Me queda poco tiempo…


“Te queda poco tiempo, Selena. ¡¡Actúa ya!!” … Me levanté a los gritos. No sé quién me lo había dicho ni por qué … Cuando vinieron mis padres para ver qué había sucedido, sólo atiné a tomar el cuaderno con las canciones preferidas de mi padre en español y las empecé a cantar … Me atormentaba el hecho de que mi padre sólo se fijara en mi hermano A.B. y hasta le regalara un bajo para que aprendiera a tocarlo … Jamás imaginé las repercusiones de tal hecho … Yo sólo quería ser la niña preferida de su padre, ser el centro de su atención … Pero no me imaginé que él armaría una banda con mis hermanos siendo yo lo cantante principal … ¡¡Tenía sólo 6 años!! Mi hermano ya tenía 14. Mi hermana Suzette 10. Quería ser el centro de mi familia, pero no era para tanto … Sentí vértigo, pero decidí afrontarlo … Era el mandato familiar y yo me debía a mis padres … Ellos sabían lo que hacían … Ellos querían lo mejor para mí y mis hermanos…

“Te queda poco tiempo, Selena. ¡¡Actúa ya!!”. Mi padre me zamarreó advirtiéndome que me había quedado dormida, y me preguntaba una y otra vez qué me pasaba … “Son esas pesadillas, esas pesadillas de siempre”, le contesté, sin poder decirle lo que había soñado … Sólo podía recordar gritos, ruidos y algo como un disparo que me hacía levantar siempre a los gritos … “Bueno, ¡¡vamos que tienes que actuar!!”, me dijo … Era la primera vez que cantaba en el restaurante de mi padre … Él había dejado todo lo que venía haciendo para apostar por mí y mi carrera musical … ¡¡Tamaña responsabilidad!! … Tenía terror … Estar ante ese público … que veía a solo una niña a quien no conocía y no sabía cómo cantaba … En otras circunstancias hubiese huido o me hubiese quedado muda mirando con ruego a mi padre … Pero en ese momento … aún me retumbaban esas palabras … Esas palabras del sueño … Esas palabras de la pesadilla … Y canté … ¡¡Y vaya que canté!! Traté de no mirar al público … Sólo estaba concentrada en mi voz … ¡¡Y a todos les gustó!! Sentí que estaba tocando el cielo con las manos … Estaba forjando mi propio destino … Y de alguna manera yo tenía que ver con él … A partir de allí mis hermanos y yo nos abocamos de lleno a nuestra nueva profesión … Cada uno en lo suyo … Cada uno dando lo mejor de sí para llegar al éxito … Fuimos aportando nuestras cosas trabajando en equipo … Fue muy lindo ver el inicio de la gran empresa familiar…

“Te queda poco tiempo, Selena. ¡¡Actúa ya!!”. Desperté de pronto en el Big Bertha … Sudaba, pero sentía frío a la vez … Estábamos por subir al escenario y no había que fallar … Mi padre había quebrado, nos habíamos quedado sin casa, tuvimos que mudarnos a la casa de mis tíos, y vivir por y para “Selena y Los Dinos” … Sentía culpa … Mi padre apostó todo por nosotros y ahora estábamos sin nada … No quería que mi madre le reprochara a mi padre por su decisión … No quería fallarle a mi padre. Él confió en mí … Y de alguna manera todo esto empezó por mi accionar … O por esa pesadilla … Tenía que hacer algo más … No alcanzaba con mi voz … Debía llamar la atención … Debía dar algo más de mí … Sí, tal vez debía mostrarles a todos lo que soy … No alcanzaba con una buena voz … La gente … también tiene que quererte … Y quererte por lo que uno es … Desde hacía un tiempo que tenía unos bustiers que quería usar … No me animaba, porque estaba segura de que mi padre no lo aprobaría … Pero … Este era el momento … Pero no sólo por una cuestión estética … Tenía que ser un momento en el que me sintiera cómoda y plena … Y que esa plenitud se transmitiera al público … Debía ser la misma Selena la que estuviera arriba del escenario como fuera de él … Debía lograr que todo el mundo supiera quién era Selena y que no se la confundiera con nadie … Y así fue … Subí al escenario con los bustiers y me mostré tal cual era … Interpretando, gestualizando, saludando a cada uno de los asistentes, riendo o llorando según la canción … Dando todo … Sólo para que me quisieran … La gente me ovacionó y me pidió que me quedara allí para siempre … Allí supe que lo había logrado y que ya nadie me detendría … Cuando vino mi padre, amagó con regañarme por presentarme con los bustiers sin su permiso … Pero ante mi mirada de plena satisfacción, sólo atinó a sonreír, a abrazarme y felicitarme. Me había ganado el lugar … Y nadie más me lo quitaría…

“Te queda poco tiempo, Selena. ¡¡Actúa ya!!”. Estaba desesperada … Mi padre había echado al Amor de mi vida de la banda y no lo podía soportar … Cuando desperté ante el eterno grito y tomé conciencia de la situación, fui al hotel en el que estaba alojado Chris … Había tomado una decisión … Me casaría con él en secreto y a afrontar las consecuencias … Mi padre a la larga lo entendería … Yo no podía vivir sin mi familia … Ella era el motor para que yo pudiera seguir funcionando … Pero Chris también lo era. En esos meses en los que me presenté sin él fue literalmente una tortura … Obviamente que por una cuestión profesional podía seguir, pero no era lo mismo … Y no podía seguir así … Chris era el motor de mi vida también … Y mi padre sólo lo aceptaría si pasaba a formar parte de la familia … Eso sólo era posible si me casaba con él … Por eso fui a verlo y le dije si estaba dispuesto a unir su vida a la mía para siempre … Él no entendía nada, pero estaba muy emocionado … Una y otra vez me dijo si estaba segura, si era consciente de que casándonos en secreto impedía que hiciéramos la boda normal, como cualquier otra pareja … Por supuesto que para mí eran importantes la ceremonia y la fiesta con mis familiares y amigos … Pero más importante en ese momento era asegurarme el futuro … Sentir que podía seguir … Sentir que mi vida tenía sentido … Que había una salida … Un motivo para seguir adelante … Sin Chris a mi lado no podía ser la misma … Como también entendí que sin mis hermanos al lado en el escenario tampoco podría lograrlo … Eso fue lo que le expliqué a Chris y él lo entendió … Fuimos al Registro Civil y afrontamos la situación … Fui con lo que tenía puesto en ese momento. No importaba eso en ese momento … Tuvimos suerte que al reconocerme aceptaron casarnos aun cuando algunos requisitos no lo habíamos cumplido … Tampoco tomamos conciencia de que al reconocernos, la noticia de nuestro casamiento se esparciría por todo Texas en minutos … Yo que creía que tendría un tiempito para pensar en cómo encarar a mi padre ante la nueva situación, me encontré con que mi hermano me estaba llamando para saber qué es lo que estaba pasando, si era cierto lo que decía todo el mundo … Cuando se lo confirmé y le expresé del temor hacia mi padre, sólo atinó a decirme “Ya lo aceptará … No le queda otro remedio” … Eso me tranquilizó … Poco después vino mi padre, presentó sus disculpas por lo que nos había hecho sufrir, aceptó de nuevo a Chris en la banda y en la familia … Todos terminamos abrazados y llorando … Había dado un gran paso … Podía querer mucho a mi familia, pero yo debía forjar mi lugar y mi camino … Y si algo pasaba por mi cabeza, debía cumplirlo … Nunca como en ese momento me sentí tan plena … Pensé que nada ni nadie me podían parar … El éxito y la felicidad iban de la mano por el mismo camino … Sólo era cuestión de transitarlo… Sólo era cuestión de gozarlo … Sólo era cuestión de vivirlo…

“Te queda poco tiempo, Selena. ¡¡Actúa ya!!”. Salté como un resorte de la cama y desperté a Chris. “Me tienes que ayudar. Pienso poner mi cadena de boutiques acá en Corpus Christi. Tal vez lo haga luego en San Antonio. Y si todo va bien, lo ampliaré a Monterrey a México. Pero quiero ir viendo propiedades para echar a rodar mi sueño. ¿Me ayudarás?”, le dije mientras lo miraba tiernamente. Chris, que jamás se interpuso en cualquier cosa que me generara alegría, me advirtió que mi padre pondría objeciones, que lógicamente dirá que primero enfoque mi carrera musical y cuando fuese muy exitosa, recién allí dedicarme a lo mío. De pronto se me vinieron esas imágenes y ese imperativo … “Te queda poco tiempo, Selena. ¡¡Actúa ya!!”. Dije: “Es lo que siempre quise hacer, Chris … ¡¡Es el sueño de toda mi vida!! Jamás dejaré mi carrera de cantante, pero no voy a llegar a vieja o a esperar mi decadencia para dedicarme a lo mío … Trabajé por mi familia, por el sueño de mi padre … Pero me esforcé el triple para que el éxito me permitiera llegar a tener la oportunidad de ser diseñadora … ¡¡Y este es mi momento!! … Ya verás … ¡¡Todo va a salir bien!!”. Al instante estábamos viendo propiedades, y a los pocos días vi una que era ideal por la ubicación y por la construcción … No lo dudé … La compré y junto a Chris empezamos a remodelarla de acuerdo a mis necesidades y a mis objetivos … Mi padre me dijo si había enloquecido … Me pedía que me relajara y gozara de este momento que casi no había vivido … Lo que mi padre no entendía es que toda mi vida esperé este momento … para cumplir con mi deseo de ser diseñadora … Y si algo se me metía en la cabeza … ¡¡no paraba hasta verlo concretado!! Quedé muy contenta con mi primera gran obra, pero nos había costado mucho trabajo … Optamos para nuestra sucursal de San Antonio encargar su construcción de acuerdo a nuestras instrucciones … Yo estaba en mi mejor momento, se me presentaban muchas oportunidades y, en eso tenía razón mi padre, no tenía tanto tiempo para dedicarme sólo a mi boutique … Eso me hizo delegar funciones … A la presidenta de mi club de fans y gerenta de mis boutiques les di más funciones para que me pudiera ayudar. Mi padre estuvo de acuerdo … Él temía que dejara mi carrera musical … Yo nunca haría eso … Pero algo sí me atormentaba por aquel entonces … Se me venía la elaboración del disco en inglés y los fantasmas volvían sobre mí … La fama, la exposición y mi ascenso meteórico me hicieron ser consciente de que el camino a convertirme en cantante internacional era inexorable … Que mi padre querría dar prioridad a mi carrera como cantante angloparlante y que la hispana sería para expandirme inexorablemente por América latina … Yo no estaba tan segura … de mi carrera en inglés … Eso implicaba dejar a mis hermanos, a mi esposo … Y yo no quería … ¡¡Yo los necesitaba!! … ¿Cómo cantar sin ellos? Ya fue insoportable mi vida por un tiempo sin Chris en la banda … ¿Cómo superar sin tener a mi banda al lado? Eso me tenía muy angustiada … Tenía dudas … Esperaba un momento en el que pudiera hacer entender a mi padre que era mejor primero ir a Sudamérica, ganarnos definitivamente al mundo hispano y después ver … Sabía que José Behar estaría de acuerdo … Sabía que Emi estaría de acuerdo …Mientras, grabaría el disco en inglés … Pensaba estar durante 1995 yendo a México, Centroamérica y Sudamérica. Y con ese éxito volver a los Estados Unidos, presentar el disco en inglés y después presentarlo al inicio de 1996. Tal vez para ese entonces podría convencer a todos que mi banda también podría estar conmigo … Sólo era cuestión de que se acostumbraran y de que aprendieran ciertas cosas … Sólo era cuestión de tiempo … Sólo era cuestión de…

“Te queda poco tiempo, Selena. ¡¡Actúa ya!!”. Me levanté muy mal ese día. Vi el cielo y preanunciaba una fuerte lluvia … Estaba angustiada … Algo me llevaba a esa mujer y yo no podía resistirlo … Internamente estaba convencida de que no me devolvería jamás esos benditos papeles … Pero tenía que agotar todas las posibilidades … Encima me había dicho que la habían ultrajado, que la habían lastimado y que debía acompañarla … Yo sola … Yo dudé … Pero no podía evitar ir … Era la primera vez que sentía que no estaba actuando por mi impulso … Actuaba por impulso de ella … Pero no podía evitarlo … Yo tenía que solucionar este problema … Sabía que no estaba haciendo bien … El día anterior cuando fui a verla con Chris, a la vuelta él me advirtió de que jamás nos devolvería los documentos, que nos estaba mintiendo y que era mejor dejar todo en manos de un abogado … Yo sabía que tenía razón … Pero no podía claudicar … No quería admitir que mi padre estaba en lo cierto y dejar que él se encargara de ella, como lo hizo con sus negocios … Quería seguir tendiendo el control de mis negocios … No quería delegarlo ni a mi padre ni a un abogado … Por eso le dije que debía ir a verla de nuevo … Para ponerla en evidencia … Para que quedara claro de que ella mentía … Yo sabía que eso no era necesario … Pero debía convencerlo … Y convencerme … Y me fui a dormir … Pensando que al otro día temprano, y sin que Chris ni nadie lo notaran, fuera a arreglar las cosas definitivamente … Si lograba tener los documentos, mejor … Si no, ya vería … Pero yo estaba convencida … La acompañaría al hospital y seguro que todo saldría bien … ¿Qué mal me podría hacer? Me aseguraría de su mentira y la dejaría para siempre … Ya no habría más que hablar…

“Te queda poco tiempo, Selena. ¡¡Actúa ya!!”. Lo supe mientras corría y me di cuenta en un segundo del grave error de haberme apartado del camino, mi camino … Ahora comprendía lo que significaban esas pesadillas … Viví mi vida como si supiera que fuera muy corta … No fueron sueños … Tampoco pesadillas … Fueron voces … Voces de alguien … tal vez del futuro … que me advertían de mi suerte … Y yo no pude entender ese mensaje … O tal vez sí, salvo en ese instante fatídico en el que no hice algo por mi deseo … Fue allí cuando supe que me quedaba poco tiempo … Ahí supe que comenzaba a ser algo que no me había propuesto jamás: ser un mito … ser una leyenda … Yo sólo quería ser feliz siendo yo misma ... Yo sólo quería cantar, ser diseñadora y que me quisieran … para siempre…

(Selena vivió la vida cada día como si fuera el último … Ojalá todos lo supiéramos … En 23, casi 24 años, hizo lo que muchos no hacen en sus largas vidas … Tenía sueños, talento, ingenio, iniciativa, energía, ganas de vivir … Cuando se propuso algo, aun cuando no tuviera aprobación, no paró hasta lograrlo … Es un ejemplo para mucha gente … Ojalá fuéramos como Selena … Pero cometió un error … Hubo un día en el que no hizo algo porque quería, deseaba o anhelaba … Se dejó llevar por un canto, ese canto de las sirenas que jamás debió atender … Y lo pagó caro … Eso también debemos aprender de Selena … Nunca hay que hacer algo que no deseamos … Jamás debemos actuar por el deseo de otros … De ninguna manera debemos culparnos de algo que no hemos hecho … Porque siempre habrá un psicópata que aprovechará nuestras debilidades para apartarnos del camino, de nuestro propio camino…)

Y mi camino es el tuyo, Selena … Siempre el tuyo…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

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