Y un día apareciste, Selena...

Segunda parte de: “No te despidas, Selena...”

Tantas veces te dije aquel día que no te fueras del Astrodome, Selena … Que no te despidieras, que no te fuera de allí … Tenía un presentimiento … Era todo tan lindo, tan maravilloso, tan difícil de creer … Estabas en tu mejor momento … El mundo estaba arrodillado a tus pies … Era el paraíso … El cielo podía tocarse con las manos … Habías llegado a la cima, Selena … Y lo había logrado con talento, trabajo, esfuerzo, dedicación, honestidad y deseos de superación … Nadie te había regalado nada … Todo fue producto de tu accionar … Superaste todos los obstáculos … Eras el camino ideal para cualquiera de nosotros … Nos hiciste creer que todo era posible, que todo se podía lograr, que nuestros sueños se podían cumplir, que todo dependía de nosotros…

Tal vez ese 26 de febrero de 1995 sentí que eso tan hermoso se iba a terminar pronto … Tal vez haya pensado que no podía ser cierto que cualquier habitante latino en Estados Unidos podría triunfar sólo con el fruto de su trabajo … Que el cielo no es para todos … Que para llegar al Paraíso hay que hacer cosas que no son deseables, ni siquiera agradables … Y que la felicidad no es para todo el mundo … ¿Qué sería de esta humanidad si pensara que depende de uno ser feliz? ¿Nos lo permitirían? ¿Cómo seríamos realmente si nos mostráramos tal cual pensamos y sentimos si eso nos garantiza al menos nuestra felicidad interna? … Y ni hablar si nos garantiza el éxito … ¿Qué sería de esta humanidad si pensara realmente que los sueños se pueden cumplir? Que alcanza con proponérselo … ¿Sería la misma humanidad? No lo creo … Y a muchos no les agradaría que ello suceda … Los que quieren controlarnos, los que quieren que pensemos de una determinada manera, los que no quieren perder su lugar de privilegio, su Paraíso, no quieren ver amenazado su lugar, no quieren que otros ocupen ese lugar de privilegio … Tal vez por eso intuí que todo terminaría pronto … No podía ser cierto lo que estaba pasando … La felicidad era de todos … No podía durar tanto… Por eso no quería que se fuera Selena ese día … Sabía que no la iba a ver más … Sabía que no habría otro Astrodome…

Y así fue … 33 días después todo eso que intuía se haría realidad … Por un instante quedé shockeado … Pensé qué haría sin Selena … Pensé en mi destino … Pensé en cómo seguir … Ensayé todas las maneras … Pasaron por mi mente toda clase de sensaciones … Por un largo tiempo quedé sentado al borde de mi cama tomando fuertemente con mis brazos las piernas balanceándome hacia adelante y hacia atrás sin poder detenerme sabiendo que en cuanto pudiera hacerlo tomaría conciencia de la situación y lloraría sin remedio … Por mi mente sólo pasaban imágenes de aquella despedida de Selena del Houston Astrodome … 25 años atrás … Pero la que más tenía presente era esa imagen de Selena mirando tiernamente a su gente mientras se despedía en ese carruaje … Ese instante, ese momento, esa mirada, es la que pasaba por mi mente y por mi Alma una y otra vez … Es que ese momento era el que Selena estaba despojada del concierto, de la fama, del éxito, de todo lo construido hasta allí … Esa mirada, esa forma de ver lo que estaba pasando, era propio de una niña … De una niña que ve toda la muestra de cariño y sabe que eso es lo más importante … Más importante que la fama, el éxito, los aplausos, los premios, los conciertos … Selena siempre pidió que la quisieran, que eso es lo que quería cuando ya no estuviera en este mundo … Y ese deseo tan básico pero pocas veces expresado es el típico anhelo de una niña que hizo todo para lograr ese fin … Supongo lo que sentiría Selena en ese momento … ¿Habrá intuido que nunca más sentiría esa sensación? No lo sé … Como tampoco sabré por qué se volvió tras irse a los camarines sólo para saludar a uno más … ¿A quién? ¿Por qué? … No sé si hay alguna explicación … Pero por aquellos tiempos es lo que ocupaba mi mente y no quería salir de allí … Sabía lo que vendría y no quería el final, mi propio final…

Cuando dejé de balancearme sentí que se me detuvo el corazón … Y comencé a llorar desconsoladamente … Me reproché no haber hecho algo más … Si sabía lo que podría pasar, ¿por qué no hice lo indecible para impedirlo? ¿Por qué esperé a que pasara sin atinar a hacer nada? ¿Cómo no me di cuenta? No podía pensar que no tenía manera de saber que iba a pasar lo que pasó … Recién di cuenta de ello cuando vi que los Quintanilla expresaron que no podían imaginar que la asesina haría lo que hizo … Y teniendo elementos que al menos debería haberles preocupado … y mucho … Pero no es tan fácil … Creo que los humanos tendemos a pensar que lo peor no puede pasar … Nuestro cerebro trata de alejarnos de los peores pensamientos, de los traumas, de los miedos, del recuerdo de aquello muy doloroso, de la concreción y certeza de nuestros presentimientos, de actuar en contra de alguien en quien hemos confiado tanto … Eso tal vez les pasó a los Quintanilla. Y a tantos otros … ¿Cómo imaginar que Selena podía tener ese final si todo el mundo la quería tanto? No es fácil salir de esa situación hasta que uno vuelve a pensar que el Paraíso no está pensado para todos y que tal vez pocos quieren que las cosas cambien de verdad … Hasta el más crítico del Sistema puede ser el defensor de él…

Y es allí cuando uno se vuelve irónico y eternamente desconfiado … Del asombro al enojo … Del enojo al llanto … Y del llanto al cinismo … Mismas caras del mismo Sistema … Y ya nada me importó … Todo se había acabado … “The dream is over”, diría John Lennon, cuando se separaron Los Beatles … Y 10 años después alguien que se consideraba el dueño de su vida acabo con ella de un disparo … Destinos similares … Sueños similares … ¿Casualidad? Nada es casual … Y el sueño se había terminado … Para mí desde la partida de Selena ya nada más tuvo sentido … No pude volver a sonreír con ganas … Nunca más sentí que lo que hiciera sería valorado o premiado … Sabía que mis sueños no se podrían cumplir … Si no pudo Selena, menos lo lograría yo … No quise escuchar más nada de Selena, ni verla en algún video o especial de televisión … Tampoco seguir el juicio a esa pérfida ni ver su película … ¿Para qué? ¿Para ver cómo otros triunfan de acuerdo con lo que permite el Sistema? ¿Para ver cómo otros triunfan interpretando a Selena? No … Yo era feliz con Selena … Me la quitaron … Ya nada podía ser lo mismo … Si Selena era feliz, yo era feliz … Si Selena no está y se nos va de esa manera horrenda, ¿de qué me sirve ser feliz? De la tristeza y decepción pasaba a la ironía y al cinismo … Era la peor cara de una persona que había perdido la ilusión, de una persona que vio la amenaza de un final pero no pudo hacer nada, de una persona que dejó de sonreír para siempre…

Hasta que caí en la cuenta que se van a cumplir 25 años de su partida … Se hará un concierto en homenaje en el Alamodome de San Antonio, Texas … No sé por qué, pero de pronto quise reencontrarme con Selena … He comprado mi entrada, he vuelto a escuchar sus discos, la he vuelto a ver … Algo me dice que debo reencontrarme con ella … Para reencontrarme conmigo mismo … Tal vez necesite empezar con algo … Pasó mucho tiempo y quiero ver si acaso puedo volver a creer … Necesito creer … que aún es posible ser feliz y hacer feliz a los demás … Es cuestión de uno … Tal vez llegó el momento de no seguir siendo parte del Sistema en la versión más amarga de la vida … Tal vez llegó el momento de volver a encontrar el camino al Paraíso … Y ese camino lo transitó Selena … Por eso debo reencontrarme con ella y reconciliarme con la vida … Y para eso tengo que volver a transitar el camino de Selena … Tal vez Selena espera eso de mí … Y con ello lograr su propio sueño: que la recordemos con Amor … Allí estaré entonces, para reencontrarme con Selena que ha vuelto … Y con ella mi última oportunidad de ser feliz siguiendo su camino … y encontrando el mío…

(Haber descubierto a Selena me permitió cambiar los parámetros de mi vida … Hasta saber de Selena yo tenía una visión de la vida y consideraba que nada ni nadie me la harían cambiar … Pero Selena apareció en mi vida cuando ya no estaba y me hizo descubrir lo más profundo de mi corazón y de mi Alma … Y comencé a ser otra persona … Cambié e hice cambiar a los demás … Pude también superar con alegría y Amor momentos muy dolorosos e injustos … Todo gracias al Amor de Selena … Lo bueno que haga de aquí en más es fruto de su Obra … Y yo le estoy eternamente agradecido…)

Descubriéndote a ti me he descubierto, Selena … Ya no soy el de antes, por suerte … Ahora sólo me queda seguir el camino de tu Amor…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)