El Amor de un padre por Selena…


El otro día me quedé reflexionando a propósito de unos comentarios que se hicieron por la interpretación de Selena Gómez en San Antonio, Texas, de uno de los temas emblemáticos de Selena, “Bibi bidi bom bom”. En realidad, fijé mi atención en un comentario de una amiga, que invitaba a reflexionar que, en definitiva, dicha cantante tenía ese nombre gracias a su padre, un gran admirador de nuestra Selena, a tal punto que le puso ese nombre a su hija cuando Selena brillaba en Texas y era una estrella en ascenso que comenzaba a hacerse conocer en México con “Baila esta cumbia”, y que luego llegara a su furor con “Como la Flor” y “La carcacha”. En la actualidad, ante la controversia de escuchar o no a la actual artista de la Disney un tema de la inigualable Selena, yo reparé en el homenaje que le hacía aquel padre que pensó en ella a la hora de poner el nombre a su hija…

Creo que cuando reaccionamos con reticencia a aceptar escuchar a otras artistas jóvenes, máxime si se llaman Selena, es porque nos genera mucha tristeza no ver a Selena en ese lugar, en ese maravilloso mundo del éxito y del reconocimiento. Nos es imposible no reparar en su imagen y en pensar recurrentemente en lo que ha pasado y en que se ha ido una artista insuperable que no sólo triunfaba, no sólo era popular, no sólo era querida, sino que, por sobre todo, Selena era joven y tenía todo para dar, para ofrecer. Tenía talento, planes, objetivos, un mundo que la esperaba, un terreno fértil por conocer. Y ese sentimiento, esa ausencia, esa impotencia por no poder hacer nada, por querer y no poder, por admitir algo inadmisible incluso en el vocabulario de Selena, que es la palabra “imposible”, nos lleva a dos sentimientos: el de enojo y el de llanto. Tal vez nos enojamos con la interpretación de una artista y la censuramos o criticamos, pero en realidad nos enojamos porque Selena no está aquí, porque nos da bronca y mucho enojo saber que existió ese nefasto día, y el dolor lo encaramos con tristeza, indignación y negación. Tal vez la mayor expresión de ello es cuando buscamos “Selena” en youtube. Una vez más la realidad nos parte con la fuerza de una daga. Pero ese enojo, esa coraza que ponemos para enfrentar aquello que nos genera tanto dolor, cae cuando vemos algo hermoso de Selena, cuando vemos algo que nos conmueve en sus interpretaciones. En lo personal, todos los sentimientos salen a flor de piel cuando Selena me emociona con sus hermosas interpretaciones … ¿Cuántas veces me levanté para correr y encerrarme en la cocina de mi casa por varios minutos para que nadie me viera llorar desconsoladamente luego de ver a Selena interpretar “Where did the feeling go?” en San Antonio, Texas, en 1991? ¿Cuántas veces me emocioné con las muestras de Amor, admiración y cariño de los fans y del público en general en Festival Acapulco cuando Selena cantaba maravillosamente “Como la Flor”? ¿Cuántas veces me paré para aplaudirla llorando emocionado cuando Selena interpretaba “Si una vez” en el Houston Astrodome el 26 de febrero de 1995? No es inevitable asociar dicha con dolor, felicidad con llanto, admiración con desconsuelo. Cualquiera que ama a Selena sabe que siempre convivirá con esa sensación, con ese sentimiento, con esa emoción, con esa densa realidad…

Yo no dudaría en la actualidad de poner el nombre de Selena a una hija mía. Hubiese querido saber de ella cuando tuve a la mía. Porque poner el nombre de Selena a alguien tan soñado y tan esperado por uno tiene una connotación especial. No es que uno espera que nuestra hija sea como Selena, actúe como ella, se exprese como ella. Uno le pone Selena pensando en homenajearla todos los días nombrando a alguien que forma parte de su ser con su nombre. Es poner a su cuerpo, a su sangre, a su alma el espíritu de Selena. Es poder tener la posibilidad de hacer algo que no podemos hacer con ella en la actualidad: nombrarla, quererla, admirarla, cuidarla, acompañarla. Tal vez con nombrar a alguien a quien tanto queremos con ese nombre nos da la posibilidad de expresarle nuestro Amor y nuestro cariño a Selena, Cuando a ese ser querido le damos un beso, una caricia, un abrazo, parte de ese sentimiento se lo expresamos y dedicamos a Selena. Un hijo, un ser querido, es único e irrepetible. Como Selena. Pero esa situación no quita que no podamos expresar a través de ellos todo lo que hoy quisiéramos expresarle a Selena. Cuando elegimos ese nombre, inmortalizamos y tributamos a Selena. Luego la mantenemos viva a través de nuestro cariño, de nuestros sentimientos, de nuestro Amor, de nuestro tributo. A ellos les inculcamos todo lo que Selena nos dijo, predicó y enseñó. Les decimos una y otra vez que en la vida todo es posible, que nada es imposible, que no hay límite a la hora de soñar y de efectivizar nuestros sueños, que todo se puede lograr. Les explicamos que lo más importante son nuestros sueños, nuestras anhelos, que lo más importante es ser feliz con lo que se ha obtenido, que nunca hay que resignarse, que hay que volcar todas nuestras energías en cosas que nos enaltece el Alma, que nos enriquece el espíritu, que nos hace más felices. Les enseñamos el Amor por los animales, por el prójimo. Les pedimos que jamás renieguen de sus orígenes, que sepan que no siempre la vida nos ofrece alegrías, pero que uno lo puede lograr si se lo propone. Que cada pequeña cosa que se obtiene hay que agradecerla como si hubiese logrado todo. Que muchas veces las cosas son difíciles, que no todo es color de rosa en el camino del éxito. Les transmitimos a nuestros hijos lo que Selena nos inculcó con sus palabras y con sus actitudes. Les brindamos a nuestros hijos todo el Amor, todo el agradecimiento, todo el cariño que le querríamos expresar a Selena, y que la vida, a veces tan injusta y dolorosa, nos impide hacerlo posible…

Creo que quien quiere a Selena tiene ese dolor que no cierra, esa congoja que no termina nunca, esa consternación sin explicación, muchas preguntas sin respuesta. Creo que por eso no se acepta su partida y se quiere negar lo que se nos presenta a nuestra vista en forma implacable. En lo personal, el no poder nombrar determinadas palabras, el no querer ver determinadas fotos, el no querer escuchar a determinadas personas, es un indicativo de que nunca podré entender ni aceptar lo que le ha sucedido a Selena. Lo sentí apenas supe de su suerte y no la conocía. Lo padecí cuando conocí a la gran artista que era. Y sé que moriré sin saber por qué Selena tuvo que sufrir esto, por qué a alguien con tanto Amor, que ofreció tanto cariño, recibió tanta violencia como respuesta …Todos los días me asalta la angustia, la desazón y la impotencia de una realidad que me indica que Selena no está ni volverá ... Pero pienso en ella, la veo, me estremezco por lo que me transmite con sus interpretaciones y es entonces cuando no me resigno, no me dejo estar, no permito que nadie ocupe ese lugar que se ganó Selena por derecho propio, ese lugar que se ganó desde muy chica dando lo mejor de sí, ese lugar que logró yendo en un bus de pueblo en pueblo ... A veces busco en el cielo, en las estrellas, en la calle, en el camino alguna señal de Selena que me indique que está, que no se fue nunca, que todo fue producto de una pesadilla. Porque todos sentimos que lo que se le hizo a Selena nos lo hicieron a nosotros. A nosotros nos quitaron el corazón, el Alma, la alegría. Nosotros sentimos el dolor de Selena aquel día. Así como Selena se ganó a su público con su voz, con su talento, con su carisma, con su figura, con su personalidad, ese mismo público recibió el Amor y el dolor, la alegría y la tristeza, la felicidad y la ausencia. Para muchos es la pérdida de un ser querido, de un amigo, de alguien que nos dejó una marca en el corazón y que no olvidaremos jamás ... Nos quitaron para siempre la alegría, nos quitaron las ganas de ser felices con Selena. Nada reparará tanto dolor. Nadie podrá sustituir aquello. Pero ese sentimiento se compensa con esa pequeña esperanza de que ella no nos ha dejado solos, con la expresión de cariño de todos los que la amamos de verdad a Selena y de que daríamos todo por su felicidad…

Por todo ello es que me emociona ver que aquel padre le pusiera el nombre de nuestra Selena cuando ella sólo tenía 19 años. Por la triste historia que todos sabemos, ese nombre se haría popular después. Pero él se lo puso en ese momento cuando no era lo usual ni popular elegir ese nombre. Como buen hombre de Texas amaba a Selena. Ya por ese entonces Selena era una artista consagrada en la región. Venía obteniendo desde los 16 años premios en los Tejano Music Awards, y era una artista tejana muy popular y querida, pero aún le faltaba la proyección internacional que pronto tendría. Pero aquel padre no esperó el gran éxito o la gran desgracia para brindar su cariño a nuestra Selena. Se lo quiso brindar en ese momento, en esa circunstancia. Tal vez en esa actitud del padre veamos la expresión de Amor de toda la gente hacia Selena. Él decidió homenajearla en vida sin tener la posibilidad siquiera de poder imaginar lo que luego sucedería. Tuvo la sabiduría pero también el enorme sentimiento para poder agradecerle a Selena ofrendando a su hija con su nombre. Expresó con su actitud el enorme Amor que todos le tenían a Selena, ese agradecimiento hacia una artista que iba de pueblo en pueblo a ofrecerles un concierto, a saludarlos, a alegrarlos, a ofrecerles acaso su propia vida. El público lo entendió así, por lo que no sólo compró sus discos, sino que le expresó todos sus sentimientos, su agradecimiento, su corazón...

Los que queremos a Selena no podemos mirarla sin esperar una señal de ella, porque aún nos emocionan sus interpretaciones, aún extrañamos su voz, aún nos hace vibrar cada canción, cada sentimiento expresados con su voz. Seguimos esperando algo más, seguimos esperando después de su despedida del Houston Astrodome que aparezca otra vez, no queremos imaginarnos que aquella sonrisa se va a transformar en tristeza, que su aire de estrella se apague por un problema que debió haberse solucionado mucho antes, queremos sentir que efectivamente nos cuidaremos muchísimo y que nos veremos muy pronto, queremos imaginarnos que nos dará otros mil abrazos y mil besotes, queremos verla triunfar, queremos verla feliz, queremos verla en cada festival con su enorme sonrisa, queremos verla nuevamente brillar en un estadio con 65.000 personas viéndola, queremos verla cantando duetos con famosos artistas internacionales, queremos verla en cada concierto benéfico, queremos verla dando un abrazo y una caricia a cada niño, a cada persona necesitada de Amor, queremos ver la música enriquecida con su voz y con su talento, queremos verla recibir miles de Grammys, queremos verla en todos los festivales, queremos verla feliz con su vida, con su esposo, con sus hijos, con su familia, queremos verla vivir, y que en definitiva su carrera tuviera un fin acorde con su figura y con su trayectoria. No queremos ese final tan abrupto, tan inverosímil, tan impropio de Selena. No queremos que se hable de ella como algo que pasó, ni que se hable de cosas que Selena nunca quiso hablar. Sólo queremos verla a Selena feliz con todo lo que ella le quiso mostrar a su gente. Queremos ver a Selena pudiendo demostrar al mundo todo lo que ha logrado con ideas, ganas, amor y pasión. Queremos ver a Selena siendo un ejemplo para todos. Queremos ver cómo todo el mundo compra no sólo los discos de Selena sino todas sus creaciones. Queremos ver a Selena como marca registrada por ella misma, por su presencia, por sus proyectos, por su vida, por su sonrisa, por su personalidad. No queremos que todo ello se reduzca a la nada, no queremos ver a Selena como algo fugaz que fue lindo mientras duró…

A veces cuando nos imaginamos qué le diríamos a Selena si tuviéramos la oportunidad de verla, creo que no hay palabras para semejante emoción. Selena nos ha inundado con tanto Amor, pero a la vez lo que le han hecho a ella nos ha dejado con tanto dolor, que creo que nos sabríamos qué decir, por dónde empezar, qué hacer primero, porque todas las emociones que hemos acumulado en todo este tiempo nos inundaría en un solo instante. Quince años de silencio, de Amor y de dolor nos irrumpiría de golpe, y no podríamos con tanto sentimiento … Pero esa presencia de Selena, tan deseada, tan anhelada y tan pedida, podría con todo ... ¿Qué más querríamos hacer que ver a nuestra Selena? ¿Qué más querríamos ver a Selena entre nosotros feliz, y dando toda su energía, Amor y alegría? … Por eso yo sólo correría para abrazarla, para llorar mucho, mucho, para sentirla, para sentir que está, para sujetarla y que no se me escape, que no se nos escape, y que no sea una ilusión, otra burla del destino que nos quitó cruelmente a Selena. Sólo le diría que por qué nos dejó, sólo le diría que no nos deje nunca, nunca, pero que antes que nada sea feliz, feliz con su vida, feliz con lo que hace. Que más que pedirle que haga algo por nosotros, le pediría que haga algo por ella, que se cuide mucho, que piense en su felicidad. Que si nos debe algo, que si nos tiene que ofrecer algo, que sea algo que tenga que ver con su carrera artística, porque que su vida personal es de ella, sólo de ella, y lo que le haga feliz me hará feliz a mí. Le pediría que no se ate a los deseos de los demás, que prescinda hasta de mí para hacer cualquier cosa. Le pediría que se cuide muchísimo, que la quiero volver pronto como sea, como ella desea, que sólo esté allí para demostrarme que todo se puede, que personas preciosas como ella triunfan en el mundo. Le pediría que quiero seguir creyendo y para eso la quiero ver aquí. Y me costaría soltarla, no porque querría tenerla para mí, para que haga lo que yo quiera. No la soltaría por miedo a perderla otra vez. Recién lo haría si me promete que no nos va a abandonar más, que nos alegrará con lo único que yo deseo, que es que esté con nosotros. Todo lo demás … será un regalo, una bendición para mí…

Por eso, ese sentimiento de aquel padre que le puso aquel nombre cuando nadie imaginaba lo que iba a suceder con nuestra Selena se mantiene inalterable. Ese Amor no sólo perdura: se mantiene vivo en cada corazón que ama a Selena … Esos corazones que jamás la abandonarán, que jamás permitirían que lo suyo se abandone, que todo lo hecho por ella en tan sólo 23 años se lo lleve el tiempo y la vida. Que con o sin dinero, con o sin tiempo, con más o menos ocupaciones, cerca o lejos, haremos lo indecible para que todo lo que construyó Selena no desaparezca, no sea abandonado. No sólo para que nosotros podamos apreciarlo, para que lo podamos disfrutar, para que depositemos el Amor en un lugar que construyó o que se hizo en su honor. También lo haremos por si algún día Selena vuelve, aparece y se encuentra con la emoción de que nadie se olvidó de ella, de que todo lo suyo está cuidado, de que todo su Legado está vivo y difundido, y de que todo el mundo la espera tributándola y amándola. Y que vea cómo un montón de señoritas llevan su nombre en su honor, como devolución a tanto Amor que ella desplegó por doquier. Como aquel padre que decidió ponerle Selena a una artista que hoy comienza a dar sus pasos y que no duda en cantar sus canciones por admiración a ella y por Amor a su padre…

Yo sólo estoy aquí por ti, Selena, esperando verte alguna vez, y poder abrazarte y decirte lo que siento por ti. Y aunque tuviera la certeza de que ello jamás sucederá, no importa, aquí estaré, por tu Amor, para admirarte, para quererte y para no dejarte nunca sola!!!

Te quiere con toda el Alma…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
















No hay comentarios: