Cuando ya nada me queda por decir, Selena…


Muchas veces estoy solo cada fin de semana frente a mi computadora pensando en escribir sobre ti, Selena, y más de una vez pensé en si podía seguir escribiendo, si algo más podría escribir sobre ti. Muchas veces siento que ya hice todo lo que podía ser, que ya nada tengo para decir, que todo lo que siento por ti ya está escrito, ya está dicho. A veces pienso si tengo algo más para expresar, si se me ocurre alguna idea para poder plasmarla en un texto. Siento muchas veces que no me queda más que sacar de mi corazón, que todo lo que siento por ti ya lo he manifestado, que he dado casi todo por ti, que di todo lo que pude dar dentro de mis limitaciones ... Pues yo no soy como tú, Selena. No tengo ni la fuerza, ni la energía ni el talento que tú supiste prodigar en todo el mundo y grabarlo en nuestros corazones … A veces pienso que sólo tu aparición haría reverdecer algo que parece no tener más remedio que oscurecerse, con un tiempo que inexorablemente pone amarillento y lejano todo, tal como sucede con las fotos de la letra “Fotos y recuerdos”. Parece que lo único que quedan para expresar sobre ti, Selena, son lágrimas, tristeza, resignación, impotencia; resignación porque no se puede torcer el destino; impotencia por no poder hacer nada. No hay peor cosa, Selena, que la resignación, esa horrible sensación que nos acerca a la muerte. No hay peor cosa que sentir que no hay ilusión, que no hay destino, que no hay futuro. No hay peor cosa que no tengamos nada que nos haga sonreír, que nos alegre. Desde que te fuiste, Selena, la sensación de desconsuelo es infinito. Nada es lo mismo sin ti, nada puede reemplazar tu ausencia, tu canto, tu arte, tu expresión. No hay nada más triste que tener que contentarnos con alguna nueva versión de tus canciones que haga alguien cuando se sabe que tus canciones sólo tienen sentido si las cantas tú. No hay nada peor cosa que sentir que no volverás, que no regresarás, que no vendrás a decirnos que todo fue un mal sueño, una pesadilla. Cuando me refiero a ti, Selena, hay palabras que no puedo pronunciar, una de ellas la acabo de escribir, pero me estaba refiriendo a otra cosa. Hay palabras que no las puedo decir, porque expresarlas es como certificar que ya nada se puede hacer, es aceptar una realidad que nunca querremos ver. Increíblemente hay imágenes de ti, Selena, que hasta tú te horrorizarías si supieras que existen y se divulgan. Tú no querrías que te recordaran así, tú diste todo para que te recordaran con Amor. Te preguntarías que tan malo has hecho para merecer tanta maldad. Te preguntarás por qué te han tratado así si se supone que todos te querían. Te horrorizarías de esa realidad, no la querrías ver, del mismo modo que nosotros no queremos ver una realidad sin tu presencia…

Alguna vez vi en un especial hecho por tu recuerdo en la cadena televisiva Univisión, en el que alguien decía con gran acierto que a medida que pasara el tiempo la gente se entristecería más por tu ausencia porque notaría con el transcurso de los años todo lo que tú hubieses logrado conseguir, cómo se cumplirían uno a uno tus sueños, tus anhelos, todo lo que se te hubiese ocurrido hacer para ti y para los demás. En algún otro especial de Univisión alguien en forma muy atinada decía que tú ya eras muy famosa, que estabas en la consideración de todos, que a diferencia de lo que decían muchos, acerca de que tú sólo habías llegado a lo más alto de la fama gracias a tu cruel destino, tú ya eras una de las artistas preferidas de la gente. Algunos podían decir que tú eras la mejor, otros dirían que lo era alguna otra artista. Pero nadie dudaba de que tú estabas en la cima, de que eras querida, admirada y famosa. Y lo más triste de todo era que precisamente la forma en la que te habías ido fue lo que realmente conmocionó a todos, lo que los sumió en la mayor de las tristezas y te puso de la manera más dolorosa en lo más alto. Te puso en esa imagen del mito y de la leyenda … a tan sólo y casi 24 años ... Y decía con total exactitud que una cosa es irte de este mundo tan joven por medio de un accidente: para muchos hubiese sido un poquito menos doloroso. Pero de la forma en la que te fuiste, de esa manera, en ese escenario incomprensible y con esa persona, sumía a la gente en la incredulidad, tristeza, enojo y llanto difícil de entender, superar, olvidar… Yo agregaría a eso, Selena, que incluso si esto te hubiese ocurrido tal como le ocurrió a John Lennon, hubiese sido una cosa bien diferente, pues mal que mal él no conocía a su victimario por más fanático que fuera de él. Pero a ti esa asesina te conocía, conocía bien a tu familia, a los tuyos, a tus admiradores, estuvo en tu casa, en tu ámbito, en tus conciertos, ¡¡en tu vida!! Eso es lo que hace tan desconcertante todo, lo hace inadmisible, incomprensible, difícil de explicar y superar … Y más aun cuando en la actualidad se la escucha decir las barbaridades que expresa en el nombre de “tu recuerdo” y para “justificar” lo que hizo … ¿Cómo seguir en la vida, Selena, sabiendo lo que te ha sucedido? ¿Cómo seguir siendo feliz sabiendo de tu dolor y de tus heridas? ¿Cómo seguir en la vida, Selena, si las últimas imágenes que te llevaste fueron de dolor, de incertidumbre, del peor miedo, del desamor absoluto, de la soledad extrema? ¿Cómo seguir en la vida sintiendo tu dolor y tu ausencia, Selena?

Las ironías de la vida, Selena. Más de una vez dije que te has ido de este mundo en el momento justo, cuando te asomabas a todo, cuando empezabas a ver el mundo desde lo más alto, cuando empezabas a ver el resultado de tanto sacrificio, de tanta entrega, de tanto Amor. Muchas veces me conmuevo cuando veo cómo observabas con emoción el recibimiento de tu público, la admiración de tanta gente, la consagración después de transitar un largo camino en el que nada se podía prever ni determinar. Pero te has ido en el momento tan justo en la vida que cuando empezabas a ser libre, cuando empezabas a ver que eras lo suficientemente grande como para que todo el mundo se fijara en ti, cuando ya no eras sólo la vocalista de una banda sino la artista excepcional, diferente, única, cuando tu propia fama te abría las puertas a un mundo que apenas conocías, que apenas habías podido disfrutar, allí alguien decidió detener ese camino sin límite, ese transitar a paso firme, ese destino imparable y sin paradas, pues si había algo que estaba muy claro en tu destino, Selena, era que no había barreras que iban a detener tu paso triunfante. Todos creían en ti, todos sabían que lo lograrías, todos te amaban, todos te querían, todos confiaban en ti, todos deseaban lo mejor para ti ... Pero a veces cuando uno está en esa circunstancia en la que nadie tiene el control de ese paso salvo tú, cuando todo es disfrutar del momento, y de vivir y de sentir lo que viene, no todos están preparados para ello, no todos están dispuestos a afrontar el futuro, por más promisorio y seguro que fuese, si no está bajo su control y dirección. No todo el mundo es tan bondadoso como parece, Selena, no todo el mundo es tan generoso como para aceptar el éxito de otro si no lo tiene bajo su dirección, si aquel que despega tiene las suficientes alas como para seguir sin necesidad de tanta guía y de tantos límites … A veces pienso, Selena, que tú fuiste víctima de tanto egoísmo, de tanta mezquindad y de tanto desamor. Las ironías de la vida … Justo cuando empezabas no sólo a ser famosa, sino a ser libre para decidir tu propio destino, para decidir qué querías ser, con quién querías seguir actuando, cuando empezabas a escuchar a productores que se ofrecían para darte tus mejores consejos para guiarte en tu carrera que tomaba una dirección diferente, más desafiante y exigente, cuando estabas por conquistar un mercado al que tanto anhelabas ponerlo a tus pies, cuando estabas por expandir a México tu sueño hecho realidad como lo era Selena Etc., cuando todos se fijaban en ti luego de obtener el más que exigente Grammy, cuando en Estados Unidos estabas en la lista de las doscientas celebridades más famosas, cuando sólo habían dos latinos allí, tú y Luis Miguel, cuando ibas a ser enteramente libre para decidir tu propio destino, alguien detuvo tu camino ante la mirada de todos, ante la desidia de todos, ante la ceguera de todos. Hubo muchos, muchísimos errores, pero una sola víctima … Tú. Y pasaron 15 años y nuevamente las ironías de la vida se manifiestan con toda su crueldad: tú, Selena, sigues siendo la única víctima de esta historia que sólo tú la supiste construir…

Cada fin de semana me pregunto si podré seguir haciendo algo por ti, Selena, si podré seguir diciendo algo, si podré escribir algo sobre ti. Y puedo no saber qué escribir, podré pecar de reiterativo, podrá tildarse lo mío de locura, obsesión o abrumadora admiración. Pero nada de eso importa. Sólo importas tú. Y nunca me permitiría no hacer algo por ti. Nunca me permitiría abandonarte, dejarte sola como aquel 31 de marzo. Cuando pienso qué más podría hacer por ti, Selena, pienso en que lo peor que te puede pasar es que se olviden de ti, que no se haga nada por tu recuerdo, que ya no se sepa lo que representas para tanta gente. Mi aporte podrá ser mínimo, acaso insignificante para tanta gente que ha hecho algo por ti, podrá ser poco para lo que representas. Pero lo que hago lo realizo porque quiero dejar mi humilde aporte, dejar mi huella, mi admiración, ni gratitud, mi corazón marcado por tu Amor, por tu canto, por tu arte, por tu personalidad. Yo quiero seguir diciéndole al mundo lo que tú fuiste para que nadie se olvide lo que representas para tanta gente, para que todo el mundo te conozca, para que mucha gente te descubra, te admire y te respete, para que tú, Selena, sepas, donde quieras que estés, hasta dónde has llegado, lo que sigues generando con tus canciones que sólo tú podías interpretar. En un mundo en el que se propicia el olvido, en un mundo en el que la mezquindad y la pobreza de espíritu dominan y nos sugiere que no hagamos nada por ti, que no vale la pena, que nos olvidemos de lo que has hecho, de que el Amor verdadero no existe, y sólo importa ganar, ser exitoso y triunfar en los “negocios”, yo sólo quiero que los que te conocieron se sigan emocionando y se sientan orgullosos de ser tus admiradores, que los jóvenes actuales te tomen como ejemplo y que las generaciones que están por venir sepan lo que has sido como artista y como persona. Yo sólo quiero que sepas, Selena, que todo lo que hagamos por ti siempre será poco al lado de lo que tú has hecho por nosotros. Que lo que tú has generado no se resume en un cd, en un dvd, en algo finito y limitado. Que siempre hay algo nuevo para decir de ti como también más material de tu obra para difundir a todo el mundo para que sepan lo que eras capaz de hacer y generar. Que nunca alcanzarán las palabras para describir lo que has generado a tanta gente, a tantas almas, a tantos corazones… Es cuestión de voluntad, de ganas y de entregar todo por ti del mismo modo que lo has hecho tú por tu público.

Cuando creo que ya no me queda más para decir, cuando la realidad me dice que poco puedo agregar porque ya nada nuevo hay para expresar, veo alguna actuación de ti, Selena, te escucho en algún concierto, te veo en algunas imágenes perdidas por allí, y que increíblemente no están registradas ni en un cd ni en ningún dvd, y me generan estas palabras, estos recuerdos y esta necesidad de hacer todos los días algo por ti. Cuando te veo cantar en el concierto de Odessa, Texas, en 1994, y veo ese potencial, esa evolución, ese deseo de libertad que tenías de expresar tus canciones como uno puede apreciar cuando interpretaste “Bidi bidi bom bom”, en el que te permitías pegar gritos al mejor estilo de las grandes cantantes de tu tierra, cuando te permitías arengar y generar nuevos bailes y ritmos, cuando alargabas las canciones, cuando jugabas con tu voz para generar nuevos tonos, cuando ponías a la banda a tu servicio para poder llevar la canción para tu mayor conveniencia es cuando uno observa en lo enorme artista en la que te habías convertido y en todo lo que aún te faltaba para dar. Cuando te permitiste zamarrear como nunca te vi hacerlo a un “ex novio” en el tema “¿Qué creías?” me doy cuenta de lo segura que estabas y de todo lo que te permitías hacer en un escenario. Cuando veo que ese “ex novio” se prestaba alegremente al juego y al final del tema te abrazaba con tanta admiración, allí logro advertir cómo te querían, te admiraban y respetaban. Cuando veo pasear tu increíble belleza ante tu público sin dejar de saludarlos ni de cantar veo a una artista diferente que difícilmente pueda ser emulada. Cuando veo ese momento en el que tocas esa bandera que decía “Selena. We love you” que exhibía un admirador tuyo puedo ver, apreciar y sentir esa comunión de Amor entre ti y tu público. Es en ese momento en el que me es imposible no llorar, y no sentir y no creer que tú no estés aquí … Es increíble y es imposible no entristecerse verte en tu mejor momento, en apreciar que ibas por mucho más que lo logrado y ver la triste realidad de no verte hoy, de saber que poco tiempo después de aquello ya no estarás, y toda esa gente alegre y colmada por tu concierto llorará de tristeza y de impotencia, y llenará estadios por ti pero sin tu presencia que le daba sentido a toda esa magia…

Es allí cuando me doy cuenta de que me es imposible no hacer algo por ti. Porque siempre, absolutamente siempre, pienso en qué pasaría si de pronto aparecieras por Corpus Christi para ver cómo van las cosas, qué hay de este mundo, de esta ciudad sin ti. Yo estoy seguro de que los que realmente te aman correrían a verte y a abrazarte. Correrían para decirte que estaban seguros de que ibas a volver. Correrían para agradecerte de que no te hayas olvidado de ellos, de que Dios haya escuchado sus pedidos e invocaciones para dejarte volver a este mundo. Los que realmente te aman no te preguntarían qué pasó, no preguntarían por tu pasado, no preguntarían por algo del que tú no querrías hablar. Sólo estarían felices y alegres de verte, y te manifestarían que el solo hecho de estar con ellos siendo feliz sería suficiente para todos. No te pedirían nada más … Y mientras muchos huirían de vergüenza pues no podrían mirarte a la cara, un mundo correría a manifestarte todo ese Amor contenido por 15 años, esa expresión de cariño sin destinatario visible y que tantas lágrimas ha generado. Verías a gente no pudiendo dejar de llorar pero de felicidad. Verías a la gente nuevamente feliz con el milagro, con tu vida, por tus sueños, por la manifestación de que por fin se hizo justicia … Todos lo que te amamos en definitiva esperamos eso, deseamos eso, imploramos eso, daríamos la vida por eso. Y mientras esperamos que ello suceda, yo te sigo escribiendo, recordando y esperando. Tal vez con ello te arranque una lágrima, una sonrisa, te haga poner la mano en tu pecho y tal vez te haga volver. Porque en mi recuerdo, Selena, tú eres la única protagonista, la única importante, lo único que vale la pena recordar. Yo sólo quiero que seas feliz con el recuerdo de todos los que te amamos. Yo sólo quiero que este mundo tenga sentido con tu presencia…

Y cuando creo que nada más puedo decir, yo sólo me acuerdo de ti, Selena, de tu Amor, de tus sentimientos y de tu dolor, y sólo me surgen estas palabras, esta dedicatoria, este Amor, que sólo tú pudiste expresar, que sólo tú podías generar, y que hace que todos los días lo recuerde al mundo entero por siempre y para siempre…

Porque conmigo tendrás todo lo que quieras, Selena, y hasta el día que me muera, tú vas a ser mi Amor…

Simplemente te quiere con toda el alma…















No hay comentarios: