No importa, Selena…


No importa qué suceda con mi vida, no importa de mi futuro, no importan las noticias del día, no importa si hoy será un mejor día para mí, no importa si tengo más o menos dinero, no importa cuán feliz puedo ser, no importa la salida del sol, no importa si llueve. No importan los buenos y malos augurios. No importa de qué se pelea hoy la gente. No importan las alegrías circunstanciales. No importa si un resultado deportivo me pone feliz. No importa cuánto hemos hecho por ser mejores personas. No importa si las cosas van mejor o peor. No importa si el hombre ha podido avanzar en algo para ser de este mundo algo que nos enorgullezca pertenecer. No importa si podemos lograr todo lo que nos propongamos. Ni siquiera importa si podemos reírnos con ganas por una hora seguida. No. No importa…

Nada de esto importa, aunque sea importante, aunque constituya un bálsamo para nuestras almas, si no estás tú, Selena. Mi vida siempre será incompleta. Nunca mi felicidad será total. Si tú no estás siento que me falta algo, siento que me han quitado algo. Es que esta absurda vida nos ha quitado lo más preciado, lo más lindo, lo más divino, lo que nos daba la alegría y la más absoluta felicidad. La vida nos ha quitado a nuestra hermanita, a esa hermosa criatura que nos llenaba de vida, alegría y felicidad. La vida nos quitó a esa personita que por sí sola nos sacaba una sonrisa, nos hacía bailar, nos hacía sentir importantes, nos hacía plenamente felices. No es que toda nuestra felicidad depende de una sola persona. Pero una persona puede tener el Amor, el cariño y la dedicación suficientes como para que uno no quiera pedir otra cosa más. Para que todo lo que hagamos lo realicemos con la alegría de que allí, en algún lado, en algún lugar, en algún ámbito estás tú, Selena. Para levantarnos cada mañana y sentirnos contentos de que estás tú entre nosotros acompañándonos, de que estás cada día para que te veneremos, para que te agradezcamos, como se agradece cada día la salida del sol, el aire que respiramos, la sonrisa de nuestros seres más queridos, el revolotear de un pájaro, y salir a la vida con el paso adelante, con la firmeza y el orgullo de cada uno de nosotros por cumplir con alegría nuestros propósitos, nuestras metas, nuestros objetivos…

No importa si hay un Astrodome. No importa si hay un Festival Acapulco. No importa si hay un Premio Grammy. No importa si hay un Premio Lo Nuestro. No importa si la vida sigue andando, si cada ámbito en el que tú has estado sigue viviendo su vida, si ha seguido adelante. No importa ver cómo sigue Monterrey. No importa ver las calles de Corpus Christi. No importa ver si todos pueden seguir con sus vidas, con sus risas, con sus alegrías. No importa ver si acaso todo sigue igual, si todo sigue desarrollándose normalmente. Sólo importa si estás tú, Selena. Sólo importa si están tu áurea, tu color, tu alegría, tu personalidad, tu vida aquí. Y todo ello tiene sentido con tu presencia, con tu canto, con tu persona, con tu carisma. Tú eras lo que le daba sentido a las cosas, tú eras la que le daba encanto al lugar. Tú y tu magia hacían hermoso todo lo que lo rodeaba, le daba luz, color, brillo, alegría. Monterrey no es lo mismo sin ti. Corpus Christi no es lo mismo sin ti. Los Tejano Music Awards no son lo mismo sin ti. Nada es igual sin tu presencia. Nada es lo mismo. Nunca será nuestra alegría completa si no está tu figura, tu vida, tu canto, tu estrella, tu pasión, tu carisma, tu risa, tus ganas de vivir. La vida no es que nos quitó una artista. La vida nos quitó lo que más amábamos, lo que más queríamos, nos quitó una madre, una hija, una hermana, una novia. La vida nos quitó el juguete que más queríamos desde niños y del que nunca nos pudimos olvidar aunque esa misma vida nos convirtiera en personas “adultas y responsables”. La vida nos quitó esas imágenes que llevamos con alegría en nuestros recuerdos, en nuestros corazones. La vida nos quitó ese Amor que siempre quisimos y deseamos, y que por toda la vida lo seguimos buscando hasta que nuestras almas nos digan basta. La vida nos quitó la inocencia, la ilusión, la incredulidad, la convicción de que todo lo podemos, de que nuestros sueños son ilimitados y que se pueden cumplir enteramente. La vida nos puso adelante la realidad, la realidad que no sabe de cuentos de hadas, de Amor, de sueños, de ilusión. La vida nos puso la realidad y ésta nos quitó a ti, Selena, y con ella nos hizo adultos, serios, desconfiados, limitados. La vida nos quitó la oportunidad de ser enteramente felices. La vida nos puso en la madurez. La vida nos quitó aquel niño que llevamos dentro. La vida nos incorporó en el mundo adulto y serio…

