Cuando desperté, quise salir corriendo pero una mano me
contuvo … Era la mano de mi madre que me observaba envuelta de emoción y llanto
… No entendía nada … Hasta un instante atrás hubiese jurado que había oído un
disparo … Mientras veía sin comprender cómo mi esposo, mis padres y mis
hermanos se acercaban para abrazarme, yo trataba de recordar, de recordar lo
que había pasado y por qué estaba allí … Traté de hablar, pero no podía …
Quería preguntar dónde estaba y mi madre decía algo que no llegaba a entender …
De pronto noté que alguien los hacía alejar de mí y alguien se instalaba
delante de mis ojos … Era una enfermera que mientras acariciaba mis manos y
ponía luego el dedo en su boca rogándome silencio, aplicaba una inyección … No
sé si estaba bien o estaba mal lo que me hacían … Quise moverme, pero no podía
… De pronto escuché o creí escuchar un disparo y me sobresalté … Y allí la veía
… A ella … A ella que me apuntaba y me decía que ni se me ocurriera salir, que
ni se me pasara por la cabeza abrir la puerta de la habitación … Y volví a
escuchar el disparo … Y empecé a gritar … Y empecé a darme vuelta para salir de
allí pronto … corriendo lo más rápido de ese lugar … Sintiendo un fuerte dolor
en la espalda y en el pecho … Y algo que me hacía sudar, pero que no quería
tocar … para corroborar mi destino … Quería llegar a un lugar, a un refugio …
Algo que me cobijara de ese monstruo que se me apareció de pronto sin que
pudiera advertirlo antes … Sin que nadie de mi familia pudiera advertirlo …
Gritaba, pero no salía nada de mi boca … Buscaba a alguien que saliera en mi
auxilio, pero no encontraba a nadie … Gritaba, gritaba hasta que vi el lobby
del motel, y fui hasta allí para desvanecerme y entregarme a lo que pudiera
venir … Pero tenía que llegar … Tenía que lograrlo … Faltaba un trecho que
parecía interminable … Gritaba, pero no me escuchaba nadie … O al menos eso
creía … Corría, pero no llegaba a destino … Vi la muerte, pero trataba de
escapar de ella … Corría, gritaba, me agitaba … Estaba a punto de caer hasta
que … “Selena … ¡¡Por favor, tranquilícese!! ¡¡Está aquí con nosotros!! Está
bien … Está viva … De milagro … Pero ya va a estar todo mucho mejor … Ha
despertado después de un largo sueño … Por suerte está aquí para contarlo …
Trate de descansar … Pronto volverán su esposo y su familia para visitarla …
Ahora … Ahora trate de descansar…”. Evidentemente me habían dado algo para
tranquilizarme, pero no lo suficientemente para tumbarme … Ya eso me hizo
pensar que la situación había sido grave y que hacía un tiempo que estaba allí
… Traté de preguntarle qué había pasado … Por qué estaba allí … Y qué tenía … Y
cuánto tiempo estaría en el hospital … El médico me hizo un gesto de que
descansara, pero me dijo: “Ya tendremos tiempo para hablar mejor … Piensa que has
despertado de una pesadilla … Pero ya estarás mejor … Lo peor ya pasó … Ahora
viene el tiempo de la recuperación … Pero no nos adelantemos … Celebremos que
estás aquí sana y salva…”. Mis ojos se iban cerrando … Me pesaban … Apenas
podía sostenerlos…
De pronto volví a sentir esa angustia … Esa soledad …
Estaba tirada en el piso … No me podía mover y maldecía por dentro no haberme
quedado en casa … No haberle hecho caso a Chris … Él me lo había advertido … Y
ahora me decía: “¿Cómo me pudo haber pasado esto? ¿Justo ahora? ¿Justo cuando
estaba en mi mejor momento artístico? ¿Justo ahora que iba a tener mi propia
casa de ensueño que compartiría con mi esposo? ¿Justo ahora que pensaba que
había llegado la hora de tener un hijo? ¿Justo ahora que mi sueño hecho
realidad con “Selena Etc.” se estaba cristalizando? Quería hablar, pero no
podía … Podía sentir que había gente a mi alrededor gritando … Al menos me
alegraba de que había llegado al lobby del Days Inn y que tal vez podían sacarme
de ese infierno … Me aferré al anillo, y juré retenerlo y no soltarlo hasta que
estuviera segura … De que saldría de esto … No quería pensar en lo que había
pasado … Debía concentrarme en el anillo y en no soltarlo … Mi vida estaba allí
… En ese anillo … Y si lo soltaba … Sería el fin … Unos enfermeros trataban de
asistirme … Yo no oponía resistencia … No tenía forma … Tenía ese anillo … Ese
anillo era mi sostén, mi respirador … Cerré mis ojos, porque necesitaba
descansar … Pero no debía dormirme … Tenía que descansar, pero debía estar
alerta … No me tenía que dejar vencer … No lo iba a permitir … Había pasado por
tantas luchas y había salido delante de todas … Esta no sería la excepción …
Claro que no dependía de mí … Ahora estaba en manos de otros … Me maldije en
mis decisiones cuando todo sí dependía de mí … Me maldije dejarme llevar por la
ansiedad … Me maldije adelantarme en mis decisiones … No siempre estaba bien
querer hacer todo de golpe, resolver las cosas sin medir las consecuencias … Sé
que muchas veces tuve que hacer las cosas así, pero debía aprender que a veces
había que meditar, había que pensarlo dos veces, mil veces si fuera necesario …
Y también debía aprender a dejarme ayudar … Muchas veces tuve que resolver las
cosas sola … Muchas veces no debía escuchar a los demás para tomar decisiones
importantes … Pero en ese momento sí … Estaba bien en su momento no escuchar a
mi padre y decidir casarme con Chris … Sólo así lo iba a aceptar … Pero no
estaba bien no escuchar a mi padre cuando habló de esa mujer cuando había
tantas evidencias … Debí haber actuado como él y si necesitaba esos papeles,
tenía que hacerle caso a Chris … Él me dijo que recurriera a un abogado para
resolver estas cuestiones … Que si no podía lograr que me devolviera esos documentos,
debía pedir ayudar a quienes supieran hacerlo … Pero yo no quise escucharlos …
Y no porque no pensara que tuvieran razón … ¡¡Claro que la tenían!! ¡¡Qué tonta
fui!! Pero yo pensé que podía sola … Como siempre … Que mi fuerza, mis ganas y
mi determinación podrían una vez más … Y no … No siempre se podía … Recién
cuando iba camino al hospital lo supe … Y parecía que era tarde … Muy tarde …
Me aferré al anillo e hice fuerza … La poca fuerza que tenía … Y traté de no
dormir … No debía hacerlo … Fue el último esfuerzo que hice … Sólo esperaba
abrir los ojos y saber que había podido salir de aquella pesadilla … De aquella
pesadilla que era realidad … Me entregué el Señor esperando que Él me diera una
nueva oportunidad…
Abrí los ojos … Y vi que Chris me miraba sonriendo …
Quise abrazarlo, pero no pude … Miles de cables, plásticos y apliques me lo
impedían … Recién allí noté que tenía el anillo en mi mano … “Eres increíble,
Selena … Hace un mes que estás aquí y no han podido quitarte el anillo … ¡¡Y
mira que han hecho de todo para salvarte!! Se dieron por vencidos y esperan que
cuando salgas de aquí decidas soltarlo por tu propia voluntad…”, me llegó a
decir mientras mi mente trataba de comprender … “¿Un mes? ¿Hace un mes que
estoy aquí? ¿Pero qué me pasó? ¿Qué me hizo esa mujer?” … Y no podía pensar en
ese instante … Se me vinieron las imágenes de aquel día, cuando la acompañé al
hospital porque decía que la habían hecho algo … Yo no le creía … Pero ahora me
doy cuenta de que me estaba psicopateando …Me llevaba de un lado para otro
sabiendo que podía jugar con mi ansiedad, con mi locura de querer resolver de
una todo por mí misma y de que no escucharía a otra persona para llegar a una
solución … Yo ya sabía que no lograría nada, pero me quería convencer yo misma
… Por eso le decía a Chris de volver al Days Inn la noche anterior … No lo
podía controlar … Mi ansiedad, mi necesidad de sacar todo lo que me molestaba
en mi mente, mis ganas de seguir adelante con mis proyectos … Quise convencerme
…Y quería convencer a Chris de volver para “ponerla en evidencia con sus
mentiras” … Nada más alejado de la realidad … Yo quería que todo terminara de
una vez y pensaba que con ir de nuevo lo lograría … Y ella sabía que iría tarde
o temprano … Por eso me llamaba, por eso me insistía … Había fallado la noche
anterior sólo porque había ido con mi esposo … Era cuestión de que fuera sola …
Allí no tendría escapatoria … ¡¡Y yo quería ir!! ¡¡Insólito!! … Pero lógico …
Jugaba con esa promesa que jamás cumpliría con la ilusión de que esa vez … de
que esa vez sería distinto … Chris había logrado que no fuera la noche anterior
a ese nefasto 31 de marzo … Pero no podría impedir que fuera en la mañana
siguiente … Esa mujer había encendido la mecha y yo iba a su encuentro … Era el
canto de las Sirenas … Y yo iba hacia ella esperando algo distinto de lo que inconscientemente
sabía … No siempre actuamos con la razón … Y eso lo saben bien los psicópatas …
Esa mujer lo era, pero yo no lo iba a admitir … Prefería tapar el sol con una
mano … Prefería ir a solas a solucionar algo que la otra persona ya había
decidido por mí hacía largo rato…
Abrí los ojos de nuevo y vi que el médico estaba frente
de mí de nuevo … Me puse a llorar … A llorar fuerte … de rabia, de impotencia …
Estaba enojada conmigo misma … Ahora sabía lo que había pasado … Y no sabía lo
que iba a pasar … Por un momento pensé que no iba a ser la misma de antes … Ni
quería preguntar por mi futuro … Ni siquiera por ese momento … “Te entiendo,
Selena, pero no debes llorar … Piensa que aún tienes tu mano aferrada a ese
anillo … Como llegamos a la conclusión de que era mejor dejar eso como estaba y
actuar donde debíamos hacerlo, seguimos adelante en la convicción de que cuando
mejoraras lo harías por ti misma … Mira … Estuviste a punto de morir … No sé
cómo lo has logrado … Tal vez te preguntes cómo un médico como yo puede decir
eso … Pero es así … Hay cosas que se solucionan clínicamente … Otras no …
Llámalo la mente humana, llámalo Dios, llámalo como quieras … Cuando llegaste
aquí, empezamos a reanimarte … Hicimos todo lo posible … Alguien de nosotros hizo
un gesto de no seguir intentando … Estábamos por hacerlo … De hecho, uno,
instintivamente, fue a sacarte el anillo de tu mano … Podría haber hecho eso,
como cubrirte con una sábana … Después me dijo que le había llamado la atención
que aún estuviera allí e intentó sacarlo … para ir preparando … ya sabes para
qué … Y de pronto … Él notó que había una fuerza que se lo impedía … ¡¡Eras
tú!! Vimos que había señales en el monitor y empezamos de nuevo con la
reanimación … ¡¡Y resultó!! … No me expliques qué pasó … Porque no tengo las
razones para explicarlo … Sólo sucedió … Después … Después sí supimos lo que
debíamos hacer…”, empezó a explicarme el médico no saliendo del asombro y de la
emoción … “¿Me hicieron transfusiones de sangre, no?”, alcancé a preguntarle …
“Sí, pero no estabas consciente, como lo habrás notado…”, me contestó, como ya
sabiendo cuál era mi preocupación al respecto y continuó: “Va a llevar un tiempo
la recuperación … Por suerte no has sido dañada en tus signos vitales … Milagrosamente
superamos lo peor, que era la pérdida de sangre … Pero esto trajo secuelas
físicas y psíquicas … Tuvimos que intervenir muchas veces … Y cada operación
era un riesgo que debíamos asumir … Había que recuperar tejidos, había que
reparar lo dañado … Y mientras, debíamos esperar a que despertaras … Has estado
consciente desde hace un tiempo, pero no podías despertar … Este es otro gran
paso que has dado … Espero que pronto des el último…”. De pronto noté que algo
se había caído … El médico se agachó para ver lo que había sucedido y, para mi
asombro, veo que se levanta mirándome con gran emoción y con mi anillo en su
mano … Alcé mis brazos y él vino hacia mí … Nos abrazamos un largo rato en el
medio de risas y llantos … Recién allí supe que estaba viva … Recién allí supe
que saldría adelante … Recién allí supe que tenía que ser fuerte para intentar
volver a la vida…
Dos meses después pude salir del hospital … Aún lo hacía
con dificultad … Salí en una silla de ruedas acompañada de Chris y de toda mi
familia … Una multitud me esperaba con cánticos, con gritos, con muestras de
afecto, con flores blancas, con la energía que necesitaba para salir de nuevo a
la vida … Fue muy fuerte para mí, pero muy necesario … Los médicos habían
dudado de exponerme ante la gente después de lo que me había pasado … Pero no
tuvieron sólo en cuenta mis condiciones físicas ... También las psíquicas … Y
estas últimas en aquellas que me podían servir de lección … Y los médicos
llegaron a la conclusión de que debía tener siempre en cuenta la voz de
aquellos que me querían de verdad … No debía perder de vista lo que me decían
mi esposo, mi familia, mi gente … Ellos nunca me engañarían, ellos me dirían siempre
la verdad, ellos me dirían lo que es mejor para mí, ellos me harían pensar …
Pensar para luego decidir lo mejor para mí … Fue la mejor lección que recibí …
Por ellos salí adelante, por ellos me recuperé, por ellos pude seguir cantando
y con mi sueño de ser diseñadora … Por ellos volví a vivir … Pude sobrevivir y
contarlo … No debí pasar por esto para entenderlo, pero muchos parece que
debemos llegar al límite para preverlo … Espero que a mis hijos les pueda
enseñar a prevenir que a curar, a pensar que a ser impulsiva, a buscar lo mejor
para una en vez de conformar a los demás … De todo debemos aprender … Y ya que
sobreviví sólo me queda aprovechar el tiempo que me queda para seguir
aprendiendo…
(Vivimos aprendiendo … Cuando cree uno saberlo todo, algo
en un momento, en un instante, nos cambia la perspectiva de todas las cosas …
Yo viví momentos límite tratando de salvar a mi esposa -en aquellos momentos
novia- de la muerte misma … Y uno saca fuerzas de donde nunca hubiese imaginado
tener … Y aprende hasta de las consecuencias de lo sucedido … Cada paso marca
el camino y nuestro destino, y el horizonte que se presente por lo hecho y lo
no hecho se verá tarde o temprano, inexorablemente … Selena tuvo una vida
vertiginosa en la que cada día tenía un desafío por cumplir … Y cuando pudo
disfrutar de las mieles del éxito, siguió su vida vertiginosa para cumplir sus
sueños postergados … No pudo detenerse … Tal vez no quería … Tal vez no sabía
cómo hacerlo … Más de una vez dijo que ella no podía parar hasta ver cumplido
todo aquello que pasaba por su mente … Y no vio, o no quiso o no pudo ver, lo
que se estaba generando tan cerca de ella … Ese monstruo grande que pisaba
fuerte … De esto también debemos aprender de Selena para no cometer tamaño
error … Para al menos tener la oportunidad de sobrevivir y contarlo…)
Y yo estaré siempre al lado de ti para poder reflejar tus
sentimientos más puros, Selena … Como artista y como persona … Como cantante y
como mujer … Con tus virtudes y con tus defectos … Como el ser humano que nos
dio su mejor ejemplo con tanto Amor…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
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