Sólo una palabra para decirte, Selena...



“Mira. Yo te doy la oportunidad de que veas a Selena. Podrás volver el tiempo atrás en el tiempo que quieras. Eso sí. Sólo puedes decirle una palabra. ¿Me entiendes? ¡¡Una palabra!! No más. Si no lo cumples, lo echarás todo a perder y lo poco o mucho que haya hecho Selena y lo bueno que haya hecho en ti desaparecerá. ¿Entendido?”, me dijo un señor de aspecto formal en forma enfática en un bar de la Calle Rooney, de la ciudad de Buenos Aires. Yo no sé cómo había llegado allí y menos por qué estaba ese señor. Mucho menos cómo llegó a mi mesa y yo le di cabida. Yo asentí en silencio. Se me había cumplido un largo sueño después de tanto tiempo … Aunque nada podía hacer ni decir … Apenas una palabra … Apenas un instante … ¿Cómo reaccionaría? ¿Qué palabra decir? ¿Cómo evitar … todo?

“¿Al menos puedes decirme en qué momento la quieres ver?”, me preguntó el señor mientras miraba su reloj. Tengo que cerrar el trato ya. Esto tiene fecha de vencimiento. Tú sabes…”.

El tipo enviado de Dios, supongo, se me quedó mirando con cara de “¿Tienes que pensarlo mucho? ¿Lo dejamos para otro día?”.

“En los Tejano Music Awards 1995…”, alcancé a decirle.

“Bien, bien”. Me dijo el señor mientras escribía algo simulando completar un formulario. Apenas anotó el lugar, supongo, se me quedó mirando y alzando su dedo índice me dijo: “Quiero creer que no elijes ese momento porque es cercano a … tu sabes … Te lo advierto … Es sólo mirarla … y una palabra … ¿Me entiendes? ¡¡Una palabra!!”

Yo volví a asentir bajando la mirada … Luego alcé la vista y le pregunté … “¿Al menos me verá, no?”.

¿Y ti qué crees? ¡¡Es Selena!! Ni siquiera tengo que hacer un trato para que trate bien a la gente”, me contestó enfáticamente sin levantar la vista de su “formulario”…

“Sabes a qué me refiero … Habrá mucha gente … Yo seré uno más del montón … Aunque ya sé cómo es Selena, es su mejor momento y es muy popular … Habrá mucha gente que se le acercará y yo soy un desconocido…”, le dijo preocupado y en voz muy baja…

“Despreocúpate. Eso está arreglado … ¿Para qué te ofrecería un trato si no puedo cumplir mi parte? Ella te verá … y te escuchará … Tu única palabra”, me respondió enfatizando la palabra “única”…

“No olvides que estás en Argentina. Y aquí los tratos y las palabras se las lleva el viento…”. Le recordé…

El señor se rió con ganas … Al cabo de unos minutos me dijo: “Yo sé quién eres y sé con quién trato. Sé que cumplirás … Sé lo que deseas ver a Selena y lo que la quieres. Por eso te ofrezco este trato. Sé que es poco para ti pero una palabra es mucho más que nada … Aparte, la verás.  Así que, ¿trato hecho?”, me dijo extendiendo la mano…

Yo sé la extendí y nos dimos un fuerte apretón de manos. Luego hubo un largo silencio en el que el señor terminó de escribir algo en el formulario. Cuando terminó, se quedó pensando mientras miraba la gente pasar … Al rato me miró intrigado y me preguntó:

“Por curiosidad. No tienes obligación de contestarme … ¿Por qué elegiste ese momento? Hubiese jurado que había otros momentos más lindos para encontrarte con Selena … Puedo sospechar que es por el año … ¿Pero en los Tejano Music Awards? No en el Astrodome. No en Chicago. No en Padrísimo. No en Noche de Carnaval. No en Calle 8… Curioso…”, me dijo y volvió a mirar a la gente afuera…

“Es que … parecía tan feliz ese día … Se la veía tan linda a pesar de ese peinado raro … de los tantos que se hacía”. Le dije…

Y el vestido. ¿Sabes el significado que tiene? ¿Influyó? Sabes que aún está con él…”, me recordó…

“Es cierto. Pero no lo pensé ni quiero pensar … Es una imagen que no quiero tener de Selena”, le respondí con mezcla de seriedad y tristeza…

“Entiendo”, me dijo el señor sin más…

Al rato me dijo: “Ahora ve a tu casa y sigue tu vida como si nada. En algún momento te darás cuenta de todo … Será un instante … Y todo volverá a la normalidad … Y recuerda … Una palabra … ¡¡Sólo una palabra!! No querrás que todo se arruine…”

Yo volví a asentir en silencio y bajé la vista…

Cuando la volví a levantar ya no estaba el señor. Ni me inmuté. Pedí la cuenta, pero el mozo me dijo que estaba todo pago … Por el señor que acababa de irse … Yo me sonreí, dejé la propina y me fui caminando a mi casa … Unas largas cuadras… No me hacía expectativas … Tal vez pasarían años hasta que ese momento sucediera … Y no tenía sentido pensar con tanta anticipación … Para decirle una palabra en unos segundos…

No recordé más nada hasta que me levanté al otro día … Pero no estaba en mi casa … Estaba en un hotel o algo así … Me trasladé al living y vi un sobre en una mesa … Lo abrí … Había un papel que sólo decía: “Prepárate. A las 20 horas tienes que estar allí. No tienes mucho tiempo … Y recuerda … ¡¡Una palabra!! ¡¡Sólo una palabra!!”. Ahí supe dónde estaba… En San Antonio, Texas

Miré el reloj. Eran las 19 horas. Observé el plano adjunto que estaba en el sobre. Tenía como media hora si iba caminando. Opté por esa alternativa. Era la más confiable para mí. Supongo que el señor pensaba lo mismo porque no me dio otra opción del cual pudiera aferrarme … Salí casi sin tener contacto con nadie por miedo a alterar todo. Era parte del trato. Fui a paso firme pero tranquilo. No me hacía expectativa. Fui como si en Buenos Aires estuviera por asistir al partido Ferro/Platense. Y saber que iba a terminar 0 a 0. Miraba hacia adelante y a los costados y veía un mundo tan diferente … Quería decir tantas cosas … Quería decirles tantas cosas … Pero no podía …Di más de una vuelta porque había llegado a las inmediaciones del lugar y faltaba un rato para las 20 … Ahí me puse un tanto nervioso…

La gente me miraba y yo simulaba no ver a nadie … Pensaba si acaso se preguntaban qué hacía ese foráneo con pinta de roquero por allí. Pero por suerte nadie se me acercaba. Como si intuyeran que alguien estaba pero que no veían … Al final llegó la hora … No sabía muy bien dónde ubicarme. Pero escuché un griterío y me dirigí hacía allí … Era una buena señal para llegar a Selena … Llegué a un lugar en el que mucha gente se agolpaba y pude reconocer el lugar … Una foto en la que Selena apoyada detrás de una valla sonreía tiernamente … Ese era el motivo de mi elección … Estaba tan cerca todo y Selena parecía tan feliz en su mejor momento … Siendo ella misma en su vestimenta, en su sonrisa, en su peinado … Pero en esa valla no había nadie … La gente la esperaba a Selena a unos metros de allí … Estaba dudando entre quedarme y sumarme a la multitud cuando la vi … Estaba allí con su séquito mirando a la multitud prometiéndoles que ya los saludaría … Yo me quedé petrificado … No sabía qué hacer … Estaba viendo a Selena y quedé con la misma sensación de haberla visto sin todos los protocolos del trato … Tuve ganas de llorar … Tuve ganas de gritar … Tuve tantas ganas de decirle que la quería tanto … Que ella cambió mi vida … Que ella era todo para mí, pero que no quería nada a cambio … Sólo que cambiara su final … y la pudiera ver en el 2021 con todos sus sueños cumplidos y otros tantos por cumplir … Sabía que con ella en este mundo no habría ni pandemias, ni odios ni guerras … No habría ni pena ni olvido … Quería decirle tantas cosas … La tenía allí y en cualquier caso hubiese hecho lo mismo … Sólo que sabía por qué estaba allí y que apenas podía decirle una palabra … Si me animaba…

De pronto Selena volteó la mirada y me advirtió … Hizo una seña a los que la rodeaban y se me acercó … No me decía nada … Yo tampoco … Selena se puso exactamente detrás de la valla como en la foto y se rió … como en ella … “¿No me vas a decir nada?”, me preguntó y se me quedó mirando…

Bajé la vista, volví a levantarla, la miré fijo al borde de las lágrimas y dije: “¡¡Gracias!!”. Volví a bajar la vista y empecé a llorar disimuladamente. Selena cruzó la valla y me dijo casi susurrando al oído: “¿No puedes decir más nada, no?”. Yo volví a levantar la vista moviendo mi cara de un lado a otro sin poder evitar estallar en un llanto profundo … Selena me tomó de los hombros y silenciosamente y yo sólo atiné a abrazarla sin parar de llorar … Fue un momento doloroso y liberador … Selena no decía nada … Creo que ella también estaba llorando, pero lo disimulaba con el mío y con mi abrazo…

“Mira. Sé que no puedes decirme nada … Valoro que estés aquí. Más de lo que supones. Sólo prométeme una cosa … Si no me vuelves a ver más, te pido que me recuerdes … con Amor … Sabes que eso es lo que quiero … ¿Lo harás? ¿Me lo prometes?”, me dijo Selena y se me quedó mirando…

Yo asentí en silencio … Y la volví a abrazar. Quería que ese momento fuera eterno. No sólo por tener a Selena en mis brazos. Quería que el tiempo no pasara …Y no pensar que cuando Selena se fuera de mi vista, el camino al 31de marzo sería inexorable … Cuando terminé de abrazarla, Selena me dijo: “Tengo que irme. Escuchas el griterío, ¿no?” Yo volví a asentir en silencio…

“¡¡Ah!! Y recuerda. Si gano todos los premios hoy, tú también habrás ganado. Pero si pierdo…”. Y estalló en su clásica carcajada … Yo reí con ella … Con lágrimas en los ojos…

Y antes de despedirse de mí, me susurró: “Confía en mí. Nos veremos muy pronto”…

Selena besó su mano y la apoyó en mi mejilla. Me miró tiernamente y se despidió de mí con la mirada mientras corría con su séquito en busca del grupo que clamaba por su presencia…

Volví caminando despaciosamente a lugar en el que estaba alojado. Sabía lo que me esperaba una vez que pudiera conciliar el sueño … No sé si vería de nuevo a ese señor … Sólo esperaba que cuando abriera de nuevo los ojos estuviera allí Selena para decirme: “¡¡Yo no te conozco!!” y estallara en otra carcajada…

Sólo recuerdo que al dormir lo hice con una sonrisa…

(¿Qué no haría uno por ver a Selena de nuevo? ¿Qué no haría uno por cambiar ese destino? ¿Qué no haría uno por Selena? ¿Qué no daría uno por verla feliz en este momento? … Todos los que la queremos de verdad haríamos lo que sea por verla aquí entre nosotros … Y hasta tanto tengamos la oportunidad sólo nos queda recordarla con Amor, como ella hubiese querido … Y ser como Selena en todos los aspectos de nuestras vidas para afirmar que el camino hecho por ella no ha sido en vano…)

Y aquí estoy, Selena … Esperando mi oportunidad de verte alguna vez recordándote todos los días con mis escritos y con mis actos…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

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