puso a llorar como un niño. Iba a seguir con mis preguntas y con mi contrariedad, pero no fue necesario. Lo entendí todo. Estuvimos un largo rato abrazados y llorando. “Es que tuve un sueño horrible y, ya sabes, vine a ver…”, me aclaró. “Viniste a ver si no me había pasado nada ... ¡¡Como veras, no!! ¿Pero por qué sigues así mirándome? ¿Es que acaso tengo monos en la cara?”, lo interrumpí y eché a reír a carcajadas. Luego me puse seria y le dije: “Yo hace rato tengo de esos sueños. Sueños que parecen reales, casi premonitorios. Nunca los mencioné, pues me da miedo de sólo intentar recordarlos. Pero eso ahora no importa. Importa lo que nos pasa. Y no te preocupes. No haré nada que…” … De pronto mi padre sale de su casa desesperado y corre hacia nosotros: “¡¡Selena!! Me llamaron desesperados del Days Inn. Dicen que ella está atrincherada en su habitación exigiendo que vayas para allá sola. Si no, se va a matar. Los empleados no saben qué hacer. No quieren que se arme un escándalo. Yo tampoco querría…”, me dijo con total preocupación”. “¿Tienes esos papeles que la incriminan en el tema de los souvenirs a los fans?”, lo interrumpí. “Sí, los tengo. No sé si son de evidencia contundente, pero servirá para que se la investigue…”, me aclaró. “Entonces diles a los empleados del Days Inn que llamen a la policía y que la denuncien por los escándalos y desobediencia a la autoridad. Nosotros nos encargaremos del resto…”, le dije secamente. “¿De qué?”, dijo mi padre con desconcierto. “De denunciarla por robo, estafa y amenazas. Diles que vamos para allá y que se encarguen de ella…”, sentencié. “Pero estás segura, Selena? Mañana tenemos un concierto en Los Ángeles. La gente hablará, preguntará, especulará. ¿Crees que sea necesario que intervenga la policía? ¿No crees que podemos nosotros?” … “Padre, no quiero alarmarte, pero esa mujer es capaz de matar para lograr sus objetivos. Prefiero someterme al escándalo, a la duda y no perderte a ti o a uno de la Familia. ¡¡Por favor, padre!! Hazlo por mí. ¡¡Yo te quiero mucho!! Prefiero dejar la música y perder lo ganado, ¡¡pero no quiero perderte ni a ti ni a nadie!!”, le dije desesperada y al borde del llanto. Mi padre corrió hacia mí y me abrazó fuertemente. Luego se apartó, me miró, asintió en silencio, tomó el teléfono y comenzó a llamar a la policía. Antes de que fuera hablar con ellos, tapó el tubo del teléfono con la mano por un instante y me dijo: “¡¡Yo también te quiero mucho!! Tú eres más importante que la música y que todo. Yo quiero lo mejor para ti…”. Iba a decir algo más pero tuvo que interrumpirlo, pues del otro lado de la línea lo requería un oficial de la policía para radicar la denuncia. Me sentí rara. Cruce mis manos para tomar mis manos y un frío helado corrió por mis espaldas. Ésa que había hablado con su padre hace unos instantes parecía no ser yo, parecía otra mujer, pero era yo misma …. A veces la vida nos pone desafíos en los que nos pide que actuemos tal cual lo vivimos y sentimos sin ninguna censura, sin permitirse guardar nada. En situaciones límite se ve la verdadera personalidad de cada uno … No había actuado como siempre pero tenía que hacerlo, tenía que hacerlo para seguir viviendo, seguir viviendo como siempre y ser la misma de todos los días …Tal vez a muchos les haya parecido raro verme así, tal vez hubiesen preferido verme como siempre, con una gran sonrisa y una alegría a flor de piel … Pero no había margen para ello. Estaba en juego mi familia y procuré que nadie saliera malherido Ésta es una nueva etapa, sin duda. Una nueva etapa que nos confirma que podemos aceptar cualquier desafío, una etapa que nos revela que estamos a la altura de cualquier circunstancia…

“¡¡Ah, no!! ¡¡Yo no lo voy a permitir!!! Preparé como 10 paquetes de ‘doritos’ para nuestro viaje a Los Ángeles y no los encuentro. ¿Alguien sabe dónde están?”, dijo mi hermana Suzette como dos horas después y cuando ya nos preparábamos para nuestro concierto de Los Ángeles del día de mañana. Todos, absolutamente todos, me miraron a mí y yo a ellos … hasta que todos nos largamos a reír con ganas sin parar. Volvíamos a ser la familia de siempre ... Había pasado lo peor. Todo lo que nos va a pasar a partir de aquí será muy bueno, y si no, será reparable, lo cual ya es todo un avance. Recién allí me permití decirle a Chris a su oído para que nadie se entere … por ahora: “Chris, creo que pronto, muy pronto, serás padre…”. Y sonreí, sonreí como nunca, y abracé y besé a Chris como nunca. El sol brillaba a pleno como signo inequívoco de que todo iba a salir bien, muy bien … ¡¡Y así será!!

( A veces pienso si esto pudo haber sido, si esto tal vez suceda, si acaso podamos volver a revisar y revivir ciertas cosas. Nunca me resignaré a pensar que algún día me despertaré y veré que aquello que sueño hasta despierto se ha hecho realidad … la realidad de una Selena exitosa, y sobre todo, la de una Selena feliz…)

Selena: tú tienes un destino de grandeza y un Alma llena de Amor. Selena: yo sé que algún día tú volverás para recuperar tu lugar, volver a recibir el cariño de tu gente y sentir que no te has quedado sola…

Simplemente espera por ti, Selena, todos los días, cada hora, cada minuto, cada instante…





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