Yo siempre seré aquélla, yo siempre seré Selena…


¡¡Qué nerviosa que estoy!! Recién ahora caigo en que estoy aquí en el Houston Astrodome y que estoy por dar otro concierto de los que ya empecé a acostumbrarme a brindarlos con tanto público y con tanto afecto … Es que acaban de decirme que rompimos el récord del año pasado y allí entendí que estaba en este hermoso lugar del que sólo me traen lindos recuerdos. Y que no se crean que estoy distraída o que no me tomo en serio las cosas. Soy muy profesional y detesto llegar tarde a los conciertos o de no ofrecer todo de mí arriba de un escenario. Lo que sucede es que durante todo el día estuve abocada como nunca a las preliminares del concierto. Como nunca vi tanta gente pendiente de este evento, tan pendiente de lo que vamos a hacer, tan al tanto de lo que estamos haciendo, tan interesada en lo que realizaremos en el futuro. Para mí es muy fuerte saber que este concierto será transmitido en vivo para tanta gente. Ya para mí es una gran emoción saber que hay cerca de 65.000 personas en el estadio. Y también eso conlleva una gran responsabilidad … ¡¡que me tiene los nervios de punta!! Pero saber que encima lo que hoy haremos en el espectáculo lo verá tanta gente al mismo tiempo no me genera sólo el lógico nudo en el estómago, sino sensaciones muy fuertes, muy vívidas, que van mucho más allá de lo que sintamos todos, el grupo, mi familia y todos los que nos han ayudado. Para mí este momento es muy especial. Sé que en todo momento estará no sólo gente de Estados Unidos viéndome, sino de México. Por eso tengo pensado dirigirme a ellos cada vez que les dedique una canción, un saludo, un agradecimiento. Me siento contenta y muy orgullosa. Contenta porque después de tanto tiempo y de tanto esfuerzo, los muchachos y yo hemos llegado a un lugar del que no nos habíamos imaginado que podríamos llegar. La verdad es que todo fue tan rápido y todo fue tan impensado que el ver el resultado luego de un tiempo le da la razón a mi padre, a su arenga y a sus palabras. Cuando éramos niños pensábamos que él había enloquecido, que nos estaba metiendo en algo del cual quién sabe a dónde iríamos a parar. Y hubo momentos en los que esos miedos parecían hacerse realidad. Hubo un tiempo en el que no la pasamos para nada bien. Pero él siempre nos inculcó el valor del esfuerzo, el trazarse metas y hacer todo lo posible para lograrlas. Aún recuerdo cuando nos llevaba en auto a los barrios más caros, nos mostraba las mansiones y nos decía: “¿Ustedes quieren lograr tener esas casas? ¡¡Esfuércense y verán cómo lo lograrán sin dudar!!”. Él siempre nos dijo que nada era imposible. Que si creíamos en nuestras fuerzas, en nuestra fe y luchábamos para llegar a los objetivos propuestos nada impediría lograr nuestros propósitos. ¡¡Y vaya que lo estamos logrando!! ¡¡Y aún nos falta mucho por hacer!! Eso me da mucha alegría. No sólo por mí, sino por todos, pues toda la banda tuvo dedicación y mucha disciplina para llegar al objetivo más deseado. No sólo es mérito mío. Pero debo confesar que en lo personal estoy muy orgullosa. Orgullosa porque pude lograr que la gente se fijara en mí, que me quisiera, que me diera todo su cariño y todo su Amor. No es fácil lograr eso. Lo supe desde muy pequeña cuando me enfrenté a un público con miedo a si lo que estaba haciendo no era muy bueno, con temor por si lo que estaba cantando no les iba a impactar, a si aquellas letras en las cuales muchas de ellas no entendía y las aprendía por fonética no les iba a emocionar y si por allí no se iban a sentir identificados conmigo. Hoy me enorgullece ver que todos se emocionan conmigo, hoy se sienten identificados con mi canto, hoy ven en mí su representante, su hermana que logra lo que ellos han deseado toda la vida para con ellos. A veces pienso si la gente no me da mucho más de lo que yo les doy. A veces confieso que me da hasta cierta vergüenza no hablar tan fluido el español y que en el ámbito familiar me siga manejando en inglés. Pero nadie podrá negar que en estos últimos tiempos he aprendido a hablar el español en forma notable. Hace tres años cuando fui a México con mis éxitos “Como la Flor” y “La carcacha” apenas si podía pronunciar las palabras más elementales en español. Hoy les hablo en su idioma y todos me entienden bien. Pero sé que tengo que darles más, mucho más, porque ellos siempre me dieron su cariño, siempre tuvieron una sonrisa para conmigo, siempre supieron entenderme, y me dieron todo su Amor y comprensión. A ellos les debo todo. ¡¡A ellos les voy a dar mi mejor concierto!!

¡¡Uy!! ¡¡Se acerca la hora del concierto!! Todavía tengo que peinarme, maquillarme, ponerme el vestido. ¡¡Me tengo que apurar!! Que no se malinterprete. No es que no haya preparado nada. No es que llegué tarde o me dejé estar. Tampoco tengo aires de diva y voy a hacerme desear tomándome todo el tiempo del mundo para prepararme. ¡¡De ninguna manera!! Se sabe que mi familia no me lo permitiría. Tampoco las autoridades del Houston Astrodome ni la televisión. Pero por sobre todas las cosas, yo no me lo permitiría. Sé quienes me esperan y qué desean de mí. No es una cuestión de compromiso. Es una cuestión personal. Yo quiero siempre darles más de lo que esperan, sorprenderlos, que se emocionen por lo que les ofrezco y que se encanten por saber que soy una más pero que también soy diferente, bien diferente de cualquier artista. No está mal sentirse la mejor y la más querida. En mi fuero más íntimo me siento bien conmigo misma, satisfecha, feliz, por lo que hice, por lo que soy, por lo que represento, por todo lo que quiero hacer y que sin duda lograré. Por eso me tomo muy en serio todo, por eso mi cabeza trabaja noche y día pensando en todo lo que quiero hacer para mí y para el grupo. Hoy me sentí muy bien al poder ensayar varias veces el concierto antes de ofrecerlo en poco tiempo. Me divertía ensayando los pasos de baile, probando mi voz y el sonido cantando algunas de las canciones, sobre todo las del Disco Medley con los que los sorprenderé a todos al principio del concierto. Una y otra vez cantando, una y otra vez bailando con Don Shelton y con Freddie Correa, una y otra vez moviéndome a uno y otro lado del escenario para estudiar bien el terreno y no cometer ningún error de cálculo al estar frente al público y frente a las cámaras. Incluso en un momento del ensayo impedí con mi mano que una de las cámaras me viera hablando con mi padre que me estaba dando una indicación sobre lo que debía tener en cuenta en función de lo ensayado. Es que quiero que todo sea una sorpresa, que sea algo que no se sepa, que no sea previsible, ya visto, ya expresado. Conmigo todo tiene que ser bueno y novedoso, impactante, original. Conmigo todos tienen que exclamar de sorpresa y de alegría. Yo soy Selena y no puedo a esta altura permitirme hacer más de lo mismo, algo rutinario, algo que ya lo hayan visto miles de veces. Eso no es lo mío, ése no es mi sello, ése no es mi estilo. En cada actuación, en cada presentación, sea de las grandes como ésta, sea en una pequeña, sea en una humilde convocatoria benéfica, sea en algún programa de televisión, sea en un gran festival, yo tengo que impactar no sólo con mi voz sino con mi presencia. Por eso mis vestidos los elijo después de pensarlo muy bien, y recién lo doy a conocer cuando ya sé que será ése y no otro el vestido elegido. El que elegí hoy, uno hermoso de color morado, es de una idea y creación mía para la ocasión y recién lo anuncié a la televisión después de habérmelo probado mil veces y de saber que me quedaba perfectamente…

A veces medito sobre qué piensan de mí los que me admiran, por qué logré cosas que hace un tiempo hubiese jurado que nunca lograría ... Cuando hace un ratito tuve que recibir a algunos fans que habían ganado en un concurso del programa “Onda max” no sólo boletos para el concurso, sino la posibilidad de verme un ratito antes del show, me sentí muy halagada de que me regalaran flores y bombones. Es gente que me da su afecto con todo respeto y con un agradecimiento que me conmueve y me gusta. Toda esa gente tiene sus familias, sus afectos y sus vidas, y aun así me tienen en sus corazones como si yo fuera una más de esas familias, como si fuera una de las personas más queridas, que está entre sus más grandes afectos. Es indescriptible la sensación de sentirse tan querida y tan agradecida. Es a veces difícil de manejar situaciones en las que uno ve y siente lo que una representa para todo ese público. Supongo que he logrado un sentimiento particular con todos que va más allá de un estadio lleno, de una admiración por un éxito, por una linda canción. Para ellos yo no soy una artista más, soy un familiar, soy un afecto, soy su amiga, su hermana, su madre, su hija, su esposa, ¡soy todo! Y para mí nadie es desconocido. Yo los conozco a todos, yo sé lo que sienten, yo sé lo que esperan, sé qué pasa por sus mentes y por sus corazones. Entre ellos y yo hay una comunión de Amor y de cariño que nunca se quebrará, que nunca se olvidará y que siempre se mantendrá a pesar de todo lo que pase, a pesar de los avatares del futuro, de lo que me espera de la vida, de lo que me depare el destino. Supongo que por eso pude lograr un éxito tan rotundo en México. Tal vez por eso logré ser tan exitosa en Texas a pesar de ser tan pequeña y de lo difícil de lograr el reconocimiento siendo mujer. Tal vez por eso pude quebrar esa barrera que parecía infranqueable para todo grupo tejano para llegar el triunfo del otro lado del Río Bravo. Tal vez haya sido eso. Aun hoy recuerdo cuando a los 14 años Johnny Canales me había entrevistado y me pedía hablar el español para el público de México luego de decir en inglés que habíamos pintado nosotros mismos nuestros vestidos. Yo quería esconderme en un cajón porque sabía que haría un papelón, pretendí hacerme la desentendida continuando la entrevista en inglés, pero ante su insistencia sólo atiné a decir “los pintaron” y a echarme una de mis clásicas carcajadas. Siempre las risotadas fueron para mí una buena excusa para cambiar un clima tenso que me asfixiaba ... También recuerdo haber ido a Tamaulipas, México, a los 16 años y dar mi mejor versión de “La bamba” a un público que casi no sabía quién era esa niña que les cantaba y bailaba con tanta gracia. Sí, supongo que hace rato logré lo que disfruto hoy. Nada es casual en la vida. Y la gente no le regala Amor a cualquiera. Se lo da a alguien a quien también le ofrece todo su cariño en cada presentación…

¡¡Ya lo tengo!! Me soltaré el pelo. Dudé en hacerlo pero hoy quiero que me vean así. En estos tiempos tengo ganas de usar el pelo atado, como de hecho lo lucí hoy en todo momento, como lo tuve en los ensayos, en las entrevistas, cuando atendí a la gente, cuando salí a los pasillos del estadio y sorprendí saludando al público que estaba entrando para ubicarse para el concierto. Pero me reservo para el mes entrante lucir el pelo atado. En marzo me esperan Festivales importantes como el de Noches de Carnaval y el de Calle 6. También debo ir a conciertos benéficos como el de la Escuela de los Spurs y a conciertos con otros artistas texanos como el de Chicago. Pero éste es un concierto mío, que tendrá el invalorable aporte de Emilio Navaira y de su Grupo Río. Y en este concierto mío ya tengo mi vestido que lo quiero lucir con esa imagen de la cual todas ya están bien acostumbrados. Mi pelo suelto y mi flequillo. Espero que no haya tanto viento o que el giro del escenario no me haga volar mucho mi pelo, porque ya me veo tocándomelo constantemente para que no se me pare ni se me desarregle. Tal vez podría usar mi peinado más elaborado y con más vuelo como en los conciertos de la Feria de Monterrey, pero ya no hay tiempo para eso. Además, yo quiero usarlo hoy así. Ya habrá tiempo para cambiarlo. Quizá lo haga para cuando presente mi disco en inglés. Quizá para mi próxima presentación personal que será el … ¿31 de marzo? ¡¡No, no puede ser!! No es en marzo. Debe ser en abril … Sí, ¡¡eso es!! ¡¡1 de abril!! Quizá use ese peinado para ese concierto. O quizá para cuando tenga que pasearme por el mundo ante públicos tan diversos, y con otros tiempos y culturas. Pero ante mi gente quiero que me vean como ya están acostumbrados. Quiero que hasta en el aspecto no noten que he cambiado en lo esencial. Que sigo siendo la misma Selena de siempre, a pesar de que ya no soy la pequeña promesa. Sé que soy una realidad, y que esa realidad me llevará a quién sabe qué caminos. Una muestra para ellos será el inicio del concierto. Pero no quiero que ellos piensen que mi vida cambiará, ni que seré otra persona y otra artista porque la música me lleve a otros ámbitos y a otras culturas. Para ellos yo seré la Selena de siempre. Nunca los defraudaré, siempre seré la mujer que vive feliz con su familia en Corpus Christi, no renegando de sus orígenes ni lo que representa para tanta gente. Yo quiero ser la más grande artista, pero también quiero ser feliz. Y fundamentalmente yo quiero que me quieran. Por más éxito que tenga, si no tengo mis afectos no puedo vivir. Por más que tenga éxito en el mundo, si no puedo cumplir con todo lo que soñé desde muy pequeña me sentiré desdichada. Mi gran éxito es poder lograr ser feliz con todo lo que anhelado para mí y para todos los que me quieren de verdad…

No lo voy a decir a nadie públicamente. Me lo diré personalmente y esperaré que me lo digan los demás cuando me vean. Pero ahora que ya estoy preparada para salir puntualmente al escenario como siempre, me veo hermosa. Creo que nunca me sentí tan linda como hoy. Siento que hoy será una gran noche, una noche de la cual se hablará mucho y que pocos olvidarán. Presiento que hoy será el inicio de muchas cosas importantes en mi vida. Quizá hoy se cierre una etapa en mi vida y empiece otra bien diferente. Lo sentí en todo momento al estar preparándome aquí en el Houston Astrodome. Hoy tomé plena conciencia de que estoy en vísperas de algo bien importante, de que estoy en las puertas del gran éxito, en el que mi nombre será conocido en todo el mundo y que ya no habrá fronteras para mí. Hasta ahora siempre fui consciente del avance de mi carrera pero siempre pensé que aún me faltaba mucho para llegar. Hasta no hace mucho relativizaba lo que vivía, dudaba sobre si lo que estaba viviendo era tan importante como para imaginarme si esto me ponía tan cerca del éxito mundial. Quizá quería relativizar todo para no ilusionarme mucho, para no sentirme desilusionada y defraudada. Sufrí mucho cada paso y cada avance. Tuve que dejar muchas cosas en mi niñez y en mi adolescencia, y traté de que no me dolieran demasiado los traspiés pensando en los grandes objetivos, en todo lo que iba logrando día a día por poco que fuera. Siempre quise tener los pies bien puestos sobre la tierra para no ilusionarme de más, para no sentirme dolida si había puesto muchas expectativas inútilmente por algo que estaba más lejano que lo que marcaban la realidad y mis ganas. Pero ahora que veo que todo se va haciendo realidad, ahora que siento que mi disco en inglés saldrá después de tres largos años, de que algo les podré adelantar hoy, de que todo lo que toco se hace posible, de que tengo a la gente de mi lado, de que las grande cadenas televisivas hispanas me buscan y me consideran, de que ya los medios “gringos” me entrevistan porque ven que soy un suceso digno de atender, entonces me permito pensar que nada me detendrá, que no tengo que ocultar mi satisfacción por lo logrado y por lo que lograré. Ya cuando decidí abrir Selena Etc. lo hice más con la idea de aprovechar mi éxito para echar a andar mi gran sueño de ser diseñadora, que por la seguridad de mis éxitos mundiales. Ahora ya siento que lo lograré y de que nadie me detendrá. Hoy les demostraré a todos lo que es ser Selena y de lo que significa ello. ¡¡Les daré un concierto del que no se olvidarán jamás!!

Mi padre ha tocado mi puerta y me ha dicho que es hora de salir. Y por suerte se retiró para que yo misma decida el momento de ir en dirección para el escenario. Me da mucho gusto de que mi padre confíe en mí y de que respete mis tiempos, a sabiendas de que no demoraré mucho. Sabe que me pongo muy nerviosa antes de cualquier concierto, que necesito mentalizarme y encarar este instante sola sin que nadie alimente mis dudas y mis certezas. Sabe que necesito estar sola para encarar esa puerta en el que se puede escuchar y sentir la expectativa de la gente, respirar hondo, tomar fuerzas de ese Amor y de ese cariño para no tener más miedo y para no sentirme más sola. Con el tiempo me he dado cuenta de que en el escenario es en el único lugar en el que me siento yo misma y me siento tan amada. Reconozco que no dije toda la verdad en el Show de Cristina. Por conformar a la gente mayor que no veía con buenos ojos mis apariciones “provocativas” en el escenario con mis bustiers, dije que una cosa era yo en el escenario y otra en la vida, y que ambas personas eran bien diferentes. Si bien lo que quise transmitir era que en mi vida hogareña soy una mujer normal, como cualquiera, no es cierto que soy distinta en el escenario respecto de la vida. ¡¡Soy la misma!! Esa que ven en el escenario soy yo misma, yo soy aquella que expresa con Amor las canciones tristes, con una amplia sonrisa las canciones alegres y con pasión cuando transmito todos mis sentimientos. Soy yo y no otra. Soy yo en la vida, ni más ni menos. Yo soy hasta transmitiendo más de lo que me permito expresar pública y privadamente. Soy yo aquella que sólo en el escenario se permite decir todo lo que siente por su Alma y por su cuerpo. Por eso para mí es tan importante cada concierto: es mi vida en el escenario. Y tal vez por eso me quiere la gente, porque en definitiva soy auténtica, sabe que no le miento y que nunca los engañaré ni defraudaré. Llevo una gran responsabilidad en mis espaldas, pero no me pesa, pues hago lo que quiero y lo que siento, y recibo el mismo afecto que transmito. Más no puedo pedir. Sólo tengo que agradecerle a Dios y a la vida por lo que me ha dado en tan poco tiempo…

Son tantos los nervios que recién me doy cuenta de que me han anunciado en el estadio. La presentadora me dio un beso y me invitó con una amplia sonrisa a entrar. Las cartas ya están echadas. Otra vez siento ese bendito nudo en el estómago. Miro para abajo y enfilo para el carruaje sin mirar aun lo que me espera. En ese instante pienso en aquel reportaje que me hiciera Verónica Castro en Furia Musical y fijé mi pensamiento en aquel momento en el que le dije que hasta en los momentos libres hacía cosas para mi boutique o para mis próximos discos y presentaciones. Recuerdo ese momento en el que le dije todo lo que soñaba y todo lo que anhelaba. Le expresé con toda sinceridad cuáles eran mis objetivos y como nunca expresé públicamente que no podía estar sin hacer nada, sin hacer algo constructivo para mí, para mi carrera y para mis sueños. Tal vez haya dado una impresión como si mis afectos estaban dejados de lado. Al menos Verónica me dio esa impresión … ¡¡Nada más equivocado!! Mis afectos están junto conmigo, con mi música, con mi carrera, con mis sueños. Sin ellos no podría vivir, sin ellos no podría continuar. Ellos saben que éste es mi momento y que hay que aprovecharlo. Mi momento es también el de ellos. Y después vendrá los demás … Un hijo … Sí, lo pensé … ¡¡vaya si lo he meditado!! … Pero quiero esperar un poco … Hay tiempo … Levanto mi vista y veo a esa gente que sólo grita por mí y viva mi nombre. Yo les doy mi mejor sonrisa y lanzo mi primer saludo. Siento que el carruaje echa a andar para depositarme en el escenario. Ya no tengo dudas, ya no tengo temor. Como fondo escucho la guitarra de mi esposo a modo de acompañamiento de mi entrada. Pero lo que más escucho es a la gente. Es ella la que me da confianza. Es ella la que me da su Amor, su cariño y su confianza. Es ella la que me da compañía cuando a veces me siento sola … ¡¡Uy!! ¡¡Lo que me temía!! El viento me empezó a levantar el flequillo. Ya me veo que estaré todo el concierto tratando de arreglármelo. Pero no importa. Está toda esa gente que espera de mí lo mejor. Y aquí estoy yo para darles todo de mí, como si fuera la última vez … ¿Quién sabe cuándo volverán a verme? ¿Quién sabe dónde me llevará el destino? Por eso les daré el mejor concierto para que no se olviden nunca de mí, para que se lleven siempre de mí el mejor de sus recuerdos de una artista que dio lo mejor de sí en forma genuina y honesta. Para que se acuerden de mí con Amor aunque me vean mil veces más o no lo puedan hacer nunca más por esas cosas de la vida, teniéndose que contentarse con sólo escucharme por radio, en un disco o verme por televisión, o teniendo de mí sólo una fotos y reteniendo en sus mentes miles de recuerdos … Espero que no sea así, espero que siempre para todos haya una vez más. Así lo espero. Así lo ruego … Bueno, mis amigos y custodios de siempre me han bajado del carruaje y me han acompañado con cuidado al escenario. Ya es demasiado tarde para lágrimas y para arrepentimientos. Ya es hora de empezar y de ser la Selena de siempre … “How are you doing Houston, Texas?”.

(Yo sólo quiero recordarte, Selena, por lo que fuiste, por lo que generaste, por lo que soñaste, por lo que sentiste … Yo sólo quiero recordarte por tu Amor, por tus sentimientos, por lo que dejaste en nuestros corazones … Yo sólo quiero que sientas a través de nuestros recuerdos … Yo sólo quiero que te sientas amada, pues tú, Selena, te mereces todo nuestro Amor, el mismo que tú generaste…)


Y sabes, Selena, que nunca te dejaré sola, ¡¡nunca!! Y que siempre tendrás a mi corazón como compañía…

Simplemente te quiere con tanto Amor…


Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)












No hay comentarios: