Algo malo intuí esa mañana del viernes … 31 de marzo … Me
había levantado, y al rato me pareció escuchar un portazo y un salida rápida y
ruidosa de un auto … Se me vino a la cabeza Selena y reparé en que desde que
desde aquella reunión que tuvimos con esa mujer y mis dos hijas yo no había
intervenido más ni hablé más del tema … Sí había decidido después impedirle a
esa mujer que entrara en mis instalaciones, pero no le pedí a Selena que
hiciera lo mismo … Era probable que no quisiera hacerlo y preferí que en los
asuntos de su empresa lo resolviera Selena por su cuenta … De nada serviría que
yo le dijera que no tenía más sentido hablar con esa mujer … Era tan testadura
como yo y querría resolver sus problemas con ella a su manera … Yo se lo
respeté…
Pero ahora estaba en una encrucijada … En esas tres
últimas semanas descansé en la idea de que ya me iban a dar la razón con mis
sospechas hacia esa mujer … Dejarían de decir que era un desconfiado y que veía
todo negativo en la gente … Pero no reparé en hasta dónde podría llegar esa
mujer … ¿Acaso aceptaría sin más dejar de pertenecer al grupo de privilegiados
de estar cerca de Selena? ¿Acaso aceptaría dejar de pertenecer al círculo
íntimo y ser tratada como un familiar más? ¿Acaso aceptaría volver a ser una
anónima enfermera en vez de ser la famosa presidenta del club de fans de mi
hija y gerenta de “Selena Etc.”? No … Nunca lo aceptaría … Y si me odiaba por
haberla expuesto de sus desfalcos ante Selena, ¿cómo buscaría vengarse? …
¿Acaso me mataría? ¿O acaso…? Llamé de
inmediato a mi hijo A.B. y le pregunté si habíamos quedado en ir ese mismo día
a grabar con Selena en q-productions … Al confirmarme que así sería, llamé a
Chris y le pregunté por Selena … Cuando me dijo que salió, le pregunté a dónde
… No lo tenía muy claro, pero imaginaba que iba a ver a esa mujer … Que había
quedado en ir a verla a solas … Que lo había intentado ayer … Que estaba
diciendo que habían intentado violarla en Monterrey y le pedía a Selena que la
acompañara al hospital … Que más de una vez la convocó para darle los benditos
documentos pero nunca se los daba … Y recordó que entre las tantas barbaridades
que hacía en esos encuentros una vez le mostró un arma “que había comprado por
protección” … Cuando le volví a preguntar cuándo había sido eso, me dijo que
hacía por lo menos dos semanas … Colgué y salí sin avisarle a nadie … Mi hija
estaba en peligro … Esa mujer no iba a matarme a mí … Ahora lo tenía todo claro
… La mejor forma de vengarse de mí era matando a Selena … Me maldije no haberme
dado cuenta de todo antes … Creí que sabía todo … y no sabía nada … Quise
demostrar su fraude, pero no medí las posibles consecuencias … Tal vez
internamente esperé una muestra de que estaba equivocado y que estaba
exagerando … Tal vez me contenté una vez más de tener razón … y de que a la
larga harían lo que yo les había pedido … Por eso le di tiempo a Selena … Ella
despediría a esa mujer y todo se encarrilaría … Esperé, pero no me di cuenta de
que aquí no era cuestión de esperar sino de actuar. Tantas veces intervine sin
necesidad de hacerlo y ahora que debía hacerlo lo dejaba todo al arbitrio de
los demás…
No sé cómo llegué al Days Inn … Ya ni recuerdo … Y vi lo
que no quería ver … Fue tanta mi desesperación que le pedí encarecidamente que
me sacaran sangre ahí mismo y se la dieran a mi hija … Que no esperaran … No
llegaría al hospital … Y que lo hicieran como pudieran, pero que lo hicieran
ahí mismo … Que con lo que pudieran sacarme allí les daría margen para seguir
con el procedimiento en el hospital. Los médicos me dijeron que era arriesgado
… Que no tenían garantía de nada … Además, podía correr mi vida peligro también
… Les dije que lo hicieran … Como sea … Que la vida de mi hija era lo
importante … Lo demás … no importaba … Ya nada importaría…
Dejé de lado mis creencias en ese momento … Por supuesto
que en frío yo tenía mis argumentos … Mi hija estaba inconsciente … No podía
decidir por su cuenta … Entonces podía recibir transfusiones … ¿Pero después? Y
si estaba consciente, ¿entonces no haría nada? Cuando uno está allí y ve ese
cuadro en el que alguien de tu sangre se está muriendo y necesita de tu ayuda,
no te importa nada … Se acaban tus convicciones, tus creencias, tu racionalidad
… Sólo te importa que esa persona no te deje … Y yo no me podía permitir que mi
hija se fuera de esa manera y que esa maldita mujer se saliera con la suya…
Poco recuerdo de lo que pasó en el trayecto. Más tarde
los enfermeros me dijeron que le hablaba a Selena, que le pedía perdón, que
debí haber sido más precavido y que no debí subestimar a esa mujer … También
que no permitiría que nos dejara … Y que tuviera las mismas fuerzas que tuvo
siempre … Las mismas fuerzas para superar cada obstáculo … Las mismas fuerzas
para encarar cada proyecto … Las mismas fuerzas para soportar a un tipo como yo
… Y le rogaba que no se fuera, que luchara, que fuera testadura como fue
siempre … Que en eso sí se pareciera a mí … Que no nos dejara por ella misma …
Que no nos dejara para no dejarnos tan solos … Que no nos dejara para que esa
mujer se sintiera tan impune…
Yo sólo recuerdo que me maldije haberme dejado engañar
por esa mujer … Me sentía tan listo, me jactaba de ser tan desconfiado, sentía
que todo lo tenía controlado, y resulta que esta mujer nos controlaba a
nosotros y no nos dábamos cuenta … Al final, al primero que engañó fue a mí …
Yo la hice ingresar a nuestro círculo para presidir el club de fans de Selena …
Me pareció que había traído una buena idea que a mí no se me había ocurrido …
Yo sólo pensaba en la música … No en la imagen … Y ella me proponía
comercializar fotos, souvenirs, remeras … ¡¡Qué tonto fui!! Nos engañó a todos
… Yo encima me creí muy listo al poner a mi hija Suzette y a mi esposa Marcella
para que la vigilaran, y pronto esa mujer se ganó la confianza de todos … ¡¡Hasta
Suzette la designó Dama de Honor de su casamiento!! Y así logró tener tanto
poder … Ella sabía todo de nosotros y nosotros nada de ella … Cuando nos dimos
cuenta, nos costó admitir nuestro error y no supimos manejarnos como se debía
con ella … Había que sacarla de la vista de Selena … No alcanzaba con echarla …
Debimos haberla denunciado o al menos mantenernos bien lejos de ella … La
subestimamos y eso era imperdonable para mí…
Cuando abrí los ojos, vi que unos enfermeros me rodeaban …
Me sobresalté … Pregunté por Selena … Ellos se sonrieron … Uno de ellos me dijo
que estaba bien … Que debieron darle más transfusiones … Pero que mi aporte fue
fundamental … Yo alcancé a decirle si estaba consciente cuando las recibió … Me
dijeron que no … Que aún no lo estaba, pero ya iba a recobrar la conciencia … Y
que pronto se recuperaría … Yo cerré los ojos y me puse a llorar
desconsoladamente … Había pasado lo peor, pero en todo momento pensé que
entraría en una pesadilla de la que jamás saldría … Por eso lloraba … Había
vuelto a vivir … Había vuelto a vivir desde el momento en el que sabría que
Selena iba a poder vivir…
Cuando pude ver a Selena, le pedí perdón … Le dije que
tal vez no había hecho lo correcto, que la expuse a cosas de las que tal vez
ella no quería hacer, que la hice sufrir mucho y que cuando más debí estar
encima, no lo hice … Me puse a llorar como jamás había hecho delante de Selena
para mostrar una supuesta fortaleza … Ella me acarició tiernamente y me dijo: “¿Pero
qué dices padre? Tú me has dado la vida. Tú me salvaste la vida … Tú me
inculcaste los valores que tengo … Yo soy honesta, responsable, luchadora,
trabajadora, testadura, insistente, siempre voy por la vida con la verdad y con
la frente bien en alto porque tú me lo enseñaste … Sí, muchas veces me pelee contigo, muchas
veces me he enfrentado con tus posturas, muchas veces he llorado por cosas que
has hecho … Pero con los hechos me diferencié de ti siempre recordando lo bueno
que has hecho para seguir adelante y valorarte … No se trata de que te
menosprecies … Se trata de que mejores … Ni eres el mejor, ni eres el peor … Lo
que hiciste es por el bien de todos … Y eso es lo que me quedo de ti … Y créeme
… Por tus valores, tus convicciones y tu fuerza saldré adelante … Seguiré
cantando y seguiré mi carrera de diseñadora … Déjamelo manejar a mí y si ves
algo que no te gusta, dímelo sin dudar … Yo sabré qué hacer…” … Nos abrazamos
un largo tiempo sin parar de llorar … Algo había cambiado para siempre … Algo
para mejor … Tuvo que pasar esta desgracia para darnos cuenta de tantas cosas …
Siempre se aprende hasta de lo más inesperado y atroz…
Y después de tantos años no sólo estoy orgulloso de mi
hija exitosa mundialmente por sus discos y sus diseños … Estoy orgulloso de
haber aprendido de un ser tan especial, de un hecho tan doloroso y de saber que
somos apenas un pequeño soplido en esta larga existencia … Hoy sólo me queda gozar
de todo lo que el Señor me ha dado en este fugaz paso por este mundo…
(De todo se aprende … De lo bueno y de lo malo … No todo
es tan malo ni nada es tan bueno … Uno aprende cuando se da cuenta que todo es
tan fugaz, cuando dejamos la soberbia, el odio y el rencor … Cuando aprendemos
a gozar cada minuto de nuestras vidas, y de lo poco o mucho que tenemos, la
perspectiva cambia, nuestras ideas cambian, nuestros sentimientos cambian …
para mejor …Con Amor, Dignidad, Verdad, Convicciones, Esfuerzo, Trabajo y
Humildad la vida cambia absolutamente … Y todo lo demás queda como ese soplido
del viento que dura tan poco como nuestra eixtencia misma…)
Y todo lo que aprendí es gracias a ti, Selena … Por eso te
estoy eternamente agradecido…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
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