“Papi, yo quiero ser como Selena. ¿Qué debo hacer?”.
Estaba ayudando a mi hija a dormir y ella me hacía semejante pregunta ...
Empecé a dudar. Empecé a nombrarle conciertos, vestimentas, diferentes frases
emitidas por ella o por alguien refiriéndose a Selena, hasta que mi hija me
interrumpió. “¡¡No, padre!! No te
pregunto por sus vestidos, por sus bailes, por sus dichos. Eso lo puedo ver en
cualquier video. Si quisiera un vestido, te lo pediría o trataría de hacerme
uno yo misma … No … Yo te preguntaba sobre lo que debo hacer para ser como ella
… Yo no quiero sólo parecerme a ella … ¡¡Yo quiero ser como ella!! ¿Me
entiendes?”
Yo titubee ... Por una razón lo hice. Es que … cuando uno
se hace grande empieza a ver la realidad de las cosas … Y eso que era tan
idílico en un principio se hace demoledor después … Y ese final de Selena … La
vida lamentablemente me hizo pensar que no se puede ser bueno siempre … Ni
decir la verdad … Ni ir en la vida de frente con nuestras convicciones … Pero
allí estaba mi hija … ¿Qué le iba a decir? … Me miraba a la cara fijo con
ansiedad … Y … algún horizonte le quería dar … Le tenía que dar … Ya la vida se
encargará de hacerle ver cómo son las cosas … Al menos que por un tiempo se
crea en que se puede construir un mundo mejor…
“Mira, hija … ¿Quieres ser como Selena? Muy simple …
Debes ir siempre con la verdad … Siempre … Debes luchar por lo que crees … Sobre
todo, debes creer en ti misma … Puedes sentirte mal, estar con problemas, puede
que al principio no salgan las cosas bien … Pero si insistes … Si vas adelante
en la vida con trabajo, honestidad, esfuerzo, convicción e ideales todo saldrá
a la larga bien…”, le empecé diciendo…
“¿Pero cómo hizo Selena? ¿Cómo lo aprendió?”, insistió mi
hija.
“Un poco de la familia. Un poco de la vida. La familia le
enseñó los valores. Le enseñó a seguir una línea, un objetivo. Su padre había
ideado hacer una banda con Selena y con sus otros hijos para presentarlos en su
restaurante. Le tenía una gran fe a Selena. Sabía de su talento y estaba seguro
de que iba a triunfar. Pero él no llevó adelante este trabajo hasta tanto todos
entendieran que eran parte del proyecto y que todos debían aportar lo suyo para
el éxito. Y así fue ... Pero no fue fácil para todos. Al principio les fue mal.
Perdieron el restaurante y hasta la casa, y se tuvieron que mudar a Corpus
Christi en el que vivía un tío de Selena. Pero la convicción de seguir adelante
con el proyecto hizo superar la situación y en no poco tiempo pudieron superar
el mal trance y empezaron los primeros éxitos…”, le dije con convicción…
“¿Pero entonces es cuestión de ser obedientes? ¿Selena
tuvo éxito sólo porque hizo lo que debía?”, me apuró mi hija con su pregunta no
sin mirarme con cierta desconfianza…
“¡¡No!! ¡¡Claro que no, hija!! No todo es cuestión de
obediencia. Tú puedes estar convencida de la idea, pero eso no quita que hagas
tus aportes y que digas las cosas que no te gustan. Si eso ocurriera, no
implica que no estás de acuerdo o que no eres obediente … Si realmente amas lo
que haces y sabes que formas parte de un proyecto, sabrás qué es lo mejor para
ti y para los demás … ¡¡Y eso hizo Selena!! Acuérdate de los bustiers …
Acuérdate de su modo de mostrarse, de cantar y de interactuar con su público …
Tal vez si fuera por el padre nunca lo hubiese hecho … Pero Selena tenía su
personalidad … ¡¡Y ella quería verse feliz tal cual era!! Y lo hizo en todos
los aspectos de la vida … Recuerda que Selena se casó en secreto…”, le recordé…
“¿Y eso está bien? ¿Hacer las cosas a escondidas?”,
insistió mi hija, entendiendo allí que no todo se hace como uno quiere o desea…
“No. No está bien. Pero a veces es necesario. Cuando tu
felicidad está en juego, no puedes permitir que te lo impidan. Una cosa es el
bien común en el trabajo, en la familia, en la comunidad … Pero cada uno de
nosotros debe ser feliz con su vida … La personalidad de cada uno es algo que debe
respetarse siempre … No debería nadie meterse con lo más sagrado que forma
parte de nuestra identidad. Y a veces hay que rebelarse, aunque sea doloroso y
no deseado. Por eso Selena se casó en secreto con Chris. En esos momentos y en
aquella época no le quedó otra alternativa para que su padre lo aceptara y ella
fuera feliz. Lo ideal hubiese sido no llegar a eso. Selena soñaba con poder
casarse como cualquier otra mujer, con su ceremonia y con su fiesta … Pero más
importante era estar al lado de quien amaba … ¿Qué era más importante para
Selena, hija? ¿Seguir con Los Dinos siendo desdichada o siendo una mujer feliz?
Por suerte optó por este último y su padre a la larga lo entendió … No es
casualidad que los mejores años de Selena fueron desde ese momento…”
Mi hija se sonrió y me preguntó sarcásticamente: “¿Entonces
me dejarás ser a mí también rebelde?”
Me reí con ganas y la abracé con ternura. “¡¡Pues claro!!
Aunque a mí no me guste, tú debes buscar tu camino. Tú eres lo más importante,
y tú sabrás que es lo que quieres hacer de ti y de tu vida … Y uno deberá
acompañarte y aceptarte desde el lugar en que uno pueda y quiera. De nada me
sirve que estés a mi lado siendo una chica triste. Más importante es verte
dichosa”…
Cuando nos repusimos del momento, mi hija me volvió a
preguntar. “¿Entonces ser como Selena es…?”
“Ser honesta, responsable, auténtica, talentosa, rebelde,
testadura, trabajadora, consecuente, insistente, valiente … Tal vez sea mucho …
Pero todo ello forma parte de lo mismo … Yo estoy seguro de que buena parte de
su éxito se debió a eso … No era sólo una buena artista … Selena era sobre todo
una buena persona … Y la gente se sentía identificada con ella … Muchos decían
que si Selena lo había logrado, entonces todos podían también teniendo sus mismos
valores…”
Mi hija de pronto me miró tristemente … “Pero las cosas
terminaron muy mal. Algo tal vez no hizo bien … Si no, ¿cómo se explica que…?”
Sabía que iba a llegar el momento … ¿Qué decir? ¿Lo que
la vida te enseña con los años? ¿Lo que muchos contemporáneos a Selena debieron
aprender con el tiempo? ¿Que tal vez los que llegan no son precisamente los que
somos como Selena sino todo lo contrario? Nada más cruda que la realidad que
nos tira por la borda nuestros sueños…
“A veces hija no se puede insistir donde no se debe … Si
ves que alguien te daña o alguien te falla no hay que depositar la energía en
restaurar lo que se rompió para siempre … Selena creyó que esa mujer que le
hizo tanto daño era como su público, como la gente que la amaba … Y que debía
dirigirse a ella como con todos los demás … Tal vez ese fue su error … No es
que fuera ingenua o confianzuda … Su error surgió de su virtud … Así como su
tozudez o su insistencia la llevó a levantar a los 23 años su propia empresa,
Selena Etc., esa misma tozudez e insistencia le hizo creer que podía encontrar
una solución con esa mujer … Pero esa persona no era ni su familia, ni su
esposo ni una amistad incondicional. Era esa mujer que la había defraudado …
Selena solía decir que cuando ella se le metía algo en la cabeza no paraba
hasta poder lograrlo … Eso puede ser bueno … Pero también puede ser malo si se
transforma en obsesión … Y la obsesión de Selena por conseguir unos papeles que
debía entregarle una persona que ya la había estafado no fue una buena idea …
Una cosa es obsesionarse por hacer una buena obra con gente confiable … Pero
obsesionarse con alguien dañino … Por eso, huye hija de esas personas … No te
apiades ni de sus lamentos ni de sus falsas promesas … Busca siempre tu camino
a la felicidad … Recuerda esa imagen decidiendo casarse en secreto con Chris…
Pero también recuerda esa otra imagen para ver a esa mujer … Para no cometer el
mismo error…
Estuvimos un largo rato en silencio, tras lo cual mi hija
me miró, me dijo buenas noches, me dio un beso y se echó a un costado para
dormir. Le dije buenas noches, apagué la luz y me quedé un tanto angustiado por
ese final … Pensé que tal vez mi hija tomaría esa última imagen y pensara
tempranamente lo que yo me terminé convenciendo con los años … No dejé de
sentir cierta tristeza … Suspiré, me levanté y me dirigí a la puerta…
“Eso sí, padre, seré como Selena … tan trabajadora, tan
honesta … y … ¡¡tan rebelde como ella!!, dijo de pronto mi hija mientras
prendía la luz … Corrí a las carcajadas a abrazarme con ella fuertemente … Tal
vez no esté todo perdido … Tal vez un día alguna de las tantas generaciones que
ama y amará a Selena complete el camino inconcluso … Y nos termine convenciendo
de que siendo como Selena tendremos la mejor vida … Que siendo como Selena
seremos eternamente felices … Que siendo como Selena tendremos un mejor final …
Que siendo como Selena seremos vistos como un ejemplo para toda la humanidad…
(¿Quién dijo que todo está perdido mientras tengamos a
Selena en nuestros corazones? Si estamos convencidos, si somos felices con lo
que somos, con lo que transmitimos y con lo que hacemos, nada nos puede detener
… Y si estamos orgullosos de ser parte de los que seguimos el camino que nos
dejó trazado nuestra Selena, lo seguiremos en el convencimiento de que es el
mejor, más allá de lo que nos pase en ese recorrido … Ser como Selena,
parecernos a Selena, actuar como Selena, vivir la vida como Selena nos hará
siempre felices … Y todo lo que recibamos por ello será proporcional a lo que transmitimos
… Eso logró Selena … Con que hagamos un poquito de todo lo que hizo ella en tan
sólo 23, casi 24 años, nuestra dicha será eterna, como el espíritu de Selena en
cada una de nuestras Almas…)
Y aquí estaré siempre Selena … Para recordarte por lo que
fuiste, para admirarte por lo que expresaste y para transmitir tu Amor a la
vida…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
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