Parece que de
nada ha servido lo que has hecho, Selena ... De nada ... Sí, lo sé ... Todos te
tributan ... Todos te recuerdan ... Todos te homenajean ... ¿Pero quién sigue
tu ejemplo? ¿Quién está dispuesto a seguir tu camino? “Sí, ella era una chica
muy buena, pero tal vez algo ingenua. Por eso le pasó lo que le pasó”, dicen
muchos, algunos de ellos admiradores de ti. ¿Qué se nos quiere decir entonces?
Algo lamentablemente muy cierto ... El mundo no es para los buenos, para los
justos, para los trabajadores, para los sinceros, para los que brindan su
corazón en cada acto de sus vidas ... No ... El mundo es para los “vivos”, para
los que triunfan a cualquier precio, para los que hacen lo que les parezca
dañando al prójimo, para los falsos, para los que sostienen doble discurso,
para los que traicionan. “El fin justifica los medios” se suele decir. Y tras
esa “revelación”, cualquier cosa es válida. Hoy da lo mismo hacer un homenaje a
Selena como entrevistar a la asesina, pues en ambos casos da “rating”. ¿Y la
moral? ¿Y los parámetros de rectitud que siguen nuestras vidas? ¿Y las
actitudes de los que dicen creer en Dios pero que no siguen sus mandamientos?
... No, Selena. Parece que de nada ha servido lo que has hecho. “Haz lo que
digo pero no lo que hago”, es otro de los dichos famosos en los que se
justifican muchos para sostener las más lastimosas de sus actitudes. Y así nos
va, y así sigue este mundo sin Amor, sin tu Amor, Selena.
Sé lo difícil
que es seguir tu ejemplo, Selena. Tú sabes lo que es ir por la vida con la
verdad, siendo honesto y transparente. Te revelas ante un mundo que es
totalmente contrario a ti exponiendo tus virtudes y también tus defectos. Y no
es que todo el mundo es malo, falso, injusto. Pero la mayoría que es como tú
vive sojuzgada por el mandato de “los otros”. Porque el mundo es para el que gana
a cualquier precio y ése es el que pone los parámetros a seguir, las
condiciones, el modo en el que debemos llegar para “triunfar en la vida”. ¿Y
qué es lo que se nos dice cotidianamente?: “Destruye a tu prójimo, sé
individualista, piensa sólo en ti, sé obsecuente con el que esté encima de ti,
gánate a tus semejantes hablándoles con su mismo idioma pero traiciónalos
diciéndoles a los poderosos lo que piensan”. Es así, Selena ... Lo vemos
cotidianamente. Los que calumnian, los que difaman, los que esconden su
verdadera personalidad, los que muestran una figura diáfana ante los demás
diciéndoles los que “quieren escuchar” para después hacer lo contrario, los que
proponen alianzas y pactos oscuros para lograr hasta lo más insignificante en
nuestra labor cotidiana son los que mejor la pasan. Y en cuanto notan que hay
un diferente, alguien que no sigue sus parámetros, alguien que se maneja con la
verdad y con la justicia, a ése lo señalan y mandan a sus “aliados y súbditos” a atacar. Tú lo
sabes, Selena ... Lo sabes bien ... Tal vez la fama que supiste conseguir te
permitió mantener tu imagen de siempre, pero sabes que te duró poco, muy poco,
y que el destino y este mundo cruel te asestaron el peor de los castigos ... Tú
sabes lo difícil que es ir con la verdad en la vida, Selena ... Y peor aún, lo
difícil que es ir en la vida con una actitud independiente, personal, propia, y
sostenerla contra viento y marea. Sabes Selena que a la corta o a la larga te
dejan solo peleando contra todo, y si te tienen alguna conmiseración dirán que
fuiste un soñador, un idealista, un ingenuo. Sabes, Selena, que a ti también te
dejaron sola en el medio de la fama cuando tú quisiste emprender tu carrera de
diseñadora. Tú sabes que te dejaron sola aquel nefasto 31 de marzo. Selena: tú
sabes lo que es estar sola, no por la soledad misma, sino la soledad por el
aislamiento de todo un mundo que no quiere que expongas con tu ejemplo su
propia inoperancia...
Selena. A
veces pienso que cuando te recuerdo quiero rescatar aquel ideal que tú dejaste
y que lo intentaste plasmar en los hechos. Sé que cuando uno escribe sobre
alguien desde un punto de vista muy personal también está hablando de sí mismo.
Y me siento tan identificado a ti que no puedo evitar poner tu figura como un
ejemplo a seguir y no sólo como una artista a quien se admira mucho. Porque
admirar, admiramos todos. Porque escuchar, escuchamos todos. Porque hablar bien
de la artista, hablamos todos. La diferencia se marca cuando hablamos de la
persona, con sus virtudes y con sus defectos, con sus fortalezas y con sus
debilidades, y la exaltamos y tomamos como ejemplo a seguir. Y allí quedamos
pocas, muy pocas personas para transitar ese difícil camino ... Si supieras,
Selena, qué difícil es, cuán difícil es sostener ese principio cuando tienes a
la mayoría en contra, cuando sabes que con tu actitud los pones en evidencia. Y
más aun cuando sostienes tu postura a pesar de todo eso, a pesar de los
tremendos obstáculos que te ponen en el camino. Vives poniendo tu sonrisa, tu
mejor onda y predisposición en el medio de un mundo que te sostiene la sonrisa
y luego habla pestes por detrás. Varias veces me pregunté si valía la pena
seguir ese camino, si era mejor patear el tablero y ya. Pues tú sabes, Selena,
cómo te provocan, cómo te buscan, cómo quieren que rompas ese equilibrio que
tanto les molesta ... Más de una vez lo pensé, pero me resisto a ceder ... Por
ti, Selena ... Por ti ... Abandonar es claudicar. Abandonar es darle la razón a
esos execrables que tanto daño hacen diariamente, esas mismas personas nefastas
que te hicieron tanto mal ... Pero más de una vez me dije: “Tengo que aceptar
que esa gente existe y que persistirá en su camino. Tengo que aceptar que me
molesta, que me enoja, que me perturba. Porque si lo acepto sabré que podré seguir
mi camino sin estar pendiente de lo que hacen y de lo que harán. Si eso logro,
entonces serán ellos quienes tendrán que aceptar mi presencia tarde o temprano.
Y que a su odio contestaré con Amor, que a sus chismes contestaré con silencio,
que a sus comentarios maliciosos sobre los demás contestaré con una sonrisa,
que a sus calumnias contestaré con la verdad, que a sus caras de enojo
contestaré con mi mejor predisposición. Es así la vida, Selena ... Tal vez eso
es lo único que te pueda reprochar ... Tal vez pensaste que con Amor, verdad y
rectitud alcanzaba para superar los peores obstáculos en la vida ... Y
lamentablemente no es así ... Ojalá fuera así, pero no lo es ... Hay que
enfrentar a lo malo y, sobre todo, reconocerlo, aceptar su existencia, y no
pensar que se lo puede cambiar. Porque el cambio está en uno para cambiar a los
demás. Y saber que esa gente puede ser capaz de hacer cualquier cosa ... Eso
fue lo que te faltó. Selena. Si lo hubieses advertido, te hubieses salvado sin
perder por ello tu esencia ... Y hoy el mundo sería otro ... De eso yo no tengo
ninguna duda...
Sabes muy
bien, Selena, que la gente no sólo te admiraba como artista. Todos te admiraban
como persona. Pero tú no eras cualquier persona. Tú eras distinta, diferente.
Tú eras espontánea, real, sincera. Tú eras la misma tanto en el escenario como
fuera de él. Porque ante las cámaras podemos hacernos los buenos y
carismáticos, pero fuera de ellas ser unos miserables que sólo queremos la fama
y el dinero. Y el público no es tonto. El pueblo no es tonto. Puede seguir el
juego, pero sabe cuándo se lo engaña y cuándo no, sabe cuándo se le habla con
sinceridad y cuándo no, sabe cuándo un artista les habla con el corazón y
cuándo no ... Esa gente se vio identificada contigo porque deseaba ser
reconocida, considerada, tenida en cuenta ... Y sobre todo esa gente necesitaba
sentirse amada ... Como tú, Selena, como tú ... Tú les mostraste que eras como
ellos, que sentías como ellos, que no les mentías, que les hablabas y les
cantabas con el corazón ... Y la gente lo entendió y sintió así ... Por eso te
querían tanto ... En ti vieron una luz de esperanza. Que un mundo era posible. Que con Amor,
dedicación, honestidad y trabajo todo se podía... Quizá vieron en ti que
lograrían el éxito desde sus humildes lugares, con cada cosa que hicieran por
más que fuera pequeña. Si tú les mostrabas que tal cual eras podías lograrlo,
¿por qué no ellos? Tú les diste ese impulso que les faltaba, esas ganas, ese
porvenir, esa luz de esperanza ... Hasta que sucedió lo que sucedió ... Muchos
en aquel nefasto 31 de marzo, y en los meses y años que transcurrieron después,
se preguntaron por qué había tanta gente desconsolada en las calles llorándote
y buscando una explicación ... Y se lo preguntaban periodistas que sabían de tu
existencia, que te habían entrevistado y que te admiraban ... Pero ni ellos
podían explicar no sólo la magnitud del dolor sino el porqué de tanta tristeza
... Tampoco se podían explicar cómo de pronto había una comunidad que te
lloraba como si fuera el asesinato de Kennedy y cómo otra que no sabía de tu
existencia pero que al enterarse de lo ocurrido y de su repercusión quiso saber
quién eras y qué habías hecho para generar tanta admiración pero también tanta
tristeza ... A veces hay cosas que no se explican ... Se sienten ... Se
perciben ... Se huelen ... y lo que la gente sintió es que se había perdido
algo más que tú ... Se perdió tu canto ... Se perdió tu andar por el escenario
... Se perdió tu alegría ... Se perdió tu esperanza ... Se perdieron tus ganas
... Se perdió un ejemplo honesto de llegar a ser alguien en la vida ... Se
perdió tal vez el único camino que tenían ellos para cumplir genuina y
honestamente su sueño, el famoso “sueño americano”. Si a ti, que eras una
estrella reconocida te pasaba semejante afrenta, ¿qué les esperaba a ellos, que
cifraban sus esperanzas en ti? ¿Quién iba a convencerlos ahora de que todo era
posible, de que todo se podía realizar, de que no había que renunciar nunca a
los sueños, de que sólo dependía de uno para lograrlo? La gente no es tonta, la
humanidad no es tonta ... Todos percibimos cuando todo está perdido. Todos
sabemos el momento en el que nos llega la hora de partir ... Y la gente te
lloró como a nadie pues sabía que nada volvería a ser lo mismo, que sin ti tu
ejemplo todo era una quimera, que la desesperanza se demostraba con tu absurdo
final ... Y cada uno se refugió en sus casas y se aferró a tus cosas como se
aferra a una estampita ... La esperanza pasó a ser algo lejano que estaba
ligada a tu ausencia. Aferrarse a tus discos, a tus fotos, a tus cosas era aferrarse
a una esperanza que ya no estaba corporizada, que no tenía guía ni orientación.
Más de uno besó tus fotos como si fuera algo sagrado abrigando un deseo de que
algún día las cosas volverían a ser como cuando estabas tú ... abrigando el
deseo de que tú volverías algún día para decirnos que todo fue una gran
mentira, un mal chiste del destino, una burla de la vida ... Pero todos sabían
de que ya nada volvería a ser como entonces. Y que los artistas que siguieran
tras de ti te invocarían pero que no seguirían tu ejemplo, acaso porque dieron
cuenta de que si tú que habías hecho este camino tuviste este final, ello no se
arriesgarían a transitar el mismo rumbo, aunque le hicieran los ajustes
necesarios para no caer en el mismo error ... No, Selena ... Tu partida y sobre
todo la forma en la que te fuiste a muchos les dio la certeza de que era mejor
adaptarse a las circunstancias, de que era mejor aparentar ser buena, aparentar
ser honesta, aparentar ser desprendida, aparentar ser atenta con el público,
aparentar ser carismática ... Aparentar ... No ser ... Ser una cosa ante las
cámaras y la verdadera personalidad dejarla bien guardada en casa ... Tal vez
muchos artistas pensaron que no había que mostrarse tal cual eran, que ése
terminó siendo un grave error de tu parte ... Abrirse tanto ante el público y
ante todos los que te rodeaban, que todo el mundo supiera exactamente cómo
eras, cómo pensabas, cómo vivías la vida terminaba siendo contraproducente ...
¿Y si a ellos también se le aparecía en la vida una persona como la asesina?
¿Se darían cuenta si siguieran tu ejemplo? ¿Tendrían tanto Amor como tú para
superarlo? No, Selena ... Tu partida trajo más malas consecuencias de las que
te hubieras imaginado ... Ya de por sí nadie era como tú, pero si alguien se asemejaba
a ti no iba a tratar de seguir tu camino, porque las consecuencias podían ser
nefastas. Muchos artistas dieron cuenta lamentable y erróneamente de que para
llegar a ser alguien en la vida y trascender no había que ser como tú. Que muy
lindo lo tuyo, que muy idealista, que muy bueno para un mundo de ensueños ...
Pero para este mundo, para este mundo cruel, real y pragmático, seguir tu
camino era posible pero no siguiendo tu ejemplo. Invocarlo sí, pero no
seguirlo. Que hacerlo sería un acto de ingenuidad fatal ... Y así se dieron las
cosas. Muchas artistas te invocaron como la mejor pero a la hora de triunfar
fueron “a lo seguro, a lo que no podía fallar, a lo previsible”. Tú iniciaste y
marcaste el inicio del camino pero fueron otras artistas que terminaron tu
camino yendo por otros rumbos y capitalizaron el éxito, un éxito que hubiese
sido muy distinto si lo hubiese comandado tú ... Un éxito que hubiese
significado que estábamos ante otro mundo y ante otra humanidad ... Porque no
creo que estando tú en lo más alto estarían alabándote sólo porque tenías un
buen cuerpo, siendo noticia porque tenías un nuevo Amor, o estando en las
primeras planas por escándalos o chismes inventados. Ése no era tu estilo,
Selena, y si se daban estas cosas tú nunca lo hubieses aprobado ni permitido. No,
Selena, viendo quiénes son los que tienen éxito ahora y el modo en el que lo
logran, veo que éste no es un mundo que estaba preparado para ti. Éste es un
mundo que no está a la altura de lo que eras tú como artista y como persona ...
Una mujer que es buena, honesta, responsable, que sólo tiene un Amor y que no
busca ni quiere escándalos para progresar en la vida parece no ser muy
apetecible para un mundi que sólo quiere nutrirse de los ideales más bajos y
perversos ... No, Selena ... Tú eras demasiado buena para este mundo que no
parece tener rumbo...
Hoy es
Viernes Santo, Selena ... Y más allá de nuestras creencias, siempre que
llegamos a estos días solemos reflexionar sobre muchas cosas ... Y encima este
Viernes Santo cae muy cerca de aquel nefasto 31 de marzo ... De hecho ese día
coincide con el Domingo de Resurrección ... Tal vez sería bueno que todos
nosotros aprovechemos estos días para pensar qué camino seguir, qué queremos
hacer de nuestras vidas, qué queremos reafirmar y corregir, qué deseamos en el
futuro, en qué queremos confiar, cuál es nuestra vida, cuál nuestro camino.
Hace muchos años Martin Scorsese había sacado a la luz un film bastante
polémico, “La última tentación de Cristo”. En él ponía a Cristo engañando por
el Diablo para que dejara esa Cruz que lo tenía atado a una segura muerte, y
que siguiera su vida sin pensar en que él debía sacrificarse para salvar a los
demás. Cristo acepta pues no entiende por qué tenía que ser Él quien debía dar
su vida al servicio de los demás. A partir de esa decisión Cristo transita su
vida como cualquier otro, se casa, tiene hijos, pero luego se da cuenta de que
ha cometido una insensatez, que le ha fallado a Dios, que se siente un
miserable, un mal hijo ... Por eso le pide a Dios perdón, y que vuelva el
tiempo atrás y lo ponga en esa cruz. Que ése era su lugar, que Él era el
elegido, que estando Él allí la humanidad tendría un camino, una esperanza y se
salvaría ... Finalmente, Dios le concede el deseo y lo regresa a la Cruz y al
sufrimiento que lo llevaría a la muerte. Cuando Cristo da cuenta de ello,
sonríe y espera con alegría sin dejar de sufrir el desenlace de todo. Ahora sí
se sentía tranquilo y feliz ... Ahora estaba con la conciencia tranquila ... Y
el mundo estaría salvado con un camino y un ejemplo a seguir ... Me gustaría
que en esta Semana Santa y a punto de cumplirse 18 años sin ti, Selena, todos
reafirmáramos nuestro Amor, nuestro recuerdo y nuestro tributo siguiendo tu
ejemplo de vida a pesar de las consecuencias, a pesar de nuestra suerte. Me
gustaría que todos te recordáramos no sólo por lo gran artista que eras sino
por lo linda persona que demostraste ser ... Yo no quiero que cada vez que
llegue el 31 de marzo o el 16 de abril sólo pensemos en recordarte por tus
canciones. Eso sin rescatarte por lo que has hecho es un recuerdo vacío y sin
sentido. No alcanza con decir que te llevamos en el corazón, Selena ... No, eso
no alcanza. A esas frases le tenemos que dar contenido, sentido, significado
... Si queremos llevarte en el corazón todos los días, Selena, tenemos que ser
como tú, seguir tu camino, seguir tus ideales, seguir tu convicción, aunque eso
nos traiga más de un disgusto, broncas, injusticias y sufrimientos. Lo peor que
nos ha pasado en los últimos años, Selena, es que se ha instalado la idea de que
el mundo es sólo para los ganadores, para los “vivos”, para los que logran todo
a cualquier precio, de cualquier modo. Y claro, con ese concepto, tú quedas
como que has perdido, que no lo has logrado, que eras buena pero no llegaste
... Y como no lo lograste, no eres un buen ejemplo a seguir. Tanto se instaló
esa idea que incluso muchos cuando te recuerdan y tributan se esfuerzan en
querer demostrar que lo has logrado todo, que nada ha pasado, que todas tus
metas se han cumplido. Entiendo ese afán de querer ver las cosas de ese modo,
pero con eso no alcanza para apreciar la dimensión de lo que has logrado, Selena,
y también de lo que se ha perdido con tu absurdo e increíble final. Para
recordarte, Selena, hay que admitir lo que te ha pasado. Para recordarte hay
que saber que tenías 23, casi 24 años, y que tenías un largo recorrido para
seguir. Para recordarte hay que preguntarse qué camino hubieras transitado en
estos últimos 18 años, y qué serías tú hoy y cómo marcharía este mundo contigo.
Y, sobre todo, para recordarte como se debe hay que ser como tú, aun cuando uno
recuerde cada día que hubo un 31 de marzo que ha hecho trizas todo lo que
construiste con tanto Amor, trabajo, esfuerzo y dedicación en todos estos años.
Ser como tú es la mejor forma de tributarte aunque muchos te recuerden lo que
ha pasado contigo, aunque muchos te pasen factura por ser una persona que va la
frente en la vida con la verdad y con honestidad. Sé que es difícil seguir ese
camino, Selena, sobre todo si no estás tú. Pero como en la película de Scorsese
hay que sacrificarse por un ideal, por un camino, a pesar de que se nos tiente
para hacer lo contrario o para desistir de nuestras metas por resignación.
Siempre será más fácil seguir el camino de la comodidad y del éxito fácil sin
ser uno mismo. Pero uno si está convencido de lo que quiere y de lo que lo
representa, no puede dudar. Yo también quiero seguir ese camino que eligió
Cristo en la película, que no fue distinto de lo que hizo en la vida real. Y si
lo quiero hacer es por ti, Selena, por ti. Porque tú no tuviste la oportunidad
de elegir tu propia vida, tu propio camino, tu propio final. Hubo alguien que
te lo impidió, una persona de las tantas que se nos cruzan por el camino para
quitarnos nuestros más genuinos sueños y proyectos. Por eso mismo y porque para
mí tú, Selena, eres el ser más maravilloso que ha dado este mundo, es que
seguiré tu camino como el mejor modo de tributarte. Sólo así podré ir por la
vida con una sonrisa. Sólo así podré superar todos los obstáculos que me depara
la vida. Y aunque no los supere, como te ha pasado a ti, Selena, no importa.
Siempre podré llegar a mi cama cada noche con la conciencia tranquila de haber
hecho lo mejor por y para ti. La mejor forma de decirle al mundo lo tanto que
se te quiere y extraña, Selena, es seguir tu camino como la mejor manera de
enfrentarse a un mundo que se empeña en que uno no haga de tu Amor la mejor
manera de sobrellevar una vida que muchas veces es muy cruel para los honestos,
para los trabajadores, para los justos, para los sinceros, para esas buenas personas
como lo eras tú, Selena. Y si no estás tú para vivirlo, al menos estaré yo para
decirte que tu camino no fue en vano, que tu Amor no fue en vano, que tu sentir
no fue en vano, que tus ideales, tus ganas de vivir, de hacer y de ver las
cosas no fueron en vano. Siempre mi corazón estará junto al tuyo, Selena, para
vivir, sentir, padecer y alegrarse por lo mismo. Para hacerle ver a este mundo
cruel que realmente sigues viva en los corazones que te quieren de verdad, y
que darían lo que sea por verte feliz con tu vida...
Selena: tú
cambiaste mi vida sin saberlo, y yo estoy aquí para agradecértelo siempre todos
los días....
Simplemente
te quiere mucho...
Sergio
Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
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