Sabía que sería la última vez, Selena...




Lo sabía … Lo supe en todo momento … Era intuición … La famosa intuición … Muchos se aferran a la lógica, a lo exacto, a lo que dice nuestro pensamiento lógico … Y pocos quieren dar crédito a aquello que sale de la explicación razonable … Todo tiene que tener una explicación … Todo tiene que tener un basamento científico … ¿Y por qué debe ser así si en cada ser humano están los sentimientos, lo que sale de algo que muchas veces no sabemos y que solemos ubicarlo en nuestro corazón … o en algo que ninguna ciencia puede explicar … nuestra Alma? … Yo no tenía explicación … No había forma … Lo sentí allí en el Houston Astrodome el 26 de febrero de 1995 … Apenas vi a Selena salir rumbo al escenario sabía que sería la última vez … Que Selena no aparecería más por allí … Que sería la última de las tres veces que se había presentado los últimos viernes de febrero en ese majestuoso estadio … No tenía forma de explicarlo … Por supuesto que no podía imaginar lo que sucedería 33 días después … Si no, algo hubiese intentado … Algo hubiese hecho … Sólo sentía que Selena no vendría más y quién sabe si alguna vez la vería de nuevo … Esa entrada, ese recibimiento de todos nosotros, ese inicio sorprendente e increíble del Disco Medley, cada una de sus interpretaciones, cada una de sus canciones, cada saludo, cada sonrisa … Yo no salía de la emoción, no salía del encanto, no salía de la felicidad … No salía de la angustia … Estuve buena parte del concierto tratando de sacarme esa sensación … Mi cerebro quería domar a mi corazón … Le decía una y otra vez: “¡¡Vamos!! No tienes motivo para estar angustiado … ¿En qué te basas para decir eso? ¡¡Mira!! Selena está en su mejor momento. Selena ama a su público. Ama este lugar. ¿En qué te basas para decir que nunca más volverá? ¿Acaso ella te lo dijo? ¿Acaso sabes algo que nadie sabe? ¿Cómo lo explicas? ¡¡No proyectes!! A Selena no la para nadie. ¿Acaso no lo ves? ¿Qué algo más puede haber de lo que ves? ¡¡Vamos!! ¡¡Disfruta y déjate llevar!! El tiempo es hoy ... Mañana … Mañana Dios dirá” … Eso decía mi cerebro … Pero mi corazón, mis sentimientos … Mi Alma … No decían lo mismo … Había algo … algo tan difícil de describir que me decía otra cosa … Miraba a mi alrededor y trataba de notar si acaso alguien sentía o intuía lo mismo que yo … Pero no notaba nada raro … A todos se los notaba felices de lo que veían y escuchaban … Hasta que en un momento pensé qué pensaría si me viera a mí mismo y me contesté que tal vez no me vería muy diferente de los demás … Hubo un momento … casi imperceptible … en el que vi, en mi recorrida visual por las tribunas, que alguien me veía a mí y lo hacía con aire de suma tristeza … Fue un instante … Un momento en el que mi vista hacía un paneo de 180 grados … Cuando quise volver a esa mirada no la pude ubicar más … Y en el intento por volver a ver ese rostro, Selena volvió a acaparar mi atención … Y a confirmar lo que yo solo sentía … ¿Era yo solo? Nunca lo sabré … empíricamente … Pero yo no estaba solo en ese sentimiento … ¡¡Oh, no!! … ¡¡Estoy seguro de ello!! … Estaba en que Selena volvió a acaparar mi atención … Y a confirmar mi presunción … Fue en el momento en que interpretó “Si una vez” … Podría enumerar cada una de las veces en las que la vi interpretar esa canción, una más bella que otra, una más emocionante que la otra, una más increíble que la otra … Todas distintas … Todas bellas … Pero esa del Astrodome … Siempre uno sabe … intuye … cuándo hay amenazas de un final … Cuando Selena interpretó “Si una vez” no pude evitar llorar … Nunca lo había hecho así … Una interpretación única e irrepetible … Sabría que no habría otra interpretación así … Sabía que Selena no volvería más…

¿Cómo pensar que habría otra vez? Selena se detuvo cuando cantó “Ese error…” y se nos quedó mirando … Volvió a decirlo y recorrió el escenario con cara desafiante … Sin decirnos nada … Todos nos quedamos mudos … Fui un instante que pareció eterno … Mi corazón se paralizó … Mi respiración también … Pasaron miles de imágenes por mi mente … Miles de sensaciones recorrieron mi ser … No sabía qué decir … No sabía qué hacer … Nadie lo sabía … Se podía sentir hasta el aire que respirábamos … Fue allí, en el preciso momento en el que alguien gritó de éxtasis, cuando Selena remató con “Ese error … es cosa de ayer…” … Y todo estalló … No pude describir mis sensaciones por varios minutos … No me pude concentrar de allí en más hasta el final … Sólo lloraba y lloraba … Es muy difícil describir las emociones … Podía explicar lo que me pasaba … Mi cerebro acaso podía dar todos los significados de por qué estaba así … Pero nada podía describir mis sensaciones … Esa interpretación, esa voz, esa personalidad, esa manera de llegar a mí había tocado lo más profundo de mi ser … Y eso .. es muy difícil que se pueda explicar racionalmente … Lloraba y lloraba … Tal vez necesitaba hacerlo, además de que ese sentimiento surgiera de tamaña interpretación … ¿Pero cómo podría describir ese sentimiento tan profundo, tan íntimo, tan personal? Yo no soy de exteriorizar mis sentimientos … Tal vez por primera vez pasaban mi niñez, mi adolescencia, mi adultez, y pude expresar aquello que oculté por tanto tiempo … Y todo gracias a Selena … Estaba en vista de una gran revelación … Personal y hacia Selena … Me sentí tan vulnerable … y tan impotente … Estaba sintiendo algo que nunca había sentido … Estaba exteriorizando algo que nunca había expresado … Sabía que eso no se volvería a repetir … ¿Cómo explicarlo con palabras? Hace tanto tiempo que pasó y aún no sé cómo decirlo ni escribirlo … Todo lo que pueda decir o expresar será apenas un esbozo, un trazado, una pincelada de aquello que sentí … Selena no regresaría jamás … Selena no volvería al Astrodome … ¿Selena volvería? No podía sacármelo de la mente, vaya paradoja … Me costó poderme concentrar en lo que pasaba en el escenario … Me sentía desnudo, despojado, desdichado … en el medio de tanta felicidad … que pronto desaparecería de mi vista y de mi ser … Hubo solo una cosa que me sacó de esa sensación … ¿Me sacó o me lo vino a confirmar? Selena anunció una última canción … Una canción conocida, emblemática, representativa … Selena comenzó a cantar “Como la Flor” y todas mis sensaciones se convirtieron en certezas…

Cuando Selena se detuvo en su primera interpretación de “Yo sé perder”, miró a la cámara y desplegó su mano en modo de saludo … Yo no pude evitar llorar de nuevo … Selena se estaba despidiendo … De eso ya no había duda … No me pude concentrar más en lo que estaba pasando … Sólo miraba y contemplaba … Miraba y buscaba rescatar cada gesto, cada movimiento, cada sonrisa, cada palabra interpretada …  Quería retener mis sensaciones, registrar lo que estaba viviendo, no perder de vista lo que estaba observando … La gente estaba feliz … Yo lo estaba, pero lo vivía de otra forma … Vi cómo Selena se bajó del escenario al terminar la canción, cómo uno de los asistentes la tomó de la mano para ayudarla a subir al auto que la conduciría al camarín, cómo ella ya sentada en el borde del automóvil saludaba uno por uno al público que no paraba de gritar y de expresar su Amor a Selena … Aún puedo recordar lo que vi, lo que sentí … Pude ver cómo Selena pasaba de la sonrisa a la euforia, del saludo a la mirada tierna, del agradecimiento … a la despedida … Hubo un instante … sólo un instante … en el que Selena se quedó emocionada mirando … la nada misma … Ella sabía también que sería la última vez … No tengo forma de saberlo … No tengo forma de explicarlo … Pero yo lo sabía … Ella lo sabía … Selena se bajó del auto y siguió saludando … Y cuando ya se retiraba, se volvió hacia atrás para saludar a uno más … Seguro que alguien dirá: “Es que no quería despedirse … Por eso se volvió a saludar una vez más”. Y yo agrego: “Seguro que ella no quería despedirse, pero algo le decía que sería la última vez. Por eso se volvió a saludar … Porque sabía que sería la última vez…”.

Lo que pasó después … ¿tiene sentido describirlo? Lo único que recuerdo de aquel nefasto 31 de marzo de 1995 fue que me paralicé frente al televisor, me fui deslizando hacia una silla diciendo una y otra vez “Lo sabía, lo sabía, lo sabía…”. Por varios días no supe lo que había pasado conmigo … Mi madre me dijo que estuve varios días llorando y que aún en ese estado fui a ver a Selena por última vez … Y que cuando me preguntó por qué iba a verla, yo le contesté: “Voy a ver a Selena para pedirle perdón. Perdón por no haberme dejado de llevar por mis sentimientos. Perdón por no haber hecho nada por lo que sentía. Perdón por no haberla salvado”. Con el tiempo, cuando pude recordar todo, fui al Gravesite para ver a Selena, esta vez para decirle: “¿Por qué no hiciste nada por ti, si tú también sabías que sería la última vez?” … Asombro, enojo, llanto … Los sentimientos por los que pasamos cuando transitamos por el peor dolor a lo largo del tiempo … Con el transcurso de los años traté de aprender la lección de todo esto y llegué a la conclusión de que no debemos esperar, de que hay que dejarse llevarse por la intuición, por los sentimientos, por las sensaciones y no pensar tanto … El cerebro a veces nos juega en contra … En él se centran los miedos, el mandato familiar y social, las expectativas, las ambiciones, las miradas de los otros … todos los condicionamientos … el para qué hacer esto si nada podré hacer … No es que no lo tenga en cuenta, pero desde aquella vez empecé a dejarme llevar por lo que siento … Y desde esa vez no volví a sentir esa sensación … Soy otra persona … He aprendido mucho … He evolucionado mucho … Debería agradecérselo a Selena … En realidad, lo que comprendí es que debí haberlo aprendido antes … Hubiese sido mejor persona mucho tiempo atrás de aquel Houston Astrodome … Y hubiese salvado a Selena … Y eso … Eso sí que no puedo sacármelo de la mente…

(La mente y el corazón … ¿Cómo prescindir de ambos? ¿Y si los dos forman parte de uno? ¿Y si la mente se deja llevar no sólo de la lógica sino de la intuición? ¿Acaso no seríamos más sabios? Si intuimos que algo va a pasar, si sentimos que algo no anda bien, si vemos que ese no es nuestro camino, ¿por qué no lo corregimos? ¿Por qué seguimos algo, hacemos algo, decimos algo, porque nuestro cerebro dice que es lo mejor? ¿Y si nuestros sentimientos expresan lo contrario? ¿A quién le hacemos caso? ¿Y si tenemos en cuenta a los dos? ¿Y si en alguna oportunidad nos dejamos llevar por uno y en otra por otro? Tal vez lo más importante es no traicionarse a uno mismo y ser fiel a nuestro propio ser … Los sentimientos son los que nos identifican … Los pensamientos no siempre … Habría que analizar si esos pensamientos son realmente de uno o si es la repetición mecánica de uno u otros … Pero cuando intuimos algo, sentimos algo, vivimos algo, no hay que perderlo nunca de vista … Porque allí está la esencia de cada uno … Que esa sensación no se pierda por un pensamiento lógico, por un razonamiento instalado, por respuestas políticamente correctas … La verdad está en uno … De nuestros pensamientos, pero también de lo que sentimos, intuimos, vivimos … Eso nos salvará de muchos errores, nos acercará a nosotros mismos, nos alejará de muchos dolores … Nos identificará … Nos hará enteramente felices…)

Siempre sentí algo por ti, Selena, desde que supe lo que te había pasado … Fue pura intuición … Y de un simple caso policial pasó a ser lo más importante que descubrí en mi vida … Descubrirte a ti, Selena, fue descubrirme a mí mismo … Y por eso te estoy eternamente agradecido…

Te quiere mucho…

Sergio Ernesto Rodríguez
(Buenos Aires, Argentina)

No hay comentarios: