No sé si tengo mucho para decir, Selena ... Es que creo
que ya no tengo más palabras. No es fácil explicar tu ausencia. Menos el
nefasto 31 de marzo de 1995 ... No es fácil entender qué malo puede ser este
mundo para dejarnos sin ti, sin alegría, sin esperanza, sin porvenir. Este
mundo necesitaba de ti, Selena ... Otro sería el mundo con tu presencia. Yo aún
no puedo entender lo que ha pasado ... Creo que nadie lo podrá entender jamás
... No es que sólo te has ido tú ... Se han ido tu Amor, tu ejemplo, tus ganas
de vivir, tus ganas de hacer, tus ganas de dar, tus deseos de Amar y de ser
amada ... No es fácil explicar tu ausencia ... Menos el modo ... Me gustaría preguntarle
a Dios si tú te merecías esto, si tú tenías que recibir tanto dolor en un
segundo luego de años y años de trabajo, de dedicación y de esfuerzo ... Creo
que la gente debe haber entendido lo mismo y por ello se refugió en un dolor
que aún perdura ... No es fácil explicar tu ausencia, Selena ... No es fácil
aceptarlo ... Me gustaría que hoy estuvieras aquí no sólo como la mejor
cantante y artista de la historia sino como una mujer feliz con su casa, con su
esposo, con sus hijos ... Me gustaría verte gozar del fruto de todo el Amor que
supiste dar ... Pero el destino te puso una trampa que jamás pensaste que podía
suceder ... Ni nadie lo sospechó ... Y cuando supimos lo que había pasado,
comenzamos a dar cuenta de que desde allí en más debíamos ser lo contrario de
lo que nos dejaste como Legado ... Debíamos ser cautelosos, menos francos,
menos sinceros, más cerrados, más falsos, mirar bien antes de brindarnos, ser
menos amorosos y más especulativos ... Eso nos dejó el destino ... Tu ausencia
y la presencia de esa psicópata que te sigue disparando con cada declaración
... Es como si alguna mano perversa nos quitara el juguete más preciado de
niños y encima nos castigara mandándonos a la cama sin cenar ... El mundo nos
quitó a ti, Selena, y dejó a la asesina con nosotros ... Nos quitó tu Amor y
nos dejó el odio, el rencor, la posesividad, la intolerancia ... El mundo nos
quitó la alegría y el valor del trabajo, de la perseverancia, de la honestidad,
de la justicia y de la verdad. Y nos dejó como ejemplo la cursilería, la
falsedad, la maldad, el egoísmo, el chusmerío, las acusaciones vulgares como
sus más grandes legados ... ¿Te das cuenta ahora Selena por qué no entendemos
tu partida? ¿Te das cuenta por qué la gente aún te llora, aún te extraña, aún
te espera? Contigo se fue una esperanza, un modo de llegar a triunfar en la
vida con los valores más nobles. Esa gente nunca se recuperará de tu ausencia.
Ellos también recibieron el disparo traicionero por la espalda. Ellos también
murieron un poco ... Contigo perdimos toda posibilidad de ser felices en
plenitud. Sólo podríamos ser enteramente felices si tú estuvieras entre
nosotros. El que ha sabido conocerte y apreciarte no puede dejar pasar un día
sin pensar en ti, en soñar con que algún día volverás o que alguien le
concederá ese preciado premio de volver el tiempo atrás para salvarte de tu
cruel destino ... El que te quiere, el que te aprecia, el que te ama de verdad
no dudaría en cambiar su vida para que vivas la tuya. Tú, Selena, eras la que
más se merecía vivir. Tú te habías ganado la felicidad por derecho propio.
Tuviste que sacrificar muchas cosas, tuviste que renunciar a una infancia, a
una adolescencia, a una juventud “normal”. Tú no habías soñado con ser una
cantante, pero jamás renunciaste al desafío de tener que hacerlo, máxime si con
ello hacías feliz a tu padre. Para ti no había desafío al que no pudieras
enfrentar. Tampoco te negarías a hacer algo si con ello hacías feliz a tus
semejantes. Tuviste un espíritu altruista que casi nadie tiene. Siempre soñaste
con ser diseñadora, pero aprendiste a ser paciente. Sabías que si lograbas
triunfar con el sueño de tu padre alcanzarías a lograr el tuyo. Sabías que si
conquistabas el corazón de cada uno de los que te iban a ver, serías amada y
considerada. Diste sin esperar, te brindaste para que los demás fueran felices.
Y en el interior de tu más profundo ser sabías que cosecharías todo lo que
habías sembrado con el tiempo y luego de tantos sacrificios. Era cuestión de
esperar. Tarde o temprano la vida te sonreiría y el mundo se arrodillaría a tus
pies...
Pero ya sabes, Selena. La vida es cruel y absurda. La
vida puede darnos signos y muecas de las más absurdas ironías. La vida puede
sernos muy despiadada. Puede darnos el peor de los castigos aunque nosotros nos
merezcamos lo contrario. Y el mundo que estaba poniéndose a los pies de ti chocó
contra un destino que fue muy duro contigo, Selena. Aunque igualmente doloroso,
las cosas hubiesen sido bien distintas si aún estabas lejos de avizorar un
triunfo ... También si hubieses logrado todo y tenido tiempo de disfrutarlo ...
Pero el destino fue más lejos contigo, Selena. Como si éste fuera tan psicópata
como la asesina, te hizo espiar el éxito, ver no sólo en lo que te estabas
convirtiendo sino en todo lo que te estaba por suceder. El destino te hizo ver
que aquello que parecía tan lejano estaba más cerca que nunca. El destino te
dio la oportunidad de que comenzaras a forjar tu pasión por el diseño y
abrieras tus primeras sucursales de “Selena Etc.”. El destino te dio la
oportunidad de soñar con el disco en inglés y con triunfar mundialmente, y para
eso te dio tiempo para que grabaras tus primeras canciones. El destino te hizo
pensar en que era tiempo de comprar una gran casa para ir pensando en agrandar
la familia. El destino te permitió espiar como lo hace un niño cuando se alza
puntas de pie para mirar por la ventana y ver lo hermoso que hay del otro lado
... Eso te dejó hacer el destino ... Luego que te permitió gozar de tus
primeros éxitos, de tus primeros frutos de tanto talento, tanto trabajo y tanto
esfuerzo, y de soñar y planificar tu porvenir, te quitó todo sin explicación,
te traicionó como la asesina, te dio un final tan impropio de tu Amor, de tu
ternura, de tu bondad, de tu dedicación ... Aún no entiendo por qué el destino
te jugó tan mala pasada, Selena. Supongo que ni tuviste tiempo de
preguntártelo, mas estoy seguro que te habrás ido preguntándote cómo te pudo
pasar eso, por qué a ti, qué sería de de ti, de tu esposo, de tu familia, de
tus fans que te querían tanto. Quiero creer que cerraste los ojos pensando que
pronto despertarías de tus recurrentes pesadillas y que pronto, muy pronto el
mundo sería tuyo, que el mundo estaría pleno de tu Amor...
Me gustaría pensar que algún día vas a despertar de ese
horrible sueño y pronto, muy pronto volveremos a ser felices, y que estos 18
años fueron una pesadilla, un mal sueño del que pronto tendremos un dulce
despertar...
Te quiero, Selena. Te quiero mucho. Espero que vuelvas
para poder decírtelo personalmente y estar contento al verte tan feliz...
Te recuerda con Amor....
Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario