Me di cuenta cuando ya era tarde, Selena…

Cuesta entender que haya pasado tanto tiempo. Cuesta comprender no estar disfrutando a Selena, verla triunfante, verla feliz, verla siempre sonriente … Cuesta creer … Parece haber sido ayer cuando la conocí y cuando la descubrí. Para mí ya no se trataba de dinero … En un punto ya estaba hecho. Yo empezaba a ser un hombre importante en el negocio de la música, y tenía un cargo más importante y de mayor responsabilidad. Dejaba Sony para convertirme en el presidente de la rama latina de la Emi, Emi Latin. Tal vez las discográficas fueron las que comprendieron primero hacia los fines de los ochenta y principios de los noventa que había un mercado que explorar, que había un mundo que se le había dado la espalda y que ahora estaba allí al lado nuestro, en las calles, en la gente, hasta en nuestra respiración … El mundo latino … Ese mundo muchas veces ignorado, muchas veces menospreciado, ese mundo tan rico … ¡¡Qué tan lejos quedaron esos tiempos de ostracismo, por suerte!! Hoy lo latino forma parte de todo el mundo. Las principales artistas latinas son las figuras de cualquier evento, campaña o muestra. Hasta son las caras visibles y respetables de este mundo al que cada vez cree menos, que se apoya sólo en aquellos que les inspira confianza desde las actividades cotidianas y que siente que los representa … Y miro hacia atrás y pienso que todo esto se lo debemos a Selena. Ella hizo que el mundo empezara a fijarse en su figura y con ella en su talento, en su gracia, en su bonomía. Miro aquí, ahora, y me da pena que Selena no esté aquí, gozando de aquello que ella misma forjó con tan nobles armas. Selena marcó ese camino, lo inició ella … pero ella apenas, apenitas pudo ver el inicio del camino, ese camino que lo fue construyendo con su andar exitoso y sin igual. Selena apenas podía ver el horizonte como el final del camino, algo lejano pero palpable, visible, real. Ya el éxito mundial no era una quimera, no era sólo un sueño y nada más … Selena comenzaba a ser un ícono, una figura singular que pegaba fuerte en los Estados Unidos y en México. Yo lo podía certificar pues yo estuve a su lado cuando fue transformándose de la principal artista tejana a la gran cantante internacional. Selena era allá por 1995 una de las artistas más admiradas pero sin duda la más apreciada porque era distinta, distinta a todas, particular, personal, muy querible. Creo que ninguno de nosotros dio cuenta cabal de lo que estábamos generando, un poco porque creíamos que todavía debíamos ir despacito por ese camino que íbamos construyendo y otro poco porque no llegamos a apreciar lo que había logrado Selena en la gente. Eso lo vimos después. Tal vez en nuestra defensa sólo podíamos decir que nosotros no sólo debíamos pensar y actuar en la carrera de Selena basándonos en nuestros sentimientos y en lo que nos generaba Selena, sino que debíamos ser fríos y calcular bien los tiempos, medir bien las cosas para actuar en el tiempo justo y en el momento necesario … Y más para mi defensa es que yo luché muchísimo contra mis superiores de la Emi para que le dieran la oportunidad de sacar su disco en inglés. Y si insistí fue un poco porque me comprometí personalmente, ante los Quintanilla desde el mismo momento en el que contraté a Selena para Emi Latin, que iba a hacer todo lo posible para que ella grabara ese disco, y otro poco porque yo fui uno de los pocos privilegiados que pudo escuchar los primeros demos de Selena cantando en inglés. Los Quintanilla me los habían facilitado para que yo mismo diera cuenta de su talento. ¡¡Y vaya si lo tenía!! Pero me era muy difícil convencer a mis superiores. En un punto ellos tenían razón. A Selena, y con mi gestión en Emi Latin, le iba muy bien en español. En 1992 cuando conquistó Monterrey su avance en su carrera musical fue meteórico. Ellos me decían: “¡¡Pero, José!! ¡¡Selena es una sensación hispana!! Nos dio la razón de que el mundo latino podía darnos un gran éxito y múltiples réditos para todos. ¿Para qué entonces arriesgar con un mundo que todavía es reacio a aceptarla a ella y a lo que viene detrás? Espera, José ... Como lo dice uno de los títulos de los discos de Selena ... Espera a que los demás quieran entrar al Mundo de Selena y no que Selena ingrese a ese mundo que aún la rechaza…”, me decía un alto directivo de la Emi Central. Y no le faltaba razón .... Siempre era mejor esperar la gran ocasión. No había que forzar las cosas. Ya vendría la oportunidad … Sí … Arriesgarse a que Selena cantara en inglés cuando ella era exitosa en español no parecía una gran idea … Podía generar poco en el mercado anglosajón y rechazo en el mundo latino … Pero Selena era especial, era distinta … Ella tenía algo que sin duda no lo tenían los demás … Yo me di cuenta cuando había diagramado su difusión en el mercado latino con la convicción de que nos llevaría más tiempo posicionar a Selena en el mercado hispano. Pensábamos en sus limitaciones para hablar el español, pensábamos en que Selena a fines de los ochenta era una artista texana, muy querida y muy famosa, pero en esas tierras y cantando la música del lugar … Pensábamos con la lógica de todo ejecutivo en el negocio de la música. Sugerimos material, empezamos a hacer videos de difusión, pues Selena no tenía, empezamos a hacer campañas para que se pasara su música en radio y televisión …Y de pronto Selena tuvo más éxito de lo esperado, logró en menos tiempo de lo estipulado que la gente se quedara encantada con su música y sobre todo con ella. Allí di cuenta de mi primer error a pesar del éxito … A la hora de planificar su carrera para la Emi no tuve en cuenta algo fundamental, algo que sería importantísimo para ir en la misma línea de su fenómeno … Lo que Selena era como artista y como persona … Lo que Selena generaba en cada concierto, tanto con los fans como con los que casualmente la descubríamos en una de sus presentaciones y nos quedábamos deslumbrados con su voz, con su carisma, con su personalidad … Había olvidado cómo yo la descubrí … Había olvidado cómo entré yo al Mundo de Selena para no irme más de él…. Estábamos con Mario, presidente de Emi México, por San Antonio allá por los fines de los ochenta … Mi función como presidente de Emi Latin en esa etapa era buscar talentos que pasaran a formar parte de nuestra compañía y así apuntalarlos en el mercado. Fui con la lógica del caso. Llevar un apunte con los nombres de artistas que me habían recomendado para ver, con los conciertos que se daban en el lugar para observar y apreciar a aquellos cantantes que me podían al menos generar cierta expectativa. Pero no tenía agendada a Selena. Ni la tenía en cuenta. Con el paso del tiempo me di cuenta de que más que escuchar a otros directivos y a amigos hay que saber escuchar a la gente, y sobre todo salir de los despachos y observar, escuchar, mirar y dejarse llevar por aquellos artistas que nos generan algo. Hasta allí yo miraba las cosas como un simple directivo, como un empleado eficiente que cumple bien con su trabajo y que trata de ser exitoso. Me habían dado un excelente cargo, un muy buen sueldo y una tarea que cumplir. Digamos que yo ya estaba hecho. Mi único temor era no estar a la altura de las expectativas de mis superiores. Era un mundo nuevo para nosotros. No importaba si éramos latinos o no. El negocio lo estábamos haciendo sin tener una referencia, sin saber si debíamos hacer lo mismo que con el negocio de la música en el mercado anglosajón … Todo eso que yo pensaba, todas las dudas, todas las certezas, todos los planteamientos, todas las planificaciones se derrumbaron cuando vi a Selena … Y como todos los que llegamos a deslumbrarnos y quedarnos sin habla con lo que generaba Selena, la descubrí de casualidad. Lo recuerdo muy bien, pues en esa noche y en la mañana siguiente supe ante quién me encontraba y con toda la historia que había detrás … Había sido un largo día en el que con Mario habíamos visto a muchas, muchas bandas y a muchos, muchos artistas … Estaba algo cansado y nos propusimos irnos del lugar. Habíamos visto bastante y yo ya me había anotado a algunos artistas para hablar en los días venideros y hacerles un contrato … Había cumplido con mis deberes … Estábamos por salir del lugar hasta que de pronto escuchamos un griterío infernal que provenía de alguno de los escenarios del lugar. Iba a salir de todos modos. No quería engancharme con otro artista, y quedarme mucho tiempo más allí y quitarme más horas de sueño. Pero un nuevo griterío me hizo detener y mirar a Mario. Él también estaba inquieto al mismo tiempo que me decía con la mirada que no sabía de quién se trataba … Muy a mi pesar pero lleno de curiosidad volví sobre mis pasos y busqué a la persona que estaba generando semejante alboroto … Pensé por un momento si en realidad había algún problema y por eso había semejante jaleo … Pero aun así seguí hasta que di con el lugar y vi el motivo de semejante locura … No sé cuánto tiempo pasó pero bastó verla un poquito para no dejar de mirarla y de apreciarla hasta el final del concierto. En aquella época Selena no lucía como en sus épocas de mayor fama. Muchos hasta se reirían si les dijera que Selena llegó a ser rubia y de prominentes rulos, pero así estuvo durante algunos años y así la conocí yo … Pero créanme … Yo sé que las apariencias cuentan … Yo sé que las mujeres bonitas son muy apreciadas como tales … Pero les juro que en Selena eso no era lo más apreciado … Era importante, pero no era lo que generaba semejante locura, lo que provocaba admiración, como me pasaba a mí en ese momento … Como lo pude ver después, Selena podía estar rubia, estar morocha, podía tener el pelo enrulado o lacio, usar o no flequillo, podía tener el pelo largo o corto, pero el magnetismo que ella generaba era el mismo en cualquier circunstancia … De hecho, poco tiempo después un accidente con su pelo hizo que se lo tuviera que cortar bien cortito y volver a su color original. Tal fue la situación que en nuestro primer disco para Emi Latin tuvimos que usar unos postizos y pañuelos para disimular el problema y en algunos conciertos hasta tuvo que usar pelucas. La cosa había sido bien seria pero mucho menos problemática de lo que se pensaba y si así lo fue sólo tenía una explicación: Selena misma. Yo estaba allí y podía certificar allí mismo que no había visto nada igual, que jamás había apreciado una artista así. No podía darme cuenta por entonces, pero sólo podía decir que Selena era distinta, simplemente distinta, y que buena parte de su secreto estaba allí, en el escenario, un lugar que sin duda ella lo manejaba como pocas. Yo la miraba y no podía dejar de quedarme poco menos que impresionado … Su voz, su sonrisa permanente, su manera de dirigirse al público, su gracia, su talento … Tenía sólo 17 años y se notaba que Selena tenía destino de grandeza. Tal vez sólo le faltaba que una buena discográfica la respaldara y difundiera, y el mundo se le pondría a sus pies. Pero con el tiempo sabría lo que en aquel momento no daba cuenta. Selena ya tenía un gran público que la adoraba sin que tuviera más difusión que la de ir ella de pueblo en pueblo a ofrecer un concierto. Selena tenía un recorrido distinto que muchos ignorábamos y que por suerte pude dar con ella en el momento justo y en el lugar indicado. Desde ese momento sentí que mi vida había cambiado, que jamás sería el mismo después de ver a semejante artista. Selena me daba un motivo extra para sentir más placentero mi cargo de presidente de Emi Latin … Ahora podía luchar por un artista, darle las mayores herramientas para que llegara a lo más alto y para que se convirtiera en la mayor artista latina de la historia. Sólo había que trabajar por y para ella. Pero antes me tenía que apresurar. Debía contratarla allí mismo. No sea que alguien de la competencia me ganara de mano ... Dejé que Mario se fuera al final del concierto para el hotel y yo me quedé el tiempo necesario para contactarme con ella. Cuando di con el lugar en el que estaba su camarín, para mi asombro pude apreciar que ya estaba fuera de él firmando autógrafos para sus fans. Me sorprendió que se hubiese cambiado tan pronto sólo para atender a sus admiradores. Mucha de la gente que estuvo en el concierto gritando por ella ahora estaba allí a la espera de un autógrafo. Veía con cariño cómo Selena los trataba a cada uno con una gran sonrisa no sin antes preguntarle a cada uno de ellos cómo se llamaba, qué hacía y elogiarlo por algo de su aspecto o de lo que estaba realizando. Me extrañaba ver a una artista moverse de esa manera siendo tan joven y con semejante cantidad de admiradores. También en ese aspecto noto la diferencia entre aquella época y ésta … Cuando mermó la cantidad de gente, no pude más y me acerqué a ella con mi mejor sonrisa y predisposición. “Buenas noches, Selena … Un gusto poder hablar contigo para decirte que has dado un concierto maravilloso. Verás. Soy José Behar, presidente de la Emi Latin y quisiera hablar contigo…”. En ese instante Selena me miro con extrañeza. Me vio que estaba vestido como un ejecutivo y no parecía ser precisamente alguien de su público, alguien de “ellos”. Sí seguramente vio mi cara de admiración y de fascinación, pero lejos de que ello la ablandara, la puso más a la defensiva. ¡¡A ver si yo era uno de los tantos que se quería propasar!! Me miró de arriba a abajo, pero ni se inmutó. Siguió firmando autógrafos como si nada. En mi desesperación saqué una de mis tarjetas de presentación y le dije: “¡¡Es cierto lo que te he dicho, Selena!! Soy el presidente de Emi Latin. Es que no te conocía y quedé fascinado con tu actuación. Sólo quiero hablar contigo…”. “¿Presidente de la Emi Latin? ¡¡Sí, claro!!”, me dijo Selena, sin dejar de firmar autógrafos y de sonreírle a su gente ... No me creyó … ¡¡No me creyó!! … Con el tiempo me reiría de aquellos que decían que Selena era dócil y muy confianzuda con cualquiera que se le cruzaba. Selena era encantadora, pero no tonta. Y bien que hacía para actuar así. Se sabe que hay muchos aprovechadores de los cuales hay que cuidarse … ¡¡pero yo no era uno de esos!! Entendía a Selena, pero ¿cómo convencerla? Di unos pasos hasta dar con el camarín en el que estaba el resto de la banda. Pregunté por alguien que representara a Selena o algo así, y de pronto apareció un hombre grande y de apariencia muy seria y formal que acudió a mi llamado ... Era el padre de Selena. Allí me enteré de que también era su manager. Eso me facilitó las cosas. Me presenté con mi tarjeta y le di mi mano. También le expliqué lo que había pasado cuando intenté acercarme a Selena y de allí la causa de por qué busqué a alguno que la representara en su camarín. El padre de Selena, al darse cuenta de quién era y de lo que significaba mi presencia allí, se deshizo de disculpas y propuso hablarle allí mismo a su hija para que hablara conmigo y se disculpara … “¡¡No, señor Quintanilla!! ¡¡No haga eso!! No sólo no hace falta sino que la pondrá mal a su hija. Selena hizo lo lógico. Estaba atendiendo a sus fans, yo irrumpí y ella sospechó. Usted sabe que hay muchos farsantes dando vueltas ... Si fui a usted es para asegurarme de que podríamos hablar y tener la posibilidad de contratarla. ¡¡Pero no la rete!! Sólo dígale que hubo un malentendido y que nos vemos mañana. Allí estaremos más tranquilos para hablar después de tantas emociones. Sólo quiero decirle ahora que su hija es maravillosa y que yo sólo quiero ayudarla a que llegue a lo más alto. ¿Lo hará? ¿Quedamos así?”, le dije y le extendí mi mano. El padre de Selena se sonrió con ganas y extendió la suya. Le dejé mi tarjeta por si necesitaba localizarme, y quedamos para el otro día vernos bien temprano para charlar y hacer el contrato. Empezaba una nueva vida para ellos y para mí. Empezaban mis mejores años de mi vida en el negocio de la música… Cuando me reuní con ellos al otro día por la mañana me encontré con la Familia Quintanilla en pleno, incluida Selena … Ella se me adelantó tímidamente, pero con cara pícara me pidió disculpas por lo sucedido ayer … “¡¡Es que nunca se me hubiese ocurrido que tú, justo tú, podrías ser presidente de una disquera!!”, me dijo y comenzó a echar de una de sus clásicas risotadas, algo que con el tiempo sería habitual escuchar en ella. Su padre trató de contenerla creyendo que por allí yo podría tomarlo a mal, pero enseguida yo me reí y le hice un gesto de que todo estaba bien. Sabía que ellos estaban nerviosos y expectantes pues se les presentaba una gran oportunidad para lanzarse en el mercado e iniciar un camino que llevara a Selena al plano mundial. Tal vez lo que ellos no sabían o no creían que podía pasar era que yo estaba más nervioso que ellos pues para mí tener una artista de esas características en mi compañía era la realización de mis sueños, la humanización de una profesión en la que sólo se ven números y resultados. Cuando hablé con ellos me encontré con algo que no esperaba … Su historia. Me emocioné y me conmocioné cuando supe cómo habían llegado al negocio de la música y de la manera en la que llegaron a tener un nombre, sobre todo para la gente. Cuando los escuchaba luego de haber visto a Selena actuar el día anterior y de verla personalmente ese día entendí el porqué de su popularidad aunque faltó mucho tiempo para que me diera cuenta de la magnitud de su fama. Uno veía a Selena y era una más entre la gente, por su actitud, por su forma de hablar y de pensar. Más de una vez pensé que si Selena hubiese tenido a mí o a cualquier otro que supiera apreciar su talento representándola desde niña en ese mismo momento podría ser tan conocida como lo era Luis Miguel, que tuvo la fortuna de que toda Latinoamérica supiera de él desde que cantara desde niño “Directo al corazón”. Aun así y con el tiempo habíamos logrado 5 años después que Selena fuera en Estados Unidos tan famosa como Luis Miguel y, por ende, ellos dos ser los únicos latinos con más éxito en la región. Pero en aquella charla quedé emocionado por la historia de toda la Familia Quintanilla y por la sensibilidad de Selena. Uno se daba cuenta de que ella trataba de disimularlo con chistes y ocurrencias, pero en sus ojos y en su mirada se podía apreciar sus sueños, sus deseos, sus alegrías, sus sufrimientos. Notaba que Selena tenía muchos deseos de mostrarse, de ser querida y apreciada por todos, de trascender queriendo ser tal cual se mostraba, sin otra cosa que la quisieran tal cual era. Creí entender el porqué de su magia en el escenario sabiendo de su historia. Supuse lo difícil que era para ella asumir semejante responsabilidad de cantar y de casi sostener a su familia desde los 8 años y más concretamente desde los 10, pero entendía que esa misma necesidad la llevó a sacarse su timidez por la fuerza, de olvidarse del miedo escénico que le provocaba estar ante un público que estaba expectante y de comprender el lado positivo de todo eso, que era poder mostrarse tal cual era mientras cantaba y actuaba. Selena podía allí mismo hacer intervenciones graciosas del tipo de “me saqué mi timidez a fuerza de los cintos de mi padre”, podía decir que ella no tenía idea de que podía estar en ese lugar y que nunca se había imaginado que iba a cantar y menos que podía trascender en ello, pero en sus silencios uno daba con su verdadera personalidad, con sus genuinos deseos, con sus ansias por triunfar y ser famosa así, siendo simplemente Selena … En esa misma reunión su padre me planteó que su objetivo era que su hija fuera una gran cantante internacional, que ella debía trascender cantando en inglés, pero que asumía, por su condición de latina en esos momentos, que debía tantear cantando no sólo en inglés sino en español, sobre todo en este último idioma. Me contó que él también era músico, que él sólo cantaba en inglés a pesar de su ascendencia mexicana y sufrió las consecuencias de esa decisión. Para la música que tocaba no lo contrataban por discriminación al ser de ascendencia mexicana y a la hora de buscar alternativas por el lado de los locales mexicanos, él no tenía posibilidad, ya que no cantaba ni cumbias, ni rancheras, ni ninguna canción en español. Él me contaba que cuando supo del talento de Selena sabía que no debía cometer el mismo error. Aunque a ella le costara e incluso no le gustara, Selena debía al menos cantar en español, y temas mexicanos y latinos. Para él era una alternativa para trascender. “Con Selena tengo un solo objetivo pero dos vías posibles: cantando en inglés y en español. Si trasciende en inglés, mejor. Pero si lo logra en español su fama debe llevarnos a que ella puede cantar en ambos idiomas, y llegar a ser la número 1 en todo el mundo”, expresaba. Selena me miraba y me decía: “¡¡Qué fe me tiene mi padre!! La verdad que si fuera por mí me quedaría en casa diseñando…”, y se volvía a reír. Con el tiempo entendí lo que significaban sus palabras. Ella adoraba el diseño y quería poder trascender con ello. Entendí que para Selena el poder triunfar como cantante le podía permitir llegar a ser una gran diseñadora. Al verlos hablar y sobre todo observarlos me daba cuenta de que eran una familia muy unida pero que cada uno tenía un objetivo personal que podría cumplir con el éxito de la banda. Me sorprendía de que cada uno asumiera con total naturalidad su destino y que nadie se molestara con ello, pues por más que el Señor Quintanilla llevara la situación a mano firme, si sus hijos se sintieran molestos con esa situación podrían haberse rebelado y el padre difícilmente los hubiese podido contener. Eso me daría cuenta poco tiempo después cuando Selena decidió casarse en secreto ... Pero en esta misión todos estaban juntos y todos se sentían obligados a dar lo mejor de sí para lograr el gran fin familiar, que no era otra cosa que lograr el gran objetivo personal. No podía dejar de compadecerme por Selena, pues me la imaginaba yendo con sus sueños todos los días en un bus de pueblo en pueblo. Suponía que no era fácil, nada fácil, llevar la vida así. Me la imaginaba deseando poder parar en algún lugar y poder estar en su casa realizando una vida tranquila, normal, como la de cualquiera, y diseñando y creando sola, en silencio, sin tanta exposición, sin tantas demostraciones, sin tantos exámenes. Pero también me la imaginaba a Selena no aceptando ser una más, no ser una mujer para tener una vida intrascendente. Podía ver en sus ojos y en su expresión que quería llegar lejos, muy lejos, no tal vez por ese camino, pero sí ser una mujer de la que todos hablaran. No podía dejar de imaginarme a Selena siendo niña mirando por la ventana del bus que la transportaba y soñar con que lo lograría, que llegaría a ser famosa y con ello completar sus sueños. A Selena me la imaginaba mirando el cielo y rogar a quien sea que le diera fuerzas, muchas fuerzas para seguir, muchas fuerzas para no caerse nunca, no dejarse llevar por las frustraciones y por la tristeza de no lograrlo si alguna vez las cosas no le salían como ella o su padre esperaban. Podía imaginarme la fortaleza que debía tener Selena desde que tenía 8 años para afrontar todo lo que la vida le había obligado a vivir… Aun sabiendo de lo que era Selena como artista y como persona, encaré su difusión artística con los mismos parámetros que los demás. Es que no todo dependía exclusivamente de mí. Si por mí hubiese sido le hubiese dado todo, absolutamente todo. Confiaba absolutamente en ella, aunque confieso que las cosas se dieron más rápido de lo que pensaba. Es que había olvidado lo que vi aquella noche en San Antonio. Cuando me refugié en mi despacho y empecé a tener reuniones con los máximos referentes y gerentes de la compañía, cuando nos abocamos a planificaciones y tácticas de marketing, habíamos perdido la noción de cómo Selena llegó a ser tan querida y apreciada entre la gente. Nos posicionamos desde nuestros despachos, y juzgábamos la suerte y el futuro de Selena desde la “realidad” de los medios. En esa época para las grandes cadenas televisivas Selena todavía no tenía relevancia y allí pensamos que debíamos promoverla a lo grande, para que su música fuera apreciada y vendida en un tiempo razonable. Pero debo confesar que el éxito vino antes de lo que yo calculaba. Me había olvidado de que no todo lo que aparece en la televisión o en la radio refleja la verdad, muestra la realidad. Si lo veíamos desde nuestra posición Selena no dejaba de ser una cantante texana con mucho futuro, pero si mirábamos las cosas “desde el llano” Selena tenía un gran público cautivo que nosotros no computábamos ni teníamos en cuenta, pero que era la que la hacía mucho más grande y popular de lo que sospechábamos. Fue raro y extraordinario el recorrido al éxito de Selena. Creo que a ninguno de nosotros se nos hubiese ocurrido hacerlo así, pues fue hecho desde la más absoluta necesidad y con los recursos que los Quintanilla tenían en ese momento. El sólo hecho de pensar que Selena casi sin hablar el español conquistaría el mundo hispano cantando en español rancheras, cumbias, toda la variedad de música texana, y que una vez logrado ello se intentara ganar el mercado anglosajón con su identificación latina sonaba a locura, simplemente a locura. Pero ellos habían construido el éxito así, conquistando a todos aquellos que la conocían a Selena, antes que por la televisión o por la radio, por haberla visto en un concierto en su pueblo o en algún festival local. Alguna vez tuve oportunidad de recorrer muchos pueblos del interior del Estado de Texas y me quedé sumamente impresionado por el éxito que Selena tenía allí. En cada uno de esos pueblos conocían a Selena … personalmente. Y todos me hablaban maravillas de ella. Recuerdo que uno me había comentado que se había recorrido unos 100 kilómetros por una carretera de tierra en busca de Selena que daba un concierto en Austin. Él fue a buscarla para pedirle un autógrafo para su hermanita, que no había podido asistir pues estaba muy enferma, y lloraba cada día que pasaba pues no podría ver a su ídolo. Cuando dio con ella y le contó lo que estaba sucediendo, Selena no dudó. Fue con A.B. y Suzette en su auto para ir a visitar a su hermanita. El hombre estaba atónito. Le dijo que los llevaría con gusto, pero que no podría devolverlos a su lugar, ya que al otro día debía trabajar y si faltaba lo despedirían … “No te preocupes, Carlos. Yo me adelanto contigo para ver cuanto antes a tu hermanita. Atrás vendrán mis padres con el bus. Ellos nos recogerán en tu casa y seguiremos camino al próximo concierto. Pero apresúrate que Sandrita nos espera”, le dijo Selena al muchacho. Cuando Carlos me lo comentaba no podía parar de llorar. Me dijo lo feliz que estaba su hermanita, que casi muere de un síncope al principio y de alegría después por esa hermosa aparición de Selena. Recordaba que estuvo abrazada por horas con ella, y que Selena le cantó a capella tres canciones a pedido de Sandrita a modo de recital personal. “¿Ahora entiende por qué la queremos tanto a Selena, señor? Ella no sólo es una gran artista. Es también una gran mujer, una hermosa mujer. Ella nos dio lo que nadie hizo. Ella no dejó nunca de ser una de los nuestros a pesar de su éxito. Y sé que volverá a nuestra casa como a la de tantas otras. Porque para nosotros Selena es aquella hermanita que fue a buscar el éxito y lo logró, pero siempre vuelve a nosotros, para compartir su alegría y su fama…”, me decía aquel buen hombre ... Corría diciembre de 1992 y con ese recorrido podía entender el porqué del fenómeno de Selena ... Cuando Selena estalló con los éxitos de “Como la Flor” y “La carcacha”, realmente me sorprendió pues esperaba el éxito para más adelante. Pensé que tardaría un poquito más en llegar los primeros N° 1, pero no había tenido en cuenta toda la gente que ya la seguía a Selena desde hacía tanto tiempo y que no dudaría en comprar un disco de Selena en cuanto saliera a la venta. Cuando nosotros la contratamos, Selena había editado un par de discos sin mucha repercusión pues se habían hecho en sellos menores, y con poca difusión y tirada de ejemplares. Al aparecer una gran compañía para respaldar a Selena se le dio un espaldarazo a su carrera y una continuidad en su producción musical. La rareza de Selena radicaba en que era un furor pero no tenía casi discos en qué apoyar su carrera. Tal vez nuestro único mérito haya sido el de haberle dado las mayores facilidades para que Selena grabe todo lo que tenía para cantar y eso yo se lo facilité más por culpa que por otra cosa. Yo vivía peleándome con Emi Central para que me facilitaran la tarea de que Selena pudiera grabar su disco en inglés, pero ellos no querían saber nada con ello. Querían ver hasta dónde podría llegar Selena con sus producciones en español. Como ya eso no dependía de mí, sí hice todo lo que estaba bajo mi dirección y supervisión. No puse ninguna restricción a su producción musical. Les permití que grabaran todo lo que quisieran y sacar los discos con regularidad a la venta. Incluso reeditamos lo que Selena había grabado antes y en su lanzamiento sacamos un disco con todo lo que venía cantando Selena pero que no había grabado en ningún lado. Quería al menos darle una oportunidad con todo lo que tuviera a mi alcance. Di precisas instrucciones a todos para que le facilitaran todo y les dije que me avisaran si necesitaban contactarse conmigo. Mientras tanto, yo escuchaba esos demos de Selena cantando en inglés y volvía a oír su voz, apreciar semejante historia e imaginar tan rico futuro. Eso me daba más fuerzas para seguir insistiendo con mis jefes de la Emi Central. Sólo había que esperar el N°1, ese N° 1 que la posicionara a Selena y yo pudiera negociar en otros términos con ellos. Cada tanto el padre de Selena me preguntaba por el desarrollo de los acontecimientos y yo les daba mi sincero parecer. Y mientras el señor Quintanilla me pedía que siguiera insistiendo por “ese viejo sueño familiar”, que tanto solía repetir, Selena venía y me decía: “No te preocupes, José. Yo sé que lo lograrás. Yo confío en ti”, y me miraba con su clásica sonrisa pícara y echaba su habitual risotada. Yo la abrazaba, le daba un beso en la frente y rogaba a Dios que se nos diera pronto, muy pronto. Al abrazar a Selena no podía dejar de pensar que estaba abrazando a una niña que por años se sacrificó, calló, obedeció, cantó y bailó para llegar a este momento, a esta oportunidad. Y si bien es cierto que muchas veces todo depende de la suerte y del momento, yo quería hacer todo lo posible para ver a Selena triunfante y sonriente producto de semejante emoción. Cada vez que abrazaba a Selena soñaba con ver el mundo rendido a sus pies, y que ella pudiera decirme que me agradecía mucho por haber hecho algo por su felicidad … Sólo esperaba eso … por el bien de Selena… Todo fue un vértigo después del éxito de “Como la Flor” y “La carcacha”. Tal vez debimos reparar más todos en lo que nos generó semejante repercusión. Porque creo que nadie lo esperaba. Y no es que no esperábamos lograrlo, pero todos lo esperábamos para más tarde. Incluso todos tuvimos que manejarnos en todos los aspectos sin prisa pero sin pausa. Allí di cuenta de que no previmos esta posibilidad. Nos habíamos avocado tanto en el camino al éxito y en todo lo que debíamos hacer que no pensamos en lo que debíamos hacer si lo lográbamos en algún momento. Fue la primera vez que pensé que a pesar de haber hecho todo bien, algo nos faltó. Pensé con temor a admitirlo abiertamente que no habíamos estado a la altura de las circunstancias. Me parecía exagerado y tremendista pensarlo de este modo, pero luego me arrepentiría de no tomarlo más en serio … Tal vez hubiésemos evitado aquella locura … Lo cierto es que La Familia Quintanilla, y sobre todo Selena, tomó conciencia de que ella debía aprender bien el español. Pues del lado de los Estados Unidos el exitazo había sido “Como la Flor”, pero en Monterrey lo que explotó fue “La Carcacha”. Había que ir allí. Ya Oscar Flores le había avisado al Señor Quintanilla que debía ir para Monterrey, pues Selena había causado muy buena repercusión con “Baila esta cumbia”. Yo le dije que era una buena oportunidad aunque había que estar bien preparado pues en México difícilmente le perdonarían que no hablara bien el español. El padre de Selena no se preocupaba tanto por eso. Él confiaba en que su hija sortearía ese escollo … Pero él no estaba tan convencido en ir a México. Él quería que su hija tuviera éxito primero en el mercado latino en los Estados Unidos para que ello mismo la llevara tanto al mercado anglosajón de su país como a cualquier continente. Él le daba prioridad a esa posibilidad más que a cualquier otra. No desestimaba el éxito en México como en cualquier país latino, pero pensaba que darle prioridad a esa posibilidad le quitaba las chances a la alternativa que él prefería. Allí volví a pensar en los demos y en que ésta era una excelente posibilidad para ir a ver a mis superiores de la Emi Central para asegurarnos de un contrato al menos … Pero el éxito de “La carcacha”, pero sobre todo el ser un N°1, me hizo convencer al Señor Quintanilla de ir cuanto antes para Monterrey. Para mí era una excelente oportunidad para abrir el mercado, hacer a Selena una artista reconocida en todo el mundo hispano y, por sobre todo, provocar el “efecto rebote”: que el éxito de Monterrey agigante el éxito que Selena tenía en Estados Unidos, y que en Monterrey vieran el éxito mundial de Selena. Por eso se me ocurrió hacer el primer video de Selena no sólo con el tema “La carcacha”, sino que se hiciera en la mismísima Monterrey. Era la mejor carta de presentación de Selena y prueba de su éxito en México. Dejé para otro momento hacer un video con “Como la Flor”. Los sucesivos compromisos lo fueron posponiendo una y otra vez, hasta que nos pareció que no tenía más sentido insistir con ese proyecto … Sería de las tantas cosas de las que me arrepentiría de no haberlo hecho en su momento … Pero tenía motivos valederos ... En aquellas épocas nuestra compañía solía usar el recurso de hacer canciones en dueto como una forma de promocionar a un artista que no era conocido en las tierras del otro artista y viceversa … Surgió en ese mismo año hacer un dueto con Álvaro Torres que le permitía a Selena hacerse conocida en toda Centroamérica, y eso era preferible a hacer un video de “Como la Flor”. No teníamos aún todos los recursos aunque con Selena los usaba todos y mucho más … Los cañones los tenía apuntados para Latinoamérica y estos N° 1 me daban esa oportunidad. El padre de Selena aceptó pero a cambio me pidió que acelerara el tema del contrato con Emi por el disco en inglés. Yo era consciente de la presión que ejercían los Quintanilla sobre este tema … Incluso el año anterior buscamos promocionar a Selena con un muy lindo tema que Selena interpretaba brillantemente: “Where did the feeling go?”. Selena lo cantó en la edición N° 11 de los Tejano Music Awards y en numerosos conciertos como uno muy recordado en San Antonio en 1991… Pero no llegó a tener el éxito que se esperaba y esto daba más argumentos para la Emi Central para que Selena se avocara a la música en español. Encima estos primeros N° 1 lo certificaban plenamente … Mientras tanto Selena fue con el mejor español que pudo a México e igual fue arrasador su éxito. Allí di cuenta de otras de las virtudes de Selena que no tenía nadie, absolutamente nadie, y que explicaba el por qué me había impactado tanto la primera vez que la vi … Aparte de su talento, estaban su carisma y su risa, esa risa tan contagiosa. Era inevitable subyugarse ante Selena aunque uno fuera mexicano y estuviera frente a una mujer que verdaderamente hablaba mal el español por esas épocas. Pero esa gracia, esa manera de decir las cosas, ese respeto que tenía por la gente que la admiraba rompía todo límite, toda lógica. Después de ello sabría que a Selena le perdonarían todo, que ella podría superar cualquier barrera que se le interpusiera … Sólo dependía de ella … Y de estar a la altura de las circunstancias … no sólo en lo artístico sino en lo personal … No sólo en saber qué música se tocaría luego de un gran éxito sino de cómo llevar adelante en lo personal semejante repercusión, cómo manejarse con la fama ante la gente que siempre la había visto como una promesa y lejos aún de ser una realidad… En el medio de todo ello, y por si fuera poco, Selena se había casado en secreto con el guitarrista de la banda, y amante del rock, Chris Pérez. Recuerdo que me enteré del asunto por la televisión, pero opté por el silencio. Esperaba al señor Quintanilla al teléfono para anoticiarme del tema. Yo estaba por esas épocas en San Antonio en la promoción de otros eventos y artistas. Tuve el buen tino de eludir a cuanto periodista merodeara por allí pues quería evitar tener algún roce con ellos. Y cuando aparecía alguno, yo le insistía en que no me expediría sobre el tema sin tener la declaración oficial de la Familia Quintanilla. Pero pasaba el tiempo y el padre de Selena no me llamaba ... Estuve a punto de llamarlo cuando apareció Selena ante mis ojos junto a Chris. Me vino a dar las buenas nuevas, me dijo que prefería averiguar dónde estaba para decirme de lo que había hecho en forma personal … junto a Chris. “Mi padre está preocupado porque cree que esto afectará mi carrera musical. ¿Tú lo crees así? ¿Crees que debo negar todo por el momento?”, me dijo Selena con cara que denotaba tristeza y preocupación. Yo me acerqué a ambos, tomé con mis manos los hombros de los dos y les dije a ambos: “¿Pero qué dices, Selena? ¿Acaso no te das cuenta que la gente te ama? ¿Acaso no ves que no tienes barreras de idiomas, de países, de nada? ¿Acaso no has percibido que la gente es feliz con tu éxito y sólo quiere que llegues a lo más alto? Selena: la gente, además de admirarte, te quiere mucho y desea lo mejor para ti. Sólo di que te has casado y que eres feliz con este buen hombre. Yo te puedo asegurar que la gente se pondrá contenta con tu felicidad. ¡¡La gente te quiere, Selena, te quiere mucho!! Y te querrá más a ti, Chris, cuando Selena diga que tú eres su Amor. Pues ahora vayan y disfruten de su felicidad, que todos estaremos bien felices. Y no te preocupes por tu padre. Es lógica su preocupación, pero en cuanto vea que tú sigues con la banda feliz, él lo entenderá…”. Selena se me tiró encima, y me dio besos y abrazos de agradecimiento. Chris me abrazó fuertemente y me agradeció emocionado mis palabras. Los dejé partir con la seguridad de que yo haría todo lo posible por apoyarlos y para manifestar que nada había cambiado con esta noticia. Cuando hablé con el padre de Selena, él me dijo: “No se preocupe, señor Behar. Le agradezco su gesto. No esperaba otra cosa de usted. Yo sé que mi hija no me defraudará. El que está en falta soy yo. Ahora no sólo la apoyaré en todo, sino en que no dudaré más ni de sus intenciones ni de los que ella quiere y ama…”. Me quedé pensando en esas palabras. Era un lindo gesto como para reprocharlo, pero en otras circunstancias le hubiese dicho que igual había que estar atentos de las intenciones de las otras personas en las que podría confiar Selena o incluso él mismo … Chris podría ser un aprovechador, pero no sólo no lo era sino que era una gran persona. El hecho de equivocarse en la apreciación de una persona o de un acto, no significaba que siempre se esté equivocado. Que a veces, muchas veces, se podía acertar … Se lo quise decir al señor Quintanilla, pero no lo hice … Grave error. Tal vez si se lo hubiese dicho, el padre de Selena hubiese actuado de otra manera y hoy no nos estaríamos lamentando del absurdo que ocurrió con nuestra Selena… Todo se hizo rápido, muy rápido desde aquel momento. Nos parecía tan increíble todo lo que pasaba que ni siquiera nos detuvimos a pensar dónde estábamos parados y cuáles debían ser los pasos a seguir. Con el éxito de Selena en la mano fui a plantearle a mis superiores sobre la necesidad de hacerles un contrato por el disco en inglés. Les plantee que al menos se aseguraran ellos de tener la exclusividad antes de que otros se la quitaran de las manos. Eso los convenció. No eran tontos. Podían rechazar la idea de que Selena grabara en inglés siendo un ícono como cantante hispana, pero no iban a regalar a Selena a nadie ... ¡¡Quién sabe lo que les depararía el futuro!! … En 1993 formalizamos el contrato, y desde ese mismo momento se daría una lucha entre los Quintanilla y Emi para ganar en sus posturas. Yo sabía que en un punto la posición de mis superiores era razonable. No se podía desperdiciar semejante éxito apostando a algo tan arriesgado y con consecuencias impredecibles. Y yo estaba en el medio de esa puja y lo único que quería era el bien para Selena. Por eso hablé con los Quintanilla y les propuse que tuvieran paciencia, que redoblaran sus esfuerzos para lograr más y más éxitos tanto en los temas como en los conciertos. Cuando Selena fuera indiscutible para todos, mis superiores no podrían resistir a semejante presión. Otra vez el padre de Selena aceptó mi sugerencia, pero con una condición: que ellos pudieran expresar en cuanto programa de radio y de televisión fueran invitados que ellos estaban preparando un disco en inglés y que tenían un contrato firmado. Yo accedí pues era el más interesado de la compañía en que Selena llegara a la cima. Poco tiempo después al padre de Selena se le ocurrió hacer un disco en vivo el día en el que Selena se presentó en el Memorial Coliseum de Corpus Christi. Era una ocasión muy especial para ellos tratándose de la ciudad que los vio crecer y triunfar, y lo harían en un momento de gran crecimiento y creación. Yo pensaba que era mejor sacar un disco en vivo más tarde cuando sacaran un álbum consagratorio que los catapultara al éxito mundial y cuya versión en vivo sirviera para difundir su música en aquellos países en los que Selena no era tan conocida, pero el entusiasmo de todos los Quintanilla me dio la intuición de que podría ser una gran oportunidad para ser un paso más en el éxito de la carrera de Selena y Los Dinos … ¡¡Y vaya si lo fue!!! Selena había interpretado un repertorio bastante variado que le permitía mostrar su gran versatilidad y lo madura que ya estaba como cantante. Me pareció una excelente idea difundir ese concierto, aunque siempre haciendo hincapié en sus interpretaciones en español, ya que yo estaba más que convencido de que Selena debía reafirmarse como figura indiscutible en ese mercado para luego saltar e intentar jugar en las grandes ligas sin que nadie se atreviera a cuestionarla. Lo bueno que tenía con los Quintanilla era que me había acoplado perfectamente a su gran trabajo en equipo en el que todos se sabían escuchar y en el que todos sabían lo que debían hacer. Ni el más optimista podía imaginar las consecuencias que se darían luego de una simple idea de sacar un disco en vivo en el que sólo agregamos como novedad la inclusión de un tema nuevo que sabíamos que sería un éxito: “La llamada”. El disco no sólo fue un éxito … Le permitió a Selena ser nominada al Grammy por ese álbum … ¡¡Y ganarlo!! Creo que fue una de las pocas veces en las que lloré cuando vi a Selena arriba en el escenario tan emocionada recibiendo ese merecido premio. No podía creer que me nombrara en primer lugar en la lista de agradecimientos … Pensé que por los nervios alteró todo el orden de prioridad de agradecimientos y hasta olvidó nombrar a otros … Y no era para menos … Lo podía ver en su rostro. No había margen para las risotadas que ella siempre utilizaba como recurso para que nadie descubriera lo que realmente sentía, lo que verdaderamente pensaba. Selena estaba seria y formal. No estaba como siempre. ¡¡Y cómo estarlo!! Estaba verdaderamente emocionada. Luego diría que ella no se lo merecía, que ella no lo esperaba, que ella sólo fue a sacarse fotos con los verdaderamente “famosos” … Pero ella en su interior lo deseaba, lo intuía, lo percibía. Sabiendo lo sensible que era Selena me ponía en su cuerpo y me imaginaba las imágenes que pasaban por su cabeza cuando escuchó su nombre como ganadora del Grammy, algo difícilmente de conseguir por esas épocas. Cuando me encontré con Selena, ella me abrazó y se quedó un tiempo como un niño gozando del momento, con los ojos cerrados y sin decir más que “Gracias, José, gracias por haber confiado en mí … Y perdóname por haber desconfiado de ti … ¿recuerdas?”, y echó otras de sus carcajadas que denotaban que volvía a la “normalidad”. “Mira, Selena. El mérito es tuyo. Yo sólo te he ayudado, pero no tengo más mérito que ése. La gente te admira y adora, y ahora tienes el reconocimiento del Gran Jurado. ¡¡Nadie podrá detenerte!!”. Selena me miró, luego observó a su alrededor y me dijo: “Sí, pero todavía hay mucho por hacer. ¿Estarás siempre a mi lado para apoyarme?”, me miró fijo como esperando un gesto concreto de mi parte. Yo la abracé y le dije: “¡¡Claro, claro que sí!! Siempre estaré para apoyarte en todo lo que te propongas”. Selena se apartó, me volvió a mirar fijo y me dijo: “¿Pero no olvides de mi disco en inglés, eh?”, y nos echamos a reír juntos a carcajadas. Era el momento de gozar, de reírse, de disfrutar. Tal vez nos faltaba reflexionar, pero eso fue muy difícil de entenderlo en aquel momento… Es muy difícil describir ese año, ese último año ... Íbamos de logro en logro, de concierto multitudinario a otro. Todo fue una sucesión de cosas que a cada uno le costaba procesar. Cada uno a su manera se permitió vivirlas. No había tiempo para otra cosa. Después del Grammy Selena daría un majestuoso concierto en el Houston Astrodome en el que volvería a batir con todos los récords de asistencia y en el que se permitiría adelantar algunos de los temas del disco que saldría al mes siguiente: “Amor prohibido”, sin duda el mejor que haya hecho Selena, en el que se arriesgaba a cantar otros temas, otros ritmos, otras canciones. Eran todos éxitos. Hasta nos peleábamos por cuál debía ser el primer tema adelanto para la radio. El padre de Selena pensaba en “Amor prohibido”. A.B. en “Bidi bidi bom bom”. Yo pensaba como el padre de Selena y así se hizo, pero podría haberse hecho al revés y hubiese sido lo mismo. El éxito fue espectacular y las repercusiones no se hicieron esperar. Selena vivió una sesión maratónica de conciertos, entrevistas, recibimientos de premios, participaciones en telenovelas y hasta en cine. Y todo lo hacíamos sin reflexionar, sin pensar que algo debíamos ajustar pues las cosas habían cambiado mucho, sobre todo en ese último año. Había que dejar de ver a Selena como una promesa y sí como una realidad, Selena debía dejar el bus y viajar más en avión, Selena debía pensar seriamente en una gira por toda Latinoamérica, pero para eso debíamos parar todos y diagramar las cosas. Yo sentía que nadie caía en lo que se estaba generando: que Selena ya era una estrella en Estados Unidos y México, y que pronto lo sería a nivel mundial. Debíamos empezar a pensar seriamente que había que afrontar otras realidades, otras necesidades, otras exigencias. Pero para todos esto era un sueño, un sueño hecho realidad y que había empezado a cumplirse luego de tantos años de frustraciones y de necesidades. Como si a Selena le sobrara tiempo, decidió a echar a rodar su vieja pasión, la del diseño. No estaba mal que lo hiciera, pues era su gran vocación, pero lo más atinado era tal vez consolidar su carrera artística, proyectarse en todo el mundo para recién allí desarrollar sus boutiques con especialistas de todo el mundo. Pero Selena no quería esperar, lógicamente no quería esperar. Y decidió echar a rodar su sueño de inaugurar “Selena Etc.” en Corpus Christi con lo que tenía a mano, y con sus enormes ganas de hacer, hacer y hacer. Estaba bien, pero si lo hubiese pensado un poco, sólo un poco, se hubiese dado cuenta de que estaba dejando su boutique en manos inexpertas y de dudosas intenciones ... No todos seguían sus nobles ambiciones. Había gente a su lado que no le llegaba ni a los talones. Yo sentía que Selena era la gran Reina que se paseaba por el gran camino real al éxito, pero al lado, al lado había gente que no estaba dispuesta a seguirla en ese camino de emancipación que se proponía Selena. Selena debió primero aprender a volar por el mundo para saber a dónde quería dirigirse y con quién. Todos vivimos en la vorágine y no dimos cuenta del monstruo que se estaba gestando a su alrededor. Todos vivimos en el gran mundo pero nos movíamos como si no hubiésemos empezado. Y ése fue un gran error. Un error que pagaríamos muy, muy caro… La lucha con mis superiores parecía llegar a buen puerto. El éxito impresionante de Selena los hizo ceder. Comprendieron que se podía hacer el intento de hacer el disco en inglés, pero me pidieron que no abandonara con los proyectos en español, que debía seguir jugándose por los dos caminos a pesar de ello. Sabía que eso significaba luchar con ellos en cuanto a la salida del disco. Eso se podía reflejar en los anuncios de Selena de la salida del disco en inglés. El éxito espectacular de Selena en el segundo semestre de 1994 le permitía decir a los cuatro vientos de su proyecto principal, pero cada tanto debía cambiar de mes … Al principio sería en marzo, luego en julio. Debo confesar que la vorágine en la que vivíamos nos impedía tener un mínimo de organización. Para principios de 1995 Selena había comenzado a grabar el disco en inglés pero a su vez ella anunciaba que iría a Sudamérica a hacer sus primeras presentaciones, pero aún no quedaba claro si ello era posible. Todo dependía de cuándo terminaría el disco en inglés y de comenzar a promocionarlo, y si eso era en julio lo más probable era que Selena no se moviera de Estados Unidos y de México en todo el año. Eso también condicionaba los trabajos de Selena en español. Pensábamos en si debíamos sacar nuevo material a la vez que el disco en inglés o bien no hacer nada hasta ver qué pasaba con la apuesta de los Quintanilla. Yo pensaba que lo mejor era editar un disco en vivo para difundirse en Centro y Sudamérica, pero como hacía poco habíamos sacado “Selena Live”, pensé que tal vez podríamos sacar un “Grandes Éxitos”. Eso liberaría la presión de hacer algo nuevo en español, darle prioridad al disco en inglés y dar la posibilidad de ir al resto de Latinoamérica si daban los calendarios con el material conocido o difundido ... Debo confesar ... Semejante desorganización tenía una explicación: íbamos para adelante llevados por el viento de cola. No lo vivíamos como algo caótico ni dramático. Lo vivíamos como algo normal. Todo nos salía bien. Selena estaba en su mejor momento, y sus éxitos y popularidad iban en aumento. ¿De qué nos podíamos preocupar? Todos estos problemas para nosotros eran menores, muy menores. Sólo era cuestión de tiempo. Selena ya había acomodado sus conciertos en función de lo que haría en inglés. Así encaró su edición del Houston Astrodome el 26 de febrero de 1995 con su espectacular intro del Disco Medley, todo iba bien con el disco en inglés, aunque con un ritmo aún lento debido a los múltiples compromisos que tenía Selena ... Todo iba bien. Teníamos tiempo, mucho tiempo ... En cuanto ajustáramos la fecha de salida del disco en inglés todo quedaría claro, más que claro. Hasta pensé que sería mejor que el disco en inglés saliera a fin de año. Eso le permitiría encarar sus compromisos ya prometidos en Estados Unidos y México durante el año, mostrarse y promocionarse por primera vez en Sudamérica y comenzar a hablar de su disco en inglés en Estados Unidos. Y eso daría tiempo a Selena para ubicar a “Selena Etc.” en el mercado. ¿De qué debía preocuparse uno? Todo tenía solución ... Había tiempo. Mucho tiempo ... Selena estaba en su mejor performance y ninguna barrera había en el horizonte que impidiera seguir su camino. Todo se cumpliría … Era cuestión de tiempo. Todo se cumpliría irremediablemente… Ese 31 de marzo yo estaba en Los Ángeles. Estaba ultimando los detalles para el concierto de Selena allí. Sabía que era otra excelente oportunidad para que Selena mostrara algo más de su potencial. Era su siguiente concierto personal luego del Houston Astrodome, sin contar las innumerables presentaciones en festivales y conciertos múltiples. Esa misma tarde me llamó A.B. Hablaba en voz baja. Podía ver su rostro desencajado e incrédulo. Lo podía ver escuchando su voz. Apenas le pude decir que iba para allá. Ni pude decirle que si me estaba haciendo un chiste, si estaba seguro de lo que estaba diciendo ... La voz de A.B. me impedía decir cualquier cosa. Pasaron por mi mente muchas cosas, el abrazo de Selena agradeciéndome lo que había hecho por ella, mi visión de Selena siendo pequeña soñando con lo que iba a ser mientras guardaba la realización de sus sueños para cuando lograra ser la mayor artista latina de todos los tiempos, la alegría interna de Selena cuando ganó el Grammy ... Pero también pensé cuando poquito antes no logró repetir el Grammy y pensé que tal vez si lo hubiese ganado nuevamente todo se hubiese clarificado y la historia hubiese sido distinta ... Y también pensé en aquel concierto de El Paso en el que irrumpió un fan para abrazarla en plena actuación, pero que fue un segundo de incertidumbre en el que pensamos lo peor y que llevó a decir a Selena “Me asusté” mientras seguía cantando. Cuando ocurren estas cosas uno piensa en todo lo que pudo haber hecho si hubiese actuado a tiempo en su debido momento … Un pensamiento inútil, sumamente inútil ... Con el tiempo sabría que el problema estaba adentro, no afuera. Allí volví a pensar en si nos hubiésemos organizado más, en si los de la Emi no hubiesen retrasado indefinidamente el disco en inglés, en si los Quintanilla hubiesen pensado en lo que estaba generando Selena fuera de los Estados Unidos y México y en aprovechar el éxito de Selena en español antes de ingresar al mercado anglosajón, en si Selena hubiese bajado los decibeles con su proyecto de Selena Etc. y hacerlo con más tiempo y más apoyo de todos nosotros, en si yo hubiese hecho más por su carrera y hubiese impuesto más mi criterio si lo tenía todo claro, si yo sabía lo que pensaba y sentía Selena … Pero era demasiado tarde para lágrimas. Lo que más me aterraba de todo era el Día Después, el día del Mundo sin Selena, cuando se acabaran los homenajes y los recuerdos, y el mundo se acostumbrara a que Selena fue aquello que fue y lo que no fue … fotos y recuerdos … La que inició un ciclo pero no lo pudo terminar siendo capitalizado por otros artistas que eran muy talentosos, pero que no eran diferentes como Selena ... Tenía terror, porque se cometerían muchas injusticias, como lo que le habían hecho a Selena, la única hacedora de una época de magia y la única víctima, la víctima más inocente que haya tenido este mundo despiadado y cruel. Con el tiempo mi participación se circunscribió a sacar ese disco en inglés, ese disco que ahora era póstumo e inconcluso, y que salió puntualmente en julio ... Puse mi mejor cara para recordar el Legado de Selena, pero me sentía triste, muy triste. Luego me fui alejando del todo. Surgieron cosas que no me gustaban y me avoqué a mi profesión como era antes de conocer a Selena ... Hacerlo como un deber y punto ... Ya no tenía el incentivo de Selena. Después de conocer a Selena ya nada sería lo mismo y nada bueno podía esperar. Tal vez un consuelo, una vez cada tanto, pero consuelo al fin. Cuando salió la película, me di cuenta de que fueron injustos conmigo. Yo no era esa persona a la que nunca nombraban por su nombre … Ni siquiera se asemejaba en lo que pretendía para Selena … Pero poco importaba … ¿A quién le podía importar? Selena no estaba. Eso era lo que más importaba … Eso era lo irremediable… Un día volví a la casa de Carlos. Sabía perfectamente el lugar. Ni necesité presentarme. En cuanto me vio, nos abrazamos y nos pusimos a llorar. Los dos sentimos en soledad la pérdida de Selena. Podía ver que su hija había llenado su habitación con fotos, imágenes y recuerdos de Selena. Ella también nos abrazó y lloró en silencio. Todos nos sentíamos más que solos. Solos y en silencio. Nos habíamos quedado sin habla. Nos habíamos quedado sin nada … Nos habíamos quedado sin Selena… (Yo tampoco tengo más para decir … Todo está dicho … dicho por Selena. Lo único que me mueve, lo único que me moviliza es que nunca permitiré que se calle la voz de Selena, que alguien se olvide de lo que fue, de lo que hizo, de lo que generó. Eso nunca lo voy a permitir .... Todos nos podremos quedar llorando sin nada que decir, pero nunca el mundo se podrá quedar sin escuchar la voz de Selena. Y esa es pura y exclusivamente nuestra responsabilidad … si es que queremos de verdad a nuestra Selena…) Selena: yo sólo hablo por ti. Yo sólo quiero con mis actos certificar que siempre estarás presente y que un mundo es posible … con tu Amor… Te quiere mucho… Sergio Ernesto Rodríguez (Buenos Aires, Argentina)

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