Por eso, no importa todo lo que nos rodea, no porque no importe, sino porque el verdadero sentido, la verdadera felicidad, la verdadera y completa satisfacción sólo se darían si estuvieras tú, Selena. ¿Qué sería hoy Monterrey si estuvieras tú, Selena? ¿Qué sería Corpus Christi contigo, Selena? ¿Qué sería un Premio Grammy con tu presencia, Selena? ¿Qué sería Festival Acapulco con tu brillo, Selena? ¿Qué sería un Tejano Music Awards con tu impronta? ¿Qué brillo y esplendor tendría cada ciudad, cada pueblo estando allí tú con tu gente? ¿Qué sería la música con tu voz, Selena? ¿Acaso sería lo mismo? ¿Acaso cada premiación tendría el mismo valor contigo, Selena? ¿Un Latin Grammy sería igual si estuviera una artista de tu talla? ¿Selena Etc. sería lo que el cachetazo de realidad nos muestra hoy? ¿Cuántos vestidos, Selena, ya hubieses diseñado? ¿Cuántas ideas tuyas se hubiesen hecho realidad? ¿Cuántas mujeres se vestirían como tú? ¿Cuántos países y cuántos continentes estarían subyugados con tu presencia? ¿Qué dirías hoy, Selena, bajando de un aeropuerto de un país para ofrecer un recital asediada por periodistas y fans enloquecidos por sacarte una declaración, un autógrafo, un saludo? ¿Cómo uno se imagina que tú, Selena, los tratarías, qué les dirías, cuánto tiempo les dedicarías? ¿Con cuántos artistas ya hubieses grabado canciones? ¿Con cuántos más cantarías? ¿Cuántos otros artistas morirían por grabar contigo, Selena, y pedirían una audiencia para ser atendidos por ti para presentarte sus proyectos, sus ideas, sus canciones? ¿Cuántas películas ya hubieses hecho? ¿Cuántos programas de televisión hubieses realizado? ¿Hasta dónde hubieses llegado con tu carrera actoral? ¿Hasta dónde hubieses llegado con tus sueños? ¿Cuántas veces te hubiésemos visto en diferentes medios de comunicación y cuántas veces te veríamos por día en cualquier circunstancia haciendo tus actividades? ¿Qué no daríamos hoy por ver todo lo que tú, Selena, has hecho y todo lo que tú pensabas hacer?


Por eso, no importa todo lo que puede pasar en la vida, todo lo que pueda pasar en el mundo, qué pueda pasar en el universo entero. Puedo vivir las más lindas experiencias, puedo sentir el dolor más profundo, puedo reír y llorar, puedo estar en miles de situaciones diferentes. Pero en un momento determinado me detendré un instante, mi vista se fijará en el cielo y añoraré tu presencia Selena. Y sentiré ese enorme vacío que significa que no estés, que no esté tu canto, que no se escuchen tus risas, que no estén tus canciones, que no estés tú para decirnos en un escenario “Manos arriba, todo el mundo” y nosotros alcemos nuestros brazos para acompañar tu ritmo, que no estés tú diciéndonos “Vamos, ayúdame”, y nosotros sigamos tu canto, que no estés para deleitarnos, para subyugarnos, para hacernos enteramente felices. Nos faltas tú para que podamos expresar todo nuestro cariño dándote las gracias, nos faltas tú para que podamos abrazarte fuertemente y decirte “Cuídate Selena, cuídate muchísimo, piensa en aquella gente que te quiere tanto, piensa en todo lo que has generado, piensa en todo el camino que has recorrido, piensa en todo lo que tienes aún para dar, piensa en tus proyectos, piensa en que tú eres la mejor y que nada ni nadie te detendrá ni quitará ese lugar de Reina indiscutible, de la mejor cantante latina, de la mejor artista del mundo. Piensa en todos los que realmente te quieren, piensa en ti misma”.


No importa nada, porque lo más valioso en el mundo no está ... Tú no estás entre nosotros, Selena … Y yo no me puedo llamar a engaño. Yo no puedo engañar a los demás. Todos los días me pregunto si acaso algún día volverás Selena, si al menos estás en algún lado y ves lo que hacemos los que te queremos de verdad. Me pregunto si algún día mi felicidad será completa. Me pregunto si algún día esa realidad cambiará su discurso y su mensaje, y me mostrará a ti nuevamente, si me dirá que lo imposible es posible, y aparecerás tú para certificarlo nuevamente. Me pregunto cada noche si tendré señales tuyas, si acaso alguna vez de las tantas veces que veo el cielo te encontraré entre las estrellas, o en algún rinconcito en el cielo, y me sorprenderé de verte que estás tú para saludarme, para sonreírme, para devolverme la sonrisa y la dicha en mi rostro. Me pregunto si alguna vez podré verte, podré apreciarte, si alguna vez podrás escuchar nuestras plegarias, nuestro llanto, nuestro Amor, para que le puedas decir a Dios lo que pasa aquí y con ello convencerlo, convencerlo de que te deje volver, de que te dé una nueva oportunidad, de que te deje vivir, de que te deje crecer, de que te deje reír, de que te deje triunfar e incluso fallar, de que te deje la posibilidad de que te estemos todos juntos compartiendo esta comunión de Amor que hemos sembrado contigo, de que te deje ser feliz con tu vida y con tu público, de que te dé esa segunda oportunidad que le ha dado a tanta otra gente pero que a ti se te ha negado, de que te deje ser partícipe de un mundo mejor del cual serías tú protagonista, de que nos dé a todos la oportunidad de creer en la vida, en el Amor, en la felicidad, en la esperanza, de que con tu presencia se acabe el odio, el descreimiento, la ironía, la desesperanza. Que haya un horizonte, un sentido a todo lo que hagamos. Que cada acto de nuestras vidas sea acompañado con tu presencia, que seamos felices viéndote feliz. Que recuperemos la inocencia de un niño, que recuperemos la ilusión de que con ser buenos, honestos y limpios de alma y espíritu se logra todo. Para que no nos gane el odio, el rencor, la locura … Para que con tu presencia se nos enciendan los ojos, el brillo vuelva a nuestras caras, la sonrisa se nos dibuje en nuestros rostros, para que la sensación de que volvimos a recuperar aquel juguete perdido hace ya tiempo, en nuestra lejana niñez, nos dé esa alegría de que aquello perdido lo volvimos a recuperar, para que la felicidad sea plena, para que el mundo sea nuevamente feliz con tu presencia Selena…


No importa todo lo que nos suceda, no importa lo que nos pase… Estamos huérfanos. Nos hemos quedado sin un latido de nuestros corazones, nos quitaron parte de nuestras almas, nos arrebataron parte de nuestra alegría, de nuestra felicidad, de nuestros sueños. Lo que te hicieron a ti, Selena, nos lo hicieron a todos nosotros. Tu herida es nuestra herida. Tu dolor es nuestro dolor. Tu soledad es nuestra soledad. Tu frustración es nuestra frustración. Lo que tú has sufrido lo vivimos todos los días. No lo sentimos sólo cuando pasa en el calendario aquel nefasto día. Nos sentimos tan solos como te sentiste aquel día. Sentimos la frustración de que nuestros sueños no se cumplirán nunca porque no se podrán completar los tuyos. Nuestros corazones, nuestros sentimientos, nuestras vidas mismas están compartiendo tu sentir. Nuestras almas están allí donde estás ahora tú, Selena. Sólo esperamos que alguna vez puedan salir de allí para vivir mejores tiempos, mayores alegrías, mayores sueños…


No importa lo que pase con el mundo, Selena. Importa si estás tú. Importa si estás tú para humanizarlo, para darle el sentimiento, para llenar las almas de una humanidad que poco espera más que tristezas y desazón. Importa si hay alguien como tú que pueda emocionarse de verdad con un premio como aquel de Premios Lo Nuestro 1993, que te consagrara como la mejor cantante regional. Importa si alguien como tú puede llenarlo de frescura, de gracia, de simpatía. Importa si hay alguien que pueda tener simpatía, que se pueda permitir divertirse y divertir, que siempre tenga algo más que decir que no sea convencional ni políticamente correcto. No importa sólo que digas, ante tu primer premio en los Tejano Music Awards, que “agradezco a Los Dinos porque sin ellos yo no sería nada. Si Los Dinos ganan, yo gano”. Importa también que digas que “si ellos pierden, yo no los conozco!”, y pongas con tus 16 años ese aire de picardía y de necesidad de aceptación por tu ocurrencia, por tu gracia, por eso que les ofrecías, además de tu canto. No importa que sólo te ofrecieras, como artista ya consagrada, a una conferencia de prensa en los Tejano Music Awards en 1994. No importaba que respondieras a las preguntas de rigor. Importaba que dijeras: “Ey!!! Pregunten todo lo que quieran que tengo muchas ganas de hablar!!”.


Por todo esto es que nada importa Selena si no estás tú. Sólo si tú estás el cielo tendrá todos los colores. Sólo si tú estás los niños volverán a cantar. Sólo si estás tú ya nadie vivirá con dolor. Sólo si estás tú todos tendremos motivos para reírnos, para emocionarnos, para cantar. Sólo si estás tú Selena recobraremos la felicidad que hemos perdido y que si tú no vuelves, no la recuperaremos jamás…


Yo sólo seré feliz si tú estás aquí, si tú estás para darnos lo que nos hace falta, lo que sólo tú nos podías dar…


Sabes que mi vida está dedicada a ti, sólo a ti, Selena…


Te extraña, te añora, te quiere…


Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)




No hay comentarios: