Nos vemos en dos semanas, Selena…


“¡¡Uy, disculpas, no te reconocí!! Cuando te vi cocinando para todos tus músicos y te pedía que si nos podías cocinar para nosotros y tú lo hiciste, yo supuse que … tú sabes …. No sé qué decirte y cómo disculparme … yo…”. Aún recuerdo con alegría, con nostalgia y con ternura aquellos momentos que vivimos con Selena cuando estábamos grabando el disco en inglés y del lamento de aquella famosa cantante que grababa en el estudio de al lado. Recuerdo que aquella mujer aumentaba su incertidumbre acerca de qué hacer a medida que Selena se reía cada vez más, y le decía una y otra vez que no debía preocuparse, que estaba todo bien, que ella solía cocinar para todos en estas ocasiones y que lo hacía porque le gustaba mucho, nada más. Esa actitud de Selena avergonzaba aun más a esa mujer acostumbrada a otros ambientes, a otros tratos, y a otras vanidades y veleidades de otros artistas. Selena la había sorprendido como nos había sorprendido a todos, acostumbrados a ver más de lo mismo y a notar cada tanto que nos encontrábamos con algún artista diferente, con una artista de verdad. Yo aún recuerdo cuando me propusieron de mi compañía disquera producir un disco en inglés de Selena. Como les ha pasado a tantos otros, yo también tuve mis prejuicios sobre ella y no sabía qué tan buena artista podía ser. Yo sabía que ella era ya una famosa artista texana, que preferiblemente cantaba en español, que así había llegado a la fama y que todo el mundo hispano en Estados Unidos como en México la amaba. Nosotros, los “gringos”, sabíamos de su existencia, pero no dejaba de ser una cantante latina, que no tenía para aquel entonces la envergadura y la importancia que tiene hoy. Para aquel entonces era lógico que alguien como ella quisiera cantar en inglés para tener mayor reconocimiento mundial. Hoy diríamos que el proceso es todo lo contrario: si te destacas cantando música latina en español es probable que tengas mucho más éxito que cantándola en inglés, y creo que si las cosas son así hoy en día se lo debemos a Selena muy a su pesar, porque está claro que ella -y, sobre todo, lo deseaba su padre- quería ser una cantante internacional de habla inglesa con la posibilidad de cantar en español para toda América latina. Pero la tragedia congeló su imagen con sus éxitos en español, con la música y con la tremenda imagen que tenía allá por 1994, 1995 …Entonces Selena quedó como “la Reina del Tex-Mex”, incluso como la “Reina de la Cumbia”. Pero esas imágenes, esos encasillamientos no le han hecho una verdadera justicia a la Selena cantante, a la Selena artista. Selena era muchísimo más que eso. Yo lo puedo certificar pues la tuve cerca actuando, la tuve cerca cantando las canciones en inglés que llegó a cantar, y hasta ensayar las que nunca llegó a grabar o las que grabó a medias. Todos sabíamos que estábamos ante un gran proyecto no sólo porque sabíamos de su potencial, sino que en un punto ya era una realidad. Por esas épocas Selena era la artista latina más famosa de Estados Unidos, mucho más que Jennifer López y que tantas otras. Sólo era equiparable a Luis Miguel aquí en un mundo que, y no me canso de repetirlo, lo latino no tenía tan buena acogida en la prensa y en la gente como ahora. Y Selena tuvo mucho que ver con ello. Basta con ver y recordar lo que pasó por estas tierras cuando empezó el mes de abril de 1995 … La reacción y el estupor fueron unánimes. Todos, propios y extraños, quedamos conmocionados. Ni People se imaginó lo que cambiaría sus revistas por haber sacado dos ediciones especiales en su recuerdo. Ni Jennifer López podía imaginarse cómo cambiaría su vida por haber hecho la película en su recuerdo. Ni la música latina se imaginaba de la enorme importancia que tenía y la gran trascendencia como la que tiene en estos años. Todos, incluso Shakira, le deben algo a Selena. Todos sólo pueden tener palabras de agradecimiento para con ella. Es muy difícil imaginarse el futuro de todos ellos si no hubiese ocurrido lo que ocurrió, como también es difícil saber qué hubiese sido de Selena si no le pasaba semejante afrenta a alguien tan lleno de vida, con tantas ganas de hacer y de demostrar, con tanta humildad y con tanta grandeza de espíritu, aunque supiéramos que teníamos frente a nosotros a la mejor cantante latina que yo haya conocido, a la persona más hermosa y más querible que yo haya visto jamás…

“No te preocupes por ella. No es como lo que te imaginas. Es al revés de lo que pensabas. Ella sabe inglés desde que nació. El español lo aprendió después”, me dijo José Behar cuando me junté con él para delinear el plan para llevar a cabo el disco tan esperado en inglés. Me costó mucho entender acerca de por qué Selena había hecho un recorrido tan raro: cantar el español por fonética, sin saberlo, recién aprenderlo cuando comenzó a hacerse famosa en México y tener tamaño éxito allí aun con sus limitaciones para hablar ese idioma, algo que no se perdona así nomás en México y menos aún a alguien precisamente de ascendencia mexicana. Cuando supe de su historia por José Behar, ahí entendí de por qué aquello. Me la imaginaba una artista que por allí estaba resentida con el mundo y con la vida por todo lo que tuvo que sacrificarse, por todo lo que tuvo que dejar en el camino para destacarse. Hoy día uno ve que por mucho menos que lo que padeció Selena hay muchos artistas que viven insultando a media humanidad, destilando toda su furia “por este mundo cruel” y esperando que todos nos pongamos de rodillas para pedirles que nos atiendan, que nos escuchen. ¡¡Y todo eso por un solo hit!! Nos tenemos que someter a los pedidos más estrafalarios, no nos respetan como productores y tenemos que soportar que nos digan que son transgresores, adelantados a los tiempos y grandes artistas porque hacen sonidos raros con su boca o sacan una línea de perfumes con olores nauseabundos …”No es así para nada -me dijo José Behar-. Mira. Yo la descubrí de casualidad, buscando talentos latinos en diferentes ciudades de Texas. Incluso fui con la referencia de ver a tal o a cual artista que me habían recomendado ver … Pero nadie me habló de Selena … La descubrí porque escuché el griterío de mucha gente y fui con Mario, el presidente de Emi México, para ver de qué se trataba. En cuanto la vi quedé impactado, como lo estaban todos los asistentes a sus conciertos. No lo dudé. La fui a contratar allí mismo. Después de darse la situación de que Selena lógicamente no me creyera de que fuera el presidente de la Emi Latin y de que pensara que era un aprovechador, la convencí a ella y a su padre de mi condición, y al otro día ya la había contratado. Creeme. La tienes que ver. Ni todos los discos de ella que escuches equiparán a lo que Selena es en vivo. Ella es única, diferente a todas las artistas que haya conocido. ¡¡Estoy seguro de que llegará lejos!!”. José me hablaba con un entusiasmo que contagiaba. Lo escuchaba hablar de Selena y no parecía ser un directivo de la Emi, sino un fan más de ella. Estaba encantado, casi enamorado de ella. “Para ellos es muy importante este disco. Han luchado por años para llegar a este momento. Te diría que hicieron todo ese recorrido por años sólo para tener esta oportunidad. Así que imagínate sus expectativas. Yo recuerdo que lo que primero que me mostraron su padre y su hermano, como manager uno y productor musical el otro, fue unos demos de unas canciones en inglés interpretadas por Selena. Y me quedé impresionado. Me di cuenta de que era un diamante en bruto que ni siquiera había que pulir. Ellos no tenían problemas de esperar pero sabía que iban a insistir con el proyecto. De hecho siguieron con sus proyectos en español y juntos vivimos el ascenso de Selena, su llegada a Monterrey y su explosión en todo México. Pero ellos cada vez que se les presentaba la oportunidad decían públicamente sus proyectos en inglés. Yo no sabía si era conveniente decir eso, sobre todo en México, pero ellos estaban convencidos y a Selena no le podía decir que no. Logré con mucho esfuerzo que Emi Central le hiciera un contrato en 1993 para hacer el disco en inglés, pero ellos lo dilataron lo más que pudieron porque ellos no podían comprender que quisieran hacer ese proyecto con la sensación que Selena era en español. Y encima la conmoción que provocó Selena en ese año y al otro año le hicieron ver la realidad y tuvieron que ceder. Yo entendía perfectamente sus temores. Yo como ejecutivo de la Emi debía acatar sus órdenes, pero yo estaba en el medio de ellos y de los Quintanilla. Y yo sabía perfectamente del potencial de Selena, que no se circunscribía a los números de ventas de discos. Cuando Selena ganó el Grammy ellos empezaron a entender que estaban ante algo grande y a medida que Selena agigantaba su popularidad y su prestigio en el mundo musical empezaron a entender que ella estaba preparada para jugar las ligas mayores. Me prometieron que en cuanto acabara Selena con sus exitosos compromisos en México a fin de 1994 empezarían a hacer realidad el disco en inglés, que ya estaba muy demorado. Sólo me pidieron que esperara hasta julio, con la llegada del verano, a que saliera el disco, para así tener tiempo de difundir la figura de Selena en el mundo anglosajón durante el primer semestre de este año y lanzar el disco luego, y con él los conciertos…”. José Behar podía estar horas hablando de Selena y no era para menos. El verlo hablar tan entusiasmado de Selena me hacía ver que ella no sólo era una buena artista sino una persona muy querible. Sólo así podía entender el esfuerzo que él hacía para que pudiera alcanzar su gran sueño. Yo que sé de este negocio sabría que si no fuera por ello cualquiera en el lugar de él se hubiese contentado con que Selena los hiciera ricos con sus ventas de discos en español, los ilusionaría con su disco en inglés pero pondría miles de excusas para que no lo hagan nunca y no hubiese ni siquiera hecho un contrato por ese disco: lo hubiese dejado en manos de los directivos de Emi Central y me encogería de hombros con su negativa, no sin antes palmear la espalda del padre de Selena diciéndole que tenga fe, que no pierda las esperanzas, que Selena siga grabando éxitos en español y llenando estadios, que ya vendría la gran oportunidad … Yo sabía que José Behar se había jugado todo por Selena, incluso con el riesgo de perder su puesto de presidente de la Emi Latin. Alguien ligado a la disquera me dijo: “Muchos directivos de la Emi están hartos de él porque sólo habla de Selena y de buscar la forma de acelerar el tema del disco en inglés. Di que hace muy bien su trabajo, que ha sabido promover a muchos artistas y que cumplió con creces su tarea cuando lo trajeron de la Sony para explotar el costado latino de la compañía, que empiezan a ver como rentable. Y ni qué hablar del logro que fue el haber contratado a Selena a tiempo, justo a tiempo de que no se la birlaran las otras disqueras. Pero creeme. Si llega a salir mal el proyecto en inglés, ellos le van a cortar la cabeza. No dudarán en echarlo a patadas no sin antes darles las gracias por los servicios prestados … Eso sí … Ni así la despedirían a Selena. Saben lo que significa aquí y en México. Por eso no sacan los pies del plato. No es que sean dadivosos. No quieren correr el riesgo de no haber aprovechado al máximo a la mina de oro que tienen en sus manos. ¿O por qué crees que recurrieron a ti para que le produzcas el disco, por qué piensas que están contratando a los mejores músicos y a los mejores compositores? ¿Por qué acaso piensas que están largando virtualmente la carrera solista de Selena? Saben que puede resultar. Se está hablando mucho de ella. Van a apostar a lo grande. Si no sale dirán que Behar se equivocó, no lo echarán finalmente pero lo retarán lo suficiente como para que no insista por un tiempo con el tema, y a Selena le dirán que conquiste a toda América latina y después se habla …Pero ellos hablan con los hechos. ¿Crees que lo hacen de generosos? No podrían tolerar que otra disquera los tiente, se los lleve y les enrostre el éxito en la cara. Selena los obliga a arriesgar. Ellos también piensan que Selena lo puede lograr, que pueda alcanzar lo que ninguna artista latina pudo obtener jamás”…

Antes de verme por fin con Selena quise ver de qué se trataba. Con todo lo que oí de ella era evidente que no podía contentarme con esperar a estar con ella para saber de qué se trataba, de con qué artista me toparía. Por un instante me despojé de los comentarios de José Behar para saber quién era Selena. Es más: no sólo no me quise hacer ninguna expectativa sino que opté por la vía contraria. La miré como tratando de que ella me convenciera de qué tan buena era, de qué tan distinta era, de qué potencial tenía, de si daba para pensar que se estaba ante algo serio o si sólo era una artista más con un par de hits. Traté de verla con los típicos ojos de un prejuicioso, de una persona desconfiada, y ya algo harta de ver tantas promesas y pocas realidades. Y no tenía que hacer mucho esfuerzo para razonar de ese modo: había producido a muchos artistas sin que fueran muy grandes, y que sólo con una buena selección musical y explotando lo poco bueno que podían tener lograr que tuvieran un hit que los lanzara al menos por un tiempo al éxito y si tenían algo de talento por mucho tiempo más. Por suerte produje artistas increíbles a los que tuve el honor y el placer de trabajar por mucho tiempo con ellos, pero había también de los otros y paradógicamente con ellos era con quienes uno tenía más dificultades de trabajar por sus exigencias y por sus extravagancias. Vi de todo en el negocio de la música y para ese entonces tenía que pasar algo fuerte en mí para verme sorprendido. Por suerte José Behar me dejó un buen material de Selena, no sólo en discos o demos sino de imágenes de conciertos, incluso de entrevistas que se le hicieran, sobre todo en Estados Unidos … No me llevó mucho tiempo para quedarme impresionado. Su sola presencia, su canto, su voz, su carisma, su sonrisa, su presencia hacían que uno no pudiera dejar de mirarla. Sabía que estaba ante la presencia de una verdadera artista y que era muy difícil escindir, al hablar de ella, la cantante de la artista y de la persona. Cuando la vi me di cuenta de que buena parte de su secreto era que ella se mostraba tal cual era. Así como Selena era en el escenario, así era en la vida. Si uno se quedaba impactado con sus canciones, al verla se rendía a sus pies, y si encima uno la conocía fuera del escenario se encontraba con el mismo encanto de persona y de mujer. El que termina admirando a Selena la termina queriendo, y si uno la quiere se hace partícipe de sus sueños, de sus proyectos. Al verla en toda su dimensión y no sólo una edición de sus mejores momentos para impresionar a cualquiera, entendí las palabras, los gestos, la admiración y el tiempo que le dedicó José Behar. También comprendí el cariño y el respeto no sólo del público sino del periodismo, de los medios, de todo el mundo. Selena podía gustar o no, pero difícilmente pasaría indiferentemente por la vida. Esa mirada, esa buena predisposición, esa sonrisa eterna .... Hay hechos que hablan por sí solos y que rescatan lo que era Selena y por qué generaba lo que provocaba. Me dio mucha gracia ver cómo trataba a sus “ex novios” en el tema “¿Qué creías?” y en la actitud de ellos. En particular me llamó la atención en una presentación que hizo no hacía mucho tiempo en New York: el “ex novio” estaba duro, con las manos atrás y soportando la “ira” de Selena por su “destrato”. Al final del tema, ella no pudo con su genio y le pegó a modo de chiste una patada en el trasero mientras se reía a carcajadas. El “ex novio” no sólo no dijo ni “mu”, sino que tuvo gestos de agradecimiento .... Y hablando de traseros, me dio mucha gracia en un reportaje en español en Univisión cuando le preguntaron si se había hecho alguna cirugía allí … en las pompis … “No sé cómo pueden decir eso. Yo no me hice nada. Pero puedes comprobarlo tú. Tócalas, tócalas”, le decía Selena a la periodista que miraba con aire de sorpresa a la cámara y diciéndole a Selena que no hacía falta tocar nada, que estaba convencida … Así era Selena. La misma en el escenario como fuera de él. Esa autenticidad no habitual en un artista definitivamente enamoró a un público que no estaba acostumbrado a una artista que interpretara sus temas con tanta pasión, con tanto sentimiento, y más impresionado quedaba uno si esa mujer interpretaba con tanta credibilidad temas de un idioma que no dominaba bien y que lo aprendió de grande. Sólo una mujer con tanto sentimiento para expresar, con tanto Amor, podía generar eso. La gente la admiraba, pero también la quería. No podía separar un sentimiento del otro. Así empecé yo también a admirar a Selena. Así también yo la empecé a querer…

Cuando llegó el momento de encontrarme con ella yo ya había empezado a delinear mis primeros bocetos de canciones para Selena. Esos bocetos fueron hechos más que nada pensando en los proyectos que tenía Emi y de los cuales el padre de Selena estaba totalmente de acuerdo: había que delinear canciones pop, románticas, bien del estilo de cantantes como Whitney Houston o Gloria Gaynor. La idea era potenciar las virtudes de Selena para posicionarla como una gran cantante norteamericana. Era curioso para mí y seguramente era curioso para el público, pues estaba preparando un material que Selena debería en teoría aprender ya que ella “cantaba en español”. Muchos creerían que mágicamente Selena había aprendido en poco tiempo el inglés y que enseguida se lanzó a cantarlo. Cuando muchos se enteraran de que Selena hablaba inglés desde el nacimiento se reirían y se preguntarían muchas cosas, las mismas cosas que me preguntaba yo cuando supe que ella lanzaría este nuevo material. Pero en verdad para poder terminar de armar el material del nuevo álbum de Selena necesitaba verla a ella, necesitaba saber qué tan distinta o que tan igual era la Selena con la que me encontraría con la Selena que veía en un video o en cualquier programa de televisión. Necesitaba verla para saber qué esperaba ella de este nuevo proyecto, cómo se sentiría, si estaba de acuerdo, si sentía que éste era su momento. Muchas de estas dudas se me despejaron en cuanto ella entró al estudio en el que trabajaba. Ingresó con su padre y con su hermano A.B., y francamente quedé impactado. Su sola presencia pero sobre todo su propia actitud hacían llenar el estudio de otro aire, de otro ambiente. Era irresistible no mirarla. Tenía un magnetismo, un poder de seducción y de gracia que hacían acaparar el lugar en el que estaba, ella se hacía el centro y la dueña del lugar pero no por imposición, o por una actitud dominante o prepotente. No. Todo lo contrario. Selena se ganaba a todos por su humildad, por su actitud servicial, por su sonrisa permanente, por la electricidad de sus movimientos, por la ternura de su mirada y por la penetración de sus ojos. Y esa actitud y esa personalidad … Saludó uno por uno a los integrantes del estudio, sean éstos técnicos, ayudantes, ejecutivos, músicos, managers. A todos les preguntaba su nombre y les inquiría por algo de su vida, o les marcaba algo de lo que llevaban puesto o de algún detalle de sus personalidades. En este ambiente uno está más bien acostumbrado a que el artista se sienta como tal y que espera que seamos nosotros quienes vayamos con ellos, los saludemos y nos presentemos. Con Selena era todo lo contrario. Era ella quien se presentaba. Era ella quien saludaba primero. Era ella quien se preocupaba por los demás. Era increíble el cambio de ánimo y en el aire del estudio desde que Selena se presentó ante todos. Allí mismo sentí que tenía terminados los temas “I could fall in love” y “Dreaming of you”. Al menos en mi mente me surgieron nuevas ideas en cuanto vi a Selena y sin necesidad de que me hablara aún. Y hasta imaginé que “I could fall in love” debía ser el primer corte del nuevo disco. En cuanto me presenté a Selena ella me dio un gran beso y abrazo, me dijo “Un placer trabajar contigo”, a lo que enseguida acotó “¿Y qué esperamos para empezar a trabajar?” y echó una enorme carcajada de la cual me iba a acostumbrar por varios días que pensé que serían muchos y divertidos, pero que el destino cruel hizo que fueran sólo unas cuantas semanas que yo no olvidaría jamás…

A poco de comenzar a trabajar con ella noté que, tras su sonrisa, su excelente ánimo y su buena predisposición, Selena tenía una gran angustia. Me animé a preguntárselo en el medio de un parate entre toma y toma de voz en una de las canciones. “Es que no estoy acostumbrada a trabajar fuera de la dirección de mi padre como manager y de A.B. como el compositor de mis canciones. También me siento un tanto extraña cantando sin mi banda. Aparte estoy ante un gran desafío. Por allí temo que este nuevo proyecto no le caiga bien a muchos y me dejen de querer…”. Fue una de las pocas veces que la vi a Selena un tanto seria y hasta un tanto triste. Se sentía rara fuera de su familia y de su ámbito familiar. Pero también creo que estaba angustiada por los rumores que circulaban desde el año anterior en el que decían que ella se iba a separar de la banda por el hecho de que sus discos, por el tema del “crossover”, ahora se editaban como “Selena” y ya no como “Selena y Los Dinos”. Si bien siempre ella dijo que este proyecto no impedía que siguiera con la música texana y en español, y con Los Dinos, ella daba cuenta de que ello alimentaría los rumores … La manera frontal y tan pura para expresarse de Selena me hacía pensar que ni ella ni todos los Quintanilla estaban muy acostumbrados al maltrato de la prensa malintencionada y de la gente canalla. Ellos creían en su trabajo y en la honestidad para lograr los objetivos. No se les pasaba por la cabeza que alguien podía tener malas intenciones con ellos o que podían elucubrar cosas para ganar prensa y más dinero a expensas de su fama ganada a base de trabajo y esfuerzo … Creo que Selena empezó a tomar conciencia de ello a partir de su notoriedad, y en función de lo que sucedió luego, no pude evitar pensar que por allí ella ya veía cosas que no le gustaban, que empezaban a angustiarla internamente y que temía no saber resolverlas. Era obviamente un momento nuevo para Selena y ella no quería defraudar … “Pero tú sabes que siempre contarás conmigo. Yo haré lo que tú me pidas todas las veces que quieras y me quedaré todo el tiempo que me necesites. Yo quiero llegar bien lejos pero para eso tengo mucho que aprender”. Recuerdo haberme conmovido con esas palabras y con esa actitud. Tenía muchas ganas de abrazarla pues sentía que tras su sonrisa Selena era una mujer que necesitaba mucho cariño y comprensión. “No te preocupes, Selena. Entiendo tu preocupación y tus deseos de perfeccionarte. También comprendo que estés un poco inquieta con toda esta nueva forma de grabar en inglés sin tu banda. Pero sabes que es la oportunidad que tanto buscabas, que tu familia deseaba y que por fin se les da. Y creeme. Tienes mucho talento y mucho carisma. Yo sé que llegarás lejos, muy lejos. Con estos temas que estás grabando yo sé que impactarás al público que menos te conoce y deslumbrarás a lo que ya saben quién eres. Y no te preocupes por este cambio. La gente que te admira aceptará sin duda tu nuevo disco y tu nueva imagen. Te he visto en anteriores conciertos y esa gente no sólo te admira. Te ama. Ya querrán verte triunfante con todas tus nuevas canciones. Además, tú fuiste muy honesta con todos. Les anunciaste de este disco desde hace bastante tiempo y nadie lo vio mal. Por eso, Selena, no te preocupes, que aquí estamos para ayudarte y para que seas la mejor cantante que ha dado este hermoso país”, le dije de todo corazón. Selena me abrazó y me dio un largo beso. Sólo tuvo palabras de agradecimiento para mí. “No sabes lo que me sirven tus palabras. Era lo que necesitaba escuchar. ¡¡De aquí en más sólo encontrarás a una Selena que está dispuesta a dar todo para que todos ganemos en esta empresa!!”. Y desde ese momento volvió a su sonrisa habitual, a su andar inquieto y a dar lo mejor de sí. Sabía que todo dependía de ella, como lo había sido siempre, y que esa presión lejos de achicarla agigantaba su figura y su predisposición de ir siempre por más. Era la primera en entrar y la última en irse. Preguntaba cosas, sugería otras. Selena era una mujer con ganas de todo. Sólo bastaba darle ánimos para que ella se sintiera lo que internamente sabía y que difícilmente lo dijera públicamente: que ella era la mejor y que este disco sería la confirmación de ella y el descubrimiento de todo el mundo de su talento. Fueron los días más felices de mi vida por compartir la felicidad, el trabajo, el compromiso y las ganas de Selena. Estábamos haciendo algo hermoso y a lo grande. Imaginaba el futuro como lo sentía Selena, en el que nadie podría detenernos. Claro, al imaginarnos el futuro pero con previsibles obstáculos, todos pensamos en el afuera más que en el adentro. Al pensar en dificultades, pensábamos en eventuales retrasos y no en que todo podía terminar del modo más absurdo, ridículo, atroz, injusto. Aprendí que a veces para impedir que un ataque nos agarre de sorpresa tenemos que mirar más en el adentro que en el afuera. Claro que en aquel momento, ¿quién iba a pensar en un ataque a Selena, quién podía pensar que no iba a ver más a esa mujer en tan poco tiempo? Nada más injusto que este mundo, nada más que frenética esta humanidad que permite que se nos vaya Selena del modo más violento e impropio de la imagen que Selena nos dejó como artista y como persona…

Era hermoso trabajar con Selena, siempre con su sonrisa, siempre colaborando con nosotros … Recuerdo que ella nos pidió que pusiéramos unas palabras en español en “Dreaming of you” y en “I could fall in love”. Y podía no estar en el estudio y aun así colaborar a la distancia. Cuando sumamos a David Byrne, de los Talking Heads, para hacer “Dance with me/Baila conmigo”, ella se ofreció a grabar sus partes en los estudios de q-productions para que David pudiera completar su parte. A él le calló muy bien Selena desde que supo de su existencia. Él siempre se interesó por la música de otras culturas que él no conocía tanto y eso lo llevó a Selena. Él quería que en la canción a dueto mantuviera esa frescura de cantar en ese idioma del cual todo el mundo la conocía, más allá de su verdadero origen y de que se trataba de un disco en inglés. “Pero estaría bueno que en ese disco se la reconociera a Selena cantando en español. De última, no deja de ser un tema que está cantado en ambos idiomas como los otros temas. Sólo que aquí aparecería un poquito más el español. Nadie lo notará y a muchos les gustará”, dijo un David entusiasmado. Él tenía muchos proyectos con Selena, que iban mucho más allá de este disco que preparábamos. Se había lamentado de no poder juntarse con Selena por una cuestión de agenda, pero se emocionó con la actitud de ella grabando su parte y hasta sugiriendo algunos cosas para ese tema. “Esa mujer llegará lejos. No tengo dudas, Es talentosa, tiene actitud, pero fundamentalmente es diferente, bien diferente del resto”, me decía David. Él fue moldeando el tema con esas grabaciones mientras esperaba con entusiasmo poder encontrarse con Selena para cantarlo juntos … El destino quiso caprichosamente que terminara de grabarlo solo, con lágrimas y por Amor a esa mujer que tanto le encantaba…

Cada día que pasaba no dejaba de sorprenderme la energía de esa mujer, de esa cantante, de esa artista. Incluso remarco la palabra energía por sobre la de alegría, porque por ahí Selena podía estar cansada, ansiosa y hasta fastidiosa, pero ella nunca dejaba de estar dispuesta a todo, de hacer lo que debía realizar, de colaborar en todo lo que fuere necesario. Muchas veces sus risotadas eran de alegría pero también eran de nervios. Selena tenía esa tendencia de no poder soportar el silencio del estudio o que alguna charla quedara trunca sin posibilidad de continuar. Si eso se daba, ella irrumpía con alguna carcajada o decía algo gracioso que obligaba a que todos siguieran el relato chistoso y así olvidar ese silencio tan molesto para ella. Recuerdo una jornada larga y extenuante de grabación, en la que yo quedé con mis brazos apoyados en la consola y mis manos puestas más adelante que me servían para apoyar un ratito la cabeza y descansar. Al rato veo que alguien se acerca con un café en la mano y una amplia sonrisa. “¡¡Vamos, remolón, que debemos seguir grabando!!”, me dijo Selena y echó a reír a carcajadas. Yo estaba seguro de que Selena estaba más cansada que todos nosotros juntos, pero ella no concebía no cumplir con lo suyo, no hacer siempre hacer algo más y no irse hasta no dejar satisfechos a todos. Era su marca personal, su sello distintivo. Muchas veces debíamos postergar algunas grabaciones porque ella debía presentarse en conciertos, festivales, entrega de premios y programas de televisión. Ella grababa lo más que podía aquí en Nashville y los otros arreglos lo dejábamos para el final o Selena lo hacía directamente en el estudio de su padre en Corpus Christi. Con ella viví lo emocionada que estaba cuando volvió a recibir todos los premios en los Tejano Music Awards y la frustración de no haber podido repertir el Grammy. En lo personal yo me sentí muy mal al advertir que Selena no había vuelto a ganar el Grammy en 1995, porque intuía que si ella lo hubiese ganado de nuevo, los grandes medios de comunicación volverían a tomar nota de Selena y darían cuenta de lo que Selena ya había obtenido en todo este pequeño período de tiempo. Sentí que si Selena lograba de nuevo el Grammy, sus padres, los medios, los periodistas estarían encima de ella y Selena no podría quedarse tan sola, como aquel nefasto día … Hoy suena una tontería, pero si las cosas se hubiesen dado de ese modo a Selena no le hubiese pasado lo que le pasó. Estoy seguro de ello. Selena estaría ocupada en dar notas, en recibir nuevos productores, nuevas propuestas y nuevas ideas. Su mente no estaría ocupada con simples caprichos ajenos, no estaría siendo abusada en su buena fe, y estaría enfocada en su realización personal y artística. Yo la veía tan entusiasmada, tan ilusionada … Cuando se acercaba el concierto del Houston Astrodome, Selena estaba preparando su show en función de su futuro disco en inglés. Ella me mostraba cantando cómo iba a empezar su show, a la vez que me enseñaba sus movimientos, su baile, su rutina. Se movía y se reía. Siempre esperaba tras ello la aceptación y el cariño en respuesta a lo que ella ofrecía. Todavía puedo ver su sonrisa por la repercusión del concierto, el nuevo récord de asistencia al público, sus sueños … Había comenzado marzo y había que moverse más en el tiempo que teníamos disponible porque Selena tenía muchos compromisos. Y no contenta con todo lo hecho, ella estaba preocupada pues no sabía cuándo podría ir a los países de Sudamérica a los que había prometido ir y cuya gira e itinerario se había complicado con la preparación del disco en inglés y con los conciertos que ello suscitaría. De hecho había que ver cómo Selena cumpliría con los conciertos en México en función de las entrevistas y promociones que Selena realizaría desde ese mes de marzo para adelante para promocionar su nueva faceta de cantante internacional. Ya tenía una agenda apretada y se notaba que Selena lucía algo cansada en algunos momentos de las grabaciones, aunque podría jurar que había empezado a ver algo más, algo más que no lo explicaban ni el cansancio ni el ajetreo del cual Selena ya estaba bien acostumbrada desde pequeña. No podía darme cuenta, pero claro, no suponía que podría ser tan serio ... Si lo hubiese sabido, si lo hubiese entendido cuando la vi acompañando a Selena en una tarde lluviosa en el estudio en uno de los tantos días en los que grabamos con Selena en marzo ... Pero no había modo. Yo no podía imaginar que esa mujer que lucía tan dócil, tan solícita, tan dispuesta a ayudar a Selena en todo, en oficiar de asistente, que cultivaba un perfil tan bajo, que tenía una confianza que era mutua no sólo con Selena sino con toda la Familia Quintanilla, podía hacer semejante cosa poco tiempo después, convertirse de pronto en un monstruo. No había forma de saberlo. Esa insensata nos había engañado como tontos, nos vendió una imagen que no existía. Esa pérfida era todo lo contrario a Selena: no era franca, no era sincera, sus motivos ocultos siempre los guardó bien, era manipuladora. Cuando supimos que era una psicópata ya era tarde, muy tarde … Yo jamás me olvidaré de la última imagen que tengo de Selena: ella había tenido otra jornada agotadora de grabación y pronto debía irse para otros festivales, conciertos propios y benéficos. Habíamos pensado que tal vez podría venir para el viernes 31 de marzo, pero Selena tenía que ir a dar un concierto en Los Ángeles al otro día. Yo estaba un poco molesto, pues se me retrasaba la finalización del disco, pero entendía los compromisos cada vez mayores de Selena. Habíamos quedado en que Selena grabaría algunas pistas en q-productions y a la vuelta del concierto de Los Ángeles tendríamos al menos dos semanas completas para trabajar … Estaba allí en la consola tratando de rearmar todo cuando vi que alguien se apoyó a mis espaldas atascando de atrás la silla en la que estaba sentado. Cuando levanté mi cabeza y di vuelta vi que estaba Selena ofreciéndome su mejor sonrisa y unos nachos que estaba comiendo. “¿No estarás molesto, no?”, me dijo algo preocupada y esperando que yo la sacara de toda duda. “No, para nada. Ya tengo todo planificado. Lo bueno que mientras tú estás en algún concierto, yo podré terminar con los arreglos de los temas grabados, pulir los que empezamos a grabar y ultimar las canciones que faltan”, la tranquilicé … “Y no te preocupes. Yo grabaré todo lo que me pidas en el estudio de papá y ya en abril me tendrás aquí todo el tiempo que sea necesario para terminar el disco. Sabes que también es muy importante para mí … ¿De acuerdo?”, me dijo Selena levantando sus dedos pulgares en señal de aprobación y sonriendo una vez más. Yo levanté mis dedos pulgares también, y al ver esa sonrisa de niña ilusionada, de mujer que recién se asomaba al estrellato luego de tantos sacrificios y frustraciones, alcé mis brazos y la agracé bien fuerte. No me pude resistir. Selena hacía que uno no se resistiera … Pero ese día sentía algo especial por ella. Sentía ternura, ternura por una mujer que necesitaba tanto Amor, tanto afecto, tanta comprensión. Enseguida me aparté y le hice una seña para que se marchara de una vez, que cumpliera con lo suyo, que yo la estaría esperando para seguir grabando el disco en inglés. “¡¡Nos vemos en dos semanas!! ¡¡Bye, bye!!”, dijo y se fue corriendo y riéndose, tal cual su costumbre … Me gustaría pensar que son eternos los días y las semanas, y por eso es que aún no han pasado esas dos semanas … aún recuerdo esas imágenes y no puedo creer que Selena ya no volverá…

Cuando uno de mis asistentes me lo comunicó fríamente aquel nefasto 31 de marzo yo quedé shockeado. Pensé en cuando le ofrecí venir ese día para acá y ella decirme que no podía pues debía ir a Los Ángeles. Me pregunté por qué no estaba allí ya ese día en vez de quedarse en Corpus Christi. Y si no lo hizo pues iba a cantar en q-productions, me pregunté por qué no estaba grabando en el estudio de su padre en vez de estar en ese motel con esa “servicial mujer” que la esperaba con la “sorpresa” más absurda y más tétrica. Me puse a pensar en ese momento y quise sentir lo que siente en su piel una niña cuando es lastimada por primera vez, cuando mira su herida y a su agresor sin comprender, cuando lo mira como diciéndolo “¿Por qué me has hecho esto si yo te di todo mi Amor y mi cariño?”. Hablé con su padre, hablé con Chris, hablé con sus hermanos. Obviamente no pude hablar con su madre. Sólo pude descargar mi angustia con A.B. Lo noté al teléfono tan shockeado y tan desconcertado como lo estaba yo … Yo creo que aún lo estamos y siempre lo estaremos … Me costó poder seguir “a como sea” el disco. Se me dijo que había al menos que “terminar” el sueño de Selena, que debíamos convertir de ese disco grabado a medias en un tributo, en un Legado de Selena. Cuando terminamos de mezclar los temas grabados, no pude dejar de llorar largamente … Era muy fuerte escuchar esa dulce voz de Selena … Esa voz que ya no volveré a escuchar y que sólo me quedaron como recuerdos esas grabaciones, y esa persona tan risueña y tan llena de vida que había detrás de esa voz. Me costó mucho completar el disco. Yo hubiese preferido completarlo con temas en inglés. Sabía que sólo podíamos agregar algunos temas de estudio. Pensé que por allí sería bueno poner aquel Disco Medley del concierto del Houston Astrodome o algún tema interpretado en vivo de algún concierto de San Antonio, Chicago u Odessa … Me dijeron que la calidad de sonido no era buena y que mejor sería completar con temas en español hechos en estudio y masterizados … Era una forma de recordar a Selena con lo que Selena sí ella llegó a grabar … Me volví a ver con José Behar y sólo nos abrazamos en silencio … Cualquier palabra que agregáramos nos bajaría para siempre los brazos y no lo podíamos permitir … Selena no nos dejaría … Cuando completamos “Dance with me/Baila conmigo” con David Byrne, él le puso la mejor onda ante tanto dolor. Él pudo hacer algo que yo casi no pude: tratar de recordarla con alegría por lo que nos había dejado … Me era imposible. Cada vez que lo intentaba, cada vez que lo quería hacer, recordaba su sonrisa y su promesa de que volvería en dos semanas. Cada vez que quería recordarla con alegría me venía esa imagen una y otra vez, y una y otra vez me iba a un rincón a llorar. Todas las veces que me han venido esas imágenes sólo atiné a mirar por la ventana y estar un largo tiempo esperándola, esperando que ella volviera, que al menos diera alguna señal. Lo que más me da pena no es todo lo que pudo haber sido, todo lo que pudo lograr … No … Lo que más me duele es no ver a Selena hablar, no ver a Selena sonreír, no ver a Selena amar y ser amada … Renunciaría a hacer el mejor de sus discos si eso la trajera de nuevo a este mundo, pues en definitiva eso quería Selena, vivir, más que dejar un legado, más que ser un mito, más que ser una leyenda. Selena sólo era una niña que quería sonreír y que todos sonrieran con ella…

Me costó mucho seguir después de aquello. Es difícil seguir cuando uno encontró a la mejor artista y persona, y ésta se ha ido … Hoy sigo produciendo, sigo creando, pero siempre lo hago pensando en ella, pensando en que vendrá luego de esas dos semanas para seguir cantando. En eso sí soy optimista, quiero ser optimista. Sé que algún día ella volverá y yo estaré aquí preparado con mis mejores canciones para que ella las grabe con su mejor sonrisa…

(Quisiera poder hacer algo, quisiera poder cambiar la historia. La vida nos puso en una dura prueba, una prueba de haber visto lo más lindo sólo por un ratito, por un pequeñísimo tiempo. Está en nosotros en que ese instante se haga eterno, que ese chispazo en el que Selena estuvo presente se convierta en algo perenne, en un sentimiento que se lleva para siempre. Está en nosotros … Y es nuestra responsabilidad si la recordamos como ella quería, con Amor, con su Amor. Sólo así quedará Selena por siempre en los corazones de todos los que la han sabido querer.)

Yo también te espero, Selena. Yo también tengo preparada mi mejor canción para que tú la cantes con tu mejor sonrisa…

Eres lo más hermoso que ha dado este mundo, Selena…

Simplemente te quiere…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)





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