Esas palabras que llevo en mi corazón, Selena...


Sé Selena que hay muchas formas de recordarte, de tributarte. Estás en cada ámbito de mi vida y ese es motivo suficiente para que en cada acto se reflejen mis más puros sentimientos hacia ti...

Sé también que muchos de los que te queremos tanto no ahorrarán palabras y muestras de gratitud por todo lo que has hecho por nosotros. En cada recordatorio estará expresado tanto cariño hacia alguien que generó tanto Amor...

Pero todos necesitamos ese lugar de intimidad, ese lugar en el que podamos estar contigo, sólo contigo, para poder decirte todo lo que significas para nosotros, todo lo que sienten nuestros corazones, la necesidad de manifestarte personalmente nuestros más puros sentimientos, lo que nos dejaste y expresarte con toda el Alma nuestras más puras muestras de cariño hacia ti.

Y para mí, ese lugar es el gravesite. Como verás Selena, mi propio dolor me impide decirlo en mi propio idioma. Prefiero llamarlo así, porque dicho lugar significa para mí morada, ese lugar en el que tú descansas y en el que estás siempre presente, ese lugar en el que está expresado nuestro Amor y también nuestro dolor...

Puedo estar muchos años, toda mi vida, escribiéndote, recordándote. Puedo estar noches enteras viéndote, escuchándote y admirándote. Puedo no dormir en mi recuerdo hacia ti. Pero aún así no estaré satisfecho. Pues no descansaré en paz hasta poder estar contigo en el gravesite para expresarte todo lo que mi corazón tiene guardado para decirte, todo lo que te quiero manifestar. Es como si mañana tuviera la oportunidad de verte. Creo que recién allí podría decirte lo que siento por ti. Recién allí podría realmente mostrarte en lo que me he convertido gracias a tu canto, a tu carisma, a tu personalidad, a ese Amor que transmitiste y que no olvidaremos jamás...

Y así como alguna vez dije que si me encontrara contigo sólo tendería a abrazarte sin poder decirte nada, y sólo expresaría mi dolor y mi sentir en forma de lágrimas, el tener la posibilidad de ir a tu morada haría descubrirme para dejarte todos mis sentimientos. Para no guardarme nada. Para dedicarte mi persona en toda su dimensión por tu recuerdo. Para demostrarte que te tengo en mi corazón...

Sueño, deseo, ruego a Dios poder ir a Corpus Christi para encontrarme contigo en el gravesite para poder decirte todo lo que siento por ti... Me gustaría estar cerca de tu lugar para primero sentir que estás allí, abrir y cerrar mi palma de la mano, y agitarla a uno y otro lado imitando tu saludo al público en concierto, y decirte no sin antes llorar, llorar por todas las veces que lloré por ti, lo que hace tiempo tenía tantas ganas de decirte...

Selena. Estoy aquí, estoy aquí para decirte que te quiero. Vengo de un lugar muy lejano, de Argentina. ¿Recuerdas Selena que dijiste que ibas a venir? Debo confesarte que muy a mi pesar te conocí por tu triste noticia años después y te juro que desde ese mismo momento una gran angustia se apoderó de mí, pues aunque no sabía quién eras, el solo hecho de saber lo que te había pasado, de lo que te habían hecho, fue algo que siempre me generó mucha tristeza. Desde ese mismo momento sentí que había perdido algo aunque no supiera lo que representaras, y ni siquiera supiera quién y cómo eras. No sé por qué, pero ya sentía algo por ti aun cuando no tuviera recuerdos, no tuviera una visualización de tu figura, no pudiera reconocer tu voz. Y aun sin conocerte deseaba en aquel momento que al menos pudiera ver que dabas conciertos en Buenos Aires, aunque me preguntara con incredulidad quién eras, me preguntara por qué eras un éxito. Al menos eso me daba la seguridad de que estabas entre nosotros. Eso me generaría una tranquilidad aunque no te conociera. Prefería eso que vivir esta triste y densa realidad de tu ausencia, una ausencia que no puede cubrirse con nada ni con nadie...

Selena. Tú robaste mi corazón. Lo robaste desde el mismo momento en el que te vi actuar por primera vez en aquel inolvidable concierto en el Houston Astrodome en 1995. Había visto la película que se hizo en tu recuerdo, había leído mucho de ti. Hasta había visto algunos videos, pero nada se compara con la sensación que me dejaste al verte en esa entrada triunfal, en ese saludo y en esa actuación que tuvo un inicio digno de una artista única e irrepetible. Tu voz, tus movimientos, tu carisma, tu personalidad, tu talento, tus miradas, tu energía, tu ir a uno y otro lado del escenario me subyugaron. Nunca vi a alguien como tú, Selena ... Hasta conocerte a ti mi música había sido el rock, y sólo escuché y vi artistas de ese estilo musical. Había escuchado a otros artistas de otros estilos y nadie me llamó mucho la atención ... hasta que te vi a ti. Desde allí todo fue distinto para mí. Mi vida comenzó a estar dedicada a ti. Cuando vi lo que eras como artista, cuando vi lo que eras como persona, supe que lo menos que podía hacer por ti era recordarte, que la gente que no te conoce sepa de ti, que vea lo que eras y que experimente lo mismo que he sentido yo...

Selena. Haría lo indecible por tenerte aquí. Muchas veces desee poder tener la posibilidad de volver el tiempo atrás para evitar la locura que se ha hecho contigo. Que imaginé una y otra situación. Que pensé en mil posibilidades. No importa si son vanas. No importa si son imposibles. Yo no me resigno a verte nuevamente entre nosotros. Cada vez que te veo en un concierto, en una entrevista, en un video, en cada aparición tuya que me genera sonrisa, alegría, admiración, una mueca de incredulidad, dolor y desazón se apodera de mí. Y el dolor es inmenso. Es ahí cuando me digo y te digo Selena que no me resignaré a verte feliz, a verte viviendo tu vida, a que puedas gozar de aquello que tantos sacrificios te ha dado. Que me gustaría tener la oportunidad de tener en mis manos tu destino ... sólo para ofrecértelo, sólo para que esté en función de cambiar tu destino. Sería capaz de hacer lo que sea, de hacer cualquier sacrificio ... Varias veces me imaginé tener que hacer un papel desagradable para ti, tener que hacer algo en el cual te enojaras conmigo, pero que eso te permitiera vivir hoy. No me importaba si quedaba mal contigo, pues el solo hecho de verte feliz me alegraría sobremanera. Tampoco dudaría en intervenir en ese fatídico acto perpetrado por esa infame el 31 de marzo de 1995. Todo sea por ti Selena, todo sea por tu vida que merecía ser vivida…

Las cosas de la vida, Selena… Quién iba a decir hace unos años que iba a estar aquí tributándote, que por estas cosas del destino yo iba a estar aquí recordándote, llorándote, buscándote. Muchas veces pensé que por aquella desgracia yo estoy aquí. Muchas veces me dije que si tal vez esto no hubiese pasado yo apenas sabría de tu existencia, que tal vez sólo me llamaría la atención tu fama y me preguntaría por qué. Pero ahora sabiendo lo que eras, seguramente me hubiese llamado la atención tu figura, tu voz, tu talento y tu don de gente. No hubiese podido ser indiferente ante tu figura, esa figura a la cual era inevitable mirar, era inevitable reverenciar, era inevitable sonreír. Y sabiendo eso, lamento profundamente no poder experimentar esa sensación, de esa realidad en la que todos hoy invocarían tu nombre y te admirarían...

Selena. Yo te vine a decir que te quedes tranquila. Sé que te has ido de este mundo con una horrible sensación, una sensación que yo también siento. Porque lo que te hicieron a ti también me lo hicieron a mí. Yo también voy por este mundo con la sensación de que todo está perdido, que ese ideal que tú transformaste en acción quedó en un sueño, en una quimera...  Que ser bueno, talentoso, honesto, responsable, genuino no sirve en este mundo. Que es un sueño, pura ilusión… Pero trato de sacar fuerzas, las mismas fuerzas que sacaste tú para correr hasta el lobby del Days Inn y no quedar en manos de esa insensata, de esa pérfida. Y te puedo asegurar que yo haré lo que sea para tu obra no quede como algo que se ha hecho en vano. Yo haré lo indecible para que todo lo que has hecho quede grabado, tallado en piedra, marcado en nuestras Almas. Te demostraré en cada escrito, en cada acto de mi vida, en cada tema que vea y escuche, en cada difusión que se haga de tu obra en todos los ámbitos en los que me mueva que lo tuyo ha tenido sentido, que caló hondo en nuestros corazones, y que somos miles y miles de personas que te recordamos en todo el mundo, que todos los días nos dedicamos a tributarte, que ponemos nuestros más puros sentimientos para mantenerte viva, que no nos resignamos ante la dura realidad y el paso del tiempo, que nos hemos propuesto continuar tu legado de Amor, que jamás te dejaremos con tu miedo de que no eres querida o de que se han olvidado de ti. Que estamos aquí Selena en todas partes del mundo demostrando que eras la mejor, una artista y persona única e irrepetible, y que nadie podrá emularte...

Selena. Yo sólo estoy aquí por ti. Estoy aquí para que no te sientas sola, para que no te sientas vacía. Que yo, como tantos otros, he decidido acompañarte y hasta mis últimos días dedicarme sólo a ti. Estoy aquí para quererte, para darte todos los tributos que sean necesarios, para cumplirte tus sueños, para que lo imposible sea posible. Que ninguna excusa hay para abandonar aquello que tanto significa para ti. Que lucharé para que toda tu obra se conozca, para que tus sueños de diseñadora se cumplan, para que seas una mujer feliz habiendo logrado todo como artista y como persona. Que haría lo indecible para que tengas tu casa, tu familia, tus animales, tu boutique, tus discos, tus videos, todo a disposición tuya y de tu gente. Quiero que tu nombre siga figurando en todo el mundo como si aún estuvieras aquí. Quiero que te sientas orgullosa de ti, de la gente que siempre te ha querido, de tus fans, de todo lo que has generado. Quiero devolverte algo de todo lo que tú diste en tan sólo 23, casi 24 años. Que diste demasiado Amor y ese Amor debe ser correspondido ... Y no me resigno a verte feliz, a que todo lo que has anhelado lo puedas ver y disfrutar. Que no me voy a quedar con la sensación de resignación, de ver que todo se ha terminado cuando apenas asomabas tu cabeza en este mundo injusto. Que tú mereces la vida que te propusiste y aquí estamos para cumplirte tu dorado anhelo...

Selena. Estoy aquí porque quiero que en tu recuerdo se rescate que tú eres la única protagonista de tu historia… Y paradójicamente la única víctima... Pues en el recuerdo a ti, tú, Selena, estás por encima de todos y de todo. Que todo hecho, gesto, actitud, sacrificio, dedicación debe ser puesto en función de la exaltación de tu figura, de tu vida y de tu obra. Porque todos comprendemos que eres tú la que no tiene voz, eres tú la máxima figura, eres tú la que necesita a gente que defienda tu obra, que exalte tus virtudes. Y es entonces que todos nosotros, la familia, los admiradores, los artistas que han trabajado contigo, los músicos, los medios, todos deben contribuir a la exaltación de tu vida. Todos debemos erigirnos y ser portadores de tu voz, de tu posición frente a las cosas, a la vida. Tenemos que representarte por lo que fuiste y ser meros instrumentos para tu recuerdo, y para eso debemos ir tras de ti en ese camino sin estar nunca por delante ni ser nosotros las figuras. En el recuerdo a ti la única figura eres tú, Selena... Por suerte puedo decir que esto se está cumpliendo, que se te recuerda como artista y como persona, que llegaste a lo más alto siendo tú misma, con tus aciertos, con tus errores, con tus virtudes, con tus miedos… Y que no hay necesidad de exaltar tu figura como mito, como leyenda… O sólo por tu música… Que hay que recordarte como una chica que fue por su sueño, como una gran mujer que sólo quería ser feliz, como una artista única e irrepetible que dio todo para ser amada… Y lo ha logrado…

Quiero decirte Selena que el Amor hacia ti no tiene dimensión, no tiene límite. Va más allá de nuestras vidas y de nuestros propios sentimientos. Nosotros podemos armar nuestras vidas, nuestras familias, amar y ser amados, pero eso no quita que no te llevemos contigo, que no tengamos siempre un lugarcito en el corazón reservado sólo para ti. Tal vez nuestro entorno no lo entienda, pero si acaso supiera o entendiera todo lo que eres para todos nosotros lo aceptarían sin más. Tal vez, Selena, aún recuerdes aquel admirador que fue a verte el 26 de febrero de 1995 en el Houston Astrodome. ¿Lo recuerdas? Era un admirador tuyo de Los Ángeles que se había ganado unos boletos para verte en un concurso que había organizado el programa Onda Max. Pero lo curioso es que él no había mandado la carta para participar en el concurso... Lo había hecho su esposa. Ella, sabiendo cuánto te quería, no dudó un instante en hacerlo participar y hacerlo acreedor de la posibilidad de verte. Y así lo logró. Esa persona entendió que si quería a su ser amado también debía verlo feliz estando contigo… Porque el que te quiere no puede abandonarte, no puede dejar de expresarte su cariño, no puede dejar de quererte con toda el Alma...

Selena. Perdóname si a veces me expreso con tristeza, pero mi dolor me impide hablarte con la dicha con la que querría expresarme. Es que por más que tratemos de recordarte con alegría, por más que gocemos cuando te vemos actuar, por más que nos riamos con tus ocurrencias, por más que nos contagies con tus ganas de vivir, por más que sintamos orgullo de ser tus admiradores, por tu ejemplo de vida, de trabajo, de sinceridad y de honradez, no podemos, Selena, no podemos en cada recuerdo olvidarnos del nefasto 31 de marzo de 1995. No podemos. No podemos aceptarlo. No podemos asumirlo. No podemos resignarnos a volver a verte. Yo no puedo resignarme a no ver tu promocionado concierto en Los Ángeles, yo no me resigno a ver un concierto en el que presentes "Dreaming of you" y "I could fall in love". Yo no me resigno a volver a ver interpretaciones como las de "Where did the feeling go?" de San Antonio 1991, la de "Missing my baby" en Corpus Christi de 1993, la de "Como la Flor" en Festival Acapulco 1994, la de "No debes jugar" en el Far West Rodeo 1994, la de “¿Qué creías?” en Odessa 1994 o la de "Si una vez" en el Houston Astrodome 1995. No me resigno de volver a verte tan linda cantando "Si una vez" en el programa "Un nuevo día" en noviembre de 1994, de "Fotos y recuerdos" en "Padrísimo" en marzo de 1995, o rememorar tu concierto en el programa "En vivo", de Ricardo Rocha, en noviembre de 1994. No me resigno. Pero lo resignaría si todo eso lo pudiera abandonar a cambio de algo mucho más importante ... Que me den la seguridad de que puedas ser feliz viviendo tu vida, esa vida que tú sí la sabías vivir: la de vivir cada día como si fuera el último. Esa vida que la vivías con toda intensidad, con toda pasión, esa vida que tanto merecías vivir, esa vida a la que estaría dispuesto a dar todo para que tuvieras una segunda oportunidad...

Antes te dije, Selena, que tú robaste mi corazón. Y no es así. En realidad, yo te lo ofrecí en cuanto te vi. Y vine hasta aquí para verificar que lo tengas... Y para decirte que puedes quedarte con él, pues contigo sé que está en buenas manos...

Te doy un besito con mi mano, alzo mi brazo imitando tu saludo personal a tus fans y cierro mi mano tocándome mi mejilla en señal de recibir tu beso. Y me despido poniendo mi mano en mi corazón y te digo: "Hasta pronto, Selena, cuídate muchísimo y nos veremos muy pronto". Sé que será así. El poder de tu Amor lo logrará…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)


No hay comentarios: