“¿Bueno? Soy yo … Antes de que me cuelgues. No más, déjame explicar que…”.
Escucho la letra de “La
llamada” y es como recrear esa última llamada de Saldívar, la última de las
tantas que hizo en ese mes fatídico de marzo de 1995, y que terminó de
sentenciar el destino de Selena.
¿Por qué Selena la siguió
atendiendo? ¿Por qué no colgó el teléfono? ¿Por qué querría seguir escuchándola
si ya sabía que nada bueno obtendría de ella?
“…No me vuelvas a llamar tratando
de explicar que lo que vi no era cierto…”.
¿Por qué Selena no le dijo
que no le explicara que no eran ciertas las estafas, que ya le quedaba claro
que nunca le daría los documentos y que no quería verla más? Ya dos semanas
antes cuando le ratificó la confianza esperando que con eso le devolviera los
documentos, ella se puso eufórica y le mostró el arma que había adquirido para
“protección”. ¿Un mensaje quizá de lo que le pasaría si Selena le quitaba su
apoyo?
“…Vergüenza debes tener si
me quieres convencer que eres fiel y eres sincero…”.
¿Qué sinceridad y que
fidelidad podría demostrarle la asesina a esa altura? Habían pasado semanas de
que el padre de Selena la había expuesto con su accionar y desde ese entonces
Saldívar prometió que iba a explicar lo sucedido, que iba a presentar los
documentos y que todo fue una torpeza producto del trabajo arduo que tenía.
Desde ese momento sólo buscaba ver a Selena a solas, darle documentos
incompletos, y como la última vez que se vieron apareció Chris, empezó a decir
que la habían violado en Monterrey y que Selena debía ir nuevamente sola para
acompañarla al hospital…
“…Si me vuelves a llamar yo
te vuelvo a colgar. Ya me cansé de escuchar excusas y más mentiras…”
Eso debiste haber hecho
Selena. Ojalá las cosas hubiesen sido como las expuso tu Familia en la serie
“Selena” en Netflix. Que cuando se dio esa reunión entre tú, tu padre y tu
hermana con Saldívar desde ese momento no la quisiste atenderla hasta el día
anterior a ese 31 de marzo. Tú la viste más de una vez buscando quererle creer
cuando ya era evidente que no tenía forma de explicar lo que había hecho. Es
tan doloroso lo que pasó que es entendible que aún hoy la Familia Quintanilla
no quiera admitir que la seguías viendo, aunque fuera como estrategia para
lograr eso que tanto te obsesionaba recuperar … Esos benditos documentos para
la deducción de impuestos … Eso es lo que al menos escribió Chris en su libro …
Seguramente fue así … Y era algo que una psicópata como Saldívar sabía muy bien
… Sabía que con esa promesa te tendría de un lado para otro, como un perro que
busca alcanzar el hueso que le exhiben para comer pero que no se lo dan.
Entiendo que a todos nos cueste creer que eso haya pasado y que la Familia
Quintanilla no lo quiera no mostrar ni admitir…
“…No me vuelvas a llamar.
No te voy a perdonar. Otra oportunidad no te la doy. No vales la pena…”
Eso debiste haber hecho,
Selena. Yo entiendo que era difícil tanto para ti como para toda tu familia …
Cuando uno traba una relación de confianza con alguien, es muy difícil tomar la
decisión de alejarse. Y si el motivo del alejamiento es por algo serio, cuesta
procesar ese hecho y cómo hacerlo sin generar más daño. Tal vez debiste hacer
lo que hizo tu padre aunque hay que admitir que nadie imaginó lo que iba a
hacer esa mujer. Si no, tampoco entendería la pasividad de tu padre luego de
que la acusara de robo a Saldívar. Que solo se limitara a no permitirle el
ingreso a sus instalaciones … De cualquier modo, si ya la confianza se había
quebrado, no había que darle más oportunidades. Había que cortar toda relación,
aunque se tuviera que pagar un alto costo por ello, que nunca sería tan alto
como el que se pagó ese 31 de marzo…
“…Vergüenza debes tener si
me quieres convencer que eres fiel y eres sincero…”.
¿En qué consistía a esa
altura ser fiel y ser sincero? ¿Fiel a qué? ¿Sinceridad a qué? Te lo había
advertido Martín Gómez, tu diseñador … Te dijo más de una vez los maltratos a
él y a todo el personal de “Selena Etc.”.
Tu padre demostró cómo tus fans se quejaban de que nada le daban de lo
prometido producto de sus suscripciones. Cómo la plata no aparecía y surgían
deudas millonarias por el no pago de ciertas cuentas a cargo de la asesina. Te
costaba creer que ella había hecho eso y finalmente Martín Gómez se fue. Ella
hacía lo que quería. Aparecían cheques firmados por su hermana. Pero cuando
todo quedó en evidencia, se puso en víctima. Y allí empezó su catarata de
excusas para que tú no le hicieras nada, la apoyaras en todo y a la larga
ponerte en contra de tu padre. El ver que esto último no sucedería fue lo que
terminó por decidir lo que decidió ese nefasto 31 de marzo de 1995. Algo que hubiese
hecho dos semanas antes … Algo que podría hacer dos semanas después…
“…Si me vuelves a llamar yo
te vuelvo a colgar. Ya me cansé de escuchar excusas y más mentiras…”
Eso debiste haber hecho
Selena mucho antes. Debiste haber pensado que hacía tiempo te venía mintiendo,
y buscaba confrontarte con tu esposo y con tu familia. Debiste advertir con
esta estafa que ya venía engañándote. Que decía cosas a las que tú le creías y
después no eran ciertas … ¿Te acuerdas cuando vino a decirte en una de las
celebraciones de fin de año que Chris y sus amigos habían provocado destrozos
en los baños y tú fuiste presta a pedirle explicaciones? ¿Te acuerdas que
cuando Chris te explicó que no había hecho nada de eso te dio argumentos que le
daban la razón? Ahora bien, con todo ello que pasaba, ¿no notaste que en vez de
creer de movida a tu esposo y desestimar las mentiras de Saldívar, ibas a
confrontar con Chris dando por cierto lo dicho por ella? ¿No se te dio por
preguntar “qué estoy haciendo”? Ahora que se exponía lo que realmente hacía esa
mujer, ¿no había que replantearse todo y alejarse de sus excusas y sus
mentiras?
“…No me vuelvas a llamar.
No te voy a perdonar. Otra oportunidad no te la doy. No vales la pena…”
Efectivamente, Selena. No
sólo no había que perdonarla. No valía la pena. Yo imagino que nadie hizo la
denuncia pública porque se quería evitar el escándalo. Eso tenía su lógica.
Pero lo que nadie pensó es que ya con la decisión de dejar afuera a esta mujer,
directamente como lo había hecho tu padre, indirectamente como lo estabas
haciendo tú, Saldívar a la larga haría un escándalo. Perdida por perdida,
recurriría a los medios, a cualquier periodista que quisiera escuchar y tener
una nota que generara ruido, mucho rating en los medios y muchas ventas en
diarios y revistas, y el morbo de hablar del “lado oscuro de Selena”. ¿Te suena
esto? Ya sabes lo que pasó después, aun con los hechos consumados. Frustrada
por no haber logrado el crimen perfecto que hiciera poder estar libre riéndose
en la cara de toda tu Familia, la asesina salió a decir barbaridades de ti ante
una periodista ambiciosa que sería capaz de cualquier con tal de lograr tener
poder en el medio en el que trabajaba, ante un público ávido por saber por qué
pasó lo que pasó. Entiendo que no tenían forma de saber hasta dónde podía
llegar esta mujer, pero sí debieron entender que debían estar lo más lejos
posible de ella. El daño estaba hecho y seguro algún costo iban a pagar por
sacarse de encima semejante lastre. Pero siempre iba a ser mejor eso que pagar
el costo de una vida, y tanto tiempo de esfuerzo y de trabajo hecho en forma
honesta. Debieron haber cortado toda relación con ella y haber sido precavidos.
Una persona que quiebra esa relación de fidelidad y honestidad no merece una
nueva oportunidad de ser escuchada. Si lo hizo una vez, lo hará de nuevo. Y si
es capaz de eso, será capaz de cosas aun peores, como quedó demostrado…
Cuando veo el video de “La
llamada”, me pongo feliz. Te veo bien a ti. Veo feliz a la banda, salvo a A.B.
que lo veo en pocas oportunidades pero serio … Entiendo que sus tomas se
tuvieron que hacer después, pues tal era su grado de compromiso con el trabajo
que él estaba en el estudio componiendo cuando todos ustedes estaban grabando.
Estaban en un momento excelente y había empezado el despegue … Pero lo otro, lo
malo, también había empezado y había tomado su rumbo … Eso me hace recordar
cuando reparo en la letra de “La llamada”, que más allá de que se trate de otra
historia, me hace inevitablemente pensar en lo que fue esa última llamada, esa
llamada desesperada de esa asesina dispuesta a vender cara su derrota, a no
tolerar que la dejaran afuera y expuesta y asestarte el peor dolor para tirar
por tierra tanto tiempo de trabajo digno, de esfuerzo y de perseverancia…
(Siempre diré que no hay
que hacer excepciones con lo que nos hacen mucho daño y menos con los
psicópatas. Ellos juegan con nuestros sentimientos, y se valen de ellos para
manipularnos y lograr lo que quieren. Con ellos hay que ser fríos y
terminantes. Estar lo más lejos posible para sufrir el menor daño. Selena por
ser considerada lo pagó con su vida. Esa mujer no valía su conmiseración. Ese
sentimiento hay que guardarlo con los que realmente nos quieren, jamás con los
que nos defraudan, estafan y juegan con nuestras vidas…)
Lamentablemente no se
puede ser ni bueno ni considerado con gente que es capaz de hacernos el peor
daño…
Eso es parte de lo que
queremos recordar de ti, Selena. Todo lo bueno ya lo has construido con tu
Obra…
Te quiere mucho….
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
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