Cuando esa
mujer me mostró el arma con su cara sonriente, como si me mostrara un juguete,
como si fuera normal que lo hiciera, casi me desmayo. En un minuto, en tan sólo
un segundo todo puede cambiar en nuestras vidas, algo se nos revela, algo nos
dice sin ninguna duda lo que nos va a pasar. Tuve que hacer un gran esfuerzo
para disimular lo que sentía. Un dolor fuerte en el estómago me hacía doblar
por completo, pero no podía demostrarlo. Ella se daría cuenta. Se daría cuenta
de todo, y si así fuera, cometería el crimen allí mismo sin dudar. No
importaría que estuviéramos en un lugar público. No importarían las
consecuencias. Ella lo haría antes de sentir que ya no era nadie en nuestras
vidas ... Pero allí estaba ... Sonriente y satisfecha ... Yo le di la tranquilidad
de que ni mi familia ni yo la apartaríamos del club de fans ni de “Selena Etc.”
... Lo había hecho para ganar tiempo ... Lo había hecho hasta que yo viera que
era el momento indicado para decírselo ... Le había pedido expresamente a mi
padre que no interviniera, que me dejara a mí resolver este entuerto ... Se
trataba de mi negocio, se trataba de mis asuntos, se trataba de mi vida ...
Pero hasta allí creí que estábamos ante un problema a la que no estaba
acostumbrada, que se hacía más difícil de resolver pues hasta allí ella era una
persona de confianza, una amiga que siempre estaba para cuando la
necesitáramos, una fiel servidora para cualquier menester ... Ni se me ocurrió
pensar que estábamos ante un gran peligro ... Por eso busqué que mi padre no
interviniera en este caso. Pensé que él empeoraría las cosas, que se iba a
llegar a un nivel de violencia que se podía evitar ... Tampoco quise hacerle
caso a Chris, que me decía que dejara en manos de un abogado la resolución de
los papeles que esa mujer tenía y que por esa razón me convocaba para no llegar
a ningún lado producto de que siempre había un “inconveniente” que impedía
resolver el tema de una buena vez ... Yo siempre pensé que podía sola, que
valía la pena ir a escucharla aunque supiera que me mentiría la mayoría de las
veces ... Siempre quise ver el lado positivo de las cosas ... Estaba convencida
de que todo se podía resolver, pues nadie es tan malo como para desearle lo
peor a uno ... Más de una vez le dije a mi padre que no desconfiara tanto, que
viera el lado bueno de cada persona ... Pero me estaba equivocando ... En mi
afán por ver todo bien, no quería dar cuenta de los “avisos”, de lo que se me
decía en aquellos malos sueños, de aquellas horribles pesadillas ... Pero ahora
todo lo que se me presentaba en aquellas espantosas imágenes, y que yo no
quería ni recordar ni ver, se replicaban en esa arma que esa mujer me estaba
mostrando ... Lo podía ver ... Podía verla esperándome una vez más en alguna
habitación de algún motel invitándome con cualquier excusa, buscando que
llegara allí para no regresar nunca más a mi hogar ... Las imágenes se me
aparecían una tras otra, sin ningún filtro, sin ninguna censura ... Tenía que
salir de allí ... Ella podía darse cuenta y yo estaría perdida para siempre ...
Le dije con la mejor de las sonrisas que debía irme cuanto antes al estudio
pues estaban mi hermano y mi padre esperándome para grabar el disco en inglés
que tanto soñamos hacer ... Ella accedió con amabilidad y yo partí raudamente
para el motel en el que ella se alojaba. Cuando vi dónde estaba sentí que me
desvanecería en cualquier momento ... Era ese motel, el mismo motel de aquella
pesadilla. Me preguntaba una y otra vez cómo no me había dado cuenta, cómo no
me lo imaginé antes ... Pero era difícil que ello pasara ... Si no quería
recordar aquellas pesadillas que una y otra vez invadían mi cuerpo, mi mente y
mi corazón, ¿cómo me daría cuenta de los planes de esta mujer, de lo que estaba
por tramar, de hasta dónde quería llegar, del grado de odio y de rencor que
tenía incorporado? ... Ella quiso que me quedara un ratito para celebrar
nuestra amistad ... Yo le dije que en ese momento no podía, que lo dejáramos
para después ... que lo dejáramos para el día siguiente ... “Mañana será otro
día ... Tendremos tiempo para celebrar nuestro nuevo encuentro...”, le dije ...
Ella estaba tan contenta que no se molestó por mi excusa ... Ella estaba tan
segura de su dominio que nada le podía amargar ése y los días siguientes ...
Allí me di cuenta del significado de la palabra “psicópata” ... Agradecí al
Señor de que me diera la templanza para disimular el dolor y la angustia que
sentía ... Pero también lamenté tener que mentir y no ser auténtica, como
siempre ... Algo había aprendido ese día ... La gente puede ser muy mala y
lastimarte de verdad ... Ese día me di cuenta realmente de lo que era el mundo
creado por una humanidad lejos de las enseñanzas de nuestro Señor ... Fui
rápido, casi volando hasta mi casa ... Quería descargarme, quería poder
expresar todo lo que sentía en ese momento y pensar ... pensar qué sería de mí
en el futuro, qué sería de mí cuando me levantara al otro día y tuviera que
actuar como si nada hubiera pasado, como si ese día fuera uno más dentro de nuestra compleja existencia...
Llegué a casa
en mi auto casi enceguecida ... Casi no veía las calles, los autos, el paisaje,
la gente, mi futuro ... Las imágenes se me presentaban cada vez más grandes y
más elocuentes ... Ya no las podía guardarlas para mí sola ... Ya no
pertenecían a mí ... Ya se movían a pesar de mi voluntad, a pesar de lo que yo
quería hacer con ellas ... Tanto tiempo estuve con mis pesadillas que me hacían
despertar a grito vivo sin que nadie pudiera explicar qué me pasaba, y sin que
yo pudiera y quisiera decir lo que veía y sentía ... Me provocaba tanto dolor
que no quería siquiera imaginar lo que sucedían en esos sueños ... Apenas sabía
o intuía que era siempre la misma imagen, que era siempre el mismo hecho
doloroso ... Lo pude ocultar durante muchos, muchos años ... No quería
enterarme de qué se trataba ... No quería imaginarme que algo tan terrible
pudiera pasar en este mundo, que algo tan espantoso que me pudiera pasar ...
Pero esa escena en la que esa mujer me mostraba el arma hizo que todo aquello
se revelara como una gran película, como una sucesión de imágenes que avanzaran
sin que yo pudiera detenerlas ... Sin que yo pudiera huir para no verlas ... En
todo el trayecto a mi casa no podía dejar de ver esa arma y esa mujer
portándola con una gran sonrisa ... Estacioné el auto como pude y corrí hacia
mi casa ... Abrí con desesperación la puerta y casi la derribo cuando pude
entrar ... Una vez cerrada la puerta me desplomé allí mismo y comencé a llorar
con fuerza, con rabia, con impotencia, con desesperación ... Me acurruqué como
un “bicho bolita”, tomé con fuerza mis piernas con mis brazos y puse mi cabeza
entre ellas como esperando que me tragara la tierra antes de seguir viviendo y
sintiendo aquello ... Pero lo veía ... Lo podía ver ... Ella me citaría por
enésima vez para que la fuera a ver ... Yo ya no creía en ella, pero igual iría
a su encuentro ... Por buena, por ingenua, por querer ver lo bueno de cada
persona iría de todos modos ... Pensaría que por allí valía la pena hacerlo ...
Que ella recapacitaría, que ella entendería que era mejor que las cosas fueran
así ... Que era mejor que interviniera yo y no mi padre ... Que estando yo en
el medio siempre había una posibilidad de remediarlo todo y de que nos
seguiríamos viendo ... ¡¡Y quién sabe!! ... Ella volvería con nosotros ...
luego de un tiempo ... luego de que ella admitiera su error y de que nosotros
volviéramos a confiar en ella ... De nada serviría el consejo de Chris ... De
nada serviría que la viéramos el día anterior y de que constatara que seguía
mintiéndonos ... De nada serviría que ella me atrajera con excusas absurdas ...
De nada servirían las sucesivas alarmas que provocaban las actitudes de ella
con el único afán de que yo me moviera con una marioneta al compás de sus
deseos y caprichos ... De nada serviría que nos diéramos cuenta de que nos
hacía más mal que bien, de que nada era como antes, de que había pasado el
tiempo y de que todos habíamos cambiado .. y de que debíamos estar a la altura
de las nuevas circunstancias ... De nada serviría que este juego, este nuevo
juego incompleto ya no le servía a nadie ... Igual yo iría, como todos las
otras veces, como si yo fuera apenas una artista en ascenso, de que aún no me
había consagrado, de que aún no me conocían ... Igual yo iría sin que pensara
en que corría peligro mi vida, sin que nadie de mi familia imaginara que yo
estaba entrando en una trampa mortal ... Había pasado el tiempo y nadie estaba
actuando como lo requería nuestra nueva situación, nuestro nuevo estatus,
nuestras nuevas exigencias ... No éramos tan malos como para pensar que nos
harían daño de verdad ... Nadie nos preparó para ello ... Nosotros sólo
recibíamos cariño de la gente ... La gente nos quería por lo que le brindábamos
dentro y fuera del escenario ... Todavía podía sentir mi gesto de
agradecimiento a Raquelín González cuando nos invitó a su programa “Padrísimo”
en el mes de febrero y hace unos pocos días para que le condujera el programa en
su ausencia ... Recuerdo mi propia expresión ante sus bonitas palabras ... Y yo
ya era una figura internacional que en el medio de ello había logrado que me
vieran 65.000 personas en el Houston Astrodome ... Y a pesar de todo eso fui al
encuentro tramposo de esa mujer, fui aun sabiendo de que debía seguir grabando
el disco en inglés, aun sabiendo de que debía viajar al otro día para dar un
concierto en Los Ángeles ... Fui desviando mi camino lógico hacia el estrellato
... Fui olvidándome de mis cosas para atender las de ella ... Fui conducido por
los deseos de una psicópata que no aceptaría un “no” como respuesta y que antes
que ser rechazada haría lo que sea ... hasta eliminar lo que supuestamente más
quería ... Llegué a su encuentro y me dijo lo que le había pasado unos días
antes aun cuando me costaba creer que aquello “supuestamente importante” no me
lo dijera antes, antes de prometerme devolver esos papeles que nunca me daría
... Aun así la acompañaría al hospital, en la seguridad e ingenuidad de que con
la verdad ella se rendiría, y dejaría de insistir y de mentir ... Aun así la
acompañaría en la seguridad de que ella querría demostrarme que estaba
equivocada ... Accedí ir al hospital, pero cuando estuvimos allí comprobé con
indignación que las cosas eran aún peores de las que imaginaba ... Ella dijo
“lo que le pasó”, pero a la hora de ser revisada, ella se negó ... Sentí que
había llegado muy, muy lejos ... Sentí algo que nunca había experimentado antes
... Era la primera vez que sentía que ya no podía ver el lado bueno de las
cosas, que había gente que podía desilusionarnos enormemente ... La enfermera
del hospital seguramente había notado mi fastidio y mi enojo, y trató de
apartarme del lugar para hablar de lo que estaba pasando, pero yo estaba tan
enojada y tan desilusionada que no quise decirle nada ... Sólo le expliqué que
era peor si nos encontraba ella en un costado cuchicheando sobre la situación
para que no lo notara ... Y me fui sin saber que esa enfermera era mi última
posibilidad de salvación para que entrara en la realidad de las cosas ... Que a
partir de ese momento transitaría el último camino que tenía preparado ella
para mí .... Que había entrado en su trampa y en su plan siniestro sin que yo
me lo pudiera imaginar ... Ella lloraría, patalearía, trataría de explicarme lo
inexplicable, trataría de que yo siguiera creyendo en ella ... Ella buscaría
darme una nueva oportunidad antes de activar el plan “por si ya nada se pudiera
hacer” ... Entramos a la habitación del motel a los gritos ... Yo me había dado
cuenta recién allí el tipo de persona que era, y cuánto enojo y desazón me
estaba provocando ... Pero lejos estaba de imaginarme hasta dónde podía llegar
... Yo sólo quería poder canalizar mi furia demostrándole que todo había
terminado, que ya no la quería ver más ... Sentía mucho dolor pues nunca me
había sentido así, y ahora que experimentaba esa horrible sensación debía salir
de allí cuanto antes no sin antes demostrarle lo que sentía y que no había
vuelta atrás ... Por eso tomé el anillo que me había regalado con la finalidad
de devolvérselo y de expresarle que ya no había más amistad entre nosotras ...
Iba a hacerlo hasta que vi la expresión de sus ojos y su mano tomando el arma
... Fue un segundo ... Sólo un segundo ... Esa cara ... Esa expresión ...
mezcla de locura, odio, satisfacción, venganza, furia ... Era imposible
olvidarlo ... Era imposible no saber su significado ... Esa cara con una mueca
de sonrisa ... Como diciéndome “Tu destino me pertenece ... Y de ese destino no
escaparás aunque lo desees ... Y no escaparás aunque falle en el disparo...”
... Fue un segundo, sólo un segundo, en el que me di vuelta lo más rápido
posible espantada por esa revelación ... Fue un segundo en el que escuché un
enorme estruendo y sentí un terrible dolor en la espalda ... y luego en el
pecho ... Después ... Después fue correr, correr y correr sin poder quitarme
esa cara de esa psicópata que reía y me mostraba por primera vez lo que era realmente
y de lo que podía ser capaz ... sin que nunca sospechara de nada ... Sin que nadie
de mi familia se imaginara jamás que esto nos podía llegar a suceder ... que a
mí me podía pasar eso ... Poco después sentí un gran mareo y caí sin saber ya
dónde estaba ... Sólo quería descansar ... Sólo quería volver el tiempo atrás
... en el que era una niña que pensaba que todos eran buenos y que sólo quería
ser diseñadora, una humilde, talentosa y trabajadora silenciosa que sólo se
expresara a través de sus creaciones ... Y cerré los ojos en la seguridad de
que cuando despertara todo sería distinto y todos seríamos felices siendo tal
cual éramos ... Felices mirándonos a los ojos ... Felices sin tener que
desconfiar en nadie ... Felices con honestidad, trabajo y sacrificio ...
Felices sin mentir ... Felices sin manipular ... Felices sólo siendo tal cual
queremos ser en nuestras vidas ... Felices ... sólo felices ... Sin pensar en
que es imposible lograrlo ... Sólo pensando en que con Amor todo se puede
lograr...
Cuando
apareció Chris en la casa me abracé a él y seguí llorando en sus brazos. Él
estaba lógicamente consternado. Pero fiel a su estilo dejó que llorara todo lo
que tuviera ganas de llorar y que sólo hablara cuando quisiera. Luego de un
tiempo supo que lo que tenía guardado bien adentro no lo diría tan fácilmente.
Él sabía muy bien lo que era sentir esa sensación ... De a poquito comenzó a
preguntarme lo que sentía, qué me estaba pasando, qué era lo que me angustiaba.
Le hice recordar el tema de las pesadillas recurrentes que tenía y que nunca
podía ni quería saber de qué se trataba ... Él me había visto en infinidad de
veces sudando frío en las madrugadas despertando a los gritos luego de vivir
esos terribles sueños ... Me preguntó si por fin sabía en qué consistían ... Yo
me aparté de él y le pedí que me escuchara sin interrumpirme ... Que sólo
escuchara lo que me había pasado un par de horas antes y que eso me hizo saber
lo que me aterraba de aquellas pesadillas ... Chris primero me miró entre
incrédulo y con aire burlón ... “¿Es que acaso crees en los mensajes
premonitorios? ¿Crees en mensajes del futuro o algo así? No sabía que pensabas eso
... ¿Es que...?”, me preguntaba Chris. Yo lo interrumpí: “¿Es que no entiendes?
No se trata de lo que creo ... No se trata de premoniciones ni de mensajes. Se
trata de intuición. Tú no sabes lo que sentí al ver la mirada de esa mujer.
Pude ver lo peor. Y pensé en el sueño ... ¿Qué importa si el sueño es
premonitorio o no? ¿Qué importa lo que significa? Importa el mensaje que me dio
esa mujer. ¡¡Ella me va a matar, Chris!! Ella me mostró su arma , como diciendo
“mira lo que iba a hacer contigo, Selena, si osabas apartarte de mí ... ¡¡Esa
mujer nos engañó a todos!! No sé si está loca, obsesionada o qué ... No sé qué
pretende de nosotros, pero si no hacemos lo que ella quiere buscará herirnos de
la manera más efectiva que ella cree. ¡¡Y ésa es eliminarme a mí!!”. Volví a
llorar y Chris me abrazó muy preocupado. Allí comenzó a darse cuenta de lo que
estaba pasando ... no sólo ese día sino en los últimos meses ... “Sí, Selena
... Ahora lo comprendo ... Le hemos dejado hacer lo que quiera en todos estos
años ... Y ella cree que te pertenece ... ¿Te acuerdas cómo intentaba influirte
en tus pensamientos? ¿Te acuerdas cuando hizo que me preguntaras si acaso mis
amigos y yo habíamos destrozado un baño en una de las fiestas organizadas por
ella a sabiendas de que ella sabía que unos cuantos años atrás había sucedido lo
mismo en otro lugar? Ya logró que Martín Gómez, tu modisto, se fuera por
desacuerdos con ella ... Ya logró que mucha gente cercana a ti se tuviera que
ir ... Nosotros nunca intervinimos porque no teníamos tiempo, pero también porque
confiábamos en ella ... Le dimos todo el poder ... Le dimos toda la confianza
... Ella siente que no se la puede sacar de allí ... Siente que tiene todo
controlado ... Piénsalo bien ... ¡¡Hasta logró ganar la confianza de tu padre!!
Y fue a la primera persona que acudió, con lo difícil que es convencerlo de
algo, con la desconfianza que tiene él de todo el mundo ... Pero ya esto me da
miedo ... Tendremos que avisarle a tu padre ... Todos sabemos que los problemas
con ella surgieron ahora porque se le han descubierto malos manejos con tu
negocio y con el manejo del club de fans ... Y di que algunos de ellos se quejaron
en q-productions y no en tu negocio, si no nadie se hubiese enterado ... Se ve
que ella controla todo eso y ha evitado que nosotros nos enteremos ... Habrá
que avisar a la policía ... Habrá que...”, alcanzó a decirme. “¡¡No, Chris!! ¡¡No
me entiendes!!” Ella es una psicópata. Ahora sé muy bien lo que significa ello.
Lo peor que podemos hacer es notarle que ya no confiamos en ella, que la
apartamos, que la echamos. ¿Acaso por qué no lo hicimos en estos días? Porque
sabíamos las consecuencias de despedirla. Pero esto es mucho peor de lo que
imaginábamos. Tenemos que seguir como si nada, pero tenemos que tenerla lejos,
bien lejos con cualquier excusa. Tendremos que apurar nuestro disco en inglés.
Tendremos que seguir con nuestras presentaciones tal como estaba planeado. A
ella tenemos que dejarla que siga sus contactos con la gente que conoce en
Monterrey y en México DF para abrir nuestras sucursales de “Selena Etc.”, pero
mientras tanto tenemos que volver a organizar el trabajo aquí con la gente que
más confiamos y que ella apartó ...Voy a llamar a Martín. Lo voy a dejar a
cargo de la parte creativa de mis negocios. Y buscaré que Suzette, mi madre y
algunos más de nuestra familia se hagan cargo de todo. Pero todo debe hacerse
en el más absoluto secreto. Ella no debe saber nada. Porque en cuanto sospeche
de algo, estaremos perdidos. ¡¡Hay que moverse rápido antes de que ella se
entere!! ¡¡Cada minuto es valioso!! ¡¡No tenemos tiempo que perder!!”, exclamé.
“Pero ella en algún momento buscará localizarte y tendrás que atenderla, si no
allí sí sospechará...”, me dijo Chris. “Sí, lo sé ... Tendremos que
entretenerla con lo que podamos. Si tenemos que verla, tú iras conmigo ... Hay
que mostrarse como si nada estuviera pasando ... Y cuando ella quiera saber qué
está sucediendo ya lo habremos hecho...”, le dije. “¿Pero tu padre? ¿Acaso no
le diremos nada? ¡¡Él debe saberlo!! No sabemos a dónde atacará ella cuando
sienta que la hemos engañado...”, me dijo atinadamente Chris ... De pronto sonó
el teléfono ... Chris atendió y abrió grandemente sus ojos ... Sin duda era
ella ... Le hice señas para que me la pasara y en cuanto la escuché supe que
estábamos en grandes problemas. “Llamé porque quería cerciorarme de algo ...
¿Pero no era que ibas al estudio para seguir grabando? Llamé allí pero me
dijeron que no estabas ... Supuse entonces que estabas en tu casa ... Y estás
allí ... Mira ... ¿Por qué no nos vemos de nuevo ahora y a solas? Pienso salir
a Monterrey hoy mismo y necesito coordinar contigo los detalles para abrir las
sucursales de ‘Selena Etc.’...”. Sabía que tenía que ganar tiempo ... Le prometí
que iría a verla a solas en un par de horas en el mismo lugar en el que la vi
antes ... En cuanto colgué, le dije a Chris: “Tienes razón ... Tenemos que ver
a mi padre ... ¡¡Hay que hacer todo ya!! ¡¡Debemos deshacernos de esa mujer
cuanto antes!!”. Salí corriendo a la casa de mi padre para explicarle lo que
estaba sucediendo. Todos nos convencimos de que debíamos despedirla y de que
debía enterarse por los caminos legales ... No había que atenderla más ... No
había que dejarla que ni siquiera se acercara por ninguna de nuestras
propiedades ... “Yo ya había impartido esa orden pero ella se las ingenió para
burlarse a través de sus ruegos a ti o de algún pedido a alguien que no sabe de
nuestras instrucciones. Debemos ser más estrictos. Llegado el caso tendremos
que denunciarla ante la policía...”, dijo mi padre. Yo lo atajé. “¡¡No!! ¡¡No
tenemos que hacer eso!! ¡¡Ella querrá que lo hagamos, pues la habilita al
escándalo!! ¿Acaso sabemos qué hará si sabe que le cortamos todos los caminos
hacia nosotros? Irá a cualquier lado para calumniarnos, para difamarnos, para
sembrar dudas, para ponernos al público en nuestra contra ... ¡¡Qué más
quisiera que la acusemos, así ella se pone en víctima y sale a decir ‘sus verdades’, el motivo por el cual
nosotros la apartamos de nuestras vidas!! ¡¡No!! Tenemos que seguir nuestro
camino como si nada y que ella esté lejos, bien lejos de nosotros con excusas
creíbles”. “Está bien, m´hija. Está bien. Pero entonces en algún momento
debemos hacer pública la ruptura del vínculo con esa mujer, pues si no lo
hacemos, ella lo hará público antes, y ahí sí estaremos en problemas y la gente
sospechará...”, dijo con criterio mi padre. Decidimos movernos sin dudar,
haciendo lo que debíamos hacer. Yo llamé a Martín y a toda la gente de mi
confianza. Les pedí que volvieran, de que los dejaría todo en sus manos. Que
tenían razón de quejarse de esa mujer, pero que no se preocuparan ... Que esa
mujer ya no estaba más, pero que no se le ocurriera a nadie comentarlo hasta
verlo en los hechos ... Todos se alegraron y aceptaron volver ... Mientras
tanto, mi padre hacía pública nuestra desvinculación con esa mujer y los
motivos que nos llevaron a ello ... El
que pega primero, pega dos veces ... Sabíamos que ella buscaría contestar con
difamaciones, pero sería tarde ... Nunca podría convencer con mentiras a gente
que creía firmemente en nosotros, que nos conocía bien, que sabía quiénes
éramos y los valores que profesábamos ... Decidimos partir cuanto antes a
Nashville para adelantar nuestra grabación del disco en inglés y estar bien
lejos de Corpus Christi para evitar las repercusiones de nuestra decisión.
Estaríamos allí hasta el 1 de abril en el que debíamos ir a Los Ángeles para mi
siguiente concierto. Si decidíamos volver lo tendríamos que hacer de incógnito
y en forma separada ... A nadie le gustaba mucho la idea de manejarnos así y
sin que casi nadie supiera nuestros pasos ... Pero intuíamos que ella buscaría
saber dónde estábamos y hacia dónde iríamos ... Ella buscó localizarme por
todos los medios ... Yo había tenido la precaución de cambiar mi celular y de
contactarme con él sólo con las personas de mi confianza ... Sabía que alguna
vez debía acabarse esta situación pero había que tener paciencia ... Habíamos
llegado al día 31 de marzo ... El día anterior la había pasado muy mal en
Nashville ... Volvieron a surgir aquellas pesadillas, pero éstas eran bien
distintas. Aparecía en una de ellas Martín, que me pedía que no fuera a verla a
esa mujer, pero yo no alcanzaba a escucharlo ... Pero él, en su afán por
salvarme, me siguió hasta el motel. Como al llegar no vio a nadie se dedicó a
esperar ... Y cuando nos vio llegar y entrar a la habitación, el ingresó detrás
de nosotras para acusarla a ella y pedirme que me vaya ... Y ella no dudó ...
Nos apuntó y lo sujetó a él pidiéndome a mí que no me moviera si lo quería ver
vivo ... Él me pedía que me vaya ... Que su vida no valía ... Que sólo valía la
mía ... Empecé a llorar ... Le pedía a esa mujer que lo soltara, que él no
tenía nada que ver con todo esto ... Ella sólo se reía y me pedía que se
pusiera al lado de él mientras le seguía apuntando a Martín ... Yo terminaba
accediendo en forma silenciosa mientras Martín me pedía que no lo hiciera a los
gritos ... Vi que la mujer estaba dispuesta a matarlo y luego a mí. Comencé a
gritar, a gritar muy fuerte ... hasta que de pronto vi que me sacudía Chris. “¿Qué
pasa, qué pasa, Selena? ¡¡Otra vez las pesadillas!! ... Tranquila ... ¡¡Estás
en Nashville!! ¿No lo recuerdas? Te iba a llamar después. Te llamó Martín desde
tu boutique. Dice que es urgente. Hay algún problema con la partida de algunos
diseños ... Llámalo a su celular. Está esperando tu llamado...”. Estaba
consternada y aturdida. Aún no había salido de la pesadilla y encontraba esta
rara nueva ... Tomé el celular y lo llamé. Martín me hablaba extrañamente. Se
lo veía nervioso. Me explicó que no había llegado de Francia los telares que yo
había pedido y que cuando fue a averiguar le dijeron que debía ir yo a la
aduana a solucionarlo ... “Mira que hay mucha gente esperando y que depende de
ti para destrabar todo esto ... Hasta de Monterrey esperan tu decisión...” y cortó
la comunicación ... Me quedé pensando unos cuantos minutos. Chris intentó saber
lo que estaba pasando, pero yo le pedí que me dejara pensar un tiempito sin que
nadie me interrumpiera ... Me quedé pensando en lo último que me había dicho
Martín: “...Hasta de Monterrey esperan tu decisión...”. ¿Qué me quiso decir con
eso? Supuestamente no quería decir nada, pero algo me estaba diciendo ... Y
pronto recordé mi pesadilla ... Martín no me llamaría por esto ... Ella está
con él y lo tiene amenazado ... Ella quiere que vuelva a Corpus para consumar
el plan ... y éste es el día indicado. Iba dispuesta a volver para salvar a
Martín, pero Chris me detuvo: “¿Pero acaso crees que lo salvarás así? Ahora
tienes en mente tu nueva pesadilla ... ¿pero no recuerdas la anterior? ¿No te
das cuenta de que vas a ir a su encuentro y ella te matará sin miramientos? ¿Es
que no te das cuenta de lo que piensa hacer?”. “¿Y tú no te das cuenta de que
lo tiene a Martín y de que lo matará si yo no voy para allá? ¡¡No podría vivir
con la conciencia tranquila si algo le pasa a él!!”, le dije y empecé a
preparar mis cosas para salir cuanto antes a Corpus Christi. Chris me pidió que
me esperara a preparar las suyas para acompañarme. Yo accedí pero le imploré
que lo hiciera cuanto antes ... Yo estaba decidida a hacerlo pero no sabía qué
hacer. Ella estaba dispuesta a matarme, pero ahora ella no sólo buscaba
cualquier excusa para atraerme. No sólo me amenazaba personalmente sino que
usaba a gente cercana a mí para ello.
Sabía con pesar que iba a tener que
convivir para siempre con este calvario. Ella estaría una y otra vez
acosándome, difamándome, amenazándome. Ya nada volvería a ser lo mismo ... Tal
vez debería dejar la música, mis diseños, todo lo que yo más he querido hacer
para evitar una desgracia ... O tal vez yo tendría que asumir el rol de víctima
redentora, la mujer sacrificada para que “todo vuelva a la normalidad”. Seguía
empacando mis cosas y mis lágrimas desbordaban mis ojos hasta recorrer todo mi
cuerpo y morir en el piso sin que yo atinara a desviar su lento, persistente e
inexorable camino ... Tal vez había llegado mi hora ... muy a mi pesar ... Este
mundo no era el que yo me imaginaba ... Tal vez no estaba preparada para
enfrentarlo ... Yo no fui educada para estar en la vida con mentiras,
falsedades y actitudes engañosas ... Yo nací para que el mundo me conociera tal
cual soy, sin tener que esconderme, sin tener que huir, sin tener que ser de un
modo distinto para sobrevivir ... sin tener que ver morir a alguien para
salvarme de este mundo cruel ... Si no puedo ver morir siquiera a un pobre
animalito enfermo y viejo, ¿cómo voy a permitir que Martín muera por mí? Asumí
que si tenía que haber una víctima en esta historia, esa víctima tenía que ser yo
... Era mejor así ... Yo no quería ver sufrir a nadie ... Y mucho menos por mí
... Cuando Chris volvió con sus cosas fuimos a mi auto y partimos en silencio
... Llamativamente él no me dijo nada ... Tampoco me hizo preguntas ... Eso sí,
a cada rato me pedía que me detuviera por alguna cosa ... Que había problemas
en el auto, que debía tomar un café para despejarse ... Yo estaba ten aturdida
que ni pude expresarle que no podíamos perder más tiempo, que había una vida en
juego ... Y si tal vez no lo hice es porque deseaba saber que estaba
equivocada, que los sueños no son premonitorios y que todo fue una burda
casualidad. Por un momento me distendí pensando que Martín me recibiría con una
amplia sonrisa y que yo respiraría aliviada ... Eso hacía acelerar mi paso pero
cada vez que lo hacía Chris me advertía con razón que bajara la velocidad, que
nos iban a penalizar. Era extraña la conducta de Chris ... Se lo veía tranquilo,
puntilloso, atento ... También me llamó la atención que mirara a cada rato el
reloj ... Estábamos por llegar a Corpus Christi y me estremecí con el sonido
del celular ... Pero no era el mío ... Era el de Chris ... Vi que sonrió cuando
terminó de escuchar lo que le decían. Yo le pregunté quién era, pero él sólo me
contestó que era un amigo con buenas noticias sobre su futuro ... Entrando ya
en la ciudad, él me pidió que lo hiciera despaciosamente ... “No sabemos con
qué nos encontraremos ... ¡¡Ten cuidado!!”, me pidió. Doblamos en la esquina de
“Selena Etc.” y casi desmayo cuando vi miles de patrulleros que estaban
estacionados en la puerta del local. Chris me iba a detener, pero cuando vio
que, para mi sorpresa, mi padre se acercaba a mí, dejó que él me explicara todo
... “Tu esposo hizo lo correcto. Me avisó en Nashville lo que estaba pasando,
pero me pidió que no te dijera nada ... Así que avisé a la policía y vine lo
más rápido posible para aquí ... Les dije que probablemente estuviera armada y
tuviera un rehén esperando que tú vinieras ... Y así fue ... La policía estudió
la situación y rodeó el lugar. La intimó a que desistiera. Todavía no sé cómo,
pero lograron que ella liberara a Martín para salvar su pellejo ... Me dijeron
que estaba aturdida ... Jamás se imaginó que íbamos a hacer esto. Estuvo un
rato amenazando con que se iba a suicidar, pero pronto desistió ... No tenía
mucho sentido ganarle tiempo a la policía ... No te tenía a ti ... No había
logrado su cometido ... Sé que es duro decirlo así, pero con esta atrocidad nos
hizo un gran favor ... Ahora nada de lo que diga será creíble ... Hablarán sus
actos antes que sus palabras. Podemos quedarnos tranquilos ... Y yo aprendí una
lección ...Yo no hubiese creído ni en tus sueños ni en tus mensajes premonitorios.
Ahora sé que debo hacerlo. ¡¡Menos mal que tienes a alguien como Chris a tu
lado, que te quiere tanto y que te escucha!! ... Perdóname si no lo he hecho
antes m´hijita. Sé que debo aprender mucho todavía”. Yo rompí en llantos y mi
padre me tomó con sus grandes brazos. Se sumó Chris y todos nos abrazamos ...
“Yo no sé si podré superar esto. No sé aún cómo lo asimilaré...”. Alguien me
dijo: “¡¡Lo harás!! ¡¡Claro que lo harás!!”. Era Martín. Me abalancé sobre él y
le di miles de abrazos y besotes. Le pregunté cómo había salido de ese
infierno. Le pedí disculpas. Le prometí que no volvería a suceder esto. Le dije
que podía irse de nuevo si él lo deseaba ... “Selena ... Antes que nada, ¡¡menos
mal que entendiste lo que quise decir de la gente preocupada en Monterrey!! Te
debo la vida ... ¡¡Y lo sabes!! Por lo demás, no te preocupes .... Más que
nunca estoy contigo ... Todo esto lo hice por ti. Y en todo caso, si quieres
sentirte culpable, yo te daré motivos, pero otros de los que no mencionaste:
cuando me fui de ‘Selena Etc.’ en enero, yo hubiese deseado que me retuvieras y
que la pusieras en vereda a esa mujer ... Pero entendí tu decisión ... Pero si
te sientes mal por ello, entonces te pido a cambio algo por aquel error: que no
te rindas, que pongas más empeño en todo lo que haces y que confíes en tus
instintos. También aprende a defenderte de aquellos que viven de la maldad, del
maltrato, de la manipulación ... No te pido que seas otra persona ... Sólo te
pido que no creas que todo el mundo es bueno, que todo el mundo es como tú ...
Si quieres, ofrece tu Amor, como siempre, pero no entres jamás en su juego ...
Haz siempre el tuyo y que todos se adapten a lo que tú quieres, que todos
compartan tu felicidad ... Si lo haces, nada te detendrá y triunfarás ... ¡¡Y yo
estaré allí para compartirlo!! ¿Me lo prometes?”. Yo acepté con un movimiento
de cabeza y seguí llorando en sus brazos. Él también lloraba, pero de felicidad
... “Pues bien. Sé que mañana tienes un concierto ... Ve a prepararte que yo
cuidaré tus espaldas aquí ... ¡¡y ni se te ocurra volver hasta tener tu disco
en inglés terminado!! Yo mientras me encargaré de todo con las chicas y cada
decisión será consultada contigo siendo tú la última palabra y decisión ...
¿Entendido?”, me pidió. “Está bien, pero si pasa algo...”, le dije. “Ya sabes.
Te diré: ‘¡¡Hasta de Monterrey esperan tu decisión!!’ “, me interrumpió a las
carcajadas. Yo me reí con él y nos volvimos a abrazar. En el medio de ello
apareció un A.B. desesperado: “¿Estás bien hermanita? ¡¡Dime que todo está bien!!
Tal vez no te lo haya dicho antes pero sabes que te quiero mucho y que no
podría hacer nada sin ti ... Tú eres mi única inspiración. Quiero que lo sepas..”.
Yo me reí en el medio de los llantos: “¿Pero qué haces aquí? ¿No sabes que debemos
partir a Los Ángeles? ¡¡Vamos ya!!” y nos abrazamos: “Gracias, hermanito. Sabes
que nunca te abandonaré. Recordaré siempre tus palabras antes de tomar una
decisión...”, le dije al oído. Luego les pedí a todos que saliéramos del lugar
abrazados y con una sonrisa. Más que nunca había que estar juntos para afrontar
esta dura situación ... Siempre dije que éste era un año clave para todos
nosotros, pero resultó ser mucho más difícil de lo que imaginaba ... Lo
afrontaré con todos y estando a la altura de las circunstancias ... por mí
antes que nada y por todos los que esperan lo mejor para mí ... No me tengo que
dejar estar, pero por sobre todo no los debo defraudar. Desde niña aprendí que
pesaba en mí una gran responsabilidad, y que debía convivir con ella para
lograr mis mayores sueños y logros ... Sólo así podré lograr triunfar, pero por
sobre todas las cosas, sólo así podré ser una persona feliz, una mujer plena y
satisfecha ... Ahora sí sé que nadie podrá detenerme ... Estoy a punto de
lograr el éxito mundial, estoy a punto de consumar mi viejo sueño de ser
diseñadora, estoy a punto de mudarme a una casa que sea el hogar definitivo con
Chris y en el que planifiquemos nuestro futuro como familia ... Sólo falta un
pasito, sólo un pasito más y todo lo deseado se habrá logrado ... Sé que mañana
mis sueños se habrán cumplido, sé que pronto mi nombre será recordado como
siempre he querido ... con Amor ... Y no pararé hasta ver realizado ese sueño
... Sólo falta un tiempito para ser una realidad ... Sólo un tiempito y seré la
mujer más dichosa de este mundo...
(Qué no
hubiera hecho para que te dieras cuenta, Selena ... Qué no hubiese hecho para
volver el tiempo atrás y entrar en tus sueños para avisarte, para advertirte,
para salvarte ... Qué no hubiese hecho para recordarte de otra manera, Selena
... Al menos hoy podré hacer que no se te olvide nunca, que se te recuerde
siempre ... con Amor ... Tal vez algún día Dios atienda mis ruegos y me permita
que tú vivas tu vida, aunque sea a costa mía, aunque tú te niegues a que yo
haga ese sacrificio, aunque desees con toda el Alma que el Señor te dé esa
nueva oportunidad...)
Si me
conoces, Selena, sabes que desde que te descubrí soy otra persona, una mejor
persona que se nutre a través de tu ejemplo y de tu Amor...
Por siempre
tuyo...
Sergio
Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)
(Buenos Aires, Argentina)
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