Muchas veces me pregunto por qué Selena ha cambiado mi vida,
por qué desde que la conocí nada para mí fue lo mismo, mi percepción de las
cosas cambió, y aunque haya desarrollado mi vida como siempre, nunca dejé de
sentir que desde que conocí el talento de semejante artista me subyugó por
completo, pasó a ser el centro de mi atención, el centro de mi vida, la razón
de mi existencia...
Siempre me pregunté por qué desde el mismo momento en el que
me enteré de lo que le había sucedido jamás pude dejar de pensar en ella, en su
suerte, en lo absurdo de todo. Aun cuando por aquellos tiempos no dejaba de ser
un nombre llamativo y lejano, siempre tuve inquietud de saber qué había pasado
con ella, por qué le tenía que pasar semejante cosa. Siempre busqué un por qué,
aun cuando no la conocía, aunque su música me parecía tan lejana, aun cuando
supuestamente nada me ligaba a ella...
Siempre me pregunté por qué ella y no otra persona me
llamaba la atención. Siempre quise entender qué me había tocado de aquello, por
qué esa tragedia me afectaba más que otra, por qué el solo hecho de saber que
tenía 23 años, que estaba en el mejor momento de su carrera y de lo absurdo y
doloroso del final me eran razones suficientes como para saber por qué a ella,
por qué le tenía que pasar aquello. Nunca pensé que ello quedaría grabado en mi
mente y en mi corazón para siempre...
Tal vez yo sea uno de los pocos que habiéndola conocido
después de aquel nefasto día no la conoció a través de la película. A Selena llegué
después de ese nefasto día cuando supe de ella a través de la muerte de Gilda,
una cantante de cumbia de mi país, muerta en un trágico accidente en 1996. No
sé cuándo fue la primera vez que oí su nombre ni cómo llegó a mí Selena, pero
en cuanto supe de su existencia sólo quise hallar respuestas a tantos por qué
que me surgían desde el más profundo de mi ser...
Durante mucho tiempo sólo quería saber qué le pasó. Nunca
había reparado en ella. Ni siquiera cuando vi la película. Siempre creí
tontamente que no tenía nada que ver con su música. Que nada de ello me ligaba
a ella pues venía del rock. Tenía todos mis prejuicios y sólo me sentía
obsesionado por su suerte. Sé que siempre hay mayores desgracias en el mundo.
Incluso uno tiene sus problemas. Pero Selena para mí pasó a ser un asunto
importante que tenía que resolver, una pregunta a la que tenía que obtener
respuesta, un enigma al que había que hallar una solución...
Cuando tuve oportunidad de acceder a toda la información de
la que podemos obtener hoy en día siempre he bordeado su vida, su obra, su
música, sus conciertos y sin embargo yo seguía empecinado en ver informes sobre
lo que le sucedió. Veía en ella no a la persona, no a la artista: veía a un
caso lamentable que no tenía lógica ni explicación, y yo estaba allí para que
mi razón le diera una explicación razonable, hasta que hallara el argumento que
me hiciera respirar aliviado y me hiciera decir "¨¡¡Ah!! Fue por esto…"
y pasara a otro tema, como quien pasa a leer otro libro luego de terminar uno,
como cuando uno pasa a hablar de otro tema cuando se agota el que estaba
hablando...
Al principio, cuando vi la película por primera vez siempre
recordé ese instante en el que Selena ingresa al Astrodome. Yo no sabía de la
existencia de ese concierto. Allí me di cuenta de lo importante de aquello no
sólo por el imponente marco que ofrecía el Houston Astrodome aquella noche
mágica del 26 de febrero de 1995, sino porque sabía, eso sí, que aquella fecha
era muy cercana del nefasto 31 de marzo, y eso ya me hizo angustiar. Pero
siempre recordé ese momento. Aun cuando vi la película cientos de veces y haya
visto a esta altura a la misma Selena en infinidad de ocasiones, hasta la serie
hecha en Netflix, aún hoy está grabado en mis retinas el respirar profundo de Selena
al ver semejante recibimiento, el ver semejante marco que le daba la gente al
delirar con su presencia. Aun hoy puedo registrar su entrada en el carruaje
hasta llegar al escenario, el Amor y el cariño de su gente, y la emoción de
Selena. Fue un hallazgo del director de la película que haya podido captar como
nadie el verdadero valor de Selena y lo que significa para su público su propia
presencia...
Siempre pensé que con ello había visto todo y que poco más
tenía para ver, hasta que las vueltas de la vida me llevaron de regreso a aquel
Astrodome, a aquella noche mágica, a aquel concierto inolvidable, a esa noche
de la que nadie se olvidaría jamás. Sólo que esta vez estaba viendo a la
mismísima Selena ingresando a aquel concierto. Es curioso. No me había hecho
expectativa ... Claro ... Creía tener todo muy claro desde mis prejuicios, de
creer haber visto todo al haber observado tantos conciertos de rock, tantos
artistas talentosos, tantos buenos cantantes. Creía que ya había visto lo
suficiente de Selena. Además, yo estaba ocupado en saber de su suerte ... Claro
... Nunca se me ocurrió que su verdadero secreto, el verdadero enigma, la real
respuesta estaba en ella misma, en verla cantar, en verla en el escenario, en
verla en acción, en verla y sentirla. Sólo eso: verla, escucharla y dejarse
llevar por su magia...
Simplemente quedé impactado. Ni una ni mil películas todas
juntas, ni millones de series que recrearan con toda la pompa aquel Disco
Medley podrían reflejar acabadamente lo que Selena había entregado en aquel
momento. Simplemente no podía creer que una artista tuviera semejante encanto
en vivo. Ese andar de un lado para el otro del escenario, la potencia de su
voz, su increíble carisma, su tremenda personalidad, su determinación, su
gracia, su talento, su sonrisa, su mano en el pecho, su pasión, pocas veces lo
había visto en una sola persona. Me quedé subyugado. Quedé atónito, mudo. Sólo
pensé: "Pero entonces era en serio. ¡¡Selena era increíble!!". Selena
había acabado con mis tontos prejuicios. Yo pasaba a formar parte de los tantos
sorprendidos por su increíble performance. No había que ser un sabio para darse
cuenta de que buena parte de la vida de Selena estaba puesta allí en el
escenario, un lugar que Selena dominaba a la perfección, un lugar en el que
Selena te seducía y uno se dejaba llevar, como uno se deja llevar por el canto
de las sirenas, sólo que en este caso no te llevaba al abismo, sino que te
invitaba a que se entre a su mundo mágico, un mundo en el que todo se vive,
desde la más absoluta alegría hasta el más dolido llanto ... Te invita a vivir
el Mundo de Selena...
Y efectivamente, entrar a su mundo es como dejarse llevar
por el canto de las sirenas. Una mujer con tanta energía, tanta pasión, cuyos
sueños estaban allí, en cada canción, en cada letra, en cada melodía no pasa
inadvertida en la vida. Y el sólo verla cantar, el escucharla, el percibirla,
hace que uno sienta muy vívidamente aquello que Selena transmitía con tanto
Amor, con tanto cariño. Uno recibe lo que uno da, y si Selena es tan querida es
porque expresaba como nadie lo que nosotros sentimos todos los días. Sólo
Selena podía interpretar las canciones que ella cantaba. Las hizo suyas. Se
apoderó de ella como se apoderó de nuestras almas, de nuestro Amor. Sólo una
artista que interpretaba de esa manera podía generar toda clase de
sentimientos. Si alguien canta como Selena es porque no sólo es una buena
artista sino que es un ser humano lleno de Amor, una mujer con todo para dar,
con todo para recibir. Tal vez la lógica no explique cómo Selena que no sabía
dominar pasados los 20 años el español podía captar los sentimientos de la
gente. Y sin embargo, Selena lo lograba, porque ella expresaba los sentimientos
como nadie, expresaba su sentir como nadie, puso al descubierto que una buena
artista no sólo tiene que cantar bien. También tiene que creer en lo que canta
y en expresarlo poniendo toda su alma, todo de sí. Y el público, cuando siente
que un artista pone no sólo su profesionalismo sino todo su Amor lo capta
enseguida, y si le gusta se entrega a ella sin ninguna condición. Y eso es lo
que generó Selena...
Y sólo artistas como Selena logran lo que generan aun en
ausencia. Muchos se preguntan en forma incrédula cómo es que Selena sigue
generando tanta sensación, por qué cada disco suyo nuevo genera tanta
expectativa como cualquier artista vigente. Y si uno se hace aún esa pregunta
es porque no ha visto a Selena. Si la hubiese visto, nada se preguntaría, pues
la respuesta está a la vista. La gente extraña a Selena porque nadie es como
ella, nadie tiene ese encanto que pocos tienen, ese encanto que hacen a los
artistas diferentes, ese talento que provoca admiración de tanta gente, esa
artista que provoca el reconocimiento de todo el mundo...
Selena es tan maravillosa, tenía tanto sentimiento para dar,
tenía tanto para ofrecer que aun cuando se haya ido todo aquello que salía de
su cuerpo y Alma sigue esparciéndose por doquier en todo el mundo. Todos los
que nos acercamos a ella y sentimos lo que nos ha transmitido, recibimos toda su
esencia, su pasión, sus sueños, sus anhelos. Porque Selena era cuando cantaba
la misma que estaba en su casa gozando de la vida. Y si uno la oye, si uno la
ve, si uno disfruta de lo que brinda recibe todo su Amor, su cariño, su vida
misma que la entregó a su gente en cada disco, en cada presentación, en cada
concierto. Sólo así se explica lo que nos genera al verla, más aun sabiendo que
nos ha dejado. Semejante talento y semejante sentimiento no lo vemos en nadie.
Por eso lloramos, reímos, nos alegramos y nos lamentamos. Porque nunca
lograremos entender semejante pérdida, semejante ausencia. Eso explica mi
emoción después de ver tantas presentaciones, tantos momentos inolvidables,
tantas interpretaciones memorables como "Where did the feeling go?"
en San Antonio en 1991, "Enamorada de ti" en Premios Lo Nuestro en
1992, "Missing my baby" en Corpus Christi en 1993, "Como la
Flor" en Festival Acapulco en 1994 y "Si una vez" en el Houston
Astrodome en 1995. Porque en cada presentación esta nuestra emoción. En cada
risa, en cada llanto está el Alma de Selena expresada. La comunión entre Selena
y los que la amamos es una ligazón inquebrantable, un Amor que durará para toda
la vida...
Me pregunto por qué Selena ha cambiado mi vida y eso es tal
vez lo más hermosamente mágico de Selena. Puede pasar el tiempo, pueden sus
imágenes borrarse, tal vez quedar Selena lejana en el tiempo, y sin embargo
estar presente siempre, vivirla siempre, sentirla siempre. Porque quienes
amamos a Selena tenemos parte de su Alma, de su esencia, de su vida, de sus
sentimientos, de sus alegrías y tristezas, de sus vivencias, de sus
sufrimientos, de sus triunfos. Selena es nosotros y nosotros somos ella. Cuando
uno la conoce y se emociona con sus canciones, nuestras vidas dejan de ser como
son. Selena no era una artista más. Selena era talentosa. Pero también Selena
era Amor. Selena era capaz de darle vida propia a las canciones que cantaba.
Sin Selena esas mismas canciones no son iguales. Cantada por otras cantantes no
son lo mismo. Puede ser cantada por la mejor cantante del mundo, puede ser
interpretada por la artista más carismática. No es lo mismo. A las canciones
hay que darles vida propia. Y Selena se las daba. Y ni siquiera se detenía una
vez que las grababa. Luego estaban sus interpretaciones en vivo. Y Selena era
capaz de hacer de una misma canción miles de canciones. Sólo Selena podía hacer
de "Si Una Vez" mil veces maravillosa, porque nunca las hacía igual.
Siempre las hacía distintas. Y no se guardaba la mejor representación para el concierto
más importante. Lo hacía en cualquier circunstancia, en cualquier ocasión. Uno
podía quedar encantado con su increíble interpretación en el Houston Astrodome
del 26 de febrero de 1995, pero unas semanas antes lo había hecho del mismo
modo maravilloso en el programa "Padrísimo", y unas semanas después
sería igual de hermoso y distinto en su interpretación en "Noches de
Carnaval". Y antes de eso nos había subyugado en Monterrey, en Odessa, en
el programa "Un nuevo día"...
Cuando cualquiera de nosotros aprecia semejante talento, uno
no puede más que sacarse el sombrero y dejarse llevar por lo que nos genera
semejante artista. Y es tanto lo que nos ha dejado Selena que nunca podremos
llegar a apreciar todo lo que nos brindó. Yo que vengo del rock puedo asegurar
que ni siquiera en ese ámbito Selena tenía nada que envidiar a aquellos
artistas de ese género. Cuando uno la ve interpretar "No debes
jugar", en el famoso concierto de Selena vestida de azul en el Far West
Rodeo en 1994 y ve la facilidad de Selena interactuando con su público,
haciéndolo cantar y manejándolo con un carisma increíble, uno no puede dejar de
pensar en memorables conciertos de rock. Su esposo Chris puede dar prueba de
ello. Aun hoy no puedo dejar de pensar y de emocionarme en el momento en el que
Selena se agacha en dos oportunidades para que el público cante una parte de la
canción y al llegar al estribillo incorporarse, tomar el micrófono apuntando a
la gente que acababa de cantar la canción y con la otra dirigirse al resto del
público para que haga los coros sin dejar de mirarlos con su gracia infinita.
Son esos momentos en los que uno se da cuenta de lo estupenda que era Selena,
en los que se aprecia lo gran artista que era y el clarísimo dominio que tenía
del público y del escenario...
Por eso Selena cambió mi vida ... porque tomó mi corazón y
se lo llevó con todo su Amor. Y cuando uno experimenta esa divina sensación,
jamás se lo olvida, como el primer Amor. No tuve la fortuna de conocerla, la
conocí después de la tragedia, nunca pude decirle lo que siento por ella, jamás
podré expresarle lo que ha generado en mí. Pero sí hay algo que puedo hacer por
ella: expresarle a todo el mundo lo que Selena ha provocado en mí. Es lo mínimo
que puedo hacer por todo lo que ella hizo en tan sólo 23, casi 24 años ... Es
lo mínimo que puedo hacer para reivindicarla. Es lo mínimo que puedo hacer para
que esté acompañada siempre, para que se la recuerde con Amor y para que nunca,
nunca esté sola…
Te recuerda y te quiere con tanto Amor...
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
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