Selena me tomó de la mano y me preguntó: “¿Por qué
hiciste esto por mí? Tal vez no debiste … Tal vez no querías hacer esto … Tal
vez hubieses querido…”. Yo la interrumpí: “Nada es más valioso para mí que
salvarte la vida. Sólo te pido una cosa. No quiero que sepan de esto, no quiero
que sepan de mí. No quiero fotos, ni que la gente se entere por un tiempo de lo
que realmente pasó. Quiero que esto quede entre tú, tu familia y yo … ¿Lo
harás?”. Selena me miró tiernamente y me dijo: “Te lo prometo, Yamila. Me has
salvado la vida dos veces. ¿Cómo no haré esto por ti? Es lo menos que puedo
hacer…”. Hacía poco que se había hecho el trasplante de médula con éxito ...
Nos miramos tiernamente por un largo tiempo ... Yo sabía que Selena
internamente quería que todo esto no trascendiera. No quería dar una imagen de
debilidad. No quería que le tuvieran lástima. No quería lucrar con la pena.
Quería que todo pasara rápido y volver a cantar. Aunque también sabía que todo iba
a ser muy difícil. Todos sabían lo que había pasado. Que la habían baleado y
que se había salvado de milagro. Aunque nadie sabía cómo había salido de lo
peor ... Y yo tenía mucho que ver con ese milagro. Yo aún no podía creer cómo
se había dado todo … Fue tan rápido … Apenas recuerdo que grité cuando vi que a
Selena se la llevaban en una ambulancia. Que grité para que me llevaran con
ella. Que pedí que me sacaran allí mismo sangre ... Que hicieran la transfusión
en ese mismo momento porque tenía sangre universal y que no había tiempo que
perder … Supongo que los médicos me hicieron caso porque vieron mi
desesperación, pero también porque observaron con preocupación el estado de
Selena … Y lo hicieron allí mismo … antes de partir al hospital … Esa sangre
apenas le dio fuerza para llegar con vida y con cierta esperanza para hacerle
un estudio más intensivo … Pero después vimos la dimensión de lo que le había
hecho esa pérfida … Descubrieron que el daño era grande y que la médula debía ser
trasplantada … Si no, los daños serían irreparables … y quién sabe si podría
seguir viviendo … y si lo fuera en ese estado, habría que ver si lo podía
tolerar … ella o alguien … Yo me ofrecí … Me preguntaron si estaba segura …
Podría tener consecuencias … Si no pensaba en mí, en mi familia … Les dije que
yo no tenía familia … Que estaba sola … Y que sólo tenía a Selena … Y que ella
me acompañaba en todo … Y que sólo acudiría si Selena realmente me necesitaba …
No sería como esa mujer que presidía su club de fans … Y ese era el momento …
Les pedí incluso que lo hicieran cuanto antes … Los estudios preliminares, de
compatibilidad, la intervención … ¡¡Todo!! Los médicos actuaron con celeridad
no sólo por mi pedido, sino porque la situación era apremiante … Mientras
Selena dormía, y luchaba por su vida y por recuperarse, la familia en pleno
vino no sólo a verla, sino también a verme a mí … Me agradecían, pero también
me preguntaban si estaba segura, si sabían que tal vez fuera en vano todo … En
un punto me sorprendía la entereza que mostraban en esa situación, pero también
entendí que su vida los habían hecho así … Tratar de salir adelante ante tanta
adversidad, tratar de mostrar integridad a pesar de que por dentro se estaban
desarmando, o vivían inmersos en el dolor o en la incertidumbre … Como noté eso,
los tranquilicé diciendo que quería correr el riesgo porque lo más importante
era Selena, y quería su alegría y su talento siguieran dando esperanza a tanta
gente … Eso era lo que más me importaba … Lo demás … podía superarse … Por un
momento pensé qué podría pasar si lo peor sucediera … No podía concebir un
mundo sin Selena … ¿Qué sería de mí? ¿Qué sería de nosotros, los latinos, que
venimos a esta tierra esperando una oportunidad y lograr el éxito con nuestro
trabajo, con honestidad, con esfuerzo, con talento? … ¿Qué pensaríamos, qué
sentiríamos si esa pérfida lograra su objetivo? ¿Podríamos seguir nuestra vida
como si nada? ¿Nos quedaríamos de por vida haciéndole homenajes a Selena sin
sentir que nos falta algo, que nos falta aquella persona que nos marcó el
camino, que nos dio esa alegría, ese optimismo, esa vida, esa fuerza que nos
hace sentir que nuestro esfuerzo vale la pena, que nada es imposible, que todos
nuestros sueños se pueden lograr? ¿Sería lo mismo todo? ¿O acaso no sentiríamos
que nos habían derrotado, que nos habían quitado nuestros sueños, que nos
habían arrebatado nuestro porvenir, que nos habían sacado de nuestra vista
nuestro propio horizonte? Me estremecía de sólo pensarlo … “No se preocupe,
Marcella. Lo hago por ella, lo hago por usted, lo hago por todos. Yo la escuché
decir qué sería de usted si le faltaba Selena … ¿Cree entonces que voy a
permitir que se nos vaya si está en mis manos la oportunidad de salvarla?”, le
dije a la madre de Selena … Ella me abrazó fuertemente y lloramos juntas por un
largo tiempo … Cuando después lo vi al padre de Selena, le dije: “Sólo le pido
una cosa, Señor Quintanilla. No le diga a nadie que estoy aquí. Dígale a todos
que su hija se salvará, pero por la intervención de los médicos. No le hable de
trasplantes. No le hable de otras intervenciones. Hable con los médicos. No le
pido ni que mienta, ni que los médicos falseen sus informes. Sólo le pido que
por un tiempo no digan todo. Hable usted. Sea el portavoz como siempre. Y una
vez que pase todo … Que sepan la verdad … Para ese entonces yo estaré lejos …
Lejos pero feliz … ¡¡Se lo pido por favor!! No quiero ver más que salgan
lágrimas por debajo de sus anteojos…”. El padre de Selena me lo prometió y se
sentó al lado mío tomándome de las manos sin saber qué decirme … Aproveché el
momento para preguntarle con temor: “¿Hice mal por someterme a la transfusión?
¿Acaso El Señor se enojará conmigo, con usted, con Selena?”. Allí el padre de
Selena no pudo dejar de sonreír y de abrazarme … “¿Qué puedo decirte después de
lo que hiciste por mi hija? ¿Sabes lo que me replantee después de lo que
sucedió? … De todos modos, lo que hiciste no transgredió nada nuestras
creencias … Lo que somos Testigos de Jehová contemplamos las transfusiones e
intervenciones de este tipo en los que casos del que las recibe estén
inconscientes o en un estado en el que no pueden decidir … Era el caso de mi
hija … No estuvo consciente en la transfusión … Tampoco en el trasplante … Así
que no te preocupes … El Señor no nos castigará … Además, tú te has ganado el
cielo … ¿Cómo podría Él castigarte? Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia
ti y todo lo que me pides se te concederá … ¡¡Dalo por hecho!!” … Me quedé un largo
tiempo abrazada con él también … Pude darme cuenta de lo sensible que es y de cómo
detrás de un hombre supuestamente duro se esconde un ser humano con
sentimientos y extrema sensibilidad … Después recibí a todos los demás … No
podía creer cómo estaba y era realmente Chris … Tal vez la situación lo hizo
ser más verborrágico … Lo vi impactado … Traté de tranquilizarlo diciéndole que
la cuide, que la cuide mucho, porque por más que ella sea fuerte y decidida
siempre estará expuesta a estas cosas, y temía que todo lo que le había pasado
la hiciera sentir insegura y desconfiada … Le pedí por favor que tomara la
iniciativa y que la contuviera … Selena debía aprender de esto y que no debía
esconderse … Que debía hacerle recuperar la confianza y que tenía que hacer lo
que más quisiera … Ni yo podría saber lo que querría hacer Selena una vez que
pasara todo … Yo ya ni pensaba si querría seguir con su carrera de cantante y
con su vocación de diseñadora … Para mí era ya feliz si seguía viva … Pero más
me preocupaba si dejaba de hacer lo que más le gustaba, que era el diseño y el
manejo de “Selena Etc.” … “Chris … Yo no sé cómo reaccionará Selena … Lo único
que te pido es que la ayudes de salir de ese momento y que ella no quede
paralizada por el miedo, por la desconfianza, por el trauma de lo que ha pasado
… Esta vez te toca a ti hablar y encaminar a Selena … Es como volver a enseñarle
a caminar, a hablar, a andar por sus propios medios … Una vez que recupere la
confianza y su camino, Selena volverá a ser la misma, aunque, no nos engañemos,
tendrá que convivir con esto terrible que pasó…” … Chris lo entendió y por un
largo rato hablamos de lo que había pasado en los últimos días … Cuando me
habló de los papeles y de las convocatorias de esa pérfida, le dije: “¡¡La
próxima vez no lo dudes!!! Si pensabas que no tenía más sentido pedirle los
papeles y que era mejor que lo hiciera un abogado, debiste haber insistido en
ello y, llegado el caso, hablar con alguien para solucionar este tema … Esa
mujer los estaba manipulando con esos papeles y nunca se los daría si no estaba
segura de que seguiría al frente del club de fans y de las boutiques. ¿O por
qué crees que siempre la convocaba y nunca se los daba? Tú internamente ya
sabías el día anterior a este terrible hecho que no iba a entregarle los
documentos, y por eso ingresaste a la habitación del motel y sacaste a Selena
de allí … Imagino que ya estabas preocupado … Pero no pensaste que debías
persuadir a Selena de que no fuera más tal vez porque ella es porfiada y
querría seguir solucionándolo todo por su cuenta … Pero tú estabas inquieto …
Sé que no imaginabas esto, pero algo intuías … Sabías que algo no andaba bien …
Pues bien, ¡¡ahora llama un abogado y que se ocupe del tema!! … ¡¡Más aún ahora
que esa pérfida irá presa de por vida!! Pidan ayuda cuando sepan que no hay
salida … y sobre todo tengan cuidado con esta clase de gente … No es cuestión
de desconfiar siempre de todo a partir de ahora
… ¡¡Eso es lo que le debes pedir a Selena!! Tienen que seguir siendo
como siempre …Sólo que a partir de ahora tendrán que aprender a ver qué hay
detrás de ciertas actitudes, de ciertas conductas, de determinadas palabras …
Ya lo has visto Chris … Si alguna vez imaginaron que Selena podía ser baleada tal
vez pensaron en alguien desconocido, en algún loco, como le pasó a John Lennon
… Nunca en alguien tan cercano … De eso tienen que aprender … Y, como te dije,
no se trata de ser tan desconfiado … El padre de Selena lo es … ¿Y mira lo que
pasó igual? No se trata de vivir paranoico … Se trata de estar más atentos,
nada más, nada menos…”. En el momento en el que le decía esto a Chris, apareció
A.B. Lo vi nervioso, contrariado, aliviado, pero fuertemente impactado … “A.B.
Es hora de salir de los estudios … Ya no alcanza con hacer las canciones a tu
hermana … Llegó el momento de acompañarla a recuperar su camino … y que todos
puedan seguir el suyo como hasta ahora … ¡¡No te caigas, A.B.!! Tu hermana te
necesita. ¡¡Sólo esto te pido!!”. Chris y A.B. me lo prometieron en el medio de
abrazos y llantos … Todos estaban conmocionados … Selena parecía recuperarse,
pero aún faltaba para cerciorarse de ello … Había pasado lo peor, pero todavía
todos estaban en estado de shock … Me sentía rara tratando de contener a gente
que pasó por problemas peores que yo … Pero la vida nos pone en desafíos … Y en
ellos nos damos cuenta de que somos más fuertes o más débiles según el caso …
En estas situaciones nos damos cuenta de lo que realmente somos … y de lo que
son los demás…
Volví a ver a Selena tiernamente … Se la veía débil, pero
mantenía su sonrisa de siempre … Tomé su mano con fuerza … “Saldrás de esto,
Selena … Está en ti hacerlo … ¿Me lo prometes?”, le rogué … Ella asintió en
silencio … “¿Pero tú que harás? ¿Estás segura de no permanecer aquí? ¿No
quieres que sepan lo que has hecho por mí?”, volvió a insistir … “Yo seguiré
con mi vida y veré tu recuperación desde mi lugar … Y cuando vuelva a ver que
me necesitas, volveré … Yo sólo te pido que no me nombres … Cuando tengas que hablar
diles que saliste con tu fuerza y voluntad, y porque así lo quiso el Señor … Sé
que tú tampoco quieres que la gente te vea así … Sé que no quieres que te
tengan lástima y menos lucrar con ello … Sé que no quieres hablar de tu vida
privada más de lo necesario …Sé que esperas que te quieran por lo que haces por
ellos y por lo que les brindas … Por eso, cuando todo termine nos veremos en un
lugar en el que nadie nos vea y nos abrazaremos porque estás viva y nosotros
felices por ello…”. Selena me lo prometió, pero me pidió algo: “De todos modos,
quiero que nos saquemos una foto … Una foto así, tomadas de la mano … Pero será
una foto para nosotras … Necesito tenerla y verla todos los días cuando ya no
estés aquí al lado mío … No quiero olvidarme de lo que me pasó, de lo que estoy
viviendo y de la persona que me salvó la vida … dos veces… ¿Lo harás por mí?
Será una foto para nosotras, sólo para nosotras … Te lo prometo, Yamila … ¿Lo
harás?”, me pidió Selena … “¿Cómo negarme, amiga? ¡¡Hagámoslo!!”, le contesté
con fuerza … Selena llamó a Suzette y ella vino con una cámara de fotos … Selena
y yo nos tomamos de la mano y sonreímos … Suzette dio la orden y nosotras entre
risotadas dijimos “¡¡Cheese!!”. Al rato vimos la foto, y Selena y yo nos
abrazamos y reímos juntas … Exteriorizamos lo sufrido las últimas horas y
reímos por lo que iba a venir … Nada podía ser malo … Lo decía esa foto … Esa
foto que sólo Selena y yo tendríamos … Esa imagen que llevaríamos hasta el
final para mantenernos vivas con esperanza y con la única misión de hacer de
este un mundo mejor…
(Las buenas acciones muchas veces no se conocen … No
necesitamos mostrarle a la gente lo bueno que somos … Debemos serlo sin
necesidad de que se enteren los demás … La demanda es a la almohada a la hora
de acostarnos … Nuestra conciencia es nuestro juez, no los dichos de los demás
… En los últimos tiempos nos enseñaron la cultura de la imagen y de la
apariencia … Y la aprobación de millones de personas que no conocemos y que ni
nos conocen … Selena se hizo querer siendo como era sin mirar a quién … Selena
fue admirada por su talento y por sus actos, muchas veces no conocidos por la
gente … Sería bueno que fuéramos como Selena … Ser como somos y no aparentar …
Ser honestos y no engañar … Decir la verdad y no estafar … Ganar con dignidad y
no con apariencias…)
Por eso estoy aquí, Selena … Para recordarte siempre,
para acudir a ti cuando me necesites y para no dejarte nunca sola…
Te quiere mucho…
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario