Quiero decirte, Selena, que en cada acto de mi vida estás presente. Que desde que me levanto hasta que me voy a dormir siempre estás presente, porque te fuiste de nuestras vidas dando todo tu Amor, todo tu afecto y con la necesidad de no sólo recibir Amor sino de sentirlo. Siempre en tu vida necesitaste que todo el mundo te demostrara afecto, te expresara cariño. Siempre manifestaste que tu gran miedo era que nadie te quisiera, tu gran miedo era que nadie te aceptara, que nadie te aplaudiera, que nadie te prestara atención, que todos dieran vuelta sus caras sin prestarte atención...
¿Y si supieras Selena hasta dónde has llegado? Si
supieras cuántas almas has conquistado … Si supieras el fruto de tu Amor … A
veces me gustaría que lo supieras sólo para darte cuenta de que tú no pasaste
en este mundo en forma inadvertida. Ni siquiera la gente se limitó a
reconocerte que eras una buena cantante, una excelente artista. La gente te
amaba y lo sigue haciendo con la esperanza de que algún día vuelvas, con la
seguridad de que nunca te fuiste de nuestras vidas...
Es que es muy difícil concebir el mundo sin ti, Selena.
Es muy difícil verte en un concierto y pensar que ya no estás entre nosotros.
Escapa a mi entender. Escapa a mi razón. Escapa a mi entendimiento de las cosas
de la vida, del sentido de por qué estamos aquí y para qué. Un mundo sin ti es
un mundo que no tiene Alma, que no tiene vida, que no tiene sentimiento alguno.
Un mundo sin ti tiene estas consecuencias que vemos día a día...
Por eso, Selena, yo no voy a quedarme aceptando que las
cosas pasen sin que tú estés presente. Y aunque no puedas estarlo físicamente,
yo me encargaré de que lo estés. De que estés presente en mi vida, en la vida
de los que te aman y de los que son ajenos a ti. Porque no voy a tolerar que,
con el pretexto de que "te dejen descansar en paz", se olviden de ti,
se olviden de tu obra, se olviden de tu persona. Yo no me olvido de que tú no
elegiste irte de este mundo, tú no querías descansar para siempre. Por el
contrario, tú eras un canto a la vida, a la plenitud. Eras energía pura y se la
transmitías a los demás. Demostraste que sin ti, todo a tu alrededor no era lo
mismo, no tenía la magia que tú le impregnabas. Faltabas tú y faltaba la vida,
faltaba el sentido a todo ... Y vaya si se notó cuando tú partiste...
Si tenía alguna duda de la existencia de algo divino,
esas dudas se acabaron con tu presencia ... ¿Cómo no concebir algo divino
después de verte a ti? ¿Cómo no esperar que haya alguien por encima de nuestra
razón, por encima de nuestros sentimientos, por encima de nuestra capacidad de
entendimiento que me explique tu presencia en nuestras vidas? Y que me explique
también tu ausencia. Esa ausencia que nos duele tanto, que tanto nos cuesta
explicar, que tanto nos cuesta aceptar...
No. Yo no voy a permitir que te olviden. Tú no querías
irte. Tú querías vivir. Querías ser feliz y hacer feliz a los demás. Tenías
mucho por hacer. Eras un volcán viviente. Todo lo que te proponías hacer,
simplemente lo hacías. Todo lo que tomabas se transformaba en oro. Todo pueblo
al que ibas era conquistado por tu presencia. Todo país al que ibas te amaba.
Ni tu dificultad para hablar el español fue un impedimento para continuar.
Cuando empezaste a ir a México sabías que debías hablarlo. Así que lo
aprendiste y sorprendiste a todos. Eso era lo más elogiable en ti, Selena. Nada
era un impedimento para progresar. Nada te detenía. Tú lo lograbas todo con tu
constancia, con tu perseverancia, por tu vocación al trabajo, con tu
honestidad, con tu carisma, con tu personalidad, por tu atención y comprensión
al prójimo, por tu idea de la vida. Y tu idea de la vida era vivir por y para
lograr tus sueños. Vivías para ser feliz y para hacer felices a los que te
rodeaban. Vivías llena de anhelos y de sueños. Tenías apenas 23, casi 24 años y
ya sabías lo que querías de allí a 10 años en adelante. Fuiste un ejemplo de
vida, un ejemplo de cómo llegar siendo ti simplemente, sin falsear, sin hacer
trampa. Con trabajo, constancia y honestidad.
Por eso, Selena, cuando yo veo todo eso, no puedo evitar
evocarte. Porque yo no quiero dejarte en paz, porque tú no querías que te
dejaran en paz. Querías conquistar a todos, querías llegar a todos. Querías que
todo el mundo te amara. Habías pasado mucho tiempo sola. Pasaste mucho tiempo
sin expresar todo lo que podías hacer, todo lo que podías dar, todos tus sueños
de tantos y tantos años. Pasaste mucho tiempo en la incertidumbre, en no saber
si tendrías un futuro, si iba a haber en ti un mañana. Y aun así ante esa
incertidumbre le ponías tu mejor sonrisa, tu energía inagotable, tus ganas de
vivir. Alguna vez dijiste que tu gran sueño era poder agradecerle a Dios que te
diera la posibilidad de ver el amanecer, el comienzo de cada día. Yo no me
puedo olvidar de esas palabras tuyas que eran el fiel reflejo de lo que eras en
vida, tanto en el escenario como en persona. Tú eras Selena una eterna
agradecida ... Y a esa Selena quiero recordar todos los días…
Cuando te veo en cualquier concierto, veo la magnitud de
tu persona. Allí en el escenario no sólo te sentías enteramente libre. Eras
Selena en toda tu expresión. Era la expresión de todos tus sentimientos. Allí
eras tal cual sentías, tal cual pensabas, tal cual vivías. En el escenario eras
tú sin ningún filtro, sin ninguna censura. Allí te permitías mostrarte tal cual
eras realmente. Era mostrarle al mundo lo que significaba ser Selena, hasta
dónde podías llegar, cuánto podías sorprender, hasta qué punto podías cautivar
al público. Una síntesis absoluta de todo ello fue tu interpretación de
"La carcacha" en aquel mítico Astrodome. Desde ese porte arrollador
caminando paso firme mirando a tu público seriamente en la seguridad de que
nada ni nadie se interpondría en tu camino, ni nadie se atrevería a hacerlo,
hasta pegarle un gracioso empujoncito al que tomaba tus imágenes para la
televisión para que le pudieras dar tu famoso saludo personal hasta el último
de los asistentes del concierto. Así eras tú, Selena. Así los convencías. Así
los conquistabas. Así lograbas que todos te amaran sin excepción. Así lograste
que una mujer de Los Ángeles concursara por una entrada para verte en aquel
concierto sólo para que lo viera ... su esposo, sólo porque sabía lo tanto que
te quería, lo tanto que te apreciaba, lo tanto que significabas para él...
Por todo esto, por tener que padecer este mundo sin ti, Selena,
yo quiero recordarte siempre, todos los días, en todo momento, en cada
instante. Lo quiero hacer desde mis pequeños actos cotidianos, sea en el
trabajo, sea con la familia, sea en la vida. Quiero que tus ganas de vivir, tu
idea positiva de la vida, tu constancia, tus sueños se vean reflejados allí, se
vean allí, se expresen allí. No basta con evocarte. No basta con admirarte. No
basta con acordarme de ti en las fechas conmemorativas. La mejor forma de
recordarte es seguir tu ejemplo, seguir tu Legado de Amor, hacerte ver que
estás presente en todo lugar, en todos nuestros quehaceres de la vida. Que nos
podamos alegrar cuando veamos a alguien reír con ganas porque nos recuerda a
ti. Que cada día lo que emprendamos lo hagamos siempre con el convencimiento de
que todo es posible. Que nuestra voluntad y, sobre todo, nuestras ganas hagan
posible todo. Que cuando tengamos una dificultad, pensemos en ti, nos
imaginemos a ti y actuemos convencidos de que todo se va a solucionar, que
nada, absolutamente nada, nos impedirá concretarlo. Que allá estás tú para
demostrarnos que nuestra prédica tiene sentido y una finalidad noble. Quiero
que tu vida sea un ejemplo para los demás...
Y mientras tanto, mientras esperamos que todo esto sea un
sueño, un sueño que nos puso Dios para ponernos a prueba y para ver cómo
actuamos ante tal acontecimiento, yo estaré esperándote, Selena, recordándote,
expresando todo mi sentir hacia ti, en cada palabra dirigida hacia ti, en cada
acto de mi vida, en cada actitud que tenga para los demás. Verás que dedico mi
vida y estas palabras para decirte lo que eras. Pero no sólo eso. Pretendo algo
más. Y para eso me baso en tu ejemplo, en cómo eras tú en todos los aspectos de
tu vida. Tú no te contentabas sólo con hacer lo que te salía naturalmente. No
hacías sólo lo que te pedían y nada más. Al contrario. Tú siempre ibas por más.
Siempre dabas ese algo más que marcaba la diferencia y que hacía que se
sorprendiera todo el mundo y se subyugara ante ti. Yo también quiero eso contigo.
Yo no quiero sólo evocarte, yo no quiero sólo admirarte, yo no quiero sólo que
te recuerden. Yo quiero que, a través de mis actos, estés presente. Yo quiero
que tu voz, tus pensamientos, tu vida y tus sueños siempre estén presentes.
Quiero que estén presentes y que se note. No quiero que seas una figura fría a
la que se adora. No pretendo ser tu voz. No quiero ser tus sentimientos. Sólo
quiero que tu vida, tu pasión y tus ganas de vivir estén presentes siempre,
vivan por siempre...
Te veo a ti y veo lo que fuiste y lo que pudiste ser. Tú
no eras sólo una figura del momento. Tú eras una artista de verdad. Tú eras una
persona de verdad. A ti no te inventaron. A ti no te crearon. A ti no tuvieron
que decirte lo que debías ser. Tú eras aquella que estaba en el escenario. Esa
que estaba allí eras tú, Selena. Te mostrabas a la gente tal cual eras y así
los conquistaste. Tú no necesitabas fuegos de artificio ni inventarte un
personaje. Tú aparecías y se apagaban las luces, las voces se callaban y los
ojos se posaban en ti. Todos los sentidos adquirían un sentido. Allí uno podía
saber para qué existían, para qué fueron creados. Fueron hechos para poder
captar algo divino, algo fuera de lo común, algo bueno, generoso, algo que
escapara a nuestro entendimiento cómodo, algo al que le tuviéramos que hacer
varias reverencias. Habían sido creados para verte, para escucharte, para
sentirte, para admirarte, para caer rendido a tus pies una vez que pudiéramos
llegar a entender la esencia, la más pura esencia de tu infinita magia...
Por eso Selena estoy aquí, estoy en todos lados en los que
se te evoque, y en los que no me permito hablar de ti, recordarte a ti,
hacerles saber lo que eras. No importa si no me comprenden. No importa si mi
evocación escapa a su entender, a su visión de las cosas, a sus ideas de la
vida. Importa que me escuches tú, que me entiendas tú, que te emociones tú, que
te rías tú. Importa que tu figura sea la más reconocida, que te sigan
queriendo, amando, que se vayan para siempre tus miedos de que no te van a
querer o de que se van a olvidar de ti. Importa que tus sueños se cumplan, que
lo que tanto anhelabas se concrete, que te vayas feliz pensando y sintiendo que
lo que has pensado en tu vida se ha concretado, que todos sus sueños, que
alguna vez se condensaron en la realización de Selena Etc., se vean cumplidos,
se vean concretados con el Amor de tu gente, se vean cumplidos con tu Amor, ese
Amor que le diste a tu público, ese Amor que le diste a tu familia, ese Amor
que le diste a tu esposo, ese Amor que sólo tú Selena podías dar...
Te quiere mucho. Te recuerda con tanto Amor...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario