Un minuto fatal, un instante en el que todo cambia, Selena...



Un disparo, un momento, un sueño, un psicópata, una locura ... El asesinato de una cantante joven de 22 años en Orlando, Christina Grimme, nos pone, una vez más, en el lugar de recordar lo sucedido a Selena ... Y si bien podemos debatir si este crimen es más parecido a lo que le sucedió a John Lennon que a nuestra Selena, hay algo que nos remite a ella ... El hecho del asesinato de una mujer joven, con todo un mundo y un sueño a cumplir por delante a manos de alguien que se siente el dueño de ejercer la potestad de decidir su vida y su destino ... Y tal vez esto nos lleva a otro tema ... Que estas cosas son más comunes de las que pensamos ... Que el ser humano vive rodeado de seres que esperan algo de otros o que interpretan el éxito y el accionar de otras personas como mensajes dirigidos a él ... Supongo que el asesino de Christina debe haber pensado que era su dueño, su alma gemela ... Seguramente estaba obsesionado ... y seguramente él, como fan, pensaba que tenía derecho a actuar de esa manera desencantado por algún dicho, pensamiento o accionar de su ídolo ... ¿Y cómo lo resolvió? Eliminándola ... Lo mismo debió haber pensado Mark Chapman antes de decidir matar a John Lennon, previo pedirle unas horas antes un autógrafo en el mismo lugar en el que lo iba a matar... Saldívar también se sintió con derecho a disponer de la vida de Selena porque su padre la había apartado y porque Selena ya no la consentía como antes y no la defendería más ante su familia ... Esto nos lleva a la inevitable conclusión de que muchas personas se sienten con derecho a manipular a otros, a exigirles que hagan lo que ellos quieren, a decidir con quién hablar y con quién no, a castigar si no se hace lo que ellos desean y a hacer de sus vidas un calvario si no se cumplen sus deseos, si no se decide quitarles directamente la vida ... ¿Es que a esta altura del análisis no nos resulta familiar esto? ¿Acaso no nos pasa en la vida cotidiana lo mismo aunque sea a menor escala? ¿No nos ha pasado al menos una vez en la vida que una persona, una vez que se nos convierte en amiga, novia o confidente, nos hostigue, nos obligue a hacer lo que no queremos, a seguir su ritmo de vida, a hablar cuando ellos quieren, a callar cuando lo desean, a sugerirnos los amigos, los enemigos, lo que debemos hacer, cómo debemos hacerlo, cómo debemos pensar, cómo debemos encarar la vida? Alguna vez escuché en la radio a una psicóloga que decía, luego de escribir dos libros acerca de psicópatas y manipuladores, que notaba con el tiempo que cada vez había más personas de estas características y que cada vez más la gente veía como algo normal el trato con esas personas ... ¿Es que no hemos notado que es así? ¿Acaso nos sorprende esta clase de actitudes?  ¿No vemos como algo normal que suceda que cualquiera se sienta con derecho a disponer de la vida de las personas para llevarlas a un lado o a otro y eliminarlas, defenestrarlas, humillarlas y calumniarlas si no se hace lo que ellos quieren? Hace más de 20 años Saldívar decidió eliminar a Selena cuando vio que no seguiría su voluntad y que estaba dispuesta a dejarla para seguir su camino sin ella ... La asesina podría haber matado a su padre, pues fue él quien decidió apartarla en primera instancia, pero como buena psicópata ella pensó que el mejor castigo que podía propinarle a él era matar a su hija y ¿qué mejor que castigar la “deslealtad” de Selena asesinándola? Esta gente se siente dueña de las personas, pero no hay que olvidar que estos son casos extremos, muestrarios duros de algo que está enquistado en la sociedad y que tiene una base muy profunda que deberíamos ahondar para no cometer los mismos errores en los que han incurrido otros...

Hay más personas de las que uno cree que no viven sus vidas sino a través de otros ... Son muchas las personas que prefieren ver casi obsesivamente lo que hacen, dicen y piensan los demás que ver lo que ellos mismos hacen en su lugar ... Muchas gente no trata de ser feliz con sus cosas, sino con lo que hace su entorno ... Y esas personas depositan su felicidad en una persona o en un grupo de personas y seguramente se aferrará a ellas, pues saben que sin aquéllas no podrían ni vivir ni ser felices ... Pero claro, para ello deberán asegurarse de que harán lo que ellos quieren y utilizarán todos los mecanismos para lograrlo ... Seducirán, se asegurarán de hablar de las cosas que les interesan, serán agradables, simpáticas, cordiales ... Y cuando logran esa confianza vendrán las exigencias, las manipulaciones, las amenazas, la violencia ... Los asesinatos de Christina Grimme y de John Lennon son casos extremos en los que los asesinos imaginaron que tenían una ligazón natural con sus ídolos y seguramente pensaron que lo que cantaban, lo que decían o lo que hacían era un mensaje subliminal o directo hacia ellos, y mientras pensaban que hacían las cosas correctamente, “a su modo”, mantendrían su felicidad y su dicha, pero cuando sintieron que “sus ídolos” les habían fallado, habrán pensado que tenían que castigarlos, regañarlos, “liberarlos” ... Pero justamente el caso de Selena nos pone en evidencia que estos no son casos aislados y extremistas, sino que son más comunes de los que uno cree ... Selena no sólo conocía a su asesina ... Tenía una relación de extrema confianza de hacía 4 años, se convirtió en una miembro más de la Familia Quintanilla, fue Dama de Honor en el casamiento de su hermana Suzette, fue presidenta de su club de fans y fue gerenta de la cadena de boutiques “Selena Etc.” fundada por la mismísima Selena ... Todo eso en tan sólo 4 años ... ¿Y cómo comenzó todo? Cuando Saldívar fue a ver al padre de Selena y lo convenció de hacer un club de fans que Selena no tenía ... Creo que aún hoy cuesta entender que alguien no conocido logre la confianza en forma tan rápida como lo hizo esa mujer con una persona con tanta desconfianza como el padre de Selena ... Pero lo logró ... Y cuando vio que aquello que había obtenido lo perdería no dudó en adelantarse y dar el golpe primero para acabar con todo ... Y no sólo eso ... Con el tiempo lo único que hizo hasta el día de hoy fue hablar mal de Selena, dudar de su honorabilidad, calumniarla, ensuciarla, poner en su duda las buenas intenciones, y la fidelidad de ella y de su familia ... Es que Saldívar nunca vivió en paz ni pudo superar el hecho de no haber podido lograr su máximo objetivo ... Aunque se contentó con el tiempo de haberse sentido tan omnipotente como para disponer de la vida de Selena ... Aún hoy ... No nos debe sorprender estas actitudes ... Los que se sienten dueños de las personas razonan así ... a todo o nada ... Y si es nada, todos caerán en desgracia, aunque deban pagar un alto precio ... Porque se sienten dioses ... Y los dioses castigan a los “infieles”...

¿Qué lleva a una persona a matar a otra? ... Hay muchas razones ... Pero esas razones están más presentes en nuestras vidas de las que uno cree o quiere creer ... Envidia, celos, odio, rencor, despecho, traición, dominio, manipulación, codicia ... ¿No son sentimientos que los vemos presentes en nuestra vida cotidiana? ¿No vemos todos los días gente que vive pendiente del otro, que interpreta las acciones de los otros con su realidad y no con lo que es, no viven muchos pendientes de los demás, no viven hablando mal o bien de acuerdo a sus intereses, no arman grupos de poder para dominar a otros, no forman amistades de acuerdo a sus intereses y luego las traicionan para armar otras? ¿No vemos gente que desperdician sus buenos potenciales sólo para vivir en función de los demás? Son personas que no pueden verse, que sólo viven a través de otros, y cuando esos otros se convierten en importantes pasan a depender de ellos y nunca permitirán que esas personas hagan otras cosas distintas de las que desean, jamás les permitirán que sean libres, y si eso osan hacerlo ... ya sabemos qué pasará...

Me pregunto qué se debe hacer para evitar eso ... Me pregunto en ese instante en el que Christina Grimme vio lo que iba a hacer su asesino mientras ella sólo estaba firmando autógrafos a sus fans al término de su concierto y que lo recibía con la misma sonrisa como a los otros, en agradecimiento por tanta demostración de afecto, de admiración, de Amor ... Tenía sólo 22 años ... Selena 23 ... Chicas que sentían que tocaban el cielo con las manos ... Mujeres que después de un tiempo de mucho soñar y trabajar comenzaban a ver el fruto de su esfuerzo ... Jóvenes que se mostraban tal cual eran, que decían lo que pensaban, que les gustaba que fueran admiradas por lo que querían ser, hacer y mostrar ... ¿Qué deberían haber hecho para que esto no les sucediera? ¿Acaso blindarse? ¿Acaso vivir aisladas del mundo sin hacer una vida normal para que no les pase nada? ¿Christina no debió aceptar recibir a sus fans ni firmarles autógrafos? ¿Acaso uno podría imaginarse a Selena negándole un abrazo a un admirador, rechazar una entrevista, no cantar por miedo a que en el medio de una multitud hubiera una persona que quisiera matarla? En todo caso, si lo hubiera pensado, se hubiera equivocado, porque en su caso la asesina no estaba entre el público ... estaba en el seno de su círculo más íntimo, aunque, nobleza obliga, Saldívar fue antes una admiradora más para convertirse en la presidenta de su club de fans ... Toda una alegoría de lo que son y pueden convertirse estas personas que sólo pueden vivir a través de la energía de los demás ... y que terminan succionándola y reduciendo a sus víctimas a su mínima expresión o a la nada si no llegan a cumplir con sus expectativas, con su mandato, con su misión...

Muchas veces dicen que los buenos mueren ... y mueren jóvenes ... Me sigo preguntando qué pensó Christina Grimme en ese instante en el que se dio cuenta de lo que iba a pasar ... o si llegó a darse cuenta de algo ... Sigo pensando qué pensó Selena en ese trayecto de muerte desde esa fatídica habitación del Days Inn hasta el lobby del motel ... ¿Se habrá arrepentido? ¿Se habrá lamentado de su decisión? ¿Se habrá sentido traicionada? ¿Estaría tan enfurecida como dolida? ¿Habrá pasado por su mente en un instante toda su vida y se habrá preguntado por qué? ¿Habrá podido concluir que a pesar de todo valió la pena? No lo sé ... Creo que la solución no es encerrarse para no ser lastimado, pero tampoco hay que caer en la trampa cuando uno se expone ... Vivimos en un mundo de locos que cada vez se vive más en función del otro, de gente que no tolera a ver a otro feliz, libre y satisfecho con su vida sin meterse ni perjudicar a los demás ... Vivimos cada más conectados, pendientes y paranoicos ... A veces me da temor que cualquiera interprete mis humildes escritos sobre Selena como mensajes a otros, y si bien creo que dejo muy en claro cuál es el fin, que es sólo recordar a Selena con Amor, como ella lo hubiese querido, sé que hay gente que puede y quiere pensar que no es así ... Podría no hacerlo más para evitar que pasen estas cosas ... ¿Y qué lograría con ello? No hacer lo que yo quiero ... Selena hizo lo que quería y debía hacer ... Siempre dijo e hizo lo que sentía ... Fue trabajadora, auténtica, luchadora  y sincera ... No era ingenua ...Siempre supo sus objetivos y cómo lograrlos ... De nada hubiera servido que no lo hiciera por miedo al fracaso, al rechazo o a lo malo por venir ante la exposición ... Porque buscaba lo mejor y lo hizo con nobles armas ... Sólo le falto saber que siempre hay gente con problemas o mal intencionada que buscaría vivir de ella, y que no le permitiría ser libre y feliz sin depender de sus intenciones ... Y que se debía convivir con ello sin perder la esencia ... Si lo hubiese sabido, estoy seguro de que ese nefasto 31 de marzo no hubiese ido al Days Inn ... Hubiese estado muy lejos de allí...

Tal vez eso es lo que debamos aprender de todo esto ... Nunca hay que dejar de actuar como uno es, nunca hay que dejarse influir por otros ni dejarse manipular y someterse a otros designios, pero no hay que olvidarse que hay mucha gente así y que cuando se los detecta sólo habrá que estar fuera de su alcance ... No es una tarea fácil, pero al final del camino nos sentiremos felices por la tarea cumplida y orgullosos de no habernos traicionado por nuestro accionar, ni dejarnos vencer por aquellos que sólo quieren vivir a través de nosotros, ser felices con nuestra desgracia y disponer de nuestras vidas hasta el último instante de nuestra existencia...

Tenemos que hacerlo por el bien de todos y, sobre todo, para que estos tristes acontecimientos no sucedan nunca más...

Siempre estaré aquí para recordarte a ti, Selena, sólo a ti, con Amor, con el Amor que sólo tú podías dar...

Te quiere mucho...

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)


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