¡¡Oh, no, Selena!!


¡¡Oh, Selena!! Más que nunca ahora cántame esa partecita de “¡Oh, no!”, esa canción que sólo pudiste cantarla en un reportaje como adelanto de lo que se vendría, de lo que harías para encantarnos otra vez. ¡¡Por favor, no me dejes solo ahora, no me dejes solo una vez más!! … ¡¡No ves que te necesito!! ¡¡No ves que te estoy esperando!! ¡No ves que me siento solo sin ti! Sólo tú puedes calmarme con tu voz, sólo tú puedes sacarme del martirio de vivir entre tanta miseria y rencor. Sólo tú puedes retirarme de esta soledad insoportable, de ese sopor de estar allí yendo sin rumbo, yendo sin motivo, yendo sin razón, Tú le das sentido a las cosas, tú le das sentimiento a las canciones. Tú le das Amor, dulzura, énfasis a cada palabra, a cada expresión. Tú, sólo tú, Selena, sacas una sonrisa de mi boca cuando nada en el mundo me da motivo para sonreír. Tú, sólo tú, Selena, le das motivo a mi existencia, Amor al odio, abrigo al enfermo, ternura al que ya no tiene nada. No se trata de sacralizarte ni de darle un sentido santificador a tu obra. Sólo se trata de expresar lo que generas, lo que dices, lo que impactas, cómo llegas al corazón, cómo es imposible vivir sin ti, cómo no se te puede olvidar. Tal vez no te des cuenta, Selena, pero creeme que sólo escucharte, verte y sentirte alivia las penas de mi Alma, el dolor de la indiferencia, del desamor, de la locura de un mundo que perdió el rumbo, que definitivamente lo ha perdido desde que tú te fuiste, desde que te fuiste sin poder siquiera despedirte, sin siquiera sonreírnos por última vez…

Uno siente que tu destino es nuestro destino, tu vida es nuestra vida, tu dolor es nuestro dolor. Porque tu partida no sólo genera el dolor de aquellos que te amamos. Tu partida es el dolor de arrancarnos el corazón, de sacarnos de cuajo el sentimiento más hermoso y más genuino. Uno contigo no puede dividirse, no puede escindirse. Contigo uno se siente pleno, feliz, contento, en un grado de elevación de espíritu que no se logra con nada ni con nadie en el mundo. Tú lo llenabas todo con tu canto, con tu baile, con tu presencia, con tu risa, con tu saludo, con tu sinceridad, con tu humildad. Contigo no había espacio para especulaciones, para pensamientos negativos, para buscar la felicidad deseando que el otro haga lo que debemos hacer nosotros, no había espacio para la envidia, para depender de los demás para ser felices. Contigo todo era paz, llenabas todo con tu dulzura, con tu encanto, con tu voz, con tu carisma. Eres de las pocas artistas que había logrado que nosotros recorriéramos con nuestros ojos sólo tus movimientos, tu sonrisa, tu baile, tu estilo. Es que en ti podíamos confiar, además de sentir placer. Es la confianza del niño que sabe que puede apoyar su cabeza y recibir la contención de su madre, y que nada malo puede sucederle. Y esa confianza se lograba porque eras sumamente auténtica y genuina. Uno al verte sabía que lo que mostrabas reflejaba lo que eras en realidad. Tú no ocultabas nada, tú te mostrabas tal cual eras, con tus gustos, con tus risas, con tus bromas. Podías sorprender, pero eso era parte de tu estilo. Uno podía no saber qué traerías, pero sabíamos que algo nos tendrías preparado, que nos llenarías la boca de asombro. Del mismo modo eras en el escenario. Le dabas allí ese plus, ese movimiento, ese gesto, ese registro de voz, esa mirada que te hacía única, incomparable, irrepetible. A veces pienso que esa sinceridad, ese mostrarte con la cara lavada y la frente bien en alto tal vez haya provocado lo que te sucedió, pues nunca pasaría por tu cabeza escatimarle algo a alguien, mostrarte mezquina, ocultando algo a alguien a quien confiabas. Tú eso no lo podías hacer aunque a veces era necesario hacerlo con cierta gente. Pero esa “enseñanza” no estaba en tu registro como en nadie de los que te amamos. Y que preferimos ser como tú y tener tu destino de grandeza en vez de ir en la vida con la cabeza gacha sin poder mirar a la gente por no haber sido lo suficientemente sincero y valiente como para afrontar cada momento de la vida. Tal vez eso que te produjo el destino y que es tan doloroso es a la vez el mayor motivo de nuestro orgullo … Porque te fuiste siendo tú misma, porque te fuiste creyendo en los demás, en tus ideales y en tus pensamientos…

¡¡Vamos, Selena, adelántame algo más!! No me dejes con las manos vacías. Dale un sentido a mi vida, a las cosas, a este mundo. Sin ti las cosas pierden sentido, la fuerza, la vitalidad. Contigo uno no se siente nunca solo, el dolor se deja, el mal ambiente que nos rodea y al que estamos acostumbrados se va. Pues todos los sentidos van sólo dirigidos hacia ti. Tú acaparas la atención, tú llenas los espacios con tu imponente presencia, como lo hacías cada vez que aparecías en un evento, en una fiesta, en una presentación, en un concierto. Sígueme cantando, invítame a bailar, dime que vale la pena seguir luchando, que nunca hay que darse por vencido, que siempre hay un motivo para pelear por los sueños, que nada es imposible, que todo se puede lograr. Sígueme mostrándome cómo eres en realidad, muéstrame cómo eres cotidianamente, en tu vida diaria: cómo cocinas, por ejemplo, cómo te gusta encantar a los comensales con una linda comida y su presentación. Muéstrame cómo sales a patinar, cómo te las ingenias para aprender todo tan rápido y que aceptas cada reto que se te plantea. Muéstrame tus animales y cómo juegas con ellos. ¡¡Vamos, Selena!! No pierdas un minuto más, que cada uno vale oro. No te detengas, sigue cantando. Canta como si fuera la última vez, como si no hubiera otra oportunidad para cantar “Oh, no”, como si tuvieras que grabarlo ya mismo, como si hoy hay que terminar con el disco en inglés. No pienses en el después. Piensa en el ahora, piensa en todos los que te estamos escuchando y que sólo tu voz puede calmar a la última de las fieras y alumbra al más necesitado de afecto. ¡¡Vamos, Selena!! Demuéstrame que estás allí, que no te has ido y que quieres ver a la gente feliz siendo tú misma una persona feliz…

¡¡Vamos, Selena!! Cántame al oído, paséate a mi lado como si estuvieras en el Houston Astrodome cantando “No me queda más”. Susúrrame al oído, llora con cada palabra, demándame con tu desgarradora voz que no te he correspondido, mírame a los ojos e inquiéreme desde lo más profundo de tu corazón. Hazme sentir que vivo cada instante, cada momento, cada sentimiento. Hazme creer que todo eso es cierto, que no es fantasía, que me lo estás cantando a mí, que esperas de mí algo más que el escucharte. Pregúntame, oblígame a darte una explicación. Sabes que sólo a ti te debo todo, que nunca me negaría a tus pedidos, que no me daría la cara para marcharme sin decir palabra, que no tendría el valor de decirte “no”, que sólo haría lo que tú me pides sin exigirme nada, porque tu Amor haría que todo lo que haga sea por cariño y convencimiento, y nunca por imposición. ¡¡Vamos, Selena, zamarréame, pide respeto y atención como a tu “ex novio” en “¿Qué creías?”. Sabes que yo me quedaría quieto y sólo miraría para abajo por el respeto supremo que te tengo, porque sólo tú eres la Reina, la Reina indiscutible, la que siempre portará su corona sin que nadie le pregunte por qué. Sabes que siempre estaré esperándote para vivir ese momento, ese momento en el que me siento vivo, porque estoy feliz y orgulloso de que estés a mi lado… ¡¡Vamos, Selena, no me hagas enfrentar la ingratitud de este mundo solo!! Todo este dolor sólo lo puedo sobrellevar si tú estás conmigo, si tú cantas a mis oídos tus hermosas canciones, esas canciones que sólo tú podías cantar…

¡¡Vamos, Selena!! Invítame a bailar. Cántame “Techno cumbia”, muévete de un lado para otro, exhíbeme tu sonrisa, baila al son de la música, sacude tu vestido e invítame a bailar como lo hiciste con Raúl Velasco en “Siempre en domingo”. Impáctame con tus vestimentas. Muéstrame hasta dónde puedes llegar, muéstrame tu estilo, tus diseños, tu personalidad. Aparece con tu pelo largo y con flequillo o más tarde con tu pelo voluptuoso y enrulado. Aparece con tus boustiers o luego con tu chaqueta estilo cantante de rock. Muévete, sonríeme, dime lo que me vas a cantar. Demuéstrame que eres la mejor, que con tu presencia no hay lugar para nadie más. No te muestres vulnerable. No te muestres vencida, sin energía y sin pasión. Demuéstrame que tú puedes lo que nadie puede. Demuéstrame que con trabajo, honestidad, persuasión y objetivos claros todo se logra, todo se puede. Demuéstrame que con tu ejemplo se llega lejos, muéstrame todo lo que hiciste y te sacrificaste para llegar al lugar en el que estás. Muéstrame tus diseños, muéstrame tus ideas, regálame cada cosa que haces con tus manos y por obra de tu cabecita inquieta. Cuéntame tus sueños, dime todo lo que pasa por tus pensamientos, exprésame hasta dónde quieres llegar, cuáles son los lugares a los que quieres ir cuando el éxito mundial llegue con tu disco en inglés. Ríete con ganas, interrúmpeme cada situación embarazosa con tus risotadas interminables, descarga tu energía acumulada de tantos años de espera e incertidumbre. Cuéntame de tu futura casa, dime en qué consiste, háblame del lago que está dentro del predio que has comprado. Dime si has pensado en tener niños, si lo vas a dejar para cuando hayas consolidado tu triunfo en todo el planeta o mejor los tendrás ahora ya que te das cuenta que los sueños personales y profesionales pueden ir de la mano. Dime qué se siente ahora que estás en la cumbre siendo tan joven y tendiendo toda tu vida por delante. Dime si aún sientes miedo, si aún no puedes creer lo que estás viviendo y todo lo que has logrado. Dime con qué sueñas, dime si te imaginas cómo serán las cosas cuando todo el mundo pronuncie tu nombre. Cuéntame todo lo que quieres hacer con tu negocio de la ropa. Dime si sueñas con que toda la gente invoque tu nombre con la frente en alto y con orgullo por las calles, por la vida, por el mundo, y que pongan a sus hijos el nombre “Selena” en tu honor. Dime cómo te imaginas dentro de 10 años cuando hayas logrado todo lo que pueda obtener una artista. Dame tu impresión de cómo quieres estar cuando ya seas alguien muy mayor. Cuéntame cómo quieres que se te recuerde. Afírmame y reafírmame que tú eres la mejor, aunque me lo digas en voz baja para que no lo escuchen todos y crean tontamente que eres una persona llena de vanidad. Recuérdame cada palabra que expresaste cuando ganaste tu primer premio a la mejor cantante en los TMA en 1987. Dime que agradeces a Los Dinos porque sin ellos no eres nada, que obviamente si ellos ganan tú ganas, pero que si pierdes no los conoces… Ríete con ganas de sólo recordar esa humorada hecha a los 16 años…

¡¡Vamos. Selena!! ¡¡Cántanos!! ¡¡No te detengas!! No hagas un vacío que nos haga ver la realidad de tu ausencia … Baila … Sigue bailando. Muévete a uno y otro lado del escenario. Invítanos a participar de tu magia. Canta “Como la Flor”. Cántala como en Festival Acapulco. Impáctanos con tu tremenda voz, con tu mirada, con tu expresión. Haz que sólo nos dejemos llevar por la canción y nada más. Invítanos a estar atentos. Detén tu voz para que nosotros completemos la frase que tú dejaste inconclusa para que tú sigas dando tu show. Muévete, salúdanos, invítanos a alzar las manos, a cantar. Pide ayuda a uno y otro lado. Saluda a cada uno de los que se suben al escenario para agradecerte. Ellos sólo quieren expresarte su cariño, cada uno a su modo. Retribúyelos como siempre lo haces, sin negarle nada a nadie, ofreciéndole más que una hermosa voz. Dándoles Amor, cariño, presencia, personalidad. Muestra que en ese Festival puedes hacer cantar y bailar a los fans de otros cantantes que esperan su turno para ver a su artista. Haz que se olviden para qué han venido luego de verte. Que sientan que todo lo que esperaban encontrar lo hallaron viéndote a ti. Que vean que el sólo contemplarte cambia el rumbo de las cosas, de la vida, de los acontecimientos. Que sientan que por nada del mundo te cambiarían, que sientan que no han encontrado a nadie en el mundo que sea como tú. Que vean que no se trata de hacer comparaciones absurdas, que no se trata de ser sólo la mejor. Mejores y peores hay en todas partes. Pero distintos hay muy, muy pocos. Y tú Selena eres única, diferente, irrepetible, distinta, incomparable. Demuéstrales que puede haber mejores pero que nadie hará lo que haces tú. Muéstranos tus miedos y tus emociones cuando cantaste y recibiste el premio a la mejor cantante en Premios Lo Nuestro 1993. Muéstranos que tu propia responsabilidad y tus deseos de no defraudar hacían que cada concierto fuera diferente y que llevaras siempre un nudo en el estómago antes de empezar. Muéstranos que sigues estando allí, que el error es nuestro de no escuchar esas palabras, tu voz pidiéndonos “Ayúdame”. Muéstranos que estás allí, que no nos has dejado solos, que sigues allí para hacernos felices, y para sentirte acompañada y contenta. Exhíbete feliz entre la gente que aún te ama y que daría todo para que tú le des la alegría que perdieron con tu ausencia, todo para que les hagas un poco de compañía, todo para poder volver a sonreír…

¡¡Vamos, Selena, ríete!! Hazme una broma, de esas pesadas que hacías. Sabes que a mí no me gustan, pero las toleraré sólo porque las haces tú y para verte alegre, feliz, distendida. Sé que más allá de la fama a ti te gusta ser una mujer simple, comportarte como tal y gozarlo. Sé que te gusta poder vivir cada momento con intensidad. Sé que te has acostumbrado a ello y que lo sigue viviendo así. Sé que te gusta pasar largas noches hablando de tus cosas, decir lo tuyo, tus vivencias, tus sentimientos. Sé que detrás de esas bromas hay un momento en el que todo se hace un clima intimista que lleva a la reflexión y a hablar con el Alma descubierta. Sé que es algo que poco se conoce de ti, pero que es parte fundamental de tu sentir. Es que durante mucho tiempo sólo observabas la noche, la luna, las estrellas, el cielo, el mar sin que nadie estuviera a tu lado para escuchar esas cosas que querías decir, gritar, anunciar a viva voz. Sé por todo lo que pasaste sin poder decir nada. Sé lo que significa ser ahora el fruto de tanto esfuerzo y dedicación. Dime tus dudas, dime que quieres tener más espacio para ti, que quieres conocer más gente, que desearías moverte con otros cantantes y artistas, que te gustan los proyectos que te acercan, que desearías probar ser actriz en el futuro. Dime lo que significa para ti ser Selena ahora, que todo el mundo te quiera, que nadie te odie ni te envidie. Dime cómo lo has logrado, cuál es tu secreto, cuál es la razón por la cual te quieren tanto. Dime lo que significan ellos para ti, cómo te gustaría compensar tantas muestras de Amor. Dime qué harías sin ellos, que sucedería si ellos te dejaran de querer. Dime qué es para ti el miedo. Aunque te cueste mucho, cuéntame en qué consiste la pesadilla que cada tanto te atormenta. Sé que es difícil siquiera intentar contar ese tipo de cosas. Creeme, Selena, que te entiendo perfectamente, pero intenta contarme de a poquito, cada día, cada semana. Seguro que algo hallaremos allí. Tal vez, quién sabe, podamos advertir una señal que te indique lo que se viene, a qué hay que tener cuidado, de quién debemos defendernos. Dime, Selena, si hay algo que te apena y que deseas contar. ¡¡No lo dudes!! ¡¡Cuéntamelo!! Es mejor contarlo. Quién sabe siquiera si habrá una vez para contar aquello que tenemos tan bien guardado en nuestra Alma. Dime si le tienes miedo a alguien, si alguien ya no actúa contigo como siempre. Cuéntame si no encuentras el camino o lo has perdido. Tal vez más que hacerle caso a quienes te dan consejos permanentemente, debes pensar en ti misma y en qué quieres. Cuéntame, cuéntame todo, Selena, en esta noche algo destemplada. Tal vez si dices todo lo que quieres hacer, si puedes expresar todos tus miedos, si puedes decir cuál es tu ideal, si puedes expresar todos tus deseos, entonces, por allí, puedes hacer todo sin ningún temor. Tal vez hablando largamente contigo misma encuentres el camino, la meta, tu verdadero objetivo en la vida. Tal vez animándote a hacer todo te despojarás de tus miedos y saldrás a hacer todo lo propuesto. Es hora, Selena, de abrirte, de dejarte llevar por tus palabras y de volar. Volar al compás de la música, volar para ser dueña de tu propio destino, volar sin ningún límite ni imposición. Volar para hallar uno mismo ese destino que parecía perdido entre tantas obligaciones…

¡¡No te detengas, Selena!! ¡¡No pares, no pares justo ahora!! Sé que si quisieras llegarías a ser la mayor cantante internacional, sé que si te lo propones llegarías a tener un Oscar por alguna película en la que actúes, sé que si te lo propones harías un dueto no sólo con Jon Secada, como lo deseas, sino con cualquiera con el que te propongas. Sé que todos se ofrecerían a hacer un dueto contigo antes de proponerlo tú. ¡¡No te detengas ahora, justo ahora que te estás asomando al mundo, a ese mundo que tanto te costó llegar, Selena!! Trabaja, sueña, no descanses, no desvíes tu camino, no te preocupes por cuestiones que no son tuyas. Piensa en ti, piensa en lo que tienes y en el futuro que te espera. Piensa que sólo se vive una vez. Piensa que el tren pasa una sola vez por la estación y si vuelve no te llevará al mismo destino. Piensa que sólo depende de ti. Piensa que sólo te quieren a ti. Por eso, sigue cantando, sigue cantándome aquellas canciones que saldrán en el disco en inglés. Piensa en todo lo que esperaste para tener esta oportunidad, piensa en todas las veces que lo anunciaste. Piensa en lo ansiosos que están todos en la familia por lograr este nuevo objetivo y en la confianza que se tienen. Piensa en todos los proyectos personales que tienes una vez que triunfes en el mundo … ¡¡Vamos, Selena!! Sigue cantando. Empieza por grabar “Oh, no”. No lo dejes allí en el tintero, sólo cantado en una parte de una entrevista. Termínalo. Disfrútalo cantando. Siéntete una mujer afortunada y talentosa. Siéntete lo que eres, la mejor. Siente lo que generas a la gente. Conquista de una vez por todas a los gringos. Y no importa si te sientes nerviosa. ¡¡Mejor!! Eso te impulsará a dar lo mejor y a avocarte a lo que te gusta. Confía en ti. ¡¡Piensa en ti!! Ponte bien. Si te sientes bien tú te lo agradecerán los demás. Te lo agradeceremos los que te amamos. Lo gozaremos todos. Sé feliz, Selena. Sé dichosa, Selena, siendo como eres, conquistando a todos con tu Alma tierna y deseosa de ser amada. ¡¡Sé tú, Selena, y nadie te detendrá!! Te lo pido por favor, te lo pido por ti, a quien más le deseo que le vaya bien. Yo sólo quiero que tengas el éxito que te mereces siendo tú siendo dichosa y estando orgullosa de ser como eres… Sé que lo lograrás. Inventa un mañana y encárgate de hacerlo realidad…

Te entiendo, Selena. Sé que tú querrás solucionarlo todo, que no podrás desentenderte de ciertas cosas. Sé que no quieres conflictos en tu núcleo de familiares, amigos y conocidos. Sé que acudirás ante el reclamo de alguien. Sé que siempre acudirás si te piden que vayas a un lugar. Yo te entiendo, porque a mí también me ha pasado. Pero los golpes de la vida me han llevado a que priorice mi vida a la de los demás, que primero están mi vida y mi familia antes que cualquier cosa. Por eso, aunque te acusen de egoísta y de insensible, dale prioridad a todo lo que te hace bien. Si ves que te sientes incómoda, vete. Si no quieres hablar, no hables. Si no quieres ir, no vayas. No hagas las cosas por obligación o por culpa. Haz las cosas porque quieras hacerlo. Además, nosotros no somos el centro del universo. Verás que si dejas de hacer las cosas que no quieres hacer, no se vendrá el mundo abajo. Los demás, si te quieren verdaderamente, se las ingeniarán por hacer lo suyo sin molestarte. La gente se adapta rápidamente en la mayoría de los casos. Impone tu criterio y pon los límites que tengas que hacer. No vayas detrás de esa pelota, de esa zanahoria atada a una caña como cebo para las fieras. No vayas por el camino sabiendo que esa decisión te incomoda. No vayas si sientes que algo malo sucede, no vayas a lugares en los que no te tratan bien. No sigas si desconfías. ¡¡Prioriza tus deseos!! Actúa ya como una artista consagrada ante la gente que te quiere retener por cualquier motivo. Piensa que son ellos los que deben esperar y no tú. Sé que tu humildad te impide hacer esto, pero piensa que a veces hay que poner límites para que todos se adapten a tus reglas y a tu condición de estrella indiscutible. No te pido ni que seas soberbia ni que hagas locuras. Te pido que muestres tu impactante figura, tu arrolladora personalidad. Te pido que te fijes en lo que generas y actúa en consecuencia…


Piensa que, por sobre todo, habrá gente que te ama, que sólo querrá lo mejor para ti, siendo Selena, siendo una artista que conquistó tantos corazones como nadie…

Tantos corazones como el mío, que sólo a ti te pertenece…

Sólo espero que me escuches, Selena, sólo espero que estés aquí … por tu propio bien, por tus sueños, por tu propia felicidad…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)



No hay comentarios: