La noticia que no quería leer, Selena...

 


Sabía lo que había pasado pero no me quería enterar…

No siempre queremos saber lo que pasa o lo que va a pasar…

Tal vez las cosas sean más simples…

Tal vez no deseemos tantas cosas ni tengamos grandes objetivos…

Tal vez no queramos ser exitosos, tener mucho dinero, mucho poder…

¿Alguien se preguntó qué quiere uno para su vida?

Pocas veces …  Muchos hablan por nosotros y sin consultarnos…

Tal vez la respuesta sea más simple de lo que parezca…

Tal vez solo deseemos ser felices…

Felices con lo que se tiene, con las pequeñas cosas, ser felices con lo que se hace, con lo que nos rodea, con el simple hecho de vivir y sentir esas pequeñas cosas cotidianas…

Nos imponen cosas que no deseamos y la seguimos igual … Para “insertarnos” en este mundo que nos tocó…

Pero sólo queremos ser felices … Esa es la única verdad…

Y mi felicidad era saber que Selena estaba allí…

Sabía … Sabía perfectamente que en cuanto encendiera la radio o la televisión todo cambiaría … Absolutamente todo…

Y no quería ver el futuro, vivir otro presente, tener que cambiar mi vida…

Sólo quería vivir mi vida como siempre…

Sólo quería tener a Selena a mi lado…

Sólo quería que me dejaran en paz…

Mucho tiempo atrás me reía de un compañero de trabajo que siempre decía: “No hay noticias, buenas noticias”.

Lo veía tan pesimista, tan anticuado, tan lejano de mi vida y de mis convicciones…

En ese momento recordaba esa frase y sonreía como esa persona cuando decía esa frase…

Miré el almanaque … Era 31 de marzo … 31 de marzo de 1995…

Sabría que esa fecha quedaría grabada para siempre en mí… Yo sólo quería olvidarla, pensar que no era cierto…

Quería recordar otras fechas de Selena…

16 de abril de 1971…

1 de noviembre de 1987…

20 de marzo de 1993…

1 de marzo de 1994…

26 de febrero de 1995…

Quisiera que se me grabara el 1 de abril de 1995. Que fuera recordado por mí por otro gran concierto de Selena…

Que todo Los Ángeles hablara de ella…

Pero no iba a ser así…

Todos recordarán ese nefasto 31 de marzo de 1995…

Y lo sabré cuando indefectiblemente encienda la radio o la televisión…

Esperando que nada de lo que se está diciendo sea cierto…

Esperando que sea todo una mentira…

Deseando despertar de una larga pesadilla….

Sí, ya sé … Dirán que Selena se nos fue, pero dejó un Legado y una enorme enseñanza…

Hablarán del Mito y de la Leyenda…

Dirán que el mundo nunca la olvidará y que seguirá su camino…

Me hablarán del futuro, que siempre, siempre “será mejor”…

Dirán que nace una nueva era…

Dirán que hemos evolucionado y aprendido…

Dirán que somos otras personas…

¡¡Todas mentiras!!

Todo seguirá igual … ¡¡Todo!!!

El mundo nunca ha cambiado … Ni cambiará…

Seguirán el odio, la mentira, la muerte, la destrucción…

Eso es parte también de la “condición humana”…

Por eso mismo no quiero enterarme de lo que ya sé…

Selena no era para este mundo…

Era de otra dimensión…

Tenía una forma simple de ver las cosas…

Selena sí sabía lo que quería…

Nada que ver con este mundo que vive hablando de evolución, de eras digitales, del nuevo hombre…

Para seguir siendo siempre los mismos … miserables…

Todo cambia … para que nada cambie…

Adiós, Selena … Que seas muy feliz en tu nuevo mundo…

Yo voy en tu búsqueda…

Ya nada tengo que hacer aquí…

(Este mundo firmó su sentencia de muerte el 31 de marzo de 1995 … Hasta ese día tuvo la oportunidad de ser mejor … Había alguien que le había dado sentido, vida, alegría, esperanza … Le había dado un camino … Le había dado una oportunidad … Pero el mundo decidió desecharla … Habrá pensado que era mejor lo “malo conocido que lo bueno por conocer” ... Y para darle más sentido al absurdo ese malo conocido lo reconvirtió de nuevos formatos disfrazados de nuevas eras evolucionadas para parecer algo distinto y superador … Hoy el mundo es lo que es … El mismo autodestructivo de siempre con un fin inexorable … Es el mundo que nos merecemos … Un mundo sin Selena…)

Y yo estaré aquí, Selena, para recordarte y para recordar al mundo lo que se ha perdido con tu partida con la esperanza de que se revierta el camino del odio y de la destrucción siguiendo tu senda de Amor…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)


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